Antoni Gaudí,
hombre de Dios,
desbordador de límites en el arte

 

Gaudí es creador de un estilo atrevido en el cual prevalecen las formas sinuosas muy coloridas y los motivos de decoración naturalistas (algunos, no sin fundamento, le atribuyen una tendencia al «Art nouveau», especialmente en su obra civil), y lo hace famoso, principalmente, una obra inconclusa genial, que acaba escapando al encasillamiento en una tendencia o una escuela concretas: el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, en Barcelona (con un avance en su construcción de apenas un poco más del 50%), que se espera esté «casi» terminado para 2007 pero cuya construcción total puede demorar todavía algunos decenios.

El nacimiento de este genio de la arquitectura ocurrió en Reus -o en el pueblo vecino de Riudoms, según otras versiones-, en una familia de caldereros, oficio que, al decir de los conocedores, marcaría su manera de entender la arquitectura. Realizó sus primeros estudios junto a los padres Escolapios para continuarlos, desde 1863 hasta 1873, en la facultad de Ciencias de Barcelona.

En 1873 ingresa en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, de reciente apertura, y combina sus estudios con empleos en diferentes despachos. Obtiene su título de arquitecto el 15 de marzo de 1879.

Asume las obras de la Sagrada Familia de la Sagrada Familia en 1883, en conformidad con la iniciativa y promoción del ahora beato José Manyanet y Vives, fundador de la «Congregación de Hijos de la Sagrada Familia de Jesús, María y José», y con el apoyo de Joseph Maria Bocabella, fundador de la «Asociación Espiritual de Devotos de San José»; de tal manera que, como dice un religioso actualmente vinculado al gran edificio, «dentro de cada piedra laten las ideas y los corazones de tres hombres de Iglesia que soñaron juntos con dar un testimonio plástico de su fe».

El proyecto del templo de la Sagrada Familia estuvo primeramente a cargo del arquitecto Francisco de Paula del Villar, quien por razones técnicas derivó a Joan Martorell y éste, por discrepar con el proyecto final aprobado, encargó a Gaudí su puesta en marcha. Finalmente Gaudí imprimió a la obra su sello personal.

Admirable, el inconcluso templo

Un millón y medio de turistas acude anualmente a la ciudad condal de Barcelona a admirar el templo de la Sagrada Familia (este año se espera que sumarán 4 millones). «Este templo, en realidad, es una inmensa escultura en piedra a la fe, a la esperanza y a la caridad...: una basílica gótica, de cinco naves, crucero, claustro y dieciséis gigantescas torres dedicadas a los doce apóstoles y a los cuatro evangelistas, con dos cimborrios [cúpulas] consagrados a Jesucristo y a la Virgen María. Sus tres fachadas están dedicadas al Nacimiento, a la Pasión y a la Gloria de Cristo, el Señor. En la cripta del templo esperan los restos mortales de Antoni Gaudi y Cornet el día de la resurección eterna. Cuando, en 1936, la cripta fue saqueada y profanada, la tumba de Gaudí permaneció intacta [pero fueron destruidos archivos y maquetas allí existentes]» (p. web correspondiente).

Otras obras notables de Gaudí son: el parque Güell, la Casa Batlló, la Casa Milá y la Casa Vicens.

En 1918 Gaudí se transladó a vivir al obrador del templo de la Sagrada Familia. Sólo abandona su modesta vivienda para ir a Misa o para hacer visitas a otros santuarios. Tras varios tanteos para formar una familia, optó finalmente por el celibato, una elección enmarcada en su vida espiritual y religiosa.

El 7 de junio de 1926 el famoso arquitecto fue atropellado por un tranvía y, al no reconocerlo, lo trasladaron a un hospital de caridad en el que falleció tres días después. Los funerales congregaron a una multitud.

Podría ser beatificado

En marzo de 2000 el arzobispo de Barcelona autorizó la apertura de la causa de beatficación del arquitecto y el 12 de abril siguiente se constituyó el tribunal. La iniciativa de la beatificación partió de un grupo de cinco amigos, del cual forma parte el escultor japonés Etsuro Sotoo, quien tras trabajar durante años en la Sagrada Familia y conocer la obra de Gaudí, se volvió católico. Etsuro dice: «a través del arte, Gaudí encontró el camino hacia Dios y descubrió que la naturaleza, creada por Dios, es el gran libro, el gran ejemplar de todas las cosas que necesita la humanidad. Nosotros no inventamos, sino que encontramos en el gran libro de la naturaleza. A través de las piedras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia he encontrado el espíritu de Gaudí y me he convertido al catolicismo y he sido bautizado». (J.J.G.G.)

Su obra cumbre: el templo de «La Sagrada Familia»

La obra más conocida de Gaudí ni fue iniciada por él ni evidentemente acabada. Se hizo cargo de la construcción de este templo tras la dimisión del arquitecto Francisco de Paula Villar. Gaudí cambió radicalmente el primer proyecto sustituyéndolo por uno propio, mucho más ambicioso, original y atrevido que el primero. La imagen izquierda muestra el avance de la obra; hay ocho torres construidas, las correspondientes a las fachadas del Nacimiento y de la Pasión. La imagen derecha muestra que el proyecto tendrá un total de 18 torres. Las 12 más bajas, entre las que se encuentran las ocho ya construidas, están dedicadas a los apóstoles; cuatro, de superior altura, a los evangelistas; sobre el ábside, a la Virgen María, y la más alta estará dedicada a Jesucristo.

Fuente: EL OBSERVADOR