INGLATERRA, MÁRTIRES DE


Se llama así a los católicos que murieron en Inglaterra en defensa de su fe y de la primacía del Papa, entre 1535 y 1681, durante las persecuciones bajo Enrique VIII, Isabel 1, Jacobo 1, Carlos I, la República de Cromwell y Carlos II (v. voces respectivas). El número total (excluyendo los que padecieron en Irlanda bajo el mismo régimen) se calcula en unos 600, pero de éstos sólo una lista de 360 nombres fue enviada a la Santa Sede en 1874 por el cardenal Manning (v.) para iniciar su beatificación. De los otros, quizá no menos «mártires», no se tenían suficientes datos, o los motivos religiosos de su ejecución estaban algo mezclados con otros motivos como, p. ej., los que fueron ajusticiados después de la rebelión conocida como «pilgrimage of Grace» de 1536.
     
      De la lista de los 360, el decreto de la Sagrada Congregación de Ritos (9 dic. 1886) apartó a 44 (principalmente por haber muerto en la cárcel), aguardando un ulterior estudio. Por decreto del 29 dic. 1886, León XIII aprobó que 54 (y por decreto del 13 mayo 1895, otros 9 más) habían ya sido «equivalentemente» beatificados por el papa Gregorio XIII, quien, en 1583, había permitido la representación de su martirio con paridad a la de los antiguos mártires cristianos. El número de los «Beaoi» ascendió a 64 cuando el papa Benedicto XV, el 23 mayo 1920, beatificó al arzobispo de Armagh (Irlanda), S. Oliver Plunkett (v.), canonizado en 1975, e incluido entre los M. de I. debido a que su juicio pasó de Irlanda a Londres, donde fue ejecutado el 11 jul. 1681, porque ningún jurado irlandés hubiera creído las acusaciones contra él alegadas por el infame Titus Oates.
     
      De los 252 Venerables presentados por la Jerarquía de Inglaterra y Gales (junto con S. John Ogilvie presentado por la Jerarquía escocesa y canonizado en 1975) fueron beatificados 136 por Pío XI el 15 dic. 1929 y 85 por Juan Pablo II el 22 nov. 1987. El 19 mar. 1935, Pío XI canonizó a Juan Fisher (v.) y a Tomás Moro (v.). Pablo VI canonizó el 25 oct. 1970 a los «Cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales», cuya fiesta conjunta se celebra el 4 de mayo. Sus nombres son: Cuthbert Mayne, Ralph Sherwin, Alexander Briant, John Paine, Luke Kirby, Edmund Gennings, Eustace White, Polvdor Pladen, John Boste, John Almond, John Southworth,yWilliam John Plessington, John Lloyd, John Kemble, John Roberts, Ambrose Barlow, Alban Roe, John Haughton, Augustine Webster, Robert Lawrence, Richard Reynolds, John Stone, John Jones, John Wall, Edmund Campion, Robert Southwell, Henry Walpole, Thomas Garnet, Edmund Arrowsmith, Henry Morse, Philip Evans, David Lewis, Nicholas Owen, Richard Gwyn, Swithun Wells, Philip Howard, John Rigby, Margaret Clitherow, Margaret Ward y Anne Line (cfr. Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, Official Presentation of Documents on Martyrdom and Cult, Vaticano 1968).
     
      A los muchos que sufrieron persecución religiosa -oficialmente reconocidos o no- se debe que con su ejemplo y constancia se mantuviera viva la fe católica en Inglaterra y que al cabo de tres siglos, resurgiera el catolicismo como algo no implantado desde fuera, sino con unas notas propias, nacionales, con caracteres bien marcados.
     
