Jesús, un hombre de la historia

Por: Josh McDowell.


 

 

1.1  Jesús es un hombre histórico


 

Recientemente, en un debate auspiciado por la Asociación de Estudiantes de una universidad del medio oeste, mi oponente, una candidata al congreso del Partido laboral Progresivo (marxista) de Nueva York, dijo a modo de introducción: "Los historiadores en la actualidad ya han rechazado del todo la idea de que Jesús sea histórico..." Yo no podía dar crédito a mis oídos (pero di gracias de que ella lo hubiera dicho, pues los 2.500 estudiantes pudieron muy pronto darse cuenta de que la preparación histórica de ella era deficiente). Afortunadamente yo tenía conmigo las siguientes notas y documentación para usar en mi réplica. No son ciertamente los historiadores (puede que sean unos pocos economistas) quienes propagan una teoría Cristomítica de Jesús.

Como muy bien lo ha dicho F. F. Bruce, profesor de crítica bíblica y de exégesis de Rylands en la Universidad de Manchester:

"Algunos escritores pueden divertirse con la fantasía de un 'mito-Cristo,' pero no lo hacen sobre la base de la evidencia histórica. La historicidad de Cristo es tan axiomática para un historiador no prejuiciado como la historicidad de julio César. No son los historiadores los que propagan las teorías del 'mito-Cristo.' " 1/119. Otto Betz (What Do We Know About Jesus? Usado con permiso de SCM Press) concluye que "ningún erudito serio se ha atrevido a postular la no historicidad de Jesús." 6/9.


 

1.2  Fuentes cristianas para la historicidad de Jesús


 

1C. VEINTISIETE DIFERENTES DOCUMENTOS DEL NUEVO TESTAMENTO


 

John Montgomery (History and Christianity, usado con permiso de Inter. Varsity Press, Downers Grove, 111.) pregunta:


 

"¿Qué es lo que conoce entonces un historiador respecto de Jesucristo? lo primero y más importante que conoce es que puede confiar en que los documentos del Nuevo Testamento pueden proporcionar un buen cuadro de él. Y sabe que este cuadro no puede ser rechazado por razonamientos, por esfuerzo mental, por presuposicionalismo filosófico, o por medio de maniobras literarias." 3/40.


 

2C. PADRES DE LA IGLESIA.


 

Policarpo, Eusebio, Ireneo, Ignacio, Justino, Orígenes, etc.


 

1.3  Fuentes no bíblicas para la historicidad de Jesús


 

3C. Cornelio Tácito (nacido en 52-54 D. C.)


 

Fue un historiador romano, en el año 112 D. e., gobernador de Asia, yerno de Julio Agrícola que fue gobernador de Bretaña entre los años 80-84 D. C. Al escribir del reinado de Nerón, Tácito alude a la muerte de Cristo y a la existencia de los cristianos en Roma.


 

"Pero nada del alivio que pudiera provenir del hombre, ninguno de los dones que pudiera impartir el príncipe, ni los muchos sacrificios expiatorios que pudieran ser presentados a los dioses, podrían haber tenido valor para disculpar a Nerón de la infamia que significaba el que se le creyera ser el que había ordenado la conflagración, el incendio de Roma. Por tanto, para suprimir el rumor, él cargó falsamente a las personas comúnmente llamadas cristianos con la culpa, y los castigó con las más refinadas torturas, atrayendo sobre ellos el aborrecimiento de todos por sus iniquidades. Cristo, el funda­dor del nombre, fue ajusticiado por Poncio Pilato, procurador de Judea en el reino de Tiberio: pero la superstición perniciosa, reprimida por un tiempo, volvió a hacer irrupción, no solamente a través de Judea, donde tuvo su origen este error, sino también por toda la ciudad de Roma." Annals XV. 44.


 

Tácito hace una más amplia referencia al cristianismo en un fragmento de sus Historias, en relación con el incendio del templo de Jerusalén en el año 70 D. C., preservado por Sulpicio Severo (Crón. 11. 30.6.).


 

2C. LUCIANO


 

El satírico del siglo segundo, habló con desdén de Cristo y de los cristianos. Él los vinculó con las sinagogas de Palestina y aludió a Cristo de este modo: ". . . el hombre que fue crucificado en Palestina por haber introducido este nuevo culto en el mundo. . . Aun más, el primer legislador que ellos tuvie­ron les persuadió de que todos ellos eran hermanos unos de otros, después de haber transgredido de una vez por todas negando los dioses griegos y adorando a aquel sofista crucificado y viviendo bajo sus leyes." The Passing Peregruis.


