Iglesia en el mundo

¿Dios existe? Debate entre Ratzinger y el filósofo ateo Flores D´Arcais

El encuentro dialéctico suscitó un interés inusitado en Roma

ROMA, 22 sep (ZENIT.org).- El debate público sobre la existencia de Dios anunciado entre dos destacados personajes, uno del mundo cristiano y otro de la esfera laicista, despertó ayer una especial expectación en esta capital. Los dos personajes eran el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Paolo Flores d’Arcais, filósofo y director de la revista de pensamiento «MicroMega». Moderaba la confrontación el periodista Gad Lerner, judío, y director de la cadena televisiva Rai Uno.

La convocatoria se produce a raíz de la reedición del número especial de la revista «MicroMega», de orientación de izquierda dialéctica, curiosamente dedicado a «Filosofía y Religión», en el que colaboran los mismos Ratnzinger y D’Arcais. Inesperadamente la revista, que circula en ámbitos intelectuales laicistas, ha vendido ya nada menos que cien mil ejemplares, lo que da idea del interés que suscita el tema.

Ayer, a las puertas del teatro Quirino, lugar del debate, se congregaba un buen número de personas que no había podido entrar por falta de sitio. En el interior, atestado, la gente estaba incluso sentada en el suelo. Al público, que siguió el duelo dialéctico con pasión, y aplausos a uno u otro de los ponentes, se le hicieron pocas las dos horas y cuarto de intenso debate y probablemente hubiera querido continuar.

El periodista Lerner se preguntó si son tan netos los confines entre quien cree y quien no cree y si no habría algún rasgo en común. Y respondió que el rasgo común que comparten los dos ponentes es «el rechazo de una religiosidad acomodaticia, con un Dios hecho a la propia medida, sin medirse con el problema de la verdad, que está muy difundida hoy, como se ve en la "New Age" y en cierta idea de budismo». Preguntó a los ponentes de qué nace la necesidad de discutir sobre el tema.

El cardenal Ratzinger respondió que «nace del hecho de que los creyentes creemos que tenemos algo que decir a los demás. Estamos convencidos de que el hombre tiene necesidad de conocer a Dios. En Jesús ha aparecido la verdad, que debe ser conocida. En esta época de crisis es necesario que no vivamos sólo hacia el interior».

Por su parte Flores d’Arcais indicó que «en un debate de este tipo hay una gran asimetría. El creyente está interesado en convertir. El ateo no tiene esta necesidad». Y se preguntó por qué un ateo está interesado en la fe. Respondió que «ser ateo significa mantener que todo se juega aquí, en esta existencia finita. Sobre esta base se establecen las alianzas, las solidaridades, los conflictos, los choques. La convivencia basada en la tolerancia no es indiferente al tipo de fe. Si la fe de un cristiano es la de las primeras generaciones de cristianos, la fe escándalo para la razón, no hay ningún conflicto con el no creyente. Pero si la fe pretende ser el resumen y el cumplimiento de la razón, lo que es más característico del hombre, se comprende que tenga la tentación de imponerse. ¿Por qué no renunciáis los creyentes a la demostración de la verdad, por qué pretendéis la racionalidad?».

El cardenal Ratzinger rebatió esta afirmación diciendo que «los creyentes de las primeras generaciones no creían en la absurdidad de la fe. Pablo habla en el Areópago. Pablo predica una fe que es por una parte escándalo pero estaba convencido de que no anunciaba nada absurdo, sino un mensaje que podía apelar a la razón, una religión que no es inventada sino que está en consonancia con nuestra razón. Estoy de acuerdo con Flores d’Arcais en que esto no se debe imponer».

A la pregunta de si se puede vivir sin fe, Flores d’Arcais respondió que, «depende de lo que se entienda por fe». «Si se entiende como profunda pasión existencial por ciertos valores que hagan de la vida algo sensato, no. Pero si se entiende como creencia religiosa, sí se puede vivir sin fe», confesó ofreciendo su opinión íntima.

«La fe --añadió-- es algo más pero también algo menos. La lucidez de lo finito permite vivir con una pasión y una conciencia crecida las vivencias de nuestra vida».

Respecto al tema de si hay algo común entre creyentes y no creyentes, el cardenal Ratzinger indicó que «hay un terreno común. Puede haber coincidencias sobre valores que hacen digna la vida: combatir la intolerancia, los fanatismos, el compromiso por la dignidad del hombre, la libertad, la ayuda a los necesitados. Es un terreno en el que, a pesar de la división, tenemos una responsabilidad común. El amor contra el odio, la verdad contra la mentira, es innato en el hombre. La conciencia y el compromiso por la dignidad humana es una presencia escondida de una fe más profunda, aunque no esté definida en términos teológicos. Es una raíz común del bien contra el mal».

Siguió un animado debate sobre la Ilustración y el laicismo en el que Flores d’Arcais, que se considera orgullosamente uno de los últimos jacobinos, al oír hablar al cardenal de tolerancia, le dijo: «¡cuánto os habéis dejado contaminar como Iglesia por el mundo laicista! El término tolerancia es un término iluminista». El cardenal Ratzinger respondió que el laicismo tiene un significado en Italia diverso en otros países. Indicó que «el cristianismo quería ser una Ilustración en un cierto sentido». «Es el momento --añadió-- de trascender estas oposiciones. La Ilustración se oponía al cristianismo pero había corrientes de Ilustración cristiana. El cristianismo debería replantear sus raíces. Hay oposición sólo en ciertos modos de Ilustración. Yo no hablaría de contaminación. Me parece positivo que estas dos corrientes, que estaban separadas, se encuentren y que cada una empiece a aprender de la otra». Palabras estas subrayadas por un gran aplauso de los asistentes.

Respecto al terreno común entre un creyente y un ateo, Flores d’Arcais indicó que «el terreno común es el Evangelio y los valores del Evangelio. Hay dos valores fundamentales: la frase de Jesús: "que tu decir sea sí, sí, o no, no", es la idea de que toda diplomacia exagerada es obra del demonio. El segundo es que el pecado de los pecados es el privilegio, la diferencia en las riquezas. Estos dos valores a veces son más sentidos por muchos que no son creyentes que por la mayoría de los cristianos». También en este caso aplaudieron los asistentes.

El debate se prolongó con otras cuestiones que siguieron suscitando la apasionada intervención de los dos ponentes, defendiendo cada uno su posición en una confrontación dialéctica que no perdió interés en ningún momento.


Italia: Los obispos dan las gracias a los jóvenes de las JMJ

Piden que no archiven la experiencia, sino que la reviertan en su ambiente

TURIN, 22 sep (ZENIT.org).- Los obispos italianos, al terminar ayer la reunión de la Comisión Permanente, celebrada en Turín, han escrito una carta a los más de dos millones de jóvenes participantes en las XV Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), 15 al 20 de agosto, celebrada en Roma, agradeciendo su testimonio y pidiéndoles que no archiven la experiencia vivida sino que la hagan revertir en sus comunidades.

«Con el pasar de los días --dicen los obispos-- nos parece cada vez más verdadero lo que el Santo Padre os ha dicho en el curso de la gran vigilia: "Queridos amigos, veo en vosotros a los centinelas de la mañana en esta aurora del tercer milenio"».

«¡Sí --añaden los obispos--, vosotros habéis anunciado un alba de esperanza para la Iglesia y para el mundo! Lo habéis hecho con la intensidad de vuestra oración en los momentos de recogimiento personal, en los itinerarios penitenciales y en las celebraciones comunitarias; con la sincera y apasionada búsqueda de la verdad durante las catequesis y las celebraciones; con la frescura y la creatividad con la que habéis sabido hacer fiesta y contar vuestra alegría de vivir; con el entusiasmo con el que habéis acogido la invitación a abrir vuestra vida a Cristo, única y verdadera respuesta a las expectativas de los jóvenes y de cada hombre. Sentimos poder decir con San Pablo que vosotros, hoy, sois "alegría" y "corona" de la Iglesia y en especial del Santo Padre, de nosotros pastores, de vuestros padres, de los sacerdotes y de los educadores que os han acompañado».

