DOSSIER ASISTENTES CVX=Comunidad de Vida Cristiana

 

PRESENTACION

 

Este Dossier ha sido elaborado por el Equipo de Jesuitas Asistentes Eclesiásticos de CVX-E. Tiene una finalidad eminentemente práctica.

Aunque para el conocimiento de la CVX es imprescindible la experiencia de la misma, con frecuencia jesuitas, religiosas y laicos que comienzan a trabajar en ella como Asistentes y/o Guías no tienen una información suficiente de algunos de los aspectos y dimensiones de la misma. Por otro lado no es fácil encontrar dicha información por estar dispersa en diversos documentos y publicaciones.

El presente Dossier pretende poner en la mano de todos una información somera, pero lo más completa posible, de lo que se ha creído indispensable para poder realizar estos servicios en CVX. Para ello se recogen en él aspectos históricos, teóricos, organizativos y bibliográficos.

Además de tener esta función de "vademecum", el Dossier ofrece numerosas pistas y lecturas que , hechas con cierta metodología, proporcionan un programa de formación continua para los Asistentes y Guías CVX, como planteamiento a la propia experiencia del servicio en CVX y a la formación básica que ya se tiene.

Su contenido puede interesar no sólo a los jesuitas y religiosas que trabajan con CVX sino también a muchos miembros de la misma interesados en conocerla mejor, sobre todo, en aspectos que escapan a la experiencia directa del grupo local CVX. Particularmente será útil para quienes tienen que realizar algún servicio en CVX: presidentes, coordinadores y responsables de grupo.

Tenemos la esperanza de que sea una ayuda real y práctica para cuantos están interesados y dedicados a CVX y desean mejorar la calidad del servicio que realizan.

El Equipo de Jesuitas Asistentes de CVX-E

 

INDICE

CAPITULO 1. HISTORIA DE LA CVX

1. S.Ignacio y los laicos.

2. Fundación de las Congregaciones Marianas

1º Periodo: Juan Leunis

2º Periodo: De la Supresión de la Compañía a la Bis Saeculari

3º Periodo: La Constitución Apostólica Bis Saeculari

Asambleas de la Federación Mundial de CC.MM.

3. El postconcilio: creación de CVX

4. Asambleas mundiales de la CVX

CAPITULO 2. LA CVX EN ESPAÑA

1. Breve introducción histórica

2. Las Asambleas Nacionales

3. El Estatuto de la CVX-E

4. El Secretariado de la Compañía de Jesús

5. Las comunidades locales

6. Las Coordinadoras regionales

7. Publicaciones de la CVX-E.

CAPITULO 3. ESPIRITUALIDAD CVX

1. El laico en la Iglesia

2. Asociaciones de laicos

3. Espiritualidad laical y EE

4. Los Principios Generales

5. Bibliografía

CAPITULO 4. LA FUNCION DEL ASISTENTE ECLESIASTICO

1. Presentación y resumen de Documentos

2. Colaboración laicos y sacerdotes/religiosos

3. Vinculación a la pastoral diocesana/Compañía de Jesús

4. Los Equipos

CAPITULO 5. FORMACION

1. Formación de los laicos

2. Formación de los Asistentes y Guías.

CAPITULO 6. BIBLIOGRAFIA GENERAL BASICA

1. Historia de la CVX

2. Espiritualidad CVX

3. La función del consiliario

4. Formación

5. Bibliografía general

 

 

 

1. HISTORIA DE LA CVX

 

1.1. SAN IGNACIO Y LOS LAICOS: La "PREHISTORIA de las CC.MM."

 

Como sucede en el campo de la biología así ocurre en el terreno de la historia: que las especies no surgen por generación espontánea sino como fruto y maduración de procesos anteriores. Así ha pasado con el nacimiento de la primera "congregación de la Santa Virgen"entre los alumnos del Colegio Romano, en 1563. Con la creación de esta "compañía"el recién ordenado sacerdote jesuita belga Juan Leunis sintonizaba con una muy específica tradición de la joven Compañía de Jesús en el trabajo con seglares: la formación de minorías selectas o agentes multiplicadores del bien en la Iglesia y en la sociedad.

En efecto, "S.Ignacio, sus primeros compañeros y los primeros discípulos formados directamente por él siempre se habían dedicado con particular empeño en la creación y formación de grupos selectos. Con ello pretendían ofrecer a la Iglesia y a la misma sociedad una élite de personas que pudieran influir eficazmente en las mayorías; al mismo tiempo S.Ignacio y sus compañeros aseguraban para la Compañía colaboradores que les permitían a un tiempo ampliar el campo de trabajo de la orden y asegurar a sus obras una estabilidad que no hubieran podido garantizar con sus solas fuerzas"

Así surgió la "Compañía de los doce apóstoles" (1547), laicos cuidadosamente seleccionados por su vida cristiana probada, a quienes S.Ignacio "confió la distribución de las abundantes limosnas que recibía para los pobres". Este grupo se reunía dos veces por semanas en la casa de los padres del Gesú.Su actividad (fruto y proyección de su vida interior) era el eco y prolongación de la actividad de S.Ignacio y sus primeros compañeros: ofrecer ayuda a los pobres más vergonzantes de Roma, visitar a las familias más indigentes y miserables. Estos laicos estaban a disposición del P. General del Gesú a quien consideraban como a su superior.

El P. Kolvenbach, en su intervención en la Asamblea Mundial de la CVX "Guadalajara 90" (Méjico) resumía así la floración asociativa laical en los comienzos de la Compañía:

"Así nacieron la "Compañía del nombre de Jesús", 1539, en Parma, a raíz de las misiones de los PP.Fabro y Laínez; la "Compañía de los huérfanos",1541, la "Compañía de la gracia", 1543, y la "Archicofradía de los XII Apóstoles", 1547, las tres en Roma por iniciativa de Ignacio; la "Compañía para ayuda de pobres vergonzantes y encarcelados" 1549, en Mesina, por impulso del P.Nadal. La idea se extendió en Italia por todas partes: Siracusa, Palermo, Nápoles, Perugia, Florencia, Ferrara, Venecia, Padua, Génova. Lo mismo en otros países de Europa y en lugares para aquel entonces tan lejanos como Goa, Etiopía, Lima y Méjico" (Progressio,1990,n.4.p.9)

2. LAS CONGREGACIONES MARIANAS

 

I. PRIMER PERIODO (1563-1773)

JUAN LEUNIS(1532-84)

 

CUATRO fechas significativas

1556 (3 de mayo): la entrada de J. Leunis en la Compañía

Un joven belga entre 20 y 24 años con los estudios de humanidades recién terminados acaba de llegar a pie de Lieja a Roma para pedir la entrada en la Compañía de Jesús. S.Ignacio mismo examina al candidato y con su opinión favorable a la admisión se lo encomienda a su secretario Polanco en orden a hacerla efectiva. El sueño de J.Leunis era ser misionero en las Indias. Pero después de apenas cuatro años de formación básica, y la mayor parte de ellos en una vida itinerante acompañando a otros jesuitas en misión por el norte de Italia y Francia,en 1562 Juan Leunis es destinado a impartir clases de fundamentos de gramática ("infimetta") en el Colegio Romano. Le asignan un aula muy húmeda que le causará una extraña enfermedad: "el mal comenzó a minar lentamente su carácter emprendedor y enérgico provocando en él un aire de tristeza tendente al pesimismo". Todo apunta, según Villaret, a una tuberculosis ósea que arrastrará consigo toda la vida ("toujours soufrant, brisé,contredit, entravé" (pág.41)

1563: el nacimiento de las Congregaciones Marianas

El origen de la primera Congregación Mariana, creada entre los alumnos del Colegio Romano, se debe a dos motivos. Como alternativa a su frustrada vocación misionera -¡su sueño eran las Indias!- y como adaptación a los alumnos de los modos y estilos de formación que él había visto aplicar a los jesuitas a quienes Leunis había acompañado en sus misiones apostólicas. Con estas dos inquietudes, avivadas por su recién estrenado sacerdocio (recibe las órdenes este mismo curso) Juan Leunis se propone crear entre sus alumnos una "compañía" o "congregación" en la que volcar el espíritu misionero que le anima y hacer el bien que él había visto realizar por otros

 

jesuitas como válido y eficaz: el cultivo de minorías activas y multiplicadoras del bien entre las masas.

Las características y funcionamiento de la primera "congregación" o "compañía" queda recogida así en el informe del Rector del Colegio Romano al P. General al finalizar el curso 1562/1563:

"Entre los alumnos externos de seis clases de retórica y de los cursos superiores más inclinados a la piedad y a la devoción, hay algunos que han adoptado un modo de vida cristiana que edifica en gran manera al prójimo y es de sumo provecho para los alumnos que lo practican. Este género de vida consiste en que los externos, una vez terminadas las clases, se quedan libremente para reunirse en un aula (en la que hemos colocado un altar bien adornado) a hacer un rato de oración y oír a continuación la lectura de algún libro piadoso, leído por uno de ellos. Los domingo y días de fiesta también cantan las vísperas con gran devoción

Juan Leunis pone a esta primera "Congregación" (compuesta, como se ve, de varias "compañías" o grupos) bajo el vocablo de "Congregación de la Santa Virgen". Luego adapta a sus miembros jóvenes las reglas que aplican a los adultos Ignacio, Fabro, Broet y Laínez para orientarles en su vida espiritual y en las actividades exteriores. A saber: "comunión y confesión frecuentes, meditación, reunión en la capilla que les había asignado el Colegio Romano, en la que cada uno comunicaba lo que había hecho durante el día y lo que pensaba hacer al día siguiente, visitas a los santuarios y a las reliquias de los santos, servicio a los pobres".

"Este PRIMER GRUPO de la congregación, constituido en los primeros meses del año 1563, se reunía en alguna de las aulas del Colegio, al terminar las clases, para la meditación y el examen de conciencia, se comprometían a oír la misa diaria y a recibir con frecuencia los sacramentos. Al año siguiente un SEGUNDO GRUPO de la congregación decidió:

 

reunirse semanalmente,

hacer a diario la meditación;

ponerse bajo la protección de la Virgen María

prometer el rezo diario del rosario

y todo ello como preparación para que el apostolado fuera lo más fructífero posible.

Todas las demás congregaciones que irá fundando J.Leunis (París, Turín etc) cumplirán a la letra ("ad unguem") estas normas. Según el P.Paulussen "Leunis había reunido a un grupo de estudiantes laicos del Colegio Romano para prepararlos para el apostolado en la ciudad de Roma, aunque inicialmente ese apostolado se ejercitaría entre los alumnos del mismo Colegio"

Sin embargo, la originalidad de Leunis no es el "invento" en si de las "congregaciones" o "compañías" de laicos para el cultivo de la vida cristiana de sus miembros y la dedicación al servicio de los demás. Las agrupaciones, cofradías, sodalicios de laicos ya existían desde la Edad Media. Lo nuevo en Ignacio y en sus compañeros es la RENOVACION de las viejas "compañías" y la CREACION de otras nuevas, es decir, de élites activas y multiplicadoras del bien ( "élites agissantes et rayonnantes")

 

 

Según el P. Paulussen la genialidad de J.Leunis consistió, en haber logrado formular con gran claridad los tres fines básicos de las Congregaciones Marianas:

- el modo tan extraordinario de formular el fin de la C.M.

- el esfuerzo por promover las responsabilidad y la actividad de los laicos -la manera práctica de formar comunidades y desarrollar la vida comunitaria.

- Y todo ello "gracias a su excelente talento de educador y al carisma especial para tratar con jóvenes"

2.l. LA FINALIDAD : la integración de fe y vida en la persona

La congregación se propone ayudar a sus miembros a lograr la integración de todos los aspectos de la existencia humana en una forma cristiana de vida. Es decir, unificar la vida. Precisamente, esta dimensión integradora es la que recuperan y subrayan con gran fuerza los Nuevos Principios Generales de la CVX:

"Nuestros grupos son para los que sienten una necesidad más apremiante de unir su vida humana en todas sus dimensiones, con la plenitud de su fe cristiana, y de un modo especial para los que están ocupados en asuntos temporales"(n.3)

NB. Esta dimensión integradora había desaparecido de las Reglas de 1855 y de las Reglas Comunes de 1910.

 

2.2. LA RESPONSABILIDAD DE LOS LAICOS

Otra de las originalidades y preocupaciones de J.Leunis era la formación, la promoción y el apostolado de los laicos que deseaban y querían adquirir conciencia de su vocación personal en la Iglesia. Precisamente, los elementos de igualdad y corresponsabilidad entre todos los miembros de la congregación serán los que recogerá Aquaviva en las Reglas Comunes de 1587; reglas que servirán de base para la identidad y buen funcionamiento de todas las congregaciones afiliadas a la Prima Primaria y en la que se excluye toda diferencia jerárquica entre los miembros, que no sea la puramente funcional. De ahí la inexistencia en dichas Reglas de "una palabra como "director"introducida después de más de 300 años en las Reglas de 1910"

"La concepción de un director es ajena al pensamiento de Leunis y de Aquaviva y es lamentable que en traducciones y explicaciones se haya usado. Todas las reglas locales y el texto original de 1587 invariablemente usan la palabra padre casi siempre junto a prefecto ( presidente ), también llamado "il capo" (el jefe) o "superior". La combinación padre-prefecto aparece 40 veces e ilustra la conciencia de acentuar su responsabilidad común, más bien que su diferencia jerárquica"

"Es sorprendente el hecho de que los primeros documentos del siglo XVI estén mucho más de acuerdo con las enseñanzas del Vaticano II sobre el apostolado de los laicos, que el documento del siglo XX (responsable de la imagen típica de las CM: las Reglas de 1910. Para Leunis era natural que los estudiantes de su primer grupo decidieran sobre sus propias reglas, tomando ellos mismos las principales decisiones, que debían elegir no sólo líderes de grupo y oficiales sino también el jesuita responsable e inclusive el cardenal protector (en los días en que él tenía este cargo) En otras palabras, él les dio plena responsabilidad"

 

2.3. LA VIDA COMUNITARIA

El nombre de "congregación" proviene del texto de Mateo 18,20 y hay que interpretarlo a su luz ("donde dos o tres están congregados en mi nombre"). Este texto aparece en la primera página de la copia más antigua de las reglas de las CM redactadas por Leunis y los miembros del grupo de Clermont en París. Las Reglas del Colegio de Clermont son semejantes a las de 1575 del Colegio Romano que reflejan un fuerte vínculo comunitario:

"Todos los días estos "hermanos" iban juntos a misa. Hacían juntos las meditación. Se reunían para cantar parte del oficio de Nuestra Señora. Hacían juntos el examen de conciencia y preparaban la meditación del día siguiente . Los oficiales eran responsables de que los miembros participaran en el intercambio de opiniones en las reuniones semanales...Las Reglas usan con frecuencia la expresión "cada hermano". En una comunidad verdadera todo se hace de tal manera que todas las personas tienen el mismo valor".

 

2.4. CARACTER MARIANO

Muchas de las primeras congregaciones al rededor de los jesuitas no tenían explícitamente carácter mariano. Como fieles católicos formados en la escuela de los Ejercicios, los miembros de estos grupos tenían un gran amor a la Santísima Virgen, pero no siempre una devoción especial como la que tenía el grupo de Leunis, quien, antes de entrar en la Compañía ya era conocido por su profundo amor a la Madre de Dios. Lo que estaba recomendado era que cada congregación tomase un santo por patrono y que la congregación adoptase ese nombre. Pero como en el Colegio Romano toda la actividad de la congregación se realizaba en la Iglesia dedicada a la Virgen de la Anunciación, de ahí la componente mariana del grupo.

"Sobre el altar mayor había un hermoso fresco grande. No era la representación común de la Anunciación, solo María y el ángel, sino el panorama inspirador completo del decreto de la Encarnación en los Ejercicios: la Santísima Trinidad, toda la creación y la humanidad con Nuestra Señora y su "fíat" en el centro...Este fresco era un constante recuerdo del punto significativo de los Ejercicios...Llegó a ser la inspiración permanente no solo de un grupo sino progresivamente de todo el movimiento mundial"

1584: Erección canónica de la CM Gregorio XIII

Gregorio XIII, con la bula Omnipotentis Dei (5-XII-1584) erige canónicamente la congregación fundada por Leunis veintiún años antes y la constituye MADRE y MAESTRA de todas las congregaciones extendidas por el mundo. Juan Leunis había muerto en Turín dieciséis días antes, el 19 de noviembre. La última imagen que nos queda de Leunis está recogida en el informe anual que el Superior del Colegio envió al P.General aquel año .En él presenta a Juan Leunis "entregado por completo al servicio de los pobres y de los enfermos en los hospitales, dedicado con particular predilección a un enfermo incurable con llagas tan repugnantes y hedor tan maloliente que nadie tenía el valor de acercarse a él. Pero "Leunis le besaba con ternura y no podía separarse de él"

J.Leunis murió rodeado de veneración tanto por parte de los de afuera como por parte de sus compañeros jesuitas. Su muerte constituyó un duelo público y su funeral una manifestación de triunfo. La muerte coronaba la carrera de un hombre que había tenido una vida tan dolorosa y oscura como luminosa y fecunda había sido su obra . E.Villaret califica la vida de Juan Leunis en la Compañía como "una odisea muy dolorosa y oscura". Y esto no sólo en lo que se refiere a la salud física - toda la vida enfermo de una progresiva tuberculosis ósea- sino, y esto es lo más chocante, por lo que se refiere a la dispar valoración que hacen de su obra cuatro PP, Generales y el resto de los superiores locales e, incluso provinciales, que tuvo J.Leunis.

Mientras los PP. Generales, Laínez, Borja, Mercuriano y Aquaviva muestran hacia Leunis una constante valoración de su persona y obra " que causa admiración al mismísimo Santo Padre" , y le ofrecen apoyo constante apoyo y ayuda, el resto de superiores de casas y colegios donde Leunis funda y anima una congregación desean, al poco tiempo de ponerla en marcha, que la deje y se vaya... Y para conseguir el cambio de casa acuden al provincial o al mismo General.Esto explica el enorme trasiego de destinos que tuvo Leunis y las variadas misiones que se le encomendaron, con tal de que no siguiera al frente de la congregación. Paradojas de Fundador!

1587: Reglas Comunes para todas las Congregaciones Marianas

Las primeras reglas de las CC.MM datan de 1574, fecha en que los miembros del Colegio Romano ponen por escrito su línea de conducta o estilo de vida. La novedad más significativa de estas primeras Reglas está en la idea de integración, "siendo el fin de nuestra congregación el deseo de aprovechar tanto en letras como en virtud" (Proemio de la 1ª parte de las RR).

"La devoción a la Virgen recorre todas estas primeras reglas. El paso siguiente, la consagración sólo va aparecer un poco más tarde, el 4 de marzo de 1574, en la congregación de Colonia. Pero este aspecto de "consagración" no aparece ni en las Reglas de 1574, ni en las de 1587"

La multiplicación de congregaciones afiliadas a la Prima Primaria crece a tal ritmo en la mayoría de colegios y residencias de la Compañía (58 en tiempos del P.Aquaviva), que lleva al P.General a usar la facultad que le concedía la Bula Omnipotentis Dei de promulgar Reglas para las CC.MM.

El 1 de noviembre de 1587 el P. Aquaviva promulga unas Reglas Comunes para todas las CC.MM con el fin de ayudar a salvaguardar la identidad de éstas, según la intuición de Leunis, y el buen funcionamiento de todas ellas.

"Estas Reglas eran menos radicales que las de Leunis pero bastante impregnadas del espíritu del Fundador... han sido una gran ayuda para la composición de los Principios Generales de la CVX"

"Las Reglas de Aquaviva mantienen con fuerza la idea original de integración de fe y vida. En ellas se declara a la Anunciación patrona de las CC.MM. y se recomienda una especial devoción a María, bajo esta advocación. Las Reglas establecen el uso frecuente de los sacramentos, de la oración diaria, de la caridad y unión entre los miembros de la congregación así como la diligencia en lo que toca a las obras comunes de la misma. También establecen que los congregantes deben reunirse los domingos, tengan exhortaciones piadosas, asistan a la misa y, después de ésta, hagan un cuarto de hora de oración. Finalmente, ponen de relieve la importancia de las obras de celo y de piedad como propias de la Congregación así como las visitas a las cárceles y a los hospitales y la enseñanza de la doctrina cristiana. En general, son Reglas escritas de una manera más jurídica: aparece en ellas el castigo de expulsión de la Congregación de quienes no cumplan las Reglas; incluyen un tiempo de preparación y la confesión general antes de se admitidos en la congregación. Tampoco hacen mención alguna de los Ejercicios, ni especifican el tipo de consagración a la Virgen.Sin embargo, mantienen una insistencia muy clara en la integración de vida-fe, tal como queda recogida en el P.G. de la CVX nº3"

BALANCE de la obra de Leunis (1563-1773)

- Las CC.MM. fueron sólidamente establecidas por Gregorio XIII y Sixto V, y organizadas por el P.General Aquaviva.

- Surgieron 2.500 Congregaciones bajo la dirección de la Compañía.

- Solo los jesuitas podían ser sus responsables espirituales (llamados "el Padre").

- el espíritu que les animaba era el de los Ejercicios.

- el estilo de comunidad era fuerte.

- la actividad apostólica era muy grande.

- todos los grupos estaban afiliados a la "Prima Primaria".

- Todas las CC.MM eran masculinas. Situación que dura hasta 1751 fecha en que el breve "Quo tibi" de Benedicto XIV permite la admisión de mujeres en las congregaciones y la erección de congregaciones específicamente femeninas. Pero la puesta en práctica de este decreto no se produjo hasta comienzos del siglo XIX.

 

II. SEGUNDO PERIODO : De la supresión de la Compañía (1773) a la BIS SAECULARI (1948)

LA SUPRESION DE LA COMPAÑIA DE JESUS

 

El 21 de julio de 1773 el Papa CLEMENTE XIV, con el breve DOMINUS AC REDEMPTOR, suprimió a la Compañía de Jesús de la Iglesia universal. La ejecución del breve "exigía que su notificación fuese dada a cada comunidad jesuítica por el obispo local y que ,mientras esta no fuese hecha, ningún jesuita podía sentirse libre de su obligación de religioso de la Compañía".

Por esta razón la ejecución del breve, que afectó a 23.000 jesuitas no se aplicó de un modo uniforme en todo el mundo. Como en la Biblia también aquí -¡esta vez por motivos culturales!- se salvó un "resto", gracias a Federico II en Prusia y a Catalina II en la Rusia blanca. El primero prohibió severamente a los obispos promulgar el breve pontificio "para conservar los 13 colegios y las 7 residencias, con unos 220 jesuitas, que había incorporado a sus reinos con sus conquistas en Polonia y Silesia" . Y en el caso de la emperatriz rusa "por la colaboración al avance cultural de sus dominios de 201 jesuitas en 4 colegios y 2 residencia de las provincias polaca y lituana".

 

Con la supresión de la Compañía desaparecieron las 2.500 CC.MM. nacidas desde 1563 hasta 1773 y dirigidas exclusivamente por jesuitas. Pero el 14 de noviembre del mismo año 1773 Clemente XIV decidió que las CC.MM podían continuar en todas partes sin los jesuitas. Con esta sorprendente decisión las CC.MM dejaron de ser un trabajo privilegiado y exclusivo de jesuitas para "pasar a ser uno de los trabajos normales de la Iglesia universal, bajo la autoridad de los obispos." De un golpe se arrancó a la CM de su inspiración original y al mismo tiempo quedaron expuestas a un crecimiento irregular: todos los obispos podían establecer CC.MM. en cualquier parte del mundo. Y muchos lo hicieron. El número de ellas en el segundo período (1773-1948) llegará a 80.000". En el transcurso de los años el movimiento como tal cambió. Sencillamente porque se perdió la tradición, es decir, el contacto con el espíritu de los fundadores. Sin embargo, en su nueva forma el movimiento de las CC.MM. hizo mucho bien porque, en muchos sitios, acertó a responder a las necesidades pastorales del momento. Según muchos sacerdotes las CC.MM. fueron un medio infalible para proteger a la juventud del mal.

A partir de la proclamación dogmática de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 1854, se aceleró aún más el crecimiento numérico de las CC.MM. Estas se hicieron muy populares. También se acentuó mucho en ellas la componente mariana.

 

La COMPAÑIA DE JESUS "RESTAURADA" y las CC.MM.

La restauración de la Compañía de Jesús en la Iglesia tuvo lugar el 7 de agosto de 1814 con la bula SOLICITUDO OMNIUM ECCLESIARUM de PIO VII por considerar el Papa "como uno de los medios dados por Dios para el cuidado de las necesidades espirituales de los fieles en todo el mundo". La Bula fue leída ante 150 miembros supervivientes de la Compañía de la pre-supresión.

Durante este período la Compañía sólo logrará animar al 5% de grupos del total del movimiento mundial de las CC.MM. que llegará a alcanzar la cifra de 80.000. Una de las contribuciones más significativas de la Compañía serán las diversas iniciativas y aportaciones de varios PP.Generales para el sostenimiento, animación y renovación del movimiento de las CC.MM.

El P.BERCX, general de la Compañía en el momento de la proclamación dogmática de la Inmaculada, mandó estudiar las Reglas del P. Aquaviva de 1587 para adaptarlas a la nueva situación. Y promulgó en 1855 una nueva serie de Reglas Comunes para todas las CC.MM. pertenecientes o no a la Compañía de Jesús. Estas Reglas aportaron al movimiento una dimensión fuertemente mariana. Comparadas estas Reglas con las del P.Aquaviva aportan novedades e imprimen un nuevo rostro al movimiento de las CC.MM.:

- el director de la Congregación no necesitaba ser jesuita.

- el fin de la Congregación pasó a ser el "piadoso", sin preocuparse por la integración de vida-fe ("Quoniam hujus Sodalitatis finis est virtus pietasque christiana, ad quem finem assequendum Sacramentorum frequentia per utilis est").

- en consecuencia, prescribe muchas prácticas de piedad que han de ser cumplidas.

- fuerte componente mariana con la obligación de la devoción a la Virgen expresado en el oficio diario o en el rosario.

- presentan una preocupación muy grande por la formación espiritual.

- aluden expresamente a los Ejercicios anuales, añadiendo la obligación diaria de una hora de meditación, el examen de conciencia y la frecuencia de sacramentos.

- presentan una fórmula de consagración a la Virgen para el momento de la admisión del candidato.

- la parte jurídica del funcionamiento de la congregación no presenta novedad sustancial respecto a las RR de 1587.

El "espíritu ignaciano" recorre todo el contexto de estas Reglas. Pero su aplicación y práctica se van a ver dificultadas por la variedad de talantes y formación de la mayor parte de los entonces directores de las CC.MM. Sin embargo, estas Reglas fueron un importante intento de asumir el carisma espiritual ignaciano, aunque mezclado con el pietismo individualista de la época.

El P.Francisco WERNZ, ayudado por una comisión de 14 peritos de la universal Compañía, sometió de nuevo a revisión las Reglas del P.Beckz. Estas nuevas Reglas - que regirán el movimiento de las CC.MM. hasta su transformación en CVX (1967)- fueron promulgadas el 8 de diciembre de 1910. Según el P.Paulussen estas Reglas de 1910 son las "responsables de la imagen típica de las CC.MM" que ha llegado hasta nuestros días.

En líneas generales las Reglas del P.WERNZ dieron a las CC.MM. una dimensión marcadamente espiritualista e impusieron una serie de exigencias religiosas, difíciles de cumplir en su integridad. Además eran Reglas dirigidas principalmente a las CC.MM llevadas por jesuitas. Si otras congregaciones las querían aplicar ello suponía la aceptación de la espiritualidad ignaciana y la profundización en la misma.Pero muchos grupos se habían afiliado "a menudo sin ninguna referencia a la espiritualidad ignaciana". Se imponía, pues, una reforma del movimiento en profundidad.

