Estructura de la misa actual
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A.-
Ritos de apertura
a.- Introito
b.- Acto penitencial
c.- Kyrie Eleison
d.- Gloria
e.- Oración colecta
B.-
Liturgia de la Palabra
a.- Lecturas bíblicas
b.- Cantos interleccionales
c.- Homilía
d.- Profesión de fe
e.- Oración universal
C.-
Liturgia de la Eucaristía
a.- Preparación de los Dones
b.- Plegaria Eucarística
1.- Acción de Gracias
2.- Santo
3.- Epiclesis
4.- Narración de la Institución
5.- Anamnesis
6.- Oblación
7.- Intercesiones
8.- Doxología
9.- Comunión
10.- Oración final D.- Rito de despedida
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LA MISA La
misa consta de dos partes necesariamente unidas y correlativas que se
influyen mutuamente, como estructuras de un todo. Así se complementan la
liturgia de la palabra y la liturgia eucarística, dentro de la unidad se
entrada en la consagración. Hay
una sola presencia de Cristo en su iglesia, en una doble manifestación:
Cristo está moralmente presente en la asamblea orante, cuando se lee y se
anuncia la Sagrada Escritura. Cristo está personalmente presente cuando
se realiza el sacramento del Eucaristía. Cristo
está presente en toda la celebración sacramental como el único
Sacerdote de la Nueva Alianza. Cristo
está real y personalmente presente en la celebración del Eucaristía
como víctima que se ofrece por el ministerio de sus Sacerdotes, que obran
o presiden como sus instrumentos. Por
tanto, la estructura actual de la Misa tiene dos partes principales,
correspondientes e integrantes de un todo: LITURGIA
DE LA PALABRA y LITURGIA EUCARÍSTICA. En
la ordenación general del Misal Romano se declara: " La Misa consta
en cierto sentido de dos partes: la liturgia de la Palabra y la liturgia
Eucarística, tan estrechamente unidas entre sí que constituyen un solo
acto de culto, ya que en la Misa se dispone la mesa, tanto de la Palabra
de Dios como el Cuerpo de Cristo, en la que los fieles encuentran formación
y refección. Otros ritos pertenecen a la apertura y conclusión de la
celebración ". Los
dice también el Vaticano II: "Las dos partes de que consta la Misa,
a saber: la liturgia de la Palabra y la Eucarística, están tan íntimamente
unidas, que constituyen un solo acto de culto ". ESTRUCTURA DE LA MISA A. RITOS DE APERTURAPodemos
considerar como una pequeña parte preparatoria, la que se constituye con
los ritos de apertura, cuya finalidad es "hacer que los fieles
reunidos constituyan una comunidad y se dispongan a oír como conviene la
palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía ". "Por
tanto, la Iglesia, con solicitó cuidado, procura que los cristianos no
asistan a este misterio de fe como extraños y mudos espectadores, sino
que, comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen
consciente, piadosa y activamente en la acción Sagrada, sean instruidos
con la palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den gracias
a Dios, aprendan a ofrecerse así mismos que al ofrecer la hostia
Inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él; se
perfeccionen día a día por Cristo Mediador en la unión con Dios y entre
sí, para que, finalmente, Dios sea todo en todos ". Sobre
los ritos esenciales que son como las vértebras de la celebración,
aparecen los ritos complementarios. Los podemos separar así: 1.
INTROITO 2.
ACTO PENITENCIAL 3.
KYRIE ELEISON-SEÑOR, TEN PIEDAD 4.
GLORIA 5.ORACIÓN
COLECTA 1.
Introito Iglesia
quiere decir reunión. Por eso su manifestación vital es el momento en
que se encuentran sus fieles reunidos. El
INTROITO, antífona o canto de entrada acompaña la procesión del
celebrante o concelebrantes y los ministros, hacia el altar. Puede
utilizarse para este canto el texto de la antífona que trae el propio de
la misa del día, o " en su lugar otro canto acomodado a la acción
Sagrada o a la índole del día o del tiempo ". Si
no se canta, los fieles, un lector o el mismo celebrante lo recitan. El
sacerdote besa el altar, que representa a Cristo. Después
de venerar el altar y hacer la señal de la Cruz, el celebrante dirige el
saludo a la asamblea de los fieles, y él u otro ministro puede hacer una
brevísima admonición, para centrar la devoción explicando la festividad
del día, por la liturgia eucarística. Puede
un comentador, por medio de discretas intervenciones bien preparadas,
centrar la atención de los fieles. 2.
