TEMA 46-2
LA
VIRTUD DE LA TEMPLANZA
1. Naturaleza y noción de la templanza
1. El comportamiento moral no es conformarse a unas
reglas externas, sino un dinamismo interno del sujeto para adecuarse a la recta
ratio. La templanza no la contempla la ética política pero es la base de la
vida social. Hoy se minusvalora la ética personal privada teniéndola como
arbitraria, a gusto de cada cual, se desplaza el acento a una ética política:
paz-justicia-libertad, y se justifican pecados contra la templanza. Templanza se
refiere más a la ética personal. Para unos, un comportamiento es conformarse a
unas reglas, pero no sólo es esto. La ética es un dinamismo interno del
sujeto. Es adecuarse a la recta ratio, no a las reglas externas.
Sto. Tomás, en S. Th., II-II afirma que algo no está
mal por no adecuarse a la Ley, sino por ir contra la recta ratio, contra el
hombre, por desordenar al hombre, oponerse a un comportamiento acertado. Bruno
Schuller opone a S. Tomás, contra la ética como dinamismo interno del sujeto.
Hay que afirmar que ser moral o inmoral es ser o no consecuente con la recta razón.
La templanza no es meramente dominarse, moderarse,
sino que es una discreción ordenadora en orden a la armonía y perfección del
interior del hombre. Ordenar por la templanza no sólo significa suprimir, sino
armonizar; suprimir o incrementar. Algunos autores la conciben como
"crianza": cultivar bien las potencias. suprimir o incrementar.
Algunos a;
2. Definiciones
-"Virtud cardinal
sobrenatural que modera la inclinación a los placeres sensibles especialmente
del tacto y del gusto, conteniéndola dentro de los límites de la razón
iluminada por la fe. Adolece de un tono un tanto represivo.
- "Virtud cardinal que inclina al apetito
concupiscible a ordenar sus actos propios bajo el imperio de la voluntad según
el dictamen de la recta razón (iluminada por la fe - virtud sobrenatural)"
- importante: armonía que la voluntad quiere y
consigue obrar de acuerdo con el dictamen de la razón. Ya no modera tanto sólo
al defecto de templanza sino también al exceso, por ejemplo, no saber fomentar
la ira cuando hace falta.
3. Templanza como orden y armonía en el interior
del hombre.
Sto. Tomás, Sent. IV, d. 14, 1, 4 ad 2: "...por
ser la templanza lo que es (ordenadora el lo interior) el primer y más
inmediato efecto del templaza es la tranquilidad del espíritu."
Su fruto el orden interior (tranquilidad). La
prudencia tiene como objeto el orden en su universalidad; busca el bien en
general, ordena todas las demás potencias hacia su objeto, etc. La justicia
tiene como objeto el orden hacia los demás. La fortaleza tiene como objeto
buscar el bien sin contar con uno mismo (a pesar del cansancio, etc.). La
templanza tiene como objeto conseguir este orden dentro de uno mismo, en el
propio yo. Por tanto, está enfocada sobre el sujeto mismo.
Problema: Este orden interno no es natural ni espontáneo.
Todo depende de cómo el hombre, voluntariamente se ordene a sí mismo.
El orden, por no ser igual para todos, debe ser
guiado por la razón. El objeto de la razón es la realidad; conocer la
realidad, por tanto, no es desordenado pero puede desordenarse voluntariamente,
por la voluntad. Uno puede "ordenarse" en sentido egoísta (sería
pues desordenarse) o en plan inteligente. conocer la realidad, por tanto, no es
desordenado pero puede desordenarse voluntariamente, por la voluntad. Uno puede
ordenarse en sentido ego ;
Este desorden interno tiene 3 posibilidades de
explicación:
- no tiene explicación, es puro azar, pura cosa
natural. No es aceptable, pues nadie tendría responsabilidad de nada, ni
libertad.
- se explica por Revelación - por la fe - pecado
original.
- se niega, sencillamente, que exista un desorden:
el desorden es el orden, lo natural.
Las fuerzas intrínsecas del ser humano, llamadas a
conservar, edificar y perfeccionar el ser más que ninguna otra potencia, son a
la vez las que antes se prestan a la autodestrucción de la personalidad moral.
S. Th., II-II, q. 141: "Estas fuerzas de las que se hace cargo la templanza
son las que más discordia siembran en el espíritu; y esto se debe a que tales
fuerzas forman parte de la esencia del hombre". Son la propia conservación,
y la propagación de la especie.
Al mismo tiempo, es de la esencia natural y de la
estructura volitiva del hombre el que éste ame a Dios más que a sí mismo. No
es que ame a Dios por el culto, manifestaciones de religiosidad, sino que hay un
impulso más fuerte que el alimento y el sexo, que es la búsqueda del bien y de
la verdad, que tiene relación con el Bien y la Verdad. Guardini: La moral
cristiana analiza y es la única capaz de ver la verdad; toda filosofía que
capta la verdad de las cosas se la puede llamar cristiana, pues participa de la
búsqueda del Bien y de la Verdad. Gadamer: "esto creo; y me gustaría
aceptarlo, pero en el fondo no puedo aceptarlo."
El hombre tiene que buscar el bien y la verdad
siempre. El puramente inmoral no existe. Todo el mundo tiene una regla interna
que busca el bien y la verdad.
El desorden en el interior del hombre viene cuando
se trastoca la razón. La razón tiene dominio político sobre las pasiones. No
un dominio despótico (como el cerebro sobre la mano). Las pasiones pueden
oscurecer y anular el uso de la razón y actuar por su cuenta.
Pieper - Este orden de la templanza no puede darse
mas que poniendo en práctica el mirar por sí mismo pero de forma desprendida.
Aceptar las relaciones reales. La auto posesión del yo no es realizable
mientras la mirada siga puesta exclusiva y egoístamente sobre lo humano propio.
Pues de estas relaciones reales, la primera de todas es la dependencia ontológica
respecto al Creador. Se llega a esto incluso por la Filosofía. El filósofo
tiene que poner su último pensamiento en Dios, o no es capaz de mostrar nada.
Por tanto, la templanza defiende como potencia la
realización interior. Pues el principal elemento del desorden es el propio
interior del hombre. El principal elemento del discordia es uno mismo: el yo. Es
uno quien quiere el mal personalmente, no el hombre viejo, como si éste fuera
alguien ajeno.
4. Dios puso en la naturaleza humana unas fuerzas
vitales, que son constitutivas de la vida: la propia conservación, la
conservación del especie. Estas fuerzas están en el núcleo del mismo hombre.
¿Qué es la naturaleza humana donde Dios puso estas
fuerzas?
La naturaleza humana no es una lista de
mandamientos, ni producto evolutivo de la cultura. La naturaleza humana es la
recta ratio. Sabe descubrir la verdad interna de las cosas. No meramente la
verdad sino la verdad interna.
Todo lo revelado por la fe debe demostrar la razón.
Ni la S. E., ni los Padres, ni la Tradición habían dicho nada sobre la
fecundación "in vitro" antes del "Donum Vitae". Decir que
no está revelado no debe dar miedo. Hay que elaborar la doctrina con la razón,
saber descubrir la verdad de las cosas.
No se puede prescindir de esta recta razón. Por
tanto, su desorden es desastroso para el hombre, pues se produce en el núcleo
de sí mismo.
5. Ámbitos del posible desorden de la templanza.
- sobriedad: ordena aquello que se refiere al la
propia conservación. Vicio opuesto: gula.
- castidad: ordena la sexualidad. Vicio opuesto:
lujuria
- humildad: ordena la propia excelencia. Vicio
opuesto: soberbia.
- mansedumbre: ordena la restauración de un orden
lesionado. Vicio opuesto: cólera
- estudiositas: ordena el afán de verdad y
conocimiento. Vicio opuesto: curiositas
6. En cuanto a los actos que la templanza debe
moderar: todo acto del apetito concupiscible de la voluntad que sigue al
conocimiento intelectual, sea corporal o sensible, sea intelectual.
- actos del apetito concupiscible de la voluntad que
provienen de un conocimiento sensible: oler chocolate con churros.
- actos del apetito concupiscible de la voluntad que
provienen de un conocimiento intelectual: acordarse del chocolate con churros.
- actos de la voluntad que siguen al
conocimiento intelectual: deseo de saber cómo se hace el chocolate con churros.
2. Antropología cristiana (cfr.
Dominum et vivificantem, nn. 59 y 60)
La antropología cristiana no sólo usa la razón
para llegar a un dato, sino que también incorpora el dato revelado.
1. Teología de la imagen. El hombre está hecho a
imagen y semejanza de Dios de tal forma que un hombre nos remite a Dios, que el
amor humano es reflejo del amor divino, y que Dios es en cierto modo imagen del
hombre.
Dios y el hombre se reflejan mutuamente. La
antropología cristiana tiene esta base fundamental: el hombre es imagen y
semejanza de Dios. Por tanto, al hablar de la muerte de Dios, también sigue la
muerte del hombre, y viceversa: desprestigiar la dignidad del hombre, acaba por
hacer desaparecer a Dios de esa cultura o sociedad.
Dominum et Vivificantem: "La revelación íntima
con Dios, por el Espíritu (Dios y hombre como imágenes mutuas) hace que el
hombre se comprenda a sí mismo y comprenda de un modo nuevo a la humanidad. Así
se realiza plenamente aquella imagen y semejanza de Dios, que es el Hijo desde
el principio." Esta es la verdad íntima e interna del ser humano: esta
imagen y semejanza es plenamente desvelada en Cristo.
2. Dignidad del hombre (ref. GS 24)
"El hombre es la única criatura del universo
que Dios ha querido por sí mismo."..."El conocimiento eficaz de esta
verdad (del hombre y del ser) y su realización plena se dan solamente por obra
del Espíritu"
No quiere decir que la unión fe-razón sea
artificial. Es más, se respeta al hombre sólo en culturas donde está el
cristianismo, o vestigios o asomos de cristianismo. Sólo donde está el ES, se
ama al hombre por sí mismo, y no sólo por lo que aporte o tenga: culturas del
ser, y del tener.
Cuando se pierde la verdad sobre Dios, también se
pierde la verdad sobre el hombre. (Cfr.
Centissimus Annus, 46)
Se pierde la dignidad del hombre. C.A. - "Hoy
se tiende a afirmar...son la filosofía y la actitud fundamentalmente
correspondiente y cuando están convencidos a conocer la verdad, no son fiables
desde el punto de vista democrático o sean variables...una democracia se
convierte fácilmente como se muestra en la historia. No hay razón unitaria,
todo depende de lo que diga el Estado: el positivismo.
Sólo se resuelve acabadamente la cuestión de la
dignidad del hombre por obra del ES.
D. et V. - "Bajo la acción del Espíritu Paráclito
se realiza en nuestro mundo la maduración de la humanidad por la cual Jesús
mismo o cuando ruega al Padre de que seamos una como El y el Padre son uno,
sugiere una cierta semejanza a la unión de las personas divinas y la unión de
los hijos de Dios en la Verdad y en la Caridad."
3. Revelación de Dios
Dios se reveló en 3 modos: por la creación, por la
gracia y por la unión hipostática. Podía haber sido de otras formas, pero no
fue así. Esta revelación no es simplemente algo que Dios ha dicho, sino algo
que ha hecho al hombre. La principal revelación de Dios al hombre es el hombre
mismo. La revelación no es algo que está allí. El hombre se hace igual que
Cristo. El misterio del hombre sólo se entiende en Cristo - al hacerse alter
Christus. Por su pertenencia a Cristo comprende mejor también su dignidad de
hombre. Dignidad en llevar a cabo el modelo de hombre: vocación humana, porque
es sujeto de la presencia y acercamiento de Dios. Por tanto, la gloria de Dios
es el hombre viviente pero la vida del hombre es la visión de Dios.
S. Basilio dice que Dios, simple en su esencia y
diverso en sus dones, reparte al hombre sus dones. Está presente y ama al
hombre como si cada hombre fuera el único existe. Dios creó por puro amor, no
por necesidad. Esto es lo que significa verdaderamente crear de la nada.
