26 DE NOVIEMBRE

 

San Pedro, patriarca de Alejandría, decapitado por orden de Galerio, 310. Trabajó mucho para alentar a los fieles en los años difíciles de la última persecución. El mismo tuvo que huir de su Iglesia, andando errante por Siria y Palestina. Congregó sínodos para establecer la manera de recibir en la comunión a los caídos, y condenó al obispo de Sicópolis, Melecio, que había quemado incienso a los ídolos. Murió con el presentimiento de las tempestades que su sacerdote Arrio, que no le dió poco que hacer con su carácter levantisco, iba a desencadenar en la Iglesia.

San Juan Berchmans, religioso (+ 1621) San Juan Bermanchs, de la Compañía de Jesús. Un joven belga, trasplantado al jardín del paraíso sin haber ajado la flor de su inocencia, a los veintidós años de edad, Malinas (Bélgica). 1599-1621.

San Humilde de Bisignano, laico, (1582-1637)

—Santos Fausto, sacerdote; Didio, Ammonio, Fileas, Esiquio, Pacomio y Teodoro, obispos egipcios, que fueron martirizados con otros seiscientos sesenta cristianos e,n Alejandría, 311.

—San Marcelo, pb., a quien los arrianos precipitaron de lo alto de una torre en tiempo del emperador Constancio. Nicomedia, 349.

—San Belino, ob. y m., Padua, 1149.

San Siricio, papa, 398. Sucedió a San Dámaso, que le había creado cardenal en 384. De él es la primera decretal auténtica de los Romanos Pontífices; está dirigida a Hilmerio, ob. de Tarragona, y en ella se dan diversas medidas disciplinarias con respecto a los clérigos y a los monjes. Siricio condenó a los maniqueos, quebrantó la arrogancia de los discípulos de Prisciliano y arrojó de Roma a Goeiniano, que negaba la virginidad de la Madre de Dios.

—San Amador, ob. de Autun, s. III.

—San Conrado, ob. de Constanza, 976.

—San Silvestre, ab. y fd. de la congregación de los Silvestrinos, bajo la Regla de San Benito, 1267.

San Basle o Basilio, Reims, 620.

San Estiliano, an., Andrianópolis (Paflagonia), s. VI

—San Nicón el Metanoeta o Penitente, monje, Armenia, 998.

—Santa Delfina, que guardó la virginidad en el matrimonio, Apt (Provenza), 1360.

San Leonardo de Porto Mauricio, gran predicador y taumaturgo franciscano del siglo XVIII, que recorrió, renovando la fe, todas las provincias de Italia. Murió en Roma en 1751. De él tenemos varios escritos: una Cuaresma, una colección de Meditaciones, un Directorio, y un librito intitulado Camino de la eternidad. Le canonizó Pío IX.