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Saba. Región y pueblo (sabeos) del sur de Arabia (Job 1,15; Is 60,6), célebre por las grandes riquezas conseguidas por el comercio. La reina de Saba puso a prueba la sabiduría de Salomón (1Re 10,1ss) y en el día del juicio será aducida como testigo de cargo (Mt 12,42). we

Sábado. La información de los textos antiguos permite concluir que en Israel, ya desde época remota, después de seis días de trabajo, se consideraba el séptimo, el sábado, como día de descanso (Éx 34,21, es yahvista; cf. en el libro de la alianza Éx 23,12ss). Todavía no se ha puesto en claro el origen de la institución. Faltan paralelos contemporáneos. La Biblia lo remonta hasta Moisés (--> Decálogo) y lo fundamenta teológicamente, bien en el sentido de la semana de la creación (Éx 20,8ss: el día séptimo concluyó la obra creadora y Dios descansó) o bien en la esclavitud de Egipto (Dt 5,12).
Originariamente, el sábado tenía sólo aspecto social, no teológico. Hombres (esclavos) y animales debían descansar este día, y a éstos quitárseles el yugo y dejarlos sueltos. Los más débiles debían en tal día ser cuidados y alimentados por su prójimo. Sólo lentamente se fue convirtiendo el sábado en día festivo, señalado por el sacrificio. Con el --> exilio se concluyó definitivamente el proceso de transformación del sentido, para pasar a ser •día consagrado a Diosa. Según
Ezequiel y el escrito sacerdotal, el sábado, junto con la circuncisión, se convirtió en señal de la confesión y de la -+ alianza con Dios, en señal de pertenencia a Yahveh. Particularmente en la época del judaísmo tardío, se establecieron numerosas prescrip¿lones (--, camino sabático, prohibición de encender fuego, etc.) para impedir la profanación de este día (Ex 31,15).
Jesús se pronunció en contra de una interpretación mezquina y sin corazón; el mandamiento del amor tiene la preferencia (Mt 2,27; 3,4; Lc 13,15s y otras).
En la Iglesia primitiva se celebró, desde muy pronto, el domingo como día del Señor (1Cor 16,2). pa

Sabaot —> Ejército.

Sabiduría. Concepto que expresa un movimiento espiritual, existente en todas las culturas del antiguo oriente, y cuya consignación escrita forma un especial género literario, llamado poesía didáctica o poesía sapiencial. La sabiduría testifica los esfuerzos del hombre por conseguir una visión de las interconexiones y mutuas relaciones del mundo y de la vida humana, con intención de ordenar, a partir de aquella visión, la propia vida y configurarla de forma feliz y provechosa. Esto se consigue si el hombre conoce las disposiciones divinas que gobiernan el mundo y se acomoda a ellas.
La sabiduría se preocupa básicamente de la conducta de vida práctica. Sólo en épocas más tardías comenzó a interesarse por los últimos principios y se transformó en filosofía. El conocimiento obtenido de la observación y la experiencia se formula y transmite en —> proverbios, sentencias y exhortaciones para la vida práctica. Dado que la sabiduría contempla al mundo y al hombre desde una perspectiva muy generalizada, es internacional. Las doctrinas sapienciales de los pueblos semitas están muy emparentadas entre sí y pasan de un pueblo a otro.
La sabiduría en el Antiguo Testamento: Israel conocía la sabiduría de otros pueblos y la aceptó sin dificultad, aunque acomodándola a su fe yahvista. Así, p. ej., Prov 22,17-23,11 se apoya en un libro sapiencial egipcio. Pero mientras que la sabiduría egipcia, cultivada en las escuelas de escribas, estaba orientada a los escribas y funcionarios, la israelita no se limitaba a una clase social concreta, sino que se dirigía a todas. La literatura sapiencial Israelita nació en su mayor parte en la época postexílica; son preexílicas sólo unas pocas secciones de los --> Proverbios de Salomón y algunos —> salmos sapienciales. En la época preexílica apenas si existen diferencias entre la sabiduría israelita y la de los otros pueblos. Comenzó a cultivarse en la corte del rey Salomón, de acuerdo con los esquemas del antiguo oriente. Salomón mismo tenía fama de poseer una extraordinaria sabiduría que despertaba admiración. Por esta misma época comenzó a coleccionarse el material sapiencial. En los círculos de los maestros de la sabiduría nació el arte de las sentencias sapienciales construidas según reglas poéticas, así como importantes creaciones de literatura sapiencial, entre las que se encuentran la historia de José y el libro de Rut.
La sabiduría de esta época es experimental, nacida de la observación de la vida. El libro de los —> Proverbios contiene consejos para una recta formación de la vida y reglas de acuerdo con las cuales el hombre consigue éxito y felicidad. Se da aquí por supuesta una conexión entre la conducta del hombre y sus resultados prácticos, en el marco de un principio intramundano de retribución que, sin embargo, sufrió desde muy pronto la crítica de la sabiduría. En todo caso, la sabiduría primitiva de Israel no es en modo alguno un humanismo mundano. Su fundamento es la religión vivida y experimentada. •El principio de toda sabiduría es el temor de Yahveh• (Prov 1,7, etc.), y su meta es la actividad humana en el temor de Dios y en la justicia.
En la época postexílica experimenta la sabiduría una profunda reinterpretación y se convierte en concepto clave de la teología judía. Ocupa ahora el lugar de la predicación profética y se hace centro y núcleo de la concepción historicosalvífica de Israel. Toda la --> historia de la salvación es presentada como obra de la sabiduría. Si antes la sabiduría había sido un valor adquirido por industria humana, ahora se presenta ante los hombres revestida de máxima autoridad (cf. Prov 1-9). Yahveh mismo habla a través de ella. Atendido que la sabiduría se refiere al conocimiento, pasa a ser intermediaria de la revelación. Enseña por calles y plazas (Prov 1,20s). Ha sido dada a Israel como tora y puede asentarse en medio de este pueblo (Eclo 24,8ss).
La sabiduría está en estrecho contacto con la —> creación. Ha sido creada antes que toda criatura como predilecta de Dios (Prov 8). Se describe también su actividad: ha participado por sí misma en la creación del mundo. Penetra el universo y guía a los hombres. Es compañera de Dios en el trono y participa de la naturaleza divina (cf. Sab 7,22-8,1). Hay aquí una personificación• poética de importancia teológica. Quiere decir que la sabiduría no es un concepto abstracto, sino una fuerza divina dinámica y creadora. La doctrina postexílica de la sabiduría encuentra una continuación en diversas sentencias cristológicas del Nuevo Testamento (--> Logos en Juan, etcétera). Escritos sapienciales postexílicos: Job, Ecl, Eclo, Sab. ba

Sabiduría de la formación. En los círculos aristocráticos superiores de Israel se enseñaba una --> sabiduría cuyo ideal abarcaba la formación del hombre total. Su punto de partida era el culto y la fe, el conocimiento de Dios y de su revelación. El ideal de su formación humana era (de manera parecida al modelo de la •moderación» del hombre griego) el prudente silencio, la serenidad, el dominio de sí y la generosidad. La historia de Jesús ha sido estructurada de acuerdo con este ideal del hombre perfecto. Esta sabiduría de la formación no desdeña descender a dar instrucciones prudentes sobre los más elementales y sencillos aspectos del comportamiento humano, p. ej., sobre los buenos modales en la mesa. pa

Sabiduría (libro de la). Es el más reciente de los escritos veterotestamentarios, del siglo I a.C. Pertenece al grupo de los libros llamados -+ deuterocanónicos, escritos en griego y no admitidos en el canon hebreo. En los DOC lleva el título de •Sabiduría de Salomón». La atribución a Salomón es una ficción literaria. El desconocido autor fue probablemente un judío culto de la diáspora de Alejandría, familiarizado con la cultura y la filosofía helenística.
Contenido: los capítulos 1-5 describen la victoria de la —> sabiduría sobre el saber aparente de los impíos. Los capítulos 6-9 son una exhortación a los reyes a buscar la sabiduría, a la que describen como un gran bien, digno de ser ansiado, procurado y amado, pero que sólo puede conseguirse por la oración. Los capítulos 10-19 describen la actividad de la sabiduría en la historia de Israel.
Afirmación doctrinal: el libro de la Sabiduría ha sido escrito en favor de los judíos que viven en la diáspora, a quienes se ofrecen, bajo diversas formas acomodadas a su ambiente helenístico, doctrinas salvíficas que fortifiquen su fe. El autor une la fe judía en Dios con el espíritu helenístico. Los vocablos y conceptos de la filosofía griega le permiten una nueva interpretación de las afirmaciones veterotestamentarias. Se explana la doctrina de la sabiduría, se expone su papel en la creación y su actuación en el mundo. La existencia de Dios puede ser conocida por la razón humana a partir de las obras de la creación (13,1-5). Se insinúa la creencia en la preexistencia del alma (8,20). En la concepción del cuerpo como carga del alma (9,15) se deja percibir un cierto dualismo, parecido al de los escritos de —> Qumrán. En este libro se habla con mayor claridad que en el resto de los escritos veterotestamentarios de la vida eterna. La sabiduría concede la inmortalidad como participación en la eternidad de Dios. Este último libro del Antiguo Testamento nos lleva al umbral del Nuevo. ba

Sabio. El sabio es el ideal de la formación del antiguo Israel; originariamente, del cuerpo de funcionarios de la corte dei rey. El sabio tiene conocimiento y experiencia en todos los terrenos. Hasta una época posterior no predomina el elemento religioso: sabio es el hombre que medita constantemente la --> ley del Señor y marcha por el camino de la justicia (Sal 1). Por un lado, el sabio aprende de la experiencia de las generaciones pasadas y, por otro, desea transmitir sus conocimientos a las futuras (Eclo 51, 23ss).
En el Nuevo Testamento el .padre de familia• (Mt 13,52) responde hasta cierto punto a la idea del sabio del Antiguo Testamento. También Jesús fue considerado como sabio (v. 54), pero él es mayor que Salomón, el más sabio de todos los hombres (Mt 12,42). —> Sabios y prudentes. ur

