Autor: Alex Grandet
El Dogma de la Inmaculada Concepción se encuentra contenido realmente en las Escrituras
El Dogma de la Inmaculada Concepción se encuentra contenido realmente en las Escrituras y el Espíritu Santo ha sido quien lo ha clarificado a la Iglesia para conocimiento de toda la humanidad.
Dios tenía a María como
parte de su plan salvífico desde el principio: Y pondré enemistad entre
ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya... (Gn 3,15). No
es por casualidad que Jesús llama a María "mujer", la nueva Eva- en la cruz-
porque allí venció a Satanás. (También Pablo utiliza la palabra "mujer" en
Gál 4,4). Jesús la exalta como la Nueva Eva: la mujer.
Existen muchos malentendidos sobre la doctrina. El Papa Pío IX, en 1854,
proclamó la fe de la Iglesia: que María, desde el momento de su concepción,
por un don gratuito de Dios y por los méritos de Jesucristo, fue preservada
de toda mancha del pecado original. Esta doctrina incluye que María nunca
desobedeció a Dios en toda su vida.
Los protestantes dicen que sólo Dios no tiene pecado, y entonces que María
es pecadora. Prueba de esto es que ella misma llamó a Jesús Salvador (Lc 1,
47). Además, dicen ellos, Pablo escribió que no hay ningún justo, nadie
busca a Dios,... todos pecaron (Ro 3, 10-12 y 23)
Pablo citó al rey David. Si llevamos lejos el argumento de que nadie es
justo llegamos hasta el extremo del absurdo porque la Biblia dice que
Elizabeth y Zacarías eran justos (Lc 1, 6 y 2, 5), y mientras Pablo dice
"nadie busca a Dios", Cornelio sí lo buscaba (Hch 10, 3-5). Adán y Eva eran
justos antes de pecar. ¿No son justos los ángeles y santos en el cielo? ¿No
es Jesús justo? ¿Como puede Santiago decir en 5, 15: La oración eficaz
del justo puede mucho si no hay justos?
La palabra griega para "todos" no necesariamente indica universalidad
absoluta. En Romanos 5, 12 Pablo dice que la muerte pasó a todos, pero
sabemos que Enoc y Elías no murieron. (Ver "todo" en Hch 1,1, y Mc 16, 20).
Hay tres argumentos bíblicos que muestran este dogma:
1- La Santidad absoluta de Dios.
2- Las figuras del Antiguo Testamento referidas a María.
3- El saludo del ánge l Gabriel, el día de la Anunciación.
Paso a explicarme:
1- La Santidad absoluta de Dios
Esta prueba ya la he desarrollado en este mismo foro con anterioridad, por o
cual es conocida ya por ustedes. Sin embargo, la repetiré para que quede la
explicación en este mismo epígrafe.
En Éxodo 3, 5 leemos: ”Yahvé dijo: Quita las sandalias de tus pies,
que el lugar donde estás es tierra santa”.
Según el Éxodo, el lugar donde Dios habla y se manifiesta es un lugar santo,
y lo más revelador, no puede ser tocado por nada profano. Moisés no podía
mezclar el polvo de la tierra profana con el polvo del lugar donde Dios
estaba hablando....por que la presencia de Dios santifica. Cristo es Dios, y
su presencia también santifica, entonces, ¿Cómo iba a mezclarse el pecado en
el vientre que había contenido la carne del Dios Unigénito?? Según el Éxodo,
eso no podía ser, por que lo que Dios toca directamente, es para Él.
Números 4, 15: ”Cuando Aarón y sus hijos hayan acabo de cubrir el
santuario y sus utensilios todos y se levante en campamento, vendrán los
hijos de Caat para llevarlos, pero sin tocar las cosas santas” no sea
que mueran
Dios mismo prohíbe que manos no consagradas toquen los utensilios que
servían para su culto, ya que solo debían ser tocados por los
sacerdotes...¿Cómo iba a permitir Dios que el vientre que había sido tocado
por el Sumo y Eterno Sacerdote Jesús fuera tocado por Satanás?
1 Samuel 5, 1 y siguientes El texto es muy largo, pero en resumen:
Los filisteos capturan el arca de la alianza y la ponen delante de Dagón,
pero dagón cae de su altar ante el arca, y los filisteos son castigados con
plagas.
