¿Quién es la "roca" de la que habla Jesús? y ¿qué relación hay entre Pedro y los Papas?

Dos artículos sobre Mateo 16:18: "Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia".

 

 

¿Quién es la "roca" en Mt. 16:18?

 

Una de las cosas que yo trato de lograr cuando doy un seminario es que los que me escuchan puedan convertirse de inmediato en efectivos apologistas y no tengan que esperar a ser expertos en teología; de manera que trabajen con lo que saben, aun si es un solo argumento.

Yo ilustro esto a partir de mi propia experiencia y ustedes pueden usar este mismo procedimiento la próxima vez que tengan en sus manos un texto de la Biblia.

Hace algunos años, antes de que yo tomara un interés real en la lectura de la Biblia, trataba de evitar a los misioneros que venían a mi puerta. Muchas veces me he sentido avergonzado por esta actitud mía. ¿Porqué abrir la puerta, o porqué prolongar la conversación (a veces me encontraban fuera de la casa), cuando no tenia nada verdaderamente importante que decir.

Tenia una Biblia, sin duda. La usaba, quizás, de la misma manera que Uds. usan la suya hoy: para quitarle el polvo que se depositaba en ella mientras estaba en la repisa de la biblioteca. Era una de esas "familia" de Biblias, enchapada con bellos colores y tan pesada que mi hijo no pudo alzarla hasta que cumplió cinco años.

Como dije, tenía una Biblia, pero no me sentía muy atraído hacia ella, de manera que tenía poco que decir cuando los misioneros me acorralaban. Yo no sabía a qué versículos referirme para explicar la posición Católica.

Para ser un simple seglar yo estaba bastante bien informado acerca de mi fe - al menos nunca dudé de ella o dejé de practicarla - pero mi desordenada lectura no me equipaba lo suficiente para un duelo verbal.

Hasta que un día conseguí una preciosa información que lancé como una ola contra el primer misionero que tocó el timbre de mi casa. Esto me probó a mi mismo que convertirse en un consumado apologista no es tan difícil. He aquí lo que pasó.

Cuando abrí la puerta, el solitario misionero se presentó como adventista del Séptimo Día. Me preguntó si podía "compartir" conmigo algunos párrafos de la Biblia. Yo lo invité a que hiciera su lectura.

Él pasaba de una página a otra, citando distintos versículos, tratando de demostrar los errores de la Iglesia de Roma y la manifiesta verdad (según él) de su propia posición.

 

NO MUCHO QUE DECIR

 

Algunos de los versículos me eran bastante conocidos -pues no estaba completamente desinformado con respecto a al Biblia - pero muchos eran nuevos para mi. Familiares o no, los versículos leídos no generaban en mi una respuesta acertada porque no sabía lo suficiente de la Biblia para contestar con eficacia.

Finalmente el misionero leyó Mateo 16,18: "Tu eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia"

"¡Quédate allí! -dije-, conozco ese versículo; es donde Jesús designó a Simón la cabeza de la Iglesia; es donde lo designó como primer Papa". Hice una pausa y sonreí tolerante, sabiendo lo que el misionero diría como respuesta.

Yo sabía que en su recorrido de puerta en puerta él no recibiría alguna defensa de la posición católica, pero alguna vez un católico puede hablar como yo tenía pensado hacerlo. El tenia una respuesta a mi objeción, yo sabía cuál sería y estaba listo para ella.

"Entiendo su pensamiento -dijo-, pero los católicos confunden este versículo porque no saben nada de griego. Ese es el problema de su Iglesia y sus seguidores; Uds. no saben el lenguaje en que el Nuevo Testamento fue escrito. Para entender Mateo 16,18, tenemos que ir más allá del inglés, al griego."

"¿Eso es todo?" -dije yo, como quien maneja la situación. Yo trataba de hacer como que no me había dado cuenta de la trampa que se me había tendido.

"Si -dijo él-, en griego la palabra roca es "petra", que significa una piedra grande y maciza. La palabra usada para el nuevo nombre de Simon es diferente, es "petros", que significa "piedra pequeña, guijarro."

En realidad, lo que el misionero estaba diciéndome en este punto era falso. Juntamente con los estudiosos del griego -tanto católicos como no-católicos- hay que admitir que las palabras "petros" y "petra" fueron sinónimos en el griego del primer siglo. En ese tiempo, en alguna poesía griega antigua, siglos antes de Cristo, ambas palabras aparecían con el mismo significado: "piedra pequeña" y "piedra grande", indistintamente. Pero esa diferencia era lejana al tiempo en que el evangelio de Mateo fue traducido al griego. El argumento del misionero no funcionó, y mostró un falso conocimiento del griego como también una carencia en el entendimiento de las etimologías de "petros" y "petra".