El P. LEDOCHOWSKI, con la creación en Roma, en 1924, del SECRETARIADO CENTRAL , " como centro de servicio no solo de las CC.MM. llevadas por la Compañía, sino también de todos los demás grupos ", da los primeros pasos para la "recuperación" o "vuelta a las fuentes" de todo el movimiento de las CC.MM.

"Esta oficina internacional que tenía que servir a un movimiento mundial cuyos miembros en su mayoría eran mujeres, no era ni siquiera accesible a los de afuera, impensable la presencia femenina. Era una institución privada de los jesuitas dentro de la clausura, en aquellos días estricta y severa".

"El Secretariado, aunque no tenía jurisdicción sobre cada una de las CC.MM., sin embargo debería ser como la fuente y origen de una nueva vida y vigor; vínculo común de unidad y mutua aproximación, para infundir nueva savia a los grupos lánguidos y a los vigorosos nuevas ideas".

Para hacer real este proyecto de Secretariado, en 1925, el P. Emilio VILLARET funda la revista ACCIES ORDINATA, antecesora de PROGRESSIO.

A pesar de estos pasos dados la situación general de las CC.MM., salvo un pequeño numero que aceptó la nueva dirección e ideas del nuevo Secretariado, continuó manteniendo los mismos vicios: la organización masiva, el pietismo exagerado o el intimismo personal. Para un gran número de obispos y párrocos las CC.MM. se habían convertido en grupos de ayuda parroquial.Esta situación de las CC.MM. se debilitó aún más con la aparición del movimiento eminentemente laical de la Acción Católica que atrajo a muchos grupos de las CC.MM. e incluso llevó al Papa y a los Obispos a pedir que las demás instituciones laicales cedieran sus miembros a la A.C. En este contexto el Secretariado percibió con claridad que se necesitaba un documento oficial y fundamental de la Iglesia sobre lo que eran y deberían ser las CC.MM. Este fue el papel de la BIS SAECULARI.

 

III. TERCER PERIODO 1948-1990

La Constitución Apostólica"BIS SAECULARI" (27-IX-1948)

 

El Papa Pio XII, "indudablemente el más grande promotor de las CC.MM. por conocer personalmente la espiritualidad ignaciana y el impacto original de las CC.MM., decidió proclamar un nuevo estatuto sobre las CC.MM. para la Iglesia entera. Y hacerlo de la manera más solemne y oficial: una Constitución Apostólica, la BIS SAECULARI; documento que formulara con su autoridad la identidad propia de las CC.MM., hiciera un llamamiento urgente a la reforma, diera orientaciones para el futuro y ofreciera explicaciones sobre el apostolado de los laicos en general"

Los tres aspectos fundamentales de la BS, según el P. Paulussen:

1. Declaración sobre la identidad auténtica de las CC.MM.

"Como en las Reglas del primer grupo en 1574, el fin es vivir la vida cristiana en su plenitud y en todas sus dimensiones"

2. Llamamiento a la reforma, es decir, "la vuelta a la fidelidad a un antiguo ideal con prioridad absoluta de los Ejercicios Espirituales."

"La BS presenta ante la Iglesia una imagen maravillosamente nueva de una asociación desdeñada, mal entendida y despreciada"

3. Orientación sobre el apostolado de los laicos

La C.M es una "forma especial y sobresaliente de Acción Católica"

"El impacto de este documento fue enorme. No es exagerado decir que en algunas naciones produjo el efecto de una bomba. La razón principal de este shock fue la declaración papal de que la C.M. era una "forma especial y sobresaliente de Acción Católica", derribando así un sólido sistema de pensamiento uniforme sobre el apostolado de los laicos y abriendo el camino a una nueva y pluriforme evolución".

 

LA FEDERACION MUNDIAL DE CC.MM.

En 1950 el P. JANSSENS, General de la Compañía, como respuesta a la BS convocó en Roma una reunión internacional con 71 jesuitas de 40 países ( del 15 al 22 de abril). Pero con muy escaso resultado, dado que la mayoría de los participantes demostraron estar prisioneros de las "formas externas"

 

y de los "aspectos jurídicos" de las CC.MM. contenidos en las Reglas de 1910.

En 1951, el P. Luis Paulussen, miembro decepcionado de la anterior reunión, fue llamado a Roma por el P.Janssens para hacerse cargo del Secretariado Central y preparar una instrucción sobre las CC.MM. para toda la Compañía. Con la llegada de este holandés a Roma da comienzo el proceso de transformación de las CC.MM., tal como lo deseaba Pío XII en la BS.

Lo primero que le aparece claro es la necesidad de crear una Federación Mundial de CC.MM. que integre a los laicos en el proceso de transformación del movimiento. Un Secretariado en manos de solos jesuitas para dar orientaciones a un movimiento casi exclusivamente de laicos era un instrumento caduca, sobre todo, en una época en la cual la comunicación internacional estaba creciendo en todas partes. Eran, pues, los laicos los llamados a tomar la responsabilidad en sus propias manos: "Llámese unión mundial, federación mundial, comunidad mundial, el nombre no importa. Lo esencial es que la gente se reúna. Que puedan trabajar, discernir y rezar juntos, que puedan cooperar con los demás y servir a la Iglesia universal".

El encargo dado al Secretariado de Roma de acelerar la elaboración de los ESTATUTOS de la FM tuvo lugar en Barcelona, en una reunión internacional de miembros de la FM, con ocasión del Congreso Eucarístico Internacional de 1952. La mayoría de los universitarios reunidos pertenecían a la C.M. del P.Vergés. Pío XII aprobaría dichos estatutos el 2 de julio de 1953 y, con ellos, fundaba oficialmente la FEDERACION DE CC.MM.

"La FM no se creó de forma artificial. Por el contrario, nació de forma natural. Se debe considerar como un organismo en lugar de una organización. Debería alcanzar su fin con un mínimo de estructura, inspirado por un máximo de espíritu católico".

NUEVOS PRINCIPIOS GENERALES

I ASAMBLEA GENERAL DE LA F.M.CC.MM. (ROMA 1954 )

 

Esta primera Asamblea mundial se celebró en la Universidad Gregoriana de Roma, continuadora directa del antiguo Colegio Romano cuna de la primera C.M. En esta asamblea se eligió el primer Consejo Ejecutivo de la F.M.,"punto de partida para la renovación a escala mundial"

 

II ASAMBLEA GENERAL DE LA F.M.CC.MM. ( NEWARTUSA 1959 )

Esta segunda Asamblea mundial confirmó la creación de la F.M. Con ello se abrió la posibilidad concreta de funcionar según un estilo o modo de proceder consultivo-deliberativo a nivel mundial para una acción coordinada. Al mismo tiempo dio al Secretariado Central el encargo de comenzar, sin más pérdida de tiempo, la preparación de unas NUEVAS REGLAS.

"Las Reglas Comunes en vigor, las de 1910, parecían las de un instituto religioso. No apuntaban a una espiritualidad laical. No estaban adaptadas a las realidades que el mundo estaba viviendo. Las transformaciones de la sociedad eran demasiado rápidas y la vida diaria de las personas se iba adaptando a esos cambios. Las Reglas exigían un tipo de práctica que hacían muy difícil su cumplimiento".

Para que el Secretariado pudiera realizar la tarea de preparar unas nuevas Reglas había que superar un problema jurídico: sólo el P.General de la Compañía, en virtud de la facultad que le concedían las bulas pontificias,podía proponer nuevas Reglas a las CC.MM. El P. Janssens reconoció la autonomía de la FM ocho años antes de la aprobación de la actual estructura jurídica que constituyó a la CVX como una asociación de laicos independiente de la Compañía de Jesús.

"Lo que deseó Newark era más que justificado. Dos guerras mundiales habían transformado fundamentalmente la sociedad humana y nosotros estábamos todavía trabajando con las Reglas de 1910".

Newark fue el primer paso hacia los Principios Generales.

III. ASAMBLEA GENERAL DE LA F.M. CC.MM. ( BOMBAY 1964 )

Esta tercera Asamblea se había propuesto analizar y debatir el texto de los PRINCIPIOS GENERALES, prácticamente listos para esa fecha. Sin embargo, "era evidente que había que esperar a que acabase el Concilio Ecuménico Vaticano II para trasladar su inspiración a la versión final. Fue necesario encontrar nuevas expresiones para formular el sentido de Iglesia, y el amor a la Virgen, en armonía lo más completamente posible con los últimos documentos de la Iglesia".

Mientras tanto avanzaba por todas partes el proceso de renovación de las CC.MM., sobre todo el tema de los Ejercicios Espirituales. En este sentido "inspirador y útil resultó el Congreso Europeo de 1963 con motivo del IV Centenario de las CC.MM. El P. Giulianí expuso su visión sobre "Los EE: fundamento de la espiritualidad de las CC.MM" y el P. K. Rahner fascinó su auditorio con una profunda consideración suya sobre la consagración a Nª Señora".

En Bombay se adoptó la conclusión de limitar la pertenencia a las Federaciones Nacionales sólo a los grupos que observaran las Reglas y recomendaciones contenidas en la BS. Esta conclusión fue decisiva para la creación de una nueva estructura jurídica.

3. EL POSTCONCILIO: CREACION DE CVX

 

IV. ASAMBLEA GENERAL DE LA F.M. CC.MM. ( ROMA 1967 )

Esta cuarta Asamblea se celebró en "Domus Pacis" del 19 al 21 de octubre con la asistencia de 140 delegados de 38 naciones, inmediatamente después del "Congreso Mundial del Apostolado de los laicos"; 62 participantes en dicho Congreso participaron también en la IV Asamblea.

Esta cuarta Asamblea, previo análisis y debate, aprobó los NUEVOS PRINCIPIOS GENERALES, fruto, como las primitivas Reglas de 1574, de una larga experiencia de vida, de intercambio y de discernimiento de los grupos de CM de todo el mundo.

"El tiempo entre 1964 y 1967 se utilizó muy bien. Nuevas consultas con varios países dieron como resultado nuevas sugerencias. Se mejoró más la redacción de los P.G.: breve, sencilla, clara. En el curso de estos años, llegamos al consenso en lo referente a la composición y a la división en preámbulo y tres partes". "Por primera vez, en la historia del movimiento de las CC.MM.,una comunidad a escala mundial formulaba sus propios documentos. Esto supuso un salto cualitativo en el movimiento que más tarde será sancionado jurídicamente". (cf. Capítulo de los Principios Generales de este Dossier, págs.....)

"De hecho," ROMA 67 "señaló el principio de una nueva evolución: nuevos Principios Generales, nuevos Estatutos, un nuevo Nombre para el movimiento, un nuevo nombre para la Revista internacional, nuevas Normas jurídicas que reconocieran la independencia de la F.M. que, desde ahora en adelante, es ella misma (en lugar de la "Prima Primaria") el vínculo de unidad y el fiador de su autenticidad".

En 1968, el 25 de marzo, el Papa, Pablo VI confirmó la renovación "ad experimentum", por tres años. El 31 de mayo de 1971, la renovación fue definitivamente confirmada".

NUEVO NOMBRE: Comunidad de Vida Cristiana

El cambio de nombre fue el problema más sentido en la Asamblea de "Roma 67". Pero la discusión sobre el cambio de nombre ya hacía tiempo que se venía discutiendo a nivel internacional: en Neward (1959), en Roma ( Congreso Europeo 1963 ), muy fuertemente en Bombay (1964) y en la reunión europea de profesionales (1965).El mismo asunto se volvió a incluir en la agenda de Roma (1967). Fueron tres nombres los propuestos y los tres incluían "Vida Cristiana".

El nombre de C.V.X. no salió nunca antes de 1967. Surgió espontáneamente en la Asamblea de Roma e inmediatamente alcanzó una mayoría decisiva (18 votos a favor, 13 en contra, 3 abstenciones. De los 13 en contra de entonces hoy sólo uno (Brasil) sigue en esa postura. Luego la Asamblea decidió explícitamente que el nuevo nombre sería en adelante el nombre de la FM, porque no debería imponerse a ninguna federación o grupo.

Formalmente lo que se decidió fue:

- que las Congregaciones de Nuestra Señora (Congregationes Marianae) cambiaran el nombre por COMUNIDADES DE VIDA CRISTIANA (Communitates Vitae Christianae);

- que el nombre de Reglas Comunes (Regulae Communes) pasara a ser el de PRINCIPIOS GENERALES y ESTATUTOS DE LAS COMUNIDADES DE VIDA CRISTIANA (Principia Generalia et Statuta) y

- que la Federación Mundial de las Congregaciones Marianas (F.M. CC.MM.) se convirtiera en FEDERACION MUNDIAL DE LAS COMUNIDADES DE VIDA CRISTIANA (F.M. CVX).

La razón principal del cambio de nombre era la profunda transformación interior que había sufrido el movimiento de las CC.MM en los últimos tiempos, tal como quedaba plasmada en los Principios Generales y que un articulista alemán ponía como ejemplo de "aggiornamento":

"A todos los que recientemente han visto publicados los PG., les será difícil creer que detrás de ellos se encuentra la CM. No solo la forma externa y la nomenclatura de este documento, sino especialmente las ideas son diametralmente opuestas a la conocida imagen de la CM. Una renovación de gran estilo se ha realizado".

El nombre de las "Congregaciones Marianas" sugería una realidad conservadora y pietista que no encajaba con la realidad de los grupos renovados en sintonía con la Eclesiología del Vaticano II (L.G.33,31; G.S,n.43, A.A. nn. 3, 9, 21) de las orientaciones sobre los laicos de la C.G,XXXI de la Compañía de Jesús (Dt.27,n.11; 33,n.5 etc); de la experiencia de intercambio y de discernimiento de los grupos más abiertos a los "signos de los tiempos".Por eso, el nombre de CM ya no era una ayuda, sino más bien un obstáculo para un servicio mayor a la Iglesia y a la sociedad.

 

DOS OBJECIONES al cambio de nombre:

1ª) El nuevo nombre no encierra nada específico, sino lo común de todo cristiano.

Precisamente es todo lo contrario: lo específico cristiano de la CVX consiste en vivir el Evangelio según la totalidad y radicalismo de los Ejercicios Espirituales en la vida ordinaria.

"Los miembros y las Comunidades de Vida Cristiana tienen una vocación propia. Están llamados a un estilo de vida particular que los abre y los dispone a todo lo que el Señor desea en cada situación concreta de sus existencias diarias.Este estilo de vida presupone, a nivel personal y comunitario, discernimiento continuo,disponibilidad constante, integración total. Todos los que la han experimentado,saben que esta vocación es muy exigente"

2ª) La CVX disminuye el amor a Nuestra Señora

"Todos nuestros esfuerzos se dirigieron a acrecentar el espíritu original y auténtico de nuestra asociación que es esencialmente mariana. Los nuevos Principios expresados en el nuevo nombre son exactamente lo que la mayoría de nuestros miembros quisieron. En estos Principios, Nuestra Señora está mucho más presente que en todas las Reglas Comunes anteriores. Ella está presente en todo, inseparablemente unida a Cristo, que es el centro de las CVX. Ella está presente como lo está en ellos como lo está en los Ejercicios Ignacianos, que son la fuente específica del estilo de vida de las CVX. Está presente como lo está en los documentos del Vaticano II, no aislada o separada del contexto sino integrada en la totalidad de la historia salvífica. Ella está presente como lo está en el Evangelio, dándole la primacía a su Hijo".

4. ASAMBLEAS MUNDIALES

V. 1970 SANTO DOMINGO : "Crisis y Desafíos"

Se celebró del 13 al 15 de agosto, en el marco de la "crisis postconciliar", agudizada en Santo Domingo por las consecuencias de la recién celebrada Asamblea del CELAM en Medellín (1968), concreción para América Latina del Vaticano II. Por esta razón el desarrollo de la Asamblea de las CVX fue muy agitada hasta el punto de que varias delegaciones,sobre todo de Latinoamérica, todavía muy marcadas por un pietismo exagerado, se retiraran de la Asamblea después de fuertes tensiones y enfrentamientos. En este sentido Santo Domingo fue la ASAMBLEA DEL CAMBIO o paso de las antiguas CC.MM. a la nueva Comunidad de Vida Cristiana.

Las líneas de fuerza de Santo Domingo

1. Hacia la creación de UNA COMUNIDAD MUNDIAL

En Santo Domingo surgió el deseo de constituir a la F.M de las CVX en un único Cuerpo Internacional, en una verdadera Comunidad Mundial de la cual "formaran parte los miembros de las CVX en todos los casos y en todos los momentos".

2. El énfasis en los EJERCICIOS como la fuente específica y el fundamento de las CVX y, a las vez, como el instrumento característico de su espiritualidad. (37 .PP.GG,4)

3. La fundación de la FM. CVX concebida no como una estructura puramente jurídica, sino como cauce de información, de servicio respetuoso con las diversidades culturales, étnicas, estructura que favoreciera las relaciones humanas; que actuara partiendo de las decisiones adoptadas en deliberación comunitaria.

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VI 1973 AUGSBURGO: "Un nuevo tipo de Asamblea: EE.EE. dirigidos y cursos de formación"

Esta Asamblea se celebró del 4 al 10 de agosto dentro del contexto eclesial creado por el Sínodo "Sobre la Justicia en el mundo" (1971). Participaron 170 delegados de 40 países

Las líneas de fuerza de Augsburgo:

1. Las CVX, comunidades al servicio de la liberación de todos los hombres en tres etapas:

- la liberación de la persona

- las CVX, medio de liberación personal y comunitario

- la liberación de todos los hombres: objetivo CVX

2. Nuevo METODO de trabajo: el Discernimiento Comunitario a través de cinco fases:

- presentación del tema

- interiorización personal del tema en la oración

- puesta en común, en grupo pequeño

- en búsqueda de los medios operativos

- conclusión general sacada de este proceso

3. La aprobación definitiva de los PRINCIPIOS GENERALES

El 31 de mayo de 1971 Pablo VI aprobó definitivamente los PP.GG., que reemplazaban a las Reglas Comunes de 1910 y, consiguientemente, permitían a las CVX trabajar con más tranquilidad.

4. El Documento final

El Documento final confirma vigorosamente que los Ejercicios son la "prioridad de las prioridades" de las CVX; que solamente a través de ellos se llega a una verdadera liberación. Y recomienda los medios para lograr ese objetivo liberador.

 

 

5. Cinco comisiones

lª. Comisión de Liberación y desarrollo que cree conciencia y marque líneas de acción ( vg. desarrollo de la Teología de la Liberación en cada nación, teniendo en cuenta el paralelismo entre dinámica de los EE y el proceso de liberación).

2ª. Comisión de Formación y de Ejercicios que haga una investigación para elaborar un concepto común de EE en las CVX. Promover a través de la FM, como instrumento de formación, la difusión de documentos, cursos, comunicación de experiencias...

3ª. Comisión Ecuménica que vea como las CVX pueden colaborar con los cristianos no católicos.

4ª. Comisión de Jóvenes que canalice la formación de éstos y les ayude en su formación. Esta Comisión será suprimida en PROVIDENCE: "Providence desterró felizmente toda idea de los movimientos o sucesivos o paralelos: el de los jóvenes y el de los adultos. La Comunidad Mundial CVX es como una familia en que adultos y jóvenes viven y trabajan juntos".

5ª. Comisión Económica que establezca el presupuesto y busque la fuentes de financiación de las actividades de la FM.

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VII 1976 MANILA: "Pobres con Xto. Pobre para un mejor servicio"

CINCO fueron las semanas que duró esta Asamblea entre curso, retiros y el tiempo dedicado propiamente la Asamblea General. Asistieron 180 delegados de 39 países. El contexto eclesial era el de la exhortación "Evangelii Nuntiandi" de Pablo VI como fruto del Sínodo IV acerca de la evangelización del mundo moderno.

 

 

Las líneas de fuerza de Manila:

1. Las comisiones de Augsburgo presentaron su trabajo:

a) La comisión de formación y ejercicios a jóvenes presentó modelos de cursos de formación.

b) La comisión de liberación y desarrollo diferentes modelos de iniciativas sociales.

c) La comisión económica la ayuda monetaria a las delegaciones más pobres.

2. El Método o dinámica de funcionamiento: fue lo más típico y original de la Asamblea al integrar en unidad y proceso la experiencia de Ejercicios personalizados, los cursos de formación experiencial y la celebración de la Asamblea. En este sentido Manila enriqueció el método de Augsburgo y consagró un método o "modo de proceder' típico, desde entonces, de las CVX.

CURSO I. para principiantes:

EE personalizados de ocho días

Convivencia en una comunidad concreta

Pasos a dar para formar una comunidad y vivir en ella

CURSO II. para proficientes:

Experiencia de inserción en barrios pobres de Manila

EE personalizados para discernir e interiorizar la experiencia vivida.

ASAMBLEA: El tema "POBRES CON CRISTO POBRE" tratado desde la experiencia vivida por cada uno, abordada en tres etapas:

el desafío del mundo de hoy.

la misión de la Iglesia en ese mundo.

la respuesta CVX como parte de esa misión de Iglesia.

CURSO III. Los medios de formación que conducen a las CVX: iniciación,proceso de crecimiento, afiliación..., con la doble modalidad: para jóvenes y adultos.

"Manila 76" se celebró en un clima de armonía y consolación. Marcó una dirección y estilo a seguir en las CVX. Concretó la misión a realizar: los pobres y su liberación . Y, sobre todo, ayudó a redescubrir que la especificidad de las CVX está en los Ejercicios.

Como hecho dramático, durante la celebración de la Asamblea ocurrió un violento terremoto en las Filipinas con más de 4.000 víctimas entre muertos y damnificados que ofreció a los asambleístas la ocasión de experimentar en vivo el tema de la Asamblea solidarizándose con la ayuda humanitaria a los afectados.

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VIII 1979 ROMA: "Una Comunidad al servicio de un solo mundo"

Esta octava Asamblea se celebró en las afueras de Roma (Villa Cavalleti) del 8 al 12 de septiembre, con la asistencia de 172 delegados de 42 países. En el contexto eclesial se respiraban los aires de la III Conferencia General el Episcopado Latinoamericano (CELAM) en Puebla de los Angeles (Méjico-1979) sobre "La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina". Y el mundo interno de la Compañía de Jesús estaban actuando las repercusiones y consecuencias del Decreto 4º de la Congregación General XXXII (1975): "Nuestra Misión,hoy: servicio a la fe y promoción de la justicia": La misión de la Compañía de Jesús, hoy es el servicio de la fe, del que la promoción de la justicia constituye una exigencia absoluta, en cuanto forma parte de la reconciliación de los hombres exigida por la reconciliación de ellos mismo con Dios". (Dt.4,n.2)

Las líneas de fuerza de Roma:

l. Cómo llegar a la formación de una única Comunicad mundial al servicio de un solo mundo con "aliento universalista", que el P. Arrupe, en su importante Alocución a la Asamblea definió así:

"propio de almas y corazones grandes, que han entendido bien la globalidad de los problemas de esta época y la necesidad de aportar soluciones igualmente universales. Para ello aspiráis a una Comunidad Mundial ( que ponga en) el mejor servicio la idea motriz de las CVX. Cuando en 1967 se pidió a la Santa Sede las transformación de las Congregaciones Marianas en Comunidades de Vida Cristiana, y la aprobación de los Principios Generales que habían de reemplazar a las Reglas Comunes de 1910, el motivo que justificaba la petición no era otro que éste: el mejor servicio a la Iglesia y a la renovación conforme al espíritu y normas del Vaticano II. Se alegaba que la transformación que se solicitaba, permitiría a los miembros de las nuevas Comunidades consagrase, con mayor simplicidad y eficacia, al servicio de Dios y de los hombres en el mundo de hoy... Y porque la Iglesia entendió que esa promesa era sincera y realizable, dio su aprobación".

2. El discernimiento sobre los temas:

a) Búsqueda y comprensión más profunda del carisma y de la misión específicas de la CVX.

b) Análisis de la realidad de las actuales CVX en el mundo de hoy.

c) Deliberación sobre la siguiente cuestión: "¿Debemos esforzarnos activamente ahora por llegar a ser una Comunidad Mundial".

3. El resultado del Discernimiento

"Roma 79" dijo "sí" a la Comunidad Mundial, pero el resultado no fue lo suficientemente unánime, faltando un sólo voto para la mayoría de los dos tercios ( 23, SI; 7, NO; 6, ABSTENCIONES). El resultado fue estimado insuficiente para aprobar una orientación tan básica. Constituirse en una UNICA COMUNIDAD MUNDIAL GLOBAL exigía pasar de la estructura federativa (FM) a una estructura comunitaria (CVX).

 

Decidirse por la Comunidad Mundial es optar por una vinculación comunitaria más íntima y estrecha; por mayor unión, fraternidad y amor entre los miembros; por la comunicación. Significa búsqueda de una solidaridad más fuerte; de compartir y comunicar a los demás lo que cada Comunica Nacional, cada grupo, cada persona es y posee, es la comunicación en mayor gozo y generosidad. Es buscar una más estrecha colaboración en la misión de Cristo de servir al Evangelio. Todo esto es KOINONIA.

Semejante decisión encerraba peligros que había que sopesar con más tiempo y calma para tratar de superarlos:

"Una de las razones más fuertes esgrimidas en contra de la Comunidad Mundial en "Roma 79' fue la amenaza que ésta constituía para las Federaciones Nacionales: que la Comunidad mundial disminuya la riqueza y características propias de las comunidades regionales o nacionales..."la diversidad es hermosa"...;peligro de dominación, de reducir la pluralidad a la unidad, que sea una estructura pesada y despersonalizada; que se acentúe el riesgo de querer comprender las CVX como una tercera orden".

El problema se centró pues en concebir el trienio que se abría hasta al siguiente Asamblea Mundial a celebrar en Providence como un período de transición que madurara definitivamente el paso de las CVX Federadas a la Comunidad Mundial, "sin que esto significara ni disminuir, ni suprimir la sana tensión entre lo local y lo mundial. Se pidió que se diera prioridad a los cambios de actitud, fruto de la experiencia espiritual de los EE, antes que a los cambios de las estructuras externas". Más aún, ver en el impulso a constituirse en una Unica Comunidad mundial un signo de la gracia del "magis" ignaciano, un kairos del Señor para todas las CVX.

 

 

"La opción por la Comunidad mundial es una opción espiritual surgida de la fe que acoge el llamado de Dios y del deseo del magis: mejor servicio en la misión de Cristo, en la Iglesia, para un solo mundo".

4. Recomendaciones concretas para favorecer el cambio de actitudes.

a) Llamada a vivir la Comunidad Local como comunidad de Iglesia donde compartir con más profundidad la fe, la vocación y la búsqueda de la voluntad divina a través del discernimiento.

b) Apertura de la Comunidad Local a la Comunidad mundial mediante el fortalecimiento de relaciones entre las diversas federaciones a través de intercambios, visitas, comunicaciones, mutua ayuda etc.

c) La formación específica de CVX como asociación de laicos en la Iglesia para actuar con vocación propia laical en la misión de la Iglesia.

d) Llamada a la misión del servicio a la fe y de la promoción de la justicia.

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IX 1982 PROVIDENCE: "La llamada a la Comunidad Mundial"

Esta Asamblea se celebró en el Seminario diocesano de Ntra. Sra. de la Providencia, en Providence, estado de Rhode Island (USA) del 25 de agosto al 7 de septiembre, con la asistencia de 113 delegados de 44 delegaciones.

Las líneas de fuerza de Providence:

El cometido básico fue concebir y hacer funcionar a la Asamblea a modo de una REPETICION IGNACIANA de Ejercicios que recogiera, vivenciara y discerniera el proceso de constituir a la Federación Mundial CVX en una única comunidad mundial, proceso abierto en "Roma 79" e interiorizado y purificado a lo largo del trienio posterior:

"Lo que estamos haciendo es una repetición ignaciana, revivir aquí y ahora lo que más nos impactó "afectivamente" (por gusto de aceptación o por disgusto de rechazo), una experiencia pasada vivida como gracia. Entonces la gracia de Roma 79 es revivida por nosotros, si, pero aquí y ahora y no hace tres años. Lo vivimos ahora cargado de tres años de vida y de experiencias. De modo que, la experiencia es la misma y no es la misma. Retomando ahora, como comunidad, las líneas o momentos de luz, de esperanza (consolación) y los tiempos de desánimo, de miedos (desolación) vividos entonces, nos dará pistas para discernir la acción de Dios ahora, o sea, la confirmación o no, de esa decisión".

