Iglesia protestante y secta
¿Cuál es la diferencia?
Autor: P. Pedro Herrasti, S. M.
Fuente: La verdad Católica
INTRODUCCION.
Dios no ignora nada. Dios no tiene que improvisar. Desde toda la eternidad
(Ef.1,3-10) sus designios salvíficos para redimir al hombre del pecado
incluían la Encarnación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. El
Eterno se haría hombre "nacido de mujer, nacido bajo la Ley" (Gál.4,4) con
todo lo que esto significa, o sea, la aceptación de vivir en el tiempo.
Jesucristo sabe perfectamente que su permanenci a entre nosotros es temporal
y que su obra debe ser continuada hasta el fin de los tiempos por la Iglesia
por El fundada.
Vemos cómo al dar comienzo a su vida pública, lo primero que hace es elegir
de entre sus seguidores a "los que El quiso" (Mc.3,13) constituyendo los
Apóstoles y designando un jefe de entre ellos en la persona de San Pedro.
Si su muerte redentora en el Calvario es suficiente para salvar a la
humanidad de todos los tiempos, la predicación de su Evangelio tenía que ser
llevada por sus Apóstoles y sus sucesores, siglo tras siglo. No sería lógico
suponer que aquella orden de "ir a predicar a toda criatura y bautizar a
todas las naciones" (Mt.28,19-20) tendría su cabal cumplimiento durante la
vida de los Apóstoles. Y vemos cómo antes de la muerte del último de los
Doce, ya la Iglesia ha designado sucesores para proseguir la evangelización
del mundo.
La fundación de la Iglesia, es pues, obra directa y expresa del Señor Jesús.
La Iglesi a no se inventó a sí misma ni surgió por generación espontánea.
Tanto en el libro de los Hechos de los Apóstoles como en las mismas cartas
de San Pedro o San Pablo, vemos cómo la Iglesia fundada por Jesucristo va
tomando forma y se va extendiendo por todo el Imperio romano.
Los Apóstoles y sus sucesores tienen plena conciencia de que la tarea
emprendida no terminaría con la muerte del último de los Doce, sino que
deberá continuar hasta que el Señor vuelva según lo prometió.
No es concebible, pues, la idea de que en el transcurso de los siglos, se
hayan ido fundando "iglesias cristianas" totalmente separadas de la Iglesia
de Cristo, tanto en creencias como en autoridad y normas morales.
Todos los deseos de Nuestro Señor de que fuéramos "un sólo rebaño y un sólo
Pastor" (Jn. 10, 16), de que fuéramos "uno como Tú Padre y Yo somos Uno" (Jn.10,30),
se ven contradecidos por el nacimiento de otras comunidades separadas y en
contra de la Iglesia Católica.
Ya desde el primer siglo hubo dificultades porque Cristo fundó su Iglesia
con hombres comunes y corrientes. La historia de la Iglesia es una continua
lucha por preservar la unidad, dejando a izquierda y derecha herejes y
cismáticos. Las causas de dolorosas separaciones, como la de Focio en el
siglo décimo, han obedecido a razones mucho muy complejas en las que se han
mezclado dogmas, autoridades civiles, ansias de poder, etc...
Pero el colmo llegó en el siglo XVI con el movimiento mal llamado de Reforma
en el que la cristiandad occidental se dividió dramáticamente, división que
perdura hasta nuestros días a pesar de los esfuerzos ecuménicos de algunas
autoridades religiosas.
Debemos los católicos conocer el origen de esas divisiones para comprender
la proliferación de sectas venidas en su mayoría de Estados Unidos y
apreciar el don gratuito de haber nacido en un país católico. La ignorancia
de hechos históricos irrefutables nos hace perder de vista en dónde está la
Iglesia que Cristo fundó y contentarnos con cualquier otra fundada por un
hombre cualquiera, venga de donde venga.