Acto Penitencial Después
del Introito sigue el acto PENITENCIAL que realiza toda la comunidad con
la confesión general y se termina con la absolución del sacerdote. El
Misal tiene tres fórmulas para el acto PENITENCIAL, precedidas por una
admonición y un espacio de silencio para propiciar el arrepentimiento. La
primera es una recitación comunitaria de la redacción nueva del
confiteor: " yo confieso, ante Dios todopoderoso y ante vosotros,
hermanos... ", la dicen el celebrante y los fieles. La
segunda fórmula está constituida por el silencio y la recitación de dos
versículos en que se invoca la misericordia del Señor. La
tercera tiene tres súplicas con las respuestas: Señor, ten piedad de
nosotros; luego, Cristo, ten piedad de nosotros; y Señor, ten piedad
nosotros. Cuando se utiliza esta fórmula, no se dicen los Kyries (Señor,
ten piedad), que están incluidos en el contexto. Ya
hemos dicho que los tres ritos que penitencial una confesión general,
terminan con la absolución dada por el Sacerdote. 3.
Kyrie Eleison-Señor, ten piedad. Después
del acto penitencial, dependiendo de la forma del acto penitencial, se
dice o se canta el Señor, ten piedad que antes estaba constituido por
nueve aclamaciones a modo de jaculatorias y ahora se reduce a seis. La
traducción aprobada para México dice: Señor, ten piedad de nosotros;
después, Cristo, ten piedad de nosotros; y luego, Señor, ten piedad de
nosotros, dos veces cada invocación. Esta
fórmula tradicional de aclamación, más bien cristológica que
trinitaria, siempre se dice o se canta, a no ser que se haya utilizado en
el rito penitencial con la tercera forma del acto penitencial. 4.
Gloria. El
Gloria es un antiguo canto de alegría, ya utilizado en el siglo II, en el
que se alaba a Dios Padre y a su Hijo, el Cordero que quita los pecados
del mundo. Puede
recitarse o cantarse, en un solo coro o alternado en dos grupos. Se
utiliza los domingos fuera del tiempo de Adviento y Cuaresma; en las
solemnidades y fiestas y en algunas celebraciones de especial importancia. 5.
Oración colecta. Termina
el rito de entrada con una oración llamada colecta, que precedida de un
silencio recoge las oraciones de los fieles y luego propone la intención
de la celebración eucarística, concluyendo con la fórmula larga o
plena, que invoca intercesión de Nuestro Señor Jesucristo, por sobre
toda otra mediación. El
pueblo congregado da su asentimiento con la palabra Amén, que significa
Así sea. La
Ordenación General dispone que en la Misa se diga una sola oración
colecta, y esto vale también respecto a la oración sobre las ofrendas, y
la postcomunión, que es la oración final del propio de cada día. B.
LITURGIA DE LA PALABRA. Jesucristo,
además de cantar los salmos, habló a sus discípulos, recordándoles sus
enseñanzas. Los
primeros cristianos injertaron en esta parte la lectura de los profetas,
de las cartas de los Apóstoles y los evangelios. Según las
prescripciones del Vaticano II en el nuevo ritual se han distribuido las
partes más significativas de la Biblia, para que se lean en las Misas, en
un ciclo rotativo de tres años. En
los domingos y días festivos se antepuso a la lectura de la Epístola y
del Evangelio, otra lectura bíblica que puede tomarse del Antiguo
Testamento o de los Hechos de dos Apóstoles. La primera parte de la
Celebración Eucarística se compone de: 1.
Lectura de la Sagrada Escritura 2.
Cantos de meditación, Aleluya -Secuencia-, Evangelio. 3.
Homilía 4.
Profesión de la fe, y 5.
Oración Universal, -Oración de los fieles-. Ayuda
perfecta unión en todos estos elementos: llega a los fieles la palabra de
Dios por las lecturas bíblicas; los cantos de meditación sirven para
afianzar el mensaje, que luego se desarrolla en la Homilía, se proclama
la aceptación personal por el Credo, y se pide la ayuda divina en la
Oración Universal. 1.
Lecturas bíblicas. Nunca
como ahora se había servido en la mesa eucarística el manjar de la
palabra de Dios que, anunciada a cada pueblo directamente en su propia
lengua, propicia mayor comprensión y más saludables frutos. "
Cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura es Dios mismo quien habla
su pueblo, y Cristo presente en su palabra, quien anuncia el evangelio
". La
primera lectura se toma del Antiguo Testamento o de los Hechos de los Apóstoles.
La segunda esta alguna carta del Nuevo Testamento, y tiene relación con
la fiesta de o con el Evangelio del día. El
lector comienza -sin decir " primera lectura ", ni "
segunda lectura "- anunciando el título del libro y del Autor del
que se toma el texto: "Lectura del Profeta Ezequiel " o "
De la Carta de San Pablo a los Romanos "... Termina diciendo: "
Esta es Palabra de Dios ". Los fieles responden: " Te alabamos,
Señor ". 2.
