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Holanda: El Senado aprueba el matrimonio entre homosexuales

Estas parejas también podrán adoptar niños

LA HAYA, 20 dic 2000 (ZENIT.org).- Holanda aprobó ayer el matrimonio entre personas del mismo sexo, ofreciendo además a estas parejas la posibilidad de adoptar niños.

La normativa había sido aprobada ya en la Cámara de los Diputados de La Haya el pasado 12 de septiembre. La iniciativa ha sido promovida por el Gobierno "violeta" del primer ministro Wim Kok, un gobierno constituido por la alianza entre socialistas y liberales, que gozan de amplia mayoría en el Parlamento.

El resultado numérico del debate en el Senado fue de 49 votos a favor y 26 en contra de esta medida. Las nuevas leyes entrarán en vigor en marzo o abril del año 2001.

A partir de esta fecha, las parejas homosexuales podrán casarse en las mismas condiciones que las parejas heterosexuales, algo que hasta ahora no tiene lugar en ningún país del mundo. Los representantes municipales que se opongan al matrimonio entre homosexuales podrán negarse a celebrar este tipo de unión en su comunidad.

La ley, aprobada ayer definitivamente, pone punto final a un progreso de liberalización de la concepción de la familia, comenzado en Holanda ya en 1998, cuando el Parlamento de La Haya aprobó una ley que permitía la institución de las uniones homosexuales registradas. Desde entonces han recurrido a esta institución 9.500 parejas homosexuales.

Ahora la ley va más allá, previendo la total equiparación de los matrimonios gays a los hetererosexuales: desde el pago de los alimentos en caso de "divorcio", a la herencia y todas las facilidades fiscales hasta ahora reservadas a parejas "normales" casadas. Y también el derecho a la adopción, aunque con una previa autorización del Tribunal de Menores.

Además, como ya sucediera para las parejas heterosexuales, los gays que aspiren a adoptar un niño deberán demostrar que han convivido durante tres años. El niño deberá ser de nacionalidad holandesa, con el fin de evitar contenciosos con Estados extranjeros que no reconocen los matrimonios homosexuales.

La ley, a decir verdad, no ha encontrado en Holanda grandes resistencias. Han protestado contra la nueva normativa las dos principales Iglesias del país, la católica y la protestante. Las dos hablan de atentado a la familia pero su voz ha quedado aislada.

Holanda hace tan sólo un par de semanas había legalizado el 28 de noviembre pasado la eutanasia (Cf. "Holanda legaliza la eutanasia, incluso para los niños"). LA HAYA, 20 dic 2000 (ZENIT.org).- Holanda aprobó ayer el matrimonio entre personas del mismo sexo, ofreciendo además a estas parejas la posibilidad de adoptar niños.

La normativa había sido aprobada ya en la Cámara de los Diputados de La Haya el pasado 12 de septiembre. La iniciativa ha sido promovida por el Gobierno "violeta" del primer ministro Wim Kok, un gobierno constituido por la alianza entre socialistas y liberales, que gozan de amplia mayoría en el Parlamento.

El resultado numérico del debate en el Senado fue de 49 votos a favor y 26 en contra de esta medida. Las nuevas leyes entrarán en vigor en marzo o abril del año 2001.

A partir de esta fecha, las parejas homosexuales podrán casarse en las mismas condiciones que las parejas heterosexuales, algo que hasta ahora no tiene lugar en ningún país del mundo. Los representantes municipales que se opongan al matrimonio entre homosexuales podrán negarse a celebrar este tipo de unión en su comunidad.

La ley, aprobada ayer definitivamente, pone punto final a un progreso de liberalización de la concepción de la familia, comenzado en Holanda ya en 1998, cuando el Parlamento de La Haya aprobó una ley que permitía la institución de las uniones homosexuales registradas. Desde entonces han recurrido a esta institución 9.500 parejas homosexuales.

Ahora la ley va más allá, previendo la total equiparación de los matrimonios gays a los hetererosexuales: desde el pago de los alimentos en caso de "divorcio", a la herencia y todas las facilidades fiscales hasta ahora reservadas a parejas "normales" casadas. Y también el derecho a la adopción, aunque con una previa autorización del Tribunal de Menores.