Sabios y prudentes. La sentencia del Señor en Mt 11,25 (Lc 0,21) muestra los límites de toda —> prudencia y --> sabiduría de los hombres, que se cierran al ofrecimiento de la más profunda sabiduría de Dios que, a su vez, se cierra también a ellos (cf. 1Cor 1,18-31). Pero éste es precisamente el —> plan divino, en el que la salvación no está reservada a una •inteligencia», sino que contradice todas las normas humanas. Dios revela su plan a los •pequeños• (Mt 11,25) y requiere de nosotros un •hacerse como —> niños (Mt 18,3) y ser pobres de espíritu (Mt 5,3). --> Pobres de espíritu. ur
Sacerdocio común. En el Nuevo Testamento, no se utiliza la palabra —>•sacerdote• para los portadores del --> ministerio de la -> Iglesia (este uso no aparece hasta el siglo IV), sino que sirve para designar a los sacerdotes judíos (p. ej., Mc 1,44) y paganos (p. ej., Act 14,13), a —> Jesucristo, en la carta a los hebreos (p. ej., 10, 21), y a los creyentes en Cristo en la 1Pe (y en el Apocalipsis): •Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido...• (1Pe 2,9). Este pasaje es una cita de Éx 19,6, que se refiere, por tanto, a los títulos honoríficos del Israel veterotestamentario y los traslada del pueblo de la antigua alianza al de la nueva. Este sacerdocio general no consiste en unas determinadas funciones religiosas, sino que se fundamenta en la -+ fe en el Señor. Hace superfluo el sacerdocio tal como lo entendían las antiguas concepciones religiosas de judíos y paganos (mediador de la gracia y de la salvación, intermediario entre Dios y los hombres). En la fe adulta se produce siempre la salvación de Dios, la salvación que se hizo
•hombre• en Jesucristo (Jn 1,14) y que todos pueden conseguir en la comunión de la Iglesia. El sacerdocio común no es de libre disposición; se da en la fe y alcanza su consumación en el —> fin de los tiempos. hi

Sacerdote. Originariamente, las funciones sacerdotales eran desempeñadas por los jefes de la familia o de la tribu. Con los santuarios de Israel (y especialmente el templo) exigían un grupo sacerdotal propio. Este grupo fue una institución hereditaria, el --> ministerio sacerdotal. Entre las diferentes familias sacerdotales (descendientes de Aarón y Leví) desempeñaron un papel relevante, desde los tiempos de David, los sadoquitas (—> Sadoq); después del —> exilio, los otros sacerdotes (—> Levitas) desempeñaron únicamente funciones subalternas. El orden jerárquico sacerdotal y la división en --> ciases sacerdotales garantizaban un servicio del —> templo bien regulado. Al sacerdote competía todo lo referente al trato con Dios. Como •boca de Yahveh•, como intermediario, impartía --> oráculos (-+ Ministerio sacerdotal), enseñaba la —> tora (enseñanza e instrucción de los laicos), desempeñaba el servicio del altar (—> Sacrificio). Parte importante en este aspecto era la manducación ritual de la víctima ofrecida en sacrificio por el pecado (para estirpar el mal). No se trataba, pues, de un ministerio pastoral en el sentido moderno.
Los sacerdotes tenían vestiduras propias. Fuera del tiempo del servicio litúrgico, podían vivir y trabajar donde quisieran.
El Nuevo Testamento reconoce en parte su autoridad (Mt 8,4; Mc 1, 40ss). Muchos de los sacerdotes se hicieron cristianos.
El Nuevo Testamento no conoce ningún sacerdocio propio. Cristo es el —> mediador, el sacerdote único y el sacrificio pleno y perfecto. De todo ello participa el pueblo de Dios, como sacerdocio real,. (1Pe 2,4ss) (por el bautismo y la confirmación) y sirve litúrgicamente (muchas veces de manera inconsciente) por una vida inspirada en un sentido espiritual del mundo (Heb 10,6). pa

Sacramento. Esta expresión hace referencia al mundo religioso helenista, cuyo concepto de —> misterio estaba fuertemente encuadrado por acciones rituales y que, en este sentido, repercutió también en la Iglesia primitiva. Al parecer, el --> bautismo y la --> eucaristía tuvieron ya en una época relativamente temprana carácter sacramental. También la costumbre de la unción de enfermos, --> perdón de los pecados, -4 imposición de manos, insinúa los sacramentos posteriores. Pero, junto a estos actos, parece que hubo también otros hechos (-4 gloso-falla, locución profética, demostraciones de poder extraordinario, alabanza, etc.) a los que se atribuía un significado parecido (cf. p. ej., 1Cor 12 y 14). La forma de los sacramentos alude sobre todo al círculo cultual judío, mientras que la vinculación de la ejecución ritual con los efectos pertenecientes de la gracia (p. ej., Act 19,5-7) permite reconocer más bien la religiosidad helenista y su concepción de los cultos de los misterios. En este terreno es preciso llevar a cabo una --> desacralización del cristianismo, si se quiere evitar una interpretación errónea de los sacramentos como señales misteriosas de la --> salvación actual y presente. hi

Sacrificio. a) Para Israel, el sacrificio era el acto del culto esencial y vitalmente necesario. Se hacía así realidad la posibilidad de traducir a términos concretos sus relaciones con Dios, de entrar en una continua comunicación vital y llegar hasta la divinidad, en el horizonte de un encuentro espiritual y personal. La práctica sacrificial veterotestamentaria, tal como ha llegado hasta nosotros en los rituales postexílicos (Ley 1-7, etc.), ha sufrido a lo largo de la historia numerosos influjos del medio ambiente (especialmente cananeo) y frecuentes transformaciones en sus motivaciones.
Ofrecer sacrificios fue originariamente un derecho del jefe de la familia; en la época del --> templo, este derecho estaba reservado a los —> sacerdotes (cf., sin embargo, —> Salomón). Los sacerdotes tenían la misión esencial de anunciar en voz alta, en la —> decisión sobre el sacrificio, si la ofrenda presentada (por el individuo o por la comunidad) era "agradable" y aceptada por Dios. Esta ofrenda podía ser cruenta o incruenta, de animales o de frutos del campo. Debía, en todo caso, cumplir los requisitos de la —> pureza (—> Holocausto, —> Sacrificio de Inmolación, --> Libación sacrificial, -4 Oblación, —> Sacrificio del incienso, —> Panes de la proposición).
Por cuanto lo ofrecido en sacrificio pertenecía al círculo de las cosas necesarias para la vida, la presentación del sacrificio era, en primer término, un acto de homenaje y acción de gracias al soberano Señor de toda vida. A esto se debía que en el holocausto se quemara por completo lo sacrificado. En el sacrificio de comunión aparece una nueva idea. Una parte de animal sacrificado se reservaba para ser comida en comunidad. Esto significa que en el sacrificio Dios garantiza concretamente su comunión de alianza y crea comunión entre los hombres. A este sacrificio se le llamaba sacrificio de comunión o de alianza. El elemento creador de comunidad halló un nuevo símbolo en la aspersión, con la sangre sacrificada, del altar y de los participantes; esta aspersión refleja, además, el tercer aspecto del sacrificio: la idea del pecado, y de la expiación (--> Sacrificio por el pecado, —> Sacrificio de expiación). Dios vincula al sacrificio su voluntad de perdón. Del sacrificio sale el hombre santificado.
La historia de los sacrificios es un reflejo de la historia de la fe de Israel. En los acontecimientos de la salida de Egipto y de la conclusión de la alianza en el Sinaí (sellados con un sacrificio, Éx 24), Israel experimentó a Yahveh como un Dios cercano, que salva y se entrega. A él debe Israel su existencia. De ahí que su respuesta en el culto y toda su forma de vida no pueda consistir sino en gratitud y homenaje a Dios. Dado que Dios, por su parte, responde con amistad y perdón, ocurre que, en último término, quien sale beneficiado del sacrificio no es Dios, sino el hombre.
Pero, al igual que la historia de -> Israel, también el sacrificio tiene abierta la puerta del juicio y él castigo. Esto indica la polémica de los profetas. Según ella, en el sacrificio el hombre no es aceptado ya en la comunión de vida con Dios cuando ofrece a Dios sus obras, pero no su ser, cuando no existe actitud de obediencia y entrega y el sacrificio se convierte en obra exterior, formalista y muerta; cuando a un mismo tiempo se ofrecen sacrificios y se es malvado.
b) El Nuevo Testamento ha tomado muchas de las ideas del Antiguo sobre el sacrificio. Así, la muerte en --> cruz de Jesús, con la que permaneció fiel a su actitud vital de entrega y servicio a Dios y a los hombres, fue concebida bajo las ideas de sacrificio y --> sangre (-> Expiación; Rom 5,9); como tipo e indicación de lo acontecido en Cristo. En el Antiguo Testamento, el elemento esencial no era la muerte del animal (llevada a cabo por el mismo que presentaba la ofrenda), sino las condiciones previas al sacrificio. El ofrecimiento de la dádiva y la aceptación del sacrificio en el ámbito de Dios se simbolizan por la combustión (hacer subir) o la aspersión de la sangre. El Nuevo Testamento ha interlorizado el sacrificio como --> obediencia al Padre (Heb). En lugar del sacrificio de una cosa del Antiguo Testamento, en el Nuevo aparece el sacrificio de la persona viva. La muerte de Jesús es entrega al Padre y a nosotros (ha permanecido fiel a nosotros). Para el Nuevo Testamento, pues, el sacrificio está estrechamente relacionado con la diaconía, con el servicio (--> Servir). En orden a la intelección de la -> eucaristía, todo esto quiere decir que ésta es siempre don al Padre y a los hombres (por su medio nos entregamos a Dios y a los hombres). En la eucaristía no se reemplaza un -> culto antiguo por otro nuevo, sino que el sacrificio objeto del Antiguo Testamento se resuelve en misericordia hacia los demás hombres. Al mismo tiempo, se presenta también aquí la misericordia de Dios mismo. La sangre, en la perspectiva bíblica, no es señal de la muerte, sino principio de la vida (savia de la vida). La aspersión del altar y del pueblo con sangre significa, pues, que Dios y el pueblo entran en una alianza de vida. El sacrificio de la vida de Jesús ha desplazado todos los sacrificios del templo (-> Cordero del sacrificio) y ha creado la nueva alianza. Participar en la eucaristía, en el banquete (--> Alianza) significa purificación del pecado y comunión, significa el sí a la alianza.
c) En Rom 12,1, indica Pablo que el sacrificio es un rasgo fundamental de la existencia cristiana. Dios ha manifestado su justicia y su misericordia en Cristo; en él se ha puesto a nuestra disposición. Por eso el cristiano debe ponerse corporalmente a disposición de Dios como sacrificio viviente. El creyente pone de manifiesto la vida recibida al entregarse libremente a Dios desde lo más profundo de sí; no busca agradarse, ni permanece prisionero de sí mismo. Una ulterior consecuencia debería ser, por fuerza, una radical negación de conformismo frente al mundo (Rom 12,2).pa

Sacrificio de acción de gracias. En el sacrificio de acción de gracias (y también en el sacrificio de salvación y el sacrificio pacífico) puede ofrecerse todo -> animal puro. El oferente lleva el animal al santuario, le pone la mano sobre la cabeza — en su calidad de dueño — y a continuación el --> sacerdote lo inmola. La -> sangre que brota, y que es símbolo de la vida, pertenece a Dios y es derramada en el -> altar. Una parte del animal se quema, otra pertenece al sacerdote, y el resto sirve para el banquete común, símbolo poderoso de la comunión entre Dios y el oferente. -> Himno de acción de gracias, -> Sacrificio. be