Cantos interleccionales-aleluya- secuencia. Evangelio. Acabada
la primera lectura, sigue el Salmo Responsorial o gradual, que es parte
integrante de la liturgia de la palabra. Después
del salmo gradual, o de la segunda lectura si la hay, se canta un verso de
algún salmo que, fuera del Adviento o de la Cuaresma se alegra con el
aleluya, como preparación a la proclamación del evangelio. El
salmo después de la lectura, si no se canta, se recita. El aleluya y el
verso que preceden al evangelio, si no se cantan, pueden omitirse. "El
conjunto de lecturas dominicales -dice el Papa Pablo VI- ha sido
distribuido en un ciclo de tres años ", a fin de que se vean, a
largo de esta época cíclica, los textos más importantes de la palabra
de Dios escrita en los libros sagrados. Las
secuencias son poesías religiosas que aparecen en la Misa de la Edad
Media como apéndice del aleluya. Fuera
de los días de pascua y pentecostés, no obliga recitarlas o cantarlas.
Un laico puede hacer él las dos primeras lecturas. El evangelio ha de ser
leído por un Díacono o por el Sacerdote. Aquí
se distribuyen los oficios del " Lector ", que puede ser
distinto del " Salmista ", que proclama o canta el salmo entre
las lecturas. El
que proclama el evangelio dice al final: Palabra del Señor, y contestan
los fieles con esta aclamación: Gloria y honor a Ti, Señor Jesús. 3.
Homilía. La
homilía viene a ser una parte casi exigida de la liturgia de la palabra;
" es una proclamación de las maravillas obradas por Dios en la
historia de la salvación o misterio de Cristo, que está siempre presente
y obra en nosotros particularmente en las celebraciones litúrgicas
". Debe
basarse en la misma palabra de Dios para que resulte una explanación del
mensaje. Puede también fijarse en algún aspecto especial de la Sagrada
Escritura o de bien otros textos de la Misa, o en las particulares
necesidades de los oyentes. "La
Homilía corresponde al Sacerdote o al Díacono ". En la celebración
de la Misa, no debe normalmente ser pronunciada por laicos. Ellos pueden
oportunamente intervenir pero no " hacerlo como si fueran presidentes
". 4.
Profesión de fe. Después
de oír la palabra de Dios en las lecturas y su explicación en la
predicación, el pueblo da su asentimiento al mensaje y proclama su fe con
el Credo, símbolo o profesión de fe, que se debe decir o cantar los
domingos y en las solemnidades. Deben
decirlo juntos el Sacerdote y el pueblo. Si
se canta puede ser en un solo coro o alternativamente. 5.
Oración universal. No
es la llamada Oración de los Fieles una oración de los laicos, sino la
oración del pueblo Santo y se le llama por eso Oración Universal; la
inicia el Sacerdote desde la sede o el ambón. Se debe hacer siempre que
hay asistencia del pueblo. La
Oración universal contiene tres elementos: la introducción del
celebrante; las súplicas que puede hacer un ministro, o algunos fieles, y
la conclusión, que toca al celebrante. C. LITURGIA DE LA EUCARISTIAEsta
tercera parte es la principal de la Misa. Los
elementos principales de esta segunda parte de la Misa son: 1.
La preparación de los dones. 2.
La plegaria eucarística. 3.
El rito de la comunión, y 4.
El rito de despedida. 1.
La preparación de los Dones. La
Celebración Eucarística, como ya hemos dicho, está ordenada con las
mismas acciones de Jesucristo en la Ultima Cena. Se
prepara el altar, centro de la liturgia; se colocan el corporal, el
purificador, el cáliz, el Misal. A
continuación se presentan las ofrendas; el pan y el vino. Es
la hora de aportar también dinero para los gastos de la Iglesia. Mientras
se presentan los dones se tiene el canto de la Antífona del Ofertorio,
que se omite si no se canta. Si
hay canto, el Sacerdote dice en secreto las oraciones de presentación de
las ofrendas. Si no hay canto, las recita en voz alta y los fieles las
concluyen con la aclamación: Bendito seas por siempre, Señor. Después
de hacer el Sacerdote la oración de presentación de las ofrendas, puede
incensar los dones y el altar. Se lava enseguida las manos en señal del
deseo de purificación interior; y concluye la preparación con una
invitación: Orad, hermanos, para que este sacrificio mío y de ustedes,
sea agradable a Dios, Padre Todopoderoso, que tiene una respuesta de la
asamblea: El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y
gloria de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. El
Sacerdote dice o canta la oración sobre las ofrendas, final de esta
liturgia preparatoria. El pueblo responde Amén. 2.