 

"CASO CERRADO", PENSÓ

 

Era turno del misionero para hacer una pausa y sonreír tolerantemente. El había obrado según el entrenamiento que había recibido. Le habían dicho que raramente un católico habría escuchado el texto de Mateo 16,18 y mucho menos podría argumentar con él para probar la institución del papado. El sabía lo que tenia que decir para probar lo contrario y lo dijo.

"Bien -repliqué empezando a usar esa preciosa información que había conseguido-, concuerdo con Ud. que debemos ir más allá del inglés, al griego". Sonrió algo más y asintió. "Pero estoy seguro que Ud. concordará conmigo en que debemos ir más allá del griego, hasta el arameo". "¿El qué?", preguntó. "El arameo", dije. "Como Ud. sabe, el arameo fue el lenguaje que Jesús y los Apóstoles y todos los judíos de palestina hablaban. Era el idioma común del lugar. "Pensé que era el griego". "No", respondí, "muchos de ellos (sino la mayoría) sabían el griego, por supuesto, porque el griego era la lengua oficial (lingua franca) del mundo mediterráneo. Era la lengua de la cultura y el comercio, y la mayor parte de los libros del Nuevo Testamento fueron escritos también en ese idioma porque no solo los escribieron para los cristianos en Palestina sino también para cristianos que estaban en lugares tales como Roma, Alejandría y Antioquía , lugares donde el arameo no era la lengua que se hablaba"

"Pero preste atención que yo dije que la mayor parte del Nuevo Testamento fue escrito en griego, pero no todo. El Evangelio de Mateo fue escrito por él en arameo o hebreo (sabemos esto por las notas conservadas por Eusebio de Cesarea), pero fue traducido al griego tempranamente, quizás por el propio Mateo. En cualquier caso el arameo-hebreo original se perdió, de manera que todo lo que tenemos hoy es la traducción griega".

 

ARAMEO EN EL NUEVO TESTAMENTO

 

Y proseguí: "Sabemos que Jesús habló arameo porque algunas de esas palabras en arameo se nos han conservado en los evangelios. Mire Mateo 27,46, donde Él dice desde la cruz: 'Elí, Elí, lamá sabachtaní'; eso no es griego, es arameo y significa 'Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?'"

"Y hay más -dije- , en las epístolas de Pablo - cuatro veces en Gálatas y cuatro veces en la Primera a los Corintios- tenemos la forma aramea del nuevo nombre de Simón, que ha quedado conservada para nosotros. En nuestras Biblias en inglés aparece como 'Cephas'. Esto no es griego. Es la transcripción de la palabra aramea 'Kepha' (también traducida como 'Kephas'). ¿Y qué significa 'Kepha'? Significa una piedra grande, maciza, lo mismo que "petra". (No significa una piedra pequeña o guijarro - la palabra aramea para eso es "evna".) Lo que Jesús le dijo a Simon en Mateo 16,18 fue esto : Tu eres 'Kepha', y sobre esta 'Kepha' edificaré mi Iglesia".

"Cuando Ud. entienda lo que en el arameo se expresa, se dará cuenta que Jesús estaba considerando como equivalentes a 'Simon' y 'Roca', él no estaba simplemente comparándolos. Esto se ve con más evidencia en algunas traducciones modernas al inglés, que dan al versículo este sentido: 'Tu eres Roca, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia' ( You are Rock, an upon this rock I will build my church) . En francés una misma palabra, 'pierre', ha sido siempre usada para ambos, tanto para el nuevo nombre de Simon como para la roca".

Por unos momentos el misionero pareció confundido. Era obvio que el no había escuchado antes una replica así. Su ceño se frunció buscando un pensamiento y regresó con un contragolpe.

 

ENTONCES LE OCURRIÓ LO SIGUIENTE

 

"Espere un segundo -dijo-, si 'Kepha' significa lo mismo que Petra , ¿porqué no leemos en griego 'Tu eres 'Petra' y sobre esta 'petra' edificaré mi Iglesia'?; ¿porqué para el nuevo nombre de Simón, Mateo usa la palabra griega 'Petros', que significa algo verdaderamente diferente de 'petra'?".