Veamos algo: Si el Arca del alianza que contenía el maná, las tablas de la
Ley y la vara de Aarón ( las tres son figuras de Cristo no toleraba
estar cerca de profanos y pecadores...¿Cómo el vientre de María que contuvo
a Cristo, pan bajado del cielo, Jesús Palabra del Padre, Jesús Sumo y Eterno
Sacerdote, iba a estar en contacto con el pecado
Recordemos que el Antiguo Testamento es solo el anuncio y el Nuevo es el
cumplimiento y su plenitud. Por lo tanto, la santidad de Dios se nos revela
más plena en el Nuevo, con la Encarnación de Cristo.
En Lucas 19, 45-48 leemos que Jesús expulsó a los mercaderes del
Templo...por que el Templo es la casa de oración. En el Nuevo Pacto, el
Templo es Jesús mismo:
Juan 2, 19-21 “Destruid este templo que en tres días lo levantaré...pero Él
habla del Templo de su cuerpo”
Si Jesús expulsó a hombres pecadores del Templo del Antiguo Testamento, por
ser éste sagrado...¿Cómo es posible que el pecado habitara en el mismo lugar
en que estuvo el Sagrado y definitivo Templo de Dios, que es Cristo???
Mateo 9, 20-23: “Entonces una mujer que padecía flujo de sangre hacía
doce años, se acercó por detrás y le tocó la orla del vestido, diciendo para
sí misma: Con solo que toque su vestido quedaré sana...”
Mateo 14, 36: ”Suplicándole que les dejase tocar siquiera la orla de su
vestido, y todos los que le tocaba quedaban sanos”
He aquí un hecho: Los vestidos de Jesús, estaban “santificados”, ¿Qué de
aquel vestido que durante 9 meses albergó al Dios Eterno?
2. Las figuras marianas en el Antiguo Testamento.
Principalmente tres:
a. Eva
María está prefigurada en Eva, la madre de nuestra raza. (Hay que recodar
que los tipos son solamente sombras de los antitipos del Nuevo Testamento).
María es nuestra madre por ser la madre de la Iglesia cuerpo de Cristo (Ap
12, 17). Lo que Eva perdió por desobedecer, María lo corrigió por su fe:
He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra (Lc 1,
38). Mientras la serpiente venció a Eva (Gn 3, 13), Dios protegió a
María de su mordedura: Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a
la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le
dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante
de la serpiente al desierto... (Ap 12, 13-16).
b. La enemistad entre la Mujer y su simiente y la Serpiente
Vemos en Génesis algo muy importante: dice la simiente suya (la simiente de
la mujer) (3, 15), y la palabra griega en la versión de la Setenta es
SEMENOS (semen en castellano). Entonces, ya que una mujer no tiene semen, la
única mujer a quien se podría referir es a María, cuyo hijo fue concebido
sin hombre, porque las demás personas nacen de mujer y hombre, de quien
viene el semen. Génesis nos dice que existiría entre la mujer y la serpiente
una enemistad completa y que la mujer iba a herir a la serpiente: Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya. Esta mujer (María prefigurada) está en enemistad total con el
diablo. No existiría tal enemistad total si María hubiese pecado como pecó
Eva. No son socios. La serpiente es fuente de todo pecado y maldad. Al fin y
al cabo es Dios quien hace que María no peque: YO PONDRÉ enemistad entre
tú y la mujer (Gn 3, 15).
Tabernáculo y Arca de la Alianza
También María es el Nuevo Tabernáculo. El primer tabernáculo fue
detalladamente construido según Éxodo 25, 9 y 39, 42-43 para ser perfecto
y sin mancha (2 Cr 7, 2). Esto prefigura a María. La gloria de Dios
cubrió y llenó el primer tabernáculo (Ex 40, 34-38). Comparar esto con las
palabras de Gabriel en Lucas 1, 35 donde María está cubierta con esta
gloria, sobre ella bajó la gloria del Espíritu Santo.