Los obispos dan las gracias a todos los que han hecho posible esta jornada, empezando por el Santo Padre, con el que el encuentro, dicen a los jóvenes, «en virtud de vuestra iniciativa, de vuestra inteligencia, no fue un monólogo sino un verdadero diálogo».

«Sabemos --dicen los obispos-- que esta Jornada mundial ha impreso una marca indeleble en todos vosotros. Todo lo que habéis vivido no puede ser archivado o abandonado sólo a un nostálgico recuerdo». Y les invitan a que la experiencia hecha y el mensaje recibido sean «el punto de partida para renovar la vida de nuestras comunidades, para emprender nuevos caminos pastorales, para promover una auténtica cultura de la vida y de la solidaridad, para llevar la buena noticia de Jesucristo a vuestros coetáneos que no lo han encontrado todavía, para dar concreción a aquel "laboratorio de la fe" que el Papa confió a vuestra responsabilidad».

Los obispos expresan su deseo de permanecer cercanos a los jóvenes, tanto en sus iniciativas como en sus dificultades, «para continuar con vosotros este camino». Y concluyen: «Nadie podrá sofocar la fuerza del Espíritu Santo sobre la Iglesia joven en la noche de Tor Vergata, así como nadie podrá olvidar vuestros rostros llenos de estupor y tan determinados en el escuchar y en el seguir el itinerario indicado por el Papa».


Filipinas: La Iglesia pide reanudar las negociaciones con los islámicos

El presidente del episcopado critica las acciones militares en Jolo

MANILA, 22 sep (ZENIT.org).- En una nota de prensa emitida el pasado martes, firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Orlando Quevedo, arzobispo de Cotabato, el prelado toma posición ante el problema de la guerrilla extremista islámica de Abu Sayyaf y el modo en que lo está afrontando el Gobierno.

En su nota de prensa, monseñor Quevedo da cuenta de los últimos acontecimientos. El pasado sábado, los militares en un despliegue de fuerza atacaron las posiciones de Abu Sayyaf, en la isla de Jolo. El ataque cuenta con un amplio apoyo popular. Por su parte el Frente Moro de Liberación (MILF) ha denominado «anti-islámicas» las atrocidades de Abu Sayyaf y ha expresado su postura de no interferencia con la operación militar. Los militares impusieron un bloqueo de barcos, cortaron las comunicaciones entre Jolo y el exterior, impidieron las noticias independientes al no permitir que se diera ningún tipo de noticia excepto las emitidas por el Gobierno y los militares.

Después de más de 12 horas de asalto militar con bombardeos aéreos y artillería de tierra, el presidente José Estrada dio instrucciones a los militares en Zamboanga para que rescataran a los rehenes y capturaran o si no destruyeran el grupo de Abu Sayyaf. A la hora de emitir la nota de prensa episcopal, el bombardeo proseguía así como el bloqueo de noticias por lo que se ignoraba el estado de los rehenes. Los militares habían admitido que cuatro civiles habían muerto en la operación.

Ante estos hechos, el presidente de la Conferencia Episcopal afirma que «incluso contando con una amplia popularidad esta operación militar, tengo que hacer algunas serias preguntas con implicaciones morales: ¿Por qué no se dio más tiempo a las negociaciones, especialmente a la luz de las informaciones que ofreció nuestro negociador quien aseguró que estaba a punto de recibir a dos rehenes franceses? ¿Es la operación militar realmente un intento de rescatar a los rehenes? ¿Era el objetivo militar original realmente exterminar al grupo Abu Sayyaf y sólo secundariamente rescatar a los rehenes? ¿No estaría este objetivo militar de acuerdo con el bombardeo masivo de las guaridas de Abu Sayyaf? ¿El bloqueo de noticias fue impuesto para encubrir los posibles daños colaterales a la población civil causados por el asalto militar?».

Añade el comunicado que «noticias de Jolo de fuentes independientes incluyen los relatos de algunos civiles heridos y evacuados entre casas ardiendo, cientos de víctimas civiles de los bombardeos y miles de evacuados que huyeron con lo que podían transportar a lugares más seguros. ¿Son verdaderas estas noticias? Si es verdad, ¿no confirmarían las sospechas sobre el real objetivo los ataques militares masivos, que sin preocuparse por las vidas de civiles y de rehenes, buscan una solución militar para el problema de Abu Sayyaf? Si es así, habría muchos interrogantes éticos y morales respecto a las tácticas militares y las vidas de los rehenes y civiles».

Por último, el presidente de la Conferencia Episcopal filipina expresa su posición sobre los acontecimientos de Jolo. Pide en primer lugar «el levantamiento del bloqueo de noticias y que se puedan llevar medicinas, alimentos y otros artículos de primera necesidad a Jolo». Asimismo exige: «La inmediata organización de un sistema de ayuda y rehabilitación que permita a los trabajadores sociales acceder a las áreas afectadas; una continua protección de los civiles de Jolo y otros lugares donde se puedan producir ataques de represalia por parte de Abu Sayyaf; una revisión y cambio de las tácticas militares empleadas con el objeto de salvaguardar a los rehenes y evitar víctimas civiles; una restauración de las comunicaciones con el grupo de Abu Sayyaf para conocer la situación real de los rehenes y para reanudar las negociaciones para su liberación inmediata».

Monseñor Orlando Quevedo indica que se siente preocupado, en primer lugar, «por la seguridad de los rehenes y de la población civil» y se muestra de acuerdo con los llamamientos específicos de los cardenales filipinos Jaime Sin y Ricardo Vidal a favor de las negociaciones. Por último indica que ha pedido a los obispos de Filipinas que participen en una jornada de oración por la paz en todo el país que tendrá lugar el día 1 de octubre, patrocinada por el grupo «Rosario de los Niños».


El cardenal Etchegaray se encuentra con representantes comunistas chinos

El gobierno protesta por la canonización de mártires del 1 de octubre

PEKIN, 21 sep (ZENIT.org).- El cardenal Roger Etchegaray, presidente del Comité vaticano para el Jubileo, ha mantenido contactos con representantes del gobierno comunista chino durante la visita que acaba de concluir en la República Popular, según ha confirmado hoy un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Chinos.

El purpurado vasco-francés, regresó hoy a Roma desde Shanghai después de haber pasado una semana en la República Popular China. Es el primer cardenal de la Iglesia católica que visita el país «a título personal», según él mismo aclaró antes de emprender el viaje. El objetivo fundamental de la visita era su intervención en un simposio de tres días sobre «Religiones y Paz», organizado por la Universidad Católica de Milán y por la Academia de las Ciencias Sociales de China en Pekín.

El cardenal Etchegaray, según fuentes oficiales chinas, se encontró con el consejero de Estado Ismail Ahmat, miembro del Comité central del Partido Comunista, y el máximo responsable del Gobierno para los asuntos religiosos, el director de la Oficina para las Religiones, Ye Xiaowen.

El cardenal también se encontró en Pekín con el obispo de Pekín Miguel Fu Tieshan, presidente de la Asociación católica patriótica, controlada por el Partido, y en Shanghai con el obispo Aloisio Jin Luxian. Asimismo visitó un seminario dirigido la Asociación patriótica y celebró la eucaristía en el santuario mariano de Sheshan (junto a Shanghai).

La agencia de noticias «Ansa» ha publicado declaraciones de una «fuente cercana al cardenal» que definió la visita como «providencial» en este momento de «graves incomprensiones» con motivo de la canonización de los 120 mártires de China que serán canonizados por Juan Pablo II el 1 de octubre, día en que por casualidad se celebra el 51 aniversario de la fundación de la República Popular.