Mientras que otras religiones, como los judíos o musulmanes no hacen
proselitismo en nuestra patria, tenemos en cambio la experiencia de las
visitas siempre inoportunas de agentes de sectas derivadas del
protestantismo.
Muchísimas familias católicas han vivido ya la tragedia de que alguno de sus
miembros ha apostatado. En todos los barrios y pueblos de México ya existen
"templos evangélicos" con mayor o menor éxito. El fenómeno de la expansión
de dichas iglesias es mucho muy complejo, pero hasta el Santo Padre nos ha
pedido actuar valientemente para detener su avance.
"Ellos salieron de entre nosotros mismos, aunque realmente no eran de los
nuestros. Si hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado con nosotros.
Al salir ellos, vimos claramente que entre nosotros no todos eran de los
nuestros"
Jn.2,18- 19
IGLESIAS PROTESTANTES
-Definición.
Bajo el término general de "protestantismo" se comprende el conjunto de
doctrinas y de iglesias salidas de la "Reforma" del siglo XVI.
La palabra "Reforma" sirve también para designar al protestantismo y la
razón es que sus principales jefes, Lutero y Calvino se creyeron enviados
por Dios a reformar la Iglesia de Cristo, restaurar la religión del espíritu
y sustituir las tinieblas del error y la corrupción de costumbres por la luz
de la verdad y la pureza de la moral. "Post tenebras, lux".
-Origen.
Haciendo a un lado particularidades, podemos decir que: el protestantismo
tuvo tres tipos de causa: intelectuales, religiosas y políticas.
*Causas intelectuales:
Hay muy estrecha relación entre la Reforma, movimiento religioso y el
Renacimiento, movimiento intelectual. Desde el siglo XV, filósofos y
pensadores redescubre n en el culto a la antigüedad, un humanismo que
poniendo al hombre corno el centro de todo, choca con la filosofía cristiana
de los siglos anteriores, en los cuales Dios dominaba absolutamente el
pensamiento de los intelectuales.
Iniciando ya desde entonces el racionalismo, hacen una crítica independiente
de la cual no se escapa ni la Sagrada Escritura.
*Causas religiosas:
A la independencia de espíritu correspondía una gran libertad de costumbres.
Desde hacía algunos siglos, abusos deplorables se habían infiltrado más o
menos en todas partes; se notaba un rebajamiento en la moral de la Iglesia,
que no cumplía sino imperfectamente su misión divina; en Alemania, de una
manera señalada, el alto clero, mal reclutado entre los grandes señores,
poseedor de grandes extensiones de terreno, no soñaba sino en la dominación
y para ello se servía de la Iglesia, en vez de servirla.
El mal no era menor en los monasterios y el mismo Papado, convertido en una
potencia italiana, preocupado por sus intereses materiales, olvidaba con
frecuencia los asuntos espirituales.
Indudablemente era indispensable una reforma no ya en la constitución misma
de la Iglesia o en sus dogmas, pero sí en la disciplina y en las costumbres.
Esta reforma vino, desgraciadamente demasiado tarde, desde dentro de la
Iglesia con el Concilio de Trento (1570), pero ya antes había estallado toda
una revolución que no tuvo el carácter de reforma sino de ruptura de la
unidad y destrucción del dogma católico.
*Causas políticas:
Por importantes que fueran las causas intelectuales y religiosas, la reforma
protestante fue mas que todo la consecuencia de un movimiento político,
nacido de la ambición de los jefes de estado que vieron en la separación de
sus iglesias nacionales de la autoridad de Roma, la mejor manera de
acrecentar su poderío y de llegar a ser a la vez jefes espirituales y
temporales de sus súb ditos.
- Los hombres.
Martín Lutero.
Ya desde el año 1411, Jan Huss, en Praga había condenado agriamente los
abusos y desviaciones de la época y siguiendo las doctrinas de Wycleff atacó
a la Santa Sede. El Concilio de Constanza lo invitó a retractarse y al
negarse a ello, la Inquisición lo condenó a muerte, siendo quemado vivo en
1415.
