Integración vertical y horizontal
Es frecuente
encontrar creyentes que hacen consistir su fe cristiana en una dimensión
exclusivamente vertical, como rezos, ritos, celebraciones religiosas,
tradiciones piadosas, fiestas ruidosas y a veces cargadas de alcohol,
recitaciones bíblicas y novenas, pero sin ninguna dimensión social, sin
compromiso por la transformació
Por lo contrario,
hay grupos y personas muy comprometidos en la lucha por lo social y lo
político, con mucho análisis de la realidad, con programas alternativos,
defensores de los derechos humanos, promotores de las culturas
originarias, críticos acérrimos contra los gobiernos, desconfiados de
todo lo que hacen las autoridades, pero con poco interés por la oración,
la participación diaria en
¿Cuál de los dos caminos es el verdadero? Jesús es el sendero auténtico. El combina perfectamente las dos dimensiones: vertical y horizontal. Ni una sin la otra. Son como los dos palos de la cruz, que nos dan identidad.
Jesús dedica
mucho tiempo a la oración. Es lo que le sostiene ante las tentaciones
del demonio, ante el deseo de la gente de hacerlo un rey político, ante
las persecuciones y las traiciones, ante la cruz y la muerte. Su oración
no es pedir cosas a su Padre, sino amoldar su propia voluntad a la del
Padre. Nos insiste en la necesidad de orar siempre y sin desfallecer.
Nos deja su presencia pascual en
Sin embargo,
Jesús es el hombre que ama y da su vida por todos, en primer lugar por
los pobres y pecadores, y también por sus enemigos. Se presenta en
Nazaret como el que viene a cambiar la situación de los que sufren
esclavitudes y marginaciones; les trae su liberación, una vida
diferente. Lo demuestra curando enfermos, dando de comer a las
multitudes, desenmascarando a las autoridades civiles y religiosas que
oprimen al pueblo, consolando a los tristes, acercándose a los
excluidos. La cruz en la máxima expresión de su amor. El es la
encarnación visible del amor misericordioso del Padre, que se prolonga
en la historia y en
Dijimos en
Aparecida:“La misión evangelizadora no puede ir separada de la
solidaridad con los pobres y su promoción integral” (545). “
Sin embargo, advirtió Juan Pablo II: “Hay que preguntarse si una pastoral orientada de modo casi exclusivo a las necesidades materiales de los destinatarios no haya terminado por defraudar el hambre de Dios que tienen esos pueblos, dejándolos así en una situación vulnerable ante cualquier oferta supuestamente espiritual. Por eso, es indispensable que todos tengan contacto con Cristo mediante el anuncio kerigmático gozoso y transformante, especialmente mediante la predicación en la liturgia” (EAm 73).
Si queremos en
verdad ser discípulos de Jesús y seguirlo, hemos de armonizar e integrar
lo vertical con lo horizontal. Lo puramente religioso, sin compromiso
social, no es cristiano. La lucha socio-política, sin oración y sin
sacramentos, se cae, no se sostiene; como el palo horizontal que no se
apoya en el vertical, viene a tierra, se pudre. Así les pasa a quienes
no valoran
+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de las Casas