"Porque no tuvo otra alternativa -dije yo-, el griego y el arameo tienen diferentes estructuras gramaticales. En arameo puedes usar 'Kepha' en ambas partes en Mateo 16,18. En griego tu encuentras un problema que proviene del hecho de que los sustantivos toman diferentes terminaciones según el género".

"Tu tienes masculino, femenino y neutro. La palabra griega 'petra' es femenina. Puedes usarla sin ningún problema en la segunda mitad de Mateo 16,18. Pero no puedes usarla para expresar el nuevo nombre de Simón, porque no puedes darle a un varón un nombre femenino (al menos antes no se podía). Tienes que cambiar la terminación del sustantivo para hacerlo masculino. Cuando haces eso, obtienes 'Petros', que es una palabra que realmente ya existía y que significa 'roca'".

"Yo admito que es una traducción imperfecta del arameo, porque pierdes parte del juego de palabras que se hace en esa lengua. En castellano, donde tenemos 'Pedro' y 'roca', o en inglés, donde tenemos 'Peter' y 'rock', se pierde todo. Pero es lo mejor que se puede hacer en griego.

Además si Mateo quería decir que Simon era una pequeña piedra el habría usado la palabra común griega para pequeña piedra 'lithos', y entonces leeríamos en Mateo 16,18: 'Tu eres 'Lithos', y sobre esta 'petra' edificaré mi Iglesia'. Pero no se lee de esa manera precisamente porque Mateo estaba tratando de comunicar el juego de palabras que aparece tan claramente en el arameo".

 

MI TURNO PARA HACER UNA PAUSA

 

Paré y sonreí. El misionero sonrío a su vez inconfortablemente, pero no dijo nada. Intercambiamos sonrisas cerca de treinta segundos. Luego miró su reloj, notó como el tiempo había volado, y se excusó. Nunca lo volví a ver .

¿Qué se siguió de este encuentro? Dos cosas : una para mi, otra para él.

En cuanto a lo que a mi respecta comencé a desarrollar un sentido de confianza. Comencé a ver que podía defender mi fe si me comprometía en un pequeño trabajo. Mientras más trabajara, mejor sería la defensa.

Y me di cuenta que cualquier católico que sepa leer podía hacer lo mismo. Ud. no puede empezar a sospechar que su fe es falsa por el solo hecho de que no puede contestar a una pregunta determinada..

Una vez que Uds. desarrollan un sentido de confianza, pueden decirse a sí mismos: " Yo no sé la respuesta a este problema, pero sí sé que puedo encontrarla si busco en los libros". La respuesta está allí, basta que dedique un tiempo a buscarla".

 

¿Y EL MISIONERO? ¿SACÓ ALGÚN FRUTO?

 

Yo pienso que sí. Pienso que se fue con una duda al comprobar sus conocimientos (o falta de ellos) acerca de los católicos y la fe católica. Y es de esperar que su duda desde entonces haya madurado de manera que lo lleve a pensar que los católicos tiene algo que decir en favor de su religión y que el debería prestar una atención más cuidadosa a la fe a la que una vez con tanta seguridad se opuso.
 

 

Pedro y el papado

Un análisis exegetico de Mateo 16:18

 

 En el Nuevo Testamento podemos encontrar amplia evidencia de que Pedro fue el primero en autoridad entre los apóstoles. Cada vez que los apóstoles son nombrados, Pedro encabeza la lista (Mateo 10:1-4, Marcos 3:16-19, Lucas 6:14-16, Hechos 1:13); algunas veces aparece solamente "Pedro y aquellos que estaban con él" (Lucas 9:32). Pedro era el primero que generalmente hablaba en nombre de los apóstoles (Mateo 18:21, Marcos 8:29, Lucas 12:41, Juan 6:69), y aparece en muchas escenas dramáticas (Mateo 14:28-32, Mateo 17:24, Marcos 10:28). En Pentecostés Pedro fue el primero que predicó a la multitud (Hechos 2:14-40), y fue Pedro quien realizó la primera curación milagrosa en la naciente Iglesia (Hechos 3:6-7). También fue a Pedro a quien vino la revelación de que los Gentiles fueran bautizados y aceptados como cristianos. (Hechos 10:46-48).

Su preeminente posición entre los apóstoles estaba simbolizada en el mismo principio de su relación con Cristo. En su primer encuentro, Cristo le dijo a Simón que su nombre sería cambiado a Pedro, que se traduce como Roca (Juan 1:42).

