8 DE MAYO

 

-La aparición de San Miguel. Son numerosas las apariciones de que nos hablan las historias, pero este día se celebra muy particularmente la que realizó, en el monte Gárgano, en una cueva que se llama del Santo Ángel, cercó de Manfredonia, reino de Nápoles. Fue en 492, cuando Gelasio I ocupaba la cátedra de San Pedro.

-San Víctor, soldado, moro de nación y cristiano de nacimiento, que sufrió el martirio en tiempo de la persecución de Maximiano, 303, Milán.

-San Acato, centurión decapitado en Constantinopla, imperando Diocleciano, 103.

-San Dionisio, obispo de Viena.

-San Eladio, obispo de Auxerre.

-San Pedro, arzobispo de Tarantasia. Nacido en 1102, abrazó con toda su familia la vida monástica en la Orden del Cister. Entró en la abadía de Ronaval, fundó varios monasterios y en 1138 fue nombrado para gobernar la diócesis de Tarantasia. Alejandro III, que tenia en él una gran confianza, le encargó de varias misiones diplomáticas en Inglaterra, en Francia y en Alemania. Murió en 1174.

-Beato Luis Rabatá, religioso, (+ 1490).

-San Bonifacio IV, papa. Era hijo de un médico de la ciudad italiana de Valeria y había sido ya honrado con la dignidad de cardenal, cuando fue llamado a ocupar la cátedra apostólica, en 607. Levantó un monasterio en la casa paterna y restauró la disciplina monástica en un Concilio. Consiguió que el emperador Focas le cediese el antiguo templo de todos los dioses, el Panteón, y lo convirtió en iglesia, consagrándolo a la Santísima Virgen y a los santos mártires, y para aumentar la devoción popular a este santuario, hizo trasladar a él veintiocho carros de cuerpos de mártires, sacados de las catacumbas. Murió en 615.

-San Wiron, obispo regionario y evangelizador de las regiones del Mosa, 700.

-San Deseado, obispo de Bourges, cuyo nombre se lee al pie de las actas del quinto Concilio de Orleáns, en que fueron condenadas las herejías de Eutiques y Nestorio, 550.

-Beato Bernardo, dominico portugués, que se santificó ejerciendo de sacristán en su convento de Santarem, y enseñando el catecismo a los niños de la ciudad, 1265.