      Los primeros mártires. En 1533 Enrique VIII (v.) intenta divorciarse de su legítima esposa Catalina de Aragón (v.) y casarse de nuevo con Ana Bolena. En 1534 el papa Clemente VII (v.) declara inválido este nuevo «matrimonio». Sucesivas actas del Parlamento declaran ofensa capital negar la validez del matrimonio del rey (Acta de Sucesión) y Alta Traición no aceptar que el rey es «Jefe Supremo en la tierra de la Iglesia en Inglaterra» (Acta de Supremacia) (v. GRAN BRETAÑA V; ANGLICANISMO). Muchos seglares y eclesiásticos prestaron juramento obligado a estas dos leyes. Pero para los que se opusieron comenzó la persecución. Los primeros arrastrados al cadalso de Tyburn (Londres), y allí ahorcados el 4 mayo 1535, fueron S. John Haughton, prior de la cartuja de Londres; otros dos priores cartujos, S. Robert Lawrence y S. Augustine Webster; S. Richard Reynolds, monje brigidino y el Beato John Haile, sacerdote secular, párroco de Isleworth. Poco después (22 jun. y 6 jul., respectivamente) fueron decapitados S. John Fisher (v.) y S. Tomás Moro (v.) por el único motivo de defender la fe católica y su obediencia al Papa.
     
      Con la supresión de los monasterios, sufrieron persecución y martirio varios ahora Beatos: monjes cartujos y benedictinos, frailes franciscanos y un agustino en Canterbury, S. John Stone. Particularmente conmovedora en este primer período es la historia de la Beata Margaret Pole, viuda con cinco hijos, último miembro de la casa real de Plantagenet. Cuando Enrique VIII fue coronado, dijo de ella que era la mujer más santa de Inglaterra. Pero más tarde porque su hijo el cardenal Pole (v.) había escrito desde Roma en defensa de la unidad de la Iglesia se intentó probar que Margaret había tomado parte en una conjura contra el rey. No osaron llevarla a juicio pues ningún jurado la hubiera considerado culpable. Sin embargo, por ley especial del Parlamento fue condenada y decapitada en la Torre de Londres el 28 mayo 1541.
     
      En el reinado de Isabel I (1558-1603). Una nueva Acta de Supremacia declara Alta Traición aceptar la autoridad del Papa e impone un juramento reconociendo a la reina autoridad espiritual, eclesiástica y temporal. Una nueva Acta de Uniformidad prohíbe la Misa y obliga a asistir a la iglesia protestante. En 1568 William Allen -después cardenal- funda el seminario inglés de Douai, al que siguieron otros en Roma, Valladolid y Sevilla, donde se ordenaban sacerdotes que luego volvían a Inglaterra. Unos 160 de ellos han sido beatificados. Son los llamados «sacerdotes de seminario» para distinguirlos de los sacerdotes «marianos» de tiempos de la reina María Estuardo, cuando Inglaterra se había reconciliado con la Santa Sede. Los primeros sacerdotes misioneros llegaron en 1574 y el protomártir de Douai es S. Cuthbert Mayne, ahorcado y descuartizado, el 29 nov. 1577, al no aceptar que «la Reina pudiera ser la Cabeza de la Iglesia en Inglaterra». Le siguieron S. Ralph Sherwin y S. Alexander Briant (1581); S. John Paine y S. Luke Kirby (1582), junto con el primer jesuita, S. Edmund Campion. El 17 oct. 1584 fue ahorcado el protomártir de Gales, S. Richard Gwyn, un maestro de escuela, laico converso.
     
      En 1585 un Acta «contra Jesuitas y Sacerdotes de seminario y otras tales personas desobedientes» consideraba Alta Traición que un sacerdote residiera en los dominios del reino y una felonía el prestarle ayuda. Por esta ley se condenaría a la mayoría de los M. de I. a partir de entonces. La primera fue la madre de familia, S. Margaret Clitherow, aplastada por una losa en York, en 1586; y otra mujer mártir, S. Margaret Ward, fue ahorcada en Tyburn en 1588. Ese año, derrotada la Armada Invencible, se recrudeció la persecución, y aún más después de una Real Proclamación contra los Católicos de 18 oct. 1591; John Boste, S. Edmund Gennings, S. Eustace White y S. Polydor Plasden, junto con el laico S. Swithun Wells; en 1595 los jesuitas S. Robert Southwell y S. Henry Walpole. El Duque de Arundel, S. Philip Howard, fallece ese año en la Torre de Londres, bajo condena de muerte. En 1598, el franciscano S. John Jones; en 1600, el laico S. John Rigby; y en 1601 la mujer laica conversa, Anne Line.
     
