MISIONERAS DE JESÚS CRUCIFICADO
Congregación religiosa, fundada en Campinas (Sáo Paulo, Brasil), el 20 abr.
1928, por el entonces obispo de la diócesis D. Francisco de Campos Barreto, y
por la madre María Villac, primera superiora general del Instituto. Obtuvo las
Letras Constitucionales de su aprobación el día 3 de mayo del mismo año.
Su fin particular es la propagación del Reino de Cristo a través de la
evangelización y catequesis, «ejerciendo hasta el límite de sus posibilidades,
toda clase de obras de caridad espiritual y corporal en favor del prójimo,
especialmente entre los obreros y los pobres, procurando las misioneras
alimentar una devoción tierna y viva hacia Jesús Crucificado, realmente presente
en la Santa Hostia, y hacia Nuestra Señora de los Dolores, devociones éstas que
habrán de propagar como eje sobre el cual debe girar el Instituto» (art. 1 de
las primeras Constituciones escritas por el fundador).
Además de los tres votos de obediencia, castidad y pobreza, emiten otros
dos votos congregacionistas de mansedumbre y de filiación mariana, que ayudan a
la vivencia del espíritu propio del Instituto. Tanto la fundadora como las
primeras siete compañeras, pertenecían, casi todas, a la Asociación de
Misioneras de Jesús Crucificado, organismo diocesano del que se sirvió el obispo
para seleccionar los primeros elementos de la naciente familia religiosa, que se
propagó rápidamente, extendiéndose por todo el país. El 22 ag. 1941 falleció el
fundador y el 10 mar. 1952 recibía la asociación el Decretum Laudis. En 1972 es
Congregación pontificia, dividida en ocho provincias y un sector generalicio,
con un número total de 157 casas, 34 comunidades apostólicas y 1.592 religiosas.
BIBL.: Ann. Pont. 1972, 1209.
MARTA VILLAC.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991