1. Inventario de la realidad CVX en el mundo Ver y oír corresponsablemente a cada delegación nacional tratando de percibir la problemática que se esconde detrás de los datos ofrecidos. Para esta labor se constituyeron cinco TALLERES: a) Misión y servicio; b)Ejercicios Espirituales en la vida, c) Sentir con la Iglesia; d) Jóvenes; e) Matrimonios

2. Discernimiento a cerca de la Comunidad Mundial tema central de la Asamblea. Se realizó según el método de Augsburgo:

PREGUNTA: "¿Nos sentimos llamados AHORA a ser una Comunidad Mundial?"

RESPUESTA: 37 SI; 0 NO; 2 ABSTENCIONES

La diferencia entre "Federación" y "Comunidad" es una diferencia de énfasis. "Federación" subraya la estructura; "Comunidad" subraya una actitud de unidad y solidaridad, proveniente de una fuente común (Los Ejercicios Espirituales) Sin embargo, la Comunidad necesita estructuras, siempre que la finalidad última de éstas sea fomentar el servicio y ayuda a la misión.

"La frontera entre Federación Mundial y Comunidad Mundial CVX -si nos atenemos al análisis de los conceptos y al texto de los PRINCIPIOS GENERALES- es muy sutil y difícil de precisar. En rigor, no son términos que se opongan uno al otro: puede ser, y de hecho es lo deseable, que las Federaciones sean muy comunitarias, tanto a nivel local, regional y mundial...El paso a Comunidad mundial denota una actitud de total disponibilidad como la Virgen María, para convertirse en un instrumento más adecuado en las manos del Señor a fin de que El lo pueda usar para el servicio del Reino".

"Fiel a la regla de oro de vivir en constante actitud de oración y discernimiento para estar disponibles a todo lo que Dios espere de nosotros en cada situación de nuestra vida cotidiana (PÁG. 4), la decisión de Providence 82 manifiesta intensos deseos de buscar el bien más universal. Los numerosos deseos allí formulados se dejan englobar en uno, que los contiene todos: vivir el concilio Vaticano II, como otrora las Congregaciones Mariana se esforzaron en poner en práctica el concilio de Trento" (50) (Ochagavía o.c pág.71)

3. Orientaciones concretas y su puesta en marcha para ayudar a las hasta ahora Comunidades de Vida Cristiana a desprenderse de la mentalidad de Federación (las CVX) y pasar a asumir la actitud de única Comunidad de Vida Cristiana (la CVX)

Para Europa se señalaron tres medios:

a) un intercambio sobre cómo cada país está sensibilizando a sus miembros sobre el proceso de ser una comunidad mundial.

b) estudiar las implicaciones de esta asamblea para la juventud en Europa;

c) un cambio en nuestra estructura europea para promover mejor la comunidad entre nuestras federaciones.

Conclusión: "Roma 79", el trienio intermedio y "Providence 82" constituyen un solo proceso, que desemboca en la Comunidad mundial CVX.

"El llamado a la Comunidad Mundial -como las cosas de Dios- ha sido una voz única y constante: empieza antes Roma, como lo señalan los trabajos del P.Paulussen (DIOS TRABAJA ASI Suplemento nº l4 de Progressio, junio 1979); FIELES A NUESTROS ORIGENES Progressio, Julio -Septiembre 1982). Roma lo discierne en un proceso muy largo y serio de escucha; madura en la vida durante el trienio 1979-1982 y termina su período de gestación y nace a la luz en Providence...

La Comunidad Mundial de Providence 82 es un punto de llegada de un proceso conducido a lo largo de muchos años por el Espíritu de Cristo que actúa en la Iglesia. Punto de llegada. ¡Pero no es solo eso! Es a la vez un punto de partida porque buena parte de las razones a favor están a nivel de aspiraciones o deseos que han de ser plasmados todavía en la realidad. Punto de partida, además porque ella no es ni quiere ser una meta en si misma sino un instrumento pequeño y humilde en manos de la Iglesia para continuar, unidos a Cristo, el trabajo por la construcción del Reino".

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1986 LOYOLA: "María, modelo de nuestra Misión"

"Loyola 86" es la primera Asamblea Mundial de La Comunidad de Vida Cristiana. Su celebración tuvo lugar en el Centro de Espiritualidad del Santuario de Loyola (Guipúzcoa) del 20 al 30 de agosto, con la participación de 134 delegados pertenecientes a 44 delegaciones. En el contexto eclesial se respiraba la preparación del Sínodo "Sobre Vocación y Misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo", que tuvo lugar al año siguiente 1987 y cuyo fruto ha sido la Exhortación Apostólica CHRISTIFIDELES LAICI de Juan Pablo II, el 30 de diciembre de 1988.

La presencia en la Asamblea del Asistente Eclesiástico de la Comunidad Mundial, Peter Hans Kolvenbach s.j., actual P.General de la Compañía de Jesús se consideró un "acontecimiento singular". Hasta entonces el Asistente General había sido Mons. Audet, quién, muy absorbido por su obligaciones episcopales en Canadá, no podía consagrar un tiempo suficiente para nuestra buena relación con la Iglesia-Institución... Esta nominación (la del P.Kolvenbach) es un acontecimiento muy importante, que sitúa la relación CVX-Compañía de Jesús no solamente a nivel de personas, sino a nivel de dos comunidades ignacianas (jurídicamente independientes)".

Las líneas de fuerza de Loyola:

1. La Misión vista desde María, "modelo de nuestra misión"

El tema lo desarrolló el Asistente Mundial, P.Kolvenbach, en la basílica de Loyola ante "más de 600 personas:

"Si las CVX se inspiran en el espíritu ignaciano, el criterio de autenticidad de su espiritualidad es el compromiso concreto a los demás, que encarna ese espíritu." Solo así la CVX podrá ser un Cuerpo para el Espíritu, como Ntra. Señora lo fue.

En los EE.EE. María aparece siempre como MEDIADORA volcada en la realización del Reino de Dios. Nunca orientada hacia si misma, hacia su intimidad o hacia la pura contemplación de Dios sin el mundo.

a) Mediadora "entre el fin de la historia del pecado y el comienzo de la historia de la gracia" (1ª Semana)

"La presencia de Nuestra Señora en el corazón de la historia de pecado significa justamente que el hombre, para ser plena~ente humano, no debe ser pecador. María con su plenitud de gracia, con su plenitud humana, denuncia lo inhumano que hay en nuestra sociedad y que puede, gracias a la misión de gracia que el Señor confía a nuestras manos, llegar a ser una sociedad más humana, más justa y más pacífica"

b) Mediadora encarnada, o "punto de encuentro", entre la Trinidad, preocupada por nuestra salvación, y una humanidad que tiene sed de ser salvada.

María es la esperanza de nuestra salvación, la medida de nuestra liberación y nuestro estilo para generar salvación:

 

"quien recorre con Ignacio los Misterios de Cristo, descubre sin cesar a Ntra. Señora en su misión de Mediadora de vida...Ntra. Señora se sabe intermediaria mediadora de salvación, de vida para los demás".

c) El "cómo" o estilo salvador de María:

- El fíat para cumplir la misión de mediadora

- La fidelidad al fíat hasta la Cruz (3ª Semana)

"Para Ignacio, no hay duda: Ntra. Señora está en la encrucijada de la pasión dolorosa y la resurrección gloriosa, como también está en la encrucijada de la historia del pecado con la historia de la gracia, y entre el cielo y la tierra en el momento de la Encarnación. De toda la obra de Cristo no queda más que Ntra. Señora en su soledad. Ella desciende con su Hijo al infierno del abandono total".

- La paciencia evangélica que "en ningún caso significa una resignación fatal, sino una disposición confiada y, por esta única razón, paciente para ser dirigida en la obra de salvación por El, que es el Espíritu Santo".

Esta paciencia exige tres condiciones:

1ª FE RADICAL y fiel en que su Hijo ya ha vencido al mundo y en que la tierra está llena de la presencia de Dios Nuestro Señor" (4ª Semana)

2ª Capacidad de DISCERNIMIENTO para acertar en la "ayuda de las ánimas" aceptando con valentía el "hoy de Dios" siempre provisional, con sus ambigüedades y sus fracasos, con sus búsquedas y tentaciones:

"No se trata de conquistar la tierra sino de ayudar a las almas. Y," ayudar a las almas", según la propia expresión de Ignacio significa ayudar al otro para que llegue a ser lo que le ha sido dado, aquello que es en el fondo de si mismo: hijo del Padre, hermano del Señor Jesús y portador del Espíritu, mediador de vida para ayudar a las otras almas"

 

 

3ª DINAMISMO APOSTOLICO abierto al TERCER GRADO DE HUMILDAD

"Que las CVX sean llenas de entusiasmo y de dinamismo apostólico, pero que siempre estén listas para acoger el Tercer Grado de humildad a través del cual Ignacio evoca la ley pascual de toda mediación evangélica, pues el grano debe morir para que surja la vida nueva."

d) El ministerio de consolador (La aparición de Ntro. Señor a Ntra. Señora. 4ª Semana).

"Consolación para Ignacio es todo aumento o crecimiento en la fe, la esperanza y el amor. De esta manera Ignacio nos inserta en el momento presente, donde Ntra. Señora es consolada para ser aquí y ahora nuestra consoladora, aumentado nuestra FE en la misión evangélica que el Señor de la viña ha confiado a nuestras comunidades, aumentando también nuestra ESPERANZA en que todos nuestros esfuerzos y pruebas ayudan a las almas a poseer la vida de Dios, única y verdadera riqueza, y aumentando por fin el AMOR, único capaz de unir la comunidad trinitaria a una CVX".

2. Enviados en misión.

El tema de la Misión a la luz de María se estudio en siete TALLERES: l) Ecumenismo; 2) Juventud; 3) Justicia; 4) Países con minorías cristiana; 5) Sociedades multiculturales; 6) Situaciones de conflicto; 7) Sociedad de consumo. (Loyola 86 pág.50-71)

3. Los resultados de la Asamblea

a) Asamblea peregrinación, no sólo por celebrarse en uno de los lugares cumbres de la espiritualidad ignaciana donde comenzó su aventura religiosa Ignacio "El Peregrino", sino porque toda ella se convirtió en una "llamada a caminar con Cristo, pobre y humillado, para seguirlo en la Misión según el modelo de María".

b) Comunidad laical. Qué significa hoy ser comunidad laical y a vislumbrar los nuevos desafíos que se nos plantean al respecto: "nuestras estructuras, nuestra forma de proceder, nuestra forma de conseguir el dinero para nuestros proyectos, nuestro estilo de deliberación, nuestras formulaciones jurídicas, deben encaminarse cada vez más hacia una auténtica comunidad mundial, unida por un estilo de vida común y por una misión propia".

4. La gracia de "Loyola 86": Hemos recibido una reafirmación de nuestra identidad, que se enraíza en los EE de S,Ignacio. Ellos nos envían a caminar con Cristo, pobre y humillado, y nos invitan a seguirlo en la misión, como María lo hizo, en libertad,pobreza y solidaridad. Todo esto con un corazón que escuche y una voluntad que trabaje por la justicia y por la defensa de la vida. Hemos visto cómo este camino nos conduce a una conversión profunda, que se expresa en un estilo de vida sencillo y una opción decidida a favor de los más pobres... somos enviados a la misión, que nos es dada por el Señor y por su Iglesia".

ooOoo

1990 GUADALAJARA: "La CVX al servicio del Reino"

Esta segunda Asamblea de la CVX Mundial se celebró en el Seminario de San José de Puente Grande ( Jalisco Méjico ) del 29 de septiembre al 9 de octubre, con la participación de 45 delegaciones ( con la ausencia de Líbano,Venezuela y República Dominicana) compuestas por 124 miembros, más 21 observadores de 10 comunidades invitadas y 1 miembro de la Agrupación Católica Universitaria.

El contexto eclesial de esta Asamblea queda enmarcado en el Proyecto de la Nueva Evangelización de la Iglesia impulsado por Juan Pablo II y celebración de dos centenarios jesuíticos: el 450 aniversario de la aprobación de la Compañía (1540) y el quinto centenario del nacimiento de S.Ignacio de Loyola (1521).

Ambos acontecimientos los recoge el Cardenal Pironio, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, en el mensaje de la Santa Sede que envió a la Asamblea en nombre de Juan Pablo II.

Líneas de fuerza de Guadalajara:

A parte del Informe del Presidente del Consejo Ejecutivo Mundial, Bredan McLoughhlin (Irlanda), sobre el camino recorrido por la CVX en el período 1986-1990, donde se subraya el crecimiento cuantitativo (diez nuevas delegaciones presentes en Guadalajara) y cualitativo (planes de formación, relaciones y coordinación, impulso a la conciencia de Comunidad mundial etc fueron los temas básicos de la Asamblea: La CVX como Cuerpo para la Misión, la revisión y aprobación de los Nuevos Principios Generales y la elección del nuevo Consejo Ejecutivo Mundial).

1. La CVX, comunidad de Iglesia para la Nueva Evangelización es el contenido central del mensaje papal. Iluminada e inspirada constantemente con la vuelta a las fuentes, sintiéndose comunidad mundial que se plasma y vive en comunidades nacionales y locales, la CVX ha de estar urgida por una perspectiva y dinámica misioneras en la que los fieles laicos aporten su contribución singular para el crecimiento del Cuerpo de Cristo y el reconocimiento de su señoría en la vida de las naciones", para que así la "nueva evangelización (sea) nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión, en la que los "fieles laicos" han de jugar un papel fundamental e insustituible" (como lo ha destacado la correspondiente Exhortación Apostólica postsinodal Christifideles laici).

Esta visión de la CVX, como Comunidad de Iglesia al servicio del Reino en el contexto eclesial de la Nueva Evangelización quedó profundizado y enriquecido con las charlas del P. Kolvenbach: "El camino de S.Ignacio y el Carisma de la CVX" (charla que puso de relieve cómo el carisma CVX surge, se entronca e inspira -ya desde los mismísimos origenes de la Compañía- en la espiritualidad ignaciana) y las aportaciones de María Asunción Carvalho y Josefina Errázuri, que presentaron respectivamente la dimensión personal y comunitaria de la CVX en el servicio al Reino.

2. La revisión y aprobación de los PRINCIPIOS GENERALES

"Es la primera vez en 20 años que una revisión de esta naturaleza es propuesta. Desde que hemos elegido ser Comunidad Mundial, en Roma 79, cada Asamblea posterior ha pedido una revisión de los PAG y de los Estatutos, para reflejar mejor nuestra realidad de ser una Comunidad Mundial al servicio del mundo . La Asamblea deberá pues decidir si desea o no modificar los PÁG que fueron confirmados en 1971 por Pablo VI".

El RESULTADO de la votación, después de dos días íntegros dedicados a un minucioso, profundo y variado discernimiento, arrojó el siguiente balance: SI: 41; NO: 2; ABSTENCIONES: 3.

La gracia de Guadalajara 90 son los Nuevos PÁG. La tarea principal que surge de esta Asamblea es la de seguir utilizando los PÁG como una ayuda para reflexionar sobre nuestra experiencia y encontrar los medios para dejar que Dios siga haciendo en nosotros, cada vez más auténticamente.

Elección del Consejo Ejecutivo

Sr. Bredan McLoughlin (Irlanda)

Sra.María Clara Lucchetti (CVX Brasil)

Srta.Ingeborg Von Grafenstein (Alemania)

Sr. Antony Martyris (India)

Sr. José María Riera (España)

Srta.Eadaoin Hui (Hong Kong)

Sra. Mary Nolan (Australia)

ASISTENTES ECLESIASTICOS: Peter Hans Kolvenbach s.j. Continúa por un tiempo indeterminado.

VICEASISTENTE: P.Timothy Quinlan s.j. Continúa hasta enero de 1991, fecha en que asumirá el cargo: P.JULIAN ELIZALDE s.j.

BIBLIOGRAFIA.

1. VILLARET Emile s.j.

"Les Congrégations Mariales"

I.Des Origines a la Supression de la Compagnie de Jésus

(1540-1773), Ed. Beauchesne, PARIS 1947

2. SANTOS ALBUQUERQUE Roberto A.s.j.

"Estudio do Carisma CVX": Un projeto inaciano de vida comunitaria leiga a servicio do mundo, a partir dos documentos dos congresos mundiais CVX de Augsburgo, Manila e Roma. Tesina de licencia. Universidad de Río de Janeiro (1980).

3. BANGERT, W. V. S.J.

Historia de la Compañía de Jesús, Sal Terrae, Santander 1981.

4. PAULUSSEN Luis s.j.

"DIOS TRABAJA ASI"

Orígenes de la Comunidad de Vida Cristiana

PROGRESSIO, n.14 (junio. 1979) 69 págs.

5. PAULUSSEN Luis s.j.

"A propósito de un aniversario. Un poco de Historia"

PROGRESSIO, enero 1974, n.1, págs 16-20

6. ARRUPE Pedro s.j.

"Una comunidad mundial al servicio de un solo mundo"

(Alocución a la Asamblea Mundial,"Roma 79", septiembre 1979).

En "Roma 79",Publicación de la Comunidad Mundial,págs.91-102.

En "Información S.J." marzo-abril 1980 págs. 91-108

7. PROVIDENCE 82. Un Informe.

PROGRESSIO, enero-marzo 1983,nn. 1-2,108 págs

8. OCHAGAVIA Juan s.j.

"La Comunidad Mundial CVX"

Génesis y significación de "Providence 82"

PROGRESSIO Suplemento nn.20-21 Noviembre 1982- Abril 1983 102. págs.

9. LOYOLA 86

" María, Modelo de nuestra misión"

PROGRESSIO, nn. 5-6 (Septiembre-Noviembre 1986) 74 págs.

10. KOLVENBACH Peter Hans s.j.

"María en los Ejercicios Espirituales"

PROGRESSIO, nn.5-6, 1986, págs. 33-42.

11. GUADALAJARA 90

PROGRESSIO nn.5-6 (1990) 64 págs.

12. KOLVENBACH Peter Hans s.j.

"El camino de S.Ignacio y el carisma de las CVX".

PROGRESSIO n.4 (1990) págs. 3-16

 

LA CVX EN ESPAÑA

 

1. BREVE INTRODUCCION HISTORICA

1.1.Tiene un punto de partida.

 

Una decisión del P.Ferrer Pi, Provincial de España de la Compañía de Jesús, nombrando a Javier Leach para que asistiera a la Asamblea Mundial de la CVX, tenida en Roma en 1979, podría ser considerado el punto de inflexión del proceso.

Esta decisión y lo que ella representaba de cambio fue reconocida por la misma Asamblea (Roma/79) en una doble votación: se reconocía el voto de la delegación española a Javier Leach y se encargaba al Comité Ejecutivo que nombrara a un seglar para que, con la colaboración de Javier y de la Compañía de Jesús, iniciara el proceso de refundación de la CVX en España. Este seglar fue la mexicana Magdalena Palencia.

El cambio de la Federación mundial de CC.MM. en Federación mundial de la CVX se produce sin que haya un acto jurídico por el que dejen de existir las CC.MM. por lo que coexisten hasta hoy algunas antiguas CC.MM. y la CVX que se considera heredera de lo mejor del espíritu de aquellas.Algunas hicieron la transición hacia CVX, con mayor o menor eficacia real, participando en la CVX-E,pero la mayoría de las comunidades CVX son de nueva creación.Todavía actualmente existen algunas CC.MM. que deben su reconocimiento a estar inscritas por los respectivos Provinciales en la Prima Primaria de Roma. No existe relación entre las primeras y estas segundas.

1.2.Una larga travesía por el desierto...

A partir del reconocimiento de la Federación de Comunidades de Vida Cristiana de España por parte de la Federación Mundial comienza un largo y dificultoso proceso, que podría considerarse fundacional.

 

 

 

Sigue dos líneas fundamentalmente: el trabajo con las primeras comunidades y laicos interesados, sobre todo por medio de los Cursos de formación, que consistían en ocho días de Ejercicios ignacianos personalizados y tres de experiencia comunitaria; y el trabajo de interesar a los jesuitas impartiendo cursos, normalmente animados por jesuitas del Secretariado romano,en las diversas Provincias.

 

Esta etapa finaliza con la primera Asamblea Nacional tenida en Carabanchel (Madrid) en 1983.

 

1.3.Convergencia de los nuevos planes de pastoral juvenil de la Compañía y de la refundación de la CVX en España.

Es otro hito histórico que ha de tenerse en cuenta. Por el final de los años 70 comienza a revisarse en las diversas Provincias de España la pastoral de los Colegios y se crea y pone en marcha un plan de pastoral juvenil, inspirado en los Ejercicios Espirituales ignacianos. Simultáneamente en muchos sitios se crean los Centros pastorales, que por un lado son plataforma de la pastoral extra-escolar de los Colegios, y por otro, acogen a grupos de antiguos alumnos en la etapa universitaria, dando continuidad al proceso iniciado en el Colegio. Esta ha sido una de las principales canteras de las nuevas CVX.

Pero ha sido también una fuente de dificultades. No siempre se han sabido distinguir los planes pastorales de la Compañía de Jesús de lo que se podría llamar el proceso de la CVX, con su autonomía respeto a dichos planes y a la misma Compañía. Una de las asignaturas pendientes es todavía hoy la articulación de la CVX tanto de universitarios como de adultos,reconociendo su autonomía y al mismo tiempo creando los lazos de colaboración, en los Centros Pastorales de la Compañía.

 

1.4. Los Ejercicios Espirituales y el crecimiento de la CVX en España:los Cursos de verano.

Los cursos de verano han sido, sin duda, una de las claves del proceso fundacional de la CVX en España. Por estos Cursos de verano, que como queda dicho consisten en ocho días de Ejercicios personalizados y tres de experiencia comunitaria, han pasado un gran número de seglares, religiosas y jesuitas a lo largo de todos estos años y pueden considerarse la matriz donde se ha alumbrado la experiencia de la vocación CVX.

Convergentemente la pastoral juvenil de la Compañía en España ha puesto en marcha un proceso escalonado de experiencias de Ejercicios para jóvenes que en muchos casos ha significado el descubrimiento de la vocación CVX.

2. ASAMBLEAS NACIONALES

 

2.1.¿Qué es la Asamblea nacional?.

Antes de recordar la historia de las Asambleas nacionales de la CVX-E conviene tener claras algunas cosas respecto a la función que tienen en CVX.

La CVX es una asociación de cristianos en la Iglesia. Su carisma y espiritualidad es ignaciana. Por eso se relaciona de una manera especial y colabora con la Compañía de Jesús, pero siendo autónoma respecto a ella.

La CVX al pasar de ser una Federación Mundial a Comunidad Mundial (Asamblea Mundial de Providence (USA)1982) se configura no como una agrupación de comunidades e intereses sino, en similitud a la misma Iglesia universal en sus diócesis o a la Compañía universal en sus Provincias, como una Comunidad Mundial que existe en unos 50 países,en este momento y en multitud de localidades.

La Comunidad Mundial de Vida Cristiana es gobernada por la Asamblea General (cfr.PG 13a) que se reúne cada cuatro años. De la misma manera la Comunidad nacional, que "incluye a todos los miembros de la Comunidad Mundial, que en un determinado país se esfuerzan por vivir el estilo de vida y la misión CVX, es gobernada por una Asamblea nacional."(PG 13b)

En España la Asamblea nacional se reúne con carácter ordinario cada cuatro años.Está formada por dos delegados laicos y el Asistente eclesiástico de cada comunidad local que ha sido reconocida como CVX. Elabora las orientaciones generales para la Comunidad, asegura las estructuras y programas de formación necesarios para el crecimiento de la CVX-E y para una participación efectiva en la misión de la Iglesia, elige el Comité Ejecutivo,y acepta y, dado el caso excluye, a las comunidades locales de la CVX.(Cfr.PG 13b;Estatutos CVX-E 8).

2.2. La primera asamblea de la CVX-E: Madrid,1983.

Se reunió los días 7 a 10 julio. En ese momento había en España 13 comunidades CVX, pero sólo participan en la asamblea delegados de 10 de ellas. Participan también otras cinco como observadoras, una de las cuales ha solicitado entrar en la CVX y será admitida en dicha asamblea.

Podría considerarse como uno de los primeros pasos institucionales para la constitución efectiva de la CVX en España, pues en ella se elige el primer comité ejecutivo, formado por seis seglares,sobre el que a partir de este momento, recaerá la tarea de asegurar el crecimiento y la formación de la misma. Fueron elegidos: José Mª Riera, de la comunidad La Viña (Barcelona) como presidente; Isabel Muruzábal,de la comunidad Betania (Zaragoza) como Vicepresidenta; Luis Bellafont,del Forum Vergés (Barcelona) como Tesorero y Julia Merodio,de la Comunidad de Matrimonios Nazaret (Madrid) como secretaria.La asamblea decidió igualmente que fueran miembros del Comité los respectivos esposos de los que estuvieran casados.Así participaron en este primer comité: Aurora Camps esposa del presidente y José A.Sanz,esposo de la secretaria.

Es curioso constatar que ya en esa primera asamblea se plantean, juntamente con los temas de la espiritualidad, la formación y la pertenencia a una comunidad mundial, otros que todavía no se han conseguido resolver satisfactoriamente:el paso de jóvenes a adultos, y el matrimonio y la familia en CVX.

2.3. La segunda: Granada,1985.

En esta segunda asamblea, tenida sólo dos años después de la primera, lo cual habla de la intensidad del momento fundacional que se vivía, participaron 10 comunidades de las 14 que estaban reconocidas como CVX y otras seis como observadoras, tres de las cuales habían solicitado la entrada en la Comunidad y fueron admitidas.

El tema que se plantea es el de la identidad CVX y el de las estructuras necesarias para el crecimiento de la Comunidad nacional.

2.4. La tercera: Avila,1987.

Tiene lugar después de la Asamblea Mundial de Loyola en 1986, que significó un verdadero reto para la CVX de España al tener que organizarla y que, juntamente con el Encuentro internacional de Jóvenes en Javier del mismo año, supuso una gracia de crecimiento.

Aprovechando la experiencia de la Asamblea Mundial de Loyola se plantea el tema de la misión de la CVX de España que se trabajó intensamente por parte de los participantes en varios talleres que se organizaron para ello. El P. Kolvenbach, Asistente mundial CVX, desde la Compañía tuvo la gentileza de escribir una carta a los asambleistas.

La participación es muy numerosa: de las 17 comunidades que formaban la CVX-E, asisten 14. Una de las ausentes ha delegado su voto y dos han causado baja. Otras 26 comunidades asisten como observadoras. De ellas 10 han solicitado entrar en la Comunidad y son admitidas en dicha Asamblea.

Esta Asamblea eligió un nuevo comité ejecutivo, que será el segundo de la CVX-E.Presidente:José Mª Riera; Vicepresidenta: Isabel Muruzábal; Tesorero:Miguel Menéndez de la comunidad Montañeros (Zaragoza);Secretario:José L.Fuertes, de la comunidad Caná (Madrid). El nuevo comité cooptó dos vocales:Inmaculada López de la comunidad de Málaga y Begoña Obaldia de la comunidad de Bilbao.

 

2.5. La cuarta: Loyola,1991.

Coincidiendo con el final del Centenario ignaciano tiene lugar la cuarta Asamblea, que por ese motivo elige Loyola para reunirse. De las 25 comunidades de la CVX-E asisten 20. De las ausentes dos han causado baja y tres no justifican su ausencia.

Participan como observadoras 26, de las cuales 5 ya tienen la admisión provisional,dada por el Comité, que será refrendada por la Asamblea y otras 5 son admitidas por la misma.