 

3C. FLAVIO JOSEFO (nacido el 37 D. C.)


 

Un historiador judío, llegó a ser fariseo a la edad de 19 años; el año 66 D. C. fue comandante de las fuerzas judías en Galilea. Después de ser capturado, fue anexado al cuartel general de los romanos. Dice en una cita que ha sido objeto de mucho debate:


 

"Ahora, había alrededor de este tiempo un hombre sabio, Jesús, si es que es lícito llamarlo un hombre, pues era un hacedor de maravillas, un maestro tal que los hombres recibían con agrado la verdad que les enseñaba. Atrajo a sí a muchos de los judíos y de los gentiles. El era el Cristo, y cuando Pilato, a sugerencia de los principales entre nosotros, le condenó a ser crucificado, aquellos que le amaban desde un principio no le olvidaron, pues se volvió a aparecer vivo ante ellos al tercer día; exactamente como los profetas lo habían anticipado y cumpliendo otras diez mil cosas maravillosas respecto de su persona que también habían sido preanunciadas. Y la tribu de cristia­nos, llamados de este modo por causa de él, no ha sido extinguida hasta el presente" Antigüedades. XVII 1.33. (Comienzos del segundo siglo).


 

El texto arábigo del pasaje es el siguiente: "Por este tiempo había un hom­bre sabio llamado Jesús. Y su conducta era buena, y era reconocido por su virtud. Y mucha gente de entre los judíos y de las demás naciones se hicie­ron sus discípulos. Pilato le condenó a ser crucificado y a morir. Los que habían llegado a ser sus discípulos no abandonaron su discipulado. Ellos informaron que se les apareció tres días después de su crucifixión y que estaba vivo; según esto, él era posiblemente el Mesías acerca de quien los profetas habían relatado maravillas."


 

El pasaje anterior se halla en el manuscrito árabe titulado: "Kitab Al-Unwan Al-Mukallal Bi-Fadail Al-Hikma Al-Mutawwaj Bi-Anwa Al-Falsafa AIManduh Bi-Haqaq Al-Marifa." La traducción aproximada sería: "Libro de Historia guiado por todas las virtudes de la sabiduría. Coronado con varias filosofías y bendecido por la verdad del conocimiento."


 

El anterior manuscrito, compuesto por el Obispo Apapius en el siglo déci­mo tiene una sección que comienza con: "Hemos hallado en muchos libros de los filósofos que ellos se refieren al día de la crucifixión de Cristo." Lue­go presenta una lista y cita porciones de las obras antiguas. Algunas de las obras les son familiares a los eruditos modernos, y otras no lo son. 5/


 

También hallamos en Josefo una referencia a Santiago el hermano de Jesús.


 

En Antigüedades XX 9:1 describe las acciones del sumo sacerdote Ananus:


 

"Pero el más joven Ananus, que como dijimos recibió el sumo sacerdocio, era de disposición atrevida y excepcionalmente osado, siguió el partido de los Saduceos, que son los más severos en el juicio entre todos los judíos, como ya lo hemos demostrado. Como Ananus fuese de tal disposición, pensó que ahora tenía una buena oportunidad, como Festo estaba ahora muerto, y Albino estaba todavía en camino; así que reunió un concilio de jueces, y trajo ante éste al hermano de Jesús el así llamado Cristo, cuyo nombre era Santiago, junto con algunos otros, y habiéndolos acusado de infractores de la ley, los entregó para que fuesen apedreados." 1/107.


 

4C. SUETONIO (120 D. C)


 

Otro historiador romano, oficial de la corte en tiempos de Adriano, escritor de los anales de la Casa Imperial, dice: "Como los judíos estaban provocan­do continuos disturbios bajo la instigación de Chrestus (otra manera de deletrear Cristo), los expulsó de Roma." Vida de Claudio, 25.4.


 

También escribió: "El castigo ordenado por Nerón recayó sobre los cristia­nos, una clase de hombres entregados a una superstición nueva y perjudi­cial." Vidas de 105 césares, 26.2.


 

5C. PLINIO SEGUNDO, PLINIO EL MENOR


 

Gobernador de Bitinia en Asia Menor (112 D. C), escribió al emperador Trajano pidiéndole consejo respecto de cómo tratar a los cristianos.