Esta misma fuente ha reconocido que, si bien los encuentros han tenido lugar en un clima cordial, permanecen grandes diferencias entre China y el Vaticano.

La canonización de los mártires, en buena parte víctimas de la revolución xenófoba de los «Boxer» de 1900, es vista por el régimen como un movimiento patriótico contra la «opresión» extranjera. Constituye el último episodio en la larga serie de diferencias entre Roma y Pekín. Según ha podido saber Zenit, incluso el obispo Miguel Fu Tieshan protestó ante el cardenal por esta canonización.

Antes de emprender su viaje a China, tanto el cardenal Etchegaray como el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, dejaron muy claro que la visita no tenía ningún carácter diplomático y que los contactos que ha mantenido el purpurado «no pueden ser interpretados como un reconocimiento de las estructuras eclesiásticas existentes».

Para entablar relaciones oficiales con la Santa Sede, el gobierno comunista exige la ruptura de relaciones oficiales con Taiwán y el control de la Iglesia china (nombramiento de obispos, etc.), algo que nunca podrá aceptar el Vaticano.

Si bien no existen estadísticas oficiales, se calcula que hay algo más de once millones de católicos chinos, divididos entre la Asociación patriótica católica y la Iglesia perseguida por su fidelidad al Papa.


«Fides»: China, la sangre de mártires semilla de cristianos

El director, Bernardo Cervellera, y las canonizaciones del 1 de octubre

ROMA, 21 sep (ZENIT.org).- «La sangre de los mártires es semilla de cristianos». Esta es la conclusión a la que llega la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides», al recordar que las regiones chinas que más han sufrido la persecución son también las que cuentan hoy con las comunidades católicas más vivas.

Al mismo tiempo, revela que los mártires chinos que serán canonizados por Juan Pablo II el próximo 1 de octubre son venerados tanto por los católicos clandestinos como por los que pertenecen a la Asociación patriótica.

Un editorial del director de «Fides», el padre Bernardo Cervellera, en vísperas de la canonización de 120 mártires de China (87 chinos y 33 extranjeros), asegura que la ceremonia será una fiesta para todos los católicos del mundo: «Se trata de los primeros santos del país más poblado del mundo, donde la evangelización inició ya en el siglo VI. Por primera vez en la Iglesia, cristianos chinos son elevados a la gloria de los altares y propuestos como ejemplo de fe y de humanidad a los cristianos de todo el mundo».

Unidos por el martirio «El martirio unió a cristianos chinos y extranjeros, a laicos y sacerdotes, a mujeres y hombres de toda edad, incluidos niños --continúa explicando Cervellera--. Todo esto es signo de que la fe cristiana sabe superar los confines nacionales y raciales. Esto vale particularmente para los misioneros extranjeros, asociados al martirio. Eran de muchas nacionalidades: franceses, italianos, españoles, belgas, holandeses. La mayoría de ellos llegó a China independientemente de las potencias occidentales coloniales y, si bien a veces estas potencias se sirvieron de la “protección a los misioneros” como pretexto para su dominio, los motivos y el estilo de su trabajo eran completamente diferentes de aquellos del estilo colonial occidental. Valga cit ar a la franciscana María de San Justo, francesa de Rouen, quien siempre deseó “dar la vida por los chinos”, o la belga María Amandina, que asistía a los enfermos “con la sonrisa”. Ambas fueron decapitadas en Taiyuan (Shanxi) el 9 de julio de 1900».

Releer la historia de China Por eso, «la canonización de estos mártires es una invitación a revisar y reeleer la historia de la Iglesia y de China con mayor objetividad, teniendo en cuenta que el amor y la dimensión religiosa forman parte de la persona humana y no son sobreestructuras o máscaras políticas».

«Hay que decir que “la sangre de los mártires es semilla de cristianos” --concluye el director de Fides--: las regiones chinas donde la persecución en los siglos pasados fue más dura (Hebei, Sichuan, Zhejiang, Guangxi, Shanxi) presentan hoy las comunidades católicas más vivas. La Iglesia de la China de hoy es el “gran milagro” donado por Dios “por la intercesión y el ejemplo heroico de los beatos mártires chinos”, venerados tanto por los católicos oficiales como por los no oficiales».


Nigeria: La ley islámica y la corrupción amenazan el futuro del país

Clausurada la segunda Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal

KADUNA, 21 sep (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal nigeriana ha llamado la atención sobre «los peligros que amenazan la naciente democracia en Nigeria, así como la unidad y estabilidad del país y la paz». El llamamiento ha sido hecho en Kaduna, al acabar la segunda Asamblea Plenaria, inaugurada el pasado 11 de septiembre. La ceremonia de clausura se realizó con la celebración de una misa, presidida por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo Félix Alaba Adeosin Job.

Los obispos nigerianos han expresado su preocupación en especial por la adopción, por parte de diversos estados de la República, de la sharia, la ley islámica. Los temores iniciales sobre la sharia, escriben los obispos, vista como «instrumento de opresión y negación de los derechos de los no musulmanes», se han revelado justificados. Allí donde la ley islámica está en vigor, los no musulmanes son injustificadamente privados de sus más elementales libertades, de hombres y de ciudadanos.

Y a este respecto, los obispos reclaman la atención y adecuadas acciones por parte de las autoridades del Gobierno de la República. La Conferencia Episcopal declara estar dispuesta a proporcionar su propio apoyo a todas las iniciativas de diálogo entre cristianos y musulmanes, para que estas mejoren y tengan un mayor éxito.

En el comunicado, se anima además al Gobierno nigeriano a continuar la lucha a la corrupción, mal endémico de la administración pública, sobre todo en los 15 años de régimen militar que han precedido a la elección del presidente Olusegun Obasanjo, que tuvo lugar en 1999.

La Conferencia Episcopal nigeriana ha convocado una peregrinación nacional, del 30 de noviembre al 2 de diciembre próximos, para pedir la bendición divina por el futuro del país y para recordar al padre Ozi Bello, asesinado en los últimos enfrentamientos que tuvieron lugar en Kaduna, desencadenados justamente por la introducción de la sharia en la región.


Italia: Un alcalde deja la política para hacerse sacerdote

Antonio Mancuso tenía vocación desde que era monaguillo

MESINA, 21 sep (ZENIT.org).- El alcalde de Ficarra, con dos mil habitantes, a 90 kilómetros de Mesina (Italia), Antonio Mancuso, de 34 años, del Partido Popular Italiano (PPI), democristiano, ha dimitido de su cargo, decidiendo abandonar la política para hacerse sacerdote. Desde ayer, empujado por la vocación sacerdotal que llevaba dentro de sí desde la infancia cuando era monaguillo, está en el Seminario en Milán tras haber dejado la alcaldía, la casa donde vive su padre agricultor jubilado, su madre, dos hermanos, y el pueblo.

Ahora en Ficarra automáticamente decae el gobierno municipal y hay que realizar nuevas elecciones, probablemente en junio. Mientras tanto, el pueblo será administrado por un comisario extraordinario, nombrado por la Región.

La noticia, publicada por el «Giornale di Sicilia», fue confirmada a la agencia ANSA por el teniente de alcalde Franco Tumeo. «Más allá de las implicaciones político-administrativas que hacen inevitables nuevas elecciones y nos hacen dejar el gobierno a todos --ha dicho-- la opción que nuestro alcalde ha hecho es de respetar plenamente y es de desear que nadie la instrumentalice. Huelga decir que a Antonino Mancuso auguramos muchísima fortuna, en la certeza de que su decisión es el fruto de una reflexión que duraba desde hace años».

Mancuso, que es licenciado en Ciencias Políticas, y ahora empezará a estudiar en el Seminario, aunque no había renunciado a sus compromisos de administrador público, desde hace tiempo había dado la impresión de querer pasar de página, de querer dedicarse a otra cosa que no fuese la política local que inevitablemente comportaba las pequeñas discusiones y componendas de cada día, especialmente en un pequeño pueblo del «profundo sur» de Italia con tantos problemas difíciles de resolver.