El malestar prosiguió y a principios del siglo XVI el ambiente estaba
preparado para facilitar la explosión de un movimiento reformador. Solo
hacía falta el hombre y la ocasión.
Llegó el hombre, Martín Lutero y la ocasión fue la cuestión de las
indulgencias.
Lutero nació en 1483 y murió en Esleben, Sajonia, en 1546. En el año de 1505
ingresó al convento de los Agustinos en Erfurt y fue profesor de teología en
Wittemberg. Para recaudar fondos para la construcción de la Basílica de San
Pedro, el Papa León X encargó a los dominicos la predicación de nuevas ind
ulgencias y Lutero se molestó por no haber sido encargada la misión a los
agustinos.
Comenzó por condenar los abusos y el principio mismo de la indulgencia, así
como su eficacia.
Fue excomulgado en el año de 1520, pero Lutero quemó públicamente el
documento papal y acusó al Papa de anticristo. La Dieta de Worms presidida
por Carlos V lo instó a retractarse, pero ante su obstinación, lo desterró
del Imperio.
Fue protegido por Federico de Sajonia y permaneció en el Castillo de
Waetburg, donde tradujo la Biblia al alemán.
En 1525 se casó con una exmonja Catalina Bora y se dedicó a predicar sus
doctrinas, que tuvieron gran aceptación gracias a la protección de los
príncipes sajones que aprovecharon la ocasión para rechazar la autoridad de
Roma y de paso apoderarse de los monasterios y bienes de la Iglesia
Católica.
Sus Doctrinas:
La teoría luterana de la ineficacia de las indulgencias forma parte de todo
un si stema cuyo punto central es la justificación por la fe. En lugar de
buenas obras, pone Lutero la de: "peca mucho y cree más". Así podría
resumirse la idea maestra del reformador, de la cual saldrán otros varios
puntos como consecuencia rigurosa.
Para Lutero, a partir de la caída de Adán, el pecado viene a ser una segunda
naturaleza del hombre: "todo es pecado en el hombre, el hombre no es más que
pecado".
Nada puede cambiar este estado de cosas y el único remedio es recibir la
justificación que nos dan los méritos de Jesucristo por la pura fe. Las
obras no sirven para nada. Y en consecuencia los sacramentos y el culto, son
cosas superfluas.
Lutero admite tres sacramentos: Bautismo, Eucaristía y Penitencia, pero no
procuran la Gracia y no se requieren para la salvación. El culto a los
santos debe ser suprimido: deben ser imitados, pero no invocados.
No hay purgatorio.
La única regla de fe y la única autoridad es la Bib lia interpretada por la
razón individual.
La iglesia, por tanto es una Sociedad invisible, en donde no hay autoridad,
ni sacerdocio, ni ordenación, pues todos los fieles son sacerdotes.
Sus teorías produjeron las opiniones más contradictorias entre sus
seguidores y Lutero se vio obligado a organizar iglesias visibles, bajo la
protección del Estado. Decretó en consecuencia que la predicación y la
administración de los Sacramentos serían ejercidas por los elegidos por el
pueblo, a quienes los ancianos les impondrían las manos.
Juan Calvino.
No fue tan solo Martín Lutero el promotor de la reforma protestante.
Juan Calvino, nacido en 1509, influenciado por las ideas protestantes tuvo
que huir de Francia, perseguido por francisco I y se estableció por fin en
Ginebra donde se convirtió en dictador religioso y moral estableciendo un
gobierno teocrático que intervenía hasta en los detalles más minimos de los
ciudadanos. Su persecución a los opositores fue terrible y sangrienta. Su
más conocida víctima fue el español Miguel Servet al que mandó quemar vivo.
Sus doctrinas se parecen mucho a las de Lutero, pero va más allá,
sosteniendo que una vez justificado el pecado por la fe, no puede ya perder
la gracia de Dios, de lo que deduce la predestinación absoluta: Dios ha
predestinado a unos a la salvación eterna y a otros a la condenación, sin
atender a las obras que los hombres puedan realizar, buenas o malas.