Sacrificio de alabanza. Sacrificio de inmolación en el que se ofrecían, junto con la víctima, algunos otros manjares (-> Oblación; Lev 7,11ss) y estaba destinado a expresar gratitud a Dios y a crear unión con la divinidad. pa

Sacrificio de animales. Para el --> holocausto, el Antiguo Testamento exige que los animales que se sacrifican sean ovejas, cabras o novillos puros y sin defecto (Núm 28s) y para el --> sacrificio por el pecado también toros y palomas. pa
Sacrificio de expiación. Todo género de culpa, sea contra Dios o contra los hombres, perjudica y destruye la relación con Dios. El sentido del sacrificio de expiación era el de restablecer la comunión, la alianza con Dios. En el Antiguo Testamento hay dos clases de estos sacrificios: el -> sacrificio por el pecado y el sacrificio por la culpa. Los límites entre ambos no siempre son claros. Los dos eran ofrecidos como -> sacrificio de inmolación (Lev 1-7); en el sacrificio por la culpa se sacrificaba siempre un carnero (a ve-ves con la adición de un castigo monetario) y además sólo por personas individuales (Lev 5,14ss). Se ha intentado, salvando todas las incongruencias de las fuentes escritas, establecer una regla: los sacrificios por el pecado tendrían lugar en los casos de una trasgresión inadvertida contra los hombres, mientras que los sacrificios por la culpa ocurrirían en las transgresiones involuntarias contra Dios o bien en las premeditadas contra Dios y los hombres, como una especie de restitución o reparación. pa

Sacrificio de inmolación. Sacrificio en el que se ofrecen los mismos animales que en el -4 holocausto; pueden ser machos o hembras, con exclusión de las aves. Según Lev 3, el oferente en presencia del --> sacerdote debía poner su mano sobre la cabeza del animal; se trataba aquí de un gesto de derecho de propiedad y de voluntad de ofrecer el sacrificio. El mismo oferente inmolaba la víctima y a continuación el sacerdote derramaba la -+ sangre (savia de la vida) en el --> altar y quemaba sobre él la cabeza, las vísceras y las patas. El pecho y la pierna derecha se reservaba a los sacerdotes; el resto era para el oferente, que debía comerlo, junto con los suyos, dentro de los dos días siguientes al sacrificio. El sacrificio de inmolación se ofrecía como --> sacrificio de alabanza, -+ sacrificio de expiación y -> sacrificio por el pecado. pa

Sacrificio del incienso. En el culto israelita se empleaba el incienso bien como elemento adicional de otros sacrificios (para la -> oblación, el sacrificio de los promogénitos y los -÷ panes de la proposición) o también como un sacrificio en sí. Para épocas tardías, existen testimonios de que la presentación de este sacrificio del incienso sobre el --> altar del sacrificio estaba reservada a los hijos de Aarón (Ex 30). pa

Sacrificio pacífico -› Sacrificio de acción de gracias.

Sacrificio por el pecado. Se le enumera entre los -> sacrificios de expiación (Lev 4,27ss). Frecuentemente acompañaba a otros sacrificios y ofrendas. Destacan el rito de la sangre y el destino de la carne del sacrificio (cf. Lev 17,11; Heb 9,22; 2Cor 5,21). pa

Sacrificios humanos. Dan fe de ellos las religiones del antiguo oriente. En Israel fueron combatidos y prohibidos por la -> ley y los -+ profetas; sin embargo, es de todo punto evidente que ocasionalmente se practicaron tales sacrificios (Jue 11,30-40). En otros textos no aparece tan claro que se habla de auténticos sacrificios humanos. En la época monárquica, cuando las influencias paganas amenazaban Irrumpir en el culto de Yahveh, se dieron sacrificios de niños (2Re 16,3; 21, 6), aunque nunca formaron parte constitutiva del ritual de los sacrificios. ba

Sacudir los pies. Esta acción (Mc 6,11; te 9,5; Act 13,51) se ejecuta para indicar un apartamiento radical de toda -> comunión con un lugar y sus habitantes. Los mensajeros del Evangelio no deben detenerse en este lugar; deben abandonarlo rápidamente. Para los que rechazan el mensaje salvífico, este mensaje será su perdición. sc

Sadoq (hebr. •justo•). Sumo sacerdote bajo David y Salomón (2Sam 8,17). Sus descendientes obtuvieron el privilegio del ministerio sacerdotal en Jerusalén incluso después de la -> reforma cultual (Ez 44,10s). Conservaron su posición preeminente hasta la destitución de Onías III (2Mac 4,7), pero luego se vieron obligados a protestar contra el culto de Jerusalén y a emigrar finalmente a Egipto. La vinculación entre sadoquitas y -> saduceos es incierta. La comunidad de -> Qumrán llama a sus sacerdotes •hijos de Sadoq». gr

Saduecos. Con los -> esenios y los --> fariseos, los saduceos formaban uno de los partidos del judaísmo, con marcado matiz político. Su nombre deriva del sacerdote -> Sadoq. Sus partidarios se reclutaban principalmente en los círculos de la nobleza jerosolimitana y en las familias sacerdotales. tos saduceos aparecen por primera vez bajo el -> hasmoneo Jonatán (160-144 a.C.), pero existían ciertamente con anterioridad a las guerras macabeas; es probable que el partido haya surgido de los círculos de judíos helenizantes que, como los saduceos, estaban fuertemente interesados por la influencia política.
En el terreno doctrinal, los saduceos rechazaban la tradición oral (-> Halaka) en que se apoyaban los fariseos para su interpretación de la ley de Moisés. En consecuencia, en el aspecto religioso permanecían anclados en un nivel arcaico. Negaban, por tanto, la resurrección de los muertos, porque no la hallaban atestiguada en la ley; negaban asimismo toda doctrina de procedencia no judía. Esta actitud conservadora en el terreno religioso no empedía una gran apertura política, mediante la cual llegaban a buen entendimiento con las dinastías dominantes en cada caso. Con todo, los fariseos ejercían un influjo mucho mayor en la vida religiosa del judaísmo y hubo incluso períodos — p. ej., bajo Alejandra, de la dinastía de los Hasmoneos (76-67 a.C.) — en que los saduceos llegaron hasta a perder su predominio político.
En el Nuevo Testamento los saduceos aparecen como negadores de la resurrección (Mt 12,18-27) y enemigos de los fariseos. En épocas posteriores, los -> rabinos consideraron a los saduceos como herejes. ri

Saga. La saga, vocablo tomado del ciclo de leyendas escandinavo, es una narración poética emparentada con la -> leyenda. Como género literario abunda en el Antiguo Testamento. La saga no es un producto de la fantasía, sino que está vinculada a un hecho real. Es el recuerdo vivo que el pueblo conserva sobre su pasado y su origen, entendido e interpretado desde las experiencias del presente. Los relatos históricos reproducen ciertamente hechos históricos, pero no transparentan a la acción salvífica de Dios que actúa en el fondo de los hechos.
La saga puede exponer esta acción salvífica de Dios; de ahí la predilección del Antiguo Testamento por este género literario.
Las sagas giran en torno a lugares o fenómenos naturales (sagas de --> lugares, y sagas de la naturaleza) o en tornos a los hombres o alianzas humanas (sagas de héroes, de tribu, de pueblo). Muchas de ellas son etlológicas, es decir, pretenden explicar un fenómeno sorprendente o un hecho que provoca curiosidad (Gén 19, 26 explica una extraña configuración rocosa). Frecuentemente las sagas son etimológicas, es decir, que explican el origen de un nombre (en Gén 11, 1-9 existe una etiología de este tipo). El núcleo de la saga es, a menudo, una corta unidad narrativa, que se amplía y estructura con la transmisión oral. Cuando diversas sagas, referentes a una determinada persona o lugar, se combinan entre sí, nace un rosario de sagas (narraciones sobre Sansón, p. ej.). ba

Sagas de tribu. Las sagas y leyendas de tribu y pueblo se forman en torno a procesos — históricamente ya desconocidos — que se sitúan en el origen y en la época primitiva de los pueblos. Giran en torno a un antepasado, p. ej., Gén 9,20-27; 29,31-30,24. ba

Sagrada Escritura. -> Cristo es la acción reveladora definitiva de Dios en el centro de la historia (--> Historia de la salvación). En la medida en que los primeros escritos se orientan hacia él y los posteriores le testifican como ya venido, «se prolonga el hecho de su --> encarnación en la palabra (-> de Dios) de la Escritura. Ésta constituye, a pesar de los diversísimos testimonios de la única historia de la salvación en el futuro y el pasado, una sola unidad, dimanada de la contemplación del acontecimiento de Cristo, una unidad causada por el Espíritu de Cristo (-> Inspiración). En la fe en lo
1429 ocurrido --> •de una vez para siempre•,la Escritura es insuperable y presenta a la fe posterior a Cristo, como verdadera -> «tradición•, la única fuente de fe, que lleva al encuentro con el Cristo oculto en la forma de siervo
de la palabra y, por tanto, también a la salvación. --> Biblia, --> Investigación bíblica, -> Hermenéutica, -> Canon.tr


Sal. La sal, que se obtenía también en Palestina, era de importancia vital (Gén 6,6) y era indispensable como elemento accesorio de todo sacrificio (Éx 30,35; Lev 2,13; Ez 43,24). Una comida en común con sal significa •alianza•, es imagen de la misión ilimitada y llena de responsabilidad de los -> discípulos de Jesús en el mundo (Mt 5, 13; Mc 9,50). we

Sal (tributo de la). Tributo impuesto por los -> Seléucidas en Palestina por la explotación de sal en el mar Muerto. 1Mac menciona una liberación de este tributo. ba

Salida de Egipto -> Éxodo.

