PATROLOGÍA
VocTEO
 

Este término, derivado de "padre", apareció por primera vez en la obra póstuma del teólogo protestante alemán . Gerhard (1637) (Patrologia seu de primitivae ecclesiae crristianae doctorum vita ac lucubrationibus opus postumum, Jena 1653), Se trata de un término que surgió en un contexto apologético e indica la "búsqueda en los Padres de la Iglesia de testimonios en favor de las creencias discutidas por los reformadores y como respuesta a la llamada de la antigUedad" por parte de los mismos reformadores" (F. Bolgiani). Convencional mente, el ámbito de la patrología llega hasta Gregorio Magno (t 604) e Isidoro de Sevillla ( 636), para los autores latinos; hasta Juan Damasceno (+ 749) para los griegos, El interés histórico-literario por los Padres, propio de la patrología, definida por la reciente Instrucción sobre el estudio de los Padres como la disciplina "que tiene por objeto la vida y los escritos de los mismos" y que "se mueve más bien a nivel de la investigación histórica y de la información biográfica y literaria" (111, 50), nació va en la antigua Iglesia y responde a la necesidad tanto de mostrar la antigüedad y la continuidad de la fe cristiana, como de conservar el recuerdo de los escritores cristianos ilustres. Movido por esta urgencia, Eusebio de Cesarea, inaugurando un nuevo género historiográfico caracterizado por la recogida de documentos originales, nos transmite en su Historia eclesiástica numerosos testimonios sobre la vida y las obras de autores cristianos. Será Jerónimo, sin embargo, quien. en el intento de manifestar la madurez cristiana en el terreno literario, aludiendo a la obra de Suetonio De viris illustribus, escribirá también su De viris ilustribus (393), resumiendo en 135 capítulos los datos biográficos y la lista de las obras producidas por. los escritores cristianos que allí recuerda. El criterio por el que san Jerónimo los introduce en su lista es literario-bíblico; es decir. se trata de " escritores de la Iglesia que dejaron para el recuerdo algo en torno a las santas Escrituras" (Praefatio 1). Esta indicación explica por qué en la obra de san Jerónimo encuentran sitio algunos escritores considerados como herejes (por ejemplo, Tertuliano, Taciano, Novaciano.,.), Después de él, tres continuaron su programa: Gennadio de Marsella (comienzos del siglo VI), Isidoro de Sevilla (t 636), Ildefonso de Evidenteniente, Toledo (+ por el 667).

La perspectiva histórico-literaria no es la única válida para acercarse a los Padres dado que en ellos hemos de leer también a los primeros exegetas predicadores de la Escritura y a pensadores cristianos. La diversa dimensión en que pueden ser considerados explica la distinción funcional que se estableció luego entre patrología y patrística, en relación con los intereses diversos con que se considera a los Padres y sus obras. Se trata de una distinción que en sus contenidos no en la terminología, de cuño relativamente reciente encuentra ya su fundamento en la Iglesia antigua, en la que tres obras, el De viris illustribus de Jerónimo, el De doctrina christiana de Agustín y el Commonitorio de Vicente de Lérins, constituyen respectivamente tres aproximaciones diversas a los mismos autores: una de tipo histórico, otra de tipo literario y otra de tipo dogmático-doctrinal. Esta triple división se fue perdiendo con el tiempo, de modo que la patrística se convirtió, en el mundo protestante, en "historia de los dogmas", mientras que la patrología fue homologada por algunos, tanto católicos como protestantes, con la historia de la literatura cristiana (A. von Harnack), o con "la historia de la literatura eclesiástica» (Bardenhewer o finalmente con " la historia de la iiteratura cristiana antigua» (Lazzati, Simonetti).

Actualmente se sigue debatiendo el carácter "teológico» de esta disciplina. Si se la considera como tal, ¿queda realmente garantizada su autonomía científica y no se corre acaso el riesgo de convertirla en una ancilla theologiae, en función de apoyo de la misma? El documento mencionado sobre El estudio de los Padres ha remachado "la autonomía de la patrística-patrología, como disciplina autónoma» (111, 50), con un método propio, abierto a aportaciones interdisciplinares. Por otra parte, el documento de la sagrada Congregación insiste en el carácter teológico de esta ciencia, que nace de la fe y está a su servicio.

En la exposición de la patrología se observan dos aproximaciones diversas, que todavía no han logrado compaginarse adecuadamente entre sí: o bien se la considera como "la ciencia que estudia históricamente la antigua literatura cristiana y que no es parte de la teología, sean cuales fueren los servicios que pueda prestarle a ésta y los conocimientos teológicos que son indispensables para el que estudia patrología» (H. Crouzel), o bien la que, aunque reconociendo a la patrología su carácter de ciencia histórica, prefiere definirla mediante conceptos " teológicos » , como «la disciplina que estudia a "los Padres de la Iglesia", es decir, a los escritores eclesiásticos de la antigüedad cristiana, a quienes la Iglesia considera e invoca como padres suyos, testigos legítimos y garantía autorizada de la Tradición, maestros de la encarnación del Evangelio en las culturas de su tiempo, y de la teología anterior a la separación de las Iglesias» (C. Corsato).

L. Padovese

Bibl.: A. Hamman. Patrología/Patrística, en DPAC, 11, 1711-1717; Vives, Los Padres de la Iglesia, Herder, Barcelona 1971; E. Moliné, Los padres de la Iglesia, 2 vols" Madrid 1986; . Quasten, Patrología, 3 vols., BAC, Madrid 1961ss.