Los trabajos de esta Asamblea se centran en dos temas: adaptación de los Estatutos de la CVX-E a los nuevos Principios y Normas Generales de la CVX aprobados en la Asamblea Mundial de México (1990) y estudio y aprobación de un documento orientativo sobre la misión de la CVX-E y de otro sobre el Compromiso en CVX.Ambos documentos han sido publicados y difundidos por el Secretariado de la CVX-E.

Finalmente la Asamblea elige un nuevo comité para los próximos cuatro años.Presidente:José A.Suffo de la comunidad de Córdoba; Vicepresidenta: Begoña Obaldia; Tesorero:Luis Leach, de la comunidad del Salvador (Zaragoza);Secretaria: Rosa Cubillo, de la comunidad Hogar Santa María (Burgos). El nuevo comité cooptó dos vocales:Joaquín Fernández de la comunidad Sagrada Familia de Barcelona y Tomás Gómez Alvarez-Arenas de la comunidad Borja de Madrid.

2.6. Algo sobre otros encuentros CVX.

No sólo las Asambleas nacionales marcan hitos en el desarrollo de la CVX-E. A lo largo de este tiempo otros encuentros y cursos han propiciado experiencias CVX que han ayudado a muchos para el crecimiento en su vocación.

Dejando para otro momento las asambleas regionales, son de notar ahora los cursos o jornadas CVX de los veranos, de cuya importancia ya se ha hablado, los numerosos cursos de Guías, los encuentros y cursos para Asistentes (uno, al menos, por año) y los Encuentros nacionales habidos en Madrid, en el verano de 1989,sobre el tema de la formación en CVX, y otro masivo, en septiembre de 1990, en Loyola con ocasión de la apertura del Centenario ignaciano.

3. EL ESTATUTO DE LA CVX-E

 

3.1. Reconocimiento eclesiástico y civil:el paso de Federación a Comunidad.

La Federación de Comunidades de Vida Cristiana de España está aprobada por la Conferencia Episcopal Española y registrada en el Ministerio de Justicia. En este momento, como resultado de los nuevos Principios Generales (México,1990) y del nuevo Estatuto de la CVX-E la aprobación eclesiástica corresponde a la Santa Sede,por medio del Comité Ejecutivo de la Comunidad Mundial, y se ha procedido a cambiar el registro en el Ministerio de Justicia legalizando el paso de Federación a Comunidad de Vida Cristiana de España.

3.2.El Comité Ejecutivo y sus funciones.

Es importante reconocer las funciones del Comité Ejecutivo de la CVX, formado por seis seglares, elegidos por la Asamblea General de la CVX-E y por el Asistente Eclesiástico nacional nombrado por la autoridad eclesiástica competente, que a partir de los nuevos Principios Generales es el Provincial de España de la Compañía de Jesús.

Está encargado de animar y dirigir la vida y crecimiento de las Comunidades. Le compete la admisión provisional de las nuevas comunidades que lo soliciten.Representa civil, jurídica y económicamente a la CVX-E. Ha de garantizar el cumplimiento de los Principios y Normas Generales así como de las orientaciones de las Asambleas. Son competencias suyas tanto lo referente a la formación CVX como el apostolado de la misma. (Cfr.Estatuto de la CVX-E,n.14).

Siendo la autoridad representativa de la CVX-E, la relación con él de todos aquellos que trabajan en CVX es ineludible.El Comité facilita dicha relación delegando en cada uno de sus miembros la relación con una de las Provincias de la Compañía de Jesús en España.

3.3.El Asistente Eclesiástico nacional.

Ya queda dicho que es nombrado por el Provincial de España oído y de acuerdo con el Comité Ejecutivo de la CVX-E.

Sus funciones vienen determinadas por el PG.14, las NG 44 y 46 y el n.13b del Estatuto de la CVX-E. Su nombramiento es por cuatro años renovables. Realiza su función en colaboración con los responsables seglares de la CVX-E. Su principal responsabilidad es el crecimiento cristiano de la Comunidad, la ayuda en los procesos de discernimiento, sobre todo, mediante los EE, y en las áreas doctrinal y pastoral por representar a la autoridad eclesiástica.

Es de sentido común que particularmente ha de mantener una buena relación con los Asistentes Eclesiásticos de la CVX en los otros niveles (regionales,locales...) tanto para los temas de orientación del crecimiento de la CVX como para la formación y el apostolado.

En España el Asistente Eclesiástico es a la vez el Director del Secretariado de la Compañía para la CVX. Este Secretariado está formado por un jesuita de cada una de las seis Provincias actualmente existentes. Mediante esta pequeña estructura puede animar la formación permanente de los Asistentes en los otros niveles de la CVX.

3.4.La organización económica.

La CVX-E tiende a autofinanciarse mediante las cuotas anuales de las comunidades locales pertenecientes a ella. Hasta ahora sin el apoyo económico de la Compañía no hubiera sido posible su subsistencia, dado que no ha heredado el patrimonio de las antiguas CC.MM. Actualmente,dado el crecimiento del número de comunidades, con las cuotas se pueden cubrir los gastos de un funcionamiento modesto. El apoyo económico a la CVX-E sigue siendo, sin embargo, muy necesario para que pueda cumplir con su servicio a las comunidades locales y contribuir a la Comunidad mundial.

La CVX-E ha creado también,con parte del superávit del presupuesto ordinario anual y con aportaciones voluntarias de miembros y comunidades CVX, un Fondo de Solidaridad con el Tercer Mundo.

4. EL SECRETARIADO DE LA COMPAÑIA DE JESUS

 

4.1. Un equipo interprovincial de jesuitas.

Como queda dicho, este Secretariado consiste principalmente en un Equipo de 6 Jesuitas, uno por cada una de las Provincias, y el Coordinador del mismo que es el Asistente Eclesiástico nacional. Se reúne tres veces al año pero mantiene una relación de apoyo mutuo permanente en las tareas de cada uno en sus respectivas Provincias.

En un principio tenía como principal misión la promoción de la CVX. Actualmente esta función corresponde más al Comité Ejecutivo de la CVX-E, pero con él colabora el Equipo de jesuitas, mediante el enlace del Asistente nacional, reuniones conjuntas con el Comité y la presencia de dos miembros del mismo en las reuniones del Equipo.

El trabajo en equipo se ha mostrado eficaz para el crecimiento y armonización de la CVX en cada una de las Provincias jesuíticas.

4.2. Un estatuto de funcionamiento.

Existe un estatuto de funcionamiento del Equipo, aprobado por el Provincial de España, revisado periódicamente. Estas revisiones periódicas van incorporando al mismo las frutos de la experiencia.

Cada uno de los miembros del Equipo tiene una triple función: la relación con los Superiores de la Compañía para orientar el apoyo de la misma a la CVX y los nombramientos de Asistentes eclesiásticos para las comunidades locales; la relación con los responsables seglares de la CVX en el nivel de

la Provincia jesuítica (normalmente es el Asistente eclesiástico de la Coordinadora regional cuando la hay) realizando su tarea en colaboración con ellos; y la relación con los compañeros jesuitas, Asistentes eclesiásticos y Guías de las comunidades locales, de su Provincia. Idealmente habría de ser el animador y coordinador del equipo de Consiliarios CVX de su Provincia.

4.3. Cursos y encuentros de Asistentes.

Una de las principales tareas del Equipo ha consistido en la organización de encuentros y cursos de formación de Asistentes Eclesiásticos de CVX. En un primer momento estos cursos fueron dados en las respectivas Provincias.La colaboración de José Reyes, Secretario ejecutivo de la CVX mundial, en estos cursos ha sido muy importante. Actualmente se realiza un encuentro anual para todos los Asistentes de la CVX en España.

 

La formación permanente de los Asistentes es uno de las principales cometidos del Equipo de Jesuitas. Para ello se ha procurado ofrecer algunos materiales orientativos tanto pastorales, en colaboración con la Comisión Nacional de Pastoral, como en lo referente a los Ejercicios Espirituales y el Discernimiento comunitario apostólico en CVX.

5.COMUNIDADES LOCALES

 

5.1. La comunidad local.

En la terminología estricta de la CVX la comunidad local es el grupo estable de 8-12 personas,de condición semejante,que se reúnen periódicamente, con una frecuencia semanal o quincenal, para compartir su fe y su vida y ayudarse en el compromiso con la misión y el servicio (Cfr.PG.11 y NG.39).

En la realidad son muy pocas las comunidades autónomas que se configuran así. Lo más frecuente es que estas comunidades estén integradas en comunidades más amplias, formadas por diversos grupos, en Centros Pastorales de la Compañía o similares. Serían Comunidades de Centro, Parroquia, Diócesis,etc.

Dada la heterogeneidad de grupos no siempre es fácil la relación entre las diversas comunidades de un mismo Centro y de una misma ciudad, pero es competencia de la misma comunidad del Centro encontrar el modo de organizarse que permita una buena relación entre las pequeñas comunidades y con las otras comunidades CVX. Una de las funciones más importantes del Asistente en cada nivel es ayudar a esta buena harmonía entre los diversos niveles de comunidad.

5.2. La comunidad local y el centro pastoral.

Normalmente el Centro Pastoral es de la Compañía de Jesús y está dirigido por los jesuitas. Por su parte, la CVX en cada uno de sus niveles es autónoma de la Compañía y se gobierna a sí misma. No es infrecuente que el mismo jesuita sea Director del Centro y al mismo tiempo Asistente de la CVX. Todo ello crea a veces no pocas dificultades y confusiones en el funcionamiento ordinario.

La CVX no reconoce oficialmente como tal a los centros pastorales sino a las personas y grupos comunitarios que lo solicitan.

Por tener la misma inspiración carismática, la misma espiritualidad y fines apostólicos muy similares la Compañía de Jesús y la CVX están llamadas a colaborar mutuamente. Sin la colaboración generosa de la Compañía y de los jesuitas no

 

sería posible el crecimiento de la CVX. La CVX también puede colaborar generosamente con la Compañía en su apostolado y en sus centros pastorales.

En cada sitio habrá de buscarse la forma más adecuada para crear esos lazos de colaboración, que permitan, sin embargo, una suficiente claridad en la identidad y autonomía de cada realidad.

El jesuita en CVX (en general el Asistente o Consiliario) no ejerce la función de director sino de acompañante. Su servicio en lo que se refiere a los aspectos organizativos de la CVX lo realiza en colaboración con los responsables laicos de la comunidad. Con este talante ha de ayudar a encontrar una relación mutua entre el Centro Pastoral y la CVX que permitan tanto el cumplimiento de los fines apostólicos del Centro como el crecimiento de la CVX.

5.3. El Guía en la comunidad local.

El Guía es para el pequeño grupo o comunidad CVX lo mismo que es el que da Ejercicios para el ejercitante. Ha de ser elegido o,al menos aceptado cordialmente, por el grupo o pequeña comunidad. Ha de participar habitualmente en las reuniones del grupo. Además de las cualidades necesarias se requiere un buen conocimiento de los Ejercicios y del estilo de vida CVX.

El Guía de un grupo no ha de ser necesariamente jesuita, sacerdote o religioso, pero también los jesuitas y religiosos/as pueden ser Guías de grupo.

El crecimiento del número de grupos CVX ha ocasionado una notable carencia de Guías, sobre todo, de Guías preparados para los grupos de mayores (jóvenes-adultos y adultos). Dado que el papel del Guía es fundamental para la formación y para el crecimiento continuo de la CVX,la selección y formación de Guías es una de las prioridades más urgentes.

En la Comunidad de Centro es necesaria la coordinación de los Guías de las diversas pequeñas comunidades. El Asistente eclesiástico ha de colaborar tanto en la búsqueda y formación de los Guías como en la coordinación de los mismos.

5.4. Papel del Asistente Eclesiástico en la comunidad local.

No es necesario que cada pequeña comunidad de un Centro tenga su Asistente Eclesiástico. Normalmente la relación de las pequeñas comunidades con el Asistente se hará mediante los Guías y su coordinación.Para ello una de las principales tareas del Asistente será reunirse periódicamente con cada Guía de grupo para ayudarle en su servicio al grupo, trabajando de común acuerdo, y participar en la reuniones de la coordinadora de Guías de la comunidad.

Es necesaria la presencia del Asistente en el órgano directivo que se haya dado a sí misma la CVX del Centro.Su función viene descrita en el PG 14 y en las NG 42-46 de la CVX.

Los Asistentes de una Comunidad de Centro, si hubiera más de uno, o de varias CVX de una misma ciudad, cuando las haya,y,sobre todo, de la misma Provincia habrían de coordinarse entre sí y ayudarse mutuamente en el cumplimiento de su servicio a la CVX. La animación del grupo de Asistentes de la Provincia es función del Coordinador Provincial.

6.COORDINADORAS REGIONALES

 

6.1. La coordinación de la CVX en todos sus niveles.

La coordinación es uno de los criterios organizativos más importantes en la CVX. Por eso se recomienda la coordinación de los responsables-moderadores de cada una de las pequeñas comunidades entre sí; la de los Guías de las diversas pequeñas comunidades y la de los Asistentes entre sí, en el nivel de la Comunidad de Centro.

6.2. La CVX en las comunidades autonómicas y regiones.

Dada la rica, variada y compleja realidad de la CVX en España la CVX-E ha asumido,de acuerdo con los nuevos Principios Generales, el nivel de la Comunidad CVX regional.En este momento esas "regiones" se corresponden con las Provincias jesuíticas. Todavía no se ha encontrado un nombre más adecuado para designarlas,pues el de región no siempre es satisfactorio.

En el futuro es previsible que incluso estatutariamente adquieran un relieve más importante las Comunidades CVX regionales. Actualmente el proceso es de consolidación y crecimiento, para lo que están jugando un papel decisivo tanto las asambleas regionales de CVX como las Coordinadoras.

6.3. Las Asambleas regionales.

Comenzaron siendo asambleas libres y abiertas en las que participaban todos los interesados en CVX que querían. Se están teniendo casi en todas las Provincias, en algunas desde hace ya bastantes años y en otras más recientemente.Al crecer el número de participantes y la heterogeneidad de edades de los mismos es de prever que en el futuro tengan que elaborar su estatuto de participación y funcionamiento a la manera que lo tiene la Asamblea nacional.

En un principio la animación de las mismas por parte de los jesuitas que trabajaban en CVX como Asistentes o Guías fue importante y decisiva. Actualmente son los mismos seglares los que se responsabilizan de ellas pero sigue siendo necesaria la participación de los jesuitas en las mimas en colaboración con los responsables laicos.

Estas asambleas suelen ser hitos importantes para los miembros CVX,tanto en lo que se refieren al crecimiento en la propia vocación como en el planteamiento de los temas más candentes y concretos para el crecimiento de las comunidades CVX de la respectiva Provincia.

Normalmente en esta asamblea suele elegirse la Coordinadora regional al menos parcialmente.

Se suele invitar a participar en las reuniones al Comité Ejecutivo o al menos al miembro del mismo encargado de ser enlace con la respectiva región. De esta manera la coordinación con la CVX-E es dinámica y viva.

6.4. Las Coordinadoras regionales.

Están formadas por laicos elegidos en la Asamblea o nombrados por cada comunidad local o de Centro como representantes suyos en la Coordinadora. Esta normalmente, una vez constituida, elige de entre sus miembros un Coordinador y otros cargos necesarios para su funcionamiento,como Tesorero, Secretario,etc.

Sus funciones son equivalentes a las que tiene el Comité Ejecutivo de la CVX-E, en lo referente a la formación y a la misión. Este mantiene una relación habitual con ellas para colaborar mutuamente.

Las Coordinadoras regionales suelen organizar Cursos de formación, de Guías, redes de colaboración entre las comunidades, etc. con lo que están siendo un gran medio de participación responsable y de crecimiento para la CVX.

6.5. Presencia del Asistente Eclesiástico.

En las Coordinadoras participa un jesuita como Asistente Eclesiástico. Normalmente lo es el Coordinador de la Provincia para CVX. Su función viene descrita en los PG y NG como ya se ha citado. Se sigue,pues, el mismo modelo de la CVX-E. Este modelo permite una rica coordinación entre todas las CVX regionales al participar su Asistente en el Equipo del Secretariado y en reuniones conjuntas con el Comité CVX-E.

7. PUBLICACIONES DE LA CVX-E

 

7.1. Los folletos.

La CVX-E tiene algunas publicaciones que son resultado de la colaboración de los seglares del Comité y de comisiones creadas para ello y de los Asistentes Eclesiásticos.

Para dar unidad a esas publicaciones se ha optado por una colección de folletos CVX de la que se ha encargado la editorial Mensajero de Bilbao.

La lista de las mismas es la siguiente:

1. COMUNIDADES DE VIDA CRISTIANA (CVX).Un Camino ignaciano. Por el Comite Ejecutivo CVX-E. Reeditado en 1986. Es un denso resumen de la historia de la CVX, de su organización y de su formación a partir de los Principios Generales de la CVX de 1967. Es todavía válido en muchos aspectos, sobre todo para tener una noticia adecuada de la CVX para personas interesadas y con alguna experiencia de la misma.

2. FORMACION PARA LA MISION. Es el resultado de dos años de trabajo de comisión por encargo del Comité Ejecutivo. Contiene cinco documentos: Opción por la justicia evangélica; Un camino de crecimiento y amor (que describe el proceso de formación); Integración de fe y vida en la CVX, (para el crecimiento del grupo o pequeña comunidad); la oración en CVX; y el acompañamiento personal en la vida. Estos documentos fueron aprobados en un encuentro extraordinario de la CVX-E tenido en el verano de 1989. Tiene el valor añadido de haber sido elaborado por seglares desde su experiencia.

3.GUIA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS Y DE DISCERNIMIENTO COMUNITARIO APOSTOLICO EN CVX. Redactado por el Equipo de Jesuitas Consiliarios de CVX. Presentado en forma de Fichas de trabajo puede ser un buen instrumento para la formación de Guías tanto de Ejercicios como de Grupo.

4.PRINCIPIOS GENERALES DE LA COMUNIDAD DE VIDA CRISTIANA Y ESTATUTO DE LA CVX-E. Recoge los nuevos Principios y Normas Generales de la CVX aprobados en 1990 y los nuevos Estatutos de la CVX-E aprobados en la Asamblea de Loyola de 1991.

7.2. Publicaciones del Secretariado CVX-E.

El Boletín mensual de noticias.

Siguiendo una tradición iniciada con la revista Diálogo, continuada con la Carta Mensual del Comité Ejecutivo, durante el último año se ha venido publicando mensualmente por parte del Secretariado de la CVX-E (Delegación de Burgos) un boletín de noticias, como medio de unión y colaboración entre las comunidades de la CVX.

Dirigido y realizado por un equipo de seglares de la Comunidad de Burgos bajo la coordinación de la Secretaria del Comité Ejecutivo, publica noticias, experiencias CVX, los cursos de formación y las tandas de EE que se dan, y otras breves comunicaciones y reflexiones sobre el amplio campo de la CVX.

"Misión y Compromiso en CVX-E".Asamblea CVX-E de Loyola,1991

Se trata de los dos documentos aprobados por la Asamblea de la CVX-E, tenida en Loyola en 1991 y que recogen las orientaciones sobre la misión y el compromiso CVX. Han sido editados y difundidos por el Secretariado CVX-E.

El Catálogo de direcciones CVX-E.

Anualmente se difunde un catálogo de direcciones, que recoge la de cada comunidad CVX y la de aquellas comunidades que están en proceso de ser oficialmente CVX; la dirección del presidente o coordinador de cada comunidad; la del Asistente Eclesiástico o Consiliario y la del Enlace de la comunidad con el secretariado de la CVX-E. Igualmente en él aparecen las direcciones de los miembros del Comité Ejecutivo; las de los jesuitas miembros del Equipo de Consiliarios de CVX-E, Secretariado mundial, Enlace con la CVX-Europa. y otras direcciones de interés común.

 

 

ESPIRITUALIDAD CVX

 

1. EL LAICO EN LA IGLESIA

 

El Sínodo de 1987 sobre "Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, veinte años después del Vaticano II" afectó a toda la Iglesia, obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y, por supuesto, a los laicos. Pablo VI ya había dicho en septiembre de 1963: "Es la hora, la hora de los laicos!".

 

1.1. Perspectiva de la Lumen Gentium

La nueva comprensión del laico en la Iglesia tiene su raíz en la reflexión conciliar del Vaticano II. El cap. IV de la Constitución Dogmática "Lumen Gentium" de 21-XI-1964 se refiere directamente a los laicos, aunque no puede ser comprendido sino a la luz de todo el documento. He aquí un resumen de dicho capítulo:

n. 30 Los laicos en la Iglesia: Los laicos son parte integrante de la Iglesia, llamados a contribuir, según los carismas particulares, en su misión salvadora.

n. 31 Naturaleza y misión de los laicos: Los laicos incorporados a Cristo por el Bautismo, viven su misión para el Reino tratando las cosas temporales y ordenándolas hacia Dios.

n. 32 Dignidad de los laicos en el Pueblo de Dios: En la Iglesia existe una verdadera igualdad entre todos en cuanto la dignidad y a la acción común, aunque exista diversidad de ministerios.

n. 33 El apostolado de los laicos: Es la participación en la misión de Cristo y de la Iglesia, sobre todo allí donde ella no puede ser "sal de la tierra" sin los laicos.

n. 34 Participación en el sacerdocio común: Los laicos ejercen un culto espiritual y llegan ellos mismos a ser oferta agradable a Dios.

n.35 Participación en la función profética: Con su vida de fe y esperanza, los laicos anuncian la gloria futura.

n. 36 Participación en el servicio real: Los laicos ayudan a la extensión del Reino de Cristo, ordenando la creación a la gloria de Dios.

n. 37 Los laicos y la jerarquía: Entre los pastores y los laicos deben existir relaciones familiares. Los laicos adopten lo que los pastores establecen, y los pastores reconozcan y promuevan la dignidad y responsabilidad de los laicos.

 

 

1.2. Perspectiva de Apostolicam Actuositatem

El mismo Concilio emitió un Decreto "sobre el apostolado de los laicos, Apostolicam actuositatem" el 18-XI-1965. Este es el desarrollo de sus seis capítulos:

I. Vocación de los laicos al apostolado.

II. Los objetivos que se tienen que lograr: evangelización, santificación de la humanidad, mejora del orden temporal, profusión de la acción caritativa.

III. Diversos campos de apostolado: familia, juventud, medio social, orden nacional e internacional.

IV. Formas del apostolado laical: individual, asociada, la Acción Católica, etc.

V. Orden que hay que observar, en las relaciones con la jerarquía y la colaboración mutua con el clero y coordinación con otros cristianos y no cristianos.

VI. Formación para el apostolado.

(En este punto de la misión apostólica del laico convendría repasar también los documentos sobre la Actividad Misionera de la Iglesia, "Ad Gentes" de 7-XII-1965 y La Iglesia en el mundo contemporáneo "Gaudium et spes", del mismo día).

 

1.3. Análisis de la teología laical conciliar

El P. Amaladós, s.j. resume, confesando el riesgo de simplificación, toda la riqueza de pensamiento anterior en tres principios: a) la dignidad y misión de los laicos se suele fundamentar en su sacerdocio bautismal; b) el campo de su acción apostólica se identifica con el mundo secular y, c), su lugar específico en la Iglesia se articula en términos de los carismas que diferencian roles en una comunidad jerárquica.

Acto seguido, tras admitir el positivo impulso de estas afirmaciones o principios, procura atajar las exclusiones implícitas que hay en ellas.

En primer lugar, si bien es cierto que por el bautismo, todo el pueblo de Dios participa en el sacerdocio de Jesús en sus tres funciones -profética, cultual y pastoral (1Pe 2,9)- hay peligro de considerar este sacerdocio en términos jerárquicos, cuyo peldaño más bajo serían los laicos. Pero de hecho, el común sacerdocio es anterior a los carismas y ministerios, de modo que el sacerdocio ministerial no es el principal analogado del sacerdocio común, sino el sacerdocio de Cristo, del cual participamos todos. Como dice A. Vanoye:

"Uniéndose por medio de una vida de amor al movimiento del ofrecimiento de Cristo, el pueblo sacerdotal pone en obra un dinamismo de amor que se propaga por el mundo y lo transforma progresivamente".

En segundo lugar, la distinción sagrado/profano igual que la distinción Iglesia/Mundo no es correcta. Por el mismo hecho de existir, el laico, como todo cristiano, es miembro del mundo y de la Iglesia y, por lo tanto, su acción se realiza en el mundo y en la Iglesia simultáneamente. Tiene una participación plena en la Eucaristía, igual que el clero tiene un rol en el mundo. Se podrá hablar de una competencia especial en una área pero no de aislamiento, ya que las áreas se influyen mutuamente. Además, hay que tener en cuenta que el mundo, en cuanto a contrapuesto a Iglesia, es también la esfera de otras religiones.

Por último, superada la perspectiva de un mundo del laico elaborado en abstracto, mediante una comprensión global de su compleja experiencia como persona en el mundo y en la Iglesia, en lo secular y en lo sagrado, la construcción del Reino quizás sería la categoría que superaría las dicotomías Iglesia-mundo, sagrado-profano. Además tendría la ventaja de definir más por la misión que por la estructuración intra-eclesial. En todo caso, el aprecio y respeto por la vocación de cada cual nos permitiría evitar complejos de superioridad o de inferioridad basados en roles y status.

 

 

1.4. Conclusiones

En la reunión de Asistentes Eclesiásticos Europeos de Septiembre de 1988, en Roma, el P. Juan Ochagavía, s.j. "desarrolló el tema 'Algunas características de la vida cristiana de los laicos a partir del Sínodo de 1987'. Entre los muchos aspectos de este amplio tema, puede mencionarse el énfasis en lo que es común a todos los cristianos, es decir, su dignidad en Cristo y el llamado a evangelizar. De este modo se derivaron cuatro actitudes deseables: a) primacía de la misión por sobre la categoría (laical o religiosa) del misionero; b) fin de posiciones separatistas o de dominación; c) el valor de equipos mixtos laicos-religiosos y d) respeto, diálogo, amistad en el servicio del Reino".

2. ASOCIACIONES DE LAICOS

 

2.1. Perspectiva eclesial del laico

"La Iglesia reconoce la tremenda importancia evangelizadora de las Asociaciones o Movimientos laicales. Afirma que en una realidad pluralista y fraccionada, y cuando se está enfrentando problemas tan complejos y difíciles como los de la sociedad actual, son necesarias estas comunidades misioneras para poder incidir mejor en la evangelización de las diferentes realidades. Porque "la incidencia cultural"... de cualquier transformación del ambiente y de la sociedad, puede realizarse, no tanto con la labor de un individuo, cuanto con la de un sujeto social, o sea, de un grupo, de la comunidad, de una asociación, de un movimiento (Christifideles Laici, n.29)".

En efecto, la Iglesia vive una nueva época asociativa, en un contexto cultural en el que aparece con fuerza el fenómeno asociativo. "La raíz de este fenómeno se encuentra en un derecho que deriva del bautismo, y no como una especie de concesión de la autoridad. En efecto, por el bautismo el cristiano participa íntimamente de la misión de Cristo, y por esta misión se convierte en "persona teológica" Desde esta perspectiva no puede haber contradicción entre "apostolado personal y apostolado asociado", ya que siempre es necesaria la iniciativa personal y conviene tener en cuenta que no es indispensable pertenecer a formas asociativas o movimientos para vivir la misión" .

"Como comunidad de Iglesia, la CVX quiere responder a esta misión grandiosa dondequiera le toque vivir y sea cual sea la cultura en la que deba encarnarse... Todo esto apela a nuestra visibilidad. Un signo que no se ve, deja de ser signo. Si no nos vemos no estamos "significando" nada, no estamos siendo buena noticia que pueda alegrar y transformar corazones y ambientes".

