SALMOS
VocTEO
 

Son varias las denominaciones con que la Biblia hebrea designa el libro de los salmos, partiendo de la índole de estos pequeños poemas. Tehillim (Phillim) es un plural irregular de la raíz hll, que significa: "cantos de alabanza» o "himnos». Ligada a Tehillim encontramos otra denominación: Sefer Tehillim (Sepher Phillim), es decir "libro de cantos de alabanza». También Tefillott (PtillOt), plural de Tefilla (P filla), que significa "oración'", se utiliza al menos cinco veces en los títulos de los salmos; pero todo el segundo libro del Salterio se califica como colección de "oraciones».

La denominación mizmor (wzizmór) es la más afortunada, ya que no sólo se usa como titulo de 57 salmos, sino que es utilizada por los Setenta en la traducción griega con el término psalmós en singular o psalmoi en plural. Mizmor viene de la raíz zmr y se refiere al instrumento de cuerda.

Para el griego, el códice Vaticano (B) designa la colección como psalmoi, es decir, cantos acompañados de instrumento de cuerda, mientras que el códice Alejandrino (A) la denomina psaltérion, "salterio», que es el mismo instrumento de cuerda con que se acompañaban estos cantos-oraciones.

Se explica entonces por qué utilizamos en la actualidad tanto la denominación Salterio como la de Salmos.

El libro de los salmos consta de 150 poemas-plegarias. Su numeración sucesiva es distinta en hebreo (TM) y en los Setenta (LXX), versión griega, seguida por la versión latina Vulgata, de la que se deriva lógicamente nuestra numeración litúrgica. Esta diversidad se debe al hecho de que el hebreo (TM) numeró como 9 y 10 el salmo que para el griego (LXX) es uno solo, o sea, el 9.

Así pues, hasta el salmo 113 (112 para el griego), el hebreo tendrá un número más respecto al griego y la numeración litúrgica.

Pero además, al final del Salterio, el hebreo (TM) une el 146 y el 147 en un solo salmo; por eso las de)s numeraciones (griega y hebrea) coinciden del 148 al 150.

En cuanto a la numeración, surge además otra dificultad en los salmos ll4-ll6 (numeración hebrea) y 113-115 (numeración griega), y aquí el hebreo (TM) divide en dos el 1 14-115, que es el salmo 113 del griego; pero, a su vez, el griego divide en dos, 114 y 115, el único salmo hebreo 1 16. ~ El Salterio está dividido actualmente en cinco libros, sin que sepamos cuál fue el criterio que guió a esta división. Un midrás del salmo 1 (período talmúdico) escribe: "Lo mismo que Moisés dio a Israel cinco libros de la ley así David dio a Israel cinco libros de salmos: el libro de los salmos titulado Dichoso el hombre (Sal 1,1), el libro titulado Para la dirección ( Maskil) (Sal 42,1), el libro Un salmo de Asaf (Sal 73,1), el libro Una oración de Moisés (Sal 90,1) y el libro Digan los redimidos del Señor (Sal 1072) (Cf. W G. Braude, The Midrash on psalms, 1, Yale Judaica, Series XIII, New Haven 1959, 5).

Lo cierto es que dentro del Salterio se reconocen algunas divisiones menores; en los períodos más antiguos se llevaron probablemente a cabo algunas agrupaciones a partir del contenido.

Se puede afirmar con relativa tranquilidad que el Salterio se fue formando al menos a lo largo de siete siglos, por lo que la fecha de cada uno de los salmos resulta difícil de proponer. Los puntos de referencia históricamente más sólidos son: el primer período de la monarquía (siglos IX), la relación con la literatura deuteronómica (siglos VIII-VII) y sacerdotal (siglos VI-V), la afinidad con el lenguaje de cada uno de los profetas en el período preexílico (teniendo presentes las fechas del destierro 5961587-539).

Proponemos a continuación unas indicaciones sobrias sobre los 150 salmos desde la perspectiva de los géneros literarios.

El grupo más consistente lo representan los salmos de "lamentación individual»; son unos setenta. Se concentran casi por completo en la primera parte del libro. Hasta 36 salmos tienen como contexto vital el sufrimiento y la persecución por parte de los enemigos, y algunos otros -entre ellos los salmos 22; 38 y 102- la enfermedad o -en los salmos- 7. 35; 37 y 69- la acusación injusta.

Entre los salmos de "lamentación individual» destacan los "salmos penitenciales" (6; 32; 38; 51; 102; 103; 143), los salmos que presentan al orante envidiando el éxito de los impíos (37; 48; 73) y finalmente los salmos que se "abandono confiado en Dios» abren al (23; 27; 62; 63; 71; 131).

Los salmos de "lamentación colectiva del pueblo» no son muchos. Podemos citar los salmos 44; 74; 79', 80; 83; 89, y con temas parecidos los salmos 85; 90; 106v 115, Otro grúpo importante de salmos está representado por los " salmos de alabanza», que se encuentran sobre todo en la segunda parte del Salterio. En general, los salmos de alabanza que se encuentran antes del salmo 91 tienen la función de servir de conclusión a cada una de las colecciones, casi como doxologías.

Tenemos salmos de alabanza individual (9; 18; 30; 32; 34. 40,1-12; 66,1320; 92; 116; 138) y "salmos de alabanza del pueblo» o colectivos. Entre estos últimos subrayamos los «himnos» o salmos de alabanza descriptivos (8; 19; 29; 33; 57 8-12; 65; 66,1-7,' 1 13), los salmos de la creación (además de los ya citados 8 y 19, también 104; 139 y 147); los salmos históricos (78; 105. 136,1022); los cantos para las fiestas o liturgias (24. 47. 93,96-99; 118, así como 29. , 5 0).

Aparte pueden recordarse los cantos de peregrinación, sobre todo el salmo 122, junto con los cantos de Sión (46; 76; 84; 87) y los salmos reales (2; 18; 20; 21; 45. 72; 101; 1 10; 132).

Es especialmente interesante la oración de alabanza en los salmos: el asombro de no ser el centro del universo, sino sentir la alegría de que hay a Alguien mucho más grande y totalmente distinto de nosotros en la bondad y el amor.

En la «alabanza» se disuelven todos los contrastes y las contradicciones; la vida adquiere unidad y sentido en su recorrido a lo largo de los siglos. Para los salmos de lamentación individual tenemos generalmente cuatro momentos organizados de manera distinta en cada salmo: a} la lamentación propiamente dicha, expresada a menudo en forma de pregunta; b} la invocación-oración a Dios, enriquecida con motivos que solicitan la intervención;

c} una proposición adversativa que lleva a una declaración de confianza y de abandono en Dios; d} una conclusión general que, a través de la promesa, hace pasar al orante de la lamentación a la alabanza.

Para los salmos de alabanza del pueblo podemos señalar la siguiente estructura: a} invitación a la alabanza, expresada generalmente en forma imperativa; b} la parte principal presenta las razones de la alabanza, ilustrada muchas veces con imágenes, comparaciones, símbolos, referencias históricas.

L. Pacomio

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