4. Consecuencias prácticas: (n.60)
La verdadera libertad del hombre es la que se ajusta
a su dignidad bajo el influjo del ES: la vocación humana. En Cristo se realiza
y se descubre la verdadera dimensión de la dignidad del hombre. La revelación
es la revelación de la libertad y por tanto, de la dignidad.
3. Teología del Cuerpo
1. Muchas elucubraciones sobre el cuerpo:
Pitagoras habla de los 4 elementos. Vivificado por
un alma que se transmigra. Hay una procedencia material, el cuerpo, y
procedencia celeste, el alma.
Socrates dice que el cuerpo es un elemento
secundario.
Platón: El hombre es su alma. El alma (que es
simple e inmortal) y el cuerpo (conglomerado que se disuelve con la muerte) son
contrarios. La unión era un castigo por el pecado. Están unidos como un
caballero y el caballo, como el barquero y la barca. El alma quiere separarse
del cuerpo violentamente, porque el cuerpo es la cárcel del alma.
Aristóteles: El cuerpo es co-principio substancial
del hombre. Forma una sola substancia con el alma. El alma es el acto del
cuerpo. Por tanto, cualquier acto humano no se puede atribuir sólo al cuerpo o
sólo al alma, sino a todo el hombre.
Tradición cristiana: Durante los primeros siglos,
platónica, por tanto, hubo un ascetismo tremendo, muchos herejes que se
pasaban. Grandes escándalos al decir S. Tomás que no peca una mujer que se
pinta para ser más presentable.
Boecio: s. VI. retoma a Aristóteles. El cuerpo
tiene un papel esencial. Visión todavía peyorativa.
Sto. Tomás: no hace, propiamente, una teología del
cuerpo, pero habla del cuerpo como no accidental, sino que alma y cuerpo son dos
realidades incompletas que al reunirse forman una sola substancia.
s. XVII-XVIII - crisis
Descartes: "res cogitans y res extensa".
El alma y cuerpo son dos substancias completas que nada tienen que ver, que se
unen en la glándula pineal, hasta tal punto que puedo fingir que no tengo
cuerpo sin dejar de pensar ni de existir. Por tanto, soy una substancia cuya
esencia es pensar. El cuerpo es pura máquina, autómata. La persona está en el
"yo pienso"
Leibniz: armonía prestablecida
Malebranch:
Idealistas: La única realidad humana es el
pensamiento (no ya el sujeto que piensa). Salen los panteísmos, criticismos,
neocriticismos.
Bergson: primer intento de oposición a este
dualismo - materialismo. Pero cayó al espiritualismo. El cuerpo es una extensión
homogénea, duración diluida. El alma es una intensidad heterogénea, una
condensación de la duración. Se base en la calidad. El alma y cuerpo son dos vías
que se enlazan en una curva, y no en un perpendicular (como dicen los
anteriores)
2. Cuatro caracteres del hombre como ser corporal.
a) carácter totalitario
La persona es cuerpo animado. El ser sujeto también
pertenece al cuerpo. Yo soy sujeto de un cuerpo. "Yo soy mi cuerpo pero no
absolutamente porque lo tengo. Yo tengo mi cuerpo pero no absolutamente porque
lo soy" (K. Wojtyla).
Leibniz - el cuerpo que tiene la persona en una única
esencia.
Korper - en su materialidad. como sujeto de
funciones.
"La unión se realiza a cada instante en el
momento de la existencia". El cuerpo es la persona. No confundir la
materialidad del cuerpo con la dimensión corporal de la persona.
b) carácter expresivo
En el cuerpo, se manifiesta el hombre entero. No es
representanre del espíritu o instrumento de la persona. Uno se entrega a Dios
por su corporalidad, sexualidad incluida. El cuerpo es el encuentro mismo de lo
espiritual y lo material. El cuerpo es el manifestarse del alma.
K. Wojtyla: el cuerpo está atravesado por el alma.
K. Rahner: el cuerpo es el símbolo más genuino de
la persona.
Guardini: el cuerpo es la interioridad manifiesta.
Merleau-Ponty: el cuerpo es la Palabra del espíritu:
el lenguaje del espíritu. la palabra se manifiesta en su subjetividad por el
cuerpo.
c) carácter abierto
El hombre pasa a ser ser-con-otros (dimensión
relacional del espíritu). No es individuo de una especie. Por eso hay
comunicación, unión, ser de deseos y carencias. La forma eminente es el amor
en el que interviene el cuerpo aunque no sea conyugal. Amar a Dios con todo mi
cuerpo. Cristo mismo toma la naturaleza humana.
d) carácter ambivalente
La persona con cuerpo siempre está en una situación
de exposición tal que la subjetividad personal está constitutivamente afectada
desde fuera. El hombre cerrado no tiene subjetividad. El cuerpo no es algo que
se tiene de forma trivial o neutra, otorgando fijeza espacio-temporal. Pues
no...ya que la persona se forma desde fuera y los vicios corporales ciegan la
sensibilidad anímica. El alma no es opaca y cerrada sino que tiene la luz que
le brinda el cuerpo.
3. Teología del cuerpo en JP II: el cuerpo refleja
la luz de Dios.
- Gal 5, 7 : "vivir según la carne - según el
espíritu". El pecado está en el corazón. También la virtud está en el
corazón. Ahí está el origen del pecado.
- 1 Tes 4, 3: "mantened el cuerpo en santidad y
respeto". El cuerpo es parte integral y esencial de la persona humana. Es
sujeto y no instrumento u objeto y tras la Providencia de Cristo, el cuerpo es
templo del ES tal que es del ES. Esto es fuente de dignidad del cuerpo. Cristo
redime al hombre entero, otorgando santidad y dignidad también al cuerpo.
- 1 Cor 6, 20: "Glorificad a Dios en vuestro
cuerpo". El mirar la realidad con ojos limpios es condición necesaria para
la sabiduría y viceversa. Por eso, en Tito 1, 15: "Todo es puro para los
puros, mas para los impuros no hay nada puro."
- Ratzinger: condena en su introducción a óD. V.ó,
el considerar a la persona humana sólo en su aspecto físico, el biologicismo o
tecnicismo: la antrapotecnia. JP II condena la consideración dualista del
cuerpo= Korper. Hay que tener en cuenta la unión substancial. El hombre es lo
que es.
- Algunos consideran el cuerpo como objeto
manipulable e instrumentalizable, como una posesión material: un tener. El
respeto a la persona humana exige respeto al cuerpo. Y hay sentido natural de
repugnancia cuando otra persona es considerada como mero objeto (pudor innato).
- 11.XI.81 Discurso a los deportistas: estimular
desarrollo armónico de la persona...del cuerpo porque es la obra maestra de la
creación material. Por su materialidad, por ser templo del ES y porque el
cuerpo tiene soplo de vida. Pero ojo con el culto al cuerpo. Cultivar el cuerpo
incluye evitar el culto al cuerpo. Ni despreciarlo, ni darle culto: ambos casos
serían antropocentrismo.
4. Cuidado de la propia vida
El cuidar de la vida responde a la virtud de la
caridad. La vida es un don absoluto-relativo. Absoluto, porque sin él no se da
ningún otro. Relativo, porque no todos los demás están ordenado a él, sino
que hay dones superiores. Por tanto, es el primero cronológicamente, pero no
cualitativamente.
Cuatro formas del amor
- amor sensual: amar algo por placer que me
proporciona; peligro de tomar la parte por el todo. El hombre se convierte en
placer. Es sólo un amor placentero.
- amor natural: conservarse en el ser, buscar el
propio bien. Es un amor estoico.
- amor de sobrenatural de concupiscencia: es un amor
hacia un bien pero no al bien en sí mismo sino por la ventaja que se saca al
amar este bien. Por ejemplo, querer ir al cielo para ser feliz; motivo formal o
en la atrición, no pecar para no ir al infierno.
- amor sobrenatural de caridad: amar como
consecuencia de amor a Dios. Es el amor a Dios sobre todas las cosas y amarse a
sí mismo y a los demás por Dios.
Caridad es un acto sobrenatural por el cual nos
amamos a nosotros mismos en Dios, por Dios y para Dios. Dios es el origen,
motivo y el fin.
GS. La vida es una cosa sagrada, sobre la cual el
hombre no tiene dominio absoluto. Tiene el dominio de un ministro, en cuanto
administrador, pero no el dominio de un señor absoluto. Sobre la vida, sólo
Dios es dueño.
Esto lleva consigo obligaciones sobrenaturales y
naturales. Reconocer la santidad y el respeto del propio cuerpo. Hay que cuidar
el cuerpo. Reconoce también la licitud y necesidad de la mortificación. S.
Gregorio Magno dice que por la mortificación, lo que hay que extinguir son los
vicios de la carne, no la carne. Reconoce también la licitud del sacrificio, la
inmolación de la propia vida por amor a Dios. Cuidar al enfermo, dar la vida a
los demás, etc. Sin embargo, hay que ver los motivos que uno tiene .
La vida es un don que adquiere su pleno sentido a la
luz de la fe. GS dice que "el hombre ha sido creado y puesto en la
tierra para trabajar y dar gloria a Dios (sentido presente) y de este modo
alcanzar su destino eterno (sentido futuro)".
En el presente se juega el destino eterno. La vida
presente se ordena a la vida eterna. Puede haber circunstancias en que, por
primar la vida eterna, se sacrifica la vida presente. Esto nos lleva a
comprender que la vida presente adquiere su sentido a la luz de la muerte.
Ratzinger, Informe sobre la fe: "La sexualidad
y la alimentación son dos elementos de la dimensión física del hombre. Y hoy
a una menor comprensión de la castidad corresponde una menor compresión del
ayuno. Una incomprensión de la una y del otro vienen de la misma raíz : el
actual oscurecimiento de la tensión escatológica", de la tensión
cristiana hacia la vida eterna. "Sin la castidad y el ayuno la Iglesia ya
no es Iglesia. Se sumerge en la historia". El sentido común es histórico
(la moral se adapta a la historia) pero el fin es escatológico.
5. El hedonismo
Una de los corrientes que hace perder esta tensión
escatológica es el hedonismo. Spaemann, en "Ética: cuestiones
fundamentales", dice que en la primera ética que existió lo que se
preguntaba no era "¿qué debemos hacer?", no era una búsqueda de
normas, sino "¿qué es lo que, de verdad, el hombre quiere en el
fondo?" Es el mismo planteamiento de algunos moralistas buenos americanos
ahora. El bien "es lo que todos apetecen". Por ejemplo, Charles
Derrick, en "Huid del Escepticismo", dice que la ética debe responder
no a qué es lo que debo hacer, sino a qué tipo de persona quiero ser yo..
También lo mantiene McInthayr, en "Tras la Virtud", donde afirma que
a la luz de este fin, el hombre busca a los medios.
Aquí entran los sistemas morales.
- naturales: ayudan a alcanzar lo que queremos con
autonomía y conocimiento.
- no naturales: no ayudan a alcanzar lo que
queremos, porque se nos pone en manos de otro; por ejemplo, cuando tiene más
importancia la masa que el individuo; o cuando uno se deja llevar por el
capricho (pues no es racional).
¿Hay algo en el hombre que le permite saber lo que
quiere, y lo que es bueno?. La primera respuesta de la historia a esta cuestión:
sí lo hay: es bueno todo lo que produzca placer, y malo todo lo contrario. Lo
que el hombre busca al fondo es lograr todo lo que es placer y rechazar todo lo
que es dolor. Y esto tiene bastante ciencia de la vida: la amistad es un placer,
incluso la que requiere sacrificio; uno que busca el deber, busca el placer de
cumplir el deber; uno que busca tener conciencia tranquila, busca el placer de
tener conciencia tranquila.
El hedonismo tiene bastantes asomos de razón (el
hedonismo, digamos, auténtico: el clásico; no el del proceso de macarrización
contemporáneo). Es placentero tener todas las virtudes. A la corta, es difícil
tener las virtudes, pero a la larga es placentero.