 

2.2. Criterios en relación al bien común eclesial

El episcopado español propone siete criterios para discernir si una asociación existe en función del bien común eclesial: "Los cuatro primeros subrayan la identidad cristiana: santidad de vida, confesión de la fe, comunión eclesial, fin apostólico de la Iglesia. Los tres últimos derivan de los anteriores y son exigidos por la misión de la Iglesia: solidaridad con los pobres, presencia pública y protagonismo seglar (Cf. Chirstifideles Laici, n.30-44)".

 

2.3 Actuación asociativa en España

Bajo esta perspectiva los obispos españoles emprenden las siguientes líneas de actuación:

promover el asociacionismo como expresión y canal eficaz de comunión y de corresponsabilidad

animar y orientar el discernimiento de las asociaciones

animar la comunión y la inserción de las asociaciones en la Iglesia particular

impulsar la comunión y la colaboración entre las asociaciones

impulsar la presencia pública de las asociaciones

promover la Acción Católica

garantizar el acompañamiento pastoral de las asociaciones

A este último respecto las comunidades diocesanas y la Conferencia episcopal se comprometen a ofrecer medios y a destinar sacerdotes a las asociaciones reconocidas, a convocar encuentros generales de delegados diocesanos de apostolado seglar o pastoral de sector y a la formación específica de consiliarios y asesores.

 

2.4 Opciones en la Asamblea de Guadalajara'90

Por todo lo dicho se comprende la preocupación de la Asamblea de Guadalajara'90 (Méjico) por promocionar el sentido de misión desde el hecho comunitario, sea cual sea el nivel de comunidad desde el que se haga la reflexión misionera: desde la Comunidad Mundial, la Nacional, la local o la particular. De esta preocupación da testimonio la exposición de Josefina Erráruriz, Vicepresidente de la CVX mundial, citada anteriormente.

Esta floración asociativa laical tiene un precedente magnífico en las "compañías" medievales, que Ignacio y sus compañeros procuraron renovar o incluso crearon otras nuevas. Se las llamaba también cofradías, congregaciones, sodalicios y eran una institución que agrupaba laicos a fin de cultivar la vida cristiana y hacer obras de bien.

El P. Kolvenbach, en su exposición en Guadalajara, recordó la copiosa historia ignaciana en este punto:

Así nacieron la "Compañía del Nombre de Jesús", 1939, en Parma, a raíz de las misiones de los PP. Fabro y Laínez; la "Compañía de los huérfanos", 1541, la "Compañía de la gracia", 1543, y la "Archicofradía de los XII Apóstoles", 1547, las tres en Roma por iniciativa de Ignacio; la "Compañía para ayuda de pobres vergonzantes y encarcelados", 1549, en Mesina, por impulso del P. Nadal. La idea se extendió en Italia por todas partes: Siracusa, Palermo, Nápoles, Perugia, Florencia, Ferrara, Venecia, Padua, Génova. Lo mismo en otros países de Europa y en lugares para aquel entonces tan lejanos como Goa, Etiopía, Lima y México".

3. ESPIRITUALIDAD LAICAL Y

EJERCICIOS ESPIRITUALES

 

3.1 Llamada a la santidad

"La vida según el Espíritu, el fruto de la cual es la santificación (cf. Rm 6,22; Ga 5,22), suscita y exige a todos y a cada uno de los bautizados el seguimiento y la imitación de Jesucristo, en la recepción de sus Bienaventuranzas, en la escucha y en la meditación de la Palabra de Dios, en la participación consciente y activa en la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, en el hambre y sed de justicia, en el llevar a la práctica el mandamiento del amor en todas las circunstancias de la vida y en el servicio a los hermanos, especialmente si se trata de los más pequeños, de los pobres y de los que sufren".

Así describe Juan Pablo II la llamada a la santidad de los laicos, que no es otra cosa que la perfección de la caridad. El Concilio, a su vez, indica el camino de la santidad al decir: "Para alcanzar esa perfección (de la caridad), los fieles, según la medida de los diversos dones recibidos de Cristo, deben esforzarse para que, siguiendo sus huellas y amoldándose a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, se entreguen totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo" (LG 40).

 

3.2 Ejercicios y vida laical

Un mínimo conocimiento de los Ejercicios permite ya descubrir la sintonía entre el propósito del camino ignaciano y la espiritualidad laical. Y no es de extrañar, dado que los Ejercicios resumen la experiencia de un laico que, en principio, continuó sintiéndose llamado a ser laico después de realizarlos.

De hecho los Ejercicios son vida en el Espíritu, con un crecimiento en la adhesión a Cristo y un intento de ordenar la vida según la voluntad del Padre.

El laico que ha vivido los Ejercicios procura por todos los medios la mayor gloria de Dios que le impele a ofrecerse a trabajar por el Reino, discerniendo en todo momento las exigencias del amor. Se adhiere al camino de Jesús manifestado en Banderas, camino pobre y humilde, en el espíritu de las Bienaventuranzas. Es un hombre insertado en la realidad, y por la intimidad creciente con Cristo, ocupado en el Reino y vivo miembro de la Iglesia, esposa de Cristo.

Por lo tanto, lucha contra el pecado personal y social, conocedor de la gran misericordia del Padre. De ahí arranca el impulso para salir al encuentro de los pobres y pecadores: "no he venido a sanar a los justos sino a los pecadores", afirma el Señor. Esta vida en el Espíritu le hace partícipe del Misterio Pascual, es decir de la experiencia del paso de muerte a vida, que propicia el crecimiento en el amor.

En cualquier ámbito de la vida, familiar, laboral, social, cultural, político, el laico encontrará un camino de espiritualidad a través de los Ejercicios ignacianos. De hecho, tanto en la contemplación del Rey Eternal como en la de la Encarnación, es todo e mundo el que entra en consideración del laico y bajo el punto de mira de "la salud de las ánimas", foco de la espiritualidad de Ignacio y punto central de la misión de la Iglesia, urgido a los laicos desde muy diferentes instancias: el Concilio, los Sínodos, las Cartas Encíclicas, las Conferencias Episcopales, etc.

 

3.3 Ejercicios y estilo de vida CVX

El hombre que se dibuja en los Ejercicios y que encuentra su vocación en la CVX viene descrito ya por el Beato Fabro en el modo de vida que legó a la compañía más antigua, la iniciada en Parma:

"Su fin es crecer en el conocimiento de Dios y del prójimo. La primacía de Dios por sobre todo los lleva a trabajar por las almas de los prójimos, de casa o de fuera, como la cosa más importante. A esto se han de ordenar todas las intenciones y afectos.

La Eucaristía es el alimento esencial que centra y da ritmo al día. El Examen de Conciencia -con sus dos tiempos de agradecer y arrepentirse- es el modo de oración más típico y se orienta todo hacia la confesión sacramental y la Eucaristía.

Para el comienzo del día se recomienda una breve oración de ofrecimientos y protección para sí y o para todos los demás. Y si hay todavía tiempo, escuchar una palabra o pensar en alguna acción de Cristo... deseando vivir mejor... con hambre y sed de justicia.

Las obras de misericordia son tan parte de este modo de vida como los sacramentos y la oración. "Madre de muchas obras pías en la ciudad" era llamada esta "Compañía del Nombre de Jesús" de Parma, cuyos socios se dedicaban a enseñar la doctrina cristiana, socorrer a los pobres, ayudar a bien morir a los ajusticiados y numerosas obras más (Mon Fabro, 39-40)".

3.4. Ejercicios como Escuela de Discernimiento Espiritual.

- qué y cómo de la misión personal y comunitaria.

- escuela de libertad e indiferencia.

- ambigüedad de la vida... etc.

4. LOS PRINCIPIOS GENERALES

 

4.1 Aprobación de los Principios Generales

En su redacción actual fueron aprobados por El Pontificio Consejo para los Laicos el 3 de diciembre de 1990, tras elaboración y aprobación por la Asamblea Mundial de Guadalajara (Méjico) el 7 de septiembre de 1990. Estos Principios Generales son fruto de la vida de la CVX, siguiendo los Estatutos aprobados el 31 de mayo de 1971, cumplido un trienio "ad experimentum".

 

4.2 Breve compendio de los PP.GG.

Los Principios Generales recogen de forma vigorosa todo lo que llevamos dicho sobre la espiritualidad laical, inspirada en los designios de la Trinidad (n.1) y procuran concretarla en un estilo de vida personal coherente con el Evangelio (n.12) y en la participación en la misión de la Iglesia (n.8). Por lo tanto, dibujan una forma de pertenencia a la Iglesia (n.6), a la luz de un carisma propio (n.4), que se inspira en la espiritualidad ignaciana desarrollada en los Ejercicios (n.5), formando una comunidad según prevé el Código de Derecho Canónico para las Asociaciones de laicos (n.3, 13, 14). La peculiar devoción a María propia de la CVX (n.9) es un elemento de continuidad respecto a las Congregaciones Marianas fundadas por el P. Leunis, s.j., que se inspiró en la misma praxis de Ignacio (n.3).

El carisma CVX descrito en los Principios Generales se podría resumir en los siguientes ítems:

Espiritualidad cristocéntrica.

Estilo de vida según las Bienaventuranzas.

Discernimiento espiritual de la vocación propia.

Compromiso con la comunidad y disponibilidad.

Participación en la misión apostólica de la Iglesia.

Vida comunitaria con sentido universal.

Opción preferencial por los pobres.

Devoción a María.

 

4.3 Recientes modificaciones de los PP.GG.

Si hubiera que señalar algún punto evolutivo de mayor interés desde los primeros Principios de las CVX de 1968, subrayaríamos el cambio de Federación Mundial de las CVX a Comunidad Mundial CVX, acordado en la Asamblea de Providence'82.

"¿Cuál es de hecho la diferencia entre una federación y una comunidad?", se pregunta Remi Potvin, s.j. aventurando la siguiente respuesta: "Una federación es una agrupación interesada. Las provincias o grupos locales se federan porque la federación es conveniente para cada uno. La primera preocupación está en el interés individual, y el día en que alguno tenga la convicción de no obtener ningún beneficio de la federación, la deja. En una comunidad, en cambio, la primera preocupación es por el conjunto...".

Por otra parte, en Guadalajara'90 hubo una notable refundición de los Principios Generales, en la que se acentuaron los temas del compromiso y de la misión CVX. El proceso quedó vivamente reflejado en la revista Progressio, 1990, n.5-6, percibiéndose aún el impacto de consolaciones y de momentos críticos vividos por la Asamblea Mundial. En particular fue conflictiva la aprobación del n.1. En efecto, aunque fue aprobado con la mayoría de dos tercios, a la primera vuelta, un sector reaccionó con grandes muestras de malestar:

"La incomodidad por el texto aprobado, según declararon todos los que se expresaron, no era con el contenido de fondo. Las objeciones se referían a lo inadecuado del lenguaje para ciertos ambientes... a la posición del texto en un lugar en que parecería mejor una redacción menos enfática y más en tono de Principio y Fundamento que de Segunda Semana...".

Tras unos turnos de exposición de razones, y dejado un tiempo al silencio y a la meditación personal, no pareció a la Asamblea, por mayoría simple (sí, 18; no, 26; abst., 2) que se debiera modificar la decisión anterior.

Es pronto para evaluar la aportación de los cambios introducidos, porque siempre es lento el flujo y reflujo entre la CVX mundial y una Asamblea cuatrienal, pero parecen prever una mayor floración de comunidades locales y una proyección más comprometida en la tarea del Reino.

 

4.4. Glosa de los Principios Generales

 

PREAMBULO

PG1. Este primer principio se inspira en la Contemplación de la Encarnación de Ejercicios, con lo cual pone de manifiesto la fuente de la que dimana la CVX. Atrevidamente, y con mucho acierto, toma la comunidad y la misión trinitarias como inspiración de la comunidad cristiana de vida. Considera la acción liberadora de las tres Personas divinas, compadecidas unánimemente de la situación del hombre. Envían al Hijo, encarnado en María y en pobreza, para que el hombre experimente la solidaridad de Dios. El don de Dios al hombre y del hombre Jesús a Dios invita y exige una respuesta de vida cristiana, obrada por el Espíritu, mediante la participación e identificación con las actitudes de Jesús.

PG2. En este punto se destaca la primacía del amor y la inspiración del Espíritu a la hora de establecer el estilo de vida propio de CVX, de modo que la interpretación del texto institucional se supedita a la ley interior. Con ello se cita implícitamente el Proemio de las Constituciones de la Compañía [Const. 134].

Se afirma, además, como principio fundamental que este estilo de vida deriva directamente de esta ley de amor que el Espíritu suscita en todas y cada una de las realidades de la vida.

Su acción se manifiesta en términos de vocación personal, de libertad, de responsabilidad y de unión con todo el Pueblo de Dios y con toda la gente de buena voluntad, para trabajar por la dignidad de todos los hombres. Esta pretendida inspiración espiritual de los Principios, confirmada por la Iglesia, permite considerarlos como un libro para orar.

PG3. La Comunidad de Vida Cristiana no es una federación de comunidades locales sino que es única y universal. Por lo tanto, el miembro que pertenece a una comunidad local, es miembro realmente y de pleno derecho en cualquier parte del mundo, incluso si se traslada a un punto de la geografía donde no esté establecida la CVX.

A la universalidad geográfica corresponde una larga historia en el tiempo. La CVX es continuación de las Congregaciones Marianas. Aquí se hace mención de las asociaciones de laicos promovidas por Ignacio y sus primeros compañeros, de Juan Leunis iniciador de las Congregaciones y del Papa Gregorio XIII que las aprobó en 1584.

De este principio se deducen tanto la inspiración ignaciana, como una clave histórica de interpretación del carisma y paradigmática, como, por último y principalmente, la comunión con tanto buen hacer cristiano y apostólico a lo largo de los siglos.

 

Primera parte: NUESTRO CARISMA

PG4. Vocación CVX

Puede pertenecer a CVX cualquier tipo de persona, sin distinción de sexos ni de edad ni de condición social, con tal de que hayan sentido esta particular vocación.

Esta VOCACION consiste en desear "seguir más de cerca a Jesucristo y trabajar con El en la construcción del Reino". Se hace, por lo tanto, referencia implícita a la Contemplación del Rey Eternal [EE. 90-98]. Tanto más, cuanto se contempla la construcción del Reino como un trabajar por la justicia con una opción preferencial por los pobres.

Supone esta Vocación el deseo de unir fe y vida cotidiana, perteneciendo a una comunidad creyente y deseando la dignificación humana y evangélica de las personas, las familias y la integridad de la creación. En este sentido, se iluminan mutuamente los conceptos de FE, VOCACION, COMPROMISO, VIDA, MISION, COMUNIDAD.

PG5. Espiritualidad CVX

Es cristocéntrica y, entre otras fuentes universales, se consideran los EE.EE. como la específica de dicha espiritualidad. Por lo tanto, se vivirá en constante búsqueda de la voluntad de Dios por medio del discernimiento espiritual personal y comunitario, el examen de conciencia y el acompañamiento.

PG6. Eclesialidad CVX

Se considera la Iglesia como el lugar donde Cristo continúa hoy su acción salvadora universal.De aquí que se proponga la participación en la vida de la Iglesia,colaborando con la jerarquía y con otros grupos eclesiales para promover el reinado de Dios.El mismo sentido de Iglesia requiere disponibilidad para partir a servir allí donde las necesidades de la Iglesia lo exijan.

PG7. Comunidad CVX

A la vocación CVX por parte de Dios corresponde el compromiso personal, es decir, la decisión libre de pertenencia activa a la Comunidad Mundial.Es sugerente el movimiento pedagógico y ascendente que describe el Principio.De la misma forma que el pertenecer al grupo o comunidad local es mediación para, en sucesivas ampliaciones,vivirse como miembro de la Comunidad Mundial,esta pertenencia,quizás última en vivencia pero deseada desde el inicio,se convierte en plataforma de compromiso con la Iglesia y con la Comunidad Humana entera.

De hecho,el grupo ignaciano trabajado en París se vivió a sí mismo como comunidad en misión apostólica,mucho antes de crarse la Compañía de Jesús como orden religiosa.Les unía el compromiso común,el mismo estilo de vida y el amor a María,madre de Jesús y madre nuestra.De estos lazos de unión se hace eco el presente principio.

No es de extrañar que, en este contexto,la Eucaristía se contemple como el centro de la comunidad local.

 

PG8. Misión CVX

Se afirma taxativamente el carácter apostólico de la CVX, sin limitación de ámbito ni de estilo. Se acentúan, de todas formas, la condición personal de testigos, la necesidad de inculturación y de trabajo en el propio ambiente y en la vida cotidiana y la lucha contra las estructuras opresoras.Se reclama una vez más, y muy oportunamente,la necesidad de discernimiento personal y comunitario.

Se alude también, concisamente, a la misión en grupo o mediante la participación en otras iniciativas seculares o religiosas.

PG9. Marianidad CVX

A Cristo por María, a María por Cristo:pedagogía de la fe,madurez de la fe.Fijándose en la colaboración de María enla misión de Jesús, este Principio sintetiza la devoción mariana bajo la consideración de María como modelo de la vida cristiana. Su entrega incondicional a Dios, su servicio eficaz y su soliaridad con los pobres guían el compromiso CVX y la hacen intercesora segura para el cumplimiento de nuestra vocación.

Se echa de menos en este Principio una referencia más explícita a la relación trinitaria de María,en especial con el Espíritu Santo (Anunciación), a su viriginidad como limitación asumida y desbordada por iniciativa divina,a su participación en el misterio Pascual ("junto a la cruz de Jesús"),a su relación con la Iglesia (Pentecostés),a su existencia orante (Caná) y contemplativa ("conservaba todo en su corazón") y a su vida en casa del discípulo amado.

Segunda parte: VIDA Y ORGANIZACION DE LA COMUNIDAD

PG10. Miembros

Distingue este Principio tres momentos en la sucesiva incorporación a la CVX.Propone un periodo de iniciación para, después de confirmada personal y comunitariamente la vocación, hacer y vivir un compromiso temporal con CVX.Comprobada la aptitud para vivir de acuerdo con el fin y el espíritu CVX,se toma el compromiso permanente.

PG11-15.

Esta serie de Principios trata de los lazos comunitarios,del estilo de vida, del gobierno,del asistente eclesiástico, y de la tenencia de propiedades.

Tercera parte: ACEPTACION DE LOS PRINCIPIOS GENERALES

PG16-17.

Estos Principios tratan de la modificación de los mismos Principios Generales y de la suspensión y exclusión de miembros o de comunidades locales.

 

5. BIBLIOGRAFIA

 

Vaticano II

AA = Apostolicam actuositatem (1965)

AG = Ad Gentes (1965)

CD = Christus Dominus (1965)

GS = Gaudium et spes (1965)

LG = Lumen gentium (1964)

OT = Optatam totius (1965)

PO = Presbyterorum ordinis (1965)

 

Conferencia Episcopal Española

AS = CEE, Apostolado seglar. Orientaciones pastorales del Espiscopado español (1972).

CP = Constructores de la paz (1986)

CVP= Católicos en la vida pública (1986)

TDV= Testigos del Dios vivo (1965)

VL = La verdad os hará libres (1990) Los laicos cristianos, Iglesia en el mundo. (1991)

 

Congregación para la Doctrina de la fe

LC = Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación, Libertatis conscientia (1986)

 

Sínodo sobre la vocación y la misión de los laicos

MPD= Mensaje del Sínodo al Pueblo de Dios (1987)

IL = Instrumentum laboris, para el Sínodo, a los 20 años del Concilio

PROP = Proposiciones finales del Sínodo (1987)

 

Juan XXIII

MM = Encíclica Mater et magistra (1961)

PT = Pacem in terris (1963)

 

 

Juan Pablo II

CA = Encíclica Centesimus annus (1991)

ChL= Christifideles laici (1988)

FC = Familiaris consortio (1981)

LE = Encíclica Laborem exercens (1981)

RH = Encíclica Redemptor hominis (1983?)

RM = Encíclica Redemptoris missio (1990)

SRS= Encíclica Sollicitudo rei socialis (1987)

RP = Reconciliatio et penitentia (1984)

 

Pablo VI

EN = Exhortación apostólica Evangeli nuntiandi (1975)

OA = Carta apostólica Octogesimo adveniens (1971)

PP = Populorum progressio (1967)

 

Pontificio Consejo para los laicos

IM = Los sacerdotes en las asociaciones de fieles. Identidad y misión (1981)

LA FUNCION DEL ASISTENTE ECLESIASTICO

1. PRESENTACION Y RESUMEN DE DOCUMENTOS

 

1.1. Carta del P. Kolvenbach sobre CVX

Información S.J., Jul.-Agos.(1991) pp. 114-115.

 

1.2. Carta del P. Kolvenbach a la Asamblea Mundial de CVX.

Información S.J., Nov.-Dic.(1986) pp. 184-185

 

1.3. Discurso del P. Kolvenbach: "De Statu Societatis Iesu"

I Congregación de Provinciales, Loyola 19-26 Sep. 1980. nn. 72-75; 195, 198.

 

1.4. Carta del P. Kolvenbach a las personas relacionadas con la Compañía de Jesús. Progressio, 6(1991)15-24.

 

1.5. Carta del P. Kolvenbach a la Asamblea Mundial de CVX, Loyola (24, 8, 86).

Información S.J., Sept.-Oct. (1986) 158.

 

1.6. Conferencia del P. Kolvenbach a la Asamblea Nacional Italiana de CVX, Nápoles. Progressio, 5(1991)27.

 

1.7. José Reyes (Secretario Mundial CVX)

El Asistente eclesiástico: su servicio a la CVX. Progressio, 6(1991)3-14.

1.8. Juan Ochagavía s.j.

Relación entre las CVX y la Compañía de Jesús

Progressio Suplemento nº 20-21 (1982-83) pp. 87-91

1.9. Estatuto del Coordinador Provincial de los Jesuitas Asistentes de CVX.

1.10. Nota del Equipo de Jesuitas sobre la CVX.

Información S.J. n.14,Julio-Agosto 1989 pp.136-138

1.1 CARTA DEL P. KOLVENBACH SOBRE CVX.

 

Pienso que estos hechos tienen para nosotros, miembros de la Compañía de Jesús, un significado muy hondo y constituyen a la vez un gran desafío. Porque la gracia de compartir con los laicos la espiritualidad apostólica de san Ignacio es un elemento central del carisma de la Compañía de Jesús. La principal concreción histórica de la actuación laical de esa espiritualidad es la Comunidad de Vida Cristiana de hoy día, que continúa la Congregación Mariana de antes y recoge el espíritu de los grupos o compañías de laicos surgidas desde el mismo nacimientos de la Compañía de Jesús.

No cabe duda que la CVX desea una colaboración mutua con la Compañía de Jesús en lo que se refiere a compromisos apostólicos y a la formación de sus miembros. Nos pide compartir con ellos lo mejor de nosotros.

Los miembros de la CVX mejor formados no son meros receptores de los que los jesuitas podamos ofrecerles. Son poseedores -por la gracia de Dios- de un estilo de vida laical ignaciano, capaces de ofrecérnoslo a los jesuitas y a la iglesia toda. Y sin embargo, la CVX no está definida sólo por lo que encarnan sus miembros mejor formados o por la visión ideal que ellos puedan tener. Es también un camino de formación, una propuesta claramente ignaciana para jóvenes y adultos de todas las condiciones sociales, una realidad dinámica en la que Dios va eligiendo y llamando a unos y otros, construyendo comunidad también a través de las dificultades e imperfecciones.

La CVX, sin ser hoy día una "obra" propia de la Compañía de Jesús, está vinculada a ella de muchas maneras. Constituye además una oportunidad para ella, un reto, una forma orgánica de formación y apostolado, que no depende por entero de una determinada persona o situación. Los jesuitas, al trabajar con este espíritu en la CVX, no sólo estaremos ayudándola, sino que estaremos desarrollando un modo de apostolado muy coherente con lo mejor de nuestro estilo. Estaremos también enriqueciéndonos con una visión de Iglesia y una posibilidad de compartir con los laicos, insertándonos en una gracia secular y en una obra de la Iglesia toda.

Por todo esto la Compañía debe mostrar, en la medida de sus posibilidades, una clara preferencia por la Comunidad de Vida Cristiana, cuando se trata de actuar en el campo del apostolado con y para los laicos. Esto supone de nuestra parte la superación de individualismos y prejuicios, que, a veces, nos paralizan. Pienso que muchos grupos de laicos, que viven una experiencia aislada, podrían discernir con provecho

 

los nuevos caminos y posibilidades de asociación abiertos por las Normas Generales de la Comunidad de Vida Cristiana. Porque ésta, dentro de la aceptación básica de sus Principios, no es centralizadora ni uniformante, sino que estimula una tensión dinámica entre lo local y lo universal y admite formas diversas en estilo de vida, planes de formación o iniciativas apostólicas.

 

 

1.2. CARTA DEL P. KOLVENBACH A LA ASAMBLEA GENERAL MUNDIAL DE CVX.

 

La documentación que se incluye es el texto que di en dicha asamblea. Fui invitado a hacerlo por el Consejo Ejecutivo de las CVX, en mi actual condición de Asistente eclesiástico mundial. Usted recordará que la Santa Sede me nominó para esta función en el año 1984.

La Comunidad Mundial CVX es la única organización laical formalmente vinculada con la Compañía. Hay un creciente número de jesuitas que están íntimamente ligados a las pequeñas comunidades CVX y a las Asambleas Nacionales como Asistentes eclesiásticos nacionales o directores espirituales. Incluyo una lista de jesuitas que son Asistentes nacionales en diversas partes del mundo, para mostrar la extensión del compromiso que la Compañía tiene con las CVX y para animar a más jesuitas comprometerse en esta efectiva manera de colaborar con el laicado en el espíritu del Vaticano II.

Puesto que la Comunidad Mundial CVX es un "movimiento" laico que comparte nuestra herencia ignaciana y, lo mismo que la Compañía, es interpelado por las nuevas realidades que nos rodean, se nos está pidiendo una nueva respuesta en esta perspectiva. La renovación de las antiguas Congregaciones Marianas comenzó en 1948, con la Constitución apostólica Bis Saecularis. Sucesivas reuniones internacionales reflejaron y expresaron la creciente apreciación del apostolado de los laicos en el seno de las CVX. Siguiendo al Concilio Vaticano II, sus objetivos se formularon en los Principios Generales, que fueron definitivamente aprobados por la Santa Sede en 1971. El desarrollo continúa, y una evidencia de esto se encuentra en la síntesis de las recomendaciones aprobadas en el plenario final de la Asamblea de Loyola.

Permítame citar una parte de esa síntesis, que con razón ha sido llamada la "Gracia de Loyola'86":

"Hemos recibido una reafirmación de nuestra identidad, que se enraiza en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio. Ellos nos envían a caminar con Cristo, pobre y humillado, y nos invitan a seguirlo en la misión, como María lo hizo, en libertad, pobreza y solidaridad. Todo esto con un corazón que escuche y una voluntad que trabaje por la justicia y la defensa de la vida. Hemos visto cómo este camino nos conduce a una conversión profunda, que se expresa en un estilo de vida sencillo y en una opción decidida a favor de los más pobres.

Siendo nuestro lema la misión, no pudimos sentirlo ni aproximarnos a él sin volvernos hacia nuestra fuente y descubrir que somos enviados a la misión, que nos es dada por el Señor y su Iglesia. También hemos reconocido que no podemos ser fieles a nuestra misión sin situarla en el marco de nuestra comunidad, sintiendo efectivamente que es toda la comunidad la que es enviada en comunión de mente y corazón".

 

1.3. DISCURSO DEL P. KOLVENBACH:"DE STATU SOCIETATIS IESU"

EL MINISTERIO DE LOS "MOVIMIENTOS"

72. Las Comunidades de Vida Cristiana, en las que continúan y se renuevan las espiritualidad y la gran tradición de las congregaciones marianas, constituyen una asociación de fieles dirigida por el presidente y un consejo de laicos. Esta asociación cuenta con la ayuda espiritual de la Compañía. Y ésta se expresa concretamente en el trabajo de acompañamiento espiritual y de animación que prestan muchos jesuitas (alrededor de 600) a nivel internacional y nacional.

