PELAGIANISMO
VocTEO
 

Este término se deriva de Pelagio, oriundo de Gran Bretaña (por el 354), bautizado en Roma (por el 380/384), donde vivió muchos años como uno de los maestros más apreciados de la época. El pelagianismo ha sido leído casi por completo dentro de la óptica de san Agustín (+ 430), que lo presentó como «la nueva herejía". Estudios recientes, a partir de los que hizo G. Plinval ( 1943), permiten redefinir la realidad del movimiento que agitó a la cristiandad occidental durante unos veinte años (410-430), liberando además el pensamiento de san Agustín de algunos planteamientos antropológicos extraños a él, pero que se le atribuyeron impropiamente, en vez de aislarlos del contexto polémico en que se situaban. Los veinte años de polémica pelagiana se suelen distribuir en tres momentos, por motivos de análisis de contenido :

a} Hasta el 411 : es el período más sugestivo, pero también el más difícil de analizar dada la escasez de elementos concretos. Se atribuve a esta época el De induratione cordis Pharaonis, que constituye el manifiesto de Pelagio por la hermenéutica del cristianismo, discutida todavía fuertemente entre los círculos intelectuales, y en donde Pelagio, por encima de todo predestinacionismo, capta en la libertad del hombre el fundamento de su destino.

b} 411-418: en este período estalla y se concluye la polémica pelagiana con tomas de posición por parte de los diversos concilios y sínodos de las Iglesias locales, que unas veces condenan a Pelagio y otras lo absuelven.

c} 418-430, es decir, hasta la muerte de Agustín, que polemiza con Julián de Eclana sobre el traducianismo, a saber, sobre cómo conciliar la bondad del matrimonio con la transmisión del pecado original. Esta confrontación le permite a Agustín la producción de sus conocidas obras sobre la libertad humana, mientras que el pelagianismo se va convirtiendo de herejía en visión del mundo y del hombre (antropología); la fertilidad de la discusión se advierte en la influencia que tuvo en los monasterios de África y de la Provenza. Al morir Agustín, el nombre de pelagianismo sirvió para indicar a todos los que, acentuando la libertad humana, resultaban sospechosos de no comprender plenamente el papel de la gracia.

G. Bove

Bibl.: H. Rondet. Pelagianismo, en SM, Y 379-383. Ch, Baumgartner, La gracia de Cristo, Herder, Barcelona 1969; G, Plinval, pélage. Ses écrits, sa vie et sa réferme, Lausana 1943: Y. Grossi, Pelagio-Pelagianos-Pelagianismo. en DPAC, 11, 1741-1745: L. Ladaria, Teología del pecado original - y de la gracia, BAC, Madrid 1993, 79-93.