Nunca había escondido su fe, siempre asiduo en la iglesia entre los fieles, con el carnet de Acción Católica y la adhesión convencida a los ideales de la democracia católica, especialmente radicados en Sicilia.

Con la decisión de vestir la sotana (hay quien dice en el país que Mancuso quiere hacerse religioso con voto de pobreza absoluta), el alcalde pone fin a una carrera política que durante varios años, tras su licenciatura, le había mantenido en la cumbre del gobierno municipal. Alcalde de 1992 a 1993, teniente de alcalde durante cuatro años, y de nuevo alcalde desde noviembre de 1997. Cuando el jueves pasado salió de la alcaldía por última vez, no dijo nada. Ahora ha llegado su carta de dimisión.


Los obispos europeos apoyan la iniciativa «Todo menos armas»

Exime de tasas a los países menos desarrollados

BRUSELAS, 21 sep (ZENIT.org).- El secretariado de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) ha emitido un comunicado en el que da « calurosamente la bienvenida a la iniciativa de la Comisión Europea "Todo menos armas" para proporcionar acceso a la Unión Europea libre de tasas y de cuotas a todos los productos de los países menos desarrollados, excepto los que están relacionados con el comercio de armas».

El comunicado episcopal indica que «iniciativas anteriores de la Comisión Europea, reprobables, excluían sectores como la agricultura y el textil, que son de vital importancia para las economías de los países menos desarrollados».

Europa ha sido famosa hasta ahora por sus férreos sistemas de control de las importaciones que cerraban su mercado a los países en vías de desarrollo, para privilegiar socios comerciales escogidos por motivos políticamente estratégicos.

Así mismo dice la nota: «el Secretariado de la COMECE da la bienvenida a esta firma de un compromiso real de la Comisión Europea para ayudar a los países menos desarrollados a lograr el acceso al mercado global. También espera que esta iniciativa dé impulso a los preparativos de una nueva ronda de negociaciones comerciales bilaterales. La COMECE ha apoyado desde hace tiempo los esfuerzos para construir un sistema de comercio multilateral basado en los principios de justicia, responsabilidad y asociación».

Por último, «el Secretariado de la COMECE anima a la presidencia francesa de la Unión Europea a hacer todo lo posible para asegurar que el Consejo de Ministros adopte la iniciativa "Todo menos armas" lo más pronto posible».


Presidente del episcopado peruano: Es la hora de acabar con la corrupción

Reacción ante el «vergonzoso» caso Kouri-Montesinos

LIMA, 21 sep (ZENIT.org).- La sociedad peruana está herida y el cáncer de la corrupción tiene que ser extirpado, ha instado el presidente de la Conferencia Episcopal de Perú, monseñor Luis Bambarén, en declaraciones publicadas hoy por el informativo semanal en castellano de «Radio Vaticano».

El 16 de septiembre, en la noche, el presidente Alberto Fujimori anunció una convocatoria a nuevas elecciones presidenciales agregando que no se presentaría como candidato. La decisión tuvo lugar tras la transmisión en televisión de un vídeo en el que aparece el asesor presidencial y del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos, entregando dinero en efectivo al congresista Alberto Kouri, como una prueba de soborno político. Kouri renunció en julio pasado al partido opositor Perú Posible del ex candidato presidencial Alejandro Toledo para pasarse a las filas de la alianza de gobierno Perú 2000 de Fujimori.

Al calificar de «vergonzoso» este episodio, monseñor Bambarén, obispo de la ciudad de Chimbote, al norte de Lima, señaló en un pronunciamiento hecho público el 15 de septiembre titulado «Regeneración Moral» que «ha llegado la hora de la verdad, de la justicia».

Monseñor Bambarén invocó «a quienes tienen cargos públicos, a las instituciones y a todas las personas de la sociedad civil, que son honestos y tienen sentido de su propia dignidad, a cerrar filas para recuperar los valores morales en nuestra Patria y desterrar falsas solidaridades con los corruptos».

Incluso citó la palabra de Jesús cuando señala en el libro de Mateo «No hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse». Dijo que este pasaje bíblico «se cumple hoy en el vergonzoso caso Kouri-Montesinos» y agregó que «quizá no sea el único».

«Creyeron que todo quedaba en el más absoluto secreto. Pero lo que sucedió entre cuatro paredes hoy es noticia en la redondez de la tierra, manchando la imagen del Perú», mantuvo el obispo de Chimbote en declaraciones reportadas por «Radio Vaticano».

«La sociedad peruana está herida --añadió--. El cáncer de la corrupción debe ser extirpado. Los corruptores y los corrompidos, que usan el poder para sus innobles intereses, jamás servirán a la sociedad», señaló.

Finalmente indicó que la Justicia peruana no debe proteger la impunidad y tiene que demostrar al país y a los organismos internacionales su autonomía y su fiel lealtad a la ley, «caiga quien caiga».


Colombia: La Iglesia pide respetar las elecciones

Se dirige a guerrilleros y paramilitares para asegurar la paz

MEDELLIN, 21 sep (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Colombiana ha hecho un llamamiento a guerrilleros y paramilitares para que respeten los comicios regionales del próximo 29 de octubre y a los ciudadanos que salgan ese día a votar.

En ese día, los colombianos elegirán a 32 gobernadores, 1.070 alcaldes, decenas de diputados departamentales y miles de concejales.

En un comunicado del presidente de la Conferencia episcopal de Colombia, monseñor Alberto Giraldo, arzobispo de Medellín pide a los guerrilleros y paramilitares «respetar a cada uno de los ciudadanos y a las comunidades» para que puedan participar libremente en los comicios.

«Ningún proyecto político y democrático que pretenda encarnar las banderas de los colombianos podrá respaldarse legítimamente en la oprobiosa presión de las armas que siembran el terror y suprimen la libertad de los ciudadanos», señala el comunicado de la jerarquía católica colombiana que ha sido distribuido hoy por «Radio Vaticano».

Giraldo, por otra parte, solicitó a los candidatos a las alcaldías, gobernaciones, asambleas y concejos que planteen «con honestidad, mesura y claridad» sus propuestas electorales. El llamamiento a la cordura está dirigido principalmente a las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como a la agrupación paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).


EL CARDENAL ETCHEGARAY CELEBRA MISA EN EL FAMOSO SANTUARIO CHINO DE SHESHAN

Los contactos con los obispos patrióticos no implican ningún reconocimiento

SHANGHAI, 19 sep (ZENIT.org).- El cardenal Roger Etchegaray, presidente del Comité Central para el Gran Jubileo del año 2000, quien se encuentra de visita en China, pudo celebrar hoy una misa en el famoso santuario de la Virgen «Auxilio de los cristianos» en Sheshan, a unos 40 kilómetros de Shanghai.

El santuario está íntimamente ligado al corazón de todos los católicos chinos y es meta de numerosas peregrinaciones, convirtiéndose así en un signo de unión espiritual más allá de toda división o tensión. El Papa, que se siente espiritualmente unido a este templo, el 21 de agosto de 1988, lo describió en sus detalles y evocó su historia para unirse «espiritualmente a la peregrinación de los fieles chinos». En aquella ocasión encomendó a la Virgen de Sheshan a toda la Iglesia universal, pero particularmente a la iglesia que está en China.

En el transcurso de su viaje a China continental, que comenzó el martes de la semana pasada y cuya primera etapa fue Pekín, donde participó en el Simposio internacional sobre «Religiones y paz», el cardenal Etchegaray ha mantenido contactos con autoridades civiles y eclesiásticas, incluyendo algunos obispos que forman parte de la Asociación Patriótica, una especie de Iglesia controlada por el Partido.

