ECONOMÍA SALVÍFICA
VocTEO
 

El término «economía», que significa etimológicamente administración sobre todo doméstica, o gobierno, indica en el Nuevo Testamento el plan o el ordenamiento de la salvación, la disposición salvífica. En este sentido se usa en Ef 1,10: es el plan de salvación que Dios ha establecido según su beneplácito, «llevando a la historia a su plenitud» (cf. Ef 3,9). Una noción, también bíblica, afín a la noción de «economía salvífica», es la de «misterio».

Este mismo concepto está presente también en los Padres, que con el término «economía» indican el conjunto de las disposiciones divinas, decididas en la eternidad y realizadas en el tiempo con vistas a la salvación del hombre. La expresión «economía salvífica" subyace a la concepción particular neotestamentaria del tiempo, entendido como movimiento que se extiende de la promesa al cumplimiento, de un cumplimento ya comenzado a su manifestación definitiva.

Los textos del Vaticano II utilizan  con frecuencia y de varias maneras esta expresión. Por ejemplo la Constitución dogmática Dei Verbum recuerda que "esta economía de la revelación se realiza con hechos y palabras intrínsecamente vinculados entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y la realidad significadas por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas» (n. 2).

 M. Semeraro

 

 Bibl.: J Goetzmann, Oikortomía, en DTNT  1, 239-242; B. Studer, EcortomÍa, en DPAT' 1, 660; W Kasper, Fe e historia, Sígueme, Salamanca 1 974.