Salmanassar. Salmanassar V, rey de Asiria y Babilonia (727-722 a.C.). Durante su reinado se rebeló contra el dominio asirio una confederación de reyes siropalestinos, entre los que se encontraba Oseas, rey del mutilado estado Israelita de Samaria (2Re 17, 3s). Esta rebelión provocó la intervención militar de Salmanassar. gr

Salmo. Palabra griega, tomada de las traducciones de la Biblia. Significa el puntear las cuerdas de un instrumento músico en forma de arpa, así como la canción que se acompaña con este instrumento. Los salmos son poesías compuestas de acuerdo con las leyes de la forma y de la métrica. Como tales quieren ser comprendidos y empleados en la oración. En ellos adquieren expresión las posturas fundamentales del hombre ante Dios: lamento, oración, confianza, adoración, gratitud, alabanza.
De la época prebíblica han llegado hasta nosotros salmos akkadios y babilónicos. En Israel hay salmos ya desde la monarquía, y no todos han sido recogidos en el Salterio (p. ej., Éx 15, 1-9, etc.). También se llamaron salmos los himnos litúrgicos del judaísmo tardío, p. ej., los --> salmos de Salomón y los —> hodayot. Para mayor información, --> Salterio. be
Salmos de inocencia. En estos salmos, que pertenecen al grupo de las --> lamentaciones, asevera un acusado su inocencia ante Yahveh (cf. Sal 17,3-5. 13-14; 27). El orante se pone en la presencia acrisoladora de Yahveh, que no encontrará en él ningún acto vergonzoso. De su palabra salvífica espera ayuda contra sus hostiles acusadores y el comienzo, gracias a Yahveh, de una nueva posibilidad de vida. go

Salmos de la ley. Algunos --> salmos pertenecen a la literatura sapiencial (-+ Sabiduría). En un estado posterior de la poesía salmodial, la doctrina sapiencial se dio la mano con los motivos de los salmos. En este grupo entran también los salmos de la ley. Un buen ejemplo es el salmo 119, canto de alabanza de la --> ley que, siguiendo el orden alfabético de las 22 letras hebreas, se articula en 22 estrofas de ocho versos cada una. En la oración y la doctrina sapiencia! se toman algunas sentencias de la Escritura y se exponen, interpretan y resumen para formar una regla sobre cómo ha de servirse a Dios con todo el —> corazón para alabanza de la —> instrucción que Dios ha dado a su pueblo. Los salmos 1 y 19 siguen esta misma temática. mi

Salmos de lamentación —› Lamentación.

Salmos de Salomón. Colección de 18 —> salmos, escritos originariamente en hebreo, pero transmitidos únicamente
en griego y siríaco. Fueron atribuidos a —> Salomón, para subrayar su Importancia. Compuestos sin duda en Jerusalén, se alude en ellos a la conquista de la ciudad por Pompeyo (63 a.C.). En los dos últimos (17 y 18) se refleja la --> espera mesiánica de aquel tiempo y se suplica por la pronta venida del verdadero rey de la casa de David. he
Salmos históricos. La presentación a Yahveh de los primeros frutos estaba unida, según Dt 26, 1-11, a una confesión de alabanza de los --> grandes hechos de Dios en la historia, a los que debía Israel la posesión de la —> tierra prometida. En circunstancias parecidas han podido nacer los salmos históricos en forma de himno, cuyo punto culminante se halla en la mención de la conquista de --> Canaán (Sal 105; 135; 136). Al cambiar la situación del pueblo, la contemplación retrospectiva de la historia adquiere el carácter de —> salmo sapiencial de exhortación (Sal 78) o — en el -->
exilio — de salmo penitencial (Sal 106). ur

Salmos Imprecatorios. La Imprecación era en la antigüedad un medio jurídico válido para defenderse de los enemigos, cuando no existía ninguna otra posibilidad de hallar justicia. Pero Israel no se apoya en la eficacia mágica de la imprecación: hay un Dios que hace justicia en la tierra. La imprecación es la última y más extremada petición para que Dios quite al •malo. su bendición y haga patente la injusticia del perseguidor, a fin de que se haga justicia al inocente. El motivo último de estas Imprecaciones no es un ilimitado afán de venganza. En su época primitiva, Israel no conocía ningún género de retribución en el mundo del más allá; las decisiones acaecen en este mundo, por lo que sólo en esta vida debe decidirse acerca del derecho y la injusticia, la verdad y la mentira. No es el hombre, sino Yahveh quien pone poder en la imprecación. En el Salmo 109,6-20, un justo acumula imprecaciones y deseos de aniquilación (castigo del padre) sobre la familia de su querellante. Los salmos imprecatorios forman parte, como medio jurídico, del •proceso del —> pobre. en el ámbito de la justicia de Dios; no se les debe considerar — contra lo que se hace algunas veces — como contraposición al precepto del amor.
En el Nuevo Testamento está prohibida la imprecación, de acuerdo con las enseñanzas y el ejemplo de Jesús. Las acciones de Jesús permiten ver claramente la oposición entre bendición y maldición (Gál 3,6-14). En Rom 9,3, aparece la imprecación como expresión de una espontánea disposición al sacrificio para salvar a otros. zi/be

Salmos penitenciales. Pertenecen al género de las —> lamentaciones y su lugar propio está en las solemnidades penitenciales. El pueblo se congrega, con ayunos y otros ritos penitenciales, en la presencia de Yahveh. La —> penitencia es asunto de la comunidad, del pueblo que ha quebrantado la -+ alianza y experimenta sobre sí la —> ira de Dios. Al distanciarse Dios, el hombre experimenta la caducidad de su existencia. Ante tal conocimiento, el hombre (o el pueblo) puede escapar al círculo del anatema de la culpa y, alabando la bondad divina, volverse de nuevo a Dios. El hombre se presenta ante Dios tal cual es, con su culpa, que reconoce, y con la súplica de perdón y misericordia. Dios puede restablecer, y restablecerá de hecho, las relaciones rotas entre él y el suplicante. El creyente está seguro de que Dios está junto a su pueblo, junto al género humano pecador. Los salmos penitenciales son la oración de los creyentes de todas las épocas. El grupo al que hoy se aplica este nombre (Sal 6; 32; 38; 51; 102; 130; 143) aparece citado por primera vez en Casiodoro (t hacia 580). be

Salmos regios. Se enumeran bajo este género los salmos 2; 18; 20; 21; 45; 72; 89 101,110; 132; 144. Originariamente, estos cantos se referían a algunos de los reyes históricos de Israel y Judá; pero en la época postexílica fueron entendidos como alusión al rey futuro que se esperaba de parte de Dios, una vez que hubo desaparecido de Israel la monarquía. El salmo 89, p. ej., recoge de nuevo la promesa de —> Natán. Esta interpretación escatológica resulta casi evidente, porque lo que los salmos regios dicen va mucho más allá de cuanto se dio de hecho en el ámbito de la monarquía israelita. --> Fiesta de la entronización. be

Salmos sapienciales. Género literario especial dentro de los --> salmos. Son himnos o cantos de corte doctrinal, destinados probablemente más a la instrucción que al uso litúrgico. A algunos de estos cantos se les designa con el nombre de mashal o sentencia sapiencial (49,5). Al igual que los proverbios sapienciales, exhortan al comportamiento recto o reflexionan sobre el destino de los piadosos y de los impíos (37; 49; 73). Varios de ellos comienzan con las palabras: .!Feliz quien...!. o i•Dichoso aquel...!. (1,1), fórmula procedente de los círculos de los maestros de sabiduría. Algunos salmos sapienciales alaban, en forma de himno, la —> ley, que aquí debe entenderse como tora, como instrucción salvadora y manifestación de la voluntad de Dios (1; 19B; 119). La tora es, como la --> sabiduría, don de Dios y ocupa su lugar (otros salmos sapienciales: 79; 91; 105; 106; 112). ba

Salomé. 1. Hija de --> Herodías, mujer del tetrarca Herodes Filipo. A instancias de su madre, pidió la cabeza de —> Juan Bautista (Mc 6, 17-29).
2. Mujer del Zebedeo, madre de Santiago el Mayor y de Juan (Mt 2020); siguió a Jesús ya en Galilea (Mc 15, 40s) y estuvo al pie de la cruz (Mt 27,56).
En Jn 19,25, esta Salomé se identificaba con la hermana de la madre de Jesús. he

Salomón. Hijo de --> David y Betsabé, rey de Israel y Judá (hacia 965-626; 1Re; 2Cró 1-9) que, todavía en vida de David, ocupó el trono en lugar de su hermano mayor Adonías. Salomón creó un estado centralizado (división del reino en doce provincias) y un moderno ejército profesional, equipado con carros de combate. Desarrolló una notable actividad constructora; amplió y fortificó numerosas ciudades; convirtió --> Jerusalén en una magnífica residencia, con el templo a Yahveh y el palacio. No hubo guerras durante su reinado, y llevó a cabo una activa política de relaciones diplomáticas.
La introducción de una mentalidad extranjera entrañaba una amenaza para la fe yahvista. Sus pesados tributos y trabajos forzados a que sometió a los israelitas ahondaron el foso entre el rey y el pueblo. Más tarde, su figura fue idealizada y se le atribuyeron numerosos salmos y proverbios. we

Salomón (odas de). Cuarenta y dos composiciones poéticas, nacidas en círculos cristianos durante la primera mitad del siglo II. No es posible establecer hoy día su lenguaje original; pudieron ser escritas en griego o en siríaco. Se han conservado íntegramente en siríaco y parcialmente en copto y griego. Las odas de Salomón tienen mucha afinidad con Ignacio de Antioquía y —> Juan. Tienen el sello de un cristiano gnóstico, que acaso pudiera fundamentarse a su vez en una --> gnosis judía, dado que no pueden depender directamente de Juan. De ahí que estas composiciones tengan importancia para la cuestión de una gnosis precristiana. ri

Salterio. El Salterio nos transmite una selección de 150 himnos de forma rítmica, completada hacia el 200 a.C., que son tanto palabra nuestra a Dios
1435 como de Dios a nosotros. Los 150 himnos fueron repartidos en cinco rollos (libro), cada uno de los cuales concluye con un canto de alabanza.
Libro 1: salmos 1-41; libro 2: salmos 42-72; libro 3: salmos 73-89; libro 4: salmos 90-106; libro 5: salmos 107150. Los --> salmos están numerados uno por uno, pero hay diferencias entre la numeración hebrea y la griega. He aquí las divergencias:

a) El Salterio contiene tradiciones históricas de la época de la monarquía israelita, miradas retrospectivas al pasado, himnos de la época del cautiverio babilónico, oraciones de personas aisladas y de la comunidad cultual de la época postexílica. Los salmos se conservaron y transmitieron en Jerusalén, en la corte, en el templo y en los círculos sacerdotales. Se formaron así colecciones particulares que no coinciden con la división en cinco libros.
b) Los títulos, inscripciones y otros datos fueron añadidos posteriormente a cada uno de los himnos, a medida que se les incluía en la colección. No contienen, por tanto, indicaciones acerca del tiempo de la composición o de los autores.
c) Los salmos se distinguen y agrupan según su género literario. El género más frecuente es el de lamentación individual (50 salmos) y del pueblo. En este género se exponen ante Dios todos los problemas que afectan a la vida. No puede olvidarse, en efecto, que Israel esperaba la retribución y el ajuste de cuentas ya en este mundo. Desde esta perspectiva, cobran acuciante urgencia algunos problemas: ¿Por qué ha de sufrir el justo? ¿por qué salen bien las cosas a los malvados? El pueblo sojuzgado se pregunta cómo ha de entenderse su destino histórico, puesto que la derrota del pueblo de Dios no es tan sólo una crisis política, sino una crisis de fe, una crisis existencial para el pueblo que sabe debe su origen a la --> elección. Todas las —> lamentaciones acaban con una alabanza.
Los cantos de lamentación individuales, en los que la confesión del pecado ocupa el punto central, se llaman --> salmos penitenciales; aquellos en que la súplica de venganza de los enemigos está especialmente acentuada, reciben el nombre de --> salmos imprecatorios. Los que insisten en la inocencia del suplicante frente a la ley divina, se llaman —> salmos de Inocencia. A los salmos de lamentación corresponden los --> cantos de alabanza, del Individuo o de la comunidad. Entre ellos se cuenta el --> himno, en que el pueblo canta a su Dios; son cantos de alabanza los salmos de la creación y los --> salmos históricos, en los que se confiesa a Dios como creador y juez del mundo y de los pueblos. Tienen su lugar en la liturgia los salmos de alabanza individual, los cantos de peregrinación, los cantos de Sión, los —> salmos regios y los himnos de ascensión al trono. Los --> salmos sapienciales y doctrinales proceden, por lo general, de época posterior.
En todas sus alabanzas y peticiones, el pueblo da testimonio de la antigua y nueva alianza en favor de su Dios, ante su propio pueblo y ante todos los demás. be