Antes de emprender su viaje, en una entrevista concedida a «Radio Vaticano», el purpurado vasco-francés había advertido que estos «posibles contactos no podrán ser interpretados como un reconocimiento de las estructuras eclesiales» que actualmente se han impuesto en China y confesó su deseo de poder «testimoniar sencillamente a todos una voluntad sincera y determinada de dialogar, sin esconder nada de la verdad de la Iglesia, tal y como Cristo la ha fundado».


LA IGLESIA SUMAMENTE PREOCUPADA CON LA CARTA EUROPEA DE DERECHOS

El presidente del episcopado italiano denuncia graves lagunas

TURIN, 19 sep (ZENIT.org).- «La Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea, en fase de elaboración avanzada, causa en el estado actual insatisfacción desde varios puntos de vista». Este es el juicio que ofreció ayer el cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y vicario del Papa para la diócesis de Roma, al inaugurar ayer la reunión del Consejo permanente del organismo que preside.

En esta ocasión, la cumbre del episcopado italiano se ha querido reunir en Turín con motivo de la exposición especial de la Sábana Santa, que tiene lugar estos momentos. El purpurado italiano afrontó temas calientes de la situación religiosa y social en Italia y Europa.

El cardenal no escondió su preocupación ante los motivos de inspiración que están condicionando la redacción del texto europeo que debería ser aprobado en la cumbre de Niza de jefes de Estado europeos programada para el próximo mes de diciembre. Europa se ha dado cuenta de que para ser una auténtica comunidad necesita puntos de referencia y valores comunes. Por este motivo, el Consejo Europeo, reunido en junio de 1999, afirmó: «La evolución actual de la Unión exige la redacción de una Carta de derechos fundamentales que permita poner de manifiesto ante los ciudadanos de la Unión la importancia sobresaliente de los derechos fundamentales y su alcance».

El purpurado constató que el Preámbulo de esta Carta, que en cierto sentido pretende ser la piedra angular de la construcción europea, llama a los pueblos europeos a «compartir un porvenir pacífico» fundado sencillamente «en los valores comunes». «Comunes» y nada más, subrayó. El gran texto que debería garantizar los deberes y derechos inalienables de la persona humana en Europa, con consecuencias no sólo para los países que ya son miembros, sino también para los que se sumarán posteriormente (particularmente los de Europa del Este), se basa en una expresión vacía. ¿Cuáles son estos valores «comunes»?

El texto, como constató Ruini, no menciona la raíces histórico-culturales que han dado vida a Europa (y mucho menos las cristianas). Estas raíces han constituido su «alma» y «pueden inspirar también hoy su identidad y misión», añadió.

¿Se trata de un olvido o de una omisión voluntaria? El cardenal no quiso meterse en esta cuestión. El número 4 del Preámbulo justifica, sin embargo, sus temores: «Con la adopción de la Carta, la Unión pretende... reforzar la protección de los derechos fundamentales a la luz de la evolución de la sociedad, del progreso social y de los desarrollos científicos y tecnológicos». De este modo, el texto no defiende los derechos de la persona, si no que los deja a merced de las circunstancias y de la evolución económica o tecnológica (incluida la clonación, por ejemplo).

En el artículo 9 de la Carta se lee que «el derecho a casarse y el derecho a constituir una familia están garantizados según las leyes nacionales que disciplinan su ejercicio». Los encargados europeos de redactar la carta han explicado el sentido de la expresión: «El artículo ha sido formulado de nuevo para tener en cuenta la evolución de la sociedad, con el objetivo de disciplinar los casos en los que las legislaciones nacionales reconocen maneras diferentes al matrimonio para construir una familia». Una manera de equiparar, por tanto, las uniones homosexuales con el matrimonio, al menos a nivel de concepto.

Pero no es todo, hay otros pasajes que suscitan preocupación. El cardenal Ruini mencionó una cuestión particularmente delicada: «La libertad religiosa es afirmada sin hacer ninguna referencia a las dimensiones institucionales propias de las confesiones religiosas en cuanto tales, mientras que algunos derechos individuales parecen propuestos de manera bastante unilateral, corriendo el riesgo de entrar en conflicto con otros derechos legítimos, entre los que se encuentran precisamente los de las confesiones religiosas».

Los pocos meses que quedan para la cumbre de Niza, según se desprende de la crítica del purpurado italiano, se convierten por tanto en una ocasión decisiva para que los gobierno europeos se preocupen por un documento tan importante. La indiferencia con que se trata el tema, incluso entre la opinión pública del viejo continente, podría entenderse como una prueba preocupante del vacío ético que muchos denuncian en Europa.

Puede encontrarse información sobre el documento en elaboración en la página web del Parlamento Europeo: http://www.europarl.eu.int/charter/es/default.htm.


LA SANTA SEDE ADHIERE AL LLAMAMIENTO PARA ELIMINAR LAS MINAS ANTIPERSONALES

Conclusiones de la reunión de Estados firmantes del acuerdo

GINEBRA, 19 sep (ZENIT.org).- Es indispensable eliminar la producción, almacenamiento, exportación y uso de minas antipersonales. Lo ha confirmado la segunda reunión de los estados que se han adherido a la Convención internacional de Ottawa contra estos artefactos letales celebrada del 12 al 15 de septiembre en Ginebra.

En el encuentro intervino el observador permanente del Vaticano en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra, el arzobispo Giuseppe Bertello, quien consideró que la Convención de Ottawa constituye una prueba de respeto cada vez más concreto por la persona humana, considerada en sus dimensiones individuales y sociales.

La Conferencia, sin embargo, no ha producido ningún avance de relieve en la lucha contra las tragedias provocadas por estos artilugios mortales, diseminados en numerosas zonas de guerra, que siguen matando, mutilando y amenazando la vida cotidiana de centenares de miles de personas inocentes y en gran parte niños. Cada 20 minutos una persona muere o queda mutilada por la explosión de una mina.

En una declaración final del encuentro, al que han asistido delegaciones de 107 países firmantes de la Convención y numerosos representantes de países y organizaciones en calidad de observadores, se ha trazado un balance de los resultados alcanzados y se ha fijado un tercer encuentro del 18 al 21 de septiembre de 2001 en Managua (Nicaragua).

En el documento final se pone de relieve que más de 20 estados han completado ya la destrucción de las minas que tenían almacenadas y otros 24 están empeñados en este trabajo. Cerca de 250 millones de dólares han sido destinados por donantes al programa de lucha contra el problema de las minas, programa que exige esfuerzos financieros consistentes y al que todos los Estados son invitados a contribuir.

En Ginebra, se ha hecho un llamamiento a los países que todavía siguen empleando estos artilugios, incluidos aquellos que han adherido a la Convención, pero que no respetan los compromisos suscritos.

Entre los compromisos se ha repetido la necesidad de respetar la obligación de asistir a las víctimas de estas armas, víctimas que hicieron sentir su presencia en la reunión de Ginebra. Luego, siempre en el ámbito del programa para la eliminación de las minas antipersonales y de sus trágicas consecuencias, consideradas desproporcionadas por los mismos militares, se ha establecido una serie de encuentros que pueden contribuir a hacer progresos incluso antes del encuentro de Managua.

Entre otros, en Buenos Aires, el 6 y 7 de noviembre próximos, tendrán lugar un seminario sobre procedimientos de destrucción de minas. Otros seminarios sobre el mismo argumento se celebrarán en Canadá y Hungría al inicio del 2001. En Bamako (Mali), el 15 de febrero de 2001, se organizará una conferencia sobre la Convención y Africa. Estos encuentros, según el presidente del encuentro, que se desarrolló en la sede de la ONU en Ginebra, el noruego Steffen Kongstad, permiten esperar que se alcancen resultados concretos gracias a un trabajo común.