Organizó a su iglesia independiente del Estado, gobernada por un consistorio
compuesto por eclesiásticos elegidos por el pueblo. Este sistema se llama
presbiteriano.
Enrique VIII.
La reforma en Inglaterra estalló poco después que el luteranismo lo hiciera
en Alemania. Precursor de este movimiento había sido el ya citado Wycleff en
el siglo XIV.
El rey Enrique VIII que había sido defensor de la fe católica, resentido por
no hab er podido obtener del Papa Clemente VII la sentencia anulatoria de su
matrimonio con Catalina de Aragón, para poder "casarse" con Ana Bolena (a
quien después mando matar, decapitándola), en 1534 declaró que el Papa es un
obispo cualquiera, sin potestad en Inglaterra, de la cual "el Rey es,
después de Cristo, el único jefe de la Iglesia".
Así nació la Iglesia Anglicana, al principio separada de Roma pero
conservando la doctrina Católica. Del crisma cayó en la herejía con Eduardo
VI que en una profesión de fe de 42 artículos, prácticamente adoptaba las
ideas luteranas. En 1563 fueron retocados los 42 artículos y reducidos a 39.
El Protestantismo actual.
Desde el momento en que Lutero, Calvino y Enrique VIII rompieron la unidad
con Roma y adoptaron como norma de fe la libre interpretación de la Biblia,
perdieron la noción de lo que es la Iglesia que Cristo fundó.
Carentes de Magisterio infalible, abandonados a sus propias ideas , bien
pronto se dividieron y subdividieron hasta el caos actual. Surgieron
fundadores por todos lados, cada quien con sus ideas. Al principio hubo
cruentos enfrentamientos de todos contra todos, pero en la actualidad han
caído en una tolerancia absoluta, en que realmente a nadie le importa lo que
otros crean o dejen de creer.
El movimiento protestante pasó a América por los ingleses que se asentaron
en el norte del Continente, sin preocuparse por la evangelización de los
moradores originales: la religión era cosa de raza blanca y las tribus
indias no fueron ni conquistadas ni mucho menos evangelizadas: fueron
exterminadas.
Muy distinta fue la visión de los españoles al llegar a estas tierras.
Admitiendo las crueldades y abusos de la conquista, no podemos negar la
preocupación de la Corona Española por la evangelización de nuestros indios.
Las inmensas dificultades de dicha evangelización fueron maravillosamente
superadas con la aparición de la Vir gen Santísima en el Tepeyac en 1531,
apenas 10 años después de terminada la conquista. Por eso el Papa Juan Pablo
II la llamó "Estrella de la Evangelización".
El desmoronamiento del protestantismo a todo punto de vista, ha llegado al
colmo en los Estados Unidos, donde están registradas no menos de 21000
"iglesias", algunas muy poderosas y con gran número de seguidores, pero
otras tan ridículas como la que cuenta con dos miembros, marido y mujer...
LAS SECTAS.
Se habla ahora de "Iglesias Históricas" y de "sectas" para diferenciar
aquellas iglesias protestantes que revisten una cierta seriedad en su fe y
moral, de aquellas otras carentes de consistencia y que por desgracia son
las más agresivamente proselitistas en nuestra Patria, de las cuales tenemos
que decir algunas palabras.
Historia de las sectas en México.
La independencia de México fue entusiastamente alentada por los Estados
Unidos, pues mientras fu era España quien gobernara, no podrían dominarnos.
Manejando hábilmente las ideas masónicas de la Revolución Francesa, ayudaron
a los que ahora llamamos Padres de la Patria a vencer a la Corona Española y
abrir las puertas al imperialismo norteamericano.
Joel Poinsett, el embajador americano en tiempos de Benito Juárez, convenció
a este último de dar entrada los protestantes, pues mientras México fuera
monolíticamente católico, los Estados Unidos no podrían adueñarse de nuestra
economía, primer paso para la dominación política.