Pero en ese mismo aspecto está el fallo de
hedonismo: confunde la felicidad con el placer. El centrarse en el placer propio
no significa que se consiga la felicidad. Es una ética subjetivista. Hay que
darse cuenta que en cualquier ética, es importante el bien objetivo. Lo que
importa no es el placer sino el bien que me aporta el placer. El hecho de que me
satisfaga lograr el objetivo de la voluntad, no quiere decir que el verdadero
fin de nuestras acciones es el placer: salvar a un hombre que se está ahogando,
da cierta satisfacción pero no quiere decir que yo lo haya salvado para
satisfacerme. El placer acompaña, o no, a una acción, pero no es el fin del
acto.
Además, en las placeres sexuales y de alimentación,
a veces, uno es capaz de sacrificar unos placeres para conservarse. Uno hace
actos para salvarse, no para el placer de salvarse. Según Spaemann, no hay
gente dispuesta a someterse al siguiente experimento: sentarse en una silla que
toca todos los placeres con la condición de que después del tiempo previsto
moriría. Lo normal es no apuntarse, porque no es cierto que lo real sea lo
contrario y opuesto a lo que queremos acomodarnos a la fuerza. El placer no es
el fin y también al hombre quiere más lo real que el placer porque sabe que
todo tiene un fin y que el placer se acabará.
En el fondo, el hombre lo que más apetece es la
realidad. Lo que apetece el hombre es ser él mismo: desarrollarse, aceptarse
tal y como es, independientemente si le guste o no.
Por tanto, si no es capaz de aceptar la realidad, se
desquicia. Sólo ante una resistencia podemos desarrollarnos como persona. La
paradoja surge cuando uno convierte el placer en fin, no experimenta el gozo
(que es una realidad más profunda). El gozo sólo lo tiene aquel a quien se le
manifiesta el verdadero contenido de la realidad. Pues cuando uno se encierra en
su propio placer, no experimenta otros bienes. A mayor bien, mayor felicidad.
Uno no se enriquece por el placer de la realidad, sino por el bien de esta misma
realidad.
Dos peligros del hedonista: apatía y pasiones (la
pasión mata a la pasión).
El hombre, si en verdad lo que quiere es placer, más
tarde reconoce que en verdad lo que quiere no es el placer. JP II, Persona y
Acción: "El drama de la vida humana se convierte en una tragedia si no se
acierta en lo que quiere".
6. Sentido cristiano de la mortificación.
El hecho de la mortificación es universal. Todos
los hombres conocen la mortificación. Todos los fines necesitan un cierto
esfuerzo, interior o exteriormente. Hay tendencias que envilecen al hombre, y
hay que actuar en contra de ellas: soberbia, flojera, pereza, ira, etc. Ningún
ideal se hace realidad sin sacrificio.
En el pecado original, el don de la impasibilidad se
perdió, y además supuso una herida, la inclinación al mal, el fomes peccati
en la naturaleza humana.
........
GS, 13: la perspectiva cristiana: la herida de la
naturaleza humana cada vez se agrava más por el pecado personal, especialmente
si se degenera en un vicio. Esta naturaleza herida que es capaz de pecado
personal puede ser aliviada por una doble vía:
- por la gracia, que sana y eleva a la naturaleza, y
- por la purificación o mortificación: actos que
en cuanto corrigen un impulso desordenado, ordenan la correspondiente potencia o
acto humano.
No es maniqueísmo, ni masoquismo, ni es sufrir por
sufrir. No se puede quitar la Pasión del Evangelio. Tampoco es fatalista sino
que hay un desorden que hay que purificar y ordenar. Por tanto, en el fondo,
apunta a salvaguardar el orden interior de la persona. Cualquier acto de virtud
es mortificación. S. Gregorio Magno dice que "por la abstinencia hay que
extinguir los vicios de la carne, no la carne misma". Hay que ser según la
razón y la prudencia sobrenatural.
Teológicamente, lo que nos redimió no fue el
sufrimiento de Jesús en la Cruz, sino su amor en la Cruz, que supo ser superior
al sufrimiento. Por tanto, el cristiano no es uno que sigue su modelo sin más,
sino que está incorporado a Cristo - ver cómo Cristo actúa en mí. No es
imitar Cristo sin más, sino que es dejar a Cristo trabajar en mí, desde
dentro. En el fondo, la mortificación es dejar a Cristo actuar. El desorden
interior es una disposición estable. La naturaleza está siempre herida.
La mortificación no sólo es un medio de purificación,
sino también de identificación: unirse al único sacrificio que tiene sentido
absoluto en el mundo: la Cruz, con el amor de Cristo. Esto es una exigencia del
sacerdocio común, de la identificación con Cristo: la abnegación (cfr. LG,
10)
Como toda la templanza, la mortificación no es algo
negativo.
Sto. Tomás dice que es mucho más fructífera una
afirmación que una negación. Por tanto, ante una tentación, es mejor la fuga
(adherirse a otro bien) que el no consentir (mera resistencia).
No es una negación de una serie de bienes,
potencias, etc., sino que busca la armonía íntima de la persona. A secas, esta
mortificación es humna (por la limitación del hombre) y es cristiana.
Es cristiana porque:
todas las realidades (cosas, tendencias, impulsos,
etc.) son buenas (premorales). El hombre, al aplicar una elección, como tiene
que ser circunstanciada (un hombre concreto, un bien concreto), lo puede hacer
bien o mal. Toda la creación es buena, pero el hombre puede usar mal de cosas
buenas. Pueden introducir un desorden en el interior del hombre. La renuncia
voluntaria de estas cosas buenas no se hace así sin más, sino en orden a
bienes mayores y mejores, que perfeccionan más; p.ej., respecto a la tendencia
a adquirir bienes, la pobreza no significa el mero renunciar a tener sino que
por sus circunstancias concretas, perfecciona más el renunciar.
Por prioridad ontológica, no es algo negativo, pues
es aspirar por algo mejor. Es aspirar por algo superior, el orden interior de la
persona. No es que los cristianos "no pueden" sino que "no
quieren". La verdadera mortificación cristiana es causa de mayor alegría,
pues es causa de mayor bien. No sería así, si fuera una negación por la
negación.
Partes de la Templanza
A) Partes Integrales: hábitos que ayudan a
vivir la templanza
1. Verecundia: vergüenza = tener temor al
oprobio. Estrictamente no es una virtud. Pues uno puede sentir vergüenza por
cosas buenas. Sin embargo, es un gran apoyo para la templanza si se conecta con
las demás virtudes. Actuar sin vergüenza de lo malo limita al hombre.
2. Honestitas: amor al decoro. Es saber optar
siempre por lo bueno, verdadero, justo. Portarse siempre de acuerdo con lo
bueno. La honestidad moral además incluye el optar bien. Saber optar no sólo
por lo bueno sino también por lo bello. Hacer las cosas con elegancia para
hacerlas bien.
B) Partes Potenciales: virtudes que en sí
mismas no son templanza, pero pueden llegar a serlo (necesitan de hábitos
complementarios).
1. continencia: No es la misma castidad. La castidad
supone la continencia. En sí misma, es una virtud imperfecta, pues lo único
que hace es omitir, es no hacer actos. Es el hábito que robustece la voluntad
para resistir la concupiscencia desordenada. Para ser virtud, hay que ver los
motivos. Es una virtud de resistir solamente, de omisión. Puede ser un vicio
que puede empequeñecer la caridad. Por ejemplo, un solterón que tiene motivos
no informados por la caridad sino por egoísmo.
2. mansedumbre: Es una virtud que tiene por
objeto moderar (potenciar o limitar) la ira (sea externa o interna) según la
recta razón o razón práctica
Defecto de mansedumbre: iracundia: Es una ira
desordenada. Puede ser interna o externa. Puede ser venial o mortal, según las
circunstancias. En todos los pecados, hay como un prototipo de pecado, un punto
de deshonestidad, a fin de cuentas se apuntan contra los 10 mandamientos. La ira
apunta contra el 5º mandamiento - "no matarás". Si uno no controla
con la recta razón los actos menores, llega a los mayores. En S. E., la ira
puede generar la hinchazón de la mente - deseos de venganza. Otras
consecuencias son el griterio, riña, pelea, injuria, calumnia, hasta la
blasfemia.
Por exceso: blandura (falsa humildad)
3. Clemencia: es una virtud que inclina al superior
(cualquier tipo de autoridad) a mitigar según razón la pena o castigo del
culpable, por motivos nobles (no por soborno) y sin traspasar los límites
de la justicia (por ejemplo, devolver menos de lo robado).
Por defecto: servicia: autoridad rígida que
no contempla las circunstancias. Ferocidad, crueldad, rigorismo.
Por exceso: lenidad: No castigar al culpable;
traspasar la justicia. Más pernicioso que la servicia, especialmente para la
vida social, comunitaria, el bien común. No castigar al culpable, y como afecta
a terceros, fomenta un clima de indisciplina.
4. Modestia: virtud que inclina al hombre a
comportarse, sean sus movimientos internos o externos dentro de sus límites,
ingenio y fortuna: portarse de acuerdo a su propia condición
1) Humildad: hábito que inclina a moderar el
apetito desordenado de la propia excelencia, dando el justo conocimiento de lo
que es nuestra persona, primero ante Dios y después ante los demás.
Por tanto, los mandatos de adorar a Dios y a amar a
Dios y a los demás tiene algo de natural.
Hay dos elementos claves: la verdad y la justicia.
No es la primera virtud, pero es fundamental. Tiene
algo que ver con la prudencia, pero visto desde el punto de vista de moderar el
apetito de la propia excelencia. Sin comportarse de acuerdo con la verdad de la
propia condición, no puede desarrollarse de acuerdo como persona, porque tendrá
un fundamento falso.
El hombre tiene un instinto natural que le lleva a
sobresalir, a ser superior, etc. que se puede desordenar. Sto. Tomás, en q.161,
dice que es un hábito que lleva al hombre a tenerse por lo que realmente es.
Nos es autodesprecio, autoreproche, rebajamiento, no legitimar el propio
derecho.
Humidad y soberbia (leer Pieper). No es propiamente
un modo de comportarse con los demás, sino con Dios. Es afirmar o negar la
relación criatura-Creador. El pecado es una conversión a las criaturas o/y una
aversión a Dios. Lo que propiamente hace que un pecado sea tal es la aversión
a Dios. La soberbia lo que hace genuinamente es lo formal del pecado: aversión
a Dios y no propiamente una conversión a las criaturas. Es el único pecado, en
su forma pura, que le planta cara a Dios, todos los demás son una fuga, éste
es un encararse.
Formas de soberbia
- atribuirse a sí mismo unos bienes debidos a Dios
(...racionalismo)
- reconocer que los bienes vienen de Dios pero no
como don de Dios, sino como mérito propio.
- jactancia por unos bienes que no se tienen o se
tienen pero no en el grado que se dice.
- buscar un brillo personal aún degradando a los
demás.
Malicia de la soberbia: grave ex genere suo
N.B. leve ex genere suo - leve en sí mismo, pero
puede ser grave.
grave ex genere suo - grave en sí mismo, pero puede
ser leve
grave es toto genere suo - grave en sí mismo, y no
puede ser leve.
La soberbia es grave ex genere suo. Pero también
hay que decir que los pecados más graves son de soberbia (más grave: querer
ser como Dios). La humildad lleva a uno a aceptar sin reservas aquello que por
divina voluntad es real.
Se derivan de la soberbia: la presunción,
desprecio, vanagloria, jactancia, orgullo, susceptibilidad etc.
La humildad es la virtud fundamental, pues si no se
tiene, se niega la realidad fundamental: la relación criatura-Creador.
La humildad en primer término no es una forma de
relacionarse con los demás, sino una forma de tener presencia de Dios. Pues es
mantener la realidad de la relación criatura-Creador. Cita a Sto. Tomás
La humildad está ligada de raíz a la alegría
porque es reconocer las cosas tal y como por voluntad divina son realmente. Por
tanto, no es doblegarse al hecho de que las cosas y el hombre no son Dios. Por
tanto, la humildad y el humor tiene aquí su relación. Ante la dificultad, no
amargarse excesivamente.
La humildad se une también a la libertad del espíritu.