COREA DEL NORTE: SIETE CRISTIANOS EJECUTADOS POR SU FE

23 personas podrían haber sido ejecutadas en este año por motivos religiosos

LONDRES, 19 sep (ZENIT.org).- Siete cristianos han sido ejecutados por su fe en Corea del Norte, según informa la agencia Compass. Se trata de hombres con edades comprendidas entre los 15 y los 58 años, que fueron ejecutados en abril. Las circunstancias que rodearon estas muertes no han sido reveladas y sólo ahora se ha tenido conocimiento de la noticia gracias a fuentes procedentes de China.

Corea del Norte, un estado con un régimen fanáticamente comunista, sigue acosando a quienes profesan una creencia religiosa. El Informe Anual del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre Libertad Religiosa indica que existen informaciones no confirmadas de 23 cristianos ejecutados entre octubre de 1999 y abril de 2000.

Algunas fuentes indican que algunos cristianos fueron acorralados y ejecutados antes de que tuviera lugar la cumbre entre las dos Coreas, el pasado mes de junio. Aunque hay iglesias abiertas en Corea del Norte, la creencia religiosa no se tolera en este estado de 20 millones de personas.

Según un observador radicado en Seúl, «se trata de un tema de control. El régimen espera lealtad total y cuando la gente cree en Dios a espaldas del Gobierno, se considera que es la más profunda forma de deslealtad».

En el informe del Departamento de Estado, se dan detalles escalofriantes sobre cómo los prisioneros por motivos de religión son tratados mucho peor que el resto de los encarcelados. Un ex guardia de prisión testificó que «los que creen en Dios son vistos como locos». Contó un incidente en el que una mujer fue cruelmente golpeada por el hecho de rezar por un niño que estaba siendo objeto de abusos en la prisión.

Compass revela el testimonio de un miembro de Partido Comunista de 28 años al que se le ordenó ejecutar a tres cristianos. Se quedó con uno de los libros de los condenados y más tarde se lo mostró a su madre. Ella parecía horrorizada y lloraba amargamente. Cuando el le contó lo que había sucedido, ella gritó: «Has matado a tres hermanos de mi mejor hermano». Confundido, el hijo preguntó: «¿He matado a tus parientes?». Ella contestó: «Mi hermano es Jesucristo y tu has matado a tres de sus seguidores». El libro era una Biblia. La historia sirve para comprender que incluso las madres cristianas en Corea del Norte tienen miedo de compartir su fe con sus hijos.

Por el momento no se han podido confirmar las informaciones de Compass sobre estas ejecuciones, a causa de la naturaleza cerrada de la sociedad de Corea del Norte. Los informes proceden de refugiados norcoeranos refugiados en China. Algunos cristianos han huido a China y reclaman asilo, basándose en la persecución religiosa que sufren. Los funcionarios del Gobierno chino casi nunca les permiten apelar al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, a pesar de que tienen obligación legal de hacerlo. A muchos de estos refugiados se les obliga a volver a Corea del Norte. Se estima que el número de norcoreanos refugiados en China podría ser superior a los 100.000, pero no se sabe con certeza cuántos de ellos son cristianos.


ESPAÑA: EL CONGRESO RECHAZA EL RECONOCIMIENTO DE PAREJAS DE HECHO

Fuerzas de izquierda pedían la adopción para uniones homosexuales

MADRID, 20 sep (ZENIT.org).- El Congreso español rechazó ayer una propuesta de ley que buscaba el reconocimiento de las parejas de hecho. El proyecto fracasó ante la oposición en solitario del Partido Popular (PP) que cuenta con la mayoría absoluta. A favor de la legalizaciones de estas uniones votaron el resto de las fuerzas políticas: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Izquierda Unida (IU), Iniciativa per Catalunya (IC).

De las cuatro proposiciones, la de IU y la de IC incluían la adopción de hijos por parejas de hecho formadas por homosexuales y la equiparación entre la pareja de hecho y el matrimonio civil. La del PSOE no incluía la adopción, pero el grupo estaba dispuesto a incorporarla en su fase de comisión. Convergencia y Unión (CiU), partido nacionalista catalán, presentó una iniciativa de reconocimiento de parejas de hecho que constituye simplemente la traslación de la normativa catalana aprobada por el Parlament en junio de 1998, pero se abstuvo ante las otras tres proposiciones.

El no del PP fue defendido por su diputada Rosa Estarás, quien explicó que «aunque estamos por la regulación, ninguna de las cuatro proposiciones presentadas resolvía satisfactoriamente el problema». Para Estarás, «los cuatro textos adolecían de verdaderos defectos de técnica jurídica, dejando grandes lagunas e incurriendo en contradicciones que atentaban contra el principio de seguridad jurídica».

La diputada popular aseguró que la proposición de CiU «lesiona el noviazgo», por el hecho de plantear que dos años de convivencia conlleve ya efectos jurídicos. La propuesta socialista iba más lejos hasta reducir a seis meses el tiempo considerado como de convivencia estable.

Agresión al matrimonio Por su parte, el obispo portavoz y secretario de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan José Asenjo, se opuso con claridad a las propuetas presentadas en el Congreso: los proyectos de ley de los partidos de la oposición «no favorecen el bien común de la sociedad y suponen un deterioro y una agresión a la familia y al matrimonio».

Es más, afirmó, «sería el colmo del despropósito que se permitiera a las parejas de homosexuales la posibilidad de adoptar niños», tal y como pretenden IU, Iniciativa per Catalunya (IC), pues «los hijos necesitan crecer y educarse en un ambiente adecuado».

Monseñor Asenjo hizo estas declaraciones momentos antes de asistir a la reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, que se celebra esta semana en Madrid. Para el portavoz de los obispos --quien subrayó que «éste no es el problema número uno de la sociedad española»--, es imprescindible recordar que «los legisladores son servidores del bien común, y no de una parte».


JÓVENES DEL ESTE DE EUROPA VENDIDAS COMO MADRES DE ALQUILER

Denuncia el padre Lodeserto, director del centro de acogida «Regina Pacis»

LECCE, 20 sep (ZENIT.org).- En Italia, ya no se trata sólo de explotar a las jóvenes extranjeras de los países del Este por medio de la prostitución. Ha surgido una nueva forma de explotación más cruel. Son utilizadas como si fueran fábricas de hijos, alquilando el propio útero. Lo ha denunciado a «Radio Vaticano», el padre Cesare Lodeserto, responsable del centro de acogida a refugiados «Regina Pacis», de la diócesis de Lecce.

El sacerdote está a punto de emprender un viaje a Ucrania y Moldavia, lugares en los cuales, con la realización de microproyectos, se trata de resolver en el origen el problema de la trata de mujeres y reinsertarlas una vez que regresan tras la triste experiencia de venderse en las calles italianas.

«En el anterior viaje a Moldavia --explica el padre Cesare-- hemos tenido la ocasión de conocer una nueva forma de esclavitud puesta en práctica por organizaciones albanesas. Estas mafias contactan a las chicas a quienes, por tres mil dólares, piden que se dejen embarazar por un italiano, y vivan cerca de una familia que no puede tener hijos. Pasados los nueve meses, tras el parto, estas chicas dejan el niño y vuelven a su país. Es una nueva forma de comercio y de esclavitud que hemos constatado y que empezaremos a denunciar cada vez más abiertamente».

Con el fin de luchar contra esta nueva forma de esclavitud, el centro «Regina Pacis» ha abierto representaciones en Kiev (Ucrania) y Chisinau (Moldavia). «Contactamos con las familias de origen de estas chicas --explica el sacerdote--. Si están todavía en Italia y las familias no conocen su opción desesperada, tratamos de recrear ante todo una relación. Esta es la cosa más agradable. Nadie puede imaginar la fiesta que se hace en aquellas casas a las que se llevan noticias de la propia hija».

«Luego --añade-- tratamos de prestar apoyo a sus necesidades realizando microproyectos, orientados sobre todo hacia actividades agrícolas y artesanales que pueden ir desde la realización de un pozo artesano al cultivo o la apertura de un taller de peluquería o pastelería».