"Los hijos de las tinieblas son más astutos que los Hijos de la Luz" Jn. 16,
18
Así fue como en 1870 empezaron a trabajar en México algunas sectas
americanas y para 1885 ya contaban con 35,000 adeptos. Cien años después, ya
eran 880,000 y en 1980 eran dos millones doscientos mil.
Se calcula que en la actualidad existen en nuestro suelo entre cinco y seis
millones de protestantes.
Este asombroso increm ento ha sido posible gracias a una serie de
circunstancias muy complejas, entre las cuales no podemos olvidar, por
ejemplo, la inestabilidad política de México, desde tiempos de Juárez en
donde la lucha por el poder fue terrible. El porfiriato por desgracia
desembocó en la Revolución y degeneró en la persecución religiosa y el
movimiento Cristero. La jerarquía Católica tuvo que replegarse y habiendo
perdido todos sus privilegios y posesiones, empezar de nuevo a partir de
cero en 1929.
La escasez de sacerdotes desde la independencia (gran parte del clero era
español y tuvo que abandonar sus parroquias), dejó al pueblo sin pastores en
manos de lobos con presupuesto en dólares.
Es así como ahora al restablecerse las relaciones Iglesia-Estado, aparecen
registradas en Gobernación, más de 300 "iglesias". Actualmente ya hasta
tenemos sectas autóctonas, "made in México".
Como hemos demostrado al principio de este estudia, Cristo fundo UNA Iglesia
que histó ricamente hablando es la Iglesia Católica, por lo tanto, todas las
iglesias emanadas de la "reforma Protestante", son falsas. La auténtica
Reforma de la Iglesia surgió desde dentro, a partir del Concilio de Trento
(1545-1563) convocado por el gran San Pío V y a grandes reformadores
católicos como San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de
Avila, San Jerónimo Emiliani, San Antonio María Zacarías y tantos y tantos
otros, que sin abandonar el regazo maternal de la Iglesia, la purificaron y
santificaron. Dios no abandona a su Iglesia y se cumple la promesa de
Nuestro Señor: "Estaré con ustedes hasta el fin del mundo" (Mt.28,20)
El error fundamental del Protestantismo.
Si a una casa le dinamitamos los cimientos, necesariamente se derrumbará
totalmente.
Eso fue lo que hizo Lutero y después sus seguidores, al negar la
autenticidad de la Iglesia Católica. Para independizarse de Roma tuvieron
que inventar teorías y negar dogmas.
Del error básico de DESCONOCER LO QUE ES LA VERDADERA IGLESIA, se
derivan como en cascada todos los demás errores protestantes:
a) Como la Iglesia es invisible, no hace falta estar en comunión con Roma.
b) Para desconectarse del Magisterio infalible y la tradición de la Iglesia,
sostienen la libre interpretación de la Biblia, sacando cada quien sus
conclusiones muy personales.
c) Para negar la Tradición, tuvieron que adulterar la Biblia o de plano
suprimir libros enteros.
d) Habiendo roto con Roma, se quedaron sin sacerdocio válido y por lo tanto
tuvieron que negar la validez y necesidad de alguno o todos los Sacramentos.
e) Desconociendo la esencia de la Iglesia de Cristo, se dedicaron a fundar,
Biblia en mano, iglesias por todos lados.
Resultado: existen miles de "iglesias cristianas" predicando las doctrinas
más contradictorias y sembrando la total confusión en el pueblo. Para
subsistir inde pendientes, la mayoría de las iglesias y sectas no tienen la
más mínima preocupación ecuménica. Aquel deseo del Señor de que
constituyamos "Un solo Rebaño y un solo Pastor"(Jn. l0,1 6), les tiene sin
cuidado.
Faltos de autoridad, han olvidado la moral cristiana, sobre todo en
cuestiones sexuales. El "No Fornicarás" y el "No desearás la mujer de tu
prójimo" han caído en total desuso y ahora, para ellos, todo se vale:
relaciones prematrimoniales, divorcio, anticonceptivos, homosexualismo y
hasta el aborto.