73. No ofrece ningún género de duda que las Comunidades de Vida Cristiana piden un compromiso más fuerte por parte de la Compañía, y que en ciertos países no pueden comenzar a existir sin la iniciativa de nuestras Provincias. Iniciándose en la espiritualidad ignaciana, particularmente por medio de los Ejercicios, y profundizando en ella, las comunidades mismas se consideran de buen grado en estado de crecimiento y de maduración, lamentando por ello no disponer siempre de formadores de calidad.

74. Sin pretender una visibilidad social masiva que, en ciertos países, las Congregaciones Marianas tuvieron en el pasado, las Comunidades de Vida Cristiana buscan señalarse por un decidido empeño apostólico, sensible a las necesidades de los hombres y a las orientaciones de la Iglesia.

75. Por razón de una larga tradición común y de nuestra comunión en una misma espiritualidad, la Compañía debe mostrar, en la medida de sus posibilidades, una clara preferencia por las Comunidades de Vida Cristiana, cuando se trate de actuar en el campo del apostolado con y para los laicos.

 

NUESTRA ASOCIACION CON LOS LAICOS.

194. Poseemos y están en plena vigencia directivas valiosas, pero aún no bien explotadas, respecto a las diversas modalidades de nuestra presencia en el mundo de los laicos, a los servicios que estamos llamados a ofrecerles y a su participación en la organización, gestión y dirección de nuestras obras. Igualmente, en lo tocante al traspaso de obras a los laicos, en que se nos recuerda que hemos de tener en cuenta no tanto nuestras propias asfixias por escasez de personal de la Compañía sino -lo que es muy liberador- el promover la responsabilidad de los laicos en la Iglesia, que constituye en sí un verdadero bien (CG 31,d.33).

195. La asociación con los laicos en diversas obras de apostolado nos desafía en lo que constituye el núcleo más íntimo y la razón de ser de nuestra vida de jesuitas. La Iglesia, en efecto, espera de nosotros que con competencia y generosidad ayudemos a los laicos a que se

 

hagan capaces -"cada vez más capaces"- de "descubrir la concreta voluntad de Dios sobre sus vidas" y de actuar en consecuencia, desarrollando todas sus potencialidades humanas y espirituales al servicio del Reino (Christifideles Laici 58-59).

198. Renunciando generalmente a un lazo propiamente jurídico que se expresa en una obediencia apostólica a la Compañía, se encargará más bien el reforzar de una manera decidida otras posibilidades que florecen ya bajo la forma de las Comunidades de Vida Cristiana, bajo la forma de "Voluntarios Jesuitas", u otras formas diversas de colaboración.

 

 

1.4. CARTA DEL P. KOLVENBACH A LAS PERSONAS RELACIONADAS CON LA COMPAÑIA DE JESUS.

 

LA RELACION JESUITAS-LAICOS. EN LA REALIDAD...Y EN EL DESEO.

No es habitual que el Superior General de una congregación religiosa se dirija a los laicos que siente cercanos. El texto que a continuación publicamos es una carta del P. Kolvenbach "a las personas relacionadas con la Compañía de Jesús", un público amplio que sin duda incluye a las CVX.

Son muchos los jesuitas y laicos que se han beneficiado mutuamente trabajando juntos en libertad y madurez y compartiendo sus experiencias espirituales, sobre todo inspirándose en los Ejercicios. En realidad, los 450 años de historia de la Compañía son la crónica de una fecunda asociación con el laicado, que ha patentizado en la Iglesia el espíritu ignaciano, y lo sigue haciendo hoy con todo vigor. De hecho, la Iglesia universal ha dedicado un sínodo especial al laicado, y la exhortación apostólica "Christifideles Laici" propicia una "mayor y más completa y armoniosa participación" de los laicos en la misión salvífica de la Iglesia (n.52).

 

 

 

 

Dios nos llama a todos y a cada uno a una gran empresa.

Ignacio nos dice que nadie está excluido; viejos y jóvenes, laicos y religiosos, hombres y mujeres, todos estamos llamados a compartir en el plan de Dios. El laico tiene su vocación propia, igual que el religioso y el sacerdote tienen la suya. Lo único que importa es reconocer este llamamiento y responder a él con fidelidad. Y esto no es algo teórico. Quiere más bien decir que nuestras vidas deben centrarse en una persona, Cristo: Cristo buscado, amado y seguido en la profunda conversión del corazón y en la escucha atenta de su palabra; Cristo, el Amigo con quien se mantiene una relación vital, personal; Cristo, Rey eterno y Señor universal, que con todo el mundo delante llama a cada uno en particular a vivir y trabajar con él, "porque siguiéndole en la pena le siga también en la gloria". (EE 95). Esta es la base teológica de la comunidad y la cooperación entre jesuitas y laicos, esto lo que nos anima a entregarnos al trabajo con generosidad y alegría, pero también con humildad, para dar, y al mismo tiempo recibir, para que nadie domine a los demás.

En su deseo de "ayudar a las almas", el peregrino solitario de Loyola se buscó compañeros, lo que finalmente desembocó en la fundación de la Compañía de Jesús. Pero Ignacio animó a muchos hombres y mujeres a asociarse para vivir y servir mejor. Esto no es de extrañar porque la experiencia de Dios y de su poder salvífico y la intimidad con Jesucristo llevan naturalmente a querer compartirlas con otros y a que fructifiquen en la vida real. El ejemplo de Ignacio nos invita a reflexionar sobre la utilidad que unas formas estructuradas de asociación laical puedan tener para la consecución de nuestros objetivos. Yo no creo que hayamos pensado en esto suficientemente. Es verdad que no todos están llamados a vivir como miembros de un grupo permanentemente establecido y a trabajar apostólicamente en asociación con otros. Pero por otra parte, la asociación con otros es una expresión natural de la dimensión social de la persona humana y posibilita acciones de más amplitud, eficacia y duración, sobre todo cuando se trata de problemas complejos y difíciles. En el plano teológico, las asociaciones son signos visibles de comunión en Cristo y de la vitalidad misionera de la Iglesia. ·En nuestro mundo pluralista son para sus miembros una ayuda, a veces necesaria, para vivir la fe de acuerdo con el Evangelio.

 

 

1.5. ALOCUCION DEL P. KOLVENBACH A LA ASAMBLEA MUNDIAL DE CVX. LOYOLA (24,8,86)

 

Si las Comunidades de Vida Cristiana se inspiran en el espíritu de Ignacio, el criterio de autenticidad de su espiritualidad es el compromiso concreto en el servicio a los demás, que encarna este espíritu. También las Comunidades de Vida Cristiana quieren ser un cuerpo para el Espíritu, como Nuestra Señora lo fue, para partir en misión, para comprometerse a fin que el Evangelio se encarne y que las bienaventuranzas lleguen a ser realidad para los pobres, los que sufren, los que

 

buscan la justicia y la paz o los que lloran. Esta misión de Nuestra Señora fascina de tal manera a Ignacio en los Ejercicios Espirituales que él no nos invita ni a escudriñar el corazón de María ni a contemplar su vida interior o imitar alguna de sus virtudes. Ignacio no se detiene en la manera cómo la Virgen conserva todas estas palabras en su corazón, ni tampoco en su dolor al pie de la Cruz. Todo está centrado en la Misión de Nuestra Señora, que fluye de su plenitud de gracia.

 

 

1.6. CONFERENCIA DEL P. KOLVENBACH A LA ASAMBLEA NACIONAL ITALIANA DE CVX, NAPOLES.

 

Es dando siempre algo de lo mejor de nosotros mismos, más allá de toda obligación, rutina y formalismo, que se hace sentir la gozosa gratuidad que es el signo característico de aquel que sigue al Señor pobre, en familia, en el trabajo, en su vida. En la prolongación de esta visión, Ignacio no se concibe compañero de Jesús pobre sin compartir su amor preferencial por los demás. Aquí no entran en juego ni una ideología ni una política. Solo el seguimiento de Cristo pobre es lo que enriquece el pobre. Ignacio no habla mucho, pero va más allá de nosotros, alojando a los pobres bajo su techo, interviniendo por los pobres ante la autoridad del Estado y de la ciudad, tratando de abolir la inhumana condición de mendigos y fundando instituciones en donde algunos laicos se reunían para afrontar las necesidades de los pobres. Ignacio comprende muy bien -desde lo alto- que la sociedad don él vivió no es la nuestra, que nosotros debemos hablar de caridad y de justicia, que las limosnas deben ser reemplazadas por sanas estructuras socio-económicas, que la separación entre los ricos y los pobres en nuestro mundo es más grande y después de Marx, mucho más evidente. Sin embargo, nos corresponde traducir una espiritualidad de pobreza de corazón en una pobreza efectiva que, reconociendo que hemos recibido todo en don y en perdón, comparta el amor de Cristo pobre proclamando la Buena Noticia a los pobres, Bienaventurados los pobres, porque los que siguen al Cristo pobre vendrán en su ayuda en el nombre del Señor.

 

 

1.7. JOSE REYES (SECRETARIO MUNDIAL CVX). EL ASISTENTE ECLESIASTICO: SU SERVICIO A LA CVX

 

I. El Principio General 14

El texto aprobado por la Asamblea dice así:

"La Comunidad de Vida Cristiana en cada nivel tiene un Asistente eclesiástico, designado en conformidad con el código de Derecho Canónico y las Normas Generales. El Asistente eclesiástico participa en los diversos niveles de la vida de la comunidad según las Normas Generales. Trabajando en colaboración con otros responsables, tiene como principal responsabilidad el desarrollo cristiano de toda la comunidad. Ayuda a los miembros a descubrir los caminos de Dios, especialmente por medio de los Ejercicios Espirituales. En virtud de la misión que le ha encomendado la Jerarquía, de cuya autoridad él es el representante; el Asistente eclesiástico tiene una responsabilidad especial en el área de los problemas doctrinales y pastorales, y en lo que toca a la armonía propia de una comunidad cristiana". (PG.14)

¿Qué se puede comentar al respecto?

1º Que hay una dimensión jurídica en el papel del Asistente eclesiástico, que no puede ser ignorada ni por la comunidad ni por el Asistente. Toda comunidad, en cualquier nivel, está vinculada con un Asistente, que expresa a su vez el vínculo con la Iglesia jerárquica. Desde el punto de vista jurídico, el Asistente es un oficial de la Iglesia. Una confusión habitual es dar el título de Asistente eclesiástico a todo sacerdote que colabora en la Comunidad de Vida Cristiana, por el simple hecho de ser sacerdote. No.

Entonces, en una comunidad nacional puede haber muchos sacerdotes... y pocos Asistentes. Uno ciertamente al nivel nacional. Uno por cada uno de los niveles que la propia comunidad decida establecer con cierta autonomía:

"Cada comunidad nacional puede establecer comunidades regionales, diocesanas, parroquiales, u otras unidades adecuadas para facilitar su desarrollo" (NG 36).

2º Que el Asistente eclesiástico, así comprendido, puede tener éxito sólo si trabaja en relación con otros. Cada comunidad o pequeño grupo está vinculada a un Asistente, pero la presencia física de éste no es condición para la existencia legítima de esa pequeña célula. Véase la necesaria interpretación aportada por la Norma General 45:

"En el nivel de la comunidad local, el vínculo con el Asistente eclesiástico será normalmente mantenido a través del Guía de la comunidad particular" (NG 45).

Una conclusión inmediata es que una preocupación central del Asistente eclesiástico será siempre la formación de Guías, la formación de "equipos de animación" en su respectivo nivel (centro, ciudad, región, país). Otra conclusión inmediata es que debe existir una colaboración estrecha entre los Asistentes eclesiásticos de los diversos niveles, para no desperdiciar esfuerzos. A mí me gusta pensar que entre los Asistentes hay una comunión en la misión que les permite vivir su papel con serenidad, confianza en Dios y en los otros. Si no, ¿quién aceptaría ser Asistente mundial... o nacional?

3º Que el Asistente está al servicio de la unidad y del crecimiento cristiano de la comunidad... que la comunidad espera de él un aporte en lo doctrinal y los pastoral, según el estilo de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. El P. Kolvenbach recomendaba a todos los Asistentes nacionales de Europa (Septiembre 1988) una lectura frecuente de las Anotaciones de los Ejercicios para mejor desempeñar el papel que la comunidad les pide. Entonces, si bien el Asistente es un oficial de la Iglesia, nombrado por la autoridad competente, su autoridad le viene también de la propia comunidad, que le pide un cierto tipo de servicio y un cierto estilo de trabajo... so pena de ser excluido de la comunidad por no cumplir los Principios Generales.

 

II. Retos para los Asistentes eclesiásticos y sacerdotes a partir de los Principios Generales y Normas Generales.

La autonomía laical, como se ha venido a llamar, no consiste en confinar a los sacerdotes a aquellas poquísimas cosas que les son exclusivas. Tampoco consiste en mantener unos pocos sacerdotes en un papel estrictamente jurídico. En efecto, no puede pensarse que porque el sacerdote no es más el director no es más necesario, y que debe irse a dirigir a otra parte. Simplemente, la autonomía laical (término poco feliz, en todo caso) consiste para el sacerdote en la necesidad de desarrollar un nuevo estilo de presencia sacerdotal en la comunidad. En pocas palabras, diría que ese estilo consiste en:

* Aceptar que el Espíritu sopla en la Comunidad toda, y no sólo en el oído del sacerdote. De aquí la importancia de los Principios Generales y otras fuentes menores como herramientas de trabajo en las manos de los sacerdotes, más allá de prejuicios o proyectos personales.

* Aceptar que la gracia recibida en la ordenación sacerdotal, como todo gracia, es para ser vivida en relación y ofrecida con libertad a la comunidad cristiana para el crecimiento de todos. De aquí la importancia de desarrollar un estilo que, superando autoritarismos y paternalismos, no abdique en una timidez excesiva o en una marginación de la vida de la comunidad.

Estos retos son para toda la Comunidad, pero dado el tipo de Asistentes que CVX tiene, creo que tenemos derecho a esperar una significativa contribución en estas áreas:

1ª. La tensión entre la madurez y el proceso de crecimiento:

La CVX es un estilo de vida, una comunidad de apóstoles congregada desde la experiencia de los Ejercicios Espirituales. Es cierto. Pero, la CVX es también un proyecto educativo, un camino hacia la adultez cristiana, en la que Dios llama a unos y a otros a lo largo del camino. El Asistente eclesiástico, conocedor de la pedagogía gradual de los Ejercicios y poseedor de una gracia especial para construir comunidad, debe trabajar en esta dirección.

2ª. La amplitud de horizontes:

En los Principios Generales se reconoce el deseo de la CVX de ser una corriente eclesial amplia, más allá de una coordinación de muchos esfuerzos aislados. Para responder apostólicamente a la complejidad del mundo actual, la CVX se sueña a sí misma como una Comunidad Mundial, de respiro universal, de horizontes amplios. Al mismo tiempo que definen bien la propia identidad, los Principios Generales no cierran ninguna puerta: hay cabida para todos los "hombres y mujeres, adultos y jóvenes, de todas las condiciones sociales, que desean seguir más de cerca a Jesucristo y trabajar con él en la construcción del Reino..." (PG 4).

Hay acogida para personas solas que deseen unirse a una comunidad local (NG 1c), hay apoyo para grupos de personas que deseen iniciar juntos el camino (NG 1a), hay acogida para grupos ya existentes que luego de discernimiento deseen unirse a esta comunidad de alcance universal (NG 1b). Hay cabida para quienes han decidido "expresar bajo forma de votos privados su deseo de vivir con especial atención uno y otro de los muchos consejos evangélicos" (NG 7). Hay posibilidad de afiliar a "otras asociaciones que deseen compartir en alguna medida nuestro estilo de vida sin llegar a ser plenamente miembros" (NG 12). Hay también espacio para "formas diversas de expresar vínculos significativos con personas o instituciones que de alguna manera desean participar de la misma tradición" (NG 12). Hay deseos de

"una buena colaboración con la Compañía de Jesús y con otras personas, comunidades o instituciones que comparten en algo la tradición ignaciana" (NG 14).

Hay espacio para "proyectos conjuntos", "redes de cooperación nacionales e internacionales", "equipos apostólicos especializados", "seminarios, cursos, publicaciones, talleres de formación y otras iniciativas similares" (NG 10 y 11).

Sé que presentar todo esto junto es agotador. No queremos ni podemos hacer todo. Simplemente, no queremos cerrarnos a nada, y deseamos buscar los mejores caminos para llegar a ser "Una Comunidad Mundial para el Servicio" (Roma 79). Cualquier Asistente eclesiástico encuentra en estas normas un proyecto para ponerse manos a la obra.

3ª. Y los pobres, ¿dónde están?

Los Principios Generales, desde el inicio, han querido mirar la realidad desde la perspectiva de los pobres. La opción preferencial por ellos recorre todo el texto, y es expresión de un deseo genuino de la CVX. Nuestro problema no está en una falta de deseo ni en una discusión teórica.

Sin embargo, aparte de las dificultades externas que encontramos (oposición de los párrocos, lejanía de los pobres de los colegios y universidades, etc.), tenemos todavía que luchar con nuestras propias limitaciones. En esta lucha esperamos muchos de nuestros Asistentes eclesiásticos y de los sacerdotes que están con nosotros.

4ª. Una comunidad apostólica:

Los Principios Generales han tratado de superar la dicotomía entre formación y misión, han ampliado el campo de la misión CVX, han clarificado la relación entre el apostolado personal y el organizado, han puesto un énfasis importante en la evangelización, han sugerido medios y estructuras para la acción apostólica. Podría darse una conferencia sólo sobre el tema de "la orientación apostólica de los Principios Generales". Como lo que ahora nos ocupa es la figura del Asistente eclesiástico, baste decir que esperamos de ellos una capacidad propositiva en este campo, un estímulo, una exigencia.

5ª. Una comunidad eclesial:

De nuestros Asistentes y sacerdotes esperamos que nos ayuden con su sacerdocio a crecer en nuestro amor por la Iglesia y a no paralizarnos en nuestras perplejidades. No deseamos verlos paralizados a ellos mismos por dificultades que todos experimentamos y seguiremos experimentando.

*****

A mi me parece que esto, y probablemente mucho más todavía, es lo que los Principios Generales desean cuando dicen que el Asistente eclesiástico "ayuda a los miembros a descubrir los caminos de Dios, especialmente por medio de los Ejercicios Espirituales" (PG 14).

 

1.8. RELACION ENTRE LAS CVX Y LA COMPAÑIA DE JESUS.

Tanto en Roma como en Providence muchas delegaciones expresaron su deseo de contar con una asesoría más cercana y numerosa de miembros de la Compañía de Jesús. Una delegación expresó su pesar de que la Compañía no diese a las CVX un apoyo efectivo en su país.

En Roma -tal vez un poco artificialmente debido a circunstancias del momento que no del caso alargarse en ellas- algunos manifestaron su preocupación por la excesiva dependencia de los jesuitas y por la poca autonomía y carácter laical del movimiento. En cuanto esté en mi conocimiento, esta queja no se escuchó en Providence.

Estas posturas nos dan pie a reflexionar sobre la relación entre ambas instituciones.

Comienzo por afirmar una verdad de Perogrullo: la Compañía y las CVX son dos asociaciones distintas. Ninguna tiene dependencia institucional de la otra. Las CVX son agrupaciones de laicos; la Compañía es una Orden religiosa sacerdotal. Las CVX no son una Orden tercera de la Compañía.

Afirmadas claramente estas diferencias, preguntémonos ahora por los lazos de unión. Para esto necesitamos remontarnos al origen de las CVX.

Todos saben que la Federación Mundial de Comunidades de Vida Cristiana es el resultado de la transformación, después del Concilio y conforme a su espíritu, de las antiguas Congregaciones Marianas, cuya fundación se remonta al Padre Leunis, en el Colegio Romano, el año 1563. Poco después de su muerte, acaecida el 19 de noviembre de 1584, el Papa Gregorio XIII establecía canónicamente la Congregación del Colegio Romano y la declaró "Madre y Cabeza" de todos los grupos semejantes de ella derivados, y le reconoció el derecho de afiliar a otros grupos de su misma naturaleza.

Pero lo que muchos no saben es que el P. Leunis no fue el creador original de las Congregaciones Marianas. Su origen se remonta a los grupos de laicos formados por el mismo San Ignacio y sus primeros compañeros en diversas partes de Europa. El P. Leunis se inspiró en estos grupos para crear la Congregación del Colegio Romano.

Esta constatación histórica, conocida desde antiguo por los especialistas, ha sido investigada por el Padre Villaret, s.j. en su estudio "Les premiéres origines des Congregarions Mariales dans la Compagnie de Jésus", Archivum Historicum Societatis Iesu (Roma 1937) pp. 25-37. Recientemente se han escrito tres tesis doctorales sobre este tema, pero no hemos podido tener acceso a ellas. Por tal razón nos basamos en el trabajo del P. Villaret.

El tema no es sólo de erudición sino que incide muy directamente en lo que ahora nos ocupa: la relación entre la Compañía y las CVX. En efecto, si la Compañía hubiese adoptado y extendido una obra creada por uno de sus miembros, el P. Leunis, las Congregaciones no tendrían la garantía de expresar el auténtico modo como Ignacio y sus primeros compañeros vertieron a los laicos su espiritualidad y celo apostólico. Pero si el P. Leunis se inspiró fielmente en los grupos formados por la primera generación jesuita, las Congregaciones Marianas serán la expresión genuina de la espiritualidad y "modo de proceder" ignacianos adaptados a los laicos.

Como ya lo indicamos, sabemos que éste ha sido el caso. Los datos históricos son contundentes. Ya en 1540, el año de la fundación de la Compañía, el beato Pedro Fabro había formado un grupo de laicos, mediante los Ejercicios, que se llamaba "Compañía del Santísimo Nombre de Jesús" (Villaret, op. cit., p.42). Al beato Fabro siguieron otros: El Padre Laínez fundó al menos dos grupos (op. cit., p.39-40; el Padre Nadal, organizó varios en el sur de Italia )op.cit., p.37-39); Gaspar Barceo, discípulo de San Francisco Javier, crea una congregación en Goa, India (op. cit., p.35). El mismo San Ignacio instituye en 1547 una congregación de hombres con el título de "Los Doce Apóstoles" (P. Tachi Venturi, Storia della Compagnia di Gesú in Italia, Roma 1951, vol. II/2, pp. 201-203), fuera de varias otras obras confiadas por él a clérigos y laicos conjuntamente 8Ver Tacchi Venturi, Ibíd, pp. 147-209).

Así se fue extendiendo por todas partes la semilla ignaciana. Estos grupos que reciben nombres diversos, tienen sin embargo características comunes: sólida formación espiritual; hacen Ejercicios y viven según esta espiritualidad; oración y examen de conciencia diario; comunión y confesión frecuente; se reúnen semanal o quincenalmente; la devoción a María es muy viva. Su actividad apostólica es muy amplia. Priman los trabajos de mover a la conversión, enseñar la doctrina, difundir la confesión y comunión frecuente.

Entre las obras de misericordia, las hay de todo tipo: ayudan a los pobres, visitan las cárceles y hospitales, procuran reconciliar a los enemigos.

Pero también se preocupan con especial esmero en cumplir sus tareas y responsabilidades familiares, profesionales y sociales. De diversas manera tratan de influir en el cambio de las leyes para favorecer a los mas necesitados. Del grupo de la ciudad de Siena se dice que "llevan toda la ciudad de Cristo" (Totam civitatem ad Christum traducunt), fórmula que, con los debidos cambios, trasluce algo del espíritu del Vaticano II en Gaudium et Spes. De los grupos de Nápoles se decía que "sus casas se parecen a las de la Iglesia primitiva".

Una peculiaridad de estos grupos es que a menudo se reúnen por especialidades: semejanza de edad, profesión, condición social. Así hay congregaciones o compañías de artesanos, notarios, magistrados, nobles, sacerdotes, etc. (Ver Villaret, op. cit., pp. 44-49).

Sin ser una Orden tercera ni nada por el estilo, trabajan estos grupos en estrecho contacto con la Compañía: colaboran, emprenden obras en conjunto, se ayudan, se suplen y reemplazan. Están animados por el mismo espíritu de San Ignacio y sus compañeros. Un jesuita, en las Cartas que se envían a Roma, escribía: "quien los ve, deberá reconocer que están impregnados de algo de nuestra Orden" (Villaret, op. cit., pp. 50-51).

Esta breve reseña histórica explica mejor que cualquier argumentación teórica la relación entre las CVX y la Compañía.

El trabajo con laicos bien formados, impregnados de la espiritualidad de los Ejercicios, es algo que pertenece al ser jesuita. De esto dan testimonio no sólo las Constituciones, cuando tratan de los criterios para las misiones (622-623), y las Congregaciones General XXXI (1965) y XXXII (1974-75), sino sobre todo la praxis fundacional de Ignacio y sus compañeros. Las CVX son la concreción actual de este trabajo.

Para los jesuitas debería ser lo normal el acompañar grupos de laicos en su crecimiento en Cristo y en su irradiación apostólica. Esto es altamente beneficiosos para la Compañía, pues nos obliga a dar los mejor que hemos recibido de nuestra formación espiritual, teológica y humana. Siempre, quien más recibe, es el que da.

Como vimos en los testimonios históricos, hay algo no sólo de los Ejercicios sino también de las Constituciones y "modo de proceder" de la Compañía que nos es común con las CVX. No me refiero a ninguno de aquellos puntos que hacen de la Compañía una orden religiosa, sino a criterios generales como son: búsqueda del bien más universal, atención preferente a los más necesitados, primacía -en igualdad de circunstancias- por la comunicación más directa y explícita de Cristo, estricta selección de los miembros, formación larga y sólida, apertura a toda clase de misiones, fidelidad y amor fuerte a la Iglesia jerárquica. La lista se podría continuar y matizar. Mi único punto, al insistir en esto, es que entre los jesuitas y los miembros de las CVX hay tantas cosas comunes que facilitan un entendimiento y un apostolado eficaz.

 

1.9. ESTATUTO DEL COORDINADOR PROVINCIAL DE LOS JESUITAS ASISTENTES DE CVX.

(Estatuto aprobado por los Provinciales de España el 22 de Junio de 1989).

CONCEPTO DEL CARGO

Es el Coordinado de los jesuitas de la Provincia que asisten a las CVX de la misma y el Asistente Eclesiástico de la Coordinadora regional de CVX.

NOMBRAMIENTO

Es nombrado por el Provincial de cada Provincia de la Compañía de Jesús en España, previo diálogo con la Coordinadora regional correspondiente o con el Comité Ejecutivo de la CVX-E, a través del Asistente Eclesiástico nacional.

FUNCIONES

1. Es el encargado de fomentar el conocimiento, creación y desarrollo de las CVX entre los jesuitas de su Provincia, con todos los medios a su alcance. Para ello ha de ser una persona vocacionada y con experiencia de participación en la vida de las CVX.

2. Fomenta con la colaboración mutua entre CVX y la Compañía de Jesús, participando en la programación y desarrollo de la pastoral de la Provincia, tanto juvenil como de adultos.

3. Promueve el establecimiento de las CVX tanto en Centros dependientes de la Compañía como en otros (dependientes de religiosas, parroquias, etc.) en los que por su espiritualidad ignaciana tienen plena cabida las CVX.

4. En cuanto es el Asistente Eclesiástico de la Coordinadora regional de CVX, comparte las funciones de la misma y participa en sus reuniones.

5. Mantiene relación estable y frecuente con los Asistentes y los responsables de cada CVX de la región, promoviendo la colaboración entre ellas para Ejercicios, cursos de formación, encuentros, campos de trabajo, actividades culturales, campañas asistenciales, testimoniales, etc.

6. Facilita y promueve el contacto, conocimiento y colaboración entre la Comunidad CVX-E y las Comunidades de Vida Cristiana de la Provincia aun no afiliadas.

