ESCILITANOS, SANTOS MARTIRES


Las Actas de estos mártires son el documento más antiguo, de carácter histórico y fechado, de la Iglesia de África del norte. A medida que han ido apareciendo diferentes redacciones de las mismas se han ido perfilando también datos históricos seguros. Th. Ruinart (Acta primorum martyrum sincera et selecta, París 1689, 79-80) recoge el texto publicado por Baronio; en la ed. de 1713, 88-89, Ruinart nos da otro texto según un ms. de la Bibl. de Colbert; B. Aube (Les chrétiens dans l´Empire romain, París 1881, 503-509), publica otro texto según dos ms. de la Bibl. Nac. de París, pero provenientes de Silos; Usener (Acta martyrum scillitanorum graece edita, Bonn 1881), nos da un texto griego interpolado; Ch. de Smedt («Analecta Bollandiana» 8,1889,5-8) tiene en cuenta en su edición dos ms. de la Bibl. de Chartres. Pero el texto más importante es el de A. Robinson (The Acts of the Scillitans martyrs. The original text... Cambridge 1891, 104-121), descubierto en un ms. del British Museum en 1890. Es el texto más antiguo, el más correcto y el más atendible.
     
      Según él, el 17 jul. 180 un grupo de cristianos, cuyos nombres se señalan en el téxto, comparecen ante el procónsul Saturnino: Esperato, Nartzalo, Citino, Donata, Segunda y Vestia; en la sentencia, a estos mismos nombres se añade este inciso: «y los demás que han declarado vivir conforme a la religión cristiana». El heraldo proclama 12 nombres: Veturio, Félix, Aquilino, Letancio, Genaro y Generosa más los seis anteriores. Procedentes de Escilio, pequeño lugar de Numidia, son llevados a Cartago para ser juzgados. Nada sabemos de la motivación del juicio. Las palabras de Esperato: «la mala persuasión es la de cometer un homicidio y la de levantar un falso testimonio» permiten conjeturar que se trató de una delación privada de algún pagano rencoroso contra algún cristiano o grupo de cristianos. El breve documento refiere el diálogo entre Saturnino y los acusados. Habla casi exclusivamente Esperato, que parece el jefe. Las Actas reproducen sustancialmente un formulario proconsular, quizá un tanto retocado por el redactor, pero sin que por ello pierdan su valor histórico, que nunca se ha puesto en duda. Por esto mismo la expresión es sencilla y un tanto descarnada. El autor se ha fijado casi exclusivamente en las respuestas dadas por los cristianos ante el magistrado que les invitaba a la apostasía. Todos los demás datos puede decirse que pasan a segunda línea, incluso la sentencia y la muerte. Pronto se levantó una basílica en honor de los mártires, y, según S. Posidio, S. Agustín predicó dos sermones en su fiesta (PL 46,19). En la liturgia mozárabe hay una Misa dedicada a ellos. Las reliquias que en 1901 se descubrieron en la iglesia de S. Juan y S. Pablo en el Monte Celio y que se dijeron ser de los mártires e., son en realidad una leyenda (P. Franchi de Cavalieri, Le reliquie dei martiri scillitani, en «Römische Quartalschrift» 17,1903,209-221).
     
      Se ha opinado que las Actas son un producto de imitación de las actas de los mártires paganos. Hipótesis inaceptable, porque éstas fueron compuestas en Alejandría como medio de propaganda antisemita y difícilmente conocidas fuera de Egipto y Roma. Escritas en griego, y dado el poco conocimiento que de esta lengua se tenía en África, la hipótesis se hace aún más difícil. Ha de pensarse más bien en la influencia del N. T., pero no en el sentido que lo ha propuesto Harnack (v.) de que las Actas de los mártires cristianos (v. ACTA MARTYRUM) en un principio se redactan con el fin concreto de que sean una continuación del N. T. (A. Harnack, en «Sitzungber. Preuss. Ak. der Wissensch.», 1910); hipótesis inadmisible por falta de documentación (Geffcken, Die christl. Martyrien, «Hermes» 1910, 484 ss.). Es un gran acierto, en cambio, el ponerlas en relación con la Escritura, a la que ellos miran más o menos conscientemente para ver la postura de los primeros cristianos ante las autoridades civiles (Act 4,5-12; cap. 21-28) y religiosas (Act 7,54-60). Las Actas de los mártires e. son el documento más antiguo que atestigua la existencia de una versión latina de al menos una parte del N. T.
     
     

BIBL.: P. MONCEAU, Histoire littéraire de l'Afrique chrétienne, I, París 1905, 61-70; H. DELEHAYE, Les passions des martyrs et les genres littéraires, Bruselas 1921, 60-63; J. H. BAXTER, The Martyrs of Madaura, A. D. 180, «Journal of Theological Studies», 26 (1925) 21 ss.; F. CORSARO, Note sugli «Acta Martyrum Scillitanorum», «Nuovo Didasc.» (1956) 5-40; M. SIMONETTI, Qualche osservazione a proposito dell' origine degli Atti del martiri, «Revue des Études Augustiniennes» 2 (1956) 39-57; G. BONNER, The Scillitan Saints and the Pauline Epistles, «The Journal of Ecclesiastical History» 7 (1956) 141-146; B. M. MARGARUCCI, Scillitani, en Bibl. Sanct. 11,733-741.

 

U. DOMÍNGUEZ DEL VAL.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991