Además, como ya sucediera para las parejas heterosexuales, los gays que aspiren a adoptar un niño deberán demostrar que han convivido durante tres años. El niño deberá ser de nacionalidad holandesa, con el fin de evitar contenciosos con Estados extranjeros que no reconocen los matrimonios homosexuales.

La ley, a decir verdad, no ha encontrado en Holanda grandes resistencias. Han protestado contra la nueva normativa las dos principales Iglesias del país, la católica y la protestante. Las dos hablan de atentado a la familia pero su voz ha quedado aislada.

Holanda hace tan sólo un par de semanas había legalizado el 28 de noviembre pasado la eutanasia (Cf. "Holanda legaliza la eutanasia, incluso para los niños").


Cardenal Simonis: "La nueva ley degrada el matrimonio"

"La sociedad holandesa, simplemente no nos escucha"

UTRECH, 20 dic 2000 (ZENIT.org-AVVENIRE).- "El "matrimonio" entre personas del mismo sexo es una contradicción en términos", afirma el cardenal Adrian Simonis, obispo de Utrech, horas después de que el Senado holandés aprobara por amplia mayoría la ley que reconoce las uniones entre personas del mismo sexo.

El texto, además, atribuye a estas parejas la posibilidad de adoptar niños. La propuesta pasó por 49 votos a favor y 26 en contra. De este modo, Holanda adopta la ley más liberal del mundo en esta materia.

El purpurado holandés expresa con claridad su punto de vista: "Ya he hecho pública una declaración en la que digo que esta ley degrada el matrimonio, como institución conocida desde siempre por todas las culturas humanas. De este modo, además se ofende a los casados y la medida tendrá graves consecuencias sobre la educación de los jóvenes".

--¿Esta es una declaración suya?

--Cardenal Adrian Simonis: A la que se añade la declaración de la Conferencia Episcopal Holandesa en la que advierte a los fieles que esta "nueva institución" --no se sabe ni siquiera como llamarla-- no puede tener la bendición de la religión y está vetada a quien se dice creyente.

--Legalización de la droga, la eutanasia, ahora los matrimonios homosexuales: en Holanda ¿no hay al menos una parte de la opinión pública consciente de avanzar por un terreno aberrante?

--Cardenal Adrian Simonis: Es la desgraciada mezcla de individualismo, superficial tolerancia y subjetivismo que constituye el sentir común de la secularización absoluta. La gente dice: "Yo no me casaré con un gay pero no tengo el derecho de prohibirlo a quien quiera hacerlo".

--Un argumento que se ha extendido en otros países.

--Cardenal Adrian Simonis: Pero aquí hay que tener en cuenta también la postura particular de los pueblos nórdicos ante el derecho: fieles a la ley, nosotros los nórdicos pensamos que un comportamiento es "irregular" sólo hasta que no hay una ley que lo prevea y lo regule. Es una mentalidad completamente equivocada, de la que los meridionales están libres.

--No crea que tanto.

--Cardenal Adrian Simonis: En fin, está el subjetivismo. La subjetivización de la verdad. Pongo un ejemplo extremo: el incesto ha sido considerado como un mal objetivo, un mal en sí, en toda la historia humana. pero, ahora, ya hay quien comienza a decir...

--Espere, déjeme adivinar: ¿"Qué mal hay en el incesto si los dos consienten?"

--Cardenal Adrian Simonis: Es el subjetivismo: es verdad lo que "siento" verdadero. La "Veritatis Splendor", que afronta justamente esta mentalidad, es lamentablemente muy actual.

--Ahora en Holanda los homosexuales podrán adoptar niños. ¿Pero la gente no se da cuenta de lo que significa confiar un niño a dos hombres homosexuales?

--Cardenal Adrian Simonis: Mire, cuando yo o los obispos decimos que un niño tiene necesidad de crecer con una relación en la que se tienen en cuenta dos modelos de identificación y que éstos deben ser un hombre y una mujer, ¿sabe lo que se nos dicen? "Esta es una discriminación, hacéis discriminación entre los sexos".

--¿Pero no se temen en Holanda las consecuencias a largo plazo que tendrán sobre toda la sociedad estas nuevas costumbres que la ley consagra?