7. Forma parte del Equipo Internacional de Coordinadores jesuitas para CVX.

8. Preside y coordina las actividades del Equipo Provincial de Asistentes Eclesiásticos de CVX.

 

 

9. Mantiene relación con la Jerarquía eclesiástica de la región, promoviendo la participación y la colaboración de las CVX en la vida y la misión de la iglesia local.

COORDINACIONES

I. P. PROVINCIAL

1. Asesora al P. Provincial en el nombramiento de los Asistentes Eclesiásticos para las CVX de la Provincia.

2. Informa del desarrollo de las CVX en la Provincia.

3. En cuanto Asistente Eclesiástico de la Coordinadora regional de CVX y Coordinador del Equipo de Asistentes Eclesiásticos de la Provincia, informa al P. Provincial de las actividades programadas anualmente y es oído por éste en aquellas decisiones del gobierno pastoral de la Compañía que afectan a las CVX.

II. AsistenteS ECLESIASTICOS DE CVX

1. Coordinará la información, la formación permanente y las actividades del equipo de Asistentes Eclesiásticos de la Provincia.

2. Representa a los Asistentes Eclesiásticos de CVX de la Provincia en la Coordinadora regional de CVX.

III. LAICOS RESPONSABLES DE LAS CVX

1. Promoverá la elección de responsables laicos en las CVX que existen en la Provincia y el funcionamiento de la Coordinadora regional de CVX.

2. Facilitará asesoramiento y colaboración para las iniciativas formativas o apostólicas que le pidan las CVX.

3. Es el interlocutor válido entre las CVX (laicos) y el Provincial.

 

 

 

 

NOTA FINAL

Este Estatuto será revisado a los tres años de la fecha de su aprobación.

1.10. NOTA DEL EQUIPO DE JESUITAS SOBRE LA CVX.

ALGUNAS ACLARACIONES PRACTICAS SOBRE CVX

(Primavera, 1989)

El Equipo de Coordinadores s.j. para CVX. después de revisar su Estatuto y corregir en él la mayoría de las funciones de suplencia de los seglares, y con una gran confianza en el presente y futuro de la CVX en España, cree oportuno presentar a la atención de los Padres Provinciales estas consideraciones sobre algunos puntos de orden práctico, que piensa pueden ayudar a todos los jesuitas de nuestras Provincias.

1. La CVX es una asociación de derecho público eclesiástico, de laicos que consideran y viven la espiritualidad ignaciana, y concretamente los Ejercicios Espirituales, como "la fuente específica y el instrumento característico de nuestra espiritualidad". (PG.4)

Por razón de la común espiritualidad tiene particulares lazos de relación con la Compañía de Jesús. Como ha dicho el P. Kolvenbach se trata de dos ramas diferentes (la Compañía con sus Constituciones y la CVX con sus Principios Generales y Estatutos) que nacen de un tronco común: los Ejercicios Espirituales ignacianos. Entre ambas instituciones se puede y debe dar una fecunda colaboración apostólica.

De acuerdo con sus Estatutos la comunidad mundial CVX es regida por su Asamblea, formada por delegados de las comunidades nacionales afiliadas, que se reúne cada cuatro años, y por el Comité Ejecutivo mundial.

2. En España nada impide la promoción de la CVX desde las instituciones apostólicas, centros pastorales y proyectos apostólicos de la Compañía. Así está recogido en las Líneas Prioritarias del Provincial de España y en los Proyectos Apostólicos de algunas Provincias.

 

 

Es más, la CVX reconoce y agradece la riquísima colaboración por parte de la Compañía, sin la cual no sería posible el actual crecimiento, y se ofrece para colaborar en el apostolado de la Compañía.

Pero al mismo tiempo parece que no han de identificarse ni confundirse las opciones prioritarias, planes y proyectos pastorales de la Compañía o de una determinada Provincia con las opciones de vida y apostolado de la CVX.

3. Antiguamente las CC.MM. se constituían por voluntad del Superior de la Compañía quien pedía la erección canónica al P. General, el cual la adscribía a la Prima Primaria de Roma.

Actualmente, de acuerdo con los Estatutos de la CVX-E el proceso de creación y afiliación de las comunidades locales CVX se hace a través de la solicitud por parte de las mismas al Comité Ejecutivo, que puede conceder la afiliación provisional y que será quien presente e informe la solicitud a la Asamblea Nacional para que ésta decida sobre la afiliación definitiva.

4. Sería de desear una mejor información sobre CVX a todos los niveles (Provinciales, Delegados de Pastoral y de Educación, Superiores y Pastoralistas) que los Coordinadores se ofrecen a dar oportunamente, con el respaldo de los respectivos Provinciales.

Igualmente en la medida de lo posible, parecería conveniente algún contacto directo, de modo habitual, entre Provinciales y Superiores locales con los seglares responsables de CVX a los diversos niveles local, regional y nacional.

Finalmente parecería clarificador que a efectos de status, catálogos, etc., sólo apareciera como misión y servicio CVX (Consiliarios o Asistentes eclesiásticos, Centros, etc.) aquellos que son reconocidos como tales po la comunidad nacional CVX (CVX-E) a través de la afiliación provisional o definitiva o a través de relaciones de interés o simpatía asumidas por las mismas comunidades de laicos.

 

 

 

 

El Equipo de Jesuitas Coordinadores para CVX.

 

2. COLABORACION LAICOS Y

SACERDOTES/RELIGIOSOS

Siendo verdad que la CVX es fundamentalmente una comunidad de laicos, esto no ha de entenderse de una manera exclusiva y excluyente. La CVX está abierta a la participación en ella de sacerdotes, religiosos, religiosas y miembros de institutos laicales, sin que su participación se deba a la necesidad de un determinado rol o servicio. En otras partes del mundo, sobre todo en los países llamados de misión, con alguna frecuencia puede observarse que sacerdotes y religiosos/as participan de la vida de los grupos CVX.

Además la CVX necesita la colaboración de sacerdotes que le ofrezcan el servicio del ministerio sacerdotal y de sacerdotes y religiosos/as, buenos conocedores de la espiritualidad ignaciana, que la ayuden como Guías en su crecimiento. Pero esta colaboración es siempre recíproca, porque CVX también les aporta, por su parte, su estilo de vida comunitario y apostólico, siendo no pocos los que agradecen la experiencia de colaboración como un gran don espiritual, comunitario y apostólico, que le ha hecho la CVX.

Esta colaboración adquiere un carácter más institucional cuando alguno de ellos es nombrado Asistente Eclesiástico. Este no está en CVX por vocación sino por misión. Su servicio viene bien definido en los PG y NG de la CVX (Cfr. Glosa) y la riqueza del mismo muy bien desentrañada en el artículo de José Reyes (Cfr. Dossier, cap.4 - 1.7.). Al asumir su nombramiento y misión se convierte en un colaborador cualificado de la CVX, lo cual requiere convertir su tarea primordialmente en un asunto del corazón evangelizado, que se entrega con gratuidad, disponibilidad y generosidad al servicio eclesial que le ha sido confiado.

Igualmente es bienvenida en CVX-E la colaboración de religiosas y miembros de institutos seculares, conocedoras de la espiritualidad ignaciana, como Guías de grupo tanto de jóvenes como de adultos. Como se sabe el Guía de grupo es muy importante para asegurar el proceso de crecimiento CVX.

 

 

 

3. VINCULACION CON LA PASTORAL DIOCESANA / COMPAÑIA DE JESUS

 

1. PASTORAL DIOCESANA

CVX, por no ser movimiento especializado de ámbito diocesano, debería cuidar especialmente su relación y vinculación con las líneas de pastoral y evangelización de las iglesias locales, así como su relación de colaboración sincera con organismos e instituciones eclesiales, aportando la especificidad del propio carisma, con sencillez, habida cuenta de que se trata de un don del Espíritu en favor de la comunidad eclesial.

En ese contexto convendrá que tanto los miembros CVX como las comunidades, colaboren con firmeza, sin esperar nada a cambio, evitando protagonismos, en la línea de la bandera de Cristo: "tres escalones; el primero pobreza, el segundo oprobio contra el honor mundano, el tercero humildad contra la soberbia..." (E.146).

La colaboración con entidades de Iglesia y afines, deberá potenciarse más, con aquéllas que manifiesten sin ambigüedades su opción en favor de los más pobres, y en general por la línea fe-justicia como expresión clara de seguimiento del Señor "pobre y humilde" (E.167).

 

2. COMPAÑIA DE JESUS

Aunque el carisma institucional de la Compañía de Jesús sea distinto al de la Comunidad de Vida Cristiana, ambos tienen su origen en una espiritualidad común, formulada y vivida por Ignacio de Loyola y sus compañeros.

Esa identidad en el origen, el caminar en colaboración ya desde los orígenes de las congregaciones marianas, y la unión de ánimos con una visión común en cuanto a los objetivos apostólicos y modos de actuar, ha manifestado la llamada a una sincera colaboración apostólica de la S.J. y CVX como entidades de Iglesia.

 

 

 

Actualmente, el Asistente Eclesiástico Mundial CVX, es el P. Kolvenbach (Propósito General de la S.J.).

La vinculación eclesial de la mayoría de comunidades se confía a la S.J., que a través de sus responsables competentes (P. General, PP. Provinciales), nombra los Asistentes eclesiásticos pertinentes a propuesta y en diálogo con las CVX interesadas (según los distintos niveles: ámbito nacional, regional o provincial, local, etc..).

 

4. LOS EQUIPOS

Una de las características de la CVX es tener una fuerte cohesión debida a la espiritualidad ignaciana compartida y, sin embargo, una débil organización. El dinamismo comunitario está centrado en la participación de todos y el discernimiento comunitario y no estructurado jerárquicamente.

Uno de los criterios de organización CVX es la coordinación en todos los niveles: de responsables de grupo, de Guías, de Asistentes, de las comunidades locales de una determinada diócesis, región, Provincia jesuítica, etc.

De aquí que el saber trabajar en equipo sea tan necesario para el crecimiento de la CVX. El Asistente ha de tener entre sus dotes la capacidad de participación y animación en estos diferentes equipos y, en alguna medida, la mística del trabajo en equipo.

Cada comunidad local se da a sí misma los órganos de gobierno que considera necesarios. Sin embargo es muy aconsejable que los responsables de los diferentes grupo, por un lado, y los Guías de grupo, por otro, se coordinen entre sí, para asegurar un buen proceso de crecimiento CVX. La participación del Asistente en estos equipos de responsables y de Guías es muy importante, tanto para el cumplimiento de la misión que se le ha confiado en la CVX, como para que estos equipos realicen la función que tienen en la comunidad.

Normalmente en CVX-E las Coordinadoras, Comisiones de servicio, etc., en los diversos niveles (locales, de Centro pastoral, regionales, nacionales), cuentan entre sus miembros con un Asistente nombrado en diálogo con los seglares. Su papel para el crecimiento comunitario de estos equipos y para el discernimiento apostólico de los mismos es indispensable.

También es necesario, para asegurar un buen servicio a la CVX que los Asistentes se coordinen entre sí en los diferentes niveles (local, regional y nacional). Estos equipos de Asistente conviene que estén bien estructurados -incluso que tengan su estatuto de funcionamiento debidamente aprobado y reconocido por todos- de manera que el equipo sea eficiente y de alguna manera vinculante a la hora de coordinar el servicio de los Asistentes a la CVX.

En resumen, saber y querer trabajar en equipo, tanto en equipos de seglares como de jesuitas, y de alguna manera encarnar la mística del trabajo en equipo, es una cualidad muy necesaria para quien es nombrado Asistente de CVX. El trabajo en equipo es importante para la organización y el crecimiento de la CVX.

FORMACION

 

1. FORMACION DE LOS LAICOS

 

1. PUNTO DE PARTIDA

Por tratarse de adultos en el proceso CVX, habrá que situar la formación en una etapa de mayor plenitud, en la que los laicos están ya realizando la misión a la que un día fueron llamados, sea en el contexto familiar, sociopolítico, eclesial o en la propia comunidad CVX.

En etapas previas habrán recibido la correspondiente formación que les habrá permitido el crecimiento humano y espiritual, y optar por vivir como miembros de la Comunidad de Vida Cristiana. Ya como adultos, necesitarán una formación permanente integrada en un proceso personal y comunitario.

El Asistente eclesiástico "tiene como principal responsabilidad el desarrollo cristiano de toda la comunidad... en el área de los problemas doctrinales y pastorales" (PG 14). Con frecuencia actuará también con el rol de "Guía" de un grupo o de una comunidad. En cualquier caso a él le compete la responsabilidad pastoral, pero no debería considerarse el maestro formador de los laicos, sino que tendría que promover esa formación buscando con ellos la mejor forma de llevarla a buen término.

2.DIFICULTADES

Considerando el actual momento de CVX-E, en que las comunidades están viviendo ya el proceso CVX en fase adulta, después de muchos años de crecimiento en todos sentidos, parece conveniente atender sobre todo, aunque no exclusivamente, esa "nueva etapa", que podríamos calificar de adultos-jóvenes en CVX.

Nota: transcribimos parte de la ponencia del "Encuentro de Asistentes CVX. Madrid 15 feb. 92".

Ese sector joven-adulto, se siente ya agente y actor del mundo y de la sociedad, precisamente porque está asumiendo su rol de "adulto" en la vida. La vida suele manifestárseles como un futuro totalmente abierto y lleno de alicientes, pero al mismo tiempo como parámetro que "limita" y acota. Efectivamente, los jóvenes de 25-35 años, experimentan progresivamente la limitación que el ritmo de la vida va imponiendo a sus ilusiones y deseos, de modo que su existencia la perciben como una tensión en medio del mundo entre el deseo y la realidad, entre el deseo y la posibilidad.

Esta tensión se manifiesta en los ámbitos esenciales de la vida y, por tanto, en aquellos que definen la vida como creyentes.

Enumero y comento brevemente los cuatro aspectos que a mi juicio inciden directamente en el desarrollo del proceso cristiano y CVX.

a) El cultivo de la vida interior. Todo el mundo ve la necesidad de no descuidar ese aspecto, y siente la necesidad de que no se apague el deseo de seguir creciendo, de no estancarse, de seguir la marcha a buen ritmo. Todo el mundo siente la necesidad de no apagar el deseo de Dios. Y al mismo tiempo, la "realidad" de la vida, o del ritmo de vida que tienen que soportar, se manifiesta como la gran limitación que parece bloquear el deseo.

La posibilidad misma de crecimiento interior, implicará el aprender a vivir con optimismo y realismo la tensión del deseo no saturado, sin añoranzas de tiempos pasados.

b) El crecimiento como familia en el sentido amplio (la propia pareja, los hijos y en muchos casos los padres, etc.) es un aspecto nuclear en esa (y en todas) las etapas de la vida. También habrá que vivir con optimismo y realismo la tensión entre la necesidad de "estar en casa" y de "salir de casa".

c) El compromiso y la responsabilidad socio-política también en sentido amplio (simplificando, incluiría ahí, el ámbito de las responsabilidades profesionales e incluso eclesiales, etc.). Qué duda cabe que la vinculación social habrá que vivirla también como tensión al experimentar por una parte los logros y esperanzas de la gente, y por otra, el inmenso fracaso del mundo de los adultos.

Cabría apuntar también la frecuente tensión, que podríamos calificar de "banderas": las redes y cadenas del tener, del estanding, del poder, del nivel de vida... como oferta poderosa del mundo profesional y social, en contraste con las opciones previas de la fase en CVX como joven.

Ahí, la tensión, definirá el deseo de no claudicar, de buscar siempre la luz.

d) También la propia vida de comunidad y de CVX estará definida por la tensión entre el deseo de buscar en ella una referencia y una potenciación para la propia vida, y la pobre realidad acotada por las posibilidades que ofrecen las responsabilidades sociopolíticas y familiares, y las situaciones de los procesos personales de los distintos miembros de grupos y comunidades.

Y ya en el contexto de la vida de comunidad, podríamos bosquejar una fenomenología bastante común que expresa la problemática en CVX de jóvenes adultos:

- por una parte el agotamiento de las anteriores fórmulas funcionales de la dinámica interna de grupos y comunidades, más adecuadas para jóvenes estudiantes,

- y por otra la dificultad de relación con los sectores más jóvenes.

Ambos aspectos comportan también una tensión dado que las dinámicas ya caducas deben ser la referencia en gran medida para nuevas formas de vida y actuación; y porque el diálogo con las nuevas generaciones resulta indispensable para poder crecer juntos críticamente sin entorpecer el proceso de cada sector.

 

3. OBJETIVO

(Glosa de alocuciones del P. Arrupe dirigidas a AA.AA. de colegios de la SJ)

El objeto de la formación continuada, son las personas, que viven un compromiso CVX sumergidas en la realidad del mundo, que un día hicieron los EE. y "ofrecieron sus personas al trabajo" {EE 96} con el "Rey Eternal".

La formación debería ayudar a comprometer gozosamente a toda la persona en la opción por la causa del Reino de Dios.

"Se trata de transformar al hombre en un nuevo tipo de hombre, hacerle en frase evangélica nacer de nuevo, porque sólo hombres transformados son capaces de transformar al mundo incluso manejando estructuras imperfectas" (A208,25).

"Este nuevo tipo de hombre, nacido de la fe en Jesús, que es el hombre muerto a todo egoísmo y por lo mismo, resucitado, re-nacido, libre para amar de verdad, libre para dar la vida, libre para entregarse y comprometerse enteramente por los demás. Hombre que integrando en la profunda unidad de su persona fe y amor, amor a Dios y amor al prójimo, hace verdad visible en sí mismo la entera fecundidad social de nuestra fe en jesús. Es como Jesucristo, un hombre-para-los-demás" (A209,10).

Para ello habría que tener en cuenta algunos aspectos esenciales:

a) Nueva sensibilidad

"Una nueva sensibilidad ante las realidades de nuestro mundo. Una especie de sexto sentido para detectar el desajuste y la injusticia allí donde se encuentren, precisamente porque es el fruto de toda una otra visión y valoración del hombre... nadie como el cristiano, si lo es de verdad, impulsado por la caridad, está dotado de órganos y medidas más sensibles para captar la injusticia" (A209,20).

b) Espíritu de búsqueda

"Algo que constituye la esencia misma del espíritu ignaciano y que nos capacita para renovarnos continuamente: un espíritu de búsqueda continua de la voluntad de Dios, una agudizada sensibilidad espiritual..." (A161,1).

c) Fuerza iluminadora de la Palabra

"Es un nuevo hombre con una nueva fuerza en base a la Palabra que ha escuchado, en la que ha creído, por la que espera y con la que ha llenado de sentido toda su existencia... fuerza que le impulsa a la más profunda inserción en el mundo para fomentarlo y transformarlo" (A209,30).

d) Prontitud para la acción

"Hombre... con una prontitud para la acción y dotado de un nuevo procedimiento. Aquí otra novedad radical del Evangelio. Desde las formas más elementales de austeridad personal, para dar más hasta la entrega personal... la comunicación, la donación, el compartir, las formas inagotablemente originales, son el nuevo estilo del hombre nuevo" (A209,35).

 

e. La misión como razón de ser de CVX

Deberíamos considerar tres aspectos que se manifiestan en el misterio de la Encarnación del Hijo:

e.1) "La Iglesia ha cobrado nueva conciencia de que la acción de toda situación opresiva, y consiguientemente la participación en la transformación de este mundo, ya desde ahora, forman parte constitutiva de la misión que el Señor Jesús le confió. Ello le impulsa a educarse (o mejor re-educarse) a sí misma... con un método tal que nos enseñe a conducir la vida en su realidad global y según los principios evangélicos de la moral personal y social, que se expresan en un testimonio cristiano vital"

e.2) "Dios vive en Jesucristo este nuevo tipo de hombre, esta nueva fuerza de inserción, esta nueva acción transformadora desde dentro... nos enseña a realizar así esa primera reconciliación entre nosotros, mediante el primer paso de aproximación al hombre que es la justicia. Porque en realidad la reconciliación como tarea del cristiano no se queda en la justicia, va mucho más allá de la justicia, va "hasta el extremo", no tiene otros límites..." (A 210,25).

e.3) Dios, inmerso en las estructuras de los hombres, busca ante todo al hombre, artífice de dichas estructuras, se interesa por el hombre concreto, su cambio, su transformación, su metanoia... ya a través de él la de sus estructuras... siempre reformables sólo desde hombres cambiados, nacidos de nuevo. Ahí promulga la utopía de la creación de este nuevo hombre y lanza el procedimiento nada propagandístico ni nada espectacular (... como pueda ser una cruz) de esta fermentación de la humanidad, como tarea permanente de todo cristiano" (A211,1).

 

Nota:(A)Pedro Arrupe. Hombres para los demás AA.AA. Barcelona. Diáfora S.A. Barcelona 1983.

 

4. AMBITOS

Planteado así el objetivo de la formación, parece claro que habrá que desestimar como inadecuado cualquier planteamiento de formación para los adultos en CVX, como una "formación de mantenimiento".

Parece también que un proyecto o plan de formación debería tener en cuenta una serie de ámbitos que habría que atender de forma más o menos cíclica o más o menos simultáneas según lo aconsejasen las circunstancias y los procesos comunitarios y personales.

Sugerimos algunos:

4.1 Espiritualidad CVX

Se trata de la especifidad del carisma original y fundante de la comunidad. El profundizar en la espiritualidad CVX, conlleva entrar por caminos "sapienciales" que suponen un saber práctico, vital: experiencia y reflexión: vida y oración: contemplación y acción".

De ahí la importancia en esas etapas adultas, de re-vivir y reformular la experiencia de los Ejercicios, de modo que ese nuevo vivir los EE, ayude a reformular la fe entendida como la adhesión del corazón a Jesús y su causa, en las circunstancias nuevas de la vida.

Ese capítulo debería incluir el profundizar en el sentido de los Principios Generales, y concretamente en el estilo de vida propio de CVX (PG.12).

Podríamos resumir brevemente: se trata de hacer operativa la pedagogía del discernimiento..

Ahí habría que insistir en la importancia del examen diario, entendido como "el discernimiento nuestro de cada día". Para la mayoría, esos minutos de oración sobre la vida, serán la única posibilidad real de oración diaria.

Hay que tener en cuenta que para Ignacio, el examen de conciencia es propiamente un coloquio lleno de humilde agradecimiento, completamente impregnado de fe, confianza y de amor (H. Coathalem). Se supone que quien dedica un tiempo a revivir la jornada con la mirada del Señor, en el "examen", como miembro CVX, es un apóstol, y que, por tanto, ha estado colaborando a lo largo del día con el Señor, viviendo en su vida aquel "quien quisiera venir conmigo" (E.93) de la meditación del Reino. Por eso el examen del día es algo así como la pausa obligada en el camino para echarle una mirada con cierta perspectiva, para recuperar las fuerzas, para tomar nuevo impulso, para reemprender el camino con el Señor, atento a las señales de su presencia advertidas en el transcurso de la jornada.

4.2. Análisis de la realidad

Habría que arbitrar los medios y métodos más adecuados para ver la realidad con la mirada iluminada del Señor (cfr. meditación de la Encarnación:EE). Una visión que afecte el corazón e induzca a actuar.

No se trata de un simple estudio académico sino de un dejarse afectar por la realidad de nuestro mundo y de nuestra gente, "los amados del Señor".

Ciertamente que ahí la revisión de vida (R.V.) puede jugar un papel importante como método de análisis y de acción discernida.

Esa R.V. en CVX, debería apoyarse en el hábito de examen diario de los miembros del grupo o comunidad, dado que el objeto genérico de la R.V. es el ver la realidad con la mirada lúcida e iluminada de Dios, para que afecte el corazón y mueva a actuar en consecuencia, en la línea de la contemplación de la Encarnación de los Ejercicios (E.101s).

Cabría insistir en algo que aunque obvio, se olvida muchas veces en la dinámica habitual de las comunidades de adultos en CVX: se podría enunciar así: el objeto de la R.V. en CVX, es la misión apostólica personal y comunitaria, dado que CVX se define a sí misma como comunidad apostólica. Deberían ser por tanto los campos de misión asumidos por la comunidad como tales el tema que ocupe básicamente la R.V. de los grupos/comunidades CVX. En ese sentido, habrá que redescubrir en la R.V. un tiempo esencial como discernimiento comunitario en orden a la misión, para evaluarla, potenciarla, motivarla y reactualizarla constantemente.

No habría que olvidar la posibilidad (más difícil en la vida adulta) de participar en experiencias de inserción en las realidades de pobreza y dolor de nuestro mundo, como factores quasi-sacramentales que ayudan a abrir los ojos de otra manera ante la realidad.

En definitiva se trata de estar profundamente atentos para poder captar los "signos de los tiempos" como palabra elocuente de Dios.

4.3. Lectura de la Palabra

La lectura actualizada de la Palabra es imprescindible para sintonizar con la experiencia original cristiana y para originar nueva experiencia pascual en las circunstancias actuales.

En ese sentido las catequesis y estudio bíblicos orientados a un conocimiento siempre nuevo de la literatura bíblica, son imprescindibles para ayudar a iluminar la realidad actual con la mirada de Dios.

No hay que olvidar que los escritos bíblicos neotestamentarios son el testimonio impreso de procesos de R.V. vividos por una serie de comunidades marcadas por la experiencia pascual original, y que por tanto se sitúan en el origen de nuestra fe. Entrar a fondo en el conocimiento de esas experiencias creyentes, es una fuente básica de iluminación para nuestro camino de seguimiento del Señor Jesús.

En CVX debería tenerse un conocimiento bastante profundo de los primeros escritos cristianos, de los Evangelios, de los profetas del A.T. y otros textos deuteronómicos, etc..

Esa lectura de la Palabra, debería alimentar habitualmente la oración de los miembros CVX.

4.4. Sentir con la Iglesia

"Ojos que no ven, corazón que no siente"...: la vida adulta cristiana se significa por un mayor conocimiento de la realidad eclesial con lo que conlleva de gozos y frustraciones.

Convendrá conocer con mirada universal esa Iglesia-pueblo de Dios con sus logros y limitaciones: su dimensión jerárquica, y su dimensión "de base", etc.

Parecería conveniente en los momentos actuales de crisis de ideologías, el profundizar en la doctrina social de la Iglesia como iluminadora para crear futuro.

Y también, el redescubrir el sentido a su sacramentalidad de salvación y a sus concreciones sacramentales: redescubrir el sentido fundante de la Eucaristía, la Reconciliación, la Iniciación cristiana (que afecta ya a los hijos de los matrimonios de nuestras comunidades), la consagración de la ancianidad y la enfermedad, etc...

Habrá que apostar en serio por la Iglesia (en esa fase adulta en CVX, y por tanto como bautizados), una Iglesia entendida y vivida como "pueblo de Dios" (Vaticano II) cuyo único Señor es Cristo y que no tiene "señores intermedios". Vivir en ella la auténtica experiencia de libertad precisamente porque habrá muchos mecanismos que intentarán lo contrario.

En ese sentido ayudará la clave ignaciana: "creyendo que entre Cristo N.S. esposo, y la Iglesia su esposa, es el mismo Espíritu, que nos gobierna y rige" (E.36T) y también el comportamiento de Pablo frente a las claudicaciones de Pedro: "me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión... se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos" (Gal. 2,11-12); un Pablo que insiste: "hermanos, habéis sido llamados a la libertad" (Gal. 5,13).

 

4.5. Los sectores y campos de misión

Del mismo modo que en los campos profesionales la urgencia de progreso empuja necesariamente a formarse y reciclarse para no quedar rezagados... los propios sectores que definen la vida adulta CVX, entendidos como campos de misión, deberían motivar y urgir un constante reciclaje para poder siempre dar una respuesta proporcionada a los nuevos desafíos:

en el ámbito familiar (matrimonio, padres, ancianos, hijos).

en el ámbito profesional (para un cambio de estructuras más humanas, más evangélicas).

en el ámbito político/social, etc..

Para una auténtica formación permanente habrá que inventar y aprovechar: inventar nuevas formas de reflexión, de estudio, de ayuda, de diálogo... aprovechar actividades e iniciativas de entidades y grupos afines... y promover cauces de estudio y reflexión.

