JUAN FISHER, SAN
Humanista inglés del s. xvi-xvii, cardenal de la Iglesia Católica, mártir. Si
quisiéramos sintetizar en pocas palabras la significación y mensaje de su vida
se podría decir que fue «a preacher and teacher all his life» (predicador y
maestro toda su vida).
Vida. N. en Beverley (Yorkshire) en 1469 y recibió su primera educación en
la escuela de la iglesia de St. John. Pasó luego a Cambridge ca. 1482,
alcanzando el Bachillerato en Artes y se ordenó sacerdote ca. 1491. Fue nombrado
después Fellow (profesor) de su colegio Michaelhous y posteriormente Párroco de
Northallerton (Yorkshire). De 1494 a 1505 en que fue nombrado ViceCanciller de
Cambridge, ejerció diversos cargos en la Universidad, a la vez que asumía la
dirección espiritual de la Reina Margarita, madre de Enrique VII, pasando a
ocupar después la Cátedra de Teología que la Reina fundara allí.
En 1504 tuvieron lugar dos acontecimientos que iban a conformar
definitivamente su vida. A principios del año era elegido Rector de Cambridge
(cargo que se convertiría en vitalicio) y a fines del mismo se le consagraba
obispo de Rochester, la más pequeña y más pobre diócesis de Inglaterra; dos días
más tarde tomó posesión de su puesto como miembro del Consejo del Rey.
La primera parte de su vida, dedicada a las tareas de su diócesis, a su
trabajo como miembro del Consejo del Rey, a su labor en Cambridge donde impulsó
los estudios clásicos debido a la influencia de Erasmo (v.), de quien fue amigo,
fue marcada por el laborar callado, pero fructífero. En cambio, la segunda
perdió esta serenidad, especialmente por la iniciación y crecimiento de las
opiniones heréticas, pero fundamentalmente por la llamada «Cuestión Real» (v.
ANGLICANISMO; GRAN BRETAÑA V).
La posición de F. fue siempre clara. Inflexible denunciador de la herejía
y de la relajación en las costumbres eclesiásticas, no podía tampoco plegarse a
los deseos de Enrique VIII (v.), que, aunque inicialmente le tuvo en gran
estima, estaba ahora totalmente dominado por el capricho. Intentó Enrique
convencerle de la preocupación de su conciencia respecto a la invalidez de su
matrimonio con Catalina, pero el obispo se dio muy pronto cuenta de cuál era el
auténtico sentir del monarca y obró en consecuencia. Y así le vemos actuando
como consejero de la Reina en 1528, y en 1530 rehusando, junto a S. Tomás Moro
(v.), firmar una petición al Papa para que considerase favorablemente las
intenciones reales, y en 1533 sugiriendo la intervención armada de Carlos V como
Emperador de Occidente para evitar que Inglaterra se alejase de Roma, lo que él
creía inevitable resultado de la conducta de Enrique. Al año siguiente rehusó
jurar el Acta de Sucesión que declaraba nulo el matrimonio con Catalina, válido
el contraído con Ana Bolena y el poder absoluto de los obispos para anular un
matrimonio sin recurrir a Roma, siendo encerrado en la Torre de Londres, a la
vez que Tomás Moro.
De aquí al final ya pasó poco tiempo. Las presiones se seguían ejerciendo
contra él en la Torre a las que resistió valiente y esforzadamente. El 20 mayo
1535, Paulo III lo creó Cardenal con la esperanza de que así fuese liberado de
la prisión, pero ese nombramiento sólo sirvió para aumentar la ira del Rey,
quien el 1 de junio nombró un tribunal especial, del que formaba parte, entre
otros, el padre de Ana Bolena. Se le hicieron a F. tres preguntas: 1) Si
obedecería al Rey, como jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra; 2) Si aceptaba
como válido el matrimonio del Rey con Ana Bolena y como nulo el de Catalina y
3). Por qué no había contestado de forma clara a los interrogatorios anteriores.
A las respuestas siguió naturalmente un veredicto de culpabilidad, y el 22 de
junio fue públicamente decapitado.
En 1850, con el restablecimiento de la Jerarquía católica en Inglaterra,
se resucitó la causa de los mártires ingleses, y León XIII, el 29 dic. 1886,
beatificó a 54 (entre ellos F. y T. Moro). En 1930 se abrió nuevo proceso y el
19 mar. 1935, S. J. F. y S. Tomás Moro, fueron canonizados por Pío XI. Se
celebra su fiesta el 22 de junio.
Su obra. La obra literaria de F. se puede situar en dos periodos
claramente definidos. El primero, que termina en 1509, incluye algunos sermones
y el celebrado comentario de los Salmos penitenciales (Treatyse concernynge the
fruytfull sayinges of Davyd the Kunge and Prophete in the seven penytencyall
Psalmes, Londres 1505). En el segundo, que comienza con un estudio sobre la
identificación de María Magdalena (De unica Magdalena, París 1519), tiene
fundamentalmente varias obras refutando tesis de Lutero, otra probando el origen
divino de la jerarquía y sacerdocio cristianos, uno sobre el matrimonio de
Enrique VIII (De causa matrimonia Angliae regis liber, Salamanca 1530) y
finalmente una Consolación espiritual compuesta en la prisión. Escritas muchas
de ellas en latín, su valor principal reside en la forma clara y contundente de
exponer sus argumentos.
Puede decirse que toda la vida de F. es una línea recta que marcha serena
y consciente de su cometido terrenal en busca de su fin último. Apuesto (como lo
describe uno de sus primeros biógrafos en su manuscrito que se conserva), de
elevada estatura, erguido y bien constituido, con amplia boca, fuertes
mandíbulas y grave continente, sus obras son apologéticas: la defensa de su fe y
sus creencias inconmovibles. Un hombre así, empeñado en realizar con absoluto
sentido de responsabilidad sus funciones en la tierra, no podía verse influido
por aspiraciones terrenales, por el favor o la ira de un Rey. Imperturbable, con
la mirada puesta en la verdad, prefirió arrodillarse ante el verdugo, antes que
traicionar la más mínima de sus convicciones.
V. t.: INGLATERRA, MÁRTIRES DE.
BIBL.: Ediciones: Opera omnia (incompleta), Wurzburgo 1597; para las obras en inglés: I. E. B. MAYOR, The English Works of John Fisher, now first collected, Londres 1935.-Estudios: The Life of Fisher (mss. Harleian 6382, publicado por Early English Text Society); E. A. BENIANS, John Fisher, Cambridge 1935; E. E. REYNOLDS, St. John Fisher, Londres 1955; G. H. DUGGAN S. M., The Church in the writings of St. John Fisher, Napies 1953; W. H. COLOGAN, Blessed John Fisher and the Royal Supremacy, Londres (s. a.); M. MACKLEM, God Have Mercy. The Life of John Fisher of Rochester, Otawa 1967; E. GRAF, Giovanni Fisher, en Bibl. Sanct., 6,997,1002.
F. DE A. CARRERES DE CALATAYUD.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991