Igualmente han suprimido del diccionario palabras como mortificación",
"sacrificio" o "austeridad" y la principal preocupación es la búsqueda del
placer a toda costa, de la comodidad, abundancia de satisfactores y
prosperidad económica, aunque sea a costa de los demás. Es un materialismo
práctico y desenfrenado en el cual las exigencias del cristianismo auténtico
como el tomar la cruz en seguimiento del Señor, carecen de sentido.
"Aparecerán falsos Cristos y falsos profetas que harán señales y prodigios
con el fin de engañar, aún a los elegidos, si esto fuera posible".
Mc. 13,22
Una aclaración prudente:
Hay que decir, sin embargo, que no por ser falsas iglesias, todas sus
enseñanzas son erróneas. Dentro de la inmensa variedad de iglesias y sectas
protestantes, que se auto nombran,"evangélicas" para no despertar
desconfianza, hay algunas mucho muy cercanas al Dogma Católico y que buscan
afanosamente la unión de todos los cristianos. Pero también hay sectas
absolutamente alejadas de la verdad y a las que no les importa lo mas mínimo
el movimiento Ecuménico. Estas últimas son, por desgracia las más activas en
México, como los Testigos de Jehová y los Mormones, refutados ampliamente en
los Folletos EVC 12 y 10 respectivamente.
Recomendamos a nuestros alumnos la adquisición de las obras del P. Flaviano
Amatulli en especial "Diálogo con los Protestantes" en la cual, entre otras
cosas, analiza 31 iglesias o sectas, demostrando sus errores. Igualmente
útil es "La Iglesia Católica y el Protestantismo".
(Apóstoles de la Palabra, Calle Agujas 676, Col. El Vergel, Iztapalapa,
09880 México, D.F. Te¡. 656 4218)
Ante el asedio permanente de las diversas sectas que difunden sus errores de
puerta en puerta, es preciso que los católicos estemos perfectamente
informados acerca de la verdadera Religión para que no seamos inquietados y
desorientados por personas que tal vez de buena fe, pero totalmente
equivocadas han dejado el catolicismo debido a su mortal ignorancia
religiosa.
"Sépanlo bien: Nadie puede interpretar por sí mismo una Profecía de la
Escritura".
2 Pe. 1,20
CONCLUSION.
Gracias a la prodigiosa evangelización realizada por los monjes españoles,
nos tocó nacer en un país católico. No tuvimos que buscar afanosamente la
verdadera Iglesia de Cristo. Nos bautizar on en ella sin haberlo siquiera
pedido.
En primer lugar ¡cuán agradecidos debemos estar con Dios por este don
gratuito! Tenemos muy cerca de nosotros, en nuestro propio barrio, una
capilla católica en donde habita Nuestro Señor Sacramentado, Tenemos a
nuestra disposición ministros de los Sacramentos que nos santifican y nos
comunican la Palabra de Dios.
Pero en segundo lugar, debemos tratar de ser auténticos católicos,
aprovechando todo esto. Y no solo a nivel personal, sino en nuestra
comunidad. Si Dios nos concedió "nacer Católicos", debemos valorar este don
y preservarlo para nosotros mismos y para los que nos rodean.
No podemos permanecer indiferentes ante la deserción de miles de católicos
ignorantes, que abandonan la Iglesia de Cristo por seguir fantasías
sectarias sin haber nunca apreciado lo que Dios les había regalado: La
verdadera Religión.
Es absolutamente necesario y urgente prepararnos todos para rechazar toda
clase de here jías y ayudar a los que nos rodean a hacer lo mismo. Una muy
buena idea es propagar los Folletos EVC de puerta en puerta, de la misma
manera que los protestantes diseminan sus errores.
¡No tengamos miedo! ¡Dios está con nosotros y la Virgen de Guadalupe no nos
puede desamparar!