JESUS ES EL MESIAS, EL HIJO DE DIOS HECHO HOMBRE

Vamos a intentar contestar a la pregunta ¿quién es Jesús de Nazaret?

En primer lugar, veremos lo que creían los primeros cristianos y después lo que Jesús decía de sí mismo.

Los primeros cristianos manifiestan su fe en que Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, el Mesías prometido a Israel.

Ahora bien, ¿ de dónde procede esta fe de los primeros cristianos? Ya hemos visto que la crítica racionalista atribuye la primitiva fe cristiana a causas muy diversas; que en resumen se definen así: hay que buscar una explicación natural y debe excluirse todo tipo de explicación sobrenatural.

Pero, también estas explicaciones son insuficientes, sobre todo desde que la misma crítica histórica ha comprobado que la fecha de composición de los Evangelios es bastante más primitiva que lo que decían originalmente, que la formación de un mito requiere muchos años, y también que no es lógico que la fe brote de un infundado entusiasmo, etc. ¿ No es posible que la fe de los primeros cristianos se base en hechos reales? ¿ No es posible que la fe cristiana se haya originado realmente en la persona histórica de Jesús y en lo que El dijo y enseñó?

Para responder a estos interrogantes veremos en primer lugar cuál es la fe de los primeros cristianos, y después, si las verdades que ellos creen y viven están ya presentes a lo largo de la predicación de Jesús de Nazaret.

A.     LA FE DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

I. Los Hechos de los Apóstoles

Es el libro que narra la vida de los primeros cristianos, desde la desaparición del Maestro hasta el año 62 de nuestra era.

La autenticidad histórica de este libro escrito por San Lucas, está fuera de toda duda. Las descripciones, el ambiente, los fondos sociales son absolutamente fidedignos. Por ejemplo, la narración del viaje marítimo de San Pablo, desde Cesarea la Marítima hasta Puzzuoli en Italia, es una de las mejores y más exactas que se conservan en la literatura antigua.

La doctrina vivida y predicada por estos primeros cristianos, además de certificar la existencia histórica de Jesús, es la siguiente:

a) Jesús es el Cristo, el Mesías prometido. Los Apóstoles anuncian al Cristo, predestinado por Dios, el profeta anunciado, el siervo de Dios.

b) El título de «Kirios», el Señor, que se da sólo a Dios se da a Jesús, desde el inicio de la predicación cristiana.

c) Los Apóstoles son testigos de la vida del Señor Jesús y como tales rechazan toda falsificación de la figura del Señor. «Porque no fue siguiendo artificiosas fábulas como os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino como quienes han sido testigos oculares de su majestad» (2 Ped 1, 16). Su preocupación es ser fieles al «depósito de la fe». «Si enseñas esto a los hermanos, serás buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Cuanto a las fábulas profanas ya los cuentos de viejas, deséchalos» (1 Tim 4,6). «jOh, Timoteo!, guarda el depósito a tí confiado, evitando las palabras vanas y las contradicciones de la falsa ciencia, que algunos profesan, extraviándose de la fe» (1 Tim 6,20,21).

En conclusión, los primeros cristianos creían, porque lo habían vivido, que Jesús era el Mesías prometido y Dios hecho hombre. Y, además, rechazan cualquier fantasía sobre la vida de Jesús.

2. Los testimonios de San Pablo

No se diferencian en nada de la fe de los demás Apóstoles.

a) Pablo anuncia su fe en la muerte, resurrección y ascensión de Jesús a los Cielos. «Cristo Jesús, el que murió o, más bien, el resucitado, que está sentado a la diestra de Dios, es el que intercede por nosotros» (Rom 8,34).

b) Jesús es el Cristo, el Mesías esperado, de tal manera que al añadir la expresión Cristo al nombre de Jesús ha quedado como nombre propio del Señor. «Pablo siervo de Cristo Jesús, llamado al apostolado, elegido para predicar el Evangelio de Dios, que por sus profetas había prometido en las Santas Escrituras, acerca de su Hijo, nacido de la descendencia de David según la carne, constituido Hijo de Dios, poderoso según el Espíritu de Santidad a partir de la resurrección de los muertos, Jesucristo nuestro Señor» (Rom 1,1-4).

c) Jesús es el Señor, Kirios, Hijo de Dios. «y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor» (Fil 2, 11). El título Hijo de Dios aparece 19 veces en las epístolas paulinas. Se le llama «Dios y Señor nuestro (Tit 2, 13), y se dice de Jesús que «Cristo, que está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos de los siglos» (Rom 9,5).

d) La fe de San Pablo no es una fe inventada, tiene su fundamento en la figura histórica de Jesús.

- En Jesús de Nazaret se han cumplido las profecías mesiánicas «Cuantas promesas hay en Dios son en el El Si» (2 Cor 1, 20). Es decir, se han cumplido: Son un «Si» rotundo en la vida de Jesús.

- Jesús ha resucitado: «Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras. Fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras» (1 Cor 15, 3).

- Y este Jesús de Nazaret se le ha aparecido a él. San Pablo recuerda repetidas veces este encuentro personal con Jesús en el camino de Damasco. «Pero acaeció que, siguiendo mi camino cerca ya de Damasco, hacia el mediodía, de repente me envolvió una gran luz del Cielo. Caí al suelo y oí una voz que decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Yo respondí: ¿Quién eres, Señor? y me dijo: Yo soy Jesús Nazareno, a quien tu persigues» (Hech 22,6-8).

En definitiva, San Pablo ofrece en su predicación un testimonio histórico sobre Jesús de Nazaret y su fe en que es el Mesías Redentor, Hijo de Dios hecho Hombre.

Ahora bien, ¿ este testimonio de fe de los primeros cristianos está de acuerdo con la figura evangélica de Jesús? ¿Qué decía Jesús de sí mismo?