Lo primero no es la relación con los demás. En el hombre, hay que distinguir
lo que es de Dios y lo que es del hombre. Humildad, estructuralmente, es el
miedo reverencial por el cual el hombre se somete a Dios; por tanto, el hombre
debe subordinar lo que hay de humano en sí mismo a lo que hay de Dios en el prójimo.
Pero la humildad no exige que se someta lo que hay de Dios en sí mismo a lo que
parece que hay de Dios en lo otro, ni lo humano de sí a lo humano de otro.
Por tanto, hay una escala de humildades, pero lo
importante es que en esta escala, hay un camino de santidad: cada uno según su
vocación. No hay camino único. San Agustín dice que si uno dice que tiene que
recibir al señor diariamente y otro dice que no, que cada uno haga lo que
quiera, como tampoco no hay camino único entre Zaqueo y el Centurión que no
quiso recibir a Cristo.
2) Estudiosidad: virtud que modera el apetito o
deseo de saber (otro de los instintos más fuertes) según la razón.
Ya comentado por Aristóteles: decía que es un
instinto que por ser primario, se puede desviar:
- a lo ilícito para uno, cosa que también depende
de las circunstancias
- por abandonar otras cosas: una madre que descuida
el hogar
- por saber menos de lo debido.
Vicio por exceso: curiositas: apetito por saber cosa
inútiles o perjudiciales:
- por el mal fin que uno da
- por el mal objeto en sí que uno estudia. Hay que
distinguir: estudiar lo deshonesto, estudiar deshonestamente.
- por los malos medios (magia negra o espiritismo:
invocar al demonio para conocer cosas ocultas)
Se identifica con la concupiscencia de los ojos.
Consiste en lo siguiente: la vista es para ver la realidad; la concupiscencia de
los ojos nos hace ver, pero no la real. Como la gula: para comer y gustar, no
para saciar hambre. Heiddeger dice que lo que mueve no es el deseo de saber,
sino el descubrir posibilidades de salir de la realidad, de que nos posea el
objeto y no al revés.
Sto. Tomás dice que esta inquietud errante del espíritu
incluye:
- evagatio mentis (disipación del alma): es lo típico
de la acedia o tibieza. Esta acedia es lo que más destruye el orden y también
la templanza. Dirige las potencias interiores por objeto externo, no por
autodominio. Pieper dice que la acedía es típica de un corazón que no se
dirige a lo grande, a lo que se debe. Actúa sobretodo cuando va contra la
filiación divina que le exige. Por tanto, la pereza según Sto. Tomas es la
inquietud errante del espíritu, es la primera consecuencia y el ocio es la
puerta del todo pecado, pues el espíritu está disparado, y se dirige a lo que
más le atrae.
- La segunda consecuencia es la dispersión. Se
manifiesta en la inquietud. En la palabrería incontrol, querer dispararse de sí
y meterse en la pluralidad: desasosiego interior, inestabilidad, imposibilidad
de asentarse en un lugar (físico o moral) imposibilidad de decirse por algo
serio.
Cuando esta inclinación a conocer la verdad
degenera en curiositas, puede ser algo peor una desorientación inocente en el
ser humano. Puede ser un desarraigo, fuga de su propio yo, desesperación y búsqueda
por medios imposibles de la plenitud de la vida. Todo lo prueba, buscando
afirmarse en lo no estable.
Vicio por defecto: negligencia o pereza para
adquirir la verdad. Puede ser un pecado mortal por una ignorancia vencible (no
saber lo que se debe saber). Hay que tener la ciencia suficiente para solucionar
los casos ordinarios, y la prudencia suficiente para remitir al experto los
casos difíciles.
3) modestia corporal: virtud que inclina a guardar
el debido decoro en los gestos y los movimientos.
Hay que distinguir la dignidad del agente y tener en
cuenta a los que le rodean.
Vicio por exceso: afectación: tratar a personas con
demasiada suntuosidad.
Vicio por defecto: ordinariez o rusticidad
4) eutrapelia: un impulso de pasárselo demasiado
bien, reír de mucho por una cosa dentro de la Iglesia, pero no en la sala de
estar. Es la virtud que regula este impulso de pasárselo bien.
Vicio por exceso: necia alegría: alegría o
manifestaciones de alegría fuera de lugar, sin motivo. Los motivos son muy
importantes pues puede haber motivos que no responden a lo que exige el bien.
Vicio por defecto: austeridad excesiva: está
relacionada con la falsa humildad. El que se cree que es todo muy solemne,
grandioso. Hay que tener en cuenta el aspecto humano p.ej. cansancio.
Es muy importante en la convivencia. No alegrarse en
la desagracia ajena, pero también alegrarse en sus alegrías.
5) modestia en el ornato: según la razón, se
regula el arreglo en el vestido y otros aspectos exteriores.
Los vicios son:
- el vestirse excesivamente fuera de la moda
razonable
- la afectividad excesiva
- ostentación, sobrecarga
- sensualidad
- excesiva solicitud: falta de higiene es malo pero
no hay que ser afectado excesivamente
- excesiva negligencia: hay quien tener en cuenta
que el hombre es humano. A veces aparta los fieles de la Iglesia. No son motivos
buenos pero en la práctica, afecta mucho a los fieles
- jactancia: presunción
C) Partes Subjectivas, virtudes menores (formas de
templanza) que la acompañan. Son cuatro especies de templanza, diversas por el
objeto del acto que regulan:
- abstinencia: uso del alimento
- sobriedad: uso bebidas y drogas
- castidad: uso de lo que indirecta se refiere a la
generación
- pudor: sobre actos que óindirecteó se refieren a
la generación.
Dos se refieren a la generación y dos a la nutrición
En manuales clásicos, se distinguía entre
castidad, por su aspecto temporal, y virginidad, si era decisión perpetua. Eso
ha cambiado, para distinguir entre castidad y pudor. (Cfr. II-II, 143, 1).
1. Abstinencia: No hay que identificarla con la ley
eclesiástica de la abstinencia. Es una realidad que está también en las
religiones no-cristianas. Es una virtud que modera el uso de los
alimentos y bebidas alimenticias en orden al bien moral según lo determina la
recta razón (iluminada por la fe - en cristianos).
Ley eclesiástica
La Iglesia, para facilitar la penitencia de los
fieles, sabiendo que la penitencia era algo necesario para la vida cristiana, ha
dado unas leyes mínimas para que los cristianos tengan unos momentos para la
penitencia. Actualmente, se regula por la Const. Apos. "Poenitemini",
de 1976, en la cual se dice que hay 3 formas de penitencia: la oración o
piedad, las obras de caridad, y el ayuno.
CIC 1252: manda observar el ayuno eclesiástico: una
comida normal y dos frugales colaciones al día, y nada más. Se extiende a dos
días del año: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo. Obliga a todos los súbditos
de la Iglesia con 18 años cumplidos hasta 60 incohados. No obliga si hay un
notable perjuicio.
CIC 1251: La ley de abstinencia prohíbe comer carne
todos los viernes que no coincidan con solemnidad, más el Miércoles de Ceniza;
especialmente, los Viernes de cuaresma. Las conferencias Episcopales pueden
sustituir la carne por otro alimento. Obliga a todo súbdito de la Iglesia con
14 años cumplidos. Las CE pueden determinar con más detalles e incluso
sustituirlo por otras formas de penitencia. especialmente, los Viernes de
cuaresma. Las conferencias Episcopales pueden sustituir la carne por otro
alimento. Obliga;
En estas leyes obligan graviter, al
cumplimiento substancial de la ley.
Uno no peca gravemente si incumple accidentalmente;
por ejemplo, comer 3 cacahuetes. También se considera incumplimiento accidental
en los viernes fuera de cuaresma. Se refiere más bien a la intención.
Exime: la imposibilidad moral.
Moralmente no se debe cumplir, si, por ejemplo, se puede comer solo una vez -
familias pobres o despiste
Dispensa: por motivos justos. Los obispos pueden
dispensar a todos sus fieles. El párroco puede dispensar mediante una consulta
al obispo sobre casos singulares (personas concretas). El superior de una orden
religiosa, a sus súbditos. El confesor no puede dispensar. Lo más que puede
hacer es decir que a su juicio existen razones válidas, pero hay que remitir al
párroco.
2. Gula: vicio de la inclinación a comer
desordenadamente; no es comer mucho. no es comer mucho.;
Es uno de los 7 pecados capitales, pues, pone en
esclavitud a la persona y es cabeza de muchos otros pecados.
S. Tomás dice que hay cinco formas de gula:
- comer cosas muy costosas
- comer vorazmente, óvoraciteró
- comer rebuscadamente y con exquisito capricho
- comer a deshora
- comer poco pero continuamente.
En la mesa y en el juego, se conoce al caballero:
pone de manifiesto también el alma de una persona; se puede conocer a uno por
su comportamiento en la mesa
Por sí mismo la malicia es leve in genere suo pero
puede ser grave:
- si se supone un perjuicio grave a la salud
- si se llega a perder conocimiento - el recto uso
de la razón
- si hay escándalo
- si supone un voluntario in causa: perder un poco
el límite moral; embota la mente, por tanto, puede no cumplir algunos deberes,
y ser causa de otros pecados.
3. Sobriedad
Es la virtud de la templanza en cuanto que regula
racionalmente la inclinación al uso de la bebida y productos embriagantes.
Embriaguez: uso de productos que nublan o
quitan el uso de razón.
Malicia: hay distinción:
- embriaguez incompleta o imperfecta: de por sí es
venial. Puede ser mortal si se producen consecuencias graves, que se deben
prever. También, hay que ver el daño a la salud: no in actu, pero puede
quedarse enganchado al vicio.
- embriaguez completa o perfecta: voluntaria o por
puro placer. Es importante el mismo acto, pero también hay que ver el conjunto
de la vida de la persona, porqué busca tal placer. Es pecado mortal, pues nadie
le es permitido perder el uso de la razón innecesariamente. Y también por los
actos posteriores: voluntario in causa. Uno es responsable por todo lo que haga
en estado de embriaguez si los efectos o fueron previstos, al menos o confuso, o
debieron ser previstos: lujuria, incumplimiento de los deberes, escándalo,
riesgos mortales en conducción, etc.
En la Sagrada Escritura:
- Ps 103:
óvinum laetificat cor hominisió.
- JC: no beberé el fruto de la vid hasta que vuelva
a beber con vosotros en el cielo.
- Eccle: que se beba en su debido tiempo y con
moderación; excita la mente del loco.
- 1 Cor 6, 10 - ó...ni los borrachos, heredarán el
reino de los cielos
- Ef 5, 18: funestas consecuencias de la embriaguez
- blasfemias, accidentes, desorden.
- S. Pablo: ya comáis, ya bebáis, hacedlo todo por
la gloria de Dios.
Toxicomanías: parecida con la embriaguez pero con
un elemento más: crea dependencia mucho más rápidamente y hay un peligro más
real para la salud.
Juicio moral: hay que contemplar el caso concreto.
Hay una constante: la pérdida del sentido cristiano de la vida. El porqué de
drogarse, no querer vivir en este mundo, evasión.
Organización Mundial de la Salud: efectos de las
drogas erróneamente clasificadas como blandas. Hay que ver la pureza del
producto y los efectos.
En uso esporádico, dosis normales
- estado mental y ánimo: durante el momento eufórico
hay un aumento de expresividad, cambios sensoriales cualitativos y mas tarde,
depresión psíquica, disforia, fatiga.
- capacidad del trabajo, al principio, hay más
capacidad e insomnio pero más tarde, fatiga.
- aunque aumenta la fantasía, puede ser causa de
impotencia, reducción de la agudeza auditiva, taquicardia, alta presión
arterial, vasoconstricción periférica y vasoconstricción cerebral.
- se disminuye el poder de euforia y por tanto, hay
que aumentar el dosis. Se convierte en un animo depresivo, fobias, apatía,
irritabilidad, psicosis paranoide, disminución de memoria y concentración,
reduce sensación de fatiga en estado de privación de sueño.
- Lo que se busca es la sensación, pero lo que
produce es la alteración.
- El efecto más notable: desorganización de la
estructura de la personalidad, pues la droga hace esclavos a la razón y
voluntad.