Y la actividad no acaba aquí: «En las representaciones de Ucrania y Moldavia, tratamos de explicar también cómo se puede entrar en Italia de forma legal y actuamos en estrecho contacto con las Caritas de las iglesias locales. La Iglesia católica está presente en Ucrania de manera muy organizada; en Moldavia sólo hay 14 sacerdotes y tienen mayor necesidad de este apoyo. El obispo del lugar nos ha animado diciendo: "Haced lo que tenéis que hacer. Nosotros tenemos el gran problema de que la gente muere de hambre" y actuamos con el máximo respeto también respecto a la Iglesia ortodoxa».

«Nuestra actividad no es de culto sino testimonio cristiano que viene de la caridad de cada día --indica el padre César--. Ciertamente, dado que quien se presenta a las familias es un sacerdote católico, la gente percibe una gran diferencia porque llegamos allá donde nadie ha puesto el pie, sólo por razones de caridad, algo que no se ve en el mundo ortodoxo».


NÁPOLES REVIVE EL MILAGRO DE SAN GENARO

Prodigio que interpela a laicistas y católicos, según el cardenal Giordano

NAPOLES, 20 sep (ZENIT.org).- San Genaro no faltó a su cita con la fe de sus conciudadanos napolitanos. Ayer, a las 9,54 de la mañana, en una catedral atestada de fieles, el agitarse del pañuelo blanco del jefe de la Diputación de la Orden de San Genaro, anunciaba que se había renovado el prodigio y se había disuelto la sangre contenida en la ampolla de vidrio que el cardenal Michele Giordano mostraba entre sus manos.

Un caluroso aplauso de los fieles subrayó este prodigio de la liquefacción de la sangre del mártir napolitano que se realiza todos los años el día de su fiesta y en otras señaladas ocasiones.

Ante una multitud abigarrada e inquieta, que no dejaba de afluir a la catedral napolitana para comprobar el prodigio, el cardenal Giordano, arzobispo de Nápoles, dijo que este hecho «interroga a los intelectuales laicistas y católicos». «San Genaro --añadió-- es un mártir que llama a cada persona a un firme compromiso por la defensa de la libertad y los altos valores».

En la eucaristía, celebrada a continuación, el cardenal Giordano recordó el rejuvenecimiento de la Iglesia que está suponiendo este Jubileo, que «es como un nuevo Pentecostés sobre el mundo, la Iglesia, los cristianos».

«Tenemos motivos para esperar, alegrarnos y tener confianza. Este pensamiento me ha sido inspirado por el Jubileo, por el renovado prodigio y la participación del pueblo con una fe grande. No es la primera vez que en la historia, cuando todo parece que se oscurece, de repente aparece el Espíritu Santo con una nueva luz que, si somos dóciles a sus inspiraciones, hace un mundo joven, espiritual, nuevo. Nos surge espontáneo el canto del "Magnificat" al Espíritu Santo porque no sólo nos hace recordar el pasado sino que hace ahora lo que hizo en los primeros tiempos de la Iglesia».

Y concluyó afirmando que «el prodigio de San Genaro trae un nuevo Pentecostés a nuestra Iglesia», palabras que fueron acogidas con un prolongado aplauso por parte de los fieles.

San Genaro nació en Nápoles en la segunda mitad del siglo tercero en una familia noble. A inicios del siglo IV, era obispo de Benevento, cuando fue promulgado el edicto de Diocleciano de persecución contra los cristianos. Genaro fue a visitar a Sossio, diácono de la Iglesia de Miseno, encarcelado. El obispo, que estaba acompañado del diácono Festo y del lector Desiderio, fue arrestado y condenado a ser expuesto a los osos en el anfiteatro de la actual Pozzuoli, localidad cercana a Nápoles. La leyenda dice que los osos, ante el santo, se volvieron mansos corderos. Finalmente el santo fue decapitado probablemente el 19 de septiembre del año 305, junto a Sossio, Festo, Desiderio, Procolo, diácono de la Iglesia de Pozzuoli, Eutiques y Acuzio, nobles de la localidad. Tras la decapitación, la sangre del mártir fue recogida en una ampolla por una devota mujer. Unos años después del edicto de Constantino, el obispo de Nápoles transportó en procesión las reliquias del santo y en aquella ocasión se produjo por primera vez el prodigio de la liquefacción de la sangre del santo.

También el santuario de San Genaro de Pozzuoli, lugar de la decapitación, estaba ayer lleno de fieles que acuden a presenciar otro prodigio. En el santuario se conserva una piedra de mármol, donde se dice que fue apoyada la cabeza del santo, que se enrojece el día de su fiesta e incluso en alguna ocasión ha quedo humedecida con gotas de sangre.


INDONESIA: MILITANTES ISLÁMICOS ASESINAN A TRES CRISTIANOS EN LAS MOLUCAS

Otra explosión en un mercado causa tres heridos

AMBON, 20 sep (ZENIT.org).- No cesa la violencia contra los cristianos en las islas Molucas (Indonesia). Ayer, en una tensa jornada, tres cristianos fueron asesinados y otros siete heridos, cuando dos lanchas motoras de militantes musulmanes abordaron la embarcación en la que se encontraban.

La noticia fue dada por la agencia misionera «Misna», que habla también de choques violentos en Ambón con motivo de la inauguración de un mercadillo gestionado por mujeres musulmanas y cristianas. La iniciativa, nacida para relajar la tensión, fue saludada con un nutrido apedreamiento por parte de fundamentalistas islámicos, contra los que acudieron grupos de cristianos.

Por otra parte, dos bombas explotaron en otro mercado de la capital con un balance de tres heridos. Las explosiones crearon pánico. Echando leña al fuego, el Ejército empezó a disparar al aire tratando de controlar a la multitud, creando de este modo el efecto contrario. Centenares de personas, cristianos y musulmanes, habían acudido para comprar la comida enviada por el Gobierno. Era esta una de las poquísimas ocasiones en los miembros de las dos comunidades se encontraban juntos después de casi dos años de violentos choques sectarios.

Mientras tanto, el Gobierno de Indonesia ha recibido una dura advertencia por parte de Estrados Unidos. Si las milicias filo-indonesias de Timor --responsables del asalto a la sede del ACNUR hace dos semanas-- no son desmanteladas y desarmadas, Indonesia sufrirá duras represalias económicas.


CHINA: ARRESTADOS DOS OBISPOS Y UN SACERDOTE FIELES AL PAPA

Sigue la campaña de ataques contra la Iglesia Católica clandestina

PEKIN, 18 sep (ZENIT.org).- La policía ha arrestado en China central a un obispo de 81 años de la Iglesia clandestina, es decir, fiel al Papa. El obispo Tomás Zeng Jingmu fue detenido el pasado jueves, 14 de septiembre, de su casa en la aldea de Hangpu, en el distrito de Chongren, en la región de Jiangxi.

Entre 50 y 60 agentes, vestidos de civil y con uniforme, llegaron a la aldea hacia las 10,30, hora local, y se llevaron por la fuerza al obispo que gritaba, según ha declarado a la agencia italiana ANSA una testigo.

«Las otras veces que la policía vino fue bastante amable, pero esta vez... no me sorprendería el que le hayan golpeado», dijo una vecina.

Monseñor Zeng fue introducido en un coche de servicio y llevado a un puesto de policía mantenido en secreto, según dijo una pariente del obispo. Al mismo tiempo, otros agentes arrestaron en el mismo distrito al obispo auxiliar Deng Hui y al sacerdote Liao Haiqing.

Por su parte la Fundación Cardenal Kung informa que es la tercera vez en tres semanas que se producen arrestos y maltratos contra miembros de la Iglesia católica clandestina, tanto obispos como sacerdotes, religiosas y laicos.