 

Explicó que había estado matando a hombres y mujeres, niños y niñas. Eran tantos los que sufrían la muerte que él se preguntaba si debería continuar matando a todo el que se revelase como cristiano, o si debería matar sola­mente a algunos. Explicó que había hecho que los cristianos se inclinasen ante las estatuas de Trajano. Prosigue contando que también "los hizo maldecir a Cristo, algo a lo cual no puede inducirse a ningún verdadero cristiano." En la misma carta prosigue contando de la gente sometida a juicio que:


 

"Afirmaban, sin embargo, que toda su culpa, o error, consistía en que tenían el hábito de reunirse en cierto día fijo antes de que amaneciera y que allí cantaban en versos alternados un himno a Cristo como a un Dio; y que se sometían a un juramento solemne, y no a hechos malvados de ninguna clase, sino mas bien a nunca cometer fraude, robo, adulterio, a nunca falsear su palabra, ni a negar algo que se les hubiera confiado cuando fueran llamados a dar cuenta de ello." Epístolas X. 96.


 

6C. TERTULIANO


 

Jurista-teólogo de Cartago, en una defensa del cristianismo (197 D. e.) ante las autoridades romanas en África, hace mención del intercambio epistolar habido entre Tiberio y Poncio Pilato:


 

"Según Tiberio, en aquellos días el nombre cristiano hizo su entrada en el mundo, habiendo él mismo llegado a convencerse de la verdad de la divinidad de Cristo, presentó el asunto ante el senado, con su propia decisión en favor de Cristo. El senado, por no haber él mismo dado su aprobación rechazó la proposición de éste. César se mantuvo firme en su posición:


 

Amenazando con descargar su ira contra todos los acusadores de los cristia­nos." (Apología, V. 2). Algunos historiadores dudan de la historicidad de este pasaje. También compare Justino Mártir, Apología, 1. 35.


 

7C. TALO, El HISTORIADOR SAMARITANO


 

Uno de los primeros escritores gentiles que menciona a Cristo es Talo, quien escribió en el año 52 D. e. Sin embargo, sus escritos han desaparecido y tenemos conocimiento de ellos únicamente a través de fragmentos citados por otros escritores. Uno de tales escritores es Julio Africano, un escritor cristiano de alrededor del año 221 D. C. Un pasaje muy interesante se refie­re a un comentario de Talo. Julio Africano escribe:


 

" 'Talo, en el tercer libro de sus historias, explica esta oscuridad como un eclipse de sol - sin razón alguna, según me parece' (por supuesto que sin razón, pues un eclipse solar no tendría lugar durante el tiempo de la luna llena, y fue durante la luna llena pascual que murió Cristo)."


 

Así, partiendo de esta referencia podemos ver que el relato del evangelio acerca de la oscuridad que cayó sobre la tierra durante la crucifixión de Cristo era bien conocido y requería de tina explicación natural para aque­llos no-creyentes que lo presenciaron. 1/113.


 

8C. CARTA DE MARA BAR-SERAPIO


 

F. F. Bruce (The New Testament Documents: Are They Reliable? Usado con permiso de Inter-Varsity Press, Downers Grove, 111.) registra que hay:


 

"... en el Museo Británico un interesante manuscrito que preserva el texto de una carta escrita un tiempo después del año 73 D. e., aun cuando no estamos seguros de cuanto tiempo más tarde. Esta carta fue enviada por un sirio llamado Mara Bar-Serapio a su hijo Serapio. Mara Bar-Serapio estaba en prisión en aquel tiempo, pero escribió para alentar a su hijo en la bús­queda de la sabiduría, y le señala que aquellos que persiguieron a los sabios fueron cogidos por la desventura. Le muestra como ejemplos las muertes de Sócrates, Pitágoras y Cristo:


 

" '¿Qué ventaja obtuvieron los atenienses con la muerte de Sócrates? Ham­bruna y plaga vinieron sobre ellos como juicio por su crimen. ¿Qué ventaja obtuvieron los hombres de Sarnas al quemar a Pitágoras? En un momento su tierra se vio cubierta de arena. ¿Qué ventaja obtuvieron los judíos al ejecu­tar a su sabio Rey? Fue precisamente después de eso que su reino fue aboli­do. Dios vengó con toda justicia a estos tres hombres sabios: los atenienses murieron de hambre; los de Samos fueron invadidos por el mar; los judíos, arruinados y expulsados de su tierra, viven en completa dispersión. Pero en lo concerniente al bien, Sócrates no murió, sino que sobrevivió en la ense­ñanza de Platón. Tampoco Pitágoras murió totalmente, sino que sobrevivió en la estatua de Hera. Ni tampoco el sabio Rey murió en lo que respecta a su influencia para el bien; sobrevivió en la enseñanza que él había imparti­do.' " 1/114.