- grados de intoxicación (muy técnico)
Características de una verdadera toxicomanía:
- deseo invencible de consumir droga - procurando
por cualquier medio
- tendencia de aumentar la dosis - fenómeno de
tolerancia
- dependencia psicológica, y en algunos casos,
dependencia fisiológica.
Principios morales - cuidado de la propia vida etc.;
hay casos en que está justificado la droga, cuando se responde al principio de
totalidad: para salvar el todo, se puede sacrificar o anular temporalmente una
parte: analgésicos, etc., en hospitales.
Es pecado mortal tomar drogas fuertes.
Drogas blandas: uso esporádico. Algunos lo
equiparan con el uso de alcohol. Pero no es así, pues crea dependencia más rápidamente.
En principio, ha de ser considerado grave (ex genere suo). Hay que calibrar las
circunstancias: edad, finalidad (evasión o fuga existencial, para tener menos
barreras morales), ambiente, cooperación al mal (trafico de drogas, etc.) escándalo.
Hay que ver: uso de razón, daño a la salud, circunstancias y peligro próximo
de la persona (su constitución moral-débil o fuerte).
Drogas blandas - uso habitual: es grave. S. Tomás:
lo especifico del hombre es tenerse a sí mismo. Privarse de esto
innecesariamente es pecado y además, pone en peligro la vida.
La castidad.
1. Castidad y sexualidad
Se puede estudiar desde muchos puntos de vistas.
Apunta a Gen: el hombre es imagen y semejanza de Dios. Dios creó al hombre varón
y mujer.
A veces, se ha polarizado la moral a la castidad;
hasta el s. XIX y principios de XX, se consideraba la sexualidad como algo
misterioso, sucio, etc., y además, considerando que hay que tener pudor,
verecundia, etc., los moralistas no-católicos atacan a la moralidad católica
aduciendo que se contempla la sexualidad como un tabú.
Pero no es verdad, pues la Iglesia ha visto la
sexualidad como un bien.
Sto. Tomás, en II-II q. 153, dice que cuanto más
importante es una cosa tanto más debe entrar en juego la razón. La sexualidad
es importante porque: el buen uso forma parte de la constitución moral de la
persona, incluye la procreación, y los pecados son muy placenteros.
Es muy importante tener en cuenta que la procreación
de la familia humana y de Dios y además, a este sentido inherente, Dios ha añadido
un placer (como en la comida y bebida). El placer no sólo no es pecaminoso,
sino que es bueno.
Sto. Tomas dice que una insensibilidad por renuncia
expresa y voluntaria (no una opción de celibato) fuera del orden de la razón
no sólo es una deficiencia, sino que es un vicio.
En la Sagrada Escritura, S. Pablo en 1 Tim dice que
son hipócritas los que prohíben casarse y comer ciertos alimentos. S. Juan
Crisóstomo comenta que el que se va contra lo que dijo Cristo "serán una
sola carne" es un hereje.
2. Noción de castidad: orden en la razón de lo
sexual.
Por referirse a cosas importantes y santas, requiere
ser guardado por la razón (iluminada por la fe, para los cristianos).
La moral de actitudes (en donde no valen los actos
concretos) y el emocionalismo (emoción de la conciencia como último criterio)
van contra la castidad como ordo rationis.
En los pecados contra la castidad, siempre hay un
egoísmo, pues meter el orden de la razón en la sexualidad se quiebra en la
lujuria. Este ordo rationis, frente al emocionalismo: decir que la razón es
capacidad de conocer la realidad no sólo incluye la racionalidad, sino también
la fe. La fe, aunque supera la razón, entra dentro del orden de la razón. es
un conocimiento por revelación. El hombre tiene acceso a la realidad por dos vías:
ciencia y revelación (fe).
Antes, se ha dicho que la sexualidad es un mal menor
que hay que soportar, pues hace perder el uso de la razón (cátaros, maniqueos,
etc). Algunos Santos Padres dijeron que en el paraíso, si no hubiere pecado
original, la reproducción humana habría sido de otra forma. Sto. Tomás refuta
esto diciendo que en el paraíso, sin pecado original, no sólo la reproducción
no habría sido de otra forma sino que el placer de la sexualidad sería mayor,
pues este placer es un bien y es así porque Dios lo ha querido. En la vida
eterna, no habrá reproducción.
Para salvaguardar este orden de razón, hay una
institución moral, divina, pero natural: matrimonio. Hay dos formas de
salvaguardar este orden: celibato (propter regnum caelorum) y el matrimonio.
Todo pecado de lujuria implica una injusticia porque
es contra el bien común, el bien propio y contra Dios. En algunos casos muy
explícitamente, (rapto, violación, etc).
Es injusticia contra la realidad, contra la razón.
Sto. Tomás dice que la prudencia queda herida de
muerte por la lujuria.
- La lujuria es lo que más ciega al espíritu. La
lujuria parcializa el hombre, le hace ver sólo aquello que le produce un placer
sensible. Es incapaz de hacer oración, por haber incorporado un hábito que sólo
le atrae la atención lo que le produce placer.
- Le quita la fuerza a la voluntad, que se deja
dominar sólo por el bien sensible, no por bien honesto.
- Y, por tanto, la castidad, más que ninguna a otra
virtud, hace capaz de contemplación, sea sobrenatural o natural (contemplar la
belleza).
Pieper: El daño de la lujuria es distinto a que una
planta se seque porque le falta agua. La lujuria no es algo que afecta poco a
poco por falta de riego, sino que es algo que positivamente envenena. La visión
parcial, entrega a la sensibilidad, no es capaz de escuchar la realidad ni
reunir los datos de la realidad. Es incapaz de tener posturas justas.
Es mala la lujuria no porque sea sensible, material,
sino por la visión de la realidad sólo desde la perspectiva del placer. El
desorden es porque le hace insensible a captar la realidad. Ve valores, pero sólo
de forma egoísta. Esta obsesión de gozar le priva del verum, y le hace tener
ilusiones que no son reales. La razón humana es capaz de ver la realidad en sí
misma, no sólo en cuanto me afecta a mí mismo. Es capaz de desligar el
pulchrum de la cosa no como los animales que siguen sólo el estimulo-respuesta.
Por tanto, la esencia del egoísmo es la lujuria (porque
busca sólo el bien placentero para mí) y la esencia de la lujuria es el egoísmo.
S. Agustín: un corazón puro es el que ama sin
pensar en el pago.
Sto. Tomás: la lujuria degenera la raíz del
conocimiento. Debilita la potencia volitiva, que busca sólo el bien deleitable
y deja herida de muerte a la prudencia
- en la reflexión, introduce disipación y ligereza
- en el juicio, provoca precipitación
- en la decisión, introduce la inconstancia.
La castidad y lujuria se refieren a disposiciones
estables, hábitos, difícilmente removibles.
Continencia y incontinencia son actos.
En el hábito (lujuria) el pecado es querido por la
voluntad, pues le es connatural. Quiere el pecado, por tanto, es de difícil
arrepentimiento. No es importante el acto lujurioso, sino el ser lujurioso. El
lujurioso es deshonesto. El incontinente es uno que cae por debilidad: no quiere
el pecado, por tanto, es fácil de arrepentirse. No es deshonesto.
La lujuria es uno de los hábitos que más fácilmente
se adquiere con el menor numero de actos. El pecado se da en el corazón. Hay
que aclararlo, contra la casuística. Puede haber actos que materialmente son de
la lujuria, pero no son pecado. No hay que intranquilizar las conciencias.
Peligro de maniqueísmo. Depende en como se guarde
el orden interior, así también será la visión de lo exterior. Se desgracia
la moral al poner la castidad en el primer lugar. El maniqueísmo insiste que
hay cosas creadas malas; no todo lo creado es bueno. Los ritmos de la fertilidad
femeninos son defectos de la naturaleza. Es una especie de angelismo que ve unos
actos naturales como un mal que hay que aguantar. Por tanto, surge una moral que
da mucho valor a lo corporal (ayunos, mortificación) Y en el plano de la
santidad, ocupa el primer lugar lo externo.
Pero no es esto el catolicismo (misericordia quiero
y no sacrificio). Frente a todos estos, hay que decir que todo lo creado es
bueno.
Pieper cuenta cómo Sto. Tomás habla del
Tertuliano, al que siempre le denomina "hereje". Tertuliano dijo que
había 3 pecados que no pueden ser perdonados: idolatría, homicidio y
adulterio. El montanismo creía en la maldad de lo corporal, del cuerpo del
hombre. El pecado original y el pecado de los Ángeles fueron contra la
castidad. Papa Calixto dijo que no puede ser perdonado sólo si no quiere ser
perdonado. Pues, el mérito de Cristo es infinito. Tertuliano le comenta que se
mancha la Iglesia con estas palabras de Papa Calixto. Siempre molesta a la
Iglesia denominar el pecado contra la castidad como "mancha" y los demás
pecados como falta.
Lo vreado y lo producido. En 1 Io, se habla del
mundo que invita a la concupiscencia y a la soberbia, bajo la influencia del
maligno. Este mundo, sí puede estar descompuesto. Sin embargo, sobre este mundo
versa la templanza para discernir el bien honesto detrás el bien aparente.
Nietszche: "El hombre en la ciudad peca más
que el hombre en el campo."
S. Th. II-II, q. 142: "No se cometen muchos
pecados por la incitación de las pasiones mismas, sino que la mayor parte se
comete por incentivos que vienen de fuera."
Pieper: "Estas pasiones reaccionan con
virulencia ante los excitantes de la sexualidad". Se puede crear un
"callo moral". Esta fascinación es resultado de una acción
concertada de lujuria y de atrapar las sensaciones deleitables y el afán de
lucro de los intermediarios.
2. Sexualidad como don de Dios. Hay que seguir
afirmando que la sexualidad es buena, una dádiva divina que se ordena
limpiamente al amor, a la vida y a la fecundidad.
Familiaris Consortio, 11 - "Esta facultad
sexual con su propio sentido sólo tiene un ámbito en que se puede llevar a
cabo: el matrimonio monógamo indisoluble."
Orientaciones sobre la educación sexual: cfr.
Com. Episc. Educ. (Ene 87 en Ecclesia), recoge la persona humana; no muy
normativo pero explica el por qué de la doctrina. no muy normativo pero explica
el por qué de la doctrina.;
Historia
No sólo para responder a los anticatólicos, sino
que se vio que hacía falta cierta educación sexual. No sólo saber qué no hay
que hacer, y lo que hay que hacer sino también el por qué, el sentido de la
norma moral. Más que educación sexual habría que hablar de educación de la
castidad.
Pió IX, 31 Dic 29, Divina Illius Magistri vs.
una educación sexual naturalista (lo que es bueno es lo espontáneo). Muestra
la importancia de la educación sexual en 4 puntos:
- La educación sexual no se debe
situar para la enseñanza católica en un plano meramente natural. Para los
no-católicos, sí, pero lo natural en cuanto lo humano y racional, no como mero
factum espontáneo. La norma ética no se refiere a la inclinación sino a la
libertad o no-libertad a la ejercicio de esta inclinación. No sólo en lo
humano, sino en lo sobrenatural.
- No se debe limitar a explicar el misterio de la
vida. Debe ser más amplia.
- Debe tender a robustecer la voluntad. No sólo una
información sexual, sino una formación de la castidad como valor humano.
- Debe darse individualmente. No se puede dar
indistintamente. Hay que ser gradual y prudente. Primero, los padres, y luego
los que tienen la misión educativa. En segundo lugar, los educadores por
delegación de los padres. Hay que darla con las cautelas oportunas para no dar
efectos contraproducentes.
Santo Oficio: Reafirma DIM. Insiste que la educación
sexual debe ser acompañada (además de la formación de la voluntad), por
medios sobrenaturales. No debe ser una mera información, sino una formación de
la persona, pues la sexualidad es una dimensión de la persona.
Juan XXIII, 1960: Conmemora 30 años de la
DIM. Reafirma que no ha perdido actualidad pero hay que adaptarla. Incluye métodos
pedagógicos etc.
CV II, 28 Oct 1965, Educación Cristiana (Gravissimum
Educationis Momentum). Se debe dar una educación moral en todas las
escuelas, conforme a los pareceres religiosos de la familia, pues lo padres son
los primeros educadores. Incluye la educación sexual. Los niños y los
adolescentes tiene derecho a que se les ayuden a ver los valores.
