TEOLOGÍA TRASCENDENTAL
VocTEO
 

Siguiendo las reflexiones de K. Rahner, se puede reconocer a la teología trascendental en aquel modelo de teología sistemática que, sirviéndose del aparato de una filosofía trascendental, pero partiendo de un planteamiento de tipo teológico, tematiza «las condiciones a priori en el sujeto creyente para el conocimiento de importantes verdades de fe». Se trata de un planteamiento trascendental que ha hecho posible a priori el hecho mismo de la naturaleza del objeto que se desea conocer. En otras palabras, la teología trascendental reflexiona sobre la salvación del hombre, entendido como sujeto (según la acepción más fuerte de esta palabra), como sobre una realidad que constituye una auténtica radicalización de aquella «gracia» ofrecida al sujeto por «naturaleza» (sujeto trascendental), debido a la automediación de Dios. Esta última es desde luego un existencial trascendental del hombre (existencial sobrenatural), pero se hace totalmente evidente en la historia de la salvación en la que Dios se revela.

Esto significa que entre la gracia existencial trascendental y la historia de la salvación existe una relación de condicionamiento mutuo y no de simple yuxtaposición. Por Consiguiente, los acontecimientos de la historia de la salvación interesan al hombre en su totalidad y este último puede descubrir, partiendo de este contexto histórico y mediante una reflexión sobre sí mismo y consigo mismo, que está «naturalmente» referido a estos acontecimientos; más aún, que depende de ellos.

Además, la historia de la salvación puede ser reconocida como tal por el hecho de que existe en el hombre aquella posibilidad a priori constituida por el existencial sobrenatural (ofrecimiento de la autocomunicación de Dios). En substancia, es éste el procedimiento de una reflexión en perspectiva teológico-trascendental.

Un análisis más profundo de la idea de teología trascendental revela que ésta toma en serio y acoge explícitamente a la filosofía moderna de la subjetividad; más aún, resulta que es esta filosofía su punto hermenéutico de partida. De esta manera, entre la teología y la antropología se llega a crear una relación decisiva que vincula significativamente los enunciados sobre Dios y sobre el hombre. En efecto, las afirmaciones teológicas van ligadas fundamentalmente a la antropología, hasta el punto de que cada enunciado sobre Dios será también un enunciado sobre el hombre y viceversa.

Además de esto, el mérito de una reflexión en perspectiva teológico-trascendental resulta especialmente evidente en relación con el problema de la salvación para los ateos, en cuanto que es una perspectiva que hace teológicamente comprensible la no-culpabilidad del ateísmo, junto con una posibilidad consiguiente de salvación.

Finalmente, la teología trascendental permite aclarar, de manera refleja, la relación Dios-mundo. Un conocimiento de Dios obtenido a través de la «vía» trascendental excluye realmente la idea de un Dios lejano y extraño al hombre y al mundo.

G, Ancona

Bibl.: K. H, Neufeld, Teología trascendental, en DTF 1477-1480; K. Rahner, oyentes de la palabra, Herder, Barcelona 19671 Íd" Teología trascendental, en SM, VI, 610-616; Íd., La comunicación de Dios mismo al hombre, en SM, 11, 343-348; H. Vorgrimler, Entender a Karl Rahner, Herder, Barcelona 1988.