 

9C. JUSTINO MÁRTIR


 

Alrededor del año 150 D. C. Justino Mártir, presentando su Defensa del cris­tianismo ante el Emperador Antonino Pío, le hizo mención del informe de Pilato, el que Justino suponía debía estar preservado en los archivos impe­riales. Pero las palabras, "Horadaron mis manos y mis pies," dice él, "es una descripción de los clavos que clavaron en sus manos y en sus pies sobre la cruz; y después que fué crucificado, los que le crucificaron echaron suertes sobre sus vestiduras, y las dividieron entre ellos; y puede usted informarse de que estas cosas fueron así en las 'Actas' que fueron levantadas en tiem­pos de Poncio Pilato." Más tarde dice: "Fácilmente puede usted convencer­se de que él hizo estos milagros a través de las 'Actas' de Poncio Pilato." Apología 1.48.


 

Elgin Moyer, en Who Was Who in Church History (Moody Press, 1968) des­cribe a Justino como un:


 

"... filósofo, mártir, apologista, nacido en Flavia Neápolis. Bien educado, parece haber tenido suficientes medios como para haber llevado una vida de estudio y de viajes. Por ser un ansioso buscador de la verdad, golpeó sucesivamente a las puertas del estoicismo, del aristotelianismo, del pitago­reanismo y del platonismo, pero aborrecía el epicureanismo. En los prime­ros días estuvo algo relacionado con los judíos, pero no se sintió interesado en su religión. El platonismo fue lo que más logró interesarle y pensaba que estaba a punto de alcanzar la meta de su filosofía - la visión de Dios ­cuando un día, durante un paseo solitario por la playa, el joven filósofo conoció a un venerable anciano cristiano de rostro agradable y de fina dignidad. Este humilde cristiano remeció su confianza en la sabiduría huma­na, y le señaló a los profetas hebreos, 'hombres más antiguos que todos aquellos que eran estimados filósofos, y cuyos escritos y enseñanzas antici­paban la venida de Cristo...' Siguiendo el consejo del anciano caballero, este ferviente discípulo de Platón se convirtió en un creyente cristiano. El declaró, 'Hallé que sólo esta filosofía era segura y provechosa.' Después de la conversión, que ocurrió durante los primeros años de la madurez, se dedicó totalmente a la vindicación y propagación de la religión cristiana." 4/227.


 

10C. LOS TALMUDES JUDÍOS


 

Tol'doth Yeshu. Se hace referencia a Jesús como "Ben Pandera."


 

Talmud Babilónico. (Presenta la opinión de los amoritas) Dice: "... y lo colgaron en la víspera de la Pascua."


 

El Talmud se refiere a Jesús con el título de "Ben Pandera (o 'Ben Pantera')" y "Jesús ben Pandera." Muchos eruditos dicen que "pandera" es un juego de palabras, un uso que ridiculiza la palabra griega "parthenos", que signifi­ca virgen, llamándole así "hijo de una virgen." José Klausner, un judío, dice que "el nacimiento ilegítimo de Jesús era una idea corriente entre los judíos…"


 

Los comentarios en la Baraila son de gran valor histórico:


 

"En la víspera de la Pascua colgaron a Yeshu (de Nazaret) y el heraldo estuvo yendo delante de él durante cuarenta días diciendo que (Yeshu de Nazaret) habría de ser apedreado por haber practicado la hechicería y haber engañado y descaminado a Israel. Que todo el que tuviera algo que decir en su defensa acudiera para alegar en su favor. Pero no se encontró a nadie que lo defendiera y lo colgaron en la víspera de la Pascua" (Babilonia Sanedrín 43a). - "Víspera de la Pascua."


 

El Amoa 'Ulloa (Ulloa fue un discípulo de R. Youchanan y vivió en Palestina a fines del tercer siglo.) añade:


 

"¿Y suponen ustedes que para (Yeshu de Nazaret) había algún derecho de apelación? Era un seductor, y el Misericordioso había dicho: 'No lo perdonarás ni lo ocultarás.' Con Yeshu fué diferente, pues estaba próximo a la autoridad civil."


 

Las autoridades judías no negaron que Jesús realizara señales y milagro (Mateo 9:34; 12:24; Marcos 3:22) sí no que los atribuyeron a actos de brujería. 2/23.


 

"El Talmud," escribe el erudito judío José Klausner, "habla de colgar en lugar de crucifixión, puesto que esta horrible forma romana de muerte era conocida únicamente a los eruditos judíos a través de los juicios romanos ya que no existía en el sistema legal judío. Aún el mismo apóstol Pablo (Gálatas 3:13) interpreta el pasaje 'porque maldito por Dios es el colgado' (Deut. 21:23) como aplicable a Jesús." 2/28.