S.C. Ed. Cat., 1 Nov 83, Orientaciones Educativas
sobre el Amor Humano y Pautas Sobre la Educación Sexual.
0. Cuestiones introductorias (1-20)
- Sentido integral de la sexualidad. La sexualidad
es un elemento básico. Hay diferenciación y complementariedad (hombre-mujer).
- Distinguir muy bien entre la genitalidad (mera
función física) y la sexualidad (interviene la espiritualidad, comunión y
persona: orientada al amor, y al amor fecundo).
- Hay una situación actual donde se ve necesaria
una educación sexual fina y buena, pues la reclaman los alumnos. Los educadores
deben ser firmados.
- 3 puntos de apoyo:
CV II,
Gravissimum Educationis Momentum
GS 49, 52
Familiaris consortio 37
Estos documentos deben ser leídos de acuerdo con la
situación. Pero también debe haber fidelidad al Magisterio. En estos momentos,
quizás hay que ir más gradualmente, permitir un matrimonio a usar métodos
naturales de prevención de concepción aun con mentalidad anticonceptiva en vez
de medios artificiales.
1. Cap. I - Algunos principios fundamentales.
La concepción cristiana de la sexualidad: la
persona humana, cuerpo y alma, es imagen y semejanza de Dios. El cuerpo revela a
la persona; la sexualidad es un lenguaje de la persona en que no debe haber
mentira. Este lenguaje es también imagen del amor creador de Dios. Hay una
complementariedad entre el amor y sexualidad. El sentido intrínseco de la
sexualidad es la fecundidad.
La educación sexual. No sólo física, biológica,
sino todos aspectos: bios (física), psyche (sentimento), anima (espiritual).
Tiene que ser en el ámbito de la fe, adaptada a la edad y su objetivo
fundamental no sólo es el conocimiento de la sexualidad, sino el crecimiento
total de la persona (una maduración).
2. Cap. II - Responsabilidades en la realización de
la Ed. Sexual.
El orden jerárquica de los agentes educativos es el
siguiente:
a) familia. Los padres poseen el derecho primario de
educar a sus hijos; la función de la escuela es subsidiaria respecto a los
padres. Los genuinamente educadores son los padres, pero delegan su autoridad a
la escuela, la cual debe adecuarse a los deseos de los padres.
b) La Iglesia. Tiene una misión educadora, enseñar
a los fieles el camino para ser humano, ser santos. Tres capítulos: catequesis
y educación sexual (debe seguir DIM), catequesis prematrimonial, orientaciones
y catequesis para adultos.
c) La sociedad civil: la autoridad. Tiene una misión
muy expresa: velar por el bien común. No es perseguir, castigar al pecado sino
lo que atenta contra el bien común. Los medios de comunicación tienen una gran
importancia. La autoridad tiene misión, autoridad para moderar lo que va contra
el bien común.
d) La escuela. Es complemento asistente a la acción
de los padres. Tienen que tener una material didáctico y humano bueno.
e) Los grupos y asociaciones juveniles
3. Cap. III - Condiciones y modalidad de la educación
sexual (condiciones para una buena educación sexual)
Formadores: buena persona, preparación
Métodos educativos: calidad, objetividad, prudencia
Educación del pudor: defensa de la dignidad del
hombre, del amor humano, educación de la amistad.
4. Cap. IV - Algunos problemas particulares
Relaciones prematrimoniales, masturbación,
homosexualidad, droga y desorden sexual.
5. Conclusión. Hay urgencia de una buena educación
sexual. La primacía pertenece a los padres. Debe ser, a la vez, una información
y formación dentro de la fe.
Virginidad y Celibato
S. Th., II-II, q.52 a.3 - "lo que es la
magnificencia a la liberalidad es la virginidad a la sexualidad." La
liberalidad es atender a los ruegos del hombre. Magnificencia es como lo que
dijo Alejandro Magno: "Tu pides como eres, y yo doy como soy."
1. Virginidad
Concepto: Suele entenderse un estado físico, o de
soltería, pero es más rica que esto. Es una virtud (no un estado) nacida de la
voluntaria decisión y de la gracia de Dios por la cual se renuncia para siempre
y por amor a Dios el ejercicio de la sexualidad. No es sólo una realidad física,
sino sobre todo, una conducta, una decisión, por tanto, es una virtud.
Lo esencial. Como virtud moral, la esencia es
la decisión de querer vivirla. Pieper sostiene que esta decisión se plasma en
toda su perfección y
Hay que atender a los motivos para vivir la
virginidad. Algunos miran a la sexualidad como algo malo (maniqueos, dualistas).
S. Agustín: la nobleza de esta virtud no le viene por el estado de virginidad
sino por estar consagrada a Dios. Sto. Tomás: tal decisión no se hace laudable
sólo por ser tal decisión, sino por su fin: propter regnum caelorum.
La virtud por voluntaria decisión y por gracia de
Dios, pero también por el carisma de renunciar al ejercicio de la sexualidad
propter regnum caelorum. Mt 19, 11 -"eunuchus propter regnum caelorum."
La Iglesia afirma la dignidad del matrimonio, pero
da la primacía a la virtud de la virginidad.
El matrimonio es un bien natural y sobrenatural. No
hay contradicción entre matrimonio y santidad. La virginidad es una incorporación
a Cristo indivisa, total. Sólo en este sentido se afirma en Trento, en la ses.
XXIV, que la virginidad es superior al matrimonio.
No se da por ser más fuerte o no sino por el
carisma - matrimonio o virginidad. Es mejor el carisma de la virginidad que el
del matrimonio, ascéticamente. Pero no se puede decir que es más santo un
virgen que un casado. La Iglesia sólo dice que el carisma de la virginidad es más
alto. La santidad en cambio es respuesta personal.
S. Th., II-II, q. 152 a.2: dos objeciones: que la
virginidad es contra natura.
No es contra natura perder un bien material para
cuidar la vida y tampoco es contra natura perder un bien corporal para adquirir
un bien espiritual.
En casi todas culturas hay vírgenes para ser
ejemplo, para que no se pierda el espíritu de tal civilización.
La obligación y permisión puede ser para todos y
para cada uno, o para todos en general. La alimentación es para todos y cada
uno, mientras "creced y multiplicaos" no es para todos y cada uno sino
para el conjunto de los hombres, pues el conjunto de los hombres necesita un
crecimiento corporal y también un crecimiento espiritual.
La actitud que se toma ante esta cuestión refleja
la cosmovisión de una persona.
Por ej., virginidad: se ve si da prioridad al
carisma o la mera naturaleza, si es más importante lo material o lo espiritual.
Se ve la cosmovisión de la persona viendo su postura.
2. Celibato
Distintos puntos de vista. Desde el punto de vista
teológico, la virginidad equivale a celibato pero desde el punto de vista jurídico
o en lenguaje normal, la virginidad es para las mujeres y el celibato es para
los hombres.
CV II: Los periodistas dicen que el CV II fue
pegajoso en esta cuestión. Pablo VI en la Carta a los Padres dice: "No es
conveniente tratar en discusiones públicas el tema del celibato".
Los periodistas dijeron que es una imposición por
Pablo VI, que quiso que no se malinterpretara desde el exterior. De hecho, se
trató y se discutió el tema en las aulas conciliares. Se pidió todo tipo de
intervenciones. Nunca se había tratado un tema tan profundamente.
Historia
- C. Elvira (300). Da una disposición
disciplinaria. Pide a los clérigos casados antes del sacerdocio que no usen el
matrimonio.
- C.
Letran I (1123). Prohíbe que los clérigos tengan concubinas y que se
hicieron atender por mujeres buenas.
- C. Letran II (1139). Declara nulos el matrimonio
de los clérigos.
- C. Trento. También declara nulos los matrimonios
de ordenados in sacris (diáconos, subdiáconos). Se ordena solo el que
tenga carisma del celibato
- CV II - PO 16, OT 10
Por votación no por imposición. Los pasos en el CV
II:
1961 - castidad in genere de los presbíteros
1963 - castidad según los ritos, tradición
1964 - castidad como algo que es de imitación de
Cristo. Antes, se ligaba mucho con los votos religiosos pero la desventaja era
asimilar todo al estado religioso. El celibato sacerdotal propiamente dicho pone
una significación excelsa en el sacerdote. PO 16 tuvo 1150 enmiendas hasta el
texto definitivo. La votación: 2243 placet, 27 non placet, 1 nulo. Véase también.
CIC 277.
Razones de conveniencia - CV II
El celibato está en estrecha e íntima en relación
con el sacerdocio ministerial. El celibato no pertenece suapte natura al
sacerdocio pero no significa que es mera configuración histórica, cambiable.
Algunos fuera de la Iglesia acusan al CV II de tener concepciones maniqueas,
dualistas pero esto no es verdad, pues CV II habla de la verdadera vocación
matrimonial, llamada universal a la santidad.
Dos razones del celibato
a) Por Consagración
Heb 7, 3 - "Homo ex hominibus assumptus";
sin padre, sin madre, sin genealogía. Tim 6, 11. Es una especial configuración
sacramental con Cristo, no una mera función, tarea.
PO 2 - "El sacerdote de la Nueva Alianza se
confiere por un sacramento muy peculiar por el cual se configura por un carácter...según
el cual se configura con Cristo sacerdote." Por tanto, configura también a
la virginidad de Cristo. Con, por y en Cristo.
Mt. 10, 23; 20, 24; Lc. les invita a renunciar a
tener mujer e hijos "propter regnum caelorum".
Es una configuración interior, más espiritual.
b) Por Misión
Es una realidad más fáctica, consecuencia de la
consagración. Su misión es servir a todos los hombres por su ministerio, su
vida, en su crecimiento, salud y destino de la Iglesia. El sacerdote pertenece a
los demás, no se pertenece a sí mismo. Es el servus servorum Dei. Es posesión
de la Iglesia.
PO 14 - "Esta castidad pastoral constituye para
el sacerdote el vínculo de la perfección a la que ha sido llamado". Su
santidad depende de su grado de entrega.
El celibato no es el principal motivo del celibato
pero, sí, es una ventaja muy grande.
No es una necesidad absoluta para el sacerdocio,
pero sí muy conveniente
No es una asimilación de la espiritualidad
religiosa. Sería una superestructura por influencia. PO 16 dice "Es casi
necesariamente conveniente pues expresa muy bien la misión sacerdotal y ayuda
al sacerdote en el cumplimiento de su misión en la Iglesia". Da un paso a
la imitación de Cristo y permite con más facilidad el servicio a la humanidad.
Hay razones cristológicas, eclesiológicas y escatológica que hacen que le
celibato no sea un vínculo artificial, sino teológico y pastoral. Incluso el
sensus fidelium lo ha captado.
Así, ¿se puede imponer por ley humana el celibato?
La Iglesia no impone la ley del celibato sino que sólo
se admite a los órdenes a quien tenga certeza moral de tener el carisma del
celibato, y se comprometa a cuidar tal carisma. La pregunta en el fondo: no se
impone, pues es un carisma divino. PO dice que la Iglesia ruega a Dios que se
conserve siempre tal carisma. La Iglesia no admite tampoco a los órdenes a los
hombres no normales.
Matrimonio (cfr. Zalba: La regulación de la
natalidad, BAC Minor)
1. Fin: pro-creación. Esto no es sólo algo biológico;
es, sobre todo, comunión de personas, algo más íntimo, enraizado en el amor
conyugal por que dos se hacen una sola carne. Pero, al mismo tiempo, como son
dos personas humanas -cuerpo y alma-, lo biológico no se puede separar de lo íntimo
o personal, son coesenciales. En caso contrario, se daría una instrumentalización
de la persona por el sexo, o mejor, por la genitalidad.
Los actos conyugales, tienen un doble significado:
unitivo y procreativo. Dos significados inseparables, como cabeza y tronco en un
hombre: por poder, se pueden separar, pero....Significan la unión sexual,
previa la unión espiritual o comunión, en una donación total, exclusiva y
definitiva. De hecho, la separación voluntaria de este doble significado, se
aboca o a instrumentalizar a la persona o a desvirtuar el amor conyugal, que
pierde su sentido.