      Los Estuardo y la persecución puritana. El «Complot de la Pólvora» (5 nov. 1605) al principio del reinado de Jacobo I provocó leyes aún más represivas. Los mártires canonizados de este período son: el hermano lego jesuita, S. Nicholas Owen (1606), el padre jesuita S. Thomas Garnet (1608), el benedictino S. John Roberts (1610) y el sacerdote S. John Almond (1612). El jesuita escocés S. John Ogilvie fue ahorcado en Glasgow en 1615. Con Carlos I la persecución se debió más a la mayoría protestante que a la voluntad del rey. Fueron llevados a la horca el padre jesuita, S. Edmund Arrowsmith (1628); los benedictinos S. Edward Barlow (1641) y S. Bartholomew Roe (1642); y en 1645, S. Henry Morse, otro jesuita. Bajo la República Parlamentaria de Cromwell, en 1654, fue ahorcado y cuarteado en Tybum el sacerdote S. John Southworth.
     
      En el reinado de Carlos II un supuesto complot, tramado por un tal Titus Oates de Londres, provocó una feroz persecución desde 1678 a 1681 que condujo a varios católicos al martirio acusados de haber conspirado para llevar soldados franceses a Inglaterra, aún después de haberse probado que Oates era un perjuro. Aparte de S. Oliver Plunkett, que fue el último católico en Inglaterra que sufrió condena de muerte por su fe (en 1681), fueron acusados y ahorcados en 1679: S. John Plesington, S. John Lloyd y S. John Kemble (sacerdotes); S. Philip Evans y S. David Lewis (jesuitas galeses); S. John Wall (franciscano).
     
      Conclusión. Aunque las autoridades pretendieron dar a las condenas un carácter político, estos mártires y beatos defendían con su muerte una verdad de fe: el primado del Romano Pontífice (v.). «Los mártires ingleses pueden definirse mártires de la Iglesia Católica, de la romanidad, de la primacía papal de esta Iglesia. El duelo lo fue entre derechos del César y derechos de Dios, y estos mártires murieron proclamando los derechos del César... Pero fueron noblemente intransigentes cuando esos derechos se quisieron anteponer a los derechos de Dios, que se identifican con los derechos de la Iglesia, con los derechos del Vicario de Cristo» (Pío XI, L'Ossert,atore Roniano, 9-10 dic. 1929, 1). Como ha dicho Pablo VI, «son mártires por defender la estructura jerárquica y unitaria de la Iglesia, del todo respetuosa con la potestad temporal en el foro civil, pero libre en el foro espiritual. Son mártires de la libertad y unidad de la Iglesia» (Aloe. 25 oct. 1970, L'Ossert,atot-e Romano, 26-27 oct. 1970).
     
      V. t.: GRAN BRETAÑA V y los mártires que tienen voz propia en esta Enciclopedia.
     
     

BIBL.: Para una lista completa de los mártires, v. A. BUTLER, Lires of Saints, 4 vol., Londres 1956; J. H. POLLEN, Acts of English Martyrs. Londres 1891; íD., Unpublished do( uments relating to English Martyrs. Londres 1908; B. CAMM, Lires qf the English Marty1-s /_535-1583, de( lared blessed by Pope Leo XIII in 1886 and 1895, 2 vol., Londres 1904-05; E. H. BURTON y J. H. POLLEN, Lires of English Martyrs, 2' serie: The Venerables (1583-88), Londres 1914; E. WAUGH, Edmund Campion, Londres 1935; B. LLORCA y R. GARCÍA VILLOSLADA, Historia de la Iglesia Católica, 111, 2 ed. Madrid 1967, 725-33; 917-28; A. EHRHARD y W. NEUSS, historia de la Iglesia, IV, Madrid 1962, 134-146; P. MOLINARI, 1 quaranta Martini d'Inghilterra e del Calles, «L'Oss. Romano» 24 oct. 1970; S. USHERWOOD, E. ÜSHERWOOD, We die for the old Reli,gion (historia de los 85 mártires beatificados el 22 nov. 1987), Londres 1987.

 

RICHARD A. P. STORK.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991