Plegaria Eucarística. La
plegaria eucarística costa de estas partes. a.
Acción de gracias -Prefacio-, b.
Aclamación -Santo-, c.
Invocación -Epiclesis-, d.
Narración de la Institución -Consagración-Anáforas-, e.
Recordación -Anámnesis-, f.
Oblación, g.
Intercesiones -Conmemoraciones-, h.
Doxología, i.
Comunión, j.
Oración final. a.
Acción de gracias -Prefacio-, Esta
parte está integrada por el Prefacio, en que el Sacerdote " en
nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da las gracias
por toda la obra de la salvación o por alguno de sus aspectos
particulares, según las variantes del día o del tiempo ". b.
Aclamación -Santo-, El
Santo es una aclamación triunfal que hace todo el pueblo con el
Sacerdote. Puede cantarse. c.
Invocación -Epiclesis-, El
nombre viene del griego: epicaleo, apicalumai; significa invocar, llamar. Es
una invocación del poder divino sobre los dones del pan y vino que han
ofrecido los hombres, para que se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo. d.
Narración de la Institución -Consagración-Anáforas-, La
Anáfora constituye la parte esencial de la Misa, que se titula en la
estructura general oración eucarística; corresponde al Canon del Misal
Romano. Anáfora
es una palabra griega que indica la acción de elevar, la actitud de
levantar la ofrenda con las manos. e.
Recordación -Anámnesis-, Inmediatamente
después de la elevación de la hostia y del cáliz consagrados, el
Sacerdote suscita la Anámnesis, -aclamación- de los fieles, con las
palabras: hermanos, éste es el Sacramento de nuestra fe. La
respuesta es una verdadera aclamación de la asamblea que se sabe unida
con el celebrante y acepta a nivel comunitario la nueva alianza, que se
está celebrando. Hay
cuatro textos diferentes: 1.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! 2.
Cada vez que comemos de este pan y debemos de este cáliz anunciamos tu
muerte, Señor, hasta que vueltas. 3.
Por tu Cruz y resurrección, nos has salvado, Señor. 4.
Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado, Cristo vendrá de nuevo. f.
Oblación, En
este momento se realiza de presentación " por la que la Iglesia, en
este memorial, sobre todo la Iglesia aquí y ahora reunida, ofrece al
Padre, en el Espíritu Santo, la hostia Inmaculada. La Iglesia pretende
que los fieles no sólo ofrezcan la hostia Inmaculada, sino que aprendan a
ofrecerse a sí mismos, y que de día en día perfeccionen por la mediación
de Cristo, la unidad con Dios y entre sí, de modo que se realice aquello
de DIOS TODO EN TODOS ". g.
Intercesiones -Conmemoraciones-, La
Eucaristía se ofrece por toda la humanidad. Aquí se repiten las
intenciones generales y particulares de la oblación. La
celebración es de toda la Iglesia celeste y terrena en Cristo. Por eso
hay aquí una petición por todos los vivos y difuntos, y se pide la
intercesión de la Virgen Santísima, de los apóstoles, de los santos,
para formar coro de alabanza y una gran petición universalista que
desemboca en la doxología. h.
Doxología, Terminan
las Anáforas cuando el sacerdote eleva la hostia y el cáliz y hace una
Doxología -alabanza-, diciendo: Por
Cristo de, con El y en El, a Ti, Dios Padre Omnipotente en la unidad del
Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. i.
Comunión, La
Misa queda incompleta si no hay Comunión. La participación de los fieles
en ella llega a la plenitud y perfeccionamiento cuando comulga el Cuerpo y
Sangre de Cristo en su Misa. Y
es la Comunión dentro y no dentro de la Misa, la que da esa expresión de
participación en función del sacrificio-banquete. Oblación a Dios y
comida para enriquecer la vida espiritual en el banquete Pascual. Insistimos
en que la más verdadera y efectiva participación de los fieles en la
Misa, no es el canto, o el escuchar la palabra de Dios, o el hecho de
formar la asamblea orante, sino el recibir a Jesucristo en su realidad de
alimento eucarístico. j.
Oración final. Reza
el Sacerdote una última oración que cierra la celebración y recuerda la
idea particular de la Misa que se acaba de celebrar. D. RITO DE DESPEDIDACon
un ritual sencillo y breve termina la Misa. Un último saludo, la bendición
al pueblo y la despedida: Vayamos en paz, la Misa ha terminado, o bien
Vayamos en paz a servir a Dios y a nuestros hermanos. Los
fieles responden: Demos gracias a Dios.
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