QUADRAGESIMO ANNO
VocTEO
 

Carta encíclica de pío XI, publicada el 15 de mayo de 1931 con ocasión del 40º aniversario de la Rerum novarum, de León XIII. Es importante sobre todo como relectura oficial de ésta, en una situación histórica ya notablemente cambiada.

La Quadragesimo anno subraya entre los puntos más importantes de la Rerum novarum la defensa de la propiedad privada, profundizando en su carácter individual y social. Esta atención se explica recordando que la revolución rusa era todavía reciente y que el comunismo empezaba a ser visto en Occidente como una posibilidad histórica real.

Así pues, la encíclica constituye en gran parte un replanteamiento autoritativo de la Rerum novarum, definida como la «carta magna del orden social» (n. 39). Sin embargo, a partir de la segunda parte (nn. 40ss), aflora la voluntad del pontífice de ofrecer además algunos puntos de doctrina social autónoma.

Con mayor atención respecto a lo que sucedía en la Rerum novarum, se tocan algunos problemas que constituyen los puntos fuertes de la doctrina marxista: además de la cuestión de la propiedad privada, las relaciones entre el capital y el trabajo, la «elevación de los proletarios», el salario justo, la moralidad del contrato laboral y el carácter individual y social del trabajo.

Hay algunos detalles (las corporaciones declaradas expresamente por encima de los sindicatos, en el n. 94; la prohibición de la huelga, en el n. 95; "la represión de las organizaciones y de los conatos socialistas" y "la acción moderadora de una magistratura especial", en el n. 96) que se muestran claramente condicionados por el clima cultural político de la época fascista.

La parte III examina los profundos cambios que desde los tiempos de León XIII se habían verificado en el orden social. Se subraya en particular la creciente acumulación de la riqueza en manos de unos pocos; se presta gran atención a las transformaciones del socialismo, que no es ya solamente un conjunto de doctrinas sociales y económicas, sino un criterio de ordenamiento estatal. Se condena con gran dureza el " socialismo más violento o comunismo" (n. 112), pero también se afirma del socialismo más moderado que "no puede conciliarse con las enseñanzas de la Iglesia católica" (n. 117), al menos en cuanto que excluye de sus propias perspectivas el fin ultraterreno del hombre y de la sociedad humana (n. 118),

L. Sebastiani

 

Bibl.: Texto en MPC, 11, 516-554; G.C.Rutten, La doctrina social de la Iglesia, E. Políglota, Barcelona 1936.