 

5. FORMACION PERMANENTE

La formación es algo que debe estar siempre presente en el proceso personal y grupal de las comunidades CVX, y tal como decíamos anteriormente, no como "mantenimiento", sino como crecimiento para la realización de la misión.

Eso supone que la formación no es una cuña añadida a la vida, sino parte de la misma vida.

Cabría aquí citar el final del libro del Deuteronomio, y dejar resonar las últimas palabras de Moisés, su testamento:

"Porque estos mandamientos que yo te prescribo hoy, no son superiores a tus fuerzas, ni están fuera de tu alcance.. sino que la Palabra está bien cerca de ti, está en tu boca y en tu corazón para que la pongas en práctica" (Dt.30,11-14).

 

 

 

 

Esa formación para la misión, es un auténtico don de Dios, como lo fue la Ley de Moisés, y como todo auténtico don, una tarea para nosotros.

Ahí juega un papel imprescindible la pedagogía ignaciana de los ejercicios, "para vencer a sí mismo y ordenar su vida..." (EE21 cfr.EE46, etc..).

Difícilmente cabe hablar de formación en una vida desordenada aunque sea con la excusa de la misión...

La formación permanente es un auténtico barómetro que registra la calidad de la integración fe-vida, oración-acción.

 

6. FORMACION INICIATICA CVX, PARA ADULTOS

Cada vez es más frecuente en CVX, el que gente ya adulta, pida "entrar" en las comunidades, bien por amistad con alguno de sus miembros, o porque se inicia un noviazgo de algún joven con alguien que no pertenece a CVX, y que se interesa por el estilo cristiano CVX; o porque ha hecho ejercicios y se ha despertado en él un vivo interés por la espiritualidad ignaciana y desea vivirla a fondo en la vida como "quinta semana"; o porque pertenece a otros grupos o comunidades y siente el deseo de caminar por línea CVX, etc...

Esa realidad habrá que interpretarla como un auténtico don de Dios que apuesta y cuenta con la familia CVX, como colaboradora en la tarea del Reinado de Dios en nuestro mundo.

Estos nuevos miembros CVX, necesitarán un cierto proceso iniciático que les permita conocer a fondo la espiritualidad y estilo de vida CVX. Las comunidades, de la misma manera que normalmente se plantean y organizan la formación de las nuevas generaciones de jóvenes, deberán pensar cómo atender esa necesidad de formación de nuevos compañeros de camino llamados a CVX, en su edad adulta.

Dado que previsiblemente participarán plenamente del ritmo comunitario desde el primer momento, valdrá para ellos todo lo expuesto anteriormente referente a la formación (permanente).

Con todo habrá que pensar algunas cuestiones específicas a acentuar como formación iniciática, tales como:

Experiencia (fundante) de ejercicios, acompañados personalmente.

Planteamiento y formulación de su misión personal y comunitaria.

Conocimiento de nuestra espiritualidad expresada en los Principios Generales.

Conocimiento de la realidad CVX, más allá del horizonte de la propia comunidad, de modo que cuanto antes pueda asimilar vivencialmente la realidad de CVX, como una comunidad-apostólica-universal.

Formación teológica (complementaria) pertinente, que la ayude a formular y tematizar una cristología y una eclesiología acorde con su experiencia de ejercicios, etc..

2. FORMACION DE LOS ASISTENTES Y GUIAS.

 

2.1. LA FORMACION DE LOS PRESBITEROS SEGUN EL CONCILIO VATICANO II

 

Servicio presbiteral en la Comunidad eclesial.

(Cfr. LG nº 28; PO nº 4, 5 y 6)

Nos ha parecido conveniente, al hablar de la formación de los Asistentes y Guías en la CVX, recordar algo que dice el Concilio Vaticano II respecto a la formación de los presbíteros. Y esto por dos razones: la primera, porque la mayor parte de los Asistentes normalmente serán presbíteros, también algunos de los Guías; la segunda, porque, lo sean o no, ciertamente desempeñan un servicio presbiteral, siéndole por tanto aplicable en su medida la enseñanza del Concilio. Veamos, pues, lo que se nos dice respecto a la función presbiteral.

Los presbíteros, en unión y dependencia con los obispos, han sido consagrados como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento, según la imagen de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote (Heb 5,1-10; 7,29; 9,11-28).

Función propia suya, siempre en comunión con la Iglesia, que tiene una jerarquía, es anunciar la palabra de Dios, guiar a la comunidad y presidir la liturgia. Ejercitando , en la medida de su autoridad, el oficio de Cristo, Pastor y Cabeza, y así, reúnen la familia de Dios como una fraternidad, desempeñan el ministerio de la reconciliación, de la consolación y el alivio; se afanan en la palabra y la enseñanza y, junto a todo el pueblo, adoran a Dios en espíritu y en verdad.

Ellos, como enviados por Cristo en la persona del Obispo, son medio para que todos reciban la gracia en los sacramentos y Guían la porción del pueblo de Dios que les ha sido confiada; contribuyen así a hacer visible en cada lugar la universal Iglesia de Cristo y prestan eficaz ayuda a la edificación de su cuerpo total.

 

Relación en la Comunidad eclesial.

(Cfr. LG nº 28, 37; GS nº 43; PO nº 9; Ap. Ac. 24, 25 y 26).

Las relaciones entre las personas con distintos carismas de servicio presentes en la comunidad, ante todo, deben estar presididas por la familiaridad y la conciencia de la radical igualdad de todos los bautizados en Cristo. Pero junto a esto debe aceptarse la existencia de esa variedad de carismas y servicios que el Espíritu hace surgir en la Comunidad eclesial. De ello brotará el respeto mutuo y el gozo agradecido por esa diversidad de dones.

El Concilio Vaticano II espera del presbítero que, respecto a los demás miembros del pueblo de Dios, tenga solicitud de padre en Cristo, actitud de servicio en su función presidencial y de ser testigo de la Verdad y de la vida; además especialmente debe preocuparse y buscar a los alejados. Junto a esto se le pide reconocer y promover la dignidad y responsabilidad de todos los miembros de la comunidad con sus respectivos carismas, respetar su autonomía y justa libertad dentro de la iglesia, estar abierto a la escucha de lo que cada uno tenga que decir, y pedir y aceptar sus consejos.

El mismo Concilio recomienda a los laicos escuchar y aceptar con obediencia cristiana lo que los pastores, como representantes de Cristo establecen en la Iglesia actuando de maestros y Guías, pero también expresa el derecho, y en ocasiones el deber, de los laicos de hacer saber a los pastores su parecer sobre el bien de la Iglesia también sus necesidades y deseos; todo ello con la libertad y confianza de hijos de Dios y hermanos de Cristo.

Por otra parte, el mismo Concilio recomienda al resto del pueblo de Dios escuchar y aceptar con obediencia cristiana lo que los pastores, como representantes de Cristo-Cabeza, establecen en la Iglesia actuando de maestros y Guías; pero también expresa su derecho, y en ocasiones su deber, de hacer saber a los pastores su parecer sobre el bien de la Iglesia

así como sus necesidades y deseos; todo ello con la libertad y confianza de hijos de Dios y hermanos en Cristo.

Así, juntos todos como miembros distintos de un solo Cuerpo, pueden juzgar con mejor precisión y aptitud sobre todo tipo de asuntos, tanto espirituales cuanto temporales. Con esta doble escucha mutua, la Iglesia entera, fortalecida por todos sus miembros, puede cumplir con mayor eficacia su misión en favor de la vida del mundo.

Exigencia y obligación de una formación adecuada y permanente de los presbíteros.

(Cfr. PO 19; OT nº 22).

El desempeño del carisma y servicio presbiteral -nos recuerda la Presbyterorum Ordinis, exigen de los presbíteros estar "maduros en la ciencia" y que su doctrina sea "medicina espiritual para el pueblo de Dios". Esta ciencia, requerida para un ministerio espiritual, debe ser espiritual. Por ello se obtiene ante todo por la lectura y meditación de la Sagrada Escritura y por el estudio de los Santos Padres y doctores y de la Tradición . Pero esta sabiduría espiritual ha de servir para saber buscar respuesta a los problemas que se le plantean a los hombres de hoy; por ello es preciso también conocer y estudiar los documentos del Magisterio y la lectura de los teólogos así como de otros autores que son testigos de la cultura actual, sin olvidarse tampoco de las otras ciencias como las pedagógicas, psicológicas, sociológicas, etc.

Los presbíteros, dice también el Concilio, deben completar, "convenientemente y sin intermisión", su ciencia divina y humana a fin de estar preparados para entablar el diálogo con los hombres de nuestro tiempo. Por otra parte, deben procurar conocer y captar los nuevos modos de evangelización y apostolado, y ser capaces de reflexionar críticamente sobre sus métodos pastorales y sus experiencias apostólicas.

Todo ello requiere no sólo una preparación seria y profunda durante los años de la carrera eclesiástica, sino que se prosiga y complete la formación después de acabada aquella. Es lo que se ha dado en llamar la "formación permanente".

 

 

El Concilio mismo insinúa una serie de medios para dicha formación permanente como son la participación en cursos o seminarios, congresos, centros de estudios pastorales, etc.; además, naturalmente, de la lectura y estudio personales y orientados.

 

 

 

 

Bibliografía:

1.Lumen Gentium n. 28.

Presbyterorum Ordinis nn. 4, 5 y 6.

2.Lumen Gentium nn. 28 y 37.

Gaudium et spes n. 43.

Presbyterorum Ordinis n. 9.

Apostolicam Actuositatem nn. 24, 25 y 26.

3.Presbiterorum Ordinis n. 19.

Optatam totius n. 22.

4.Pastores dabo vobis nn. 70-81

 

 

2.2. FORMACION DEL GUIA/ASISTENTE EN CVX.

I: ELEMENTOS

Rol del Guía

Cualquiera, por poco iniciado que esté en CVX, habrá escuchado muchas veces que el papel del Guía en un grupo es semejante al papel del que da los Ejercicios respecto al ejercitante. En consecuencia, y "mutatis mutandis", le son aplicables las anotaciones de Ejercicios correspondientes a aquel: (Anotaciones 2ª, 6ª, 7ª, 8ª, 9ª, 10ª, 14ª, 15ª, 17ª y 20ª).

Sus funciones principales serían:

a) ayudar al grupo a discernir y a decidir, para lo cual es preciso que sepa captar y devolver explicitado al grupo lo que en él está sucediendo actualmente (a nivel de sentimientos, relaciones y procesos grupales) a fin de que éste pueda afrontar su situación, discernir las mociones de individuos y grupales y tomar decisiones.

b) sugerir y facilitar los medios de formación apropiados (método y contenidos) para el crecimiento y maduración de los individuos y del grupo. Crecimiento y maduración cristianas y en el propio carisma CVX discernido y aceptado en orden a devenir una Comunidad Cristiana.

Es, pues, un papel de formador que orienta y acompaña el proceso de crecimiento del grupo.

Ello requerirá un saber mantener una cierta distancia respecto al grupo que le permita objetivar, aunque compartiendo en profundidad los sentimientos de las personas del grupo. El equilibrio entre una cosa y otra le irá aconsejando la actitud conveniente según la madurez de las personas y la etapa de desarrollo del grupo.

El Guía debe tener muy clara la meta de la CVX y de las distintas metas parciales que apuntan a aquella, según dicha etapa de desarrollo.

 

 

Especificidad del rol del Asistente

El Asistente eclesiástico, que normalmente será sacerdote, en la mayoría de los casos desempeñará también el papel de Guía de uno o más grupos. En cuanto tal su rol no se diferencia del de los Guías laicos o religiosos no sacerdotes.

Sin embargo, en cuanto Asistente eclesiástico presenta una especificidad vinculada a su carácter sacerdotal y nacida de su representatividad jerárquica. Esta especificidad podrá resumirse en los siguientes elementos:

a) recuerdo profético constante del objetivo fundamental de la Comunidad que es el seguimiento de Jesús en el mundo de hoy;

b) es signo de la vinculación de la Comunidad a la Iglesia y de que la misión de aquella la recibe de ésta;

c) garantiza que la formación que se da en el grupo está inspirada y sostenida por las verdades de la fe y la doctrina de la Iglesia;

d) garantiza y apoya que el proceso del grupo va orientado por la inspiración de la espiritualidad ignaciana;

e) desempeña normalmente su servicio ministerial por la proclamación de la Palabra y la administración de los sacramentos.

El Asistente es, pues, un animador de la vida cristiana de la Comunidad y de su dinamismo ignaciano. Al mismo tiempo es el vínculo oficial con la jerarquía eclesiástica y, generalmente, con la Compañía de Jesús con quien, por razones de herencia espiritual común, la CVX se siente privilegiadamente unida.

Asistente y laicos juntos, tratan de responder a la llamada universal de los cristianos a la santidad (LG 41).

 

 

 

Elementos de formación necesarios para cumplir estas funciones.

La importancia de la contribución que al grupo se presta con estas funciones exigen una preparación profunda, experiencia y una formación permanente. Los aspectos o sectores general de esta formación deberían ser los siguientes:

A) PARA EL GUIA:

1. Ejercicios Espirituales de S. Ignacio:

experiencia reflexionada de ellos.

familiaridad con el proceso global.

comprensión de su dimensión social.

2. Comunidad de Vida Cristiana:

conocimiento y comprensión de los Principios Generales.

adquisición de la capacidad de aplicación del proceso de los Ejercicios a la formación de la CVX.

conocimiento de la formación de CVX.

 

3. Psicología de los grupos humanos:

sensibilidad y capacidad para las relaciones personales.

cierto conocimiento de la dinámica de las relaciones grupales, proceso grupales y desarrollo personal.

4. Sensibilidad y cierto conocimiento de los problemas sociales, económicos y políticos del mundo de hoy.

5. Cierta preparación doctrinal teológica:

un mínimo de familiaridad con la Sagrada Escritura.

un mínimo de familiaridad con las enseñanzas de la Iglesia.

B) PARA EL ASISTENTE:

1. Experiencia personal y conocimiento de los Ejercicios ignacianos y de la CVX.

2. Experiencia de Dios y de su Palabra y preparación para transmitirlos y hacerlos gustar.

3. Conocimiento actualizado de la doctrina de la Iglesia.

4. Formación vocacionada para promover el crecimiento del laicado y trabajar junto a él como Pueblo de Dios.

 

Bibliografía:

Ejercicios Espirituales: Anotaciones

Survey del proceso de formación en las CVX.

Aclarando los diferentes roles... Suplemento del Survey.

O'Sullivan: "Espiritualidad ignaciana y formación CVX".

 

2.3. FORMACION DEL GUIA/ASISTENTE EN CVX.

II: ORIENTACIONES

Principios metodológicos

La formación de los Guías básicamente debe consistir en : comunicar un espíritu (el que emana de los ejercicios Espirituales de San Ignacio), formar unas actitudes y transmitir unas técnicas.

Hay que ser conscientes de que el Guía que se quiere formar no es una "tabla rasa" sino que ya participa, más o menos, del espíritu que queremos comunicar, ya ha desarrollado ciertas actitudes que serán de ayuda en su papel de Guía y posiblemente conoce ciertas técnicas que puede poner al servicio de un grupo CVX.

Por ello el punto de partida de la formación de Guías debe ser la lectura de la propia experiencia de fe y reconocimiento de los dones recibidos.

Y todo ello hecho de manera activa y participativa, en diálogo interpersonal.

Elemento esencial de la formación de un Guía es la propia experiencia de acompañamiento del grupo. Ha de ser, pues, una formación permanente, un proceso, pues, interno, lento, integrado y gradual.

Los cursos teóricos y las lecturas, siendo útiles nunca serán suficientes como preparación para la tarea de Guía.

Entendida así la formación (permanente) de Guías, hay que señalar que será de gran ayuda para el Guía el formar parte de él mismo de un grupo así como el confrontar sus experiencias con otro Guía más experimentado.

Por último, debe quedar claro que la formación de Guías no es nunca un asunto individual sino un servicio en el marco de la Comunidad.

Tipos de formación

Considerados los principios metodológicos anteriores podemos decir que deberían existir tres tipos de formación:

A. Formación básica, necesaria antes de que la persona comience a guiar un grupo

Fundamentalmente debería pretender:

a) Asegurar que la persona tenga experiencia de oración personal y una cierta práctica del examen de conciencia ignaciana. Asegurar que tenga también una experiencia de vida comunitaria y de Ejercicios espirituales.

b) Acompañar a la persona mientras toma la decisión de hacerse disponible como Guía de grupo. Este acompañamiento consistiría en:

Ayudarle a releer su "historia de salvación".

Ayudarle a reconocer sus motivaciones para ser Guía.

ayudarle a reconocer las capacidades y dificultades propias para desempeñar el papel de Guía.

Ayudarle a formular su opción en el contexto de la CVX local o Nacional y de la Iglesia. Todo ello con la metodología y el espíritu del discernimiento y la elección ignacianos.

c) Asegurar al futuro Guía la posibilidad a leer y profundizar al menos los siguientes documentos:

Principios Generales.

Survey de formación.

Suplemento al Survey: "Aclarando los diferentes roles".

d) Ayudar a la persona a formular un "Plan de formación personal". Sería un conjunto de metas y actividades que, teniendo en cuenta su punto de partida, orienten sus esfuerzos por crecer en su capacidad de servir como Guía.

Este plan no debe ser considerado como un logro que debe alcanzarse antes de comenzar a guiar un grupo;

 

más bien, debe dar una dirección a la formación permanente que, como Guía, debe continuar en adelante.

B. Formación permanente y general para quienes estén ya guiando grupos

Desde las experiencias y vicisitudes que va viviendo en su quehacer con el grupo, ligada a ellas y orientada por el propio "Plan de formación personal", el Guía continuará su formación como tal.

Esta formación permanente y continua debe alternar la actividad personal y la grupal:

Actividad personal: lecturas, tutoría con otro Guía más experimentado, oración, Ejercicios Espirituales anuales, etc.

Actividad grupal: seminarios o talleres de Guías en los que se reflexione y comparta las experiencias vividas como tales; estudio de casos que se presentan en el acompañamiento de los grupos, lecturas compartidas de los Principios Generales, de las Anotaciones y de otros Documentos CVX, etc.

C. Formación especializada para quienes quieren y puedan profundizar una u otra área específica de las que configuran el perfil ideal de un Guía.

No exclusiva para el Asistente eclesiástico, pero sí deseable en él sería esta formación especializada. Requeriría de unos tiempos fuertes dedicados a profundizar una u otra área de las propuestas para la formación del Guía.

Los modos de asegurarla pueden ser muy variados: cursos intensivos, seminarios-talleres, estudios especializados en alguna facultad universitaria, etc.

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

Survey

Suplemento del Survey: "Aclarando los diferentes roles".

La formación de Guía de grupo. Orientaciones metodológicas. Progressio. Supl. 33, Noviembre 1989.

Reyes,J. "Tres tipos de formación para Guías de grupo". Progressio 5 (1989), 24-25.

2.4. AREAS EN LA FORMACION DE LOS GUIAS

 

Las distintas areas a tener en cuenta en la formación básica, permanente o especializada de los Guías fueron señaladas en el Suplemento al Survey "Aclarando los diferentes roles" (pág.35-36). Veamos cuáles son:

Ejercicios Espirituales de San Ignacio

El ideal es que el Guía de un grupo CVX tenga suficiente o alta familiaridad con los Ejercicios Espirituales:

a partir de su propia experiencia de los Ejercicios completos.

a partir de la experiencia de guiar a otros en los Ejercicios.

Esto no obstante, sería paralizante pretender que hasta que no se tuviera ese alto grado de familiaridad no se pudiese comenzar a guiar un grupo. El grado de familiaridad con los Ejercicios exigido a un Guía podrá variar proporcionalmente con la madurez de los miembros del grupo y con la etapa de crecimiento del mismo grupo.

De todas formas será elemento fundamental de la formación permanente del Guía el crecimiento y progreso en una familiaridad con los Ejercicios. Para ello se requiere:

A) Hacer los Ejercicios completos: esta condición puede satisfacerse de diversas formas: retiro cerrado de un mes; Ejercicios en la vida corriente; retiros sucesivos de ocho días aproximadamente, etc. Es muy importante, sin embargo, que sean personalizados, insertos en un proceso de formación más amplio y en fidelidad al texto ignaciano.

B) Una reflexión sobre la experiencia espiritual vivida en los Ejercicios hechos: La experiencia de los Ejercicios sin suficiente reflexión y comprensión de la dinámica y pedagogía de su proceso no es suficiente preparación para ser Guía de un grupo CVX.

Los Ejercicios son la urdimbre de todo el proceso vital de CVX. El Guía debe conocer la pedagogía espiritual ignaciana y su aplicación al proceso de crecimiento del grupo; debe comprender también que la llamada a ser miembro maduro de CVX (Vocación específica en la Iglesia) se encarna en el "Llamamiento del Rey Eternal" y se encuadra en la experiencia de la Segunda Semana de los Ejercicios.

La reflexión sobre los Ejercicios que se proponga a los Guías debe ser lo más profunda y sistemática posible. Peor los modos de hacerlo pueden variar según disponibilidad de tiempo y otras circunstancias: retiro inmediatamente seguido de un seminario de reflexión, taller sobre los Ejercicios y su relación con el proceso CVX, cursos sobre Ejercicios para Guías de grupo, etc.

Comunidad de Vida Cristiana

Es evidente que el Guía de un grupo CVX debe tener un conocimiento experimental y reflexionado sobre lo que es la Comunidad de Vida Cristiana como vocación específica en la Iglesia. Para ello se requiere:

a) Comprensión y profundización de los Principios Generales que son la formulación más autorizada del carisma CVX.

b) Saber relacionar el proceso de los Ejercicios con el proceso de formación CVX: Los Guías deben irse capacitando para ver y entender la interrelación entre la dinámica de "crecimiento en libertad para el servicio" de los Ejercicios con la dinámica de un grupo CVX que crece hacia una comunidad de discernimiento apostólico.

c) Conocimiento de la historia de CVX: Este conocimiento ayudará al Guía a hacerse consciente de que su función no es "dirigir a su grupo", sino ayudar a las personas a participar de una carisma que es más amplio y anterior a ellos mismos. La historia de la CVX no lo muestra como una comunidad apostólica que Dios ha suscitado y conducido en la Iglesia.

Competencias Psicológicas

Este área abarca todo lo que tiene relación con el crecimiento y maduración humanas, procesos grupales, comunicación interpersonal, conflictos y su resolución, etc. La Psicología moderna nos puede prestar muchas ayuda para enfrentar todo ello en el acompañamiento grupal y personal.

Naturalmente que no puede ni debe pretender hacer del Guía un psicólogo profesional, pero sí que habría que pedirle unos ciertos conocimientos técnicos básicos y, sobre todo, dos actitudes fundamentales que podríamos expresar así:

saber escuchar.

saber intervenir.

Suficiente conciencia de las dimensiones sociales de la vida cristiana

Como Comunidad evangélica y apostólica que es, la CVX no puede ignorar los aspectos y dimensiones sociales que inciden en la realización (favoreciéndola o dificultándola) del plan salvífico de Dios. Por ello el Guía debe ayudar a su grupo a sensibilizarse y ser capaz de un análisis de dichos aspectos.

En este área los elementos de formación mínima que se le deben proporcionar al Guía serían:

Capacitación para un cierto análisis social.

Realidad social y valores evangélicos: la necesidad del discernimiento.

Doctrina social de la Iglesia.

Realidad social y vida de las iglesias locales.

 

Familiaridad con la Sagrada Escritura y la Tradición

En este área se quiere subrayar la necesidad de una suficiente formación bíblica y teológica, junto a una comprensión de la tradición cristiana.

Serán los elementos necesarios para resolver, o al menos orientar, los frecuentes problemas que surgen en los grupos en relación a temas de Cristología, Eclesiología, Moral, etc., es decir, de los contenidos doctrinales y vitales de la fe cristiana.

Esta familiaridad con la Escritura y la Tradición que se pretende tenga el Guía no puede provenir sólo del estudio y la lectura, sino sobre todo de la oración personal y comunitaria, de un "sentido en la Iglesia" fundamento en el amor a Jesucristo y en una historia personal de salvación en la que la Escritura y la comunidad eclesial tienen un papel insustituíble.

 

 

Bibliografía:

Survey

Suplemento al Survey.

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3. LA FUNCION DEL CONSILIARIO.

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"Los laicos:hombres y mujeres en Iglesia en el mundo".

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Mª Clara Lucchetti B.

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LA FORMACION DE GUIAS DE GRUPO.Orientaciones metodológicas.

Suplemento de Progressio,n.33,nov.89,36 págs.

Borgo S.Spirito 8 - CP.6139 - 00195 ROMA - ITALIA

Carlo Martini,sj.

LA FORMACION CRISTIANA SEGUN LOS EVANGELIOS.

Suplemento de Progressio,n.15,junio 1980,41 págs.

 

 

Secretariado CVX.

DOCUMENTO DE FORMACION Nº 1.Pedagogía de una sesión de iniciación en la CVX.

Borgo S.Spirito 8 - CP.6139 - 00195 ROMA - ITALIA

Larry Stinn,sj.

ENCARNAR LOS VALORES DEL EVANGELIO.Ayudas prácticas para crecer en una liberación total.

Suplemento de Progressio n.8,nov.1976,60 págs.

Secretariado CVX.

DOCUMENTO DE FORMACION Nº 2. Pedagogía de una sesión en torno a la misión.

Borgo S.Spirito 8 - CP.6139 - 00195 ROMA - ITALIA

Jean Claude Dhôtel,sj.

EL DISCERNIMIENTO DE UNA DECISION COMUNITARIA

Suplemento de Progressio,n.6,nov 1975,91 págs.

Jean Claude Dhôtel,sj.

DISCERNIR EN COMUN.Guía práctica del discernimiento comunitario

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José Reyes

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CVX Y VIDA DE FAMILIA.Algunos Testimonios.

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Varios

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HACIA LA COMUNIDAD DE VIDA CRISTIANA. Principios y crecimiento.

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Comunidad Mundial CVX

CRECER JUNTOS EN CRISTO PARA ENTREGAR MEJOR LA VIDA A LOS DEMAS.Survey de Formación.

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ACLARANDO LOS DIFERENTES ROLES...Suplemento del Survey.

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Equipo Internacional.

LA FORMACION DE GUIAS DE GRUPO. Orientaciones metodológicas.

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Grupo Internacional

MISION CVX Y REALIDAD SOCIAL

Datos y reflexiones sobre nuestra actividad apostólica

Suplemento de Progressio,n,35,jul 1990,32 págs.

María Asunción Carvalho

"La dimensión personal en el servicio del Reino".

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Josefina Errázuriz

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Asamblea CVX-E,Loyola 1991

MISION Y COMPROMISO EN CVX

Secretariado CVX-E,abril 1992,32 págs.

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"La comunidad mundial y la misión".

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Juan Ochagavía,sj.

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COMUNIDAD DE VIDA CRISTIANA. 1. Materiales para su iniciación.

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ETAPAS PARA EL SEGUIMIENTO DE JESUS.Guía práctica.

Sal Terrae,Santander 1981,115 págs.

 

Donald P.Gray

JESUS,CAMINO DE LIBERTAD

Sal Terrae,Santander 1984,99 págs.

Alessandro Manenti

VIVIR EN COMUNIDAD.Aspectos sicológicos.

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Juan A. Estrada

LA IDENTIDAD DE LOS LAICOS.Ensayo de Eclesiología.

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Juan A.Estrada

ORACION:LIBERACION Y COMPROMISO DE FE.Ensayo de teología fundamental.

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Varios

TRADICION IGNACIANA Y SOLIDARIDAD CON LOS POBRES

Ed.Mensajero/Sal Terrae 1991

Luis González-Carvajal

ESTA ES NUESTRA FE.Teología para Universitarios.

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Josefina Errázuriz

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José Mª Castillo

TEOLOGIA PARA COMUNIDADES, Paulinas 1990