--Cardenal Adrian Simonis: Ciertamente habrá consecuencias. Nosotros ya hemos dado la señal de alarma muchas veces justamente sobre esto. Hemos advertido sobre el futuro que estamos forjando, sobre los hijos que educamos olvidando sus verdaderas necesidades y su verdadera felicidad. Simplemente no nos escuchan.

--Y los diputados y senadores católicos, ¿qué hacen?

--Cardenal Adrian Simonis: Han votado en contra. No sólo los católicos sino todos los parlamentarios cristianos, incluso los del pequeño partido protestante. Son los que integran actualmente la oposición, pero son minoría.


Triste Navidad para los cristianos en Irak

Habla un obispo: "El país está enfermo porque lo han envenenado"

BAGDAD, 18 dic 2000 (ZENIT.org-AVVENIRE).- "Ha sido injusto. ¿Por qué impedir a la gente el moverse en libertad? No había motivo alguno. Estos diez años han sido como una losa, de lutos, lágrimas y pobreza". En vísperas de la Navidad, las palabras del arzobispo auxiliar del Patriarcado católico caldeo, el que reúne al mayor número de cristianos en Irak, monseñor Emmanuel Delly, son desgarradoras.

Esta entrevista de monseñor Delly se convierte en un duro ataque a la política del embargo impuesta por Estados Unidos a Irak, que está cobrándose miles de vidas humanas --según Unicef cada mes la malnutrición mata a más de 4.500 niños de menos de cinco años-- y eterniza a Sadam Hussein en el cargo, pues el régimen controla mucho más fácilmente todas las entradas y salidas económicas, alimenticias y humanitarias en el país.

--De todos modos, monseñor, ya se ha vuelto a abrir el aeropuerto internacional, aunque sea en contra de los términos del embargo impuesto por la ONU. Es algo que invita a la esperanza...

--Monseñor Emmanuel Delly: Ciertamente pero queremos que se levante totalmente el embargo. Porque sus efectos son y serán devastadores todavía durante años. La gente, los iraquíes, dejan el país en busca de esperanza y esto no me parece justo. No hay trabajo, no hay dinero...Creen que irse es mejor que estar aquí. Pero esto no es verdad. No creo que vivir fuera del propio país sea mejor. Muchas personas me han dicho que un solo día en Irak vale mil días fuera porque como inmigrante seré siempre considerado un extranjero. Obligado a viajar como clandestino, obligado a trabajar como clandestino, obligado a mendigar y siempre en soledad. Porque incluso los otros hermanos no tendrán tiempo para ayudarme.

--Tiene razón. Pero ¿hay otra alternativa?

--Monseñor Emmanuel Delly: Aquí somos todos pobres pero al menos nos damos una mano y luego está claro que todos los problemas vienen de las sanciones de la ONU.

--¿Cual es su llamamiento al mundo?

--Monseñor Emmanuel Delly: Lo he dicho. Pero aunque usted lo escriba nadie le escuchará. Fuera el embargo. Los occidentales, los europeos están haciendo mucho en este sentido, pero están bajo la presión del gobierno estadounidense presionado por los judíos. El pueblo norteamericano tiene un corazón bueno pero la propaganda de la Casa Blanca juega en contra.

--¿Sigue bombardeando su país Estados Unidos?

--Monseñor Emmanuel Delly: Yo no lo puedo saber. Pero siempre y en cualquier momento pueden hacerlo. Es la "polis" del mundo. Depende de vosotros. La política y sus intereses, como bien sabemos, no tienen amigos.

--¿Qué es lo que más le ha impresionado en estos últimos diez años?

--Monseñor Emmanuel Delly: Descubrir que Irak está enfermo, que ha sido envenenado.

--¿Qué quiere decir?

--Monseñor Emmanuel Delly: Que nunca como en estos últimos años me he dado cuenta de que hay nuevas enfermedades. El cáncer traído por los misiles que nos han caído encima. El aire envenenado. Antes no se escuchaban tantas noticias de muertes por cáncer y de niños que nacen con malformaciones. Especialmente en el sur de Irak. Donde, como me han dicho, han sido usados proyectiles con uranio empobrecido.

--Monseñor Delly, ¿cuál es su esperanza?

--Monseñor Emmanuel Delly: Ciertamente: el camino es la caridad cristiana. El amor al otro y el perdón, como nuestro Señor en la cruz. Está haciendo mucho por nosotros el Santo Padre. Sus oraciones por la paz y la concordia. Y su profundo interés por este pueblo son cosas que nos están dando gran consuelo y ayuda.