El hecho es que –aparte de la única vez que Abraham es llamado "roca" (Hebreo: sur; Arameo: Kefa) en Isaías 51:1-2– en el Antiguo Testamento solamente a Dios se le llamaba roca. En la antigüedad la palabra roca no era usada como nombre propio. Si usted se dirige a un compañero y le dice, "Desde ahora tu nombre es Espárrago," la gente se sorprenderá. ¿Por qué Espárrago? ¿Cuál es la intención de esto? ¿Qué es lo que esto significa? Desde luego, ¿Por qué llamar "Roca" a Simón el pescador? Cristo no estaba haciendo esto sin sentido, y tampoco los judíos cuando daban un nombre. Dar un nuevo nombre es cambiar la situación de la persona, como cuando el nombre de Abram fue cambiado a Abraham (Gen. 17:5), el de Jacob a Israel (Gen. 32:28), el de Eliacim a Joaquín (2 Reyes 23:34), o los nombres de los cuatro jóvenes hebreos –Daniel, Ananías, Misael, y Azarías– a Baltazar, Shidrack, Misack, y Abdenago (Dan. 1:6-8). Pero ningún judío había sido llamado Roca. Los judíos daban otros nombres tomados de la naturaleza, como Barak "relámpago," (Jueces 4:6), Deborah ("abeja," Gen. 35:8), y Raquel ("oveja," Gen. 29:16), pero no Roca. En el Nuevo Testamento Santiago y Juan fueron llamados por Cristo con el sobrenombre de Boanerges, que significa "Hijos del Trueno," pero este nombre nunca fue regularmente usado en lugar de su nombre original y ciertamente no era tomado como un nuevo nombre. Pero en el caso de Simon-bar-Jonas, su nuevo nombre Kefas (en griego: Petrus) definitivamente reemplazó el nombre viejo.

 

Miremos la escena

 

No solamente fue significante para Simón recibir un nuevo e inusual nombre, sino que también fue importante el lugar donde Jesús solemnemente cambió el nombre a Pedro. Esto sucedió cuando "Jesús vino a la ciudad de Cesárea de Filipo" (Mateo 16:13), una ciudad que Felipe el Tetrarca construyó en honor de Cesar Augustus, que había muerto en el año 14 D.C.

La ciudad estaba situada cerca de las cascadas en el río Jordán y cerca de un gigantesco muro de roca de unos 200 pies de alto y 500 pies de largo, que es parte de la falda sur del Monte Hermón. La ciudad no existe actualmente, pero sus ruinas están cerca de Banias, una pequeña ciudad árabe, y en la base del muro de roca puede encontrarse a su izquierda uno de los afluentes que alimentan el Jordán. Fue aquí donde Jesús se dirigió a Simón y le dijo: "Tú eres Pedro" (Mateo 16:18).

La significación de este hecho quedó bien clara a los otros apóstoles. Como judíos devotos ellos conocían que el lugar era verdaderamente importante para aquello que se estaba haciendo –cambiar el nombre a Simón– . Nadie acusó a Simón por haber recibido solamente él este honor, y en el resto del Nuevo Testamento es llamado por su nuevo nombre, mientras que Santiago y Juan siguieron llamándose Santiago y Juan, no Boanerges.

 

Promesas a Pedro

 

Cuando Él encontró por primera vez a Simón, "Jesús le miró, y dijo, "¿tú eres Simón el hijo de Juan? Te llamarás Kefas (que significa Pedro)"" (Juan 1:42). La palabra "Kefas" en griego es meramente la traducción literal de la palabra "Kefas" en arameo. Luego, después que Pedro y los otros discípulos estaban con Cristo ellos regresaron otra vez a Cesarea de Filipo, donde Pedro hizo su profesión de fe: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Vivo" (Mateo. 16:16). Jesús le dijo que aquello era una verdad especialmente revelada a él y luego, solemnemente reiteró: "Y yo te digo a ti, tú eres Pedro " (Mateo 16:18). Y a esto añadió la promesa de fundar la Iglesia, de algún modo, fundada sobre Pedro. (Mateo 16:18).