Saludo. En oriente las formas de saludo son sobreabundantes y prolijas. La cortesía exige que saludador y saludado se levanten de sus asientos, desciendan de sus cabalgaduras o salgan mutuamente a su encuentro. Es usual asimismo un saludo más solemne, consistente en doblar la rodilla o tocar el suelo con la frente. Los parientes y amigos se saludan con un beso; entre los varones es usual asirse mutuamente la barba. No existen fórmulas profanas de saludo; todas ellas expresan deseos de —> bendición, para que, con la ayuda de Dios, el poder de bendición del que saluda pase al saludo. Por esa misma razón pasa la —> maldición al que no es saludado. También el saludo por escrito es un deseo religioso de gracia y salvación, que se inserta al comienzo de la carta junto a los destinatarios y el remitente. Una fórmula usual de saludo, frecuentemente empleada, es •La paz sea contigo.. la

Salvación. a) Concepto común a todas las religiones, con el que se designa aquello que se anhela y por lo que se suplica a los dioses. El concepto griego de soteria y el latino de salus significan más bien —> redención, liberación, superación de un mal o de una desgracia. En hebreo no existe un equivalente que exprese de una vez y totalmente esta idea. El vocablo más próximo sería shalom (bienestar, —> paz) y beraka (prosperidad, --> bendición). Muchas veces la salvación se entiende en un sentido objetivo y colectivo como acrecentamiento y poder del propio pueblo, como justicia general, como superación del temor, de la expoliación, de la preocupación y de la enfermedad; en otras muchas ocasiones, se entiende también la salvación en sentido individual y subjetivo como felicidad personal o liberación del mal, como conciencia buena, como justificación, etc. De acuerdo con esta variedad de significados, son también diversos los conceptos bíblicos de la salvación.
b) En las narraciones patriarcales del Antiguo Testamento, la salvación es algo completamente dado, algo considerado como eficaz en el presente y en el futuro. La salvación es, en prlmer término, la bendición hereditaria ligada a la tribu (Gén 27; 48; 49), que depende de la prosperidad de los rebaños y de los campos y del éxito en la guerra. Autor y garante de la bendición es --> Yahveh, como se deduce de las fórmulas de bendición. Para cada individuo concreto la bendición significa prosperidad, bienestar, aumento de la familia, participación en el culto de Yahveh y en la vida del pueblo, longevidad y muerte suave en el seno de la propia familia.
En los salmos, la salvación se presenta bajo la forma de petición, casi siempre acompañada de un pronombre posesivo referido a Dios. El suplicante conoce la promesa hecha a los padres y se dirige en la presente necesidad a Yahveh, que puede concederle •su salvación•. Yahveh se llama entonces •Dios de mi salvación. La •sentencia de salvación• de los profetas promete la salvación como futuro seguro, que viene de Yahveh (–> Promesa). Antes de la destrucción del reino del norte (722 a.C.), el objeto de estas promesas es la reunificación y acrecentamiento del pueblo (Os 2, 1-3); en Isaías, el –> príncipe de paz; en el –> Deuteroisaías, el –> siervo de Yahveh; en el –> Tritoisaías, el mismo Dios como salvación de todos los pueblos Os 60); en Ezequiel (11 y 18) y Joel, la --> efusión del Espíritu y una -+ nueva alianza. En conjunto, puede observarse en el Antiguo Testamento una evolución progresiva de las esperanzas de salvación, que se sitúa en la tensión entre cumplimiento y espera. De la experiencia de la acción salvífica de Dios en favor de los padres, surge en la necesidad presente la seguridad de un auxilio mayor de Dios y de una salvación más cumplida. Con todo, cuando las experiencias de salvación y liberación, p. ej., en la vuelta del exilio babilónico, no corresponden a esta esperanza, los profetas responden no con un sentimiento de pusilanimidad, sino con una esperanza mayor: confiesan a Yahveh como el Dios de la alianza, cuyo poder nunca se agota ni llega a su fin, sino que crea siempre cosas nuevas (Ez 37). La espera de la salvación por parte de Israel es, por tanto, fundamentalmente escatológica; la --> espera mesiánica y la literatura del género –> apocalíptico son sólo manifestaciones particulares de esta característica fundamental de la fe veterotestamentarla.
c) Para el Nuevo Testamento, Jesús es el –> Cristo y, por tanto, el portador de la salvación definitiva. Las palabras de la última cena de Jesús (–> Eucaristía [relatos de la institución]) —que forman parte del sustrato más antiguo de la tradición — indican ante todo continuidad y nuevo comienzo frente al acontecer de la salvación del Antiguo Testamento. Las palabras pronunciadas sobre el cáliz —que es la –> nueva alianza en su sangre— aluden a la alianza del Sinaí, que Moisés concluyó con –> sangre de animales (Ex 24). Frente a esta alianza sinaítica, que obligaba al cumplimiento de la ley, esta otra alianza es nueva porque aquí la salvación — interpretada por Mt en sentido restrictivo como perdón de los pecados — está ya presente, fundamentada en la muerte de Jesús. Aquel, pues, que toma el cáliz, está ya asumido en la salvación, no todavía, por supuesto, en la consumación de la salvación sino, como interpreta Pablo, en la humillación y muerte de Jesús (1Cor 11,26). Aquí es Jesús tanto el nuevo –> Moisés, que lleva a cabo la conclusión de la alianza con su propia sangre, como el nuevo altar, esto es, el representante de Dios, el otro pactante y garante de la alianza.
Esta nueva concepción de la salvación y de la alianza recibe diversas interpretaciones en los sinópticos. Para Marcos, Jesús es el portador de la salvación porque en su --> resurrección manifiesta su divinidad; para Mateo, porque trae el don del perdón de los pecados y abre camino a la nueva ética del --> reino de Dios; para Lucas, finalmente, porque es el consolador y salvador de todos los oprimidos y los --> pobres, y con espléndida —> misericordia perdona desde la misma cruz al buen ladrón.
En Juan, Jesús es el revelador y fiel, que trae la salvación por haber hecho posible el verdadero conocimiento y el verdadero encuentro con Dios. Dios, a quien nadie ha visto (Jn 1,18), sale al encuentro tan sólo en su revelador Jesús, pues los dos son uno (Jn 10,38; 17,21); se conoce a Dios solamente en la —> obediencia y —> seguimiento de Jesús (Jn 15,5ss). Sólo en el espíritu y en la verdad de Jesús es posible dar culto verdadero a Dios (Jn 4). Por eso a Jesús se le llama —> •luz., —> «vida., «buen —> pastor..
Pablo espera la salvación del Creador de la nada, del que resucita de entre los muertos y justifica de los pecados. La salvación proviene únicamente de Dios, en contra del presente estado de perdición; la cruz de Cristo es su expresión paradójica. Sólo mediante la participación en la humillación de Cristo por obediencia se produce el cambio de dominio, que nos traslada del poder de las tinieblas al reino del -+ amor de Dios (Col 1,13). La salvación consiste, pues, en la —>
fe, que es, al propio tiempo, esperanza indestructible en la resurrección (Rom 4.16ss) e incluye. la temblorosa seguridad de la --> justificación (Rom 5,1-11). Pablo mantiene, pues, la tensión veterotestamentaria entre cumplimiento y espera; también su proclamación de la salvación es anuncio de cosas todavía no presentes, hacia las que tienden y a las que se aferra el cristiano, con gemidos, a una con la creación entera (Rom 8). —> Plenitud de los tiempos, —> Tiempo salvífico.
schü

Samaría (actual Sebaste). Capital del reino del norte, o Israel, y más tarde también nombre dado a la región limítrofe, o provincia de Samaria. La ciudad fue fundada el 880 a.C. por el rey Omrí; su hijo Ajab llevó adelante las obras y edificó un templo a Baal (1Re 16,24ss), destruido más tarde por el rey Jehú. No obstante, Samaría siguió siendo para los profetas cifra y síntesis del pecado. En 722, Samaría fue conquistada por los asirios. En los siglos siguientes, la ciudad vivió entre reconstrucciones y destrucciones, hasta que Herodes el Grande la dotó de magníficos edificios y cambió su nombre por el de Sebaste, en honor del emperador Augusto. En tiempos del Nuevo Testamento actuaron en la ciudad Felipe, Pedro y Juan. (Act 8,5ss). ba

Samaritanos. Habitantes de la ciudad y de la provincia de —> Samaría, que, después de la división del imperio salomónico, fue la región nuclear del reino del norte. Tras la conquista asirla (722 a.C.), parte de su población fue deportada y en su lugar se establecieron en el país colonos asirios, que se mezclaron con los restos israelitas. Cuando los judíos que regresaron del —> exilio comenzaron a reconstruir el templo, rechazaron la cooperación espontáneamente ofrecida por los samaritanos. La causa de la negativa fue la desconfianza hacia aquel pueblo que, debido a sus matrimonios mixtos, era considerado como cultualmente impuro, pero, sobre todo, la antigua oposición entre el norte y el sur. El resultado fue un recrudecimiento de la enemistad. Los samaritanos trataron de impedir por todos los medios la construcción del templo y de la ciudad, establecieron una comunidad religiosa independiente, con su propio culto y estricta fidelidad a las tradiciones más antiguas y alzaron su propio templo en el monte -+ Garizim. Las relaciones entre judíos y samaritanos se mantuvieron muy tensas incluso en la época neotestamentaria y posbíblica. Los judíos consideraban a los samaritanos como paganos y su culto como Ilegítimo. Los samaritanos respondieron rechazando todo lo judío. Jesús se dirigió a ellos precisamente porque se les tenía por gentiles y rechazados y les anunció también a ellos el Evangelio (Jn 4).
Los samaritanos eran, estrictamente monoteístas y se atenían con fidelidad a la ley. Para ellos es Sagrada Escritura solamente la --> tora (con notables variantes) o el llamado --> Pentateuco samaritano. No reconocen ninguno de los restantes libros bíblicos, ni las enseñanzas de la tradición judía. Existen., con todo, algunas tradiciones samaritanas. Los samaritanos esperan, según Dt 18,15, un --> Mesías (no davídico), restaurador del culto.
Actualmente hay unos 400 samaritanos, que viven en Nablús (Siquem) y en los alrededores del Tel Aviv. ba