Según informa la Fundación, el obispo Zeng Jingmu había estado bajo arresto domiciliario durante los pasados 27 meses, que siguieron a tres años de prisión. De 1955 a 1995, fue encarcelado durante 30 años. Fue ordenado sacerdote en 1949 y consagrado obispo en 1990.

El padre Liao Haiqing había sido arrestado previamente el 4 de agosto de 1995 y liberado después.

Por otra parte, según la Fundación, en la provincia de Fujian aproximadamente 70 policías de seguridad rodearon la residencia del padre Ye Gong Feng, en la aldea de Gongtou, hacia las seis de la tarde del 11 de septiembre. Este sacerdote de la Iglesia clandestina, de 82 años, fue torturado salvajemente hasta perder el conocimiento. Permaneció en coma desde las 17 horas hasta mediodía del día siguiente.

El 8 de agosto pasado, un gran número de agentes del condado de Pingtan destruyeron el altar de la iglesia de Yutou. Mientras los fieles escapaban de la iglesia, fueron atrapados y golpeados. Muchos de ellos fueron heridos. Varias veces en agosto siete catequistas, incluidas cinco religiosas, fueron arrestados y detenidos durante quince días.

Al menos cinco sacerdotes fueron detenidos por poco tiempo. Son los padres Chen Yiqu de la parroquia de Longgao en la ciudad de Fuqing;el padre Chen Deyou de la parroquia de Jinfeng en la ciudad de Changle; el padre Feng Yongbing; el padre Chen Yixia y el padre Lin Rengui. El padre Lin fue golpeado tan salvajemente que vomitó sangre. Los nombres de las parroquias de los padres Feng, Chen y Lin no se conocen por el momento. Las 24 religiosas arrestadas el 30 de agosto, como informó la Fundación, han sido liberadas el 1 de septiembre. 


EL INSTITUTO PONTIFICIO DE MISIONES EXTRANJERAS CUMPLE 150 AÑOS

Ha contribuido al nacimientos de muchas Iglesias en países de misión

MILAN, 18 sep (ZENIT.org).- Tienen un lema familiar que refleja bien su carisma: «Todos al martirio, pero no en fila india...». Entre ellos ha habido de todo: héroes, aventureros, profesores y constructores: un cartógrafo, un piloto de avión, un convertido del Islam y un mandarín, abogados y encarcelados, exploradores y profesores universitarios, obispos y mártires.

Estamos hablando del PIME, la primera institución exclusivamente misionera surgida en Italia, que acaba de cumplir 150 años de vida. El aniversario oficial tuvo lugar el pasado 31 de julio, pero fiesta fue festejada este fin de semana pasado en la casa madre en Milán. El prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Jozef Tomko, ha presidido este año el tradicional «congresillo» que desde hace 75 años reúne a los parientes de los misioneros, benefactores y simpatizantes del Instituto.

El PIME fue fundado en 1850 en Saronno por Angelo Ramazzotti: un ex abogado convertido en sacerdote y gran predicador que no pudo dirigir la creación de este cuerpo especial de misioneros porque fue consagrado obispo. Un «hijo» del PIME, el periodista y escritor padre Piero Gheddo ha escrito para el aniversario una historia del Instituto: «PIME 1850-2000. 150 años de misión».

El padre Franco Cagnaso, 57 años, es desde 1989 el noveno superior general del PIME. «La cosa más hermosa y visible --indica en declaraciones a Zenit-- es el número de Iglesias nacidas con nuestra actividad, sobre todo en Asia. Pero además nuestros 150 años contienen también un bagaje invisible e incalculable de caridad, sufrimientos, de fe y de compromiso, de manera que cuanto más conozco nuestra historia más me doy cuenta de lo grande que es; esta historia, aunque puede estar acompañada de errores y debilidades, es de todos modos un balance muy positivo».

Pero hay quien pide en este aniversario un «mea culpa» a los misioneros que habrían vivido a la sombra del colonialismo. «Nosotros no somos mejores que los otros misioneros. Pero no me parece el modo justo de plantear el problema --responde superior general--. ¿«Mea culpa»? Sin duda en nuestra historia ha habido errores, egoísmos, planteamientos demasiado occidentales; hemos sido hijos de nuestro tiempo y hemos sufrido las influencias, también negativas. Pero las personas que actuaron en aquél modo, en aquél tiempo, ¿eran de verdad conscientes de realizar una cosa equivocada? Pienso que no. Y creo que el Evangelio es anunciado --más que por la exactitud de las opciones históricas, culturales y sociales-- por la gracia y por la pobreza con las que lo sabemos acoger. Una gracia que pasa también a través de los errores».

Hojeando la historia del PIME, salta a la vista la presencia de muchos «navegantes solitarios»: caracteres fuertes, constructores, líderes capaces de crear y sostener una misión en condiciones dificilísimas. Pero siempre, y un poco demasiado, solos. «Es verdad --asiente el padre Cagnaso-- el pecado original de los misioneros en general y quizá del PIME en especial es justamente un cierto individualismo. Pero también esto es un dato que hay que comprender en su contexto. Hoy es sin duda menos admisible ser "navegantes solitarios" en el mundo de Internet y de las comunicaciones globales, pero hace cien años en algunos lugares de China o de Africa no se podía verdaderamente hacer de otra manera... Ahora las nuevas generaciones sienten mucho más la exigencia de trabajar juntos y nosotros lo consideramos un factor positivo. Siempre que esto no esconda el deseo de acomodarse en un "hogar caliente" y que demasiados esquemas prefijados no impidan la flexibilidad para adaptarse».

¿Cómo crecerá el PIME en el futuro? «Hoy el cambio más notable --indica el superior general-- está en la internacionalidad. En la actualidad contamos con 47 extranjeros de un total de 550 miembros y este año las nuevas entradas añaden 5 indios, 3 brasileños, 2 filipinos y sólo 4 italianos. La internacionalización está por tanto destinada a influir mucho en el futuro próximo. Significa de hecho que nos estamos desprovincializando, que tendremos una mayor capacidad de encuentro, que nos haremos más flexibles a las necesidades de las Iglesias. Otro trazo emergente del PIME es una visión más amplia del compromiso misionero: querríamos convertirnos en el apoyo y el punto de paso de muchas otras energías, desde las de los laicos a las de las religiosas y las Iglesias locales, sin ser el centro necesariamente».


UN FRUTO DEL JUBILEO: LA MAYOR PRESENCIA DE CATÓLICOS EN POLÍTICA

Declaraciones del arzobispo de Valencia, monseñor García-Gasco

VALENCIA, 18 sep (ZENIT.org).- El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, afirmó ayer que «la multitudinaria respuesta a las convocatorias del Jubileo del 2000 debe reflejarse también en una mayor participación de los cristianos en política, algo que se hace, incluso, imprescindible».

El compromiso del cristiano en la vida pública «no puede reducirse a una simple etiqueta, sino que implica asumir como gran exigencia propia, e incluso como factor para su examen de conciencia, la adopción de medidas políticas concretas para la promoción plena de la persona».

En declaraciones a la agencia Avan, del arzobispado valenciano, García-Gasco considera que «es cada vez más necesaria y urgente la aportación del humanismo cristiano para trazar un modelo de desarrollo político, social y económico basado en el respeto a la persona».

El arzobispo de Valencia ha contrastado el «gran éxito de las convocatorias jubilares de la Iglesia en el 2000» con lo que ha definido como «complejo de inferioridad de ciertos sectores cristianos que impide ver al cristianismo como un factor de renovación social», lo que provoca que «muchos no encuentren en el cristianismo los contenidos capaces de dinamizar el modelo de sociedad».

Frente a esta situación, el prelado confía en que «uno de los frutos del impulso jubilar sea una mayor presencia de cristianos en la política, que hagan realidad concreta su visión cristiana del hombre y de la historia a través de la promoción íntegra y armónica de la persona humana», algo que «debe exigirse cualquier cristiano en la vida pública».