PROPIEDADES
VocTEO
 

Principios determinantes de un ser o bien características particulares que lo distinguen de los demás seres. Se puede hablar de propiedades del ser en cuanto tal (trascendentales), de Dios (atributos), de la Trinidad. En el ámbito teológico de la doctrina trinitaria las propiedades indican las características particulares que distinguen a las tres divinas Personas entre sí. El término propiedad en este sentido no aparece en la Biblia; fue desarrollado fundamentalmente por la teología escolástica. Santo Tomás distingue tres propiedades en el Padre: la innascibilidad, en cuanto que no tiene origen, la paternidad en relación con el Hijo y la espiración en común con el Hijo, que lo distingue del Espíritu Santo. Las propiedades del Hijo son dos: la filiación en relación con el Padre y la espiración en común con el Padre, que lo distingue del Espíritu Santo. El Espíritu Santo tiene como propiedad la procesión que lo distingue del Padre y del Hijo.

Por eso santo Tomás afirma: «Son cinco las propiedades que se atribuyen a las Personas divinas, a saber, la innascibilidad, la paternidad, la filiación, la espiración común y la procesión» (Comp. Theol. c. 58) Estas propiedades, en cuanto que nos dan a conocer la distinción entre las Personas divinas, pueden llamarse también nociones. En Dios solamente tres nociones son constitutivas de las personas: la paternidad, la filiación y la procesión, y por eso son llamadas también propiedades personales; la innascibilidad y la espiración común presuponen ya la paternidad y la filiación. La tradición oriental, en cuanto que parte del Padre como origen sin origen, ve en la innascibilidad su propiedad fundamental; por ser amor, Dios no recibe nada de nadie y es pura donación.

La tradición occidental considera la innascibilidad como propiedad no constitutiva de la persona del Padre, en cuanto que las Personas divinas están constituidas por las relaciones y encuentran en ellas su distinción. En el ámbito de la teología contemporánea, K. Rahner muestra con claridad la función soteriológica de las tres Personas divinas, pero no aclara la peculiaridad y la diferencia de las Personas, es decir, sus propiedades en la relación intratrinitaria.

E. C Rava

Bibl.: A, Milano, Propiedades y apropiaciones, en DTDC, 1143-1179: Íd., Trinidad, en DTI, 1V, 556-591; W Kasper, El Dios de Jesucristo, Sígueme, Salamanca 1984.