--¿Cómo será vuestra Navidad?

--Monseñor Emmanuel Delly: Sencilla. ¿Cómo podría ser de otra manera si un empleado estatal, o cualquiera que tenga la fortuna de tener un trabajo, gana al mes el equivalente a seis dólares?


Irak: Aviones occidentales rompen el embargo contra Irak

Nuncio apostólico: "preludio de algo nuevo"

BAGDAD, 18 dic 2000 (ZENIT.org).- Sobre el cielo de Irak, además de los cazas estadounidenses e ingleses, que sin aval de la ONU realizan la operación "Desert Fox", han empezado a sobrevolar también aviones de otros países, violando el bloqueo económico que dura ya diez años.

Esta "desobediencia internacional" empezó hace algunos meses con un pequeño avión que portaba a una misión italiana de la asociación Italia-Irak llevando ayuda humanitaria.

"Es el preludio --dijo el nuncio Giuseppe Lazzarotto-- de algo nuevo después de que ya han aterrizado 60 aviones en estos últimos dos meses".

El embargo suscita serios interrogantes incluso entre quienes representan a Naciones Unidas en el país. "Lo que era aceptable hace diez años, ahora ya no lo es --con estas palabras ha dado un portazo a la ONU y ha abandonado su misión de coordinador humanitario de la ONU, el alemán Hans von Sponeck--. Este embargo es una clara violación de los derechos humanos".

En efecto, es la población iraquí la que sufre las consecuencias en un país donde todo está controlado y la "censura" a las importaciones y exportaciones han golpeado duramente a la economía agrícola y al mercado interno.

"Para que la gente pueda pensar en la democracia, antes necesita comer --decía el padre Joseph Habbi, vicario patriarcal caldeo--. ¿Por qué han querido exterminar a este pueblo. Hay que exterminarlo porque un gobierno se ha equivocado?". El padre Habbi murió el 15 de octubre pasado, en la única vía de comunicación al exterior, la carretera entre Ammán y Bagdad, en medio del desierto, porque el conductor se durmió, algo que sucede a menudo.

Los niños mueren de hambre y de diarrea. Cada mes --según un informe de Unicef-- la malnutrición mata a más de 4.500 niños de menos de cinco años. Mientras que aumenta el número de niños que mendigan por la calle, un fenómeno desconocido hace diez años.

La misión italiana de la asociación de amistad y cooperación Italia-Irak ha llevado a aquél país a un grupo de parlamentarios, médicos y empresarios que tienen el objetivo de poner en marcha contactos en previsión de un futuro sin embargo. Ya otros países europeos, sobre todo Alemania y Francia, a nivel de gobiernos, han puesto un pie en Bagdad e iniciado relaciones que se convertirán en acuerdos y contratos.

En los últimos dos años, los medios de información que más de cerca han seguido el drama de Irak han sido las fuentes de información de la Santa Sede y de la Iglesia católica. La agencia misionera fides.org, Radio Vaticano y el diario católico italiano Avvenire, han seguido de cerca los interrogantes que plantea este embargo.

La Santa Sede los había enunciado con claridad en el documento publicado en 1996 "El hambre en el mundo, un reto para todos" (Consejo Pontificio "Cor Unum"), en el que se puede leer: "Observemos también las situaciones de embargo por motivos políticos, como ha sucedido con Cuba e Irak, regímenes considerados como amenazas para la seguridad internacional y que toman, por decirlo así, a su población como rehén. Las primeras víctimas de esta especie de actos de fuerza son las mismas poblaciones interesadas".

"Por eso --añade el texto Vaticano--, se han de tener muy en cuenta los costos en términos humanitarios de esas decisiones. En ciertos casos, los responsables nacionales se valen de las desgracias de sus pueblos, provocadas por sus artimañas, para obligar a la comunidad internacional a restablecer los suministros. Se trata de situaciones específicas que se deben tratar individualmente, cada vez que se presentan, con el espíritu de la Declaración mundial sobre la nutrición, que dice: "La ayuda alimentaria no se debe negar por motivos de afiliación política, situación geográfica, sexo, edad o identidad étnica, tribal o religiosa"" (n. 16).