Entonces dos cosas muy importantes les fueron dada a los apóstoles: "Todo lo que ates en la tierra, será atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Aquí Pedro fue distinguido con la autoridad de perdonar los pecados y elaborar las reglas disciplinarias. Luego los apóstoles recibieron similar poder pero en este caso particularmente aquí lo recibe Pedro de modo singular. También fue solamente a Pedro que se le prometio: "Te daré las llaves del Reino de los Cielos" (Mateo 16:19). En aquellos tiempos la llave era signo de autoridad. Una ciudad amurallada tenía una gran puerta, y esa puerta tenía una gran cerradura que funcionaba con una gran llave. Dar la llave de la ciudad (un honor que todavía existe hoy día, a pesar de que no hay puertas) es también dar libre acceso y autoridad sobre la ciudad. La cuidad de la que Pedro estaba recibiendo la llave era nada más y nada menos que la misma Ciudad Celestial. Este mismo simbolismo para la autoridad es usado en otra parte de la Biblia (Is. 22:22, Apocalipsis 1:18).

Finalmente, después de la Resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos y le preguntó por tres veces a Pedro: "¿Me amas? (Juan 21:15-17). En arrepentimiento por sus tres negaciones, Pedro hizo una triple afirmación de amor. Entonces Cristo, el Buen Pastor (Juan 10:11, 14), dio a Pedro la autoridad que él había prometido: "Apacienta mis ovejas" (Juan 21:17). Esto específicamente incluía a los otros apóstoles, desde que Jesús le preguntó a Pedro, "¿Me amas más que éstos?" (Juan 21:15) –la palabra "éstos" se refiere a los otros apóstoles que estaban presentes (Juan 21:2)–. Esto sucedió para que se cumpliera la profecía hecha antes de que Jesús y sus discípulos estuvieran por última vez en el Monte de los Olivos.

Inmediatamente antes de su negación Jesús le dijo a Pedro: "Simón, Simón, he aquí que Satanás ha pedido tenerte para cribarte como a trigo, pero yo he orado por ti para que tu fe no se apague; y cuando te recobres de nuevo, [después de su negación] da firmeza a tus hermanos" (Lucas 22:31-32). Fue por Pedro por quien Cristo rezó para que su fe no fallara y para que fuera el guía de los demás, y su oración, siendo perfectamente eficaz, sería cumplida por seguro.

 

¿Quién es la roca?

 

Fijémonos en el verso clave: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18). La discusión sobre este verso siempre ha versado sobre el significado de la palabra "piedra" o "roca". ¿A quién se refiere Jesús? Desde que el nuevo nombre de Simón, Pedro, por sí sólo significa "roca", la frase puede ser reescrita como "Tú eres Roca y sobre esta roca yo construiré mi iglesia". El juego de palabras es obvio, pero muchos comentadores, deseando evitar lo que sigue después de esto –el establecimiento del papado– han sugerido que la palabra roca no puede referirse a Pedro, debe referirse a su profesión de fe o a Cristo mismo.

Desde el punto de vista gramatical, la frase "esta roca" debe referirse al nombre substantivo más cercano. La profesión de fe de Pedro (Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Vivo") es dos versículos antes, mientras que su nombre, un nombre propio, está precediendo inmediatamente la cláusula. Consideremos como una analogía esta paráfrasis: "Yo tengo un carro y un camión, y éste es azul" ¿Cuál es azul? El camión, porque es el substantivo más cercano al pronombre "éste" . Todo esto es más claro si la referencia al carro ha sido dos frases antes, como la referencia a la profesión de fe de

Pedro son dos frases antes que el término roca.

 

Otra alternativa

 

El mismo tipo de argumentación considera que la palabra roca puede hacer referencia a Cristo mismo ya que él está mencionado en la profesión de fe. El hecho de que en otra parte de la Escritura, en una metáfora diferente, Cristo es llamado "piedra angular" (Efesios 2:20, 1 Pedro 2:4-8) no desaprueba que aquí la fundación es Pedro. Naturalmente Cristo es lo principal y, ya que él está regresando a los cielos, la invisible fundación de la iglesia que él establecerá, pero Pedro es nombrado por él como el secundario y, porque él y sus sucesores permanecerán sobre la tierra, la visible fundación. Pedro puede ser la fundación solamente porque Cristo es el Primero.