Hay un paralelismo entre Lc 1, 35 y Ex 40, 34-35. La fuerza del paralelismo
está aquí: Como la nube que envuelve la tienda de la reunión significa que
el interior de la morada está lleno de la gloria del Señor, así el poder del
Espíritu que desciende y cubre c on su sombra a María hace que su seno quede
lleno de la presencia de un ser que será Santo e Hijo de Dios. La punta de
los paralelos señalados está en la equivalencia entre "la gloria del Señor"
por una parte y los apelativos Santo e Hijo de Dios por otra. El niño que
deberá nacer de María será de naturaleza divina.
María fue prefigurada como el tabernáculo perfectamente construido sin
mancha. La traducción de los Setenta (LXX) utiliza la misma palabra y
habla de la misma manera de María (el poder del Altísimo la llena en Lc 1,
35) como lo que pasó con el tabernáculo (Ex 40, 34-35).
Es claro también que Lucas quiere que veamos a María como otra arca de la
alianza también construida perfectamente. Comparar también segunda de Samuel
(6, 9), vemos que David dice algo semejante a lo que dice Elizabeth a María
(en Lc 1, 43): ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Yahvé?; David salta frente
al arca (2 S 6, 14) como saltó de alegría Juan el Bautista frente a Marí
a (Lc 1, 44) la Nueva Arca de la Nueva Alianza que contiene a Jesús el
verdadero pan de cielo (el primer arca contenía el maná). Y no es por
casualidad que del arca se dice que estuvo en casa de Obed-edom geteo
tres meses (2 S 6, 11), igual que se dice de María: Y se quedó María con
ella como tres meses (Lc 1, 56). Así se encuentra este enlace entre el
arca construida perfectamente y María en el libro del Apocalipsis: Y el
tempo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el
templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo
Apareció en el cielo UNA GRAN SEÑAL: una mujer vestida del sol... (Ap
11, 19-12,1).
3- El saludo del ángel Gabriel, el día de la Anunciación
Probablemente otros foristas tocarán el punto del “kecharitomene" y su
relación con la Virgen María y su Inmaculada Concepción. Yo no lo haré, sino
que dejaré que quien lo quiera explicar, lo explique. Yo haré uso de otra
palabra del ángel el día de la anunciación, y que en cierta medida encierra
este dogma.
El ángel Gabriel le dice a María:
“ Jaire kecharitomene", “Alégrate, llena de gracia”.
Jaire, que significa alégrate, es la forma como Dios quiso que se
saludara a María, y no por un simple formalismo ni por etiqueta, sino por
que Dios quiere demostrarnos algo: María es la Hija de Sión profetizada
siglos antes por tres santos profetas: Sofonías, Joel y Zacarías.
Joel 2, 21. 27: “Suelo, no temas; alégrate y gózate, porque el SEÑOR
hizo grandes cosas... Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo
soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será
avergonzado”.
En la profecía de Joel, dios habla al “suelo” y le invita a la alegría. ¿Qué
significa este suelo? Si examinamos otros textos de las Escrituras, el suelo
es fertilidad, quien da vida. Pero hay tres textos donde el “suelo” evoca a
María:
Génesis 2,7: “Modeló Yahvé Dios al hombre de la arcilla...”
Dios ha tomado tierra del suelo y con ella creo a Adán. Dios tomó carne de
María, y con ella llegó a existir Cristo, el Nuevo Adán.
Génesis 22, 13: Subió Abraham con Isaac al monte de Moriah para
sacrificarlo....Dios impide que lo sacrifique y luego...”Alzó Abraham los
ojos, y vio tras sí a un carnero enredado por los cuernos en la espesura, y
tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en ve de su hijo”.
En el texto anterior, el carnero es la figura de Cristo, quien es ofrecido
en sacrificio sustituto por nuestros pecados, y así como el carnero salvó a
Isaac de morir, así el Nuevo Carnero nos salva de la muerte eterna. Pero hay
un detalle que debemos tomar en consideración. Al igual que con Melquisedec,
de ese carnero no se habla su origen. Abraham no lo había visto antes, sino
que repentinamente lo vió. El carnero, sin origen, es fruto de la tierra de
Moriah, por lo que simbol iza esta tierra también a María, la tierra que nos
proporciona el Carnero de nuestra salvación.
Éxodo 3, 1-2: “Moisés, llegado al monte Horeb, se le apareció el
ángel de Yahvé en llama de fuego de en medio de una zarza....”
