ALEGRÍA


Según el Diccionario de la R. Academia la a. es «grato y vivo movimiento del ánimo, ya por algún motivo fausto o halagüeño, ya a veces sin causa determinada, y el cual, por lo común, se manifiesta con signos exteriores». Psicológicamente, se considera un sentimiento en el cual lo que penetra inmediatamente en nuestra intimidad (una cosa, un ser, un acontecimiento) es vivenciado como un don, y se nos muestra con una fisonomía de claridad y luminosidad (Lersch). En la a. percibimos lo que designamos como sentimiento de felicidad (v.).
      Se suele considerar dos tipos de a. Una más bien externa, fisiológica, caracterial (en relación con el sentimiento de jovialidad) y otra profunda, espiritual, basada más en el tono vital integrador de toda la personalidad (v.) y sobre todo en un adecuado y exacto alcance del sentido de la existencia por parte del sujeto. En el primer aspecto se relaciona con la diversión, que es una a. superficial, ligada al momento concreto del placer y que tiene un efecto pasajero sobre la vida anímica del sujeto, sobre la que tiene sólo un efecto parcial. La a. auténtica en cambio es más profunda, ya que penetra toda la vida anímica y «proporciona a nuestras percepciones un especial brillo, muestra todo el horizonte objetivo de nuestra existencia a una nueva luz, da a nuestros pensamientos y a nuestra voluntad una particular dirección» (Ph. Lersch, La estructura de la personalidad, 8 ed. Barcelona 1971, 204). El primer tipo de a. suele manifestarse con risa, extroversión, dinamismo físico, etc.; el segundo en la sonrisa, en la serenidad, en la paz interior. Aunque ambos tipos no son incompatibles.
 

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Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991