Samuel. Hijo de Elcana y Ana, de Ramá (1Sam 1,20). En la tradición, Samuel es descrito como sacerdote, guía del ejército (c. 7), nazireo, juez (–> jueces) y –> profeta. Fue llamado a ser profeta en el santuario de Siló, donde transcurre su infancia y juventud (c. 3); mantiene contactos con los grupos de profetas extáticos (19,18ss); su mensaje profético es subordinar el sacrificio a la obediencia (15,22). Además, recorrió Israel en el desempeño de su función de juez, sentenció en Gilgal, Betel y Mispá y anunció la voluntad de Yahveh (7,15s; 8,1), incluso ante el rey. Tomó parte decisiva en la implantación de la monarquía en Israel (8-9).
Que Samuel fuera un personaje importante y lleno de carácter se echa de ver por la tradición posterior (Jer 15,1; Eclo 46,13-20; Act 3,24; 13,20; Heb 11,32). we

Samuel (libros de). Los dos libros de Samuel formaban originariamente uno solo; los LXX los dividieron — probablemente en razón de su extensión —en dos libros y los introdujeron (como 1 y 2Re) en el gran conjunto de libros de los Reyes. Según la tradición judía, los libros de Samuel fueron escritos
1443 por el mismo Samuel, o por Samuel, Natán y Gad.
Las narraciones de Samuel relatan el origen de la monarquía en Israel, proceso en el que Samuel, como último de los jueces, desempeñó un papel importante. –> Saúl es elegido para rey por Yahveh; pero cuando se aparta de Dios, es rechazado y se elige como sucesor suyo a –> David, a quien se unge rey todavía en vida de Saúl (1Sam 8-16). Centro y punto culminante de la tradición de David es la profecía de Natán, que promete a la dinastía davídica permanencia para siempre (2Sam 7). Los libros de Samuel concluyen con la historia del reinado de David, el relato de la sucesión al trono (2Sam 9-20) y algunos apéndices (2Sam 21-24).
Aunque los libros de Samuel quieren ser una narración seguida, contienen varios duplicados y algunos relatos contradictorios (así, el relato sobre la unción de Saúl como rey y su recusación y sobre la llegada de David a la corte real). De aquí que — al igual que en el Pentateuco — se hayan aceptado para este libro varias capas de fuentes, unidas por un redactor; pero no es posible hallar un hilo conductor seguido de la narración; lo más probable es que se hayan reelaborado, ordenado cronológicamente y completado varias tradiciones aisladas, a lo largo de un proceso que desembocó en una unidad narrativa más amplia. Finalmente, todo el libro experimentó un (leve) retoque deuteronomista. we

Sanedrín. Suprema autoridad judía de la época grecorromana, con poder para dictaminar sobre la aplicación de la ley religiosa y sobre la legislación tanto religiosa como profana. Su origen se remonta a los --> ancianos, instituidos en la época postexílica para el autogobierno de la comunidad. En la época neotestamentaria constaba de 71 miembros: los ancianos (jefes de familias distinguidas), los --> sumos sacerdotes y los --> doctores de la ley del partido de los –> fariseos, bajo la presidencia del --> sumo sacerdote en funciones. Limitadas sus facultades por los romanos, no se sabe con certeza si el sanedrín podía imponer por sí mismo y hacer cumplir la pena de muerte. Es sumamente probable que una condena capital necesitara, para ser cumplida, la confirmación del procurador romano. ba

Sangre. De acuerdo con las concepciones de los antiguos, la sangre es el asiento de la –> vida. Por eso no se la debe beber (Dt 12,16; Act 15, 20ss), pues sólo --> Dios es el --> Señor de la vida. Este dominio se reconoce por el hecho de que se le consagra la sangre de las víctimas. Y este ofrecimiento sacrificial es adecuado a la grandeía de Dios (Lev 1,5). Como símbolo de la vida, puede servir de –> expiación y sustitución de aquellas otras partes de la vida que no se ofrecen a Dios (Lev 17,11). Cuando Moisés derrama una parte de la sangre como sacrificios sobre el --> altar y la otra sobre el pueblo (–> Aspersión), presenta como una realidad la conclusión del pacto entre Dios y el pueblo (Éx 24). También aquí es la sangre símbolo de la vida, esta vez de la vida que Dios y el pueblo deben llevar en común. Completando esta tradición, el Nuevo Testamento puede presentar de una manera plástica la –> sangre de Cristo como significado salvífico de la muerte del Señor. Las palabras de la --> cena de Jesús hacen referencia a Éx 24: la sangre de Jesús, derramada en su muerte, es la verdadera sangre de la –> alianza, en la que Dios y el hombre se reconcilian entre sí (Mc 14,24). oh
Sangre de Cristo. Todo cuanto el Antiguo Testamento significa con el simbolismo del sacrificio de animales lo ve cumplido el Nuevo Testamento en la sangre de Cristo derramada en la –> cruz. Esta sangre fundamenta la paz (Col 1,20), justifica a los creyentes (--> Fe; Rom 5,9), los compra para Dios (Ap 5,9), los redime (–> Redención; Ef 1,7) y adquiere la Iglesia (Act 20,28). También se expresa con este simbolismo la comunicación de la gracia de la redención, cuando se habla de --> aspersión (1Pe 1,2), --> purificación (Heb 9,14), o de lavado y blanqueado (Ap 7,14).
Pero no obstante las semejanzas, en el Nuevo Testamento ya no se trata de la misma clase de simbolismo que en el Antiguo Testamento. Ahora se pone el acento en el aspecto personal de la entrega de Jesús, que «se hizo obediente hasta la muerte de cruz. (Flp 2,8). La expresión «sangre de Cristo,. sirve para ilustrar esta entrega personal, y no se la debe interpretar literalmente, como si la sangre física de Cristo tuviera eficacia salvífica. Una mala intelección en este sentido mágico de los pasajes pertinentes —y dígase lo mismo de la sangre eucarística (–+ Eucaristía) —está expresamente rechazada por el Nuevo Testamento, ya que, en éste, por sangre de Cristo se entiende el sacrificio de su vida hecho por el Señor, en el cual lo válido y definitivo fue su –> obediencia amorosa. Por lo mismo, el concepto neotestamentario del sacrificio está, ya desde el principio, desacralizado (--> Desacralización) y elevado a la esfera personal, única en la que es concebible la –> redención.
Las expresiones «sacrificio propiciatorio en su sangre• (Rom 3,25), «la sangre que por vosotros es derramada• (Lc 22,20), «lavados en la sangre del cordero• (Ap 7,14) han sido tomadas ciertamente de parecidas expresiones veterotestamentarias y aplicadas a Jesús. Sangre de Cristo significa, pues, la promesa sacramental de salvación de Dios en y por Cristo a aquel que hace suya la actitud ejemplar de Jesús que obedece, en servicio y amor, –> por los otros. La celebración eucarística es el lugar eclesial de la experiencia sacramental del ofrecimiento de comunión divina, hecho en la sangre de Cristo, es decir, en su obediencia amorosa. —> Sangre, —> Alianza, --> Sacrificio. hl

Santiago. Hermano del Señor (Mt 13, 55; Mc 6,3), hijo de Cleofás y de María y hermano de —> Judas. Como el resto de los hermanos de Jesús, no aceptó la fe hasta después de la resurrección, pero desempeñó desde muy pronto un papel director en la primitiva comunidad de Jerusalén. Fue decisiva su opinión en el -+ concilio de los apóstoles y en la formulación del —> decreto apostólico. Se le atribuye la carta de Santiago (-4 Santiago [carta de]). Es mencionado por última vez en Act 21,18s. be

Santiago (carta de). La primera de la serie de las cartas apostólicas; se trata de una circular dirigida a los judeocristianos de la —> diáspora. El autor se llama a sí mismo •Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo (1,1), lo cual parece referirse más bien al hermano del Señor que no al apóstol del mismo nombre. La carta comienza con una exhortación y carece de conclusión. Con todo, la expresión frecuentemente empleada de •hermanos», subraya el carácter de la carta. Su fecha de composición puede ser anterior al año 70, pues a partir de esta fecha no desempeñó ya ningún papel la comunidad judeocristiana de Palestina.
El escrito se compone, en buena parte, de una secuencia yuxtapuesta de sentencias y exhortaciones, tomadas de la —> sabiduría judía, que giran en torno a problemas referentes a un comportamiento cristiano en la vida; del crisol de las tribulaciones (1,2-18); de la fe y las obras (1,192,26); de la perfección (3,1-4,12); de la riqueza; de la oración por los enfermos (unción de los enfermos), de la confesión de los pecados y de la corrección fraterna (4,13-3,20). be

Santiago el Mayor. Hijo de —> Zebedeo y de Salomé (Mt 4,21), aparece en los Evangelios sinópticos siempre junto a su hermano —> Juan, como de mayor edad. Según la tradición, los dos hermanos fueron llamados al discipulado por Jesús en la orilla del mar y formaron parte, desde el principio, del círculo de los doce (Mc 3,17); gozaron de la confianza de Jesús, estuvieron presentes en la resurrección de la hija de Jairo (Mc 5,37), en la —> transfiguración (Mc 9,2ss) y en --> Getsemaní (Mc 14,33ss). Se les llama también Boanerges (hijos del trueno). Santiago el Mayor fue condenado a muerte y ejecutado por el rey Agripa I, probablemente en el año 44 (cf. Act 12,2s; Mc 10,35ss). --> Discípulos, —> Doce. be

Santiago el Menor. Hijo de Alfeo, mencionado en todas las listas de apóstoles como uno de los —> doce (cf. Mt 10,3; Act 1,13). Fuera de estas listas, no se le menciona en ningún otro lugar del Nuevo Testamento. Se le llama el Menor debido a una confusión, que aparece ya en --> Jerónimo, entre este apóstol y —> Santiago, el hermano del Señor. be
Santiago (evangelio de). Escrito --> apócrifo, compuesto hacia la mitad del siglo II, en lengua griega. Parte de las narraciones sobre el nacimiento y la infancia de Jesús y relata la historia de sus abuelos —> Joaquín y —> Ana. En el centro de este evangelio se encuentra —> María, su concepción milagrosa, su servicio en el templo, su matrimonio con el viudo --> José, que protege su virginidad, el nacimiento de Jesús en una cueva, camino de Belén, y la persecución de —> Herodes. El Evangelio de Santiago influyó en la evolución de los dogmas (virginidad de María en el parto), en la liturgia (fiesta de la concepción de María, del nacimiento de María, de la presentación, fiestas de Joaquín y Ana) y en la Iconografía. be

