RERUM NOVARUM
VocTEO


Encíclica de León XIII, publicada el 15 de mayo de 1891. Es el primer pronunciamiento importante del Magisterio de la Iglesia sobre la cuestión social y tiene, por consiguiente, un gran valor de documento histórico, Pero es un error afirmar que antes de la Rerum novarum la Iglesia no se había enfrentado con la cuestión social. En realidad, la discusión sobre este tema había sido bastante viva durante casi todo el siglo XIX (sobre todo en Francia, donde el debate implicó tanto al clero como a los laicos) y en Alemania (particularmente por obra de von Ketteler). En ltalia fue muy importante en este sentido el Trattato di economia sociale, de Giuseppe Toniolo. Sin embargo, la 1glesia en su conjunto parecía estar singularmente sorda al problema social, y el Magisterio no había tomado una posición clara, prescindiendo de la actitud defensiva implícita en las posiciones de la última parte del pontificado de pío IX.

Con una claridad apreciable, teniendo en cuenta la época, la encíclica papal toma nota de la situación (mu~ precaria todavía y a veces trágica en su conjunto) de la clase obrera, obligada a vivir en la miseria y en la explotación, e indica los principales deberes tanto de los empresarios como de los obreros.

Hay que señalar que León XIII es el primer papa que se sirvió del concepto importante de bien común o bien social (primero en la encíclica Immortale Dei, y luego en la Rerum novarum, nn, 21 41). Afirma que el bien de la sociedades, en cuanto tal, superior al bien de los individuos; en coherencia con este principio se condena al liberalismo económico, que parece no poner límites al uso y a la obtención de la riqueza, pero de hecho reserva el bienestar a las clases más pudientes y tiende a la conservación indefinida de este status quo. Pero también se condena al socialismo científico, es decir, al marxismo. Entre los derechos fundamentales del ser humano se habla del derecho al trabajo y a la retribución justa, así como del derecho (históricamente importante) a la asociación sindical, a pesar de que, según muchos comentaristas modernos, la Iglesia de aquel tiempo seguía estando condicionada por una óptica de tipo corporativo más bien que sindical, en el sentido moderno de la palabra.

Una idea no explícita, pero ya latente, es la del valor social del trabajo, idea que quedará explicitada y profundizada en la Ouadragesimo anno, en la Laborem exercens. La Rerum novarum, sobre todo a través de los pronunciamientos magisteriales sucesivos que se proponen como interpretación y actualización de la misma (Ouadragesimo anno, de pío XI, Mater et magistra, de Juan XXIII, Populorum progressio y Octogesima adveniens, de Pablo VI, Laborem exercens y Centesimus annus, de Juan Pablo 11) abre la tradición de reflexión oficial de la 1glesia sobre la cuestión social. La encíclica constituyó un estímulo operativo : entre los últimos años del siglo XIX J primeros del xx surgen numerosas asociaciones de inspiración católica que agrupan a obreros, artesanos, campesinos. De todas formas, hoy se percibe con mavor claridad que el significado más profundo de la Rerum novarum consiste, más aún que en lo que dice, en lo que ella misma es: la encíclica constituye en cierto sentido la primera admisión oficial por parte de la Iglesia del hecho de que la cuestión social existe, de que un cristiano no puede ignorarla y de que la existencia cristiana no se agota en la búsqueda de la salvación del alma individual.

L. Sebastiani

 

Bibl.: Texto en MPC, 11, 482-506: F. Montero García, El primer catolicismo social y la «Rerum Novarum" en España, CSIC. Madrid 1983.