Procreación y comunión conyugal vienen exigidas
por la verdad interior del ser personal, dando lugar a una realidad unitaria,
llamada amor conyugal. Este doble significado se une y se protege mutuamente: se
toma el todo (la persona), no la parte (el cuerpo). La mejor defensa del amor
conyugal se da con la apertura a la vida.
2. Castidad y sexualidad matrimonial
El acto matrimonial tiene una moralidad esencial
- HV 11: "Todo acto matrimonial abierto a la
vida es honesto y meritorio aunque ese acto resulte infecundo de hecho o se
prevea infecundo o se desee infecundo". Es esencialmente distinto del acto
no abierto a la vida. Continencia como virtud no es lo mismo que como método.
No es, propiamente, un acto humano si no está
abierto a la vida, es decir, si voluntariamente la cierra.
Cuando es un acto inhumano por parte de quien lo
realiza o lo sufre uno no actúa como persona incluso si está abierto a la
vida. El CIC dice que una violación no es una consumación del matrimonio, pues
la consumación es algo más que lo físico, es comunión personal.
- HV 8: El acto matrimonial no puede no ser honesto,
cuando el matrimonio es una institución del Creador para que el hombre coopere
con El en la creación. Un dominio a imagen y semejanza del Creador. En otros
casos es un dominio ministerial (no total). Tiene dominio sobre todo, incluso no
material, pero como servidor. El hombre no es un dueño absoluto de todo.
La generación del prole es una forma exquisita de
colaborar en la creación. Los nuevos hijos del hombre son también hijos de
Dios. Hay que emplear de forma especial el dominio de la razón.
Todos esos actos son buenos (puede haber
circunstancias que los hacen malo, pero en sí son buenos). Son malos cuando no
se llevan bien, cuando la voluntad lo hace en forma no personal (uso de fármacos,
etc., incluso cuando se desea infecundo sin razón suficiente). Hay que
enfrentar a la gente con su responsabilidad y conciencia.
Los esposos pueden tener deber moral (no una
concesión) de evitar la procreación. Pueden usar los períodos infecundos, lo
ha dispuesto Dios sabiamente. No son defectos de la naturaleza. Además, puede
haber anormal
Dios no ha determinado tiempos concretos para no
usar el acto.
Lo que quiere Dios es no poner obstáculo a la
fecundidad. Cafarra dice que hay un espacio de Dios en la generación; ponerle
obstáculo es borrar este espacio de Dios. La creación de un nuevo ser sería
pues puramente acto humano. Crea una mentalidad de desprecio por la otra
persona, usándola como objeto. El divorcio, contracepción, fecundación
artificial están relacionadas con esto.
- HV, 12: Magisterio, acto matrimonial, unitivo y
procreativo. El Magisterio siempre ha defendido un punto muy complejo: en el
acto matrimonial no se puede separar el acto unitivo (acción personal - física,
afectiva, moral, etc.), del acto procreativo.
El amor del cónyuge es por naturaleza fecundo. La
voluntad no debe romper esta unidad. LG, 25 lo recoge. Esta cuestión no es
meramente en el plano sobrenatural, sino que se capta por la razón. Dice LG 25
que aun cuanto sea captable por la razón, el cristiano debe mantener esto tanto
por la enseñanza de la Iglesia cuanto por moción del ES.
El amor conyugal debe ser personal. Es el único
sitio en que nazca la persona. Por tanto, el amor conyugal debe superar lo
meramente físico, sexual. Es la donación de la persona.
Tiene que ser pues:
- perfectivo: capaz de perfeccionar al hombre en
cuanto hombre.
- expresivo: expresar la donación personal (con
todas sus potencialidades incluso la posible maternidad o paternidad); si no,
sería una donación física pero no personal
- generativo: capaz de generar (es otra cosa si de
hecho no genere). Un acto que no lo sea, no sólo es contrario al plan divino
sino además inepto para expresar íntegramente el acto conyugal.
- HV 14 (?) Al ser un acto generativo, expresivo y
perfectivo, es también, de alguna forma, un acto suprapersonal por la función
que tiene, la posible vida que puede generar, etc.
- HV 14: habla de las vías ilícitas de regulación,
naturales (la paternidad responsable mal entendida) y artificiales.
3. Paternidad responsable
Las causas económicas deberían ser las últimas.
Sería negar la vida a un hombre por una suma de dinero. Tiene la raíz en una
mentalidad hedonista donde la fecundidad se ve como una desgracia.
- Pablo VI (recoge Casti Connubii, Pio XII) - también
Hum. vit 5(?)
"Siempre que no existan serias causas para
limitar los nacimientos, la paternidad responsable se ejerce mediante la
generación de hijos que Dios envía, porque los cónyuges no ejercen la
capacidad generativa a su arbitrio total, sino que son responsables ante Dios,
ante la familia, ante la sociedad y ante sí mismos."
- JP II - Hom. 7 Oct 79: "No se puede olvidar
que es menor mal negarles ciertas ventajas materiales que privarles la presencia
de hermanos que les permiten a desarrollarse."
- Continencia periódica: el único medio ilícito
conforme a la dignidad de la persona y del acto para usar la unión matrimonial
evitando la fecundación.
¿Estaría legitimado el uso del matrimonio sólo en
los períodos fecundos? En sí mismo, no. Se requieren motivos serios, causas
proporcionadas.
La mera licitud del medio no basta para el
comportamiento recto. En F.C. se dice que de hecho, se puede usar con mentalidad
e intención anticonceptiva. Sería malo por tal intención. Pero ¿cuáles son
los "motivos graves"? Por ejemplo, un corazón débil, pero no el
capricho, posible malestar, privarse de ciertos alimentos.
Ex. Apost. Fam. Cons.: No se refiere expresamente a
los "motivos graves". Por tanto, algunos han cogido esta ausencia de
"motivos graves" para decir que no hacen falta motivos graves.
Frente a esto, en FC 21, 29, 34 se confirma explícitamente
todo el contenido de HV. Nunca dice el Papa que sea lícita la continencia periódica.
Además. cita HV 59 (FC 22) que la mentalidad anticonceptiva puede viciar.
FC 32, 34: JP II habla de la ley de la gradualidad:
si uno se encuentra con un matrimonio que usa anticonceptivos, es mejor decirle
que use la continencia periódica; pero no se debe quedar con esto. FC 32 dice
que la continencia periódica es un método contrapuesto y de esencial
diversidad moral a los métodos artificiales pero no algo bueno en sí sin
atender a las causas. pero no se debe quedar con esto. FC 32 dice que la
continencia periódica es un método;
Los cónyuges son quienes que deciden. No el cura.
No puede aconsejarles usarlo ni negar la absolución. Si la persona en
conciencia (aun mala conciencia) cree que lo usan bien, el cura le debe absolver
de sus pecados (otros pecados). Habrá que formar a la conciencia, a la gente.
Puede informarles de la doctrina de la Iglesia, sin meterse en lo médico; pero
sí puede aconsejarlo a los que practican métodos artificiales (por la ley de
gradualidad).
Medios artificiales de regulación de natalidad. (HV
14: vías ilícitas de regulación).
- interrupción del proceso generativo ya iniciado
(aborto, experimentación)
- interrupción del proceso encaminado a la generación,
aunque de hecho no hay generación. Se inicia con el acto conyugal. Después
cualquiera de los siguientes: lavados vaginales, actus interruptus, onanismo
etc.
- esterilización: 2 divisiones importantes
indirecta e directa // temporal y perpetua.
Indirecta - e.g. efectos secundarios de una pastilla
para curar otra enfermedad (sin haber otra pastilla posible). Se juzga como los
actos voluntarios indirectos.
directa: lo que quiere la voluntad es esterilizarse.
Vicia todos los actos posteriores.
perpetua o temporal: según duración y/o
reversibilidad.
e.g. cáncer del útero - es voluntaria indirecta
perpetua
Error: Algunos médicos identifican esterilización
directa con perpetua. Efectos de sólo un mes - la considera indirecta.
Pastoralmente: Si es reversible (siendo
voluntariamente directa la esterilización), tiene que revertirse. Podrán ser lícitos
los actos posteriores
- medios anticonceptivos (HV 14)
"Es ilícito todo lo que o en previsión del
acto conyugal o en su realización o en el desarrollo de sus consecuencias
naturales, se proponga, como fin o medio, hacer imposible la procreación."
- en el acto conyugal
instrumento mecánicos -DIU, anillos uterinos, fármaco
para matar a los espermatozoides
- en su realización
romper el acto unitivo con preservativos,
pseudovaginas
- en el desarrollo de sus consecuencias naturales
interrumpir el acto generativo ya iniciativo
(No donarse personalmente - en el fondo es igual la
masturbación, acto homosexual y uso de anticonceptivos) (?)
- HV 15: licitud de medios terapéuticos
Los que hacen imposible la fecundación o yugulan
las funciones del órgano o extirpan el órgano.
Hay que ser desapasionado, y juzgar con rectitud de
intención. Criterios del principio del doble efecto. Puede haber casos de gran
similitud médica pero con intenciones distintas. Hay que juzgarla como un doble
efecto. Los criterios son:
- objeto bueno
- proporción entre el bien y el mal causado
- que el efecto bueno no sea consecuencia del malo,
sino al revés
- que el efecto bueno es la intención.
Debe ser para guardar la salud:
- Se interviene sobre un verdadero paciente actual o
potencial e.g. castración total del cáncer
- Deben ser verdaderamente necesarios.
No son tal esterilizantes, pues se hacen con el fin
no de curar, sino para que no se siga una fecundación. No cura nada. Es más,
la fecundación no se radica en el órgano sexual sino en la voluntad. Hay que
formar en la sexualidad, en la castidad. Lo humano es ser casto, y no el hacer
el acto sexual como sea.
El principio de totalidad: Sacrificar una parte en
beneficio del todo. Se debe vivir respetando la ética, dignidad, moral y no sólo
la perfección técnica. Hay cierta burguesía, una dicotomía - querer las
causas pero no los efectos.
- Polémica HV - períodos infecundos (HV 16,11)
Antes, aunque conocido el método, no se sabía
aplicar muy bien estas normas científicas, hasta mitad s.XIX: 1830, Ogino y
Knaus: método natural
pero con polémica: a nivel científico (precisión)
y moral (por la intención)
1853: La S. Sede ya había dado dictamen sobre los
períodos infecundos: Es lícito cuando hay razones graves y válidas y la
intención no es meramente anticonceptiva. Y sólo se puede regular la natalidad
por métodos naturales. Los artificiales siempre son ilícitos.
- Diferencia entre métodos naturales y artificiales
(hay una diferencia moral esencial )
Métodos naturales: el opus hominum es correcto; y
el opus naturae es correcto (no hay voluntariedad que rompa el curso natural).
En métodos artificiales, ni el opus hominum ni naturae es correcto (Cafarra).
Haering atacó a Cafarra. Tadeus Styczen contesta a Haaering.
Algunos dicen que es una concepción muy fisicista
pero está clara la diferencia: la voluntad respeta la naturaleza en los medios
naturales. No es mediada por fármacos la donación interpersonal.
En los métodos naturales: hay una educación a la
castidad (una realización humana), que supone autodominio, supremacía de la
voluntad sobre la pasión.
Persona y Acción - sólo puede donarse aquello que
se posee (pues uno no puede donar lo que no posee). Sería sólo una acción
pasional.
En métodos naturales (sin intención
anticonceptiva), aunque se desee, se prevea o resulte infecundo, hay una
apertura, orientación a la vida. Se cierra esta apertura en métodos
artificiales; la voluntad de evitar el prole no es absoluta en métodos
naturales pues si resulta que hay prole, se acepta. Engendran una mentalidad
peligrosa los métodos artificiales.
Los métodos naturales dan y respetan un espacio de
Dios que interviene. Los artificiales, anulan el espacio de Dios, pues uno
determina cuando hay o no hay vida. La acción, pues, es únicamente humana, un
antropocentrismo radical: el hombre es únicamente y exclusivamente creación
del hombre. La sexualidad pues es totalmente bajo la voluntad del hombre.