Sansón. Héroe de la época de los jueces (Jue 13-16), aunque, a diferencia de los demás -+ jueces, no es una figura adornada con el don carismático del caudillaje. Un rosario de leyendas populares narra sus disputas y actuación frente a los filisteos y sus aventuras con mujeres paganas. La historia de Sansón obtiene su interpretación teológica mediante la prehistoria de su nacimiento. Acaso esta interpretación teológica quiera hacer ver cómo un agraciado por Dios echa a perder su carisma. ba

Santísimo. Yahveh quiere habitar en medio de su pueblo, Israel, y éste debe construirle un santuario (Éx 25, 8); Israel le alzó una tienda sagrada, la tienda del encuentro con Yahveh, cuyo santísimo, separado del santo por una cortina, es señal de la presencia de Dios en Israel. En el santísimo se guardaba el —> arca de la alianza con los diez mandamientos. Salomón edificó un —> templo a Yahveh, a cuyo santísimo, situado en el extremo más interior y construido en forma de cubo de diez metros por lado, se llegaba por dos puertas de madera de cedro, sustituidas, en la reconstrucción del 520 a.C., por una cortina. El arca de la alianza estaba depositada bajo las alas de dos —> querubines (1 Re 6), y sobre el arca, según las creencias judías, estaba el trono de Dios. Únicamente el —> sumo sacerdote podía entrar en el santísimo y aún esto sólo en el gran día de la expiación (Lev 16,2), para presentar a Yahveh la —> sangre por los extravíos de Israel. Según Heb, este hecho indica la imperfección de los sacrificios veterotestamentarios. Con su entrega personal, Jesús ocupa el lugar del templo y realiza, mediante ella, la liberación perfecta, como sacerdote, sacrificio y —> mediador de la nueva alianza (Heb 9-10). En la muerte de Jesús se rasga el velo del templo; Dios ha entregado su hijo a todos los hombres. br

Santo. 1. Se llama santo lo que ha sido separado, puesto aparte y reservado para el ámbito del —> culto. El lugar en que se aparece Yahveh inspira temor (Gén 28,17; Éx 3,5; —> Epifanía): es santa la tierra de Canean (Sal 78,54; Zac 2,16); es santa, sobre todo, Jerusalén, como ciudad santa de Dios (Is 48,2), en la que él congregará sobre el monte santo a los dispersos (Is 27,13; Jer 31,23). En la tienda santa de la reunión Yahveh quiere revelarse, quiere •santificar (Éx 29,44) y «manifestarse a sí mismo en su gloria como santo• (Éx 29,43). Yahveh es el radicalmente santo, el totalmente otro, con el que nada puede compararse (Is 40,18). Habita, ciertamente, en medio de su pueblo, pero nadie puede compararse a él (Is 40,25). La santidad, como atributo de Dios, adquiere significado divino y se convierte en su cualidad esencial (Is 5,16; 6,3). Por la santidad se destaca la esencia divina como diferente de lo humano: •Pues yo soy Dios y no hombre, santo en medio de ti• (Os 11,9). La santidad de Dios se deja sentir poderosamente en sus señales y acciones, cuando sacó a su pueblo de Egipto (Éx 14, 18s), cuando lo libró de Assur (Is 10,5), pues estos hechos son testimonio de su fidelidad y firmeza para con su pueblo. A los hombres sólo les queda una cosa: temblar ante la majestad santa de Dios y caer de rodillas Os 6,5; Ez 1; 3,4). Porque Yahveh es santo, quiere también un pueblo santo (Lev 11,44 y otros); él se manifiesta santo ante su pueblo cuando lo congrega de entre todas las naciones (Ez 28,25). Llegará incluso el día en que no sólo lo especialmente separado para Yahveh será santo, sino que toda profanidad desaparecerá, devorada por la santidad de Yahveh (Zac 14,20s). go
2. En el Nuevo Testamento, más se presupone que se afirma la santidad de Dios (Mt 6,9; Jn 17,11; Ap 4,8). Al mismo Jesús se le designa pocas veces como santo (Mc 1,24; Jn 6,69; Act 3,14). Se llama sobre todo santo al Espíritu de Dios (Mt 1,18; 3,11; Jn 20,22). Por él son santificados los cristianos (Rom 15,16; Ef 3,16; 2Tes 2,13), de tal modo que se les puede llamar santos por vocación (Rom 1,7; 1Cor 1,2). La santidad concedida a los cristianos es tarea constante de vivir santamente (1Tes 4,3ss; 2Cor 7,1). we

Santuario central. El –» templo de Jerusalén, santuario nacional de Judea, pudo conservar su posición preeminente a pesar de los numerosos lugares cultuales y del templo de Betel (en el reino del norte). (Cf. los esfuerzos hechos en este sentido por Ezequías y Josías). pa

Santuario del reino. El rey Jeroboam 1 de Israel estableció, al separarse de Judá, los antiguos lugares cultuales de Betel y Dan como santuarios del reino, para impedir la peregrinación al templo de Jerusalén (1Re 12,26ss). Alzó en ellos dos imágenes de novillos que, en todo caso, no eran representaciones de Yahveh sino de sus atributos. ba

Sara (hebr. •princesa•). 1. Hermana de padre y mujer de –> Abraham (Gén 20,12; 11,29). A avanzada edad fue madre de Isaac, después de una juventud estéril (21,2s). Para subrayar la importancia de este hecho, al anunciársele el nacimiento del hijo, se le cambia a la madre su antiguo nombre de Sarai en Sara (17,15s). Sara fue sepultada en la cueva de la Macpelá, que Abraham había comprado como primicias de la tierra prometida (23).
Como madre del hijo de la promesa, Isaac, Sara es también madre del pueblo elegido (Is 51,2) y de todos los hijos de la promesa (Rom 9,8s).
2. Hija de Ragüel y mujer de Tobías (Tob 3,7ss; 7-8). we

Sarcasmo – > Sátira.

Sarepta. Puerto de la costa fenicia, entre Tiro y Sidón, donde moró Elías durante una época de hambre (milagro de la multiplicación de comida; resurrección de un muerto; 1Re 17, 7-24; Cf. Lc 4,25s). Según Abd 20, la ciudad estaba situada en la frontera norte. we

Satán. Este nombre se aplicaba originariamente (en hebreo) a todo el que mantenía una actitud hostil. La palabra aparece así, sobre todo, en la historia de David y Salomón para designar al enemigo en el proceso (Sal 106,9) y quizá también como término técnico para señalar al fiscal o –> acusador de oficio. En Zac 3,1ss y Job 1-2, Satán es uno de los miembros de la corte celeste de Yahveh. Se alude aquí acaso a Satán como acusador público que, a ejemplo de las antiguas cortes orientales, presenta ante Yahveh las culpas de los hombres. Apenas es defendible la opinión de que el papel de Satán haya de derivarse de la concepción babilónica, según la cual cada hombre tiene, junto a su Dios protector, un demonio, adversario del dios y, también, por tanto, del hombre. Lo más acertado parece ser considerar la palabra Satán como designación de un ser: Satán es un ser celeste hostil que trama contra el hombre. Se derivaron de aquí dos theologumena que al principio se identificaban con Yahveh y que más adelante, y bajo el influjo persa, se fueron personificando y separando de Dios. El •espíritu malo de Yahveh• que en 1Re 22,19-22 se convierte en los profetas en espíritu de mentira, es ya en Job 1-2 una figura que se distancia de Yahveh.
La cólera de Yahveh, que en 2Sam 24,1 lleva a David al pecado, es en 1Cró 21,1 Satán (aquí ya como nombre propio). Se inicia así el proceso evolutivo que conduce a la concepción del judaísmo tardío según la cual Satán es enemigo del hombre y, sobre todo, adversario de Dios. Con esta concepción concuerda el Nuevo Testamento (---) ()labio). ze

Sátira. Como al proverbio burlesco (y al refrán), se le designa con el nombre de --> mashal. En Israel se temía mucho andar en lenguas y ser traído y llevado en la conversación de los demás, porque se atribuía a tales refranes y cantos una eficacia conjuradora mágica. Deben buscarse sus raíces en las disputas de los desafíos individuales (1Sam 17). Un canto de mofa podía, pues, dirigirse a un hombre particular (Is 23,15s), a tribus, ciudades y pueblos, a sus dioses y fabricación de ídolos (Is 41,68), o podían también cantar burlescamente un acontecimiento futuro (Is 47). Su función pasó posteriormente a introducirse en los --> discursos de juicio contra los pueblos. pa

Sátrapa. Representante del gran rey en una satrapía. Cada satrapía se dividía, a su vez, en varias provincias. Durante el imperio persa, Judea era una provincia de la satrapía de Siria (Esd 5,6ss). do

Saúl (hebr. •deseado»).
1. Rey de Edom (Gén 36,37s).
2. Hijo de Simeón (Gén 46,10; Núm 26,13).
3. Un levita (1Cró 6,9).
4. Hijo de Kish, de la tribu de Benjamín, nacido en Gibea. Fue el primer rey de Israel (hacia 1012-1004). Dada la complejidad de tradiciones reunidas en 1Sam, la figura de Seúl no aparece con una clara luz histórica, sino que sólo se perciben algunos perfiles. A consecuencia de su victoria sobre los ammonitas, que le hizo aparecer ante el pueblo como dotado del espíritu, fue ungido rey por --> Samuel en Gilgal. Su reinado se caracteriza básicamente por el forcejeo contra los filisteos, a los que no pudo vencer en una batalla decisiva. Por haberse alejado de Yahveh, Saúl fue rechazado y perdió con ello, en Samuel, uno de los más firmes apoyos de su reino. En los últimos años de su vida, Saúl estuvo atormentado por una desconfianza enfermiza. Pereció en batalla contra los –» filisteos en el monte Gelboé. we

Sebaot. Forma plural hebrea que significa •–» ejércitos•. En la literatura veterotestamentaria, especialmente en los profetas, esta forma va unida, en los discursos estereotípicos, al nombre de Dios (Yahveh Sebaot = Yahveh de los ejércitos, 1Sam 1,3). La significación original exacta de este término técnico es discutida, si bien la expresión indica probablemente, el conjunto de --> potestades y principados concebidos bajo formas personales y finalmente sometidos a Dios. tr

