CABRERA, ALONSO DE


Célebre predicador español del s. XVI. De él dice el académico de la Lengua M. Mir que es «entre nuestros maestros del s. XVI, el hombre que ha hablado mejor y más bien conversado en la lengua castellana, el que la ha manejado con más garbo y gentileza y, al propio tiempo, con más llaneza y naturalidad». Su literatura (reconocida por la Real Academia Española al incluirle en su Catálogo de Autoridades de la Lengua), junto con su fondo doctrinal, serio y seguro, le ha valido el ser considerado como el mejor orador sagrado de su tiempo.
      N. en Córdoba ca. 1549, siendo hijo de la noble familia de los Godoy Cabrera. Tomó el hábito y profesó en el convento dominico de S. Pablo de Córdoba. Para completar los estudios fue enviado al de S. Esteban de Salamanca, mereciendo, por su aplicación, ser escogido por el maestro Fray Bartolomé de Medina para que le ayudase en la impresión de su Comentario a la III parte de la Suma de S. Tomás, tocándole a C. la corrección y elaboración de los índices y tablas. Pasó a América, regresando pronto para dedicarse a la enseñanza. En el convento de Córdoba leyó Artes y en la Univ. de Osuna regentó la cátedra de Prima de Teología. Atraído por la predicación, dejó la cátedra. Ciudades como Sevilla, Córdoba, Granada, Madrid, celebraron sus éxitos. Fue prior de los conventos de Sevilla y Granada. Cuando predicaba una Cuaresma en Madrid, Felipe II le nombró predicador real, oficio que desempeñó también en el reinado de Felipe III. M. en el convento de S. Tomás de Madrid el 20 nov. 1598.
      Su oratoria severa e incisiva, de periodos breves, densos, preludia el estilo barroco de la centuria siguiente. Entre sus discursos merece destacarse el Sermón en las honras fúnebres de Felipe II (ed. Madrid 1598). Es su obra más perfecta de estilo y la más significativa en el ambiente de la nueva generación artística. C., con su estilo cortado, logra un tono de perfecta ascética, en consonancia con el senequismo de tradición castellana, sobre la vanidad de la vida y la igualdad entre grandes y pequeños. La ed. de sus obras es póstuma, siendo las principales: Consideraciones sobre los evangelios..., 2 vol. Córdoba 1601; Sobre los evangelios de Adviento..., 2 vol. Córdoba 1608; Tratado de los escrúpulos y de sus remedios, Valencia 1599.
     

BIBL. :J. LÓPEZ, Historia general de S. Domingo y de su Orden de Predicadores, III, libro I, cap. 51, Valladolid-Florencia 1613- 22; J. QUETIF-I. ECHARD, Scriptores Ord. Praed., París 1719 55., U, 322.

 

C. PALOMO IGLESIAS.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991