Consideremos otra analogía: A veces les pedimos a nuestros amigos que recen por nosotros y oramos por ellos. Nuestras oraciones le piden a Dios especial ayuda para el uno y para el otro. ¿Qué estamos haciendo cuando rezamos? Estamos actuando como mediadores, como intercesores. Estamos suplicando a Dios en favor de otro. ¿Es esto contra la declaración de Pablo que Cristo es el único mediador (1 Tim. 2:5)? No, porque nuestra mediación es enteramente secundaria y depende de la mediación de Cristo. Él es el único Dios-Hombre, la única persona que es puente entre Dios y el hombre, pero nuestra intercesión por otra persona no interfiere con la mediación de Cristo. En realidad, en los cuatro versos anteriores de 1 de Timoteo 2:5, Pablo manda a los cristianos orar los unos por los otros. Cristo pudo haber establecido su mediación de cualquier modo que hubiera querido, pero él escogió que nosotros también participáramos cuando él mismo nos manda a rezar los unos por los otros (Mateo 5:44, 1 Tim. 2:14, Rom. 15:30, Hechos 12:5). Así, como puede haber intercesores secundarios y un principal, también puede haber una fundación secundaria y una principal.

 

Una mirada al Arameo

 

Los que se oponen a la interpretación católica de Mateo 16:18 algunas veces argumentan que en el texto griego el nombre del apóstol es "Petros", mientras que "roca" es traducido como "piedra" (petra). Ellos dicen que la primera palabra (petros) significa una pequeña piedra y que la segunda (petra) es una gran masa de roca, entonces, si Pedro fue pensado para ser una gran roca ¿por qué su nombre no es "Petra"? Ahora bien, observe que Cristo no habló a sus discípulos en griego. Él habló en arameo, el lenguaje popular en la Palestina de entonces. En ese lenguaje la palabra para "roca" es "Kefa", que es la que Jesús usaba en su lenguaje común (fíjese que en Juan 1:42 él dijo: "Te llamarás Kefas"). Lo que Jesús dijo en Mateo 16:18 fue esto: "Tú eres Kefa, y sobre esta kefa estableceré mi Iglesia."

Cuando el evangelio de San Mateo fue traducido del arameo original al griego resultó un problema que no confrontó el evangelista cuando él compuso este compendio de la vida de Cristo. En arameo la palabra kefa tenía el mismo sentido final para referirse a una gran roca o a un nombre personal masculino. En griego, la palabra para traducir roca, petra, es del género femenino. El traductor pudo usarlo en la segunda vez que aparece la palabra en la oración, pero no para la primera porque sería inapropiado dar a un hombre un nombre femenino. Por eso el traductor puso un final masculino en esto, y éste fue Petros.

Además, la premisa del argumento contra Pedro como roca es simplemente equivocada. En el siglo primero las palabras griegas "petros" y "petra" eran sinónimos. Previamente habían poseído el significado de "pequeña piedra" y "roca grande" en la temprana poesía griega pero para el siglo primero esta distinción se perdió, así lo admiten algunos protestantes estudiosos de la Biblia (Véanse los comentarios de D. A. Carson en "Expositor's Bible Commentary" [Grand Rapids: Zondervan Books]).

Algunos de los efectos del juego de palabras de Cristo se perdieron cuando esto se tradujo del arameo al griego, pero eso fue lo mejor que pudo hacerse en griego. En inglés, como en arameo, no hay problemas con las finales, porque en la traducción al inglés podría leerse: "Tú eres Roca, y sobre esta roca edificaré mi iglesia". [Lo mismo puede decirse en español, así como en arameo, la frase no se presta a ninguna confusión, tal como se lee la traducción hoy día: "Tú eres Pedro (nombre propio masculino que significa piedra), y sobre esta piedra (substantivo común que hace referencia al substantivo propio anterior) edificaré mi iglesia". Nota del Traductor.]

Considerando otro punto de vista: si la palabra roca se refiriera directamente a Cristo (como dicen algunos anticatólicos, basándose en 2 Corintios 10:4, "y la Roca era Cristo" –aunque la roca era literalmente una roca física que viajaba con los israelitas en el desierto durante el éxodo; cf. Ex. 17:6, Núm. 20:8), ¿por qué Mateo dejó el pasaje como estaba? En el arameo original, y en el inglés que es más parecido al arameo que al griego, el pasaje es claro. Mateo pudo darse cuenta que sus lectores entenderían el obvio sentido de "Pedro… piedra"

Si Mateo se refirió a Cristo como la roca, ¿por qué no lo dijo claramente? ¿Por qué dio la oportunidad y dejó a Pablo escribir clarificando el texto (presumiendo, desde luego, que 1 Corintios fue escrito después del evangelio de Mateo, y si fue primero, ¿por qué no escribió para clarificar este asunto?

La razón, desde luego, es que Mateo conocía muy bien que la frase quería decir lo que realmente está diciendo. Y fue Simón, débil como era, quien fue elegido para ser la roca el primer eslabón en la cadena del papado