El fuego y la voz que salen de la zarza, son también figuras de Cristo,
Verbo del Padre y luz del mundo. Lo interesante es que la Voz y el Fuego,
salen de la zaza que estaba plantada en el monte de Horeb, así como el Verbo
y la Luz del mundo salieron de la Virgen María.
Volviendo al profeta Joel, vemos que cando dice “Suelo, alégrate”, es una
evocación directa a María, que en otras partes de la Escritura es
prefigurada como “monte, suelo, tierra”, que nos produce a Cristo.
Joel 2, 21. 27: “Suelo, no temas; alégrate y gózate, porque el SEÑOR
hizo grandes cosas... Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo
soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será
avergonzado”.< br />
Comprueban que esa profecía se refiere a María, el hecho que la Virgen
admite que en ella se cumplen esas profecías:
Lucas 1, 49 : “Por que ha hecho maravillas en mí el Poderoso, cuyo
nombre es Santo”.
Entonces vemos que Joel profetiza al “suelo” que se alegre, por que el Señor
hizo Maravillas.
En el Nuevo Testamento el ángel le dice a María que se alegre, y María nos
muestra la causa de esa alegría: El Poderoso ha obrado en ellas maravillas.
No hay duda que Joel se está refiriendo a María en esta profecía.
Y aquí viene lo revelador de esta profecía con el dogma de la Inmaculada
Concepción: “Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el
SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será
avergonzado”.
Claramente se profetiza que si Dios está en medio de “Israel”, éste no será
avergonzado.
El Espíritu santo llenó a María, y Cristo se hace en carne en su vientre.
Dios habita en medio de María, y poniendo atención a las palabras de Joel,
María no podía ser avergonzada, por lo tanto, María no puede tener pecado.
Salmos 44.15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la
confusión de mi rostro.
La misma Biblia relaciona la vergüenza con el pecado. Y Dios ha declarado
por medio de Joel que si él habita en medio de alguien, no habrá vergüenza,
por ende, no habrá pecado.
La Trinidad completa habitó en María, según las palabras de Joel, según la
misma Biblia, ¿Tendrá entonces ella pecado?
Otro texto que evoca el “Jaire” de Gabriel es:
Zacarías 9, 9: “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo,
hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador”
Pero un texto donde la Inmaculada Concepción aparece claro, es el de
Sofonías:
Sofonías 3, 14-17: “Canta, oh hija de Sión; da voces de júbilo, Oh
Israel; gó zate y regocíjate de todo corazón, oh hija de Jerusalén. El SEÑOR
ha revocado los decretos en tu contra, echó fuera tu enemigo; El SEÑOR es
Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. En aquel tiempo se
dirá a Jerusalén: No temas; Sión, no se debiliten tus manos. El SEÑOR está
en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría,
callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar”.
Otro texto completamente mariano.
Al igual que con los otros textos y con Lucas, se invita a la hija de Sión a
alegrarse.
Al igual que con Joel, se declara que el Señor está en medio de la hija de
Jerusalén. No olvidar que el ángel Gabriel también lo declaró al decirle:
“El Señor está contigo”.
Vemos que el Ave María ya había sido dicho por Joel y por Sofonías mucho
antes que por Gabriel: Alégrate, que el Señor está contigo”.
Lo importante en este texto son las otras palabras de Sofonías:
“El SEÑOR ha revocad o los decretos en tu contra, echó fuera tu enemigo”
El texto anterior es una prueba irrefutable contra la Inmaculada Concepción:
La que es invitada a alegrase, por que en medio de ella está Yahvé Dios,
resulta que tiene otro motivo de alegría: El Señor ha retirado contra ella
sus decretos. El decreto del pecado y la muerte, dado en Génesis a la
humanidad, y también tiene otro motivo de alegría: Ha echado fuera a su
enemigo, que también evoca la enemistad del Génesis, entre la Serpiente y la
Mujer. Es en este texto donde se dice que el enemigo no ha tocado a al
mujer. Por lo tanto, la Mujer, la hija de Sión no tiene los decretos dados
en contra la humanidad, y tampoco ha sido tocada por el Enemigo.
Por lo tanto, la mujer que es invitada a alegrarse por que el Señor habita
en medio de ella, es inmaculada.