LEY NUEVA
VocTEO
 

Es la ley de la "nueva alianza» (2 Cor 3,6; Jr 31,31), la ley del «hombre nuevo, creado segÚn Dios en la justicia y en la santidad verdadera"" (Ef 4,2324). Expresa el principio dínámico y normativo de la vida cristíana como «vida nueva" en Cristo (Rom 6,4).

Anunciada de antemano por los profetas como ley del «corazón nuevo" (cf. Ez 36,26-27. Jr 31,33), diseńada por el mensaje testimonial de JesÚs que instituye el «corazón " como centro decisivo de la vida moral (cf. Mt 12,34; 15,l8-20; Mc 7 18-23; Lc 6,45), significada por Pablo como «ley del Espíritu" (Rom 8,2), la ley nueva se va configurando teológicamente en las reflexiones de los Padres (Orígenes, Ambrosio, Agustín), recogidas y reelaboradas a su vez de forma sistemática por santo Tomás, cuya síntesis marca la reflexión posterior hasta nuestros días.

La ley se llama nueva en antítesis a la antigua. Ésta es una ley exterior y coactiva. De manera que la novedad consiste esencialmente en la interioridad y en la libertad de la ley de Cristo.

La interioridad es su promulgación en el ser (el «corazón"") renovado por la gracia sacramental: una ley escrita "no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne de vuestros corazones" (2 Cor 3,3). Alusión evidente a la ley mosaica, cuya renovación anuncian ya los profetas: «Pondré mi ley en su alma, la escribiré en su corazón"" (Jr 31,33); "os daré un corazón nuevo, pondré dentro de vosotros un espíritu nuevo, os quitaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne; pondré mi espíritu dentro de vosotros y... os haré observar y poner en práctica mis leyes"" (Ez 36,26-27). El Espíritu es el principio de esta interiorización ontológica: una ley escrita « no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo"" (2 Cor 3,3).

La ley nueva es ley del Espíritu Santo (Rom 8,2) y por tanto ley de la gracia: expresión-fruto de la gracia del Espíritu de Cristo, que santifica el ser y dinamiza como deber-ser de santidad el obrar moral cristiano (cf. 1 Cor 1,2).

Este deber-ser es la ley nueva. A diferencia de la ley exterior que es pura letra y por eso mismo ""ley de pecado y de muerte"" (Rom 8,2) létra que notifica el pecado, que conduce a la muerte al transgresor, la ley del Espír'itu es "ley que da la vida en Cristo JesÚs" (Rom 8,29): «la letra mata, el Espíritu da vida" (2 Cor 3,6). El Espíritu nos relaciona en una unidad viva de ser y de obrar con Cristo, formando «un solo cuerpo con él"" (1 Cor6,17). A veces Pablo llama simplemente a la primera ""ley"" y a la segunda "gracia"". Es ésa la ""ley"" de la que hemos sido librados:

"Ya no estáis bajo la ley sino bajo la gracia (Rom 5,14). La gracia del Espíritu Santo constitutiva del ser nuevo en Cristo es la ley nueva: la forma ontológica y dinámica de la vida sobrenatural.

Con la interioridad va unida la libertad de la ley nueva: ley perfecta de libertad (Sant 1:25; 2,12). Inscrita por el Espíritu en el ""corazón"" mismo del cristiano, éste no la siente como un vínculo coactivo externo, sino como una vocación filial. ""Dios ha mandado a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo... Por tanto, ya no eres esclavo, sino hijo"" (Gál 4,6-7). A diferencia del esclavo que sufre la ley y la teme, el hijo la reconoce y la cumple como exigencia y como tarea testimonial (cf Rom 8, 15). La coacción y - el miedo a la ley-precepto y a la pena correspondiente dejan s-u sitio a la libertad y a la confianza de una ley-gracia y verdad" (Jn 1,14.17), que suscita la fidelidad Esta es ley de amor. ley plena de la caridad de Dios que é1 Espíritu derrama en nuestros corazones (cf. Rom 5,5). Es la caridad revelada por la cruz de Cristo que llama al amor de Dios y del prójimo en la temática del mensaje moral del Evangelio.

Ley del Espíritu y de la gracia, de la libertad y de la caridad, la ley nueva es lo específico cristiano de la ley moral, Es la ley de la naturaleza divina participada al hombre (cf 2 Pe 1,4): ley sobrenatural, de elevación y transformación teologal de la ley natural, Ésta no queda abolida, sino cumplida: asumidla y elevada en la economía salvífica de la charis-gracia, que actúa en nosotros como luz y verdad de caridad, Por es ta innovación redentora, la ley natural alcanza la radicalidad del Evangelio y la fuerza de posibilidad de la gracia.

M. Cozzoli

Bibl.: H, H, Esser, Ley, en DTNT 11, 417432; A. Valsecchi, Ley, nueva, en NDTIM, 1028-1040; B Haring, La ley de, Cristo, Herder Barcelona 1973; S Lyonet, Libertad y ley nueva, Sígueme, Salamanca I964