 

Sanhedrín 43a hace referencia también a los discípulos de Jesús.


 

Yeb. IV 3;49a:


 

"R. Simeón ben 'Azzai dijo (refiriéndose a Jesús): 'Hallé una lista genealógi­ca en Jerusalén en donde estaba inscrito, el Tal es un bastardo de una adúl­tera.' "


 

Klausner añade a lo anterior que:


 

"Las ediciones corrientes de la Mishnah agregan: 'Para apoyar las palabras de R. Yehoshua' (quien, en la misma Mishnah, dice: ¿Quién es un bastardo? Todo aquél cuyos padres están expuestos a la muerte por el Beth Din). Está fuera de toda duda que aquí la referencia es a Jesús..." 2/35.


 

Un temprano baraita, en el cual R. Eliezer es la figura central, habla de Jesús nombrándolo directamente. Los paréntesis van dentro de la cita. Eliezer habla: "El contestó, Akiba, ¡me has hecho recordar algo! Una vez me halla­ba caminando por el mercado superior (Tosefta lee 'calle') de Séforis y hallé a uno de ellos (de los discípulos de Jesús de Nazaret) y a Jacobo de Kefar Sekanya (Tosefta lee 'Sakkanin') que era su nombre. El me dijo; Está escrito en vuestra Ley, 'No llevarás adentro el salario de una ramera, etc.' ¿Qué podría hacerse con él - una letrina para el sumo sacerdote? Pero no le contesté. Él me dijo, así me enseñó él (Jesús de Nazaret - Tosefta lee 'Yeshu ben Pantera'): 'Porque de dones de rameras los juntó, y a dones de rameras volverán; proceden del lugar de inmundicia, y al lugar de inmundicia irán. Y el dicho me agradó, y a causa de esto fui arrestado por Minuth. Y yo cometí transgresión contra lo que está escrito en la Ley; 'Mantente alejado de aquí' - eso es Minuth; 'y no te acerques a la puerta de su casa' - eso es el gobierno civil." 2/38.


 

Los paréntesis anteriores se encuentran en Dikduke Sof'rim a Abada Zara (Munich Manuscript, ed. Rabinovitz).


 

Klausner, al comentar el pasaje anterior dice:


 

"No puede haber duda de que las palabras, 'uno de los discípulos de Jesús de Nazaret,' y 'así me enseñó Jesús de Nazaret,' son, en el pasaje en cues­tión, de fecha bastante temprana y de importancia fundamental en la histo­ria que se relata; y lo primitivo de su carácter no admite discusión sobre la base de las leves variantes en los pasajes paralelos; sus variantes (“Yeshu ben Pantera' o 'Yeshu ben Pandera,' en lugar de 'Yeshu de Nazaret) se deben meramente al hecho de que, desde una fecha temprana, el nombre 'Pante­ra', o 'Pandera,' llegó a ser muy corriente entre los judíos como el nombre de aquel a quien se consideraba padre de Jesús." 2/38.


 

11C. ENCICLOPEDIA BRITANICA


 

La más reciente edición de la Enciclopedia Británica utiliza 20.000 palabras para describir esta persona, Jesús. Su descripción requirió más espacio que el que se le concedió a Aristóteles, Cicerón, Alejandro, Julio César, Buda, Confucio, Mahoma o Napoleón Bonaparte.


 

Bibliografía


 

1. Bruce, F. F. The New Testament Documents: Are They Reliable? Quinta edición revisada. Downers Grove, III. 60515: Inter-Varsity Press, 1972. Usado con permiso.


 

2. Klausner, Joseph. Jesus of Nazareth. New York: The Macmillan Company, 1925.


 

3. Montgomery, John Warwick. History and Christianity. Downers Grove, III. 60515:Inter-Varsity Press, 1964. Usado con permiso.


 

4. Moyer, Elgin. Who Was Who in Church History. Chicago: Moody Press, 1968.


 

5. Pines, Shlomo, profesor de filosofía en la Universidad Hebrea, Jerusalén; David Flusser, profesor en la Universidad Hebrea, comunicado de prensa del New York Times del 12 de Febrero de 1972, reimpreso por "Palm Beach post-Times," Domingo 13 de Febrero de 1972, "DOCUMENTACIÓN ACERCA DE CRISTO: Eruditos israelitas encuentran antigua documentación que les parece confirma la existencia de Jesús."


 

6. Betz, Otto. What Do We Know About Jesus? SCM Press, 1968.