4 DE JUNIO

 

-Santos Arecio y Dociano, ms., Roma.

San Quirino de Tivoli, obispo y mártir

-San Pedro de Verona, mártir, Milán, 1252.

-San Clateo, mártir, obispo de Brescia (Italia), s. I.

-Santos Rutilo y compañeros mártires, Hungría.

-Santa Saturnina, virgen y mártir, Arras (Francia).

-San Quirino, mártir, Tívoli (Italia).

-San Metrófanes, obispo, Constantinopla, hacia 325.

-San Optato, obispo de Milevi, Argelia, célebre escritor, 384.

-San Alejandro, obispo de Verona.

-San Pedro de Bono, Cluny (Francia), 1419, devotísimo del Espíritu Santo y propagador de su devoción.

-San Francisco de Caracciolo. Pertenecía a la noble familia de los Caracciolo, en los Abruzzos, reino de Nápoles. Aunque muy piadoso desde su más tierna edad, resolvióse, con motivo de una grave enfermedad, a entregarse completamente a Dios. Una carta que le entregaran por equivocación le puso al tanto de cierto proyecto que se tenía de fundar un nuevo instituto religioso. Creyó ver en ello un aviso de la Providencia, y consagró su vida a aquella santa empresa, llegando a ser uno de los fundadores de la Orden de los Clérigos Menores Regulares. Su amor ardiente al misterio de la sagrada Eucaristía hacía que su corazón se derritiese como la cera cuando estaba delante del sagrario. Murió en la víspera del Corpus, a la edad de cuarenta años, en 1608. Su congregación había empezado a organizarse en 1591 a la sombra de la basílica de Santa María la Mayor.