En hebreo Qidron; en árabe recibe varios nombres: Wádí al-Yóz, Wadi Silwán
y Wadi al-Nár; en su última sección también se llama Wadi al-Rahíb (valle
de los monjes), alusión a los monjes de S. Sabas. Recibe también el nombre
de Valle de Josafat (v.), entre el Monte de los Olivos (v.) y su
confluencia con la Gehena (Ge' Hinnom, valle de Hinnon, hoy Wadi al-Rabábah).
Aunque a veces se hable de torrente C., es más bien un valle sin aguas
perennes, pero que sirve para desaguar los turbiones de agua que pueden
caer en invierno sobre Jerusalén, desembocando en el Mar Muerto (v.).
En la Biblia aparece la mención del C. por vez primera en la
descripción de la huida de David ante su hijo Absalón (1 San 15,23); se
aplicaba el nombre C. al menos a la sección que de N a S bordeaba
Jerusalén, y que David atraviesa para subir al Monte de los Olivos. Años
más tarde, y por hallarse en él las dos únicas fuentes de Jerusalén, fue
testigo de la difícil sucesión de David (v.): al reunir Adonías a sus
partidarios en `En Rogel, el profeta Natán consigue el permiso del anciano
rey para consagrar a Salomón (v.) en la fuente de Gilion (1 Reg 1,1-53).
También, cada vez que se purifica el Templo, las abominaciones son
arrojadas al C. El rey Asa quemó allí la 'Aserah, o su símbolo (v. ASTARTÉ;
BAAL), que profanaba el templo, y al cual daba culto su propia madre (1
Reg 15,13). Ezequías dio orden a los levitas de arrojar al C. todo cuanto
impuro había sido colocado por sus antecesores en el Templo (2 Par 29,16).
Igualmente tosías, en su célebre reforma, ordena quemar en el valle del C.
el ajuar cúltico de baales y astartés, la nueva 'Aserah y los altares
idolátricos (2 Reg 23,4-12). Otros veces aparece el C. simplemente como
referencia geográfica: ler 31,40 lo establece como límite de la ciudad
reconstruida por Yahwéh, y 1 Mach 12,37 atestigua la reconstrucción de
parte del muro de Jerusalén que daba al torrente C.
Aunque no sea citado con su nombre, el torrente C. es testigo de
otros eventos históricos. Tanto la Biblia (2 Reg 20,21 y 2 Par 32,30) como
la arqueología nos dicen que Ezequías construyó el canal, que es conocido
con su nombre, para llevar las aguas del Gihon al interior de la ciudad, a
la piscina llamada hasta hoy de Siloé (v.); la inscripción contemporánea
muestra en su brevedad el valor de la obra. Isaías (v.). pronunció junto
al C. su célebre profecía del Emmanuel (Is 7,3). Casi desde el mismo
lugar, al pie de la muralla, el embajador de Senaquerib amenazará más
tarde a los sitiados de Jerusalén (2 Reg 18,17). Ezequiel, en su profecía
del abandono de la ciudad santa por la Gloria de Dios (Ez 11,23), hace
seguir a la Gloria de Dios el mismo camino que había utilizado David para
huir de la ciudad: desde el templo baja al C. y desde el torrente sube al
Monte de los Olivos.
El N. T. cita una sola vez la palabra C.: Jesús, acabada la Cena,
marcha a Getsemaní atravesando el C. (lo 18,1).
Geografía y arqueología. El C. nace junto a las llamadas tumbas de
los jueces al NO de Jerusalén y a unos 790 m. sobre el Mediterráneo. Desde
allí flanquea por el S las estribaciones del Monte Scopus cruzando la
carretera de Naplusa en dirección O-E. En la unión de ese monte con el de
los Olivos tuerce en ángulo recto para seguir la dirección N-S hasta el
extremo meridional de la ciudad de David, donde recibe por su derecha la
Gehena, y gira hacia el SO en dirección del Mar Muerto. A los pies de la
muralla de David se halla, hoy en una cueva profunda, la fuente de Gihon,
y en medio del valle, a unos centenares de metros, la de Rogel. A partir
del Monte de los Olivos el C. se hace cada vez más angosto y profundo y en
esta circunstancia se quiere ver el origen, «el negro», de su nombre.
El C. está vinculado a multitud de sepulturas. Aparte de varias
necrópolis que cubren el Monte de los Olivos, en el fondo del C. se hallan
diversas tumbas, entre ellas las llamadas de Absalón, Zacarías y Santiago:
monumentos funerarios del s. I a. C. En las últimas excavaciones se han
hallado restos junto a la piscina inferior y el llamado jardín de los
reyes, que flaquean el torrente al S de la ciudad de David.
V. t.: JOSAFAT, VALLE DE; JERUSALÉN.
BIBL.: F. M. ABEL, Géographie de
la Palestine, 1, París 1933, 83-84; A. LEGENDRE, Cedrón, en DB 11,
380-386; N. AVIGAD, Cedrón, Monumentos antiguos del, en Enc. Bibl. 11,
250-256; M. BALAGUÉ, Cedrón, Torrente del, ib. 11, 256-260;
V. VILAR HUESO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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