La fecundación in vitro: FIVET (Cfr. Ratzinger en
Donum vitae - en Defensa de la Vida)
Donum vitae: 5 partes
Introducción: relación entre ética y técnica (no
todo lo útil es honesto)
Respeto a los embriones
Intervenciones en la procreación humana - fiv
Moralidad y ley civil: aclarar a la legislación
civil lo que está en juego
Conclusión: la humanidad está perdida si no se
ajusta a la ética
Ratzinger: 4 tesis que se deben tener en cuenta
c.4.- La persona humana es una unidad sustancial del
cuerpo y alma, donde el cuerpo es parte constitutiva de la persona. Esto
conlleva unas consecuencias antropológicas, científicas y éticas. Es un
cuerpo vivificado. Consecuencias éticas: respetar la persona supone respetar el
cuerpo. Falta de respeto al pudor es no respetar la persona. Hoy hay un
desprecio por la corporalidad, sobre la que hay una concepción reductiva. No se
da cuenta que se desprecia también a la persona.
Por tanto, persona y objeto se distinguen en el modo
de ser tratados, amados.
Algo # alguien; algo útil # alguien amado por sí
mismo.
La FIV al final apunta a la producción de objeto.
Pregunta: ¿Cuál es la mentalidad que está detrás
de la FIV?
Hay que liberarse de una concepción nefasta de la técnica:
que la verdad de las cosas la da la intención del hombre: la moralidad no la da
el objeto, sino el fin, el fin que justifica el medio. Hay que distinguir la
bondad técnica y la bondad moral.
La Iglesia comprende el trauma de la infecundidad,
pero tampoco puede callar los derechos de las personas aun no nacidas. Defiende
la bondad moral, no la técnica. El problema central de DV es responder a la
pregunta "cual es el acto que por su naturaleza (por s misma) posee la
dignidad tica
Respuesta: el acto matrimonial como resultante de la
donación personal.
Uno no tiene derecho a tener un hijo, sino derecho
al acto conyugal.
- Sólo en el acto conyugal se ama a la otra
persona: al cónyuge y al hijo.
No se rechazan los métodos artificiales simplemente
por ser artificiales sino porque hacen crujir la dignidad humana. También se
rechaza una violación, que es natural biológicamente porque atenta contra la
dignidad humana. La persona debe ser "engendrada", no
"producida". Toda persona merece respeto personal, y no ser tratado
como un instrumento. Por tanto, la unión matrimonial es la única cuna digna de
engendrar una persona.
- Contra los ataques (volver a la época de Galileo,
"la autonomía" de la ciencia)
Cada ciencia tiene sus métodos propios y autonomía
propia. Pero hay autonomía siempre que no vayan contra la persona, que está
por encima de toda la ciencia. La libertad personal termina donde comienza la
libertad de otra persona. El límite de la ciencia es la ética. No es la
ciencia un absoluto: debe respetar a la persona. No todo lo técnicamente
posible es lícito.
Todos estos "no es" hay que entenderlos
como un "sí" en defensa de la persona humana.
Cooperación al pecado del otro cónyuge
Cuando un cónyuge quiere vivir bien el matrimonio y
el otro no, en el mismo acto físico, hay dos actos humanos. El cónyuge tiene
derecho al débito matrimonial. ¿Hasta que punto puede un cónyuge prestarse al
otro, sabiendo que el otro lo hace mal?
La cooperación forma es ilícita siempre.
La cooperación material y pasiva - se puede dar en
unas circunstancias
La materialidad de esta cooperación consiste en no
aprobar externamente el pecado ajeno ni consentir internamente. No quiere decir
no sentir el placer natural de la unión, sino no consentir ni aprobar el
pecado. Debe manifestar su desaprobación al pecado.
La pasividad tampoco quiere decir pasividad en la
unión en cuanto tal, sino que el cónyuge inocente no puede ser la causa de la
acción que cierra la procreación. En algún caso, puede ser la causa de la unión
conyugal, pero no de la acción que cierra la procreación. Puede ser causa
indirecta de cierra la procreación una señora que continuamente habla a su
marido de lo pesado que es el embarazo.
Casti connubii - La Iglesia no condena
al cónyuge que más que cometer, sufre el pecado. El que sufre carece de culpa,
siempre que mantiene la ley de la caridad (i.e., disuadir el pecado, etc.)
Ante el onanismo (amplexus reservatus, copula
interrumpida) del marido, cabe la cooperación de la mujer si hay amenazas (de
separación, física, adulterio etc.) Aun si no hay amenazas, cabe la cooperación
material y pasiva si sabe la mujer que hay peligro de incontinencia del marido.
Cabe también la cooperación material y pasiva si
el otro cónyuge está esterilizado temporal o permanentemente siempre que no
sea abortivo
Problema: los preservativos. Antiguamente (1930s),
la S. Penitenciaría dice que la mujer debe oponerse como ante un injusto
agresor, incluso jugándose la vida: debe oponerse "pro viribus suis",
con todas sus fuerzas. Esta respuesta no se llegó a publicar, pues ante lo intrínsecamente
malo no puede haber cooperación, ni formal, ni material.
La mujer se debe oponer al marido que usa
preservativo, pero sin tener que sufrir un mal mayor. Pues como es injusto
agresor, y es intrínsecamente malo, no es que coopere, sino que sufre. Es como
uno que da el dinero ante uno que le apunta la pistola, no es cooperación al
mal.
Uno no está obligado a sufrir un mal mayor. Por
tanto, no se debe tirar por la ventana. No está obligada la mujer oponerse con
toda su fuerza, pero debe hacer lo posible para que no suceda el pecado.
Unión sodomítica. Por ser netamente antinatural,
la S. Penitenciaria dice que la mujer no puede consentir con el marido impúdico
ni por causas aparentemente suficientes: evitar graves discordias familiares,
prevenir el adulterio del otro cónyuge, evitar el peligro próximo de
incontinencia del culpable.
Hay casos especialmente delicados (crisis
matrimonial etc.,) Aquí, incluso la parte inocente puede pedir el débito,
siempre que se realice el acto de modo natural. Estos causas nunca justifican un
acto en que se sabe que positivamente sigue un aborto, pues no sería cooperación
al pecado del otro sino cometer un crimen.
LOS PECADOS CONTRA LA MORAL SEXUAL: LA LUJURIA.
(leer Persona Humana, 29 Dic 75)
Definición: uso desordenado de las facultades
generativas
efectos: quedan en el alma, como los otros pecados,
pero también en el cuerpo: hábito muy físico.
2. Tipos - dos grandes divisiones de los tipos de
lujuria
c.3.a. según la ejecución
c.4.1. consumada
a. según naturaleza - desordenada según el opus
hominum (no opus naturae)
1. fornicación - acto sexual completo entre dos
solteros sin ordenar (sin vínculo humano ni espiritual)
2. rapto - un secuestro con fines deshonestos
3. estupro (violación) - es vs. la castidad y la
justicia
4. adulterio - una de las partes está casada
5. sacrilegio - una de las partes está ordenada o
consagrada a Dios, o se hace el acto en un lugar sagrado
6. incesto - entre parientes en grado en que se
impide el matrimonio
b. contra naturaleza - no se respeta tampoco el opus
naturae
1. masturbación
2. onanismo - acto conyugal interrumpido o
artificial (positivamente cerrado a la procreación)
3. sodomía- entre 2 del mismo sexo
4. bestialidad - con animales o cadáveres
2. no consumada
a. interna - malos pensamientos, deseos, gozo
pecaminoso
tiene la misma especie teológica que la lujuria
externa, aunque con menos gravedad
b. externa - aquellos actos ex libidine
(fruto del mal deseo) que no llegan a consumarse i.e., inicio de actos
consumadas, tacto, mirada, palabra, etc.
No tiene moralidad propia (un beso, mirada que no
tiene una maldad propia). Por tanto, son lujuria si proceden ex libidine.
b. según la intención
c.4.1. directamente querida
Consumada, inconsumada; ex/interna. Siempre persigue
un fin deshonesto. Es pecado grave ex toto genere suo, no datur parvitas
materia. También hay que ver la atención.
2. indirectamente querida
Cuando se produce un movimiento venereal sea
consumado o no, pero que el fin no es deshonesto, e.g., un estudiante de moral
que le consulta un caso moral y lo estudia, o un medica que examina a un
paciente. El fin no es malo, pero un efecto secundario es el movimiento corporal
venereal.
Malicia de la Lujuria
Lujuria directamente querida: grave
ex toto genere suo, non datur parvitas materia
Cuanto más delicado e importante es un tema, hace
falta más el uso de la razón, y que la racionalidad le mande. Lo malo no es el
placer. El placer se hace bueno o malo por la acción que lo acompaña. Es la
acción la que es buena o mala. Lo malo es la separación voluntaria entre los
aspectos unitivo y procreativo, el desorden voluntario del ejercicio de la
facultad.
NT: pecados que excluyen del Reino de los Cielos.
Impudicia, adulterio, fornicación. Según algunos, estos pecados son normas
categoriales, no transcendentales. Por tanto, pueden cambiar: no son válidos
para siempre. Esa opinión jamás la ha secundado la Iglesia, ni la tradición,
ni el Magisterio: Son malos intrínsicamente. Ninguna circunstancia puede
justificarlos.
No se da parvedad de materia. La Iglesia no niega
que hay un más o un menos, físicamente, entre la consumada y la no consumada;
lo que la Iglesia quiere decir es que lo menor siempre se ordena a lo mayor. lo
que la Iglesia quiere decir es que lo menor siempre se ordena a lo mayor.;
En la no consumada, no es el objeto sobre todo lo
que lleva la carga de la malicia, sino la voluntad, la intención. Si se hace ex
libidine (con mala intención libidinosa, lujuriosa) se está apuntando a
pecados "tipos": en el mandamiento se dice "no cometerás
adulterio - no fornicarás", porque, por la intención, todo acto aspira a
su consumación: todo se apunta a la fornicación.
S. Th I-II: Todo comienzo de algo se ordena siempre
a su consumación. Los actos no consumados no son malos sólo por ser ocasión
de pecado, sino por ser ordenados a su consumación. De hecho no se consuman
siempre, pero está la intención: ex libidine. Uno que hace la mirada impura
(ex libidine) no es lo mismo que uno que mira buscando el arte.
Aprender a juzgar la honradez personal: Puede haber
actos no consumados que no sean pecado, pero no por la materia, sino por falta
de advertencia o consentimiento.
Lujuria indirectamente querida: El deleite no es
directamente querido ni buscado, sino un efecto de otra acción. Conviene
aclarar que hablar de "lujuria", siempre lleva consigo la
voluntariedad, pero sentir nunca es lujurioso sin consentir. El fin de la acción
es
Criterio moral para ver si es directamente o
indirectamente querida: ponderar si es licito realizar tales acciones, con el
efecto malo añadido, si hay motivo o causa (o deber) proporcionado suficiente
para hacerlas.
Aquí, se suele hablar de la parvedad de materia en
lujuria, no por parvedad de lujuria, sino por insuficiencia del motivo. Los
criterios para juzgar si hay motivo proporcionados son:
- la mayor o menor ocasión del pecado.
- la mayor o menor necesidad del bien que se intenta
conseguir: si se puede conseguir tal bien por otros medios, o si es un bien
necesario, conveniente, superfluo, etc.
- la mayor o menor probabilidad en que se siga el
movimiento desordenado.
Hay que educar la conciencia: Los "pecados de
debilidad" son pecados. Son menos graves que los de malicia, pero son
graves.
Los actos cometidos en estado de semi-advertencia,
semi-consentimiento, hay que juzgarlo en el voluntario incausa. Persona y Acción:
Hay acciones que el hombre realiza que se va almacenando en el subconsciente,
que puede llegar al límite del conciente.... (no dar importancia a los actos
semi-advertidos, semi-consentidos)..En estas acciones pequeños se educa la
virtud de la castidad, no en el adulterio
Es
una gentileza de http://www.servicato.com
para la
BIBLIOTECA BÁSICA DEL CRISTIANO