INDIFERENCIA RELIGIOSA
VocTEO


La indiferencia religiosa es, por su naturaleza, un fenómeno especialmente difícil de circunscribir. En su forma más radical indica desinterés y desapego por Dios y por la dimensión religiosa de la existencia.

El primero que habló expresamente de indiferencia religiosa fue, en el siglo pasado, el abate Hugues Félicité Robert de La Mennais (t 1854), autor de un Essai sur l'indifférence en matiere de religion, una obra en cuatro partes publicada entre el 1817 y el 1828. En un contexto teológico dominado esencialmente por la apologética clásica, La Mennais, preocupado por mostrar que la religión es importante para el hombre, que el cristianismo es la única religión revelada por Dios y la única religión verdadera, y que la Iglesia católica es la única verdadera Iglesia fundada por Jesucristo, llegó a la importantísima conclusión de que la indiferencia religiosa, entendida como actitud que no se decide por ninguna forma religiosa (indiferencia negativa), o que atribuye a todas el mismo valor (indiferencia positiva), es un mal peor y más humillante para el hombre que él propio ateísmo.

La indiferencia religiosa o indiferentismo, con todas sus manifestaciones concretas (práctico, teórico, absoluto, relativo, etc.), siempre en el siglo pasado, fue objeto de condenación por varias intervenciones del Magisterio, como la encíclica Qui pluribus, de Pío IX, el 9 de noviembre de 1846 (DS 2785), o las proposiciones 15 y 16 del Syllabus (8 de diciembre de 1864: DS 2~ 15-2916) , donde se afirma que es horrendo y repugnante incluso para la razón natural pensar que los hombres puedan encontrar el camino de la salvación eterna y conseguir la vida eterna en la observancia de cualquier religión.

Actualmente, la indiferencia religiosa, al menos en Occidente, representa sin duda uno de los aspectos más preocupantes de nuestra época, ya que se trata de un fenómeno en continua difusión que afecta no ya a algunas, sino a todas las clases sociales. Los que estudian este fenómeno distinguen generalmente entre una indiferencia religiosa por la propia religión de pertenencia y una indiferencia religiosa propiamente dicha, más profunda y radical, donde ni siquiera se toma en consideración la consistencia del problema religioso (existencia de Dios, sentido de la vida, de la muerte, del sufrimiento, etc.). Entre los factores principales que han determinado esta realidad, hay que situar sin duda en el primer puesto la gran revolución técnico-científica y la ideología del consumismo desenfrenado que ha afectado a los países occidentales en estos últimos decenios. Se vive para consumir, se juzga bueno o válido sólo lo que es eficaz «aquí y ahora», no hay tiempo ni ganas de concentrarse para preguntarse por los grandes problemas de la existencia humana, se ve la fe como algo inútil, gratuito y privado de sentido.

Otro factor no menos importante que el anterior es un cierto resentimiento contra un modelo religioso que se considera oscurantista, lleno de preceptos, prohibiciones y mortificaciones. Sin preocuparse lo más mínimo por verificar si el modelo en cuestión corresponde efectivamente o no a los contenido más auténticos de la fe, la indiferencia religiosa se convierte en la mejor manera de liberarse de este peso agobiante.

Finalmente, otro factor de relieve es el secularismo de la sociedad, es decir la exaltación absoluta de la autonomía de lo profano, hasta el punto de hacer que Dios esté totalmente ausente del significado del mundo y de la misma vida.

G. Occhipinti

Bibl.: Segretariato per i non credenti, L'indifferenza religiosa, Roma ]978: AA. VV., La indiferencia religiosa, en Concilium 5 (1983) (número monográfico); J Martín Velasco A. Charron, Indiferencia religiosa, en DTF, 707-720; R. Sauer Indiferencia religiosa, en DC, 462-464; H. Fiolet - H. van der Linde, Fin del cristianismo convencional Nueva perspectivas, Sígueme. Salamanca 1969,