Salesas (Orden de la Visitacion)
La Orden de la Visitación de Santa María (VSM) fue
fundada por S. Francisco de Sales (1567-1622; v.) y S. Juana-Francisca Fremyot
de Chantal (1572-1641; v.), en Annecy (Saboya) el 6 jun. 1610 y aprobada por
Paulo V, el 23 abr. 1618.
S. Francisco intenta la fundación, movido por la gran relajación de los
monasterios establecidos en su diócesis. Tal vez la característica más peculiar
consista en descartar las grandes penitencias corporales, para que puedan entrar
personas jóvenes o adultas de poca salud y aun enfermas. Como las otras órdenes
de este tiempo, sustituye el Oficio divino por el Oficio Parvo, en gran parte
para dar más lugar a la contemplación personal. Como las demás también, pero en
diferente orden y medida, une la acción a la contemplación. Quería el fundador
una forma de vida que había de ser, en primer lugar, contemplativa y que, al
mismo tiempo, habría de desarrollar una pequeña actividad entre los pobres de
los alrededores. Esta unión de acción y contemplación sólo podía lograrse en una
Congregación con votos simples y sin clausura papal. No podían ser consideradas
religiosas. Así comienzan a vivir las salesas. Cuando años después el Arzobispo
de Lyón Monseñor Marquemont quiere establecerla en su archidiócesis, ve que una
Congregación sin clausura, con votos simples y una Constitución privada en vez
de una Regla sancionada, no podía ser tolerada en su diócesis ni en toda
Francia. Quería unas religiosas auténticas, es decir, enclaustradas. S.
Francisco, ante la actitud del arzobispo de Lyón, sacrifica lo secundario a lo
que él considera primario. Lo hizo, sin embargo, consciente de que abdicaba su
primera idea. Se le atribuye esta frase: «me llaman Fundador de la V. y no hay
nada más injusto: yo he hecho lo que no quería hacer y he deshecho lo que quería
hacer». Pero estaba seguro de que se había salvado lo esencial de la idea
fundacional. Según el Breve de Paulo V será una Orden con la Regla de S.
Agustín, con clausura y votos solemnes; se le concede el rezo del Oficio Parvo
en vez del Oficio divino. La Regla de S. Agustín se completa con las
Constituciones de S. Francisco (el manuscrito está firmado el 9 oct. 1618), y
ulteriormente con el Libro de Costumbres de S. Juana-Francisca (1624). En el
cuadro de la organización monástica, cada monasterio había de ser «autónomo»,
sujeto a la jurisdicción del Ordinario de cada lugar. Sin embargo, la orden ha
logrado conservar una ejemplar unión espiritual y una absoluta comunidad de
espíritu. Este espíritu es el de S. Francisco, del cual las s. son fieles
herederas a través de la santa fundadora que lo enriqueció con el suyo. En
esencia consiste en una profunda humildad ante Dios y una gran dulzura para con
el prójimo. Ambas se concretan en la caridad. En cada uno de los monasterios
debe renovarse constantemente la actitud de María en el Misterio de la
Visitación. La visitandina consagra todas sus fuerzas al servicio del Esposo
celestial. Busca la unión con Dios para promover por la oración y el buen
ejemplo el bien de la Iglesia y la salvación de las almas. para lo cual han de
vivir de modo que su fervor, agradando a Dios, se desborde en gracias en el
corazón de los fieles. Debe tener un espíritu sano y bien dispuesto a vivir en
una profunda humildad, obediencia, sencillez y abandono.
La orden se extendió rápidamente. A la muerte del fundador se habían fundado 11
monasterios; el año 1633 al cumplir 60 la fundadora eran ya 48, y a su muerte,
80, en Saboya y Francia, Suiza, Italia y Polonia. El primer monasterio que se
fundó en España fue el de Madrid (Santa Bárbara), el año 1698. Hay en 1973 en
España 23 monasterios. Se extendió por Iberoamérica y hay allí en conjunto 18
monasterios: en México (3), en Colombia (6), en Panamá (1), en Ecuador (1), en
Perú (1), en Chile (2), en Argentina (1), en Uruguay (1), en Brasil (2). En todo
el mundo son unas 6.500 monjas en 190 monasterios. Todos están agrupados en 19
federaciones.
Entre las personas que han destacado en la orden, además de los fundadores, cabe
mencionar: a S. Margarita María de Alacoque (1647-71; v.). La venerable Juana
Carlota de Brecharrd, primera Compañera de la fundadora (1580-1637). La
venerable María de Sales Chappuis (17931897), que fundó con el P. Luis Brissón
los Oblatos de S. Francisco de Sales.
G. ESCUDERO VALERA.
BIBL.: Oeuvres de Saint Francois de Sales, 26 vol.
Annecy 1892-1932 (especialmente vol. 11-12, lettres, y vol. 25, Opuscules: La
Visitation); Ste. Ieanne-Franpoise Frémyot de Chantal. Sa vie et ses Oeuvres, 8
vol. París 1874-79, 3 ed. 1910; Année Sainte des Religieuses de la Visitation
Sainte-Marie, 12 vol. París 1863 y muchas ediciones posteriores.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991