Hugo Buoncompagni n. en Bolonia en 1502. Estudió Derecho en la misma
ciudad, donde fue profesor hasta los 36 años. En 1538 le lleva a Roma el
card. Parisio como ayudante y Paulo III (v.) le envía como jurista al Conc.
de Trento (1545; v.). A la vuelta de una legación en Flandes fue
consagrado obispo en Vieste (1558) y creado cardenal por Paulo IV (1565).
Fue legado en España y elegido Papa el 13 mayo 1572. Carecía de la
fortaleza de ánimo y de la constancia de su predecesor, S. Pío V, pero era
buen conocedor del Derecho y poseía gran capacidad para crear
instituciones encauzadoras de la verdadera reforma de la Iglesia. Supo
controlar la administración pontificia, dirigiéndola a inversiones en
obras sociales, principalmente en favor de Roma, y a la promoción de la
enseñanza católica; así las termas de Diocleciano, el Palacio del
Quirinal, etc., y la subvención al Colegio Romano, fundado por S. Ignacio
de Loyola (v.), que bendijo el 28 oct. 1584, asistiendo personalmente a la
lección inaugural de F. Suárez; asimismo ayudó generosamente a los
Colegios Germánico, Húngaro, Inglés, Irlandés, Maronita, Griego, etc.,
contribuyendo así decisivamente a mejorar la formación del clero y a dotar
a estas naciones de sacerdotes aptos para llevar adelante la gran obra de
la Reforma católica. Supo rodearse de excelentes colaboradores y se
preocupó especialmente en nombrar obispos y legados competentes. Fueron
hombres influyentes en su corte los cardenales Gulli, Secretario de
Estado, y S. Carlos Borromeo (v.), miembro de la comisión para la reforma.
Dispensó especial favor a los jesuitas, importantes protagonistas de
muchas de sus obras.
Va unida a su nombre la reforma del calendario (Calendario
gregoriano, que es el que se usa aún hoy en casi todo el mundo) fruto de
la colaboración de los más prestigiosos científicos de la época, y que
fijó el año en - 365 días, -5 h., 49' y 12". Revisó el Martirologio
Romano, y publicó la edición oficial romana del Corpus Iuris Canonici, en
la que, por encargo de S. Pío V había trabajado él, antes de su
coronación.
Atendió a los intereses de la Iglesia en el Extremo Oriente con la
destacada colaboración del P. Alessandro Calignani en el Japón, que
dividió en tres provincias eclesiásticas, y del P. Mateo Ricci (v.) en
China. La misionología intenta eficazmente, bajo su impulso, una técnica
de adaptación étnica. En vísperas de su muerte recibió una embajada
japonesa de jóvenes de sangre real. Su economía y diplomacia no tuvieron
límites en la defensa contra los turcos. Le tocó un mundo político
convulso, donde se entremezclan religión e intereses políticos. Mantuvo la
alianza con Felipe II (v.), eje político de Europa en aquellos años.
Añadió a las nunciaturas de Madrid, Viena y Lisboa las de Lucerna, Graz y
Colonia. Intervino en la política francesa con ocasión del enfrentamiento
de hugonotes (v.) y católicos. La política inglesa era adversa al
catolicismo, pues Isabel I (v.) perseguía encarnizadamente a los
católicos. Ante esto, animó el Papa a Felipe II a organizar una invasión,
e incluso levantamientos de católicos, como los encabezados por T. Stucley
(1578) y J. Fitzmaurice (1579), que fueron todos sofocados por el gobierno
inglés; el Papa estaba convencido de que era lícito levantarse en armas
contra la Reina al estar excomulgada y declarada usurpadora del reino.
M. el 10 abr. 1585, y fue sepultado en la Capilla Gregoriana por él
mismo terminada según los planos de Miguel Ángel. El pueblo romano,
reconocido a su labor social, le erigió en vida un monumento en el
Capitolio. Gregorio XIII, junto con su predecesor S. Pío V y su sucesor
Sixto V, ha pasado a la historia como uno de los grandes impulsores de la
Reforma católica consecuencia del Concilio de Trento.
BIBL.: A. EHRARD y W. NEUSS,
Historia de la Iglesia, IV, Madrid 1962, 198 ss.; B. LLORCA, R. GARCÍA
VILLOSLADA, F. J. MONTALBÁN, III, 2 ed. Madrid 1967, 884 ss., 932 ss., 977
ss. (con bibl. especializada); M. A. CIAPPI, Compendio delie heroiche et
gloriose attioni e santa vita di papa Gregorio XIII, Roma 1591; F. S. DI
MAFFEI, Annales Gregorii XIII, 2 vol., Roma 1742; M. ARAGONÉS VIRGILI,
Historia del Pontificado, 3 vol., Barcelona 1945.
JUAN MARÍA LEONET.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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