Secularismo. El concepto de secularismo, de múltiples significados literales, usado muchas veces como sinónimo de •secularización», tiene una complicada evolución histórica. Parte del vocablo latino saeculum (y su correspondiente saecularis) que — en virtud sobre todo de la significación restrictiva introducida por Agustín — pasó a indicar el •mundo•, lo •mundano», de suerte que, más tarde, fue el término opuesto a «espiritual•, o bien a •eclesial•. La secularización o secularismo es hoy un concepto central de las teorías teológicas, historicofilosóficas y de historia del espíritu que buscan poner la civilización moderna y sus logros técnicos y culturales en relación con su origen cristiano (H. La-be).
a) En el intento por analizar los orígenes históricos espirituales del secularismo, las investigaciones recientes (M. Stallmann, H. Lübbe, etc.) concuerdan con las ideas de G. J. Holyoake, M. Weber y E. Troeltsch. Holyoake — político social inglés, fundador de la Secular Society de Londres (1846)— vinculó el título secularlsm a una •filosofía popular práctica•, en que los principios éticos del cristianismo debían ser incorporados en la medida en que respondieran al bienestar de la sociedad. Sus sucesores, sin embargo, hicieron de la Secular Society una especie de sustitutivo de la Iglesia, en el que predominaba una especie de libre pensamiento agresivo de cuño ateísta. «De este modo, la relación entre secularismo y cristianismo se convirtió en oposición excluyentes. (H. Lübbe). En el uso lingüístico inglés de «secularismo• como programa de partido, se introdujeron por este camino exigencias politicoculturales (secular teaching, secular school, secular education) y concepciones filosóficas que tendían a una liberación del hombre frente a la Iglesia y la religión.
A diferencia de esta función propagandística del concepto, el secularismo como término sociológico conservó en M. Weber su neutralidad: en sus investigaciones sobre «El espíritu del capitalismo•, habla Weber ocasionalmente de la •acción secularizadora de la propiedad•; la amalgama de capital y propiedad llevaría a una Emundanización» que, en cuanto •mundanidad utilitarista• se desprendería de sus raíces religiosas. Este secularismo es en Weber, al mismo tiempo, consecuencia de aquella •pérdida del carácter mágico del mundo• cuyo principio se basa en una nueva forma de racionalidad (•dominar mediante el cálculo•).
En conexión con M. Weber, E. Troeltsch llegó a una precisión esencial del concepto de secularismo. El «filósofo del historismo• interpreta el proceso de disolución del pensamiento meramente religioso por Ideas racionalistas como secularismo. A este proceso se deben la secularización del Estado como •el hecho más importante del mundo moderno•, la separación de Iglesia y Estado y la Idea de tolerancia. Troeltsch valora este secularismo positivamente. La fe cristiana deberá recorrerlo para poder pasar a •nuevas fundamentaciones•.
b) El concepto teológico de secularismo. Los análisis historicoculturales y sociológicos que entienden por secularismo la emancipación del mundo moderno respecto de su origen cristiano entran como material, no como fundamentación, en el concepto teológico. La teología habla de secularismo al considerar conjuntamente el origen del •mundo secularizado» y la revelación de Dios: el secularismo escapa a la —> fe cristiana. En efecto, al romper la fe de los poderes y «elementos• míticos, libera a los cristianos de su minoría de edad (Gál 4,9s; Col 2,8ss) y les hace «hijos de Dios• de edad adulta y •coherederos de Cristo• (Gál 14,1ss).
Liberado del dominio del mundo erróneamente entendido, el cristiano queda al mismo tiempo libre para hacerse históricamente responsable, por mandato divino, del mundo que la fe ha reducido a su propia •mundanidad•. Esta tesis de Friedrich Gogarten, según la cual la secularización debería entenderse como •una consecuencia necesaria y legítima de la fe cristiana•, abre a la fe y a la Iglesia la posibilidad teológica de situarse en el mundo moderno, en vez de ponerse en evidencia con quejas pesimistas sobre la descristinización y la decadencia de la cultura. De esta secularización deben distinguirse algunas de sus manifestaciones falsas, que Gogarten sintetiza bajo el concepto de •secularismo•. Se da este último caso cuando la libertad otorgada frente al mundo es suplantada por la pretensión Individual de dominio sobre el mundo. Son secularizadoras tanto las doctrinas e ideologías sedicentes salvíficas, cuyos postulados afirman que la salvación del mundo está de hecho a disposición y en manos de los hombres, como las tentativas de cerrarse positivistamente en el círculo de los intereses particulares, prescindiendo del problema de la totalidad del mundo.
La ordenación y valoración del secularismo ha sido un tema largamente discutido entre la teología católica y la protestante. Se ha llegado Incluso a opinar que la postura adoptada frente al secularismo es justamente el punto en que cristaliza actualmente la diferencia de ambas religiones cristianas (K. E. Logstrup). Pero acerca de este punto se abre paso hoy un camino hacia el mutuo entendimiento: •La mundanidad del mundo tal como ha surgido en el proceso contemporáneo de secularización y como lo consideramos hoy, bajo una forma global e intensificada, ha surgido, en el fondo (y prescindiendo de algunas de sus manifestaciones históricas), no contra, sino por el cristianismo; es originariamente un acontecimiento cristiano y testifica así la predominante fuerza intrahistórica de la "hora de Cristo" en nuestra situación mundial• (J. B. Metz). gs

Secularización —> Secularismo.

Sed. Dar un vaso de agua es, en los países situados junto al desierto, obra no pequeña de misericordia (Mt 10,42); en el sediento se encuentra el mismo Cristo (Mt 25,35). En las pruebas padecidas en su marcha por el desierto, pudo aprender Israel que sólo Dios puede calmar su sed. El —> agua, fuente de toda vida, es considerada como un don inmediato del Creador, prototipo de la bendición y de la gracia benevolente (Sal 65,10-14; Is 45,8). Cuando Israel abandona a su Dios "fuente de agua viva• (Jer 2,13), es castigado con la ausencia de lluvia (1Re 17,1) que le convierte en —> desierto (Os 2,5), para que aprenda la verdadera sed: sed de la —> palabra de Dios (Am 8,11), del mismo Dios (Sal 42,3; cf. Mt 5,6).
Jesús padece (siendo inocente) esta sed, en representación del pueblo de Dios, hasta el final (Jn 19,28). Al mismo tiempo, se cumplen en él las promesas de que, llegado el tiempo, Dios enviará el agua con toda abundancia (Is 41,17s; 55,1; como fuente que mana del templo, Joel 4,18; Ez 47,1-12): y será dada a los que creen en él (Jn 6,35), como agua que apaga para siempre toda sed (Jn 4,14; 7,37s). Cristo garantiza la participación en el banquete del final de los tiempos (Is 25,6; Lc 22,30) en la Sión celeste, donde ya nadie padecerá sed (Ap 7. 16; 21,6). ur

Sedecías (hebr. •Yahveh es mi justicia•). Último rey de Judá, puesto por Nabucodonosor en lugar de —> Yoyaquim, desterrado a Babilonia el 597 a.C., después de la primera conquista de Jerusalén. Bajo la presión del partido nacionalista antibabilónico, y en contra de los consejos de —> Jeremías, Intentó sacudirse el yugo de Nabucodonosor, confiado en la ayuda egipcia. Nabucodonosor puso una vez más sitio a Jerusalén el año 589 y la conquistó el 587. Sedecías huyó, pero fue hecho prisionero en el valle del Jordán y llevado a Riblá, donde le sacaron los ojos y le deportaron a Babilonia. Murió en esta ciudad (2Re 25,1-7). ze

Sedentario -+ Proceso sedentario.

Seguimiento. Como los --> rabinos judíos, también Jesús reúne —> discípulos en torno a sí, a los que llama para que le sigan. Pero mientras que en el caso de los demás rabinos, eran los discípulos los que elegían sus maestros, y su meta era llegar a su vez a ser rabinos, en el seguimiento de Jesús, según el testimonio de la tradición sinóptica, todas las iniciativas parten de Jesús quien, con una superioridad propia de Dios, llama a los hombres a su servicio, en un discipulado permanente. Se trata aquí de reconocer y confesar a Jesús, de dar una respuesta irrevocable a su llamada, que plantea a los hombres exigencias totales (Mc 10,21). La llamada de Jesús pide el abandono de todos los vínculos anteriores. Llama a una radical comunión de vida con él, con el fin de tomar parte en su obra mesiánica (Mc .1,17). Los discípulos participan de su misión: la proclamación de la irrupción del reino de Dios por la palabra y los -+ hechos poderosos. Al mismo tiempo, los discípulos son introducidos en la comunión de destino de Jesús (Mc 10,39). Como él, también ellos deben estar dispuestos a afrontar, llegado el caso, incluso la muerte en el servicio del mensaje salvífico de Dios.
Si bien Jesús impone a contadas personas tan radicales exigencias, la reflexión posterior extendió los requerimientos del seguimiento a cuantos creen en él. Como respuesta al ofrecimiento del amor divino, entra en vigor una articulación del seguimiento, p. ej., en el diario -+ seguimiento de la cruz, para todos los cristianos, y no sólo para el reducido círculo de los colaboradores de Jesús (Mc 8,34).
Dado que inicialmente el seguimiento había sido entendido como vinculado a la existencia terrena de Jesús, después de la resurrección se articuló de otra manera el contenido de dicho seguimiento, p. ej., a través de la –> fe. En Jn, el seguimiento exterior, el estar junto a Jesús, es señal de la vinculación interior con él (6,6769; 8,12). Los discípulos •permanecen en» él si, de acuerdo con el modelo del maestro (–> Imitación), se entregan por --> amor unos a otros (cf. los •discursos de despedida•, Jn 13-17). Como han participado en sus humillaciones, participarán también más tarde en su glorificación.
En Pablo aparece mucho más clara aún esta articulación del seguimiento por la fe después de los acontecimientos pascuales. El que está unido con Cristo por la fe se convierte en instrumento de Dios al servicio de los miembros de la comunidad. En la –> confesión del Señor lleva a cabo el creyente su misión. Aquí no se exige únicamente la confesión de boca, sino también de obra y de vida. Como puente de unión entre la época anterior a pascua y la posterior, aparece no sólo la confesión de la fe, sino también una continuidad sociológica, que consiste en aquel círculo de discípulos que llamó Jesús a su seguimiento antes de pascua y que, después de pascua, continúan la misión. Así, la proclamación de Cristo de después de pascua, y con ello también la cristología de la Iglesia posterior, es ampliación del discipulado prepascual.
tho

Seguimiento de la cruz. En los Evangelios aparece bajo una luz inequívoca el requerimiento al seguimiento de la cruz (Mt 10,38; Lc 14,27; Mc 8,34 par.). La decisión incondicional en favor de Jesús exigida a los -+ discípulos puede entrañar incluso el martirio por causa de Jesús (Mt 10,34-38). El odio que Jesús inspira al –> •mundo• pasa también a los discípulos (Jn 15,18.20). En estas palabras se refleja la situación de persecución de la primitiva Iglesia. La persecución es uno de los elementos de su etapa originaria. El martirio puede llegar a ser para el cristiano un peligro real. Pero este peligro no debe ser buscado por iniciativa del cristiano; requiere su propia llamada (Mt 10,19s).
Estas exigencias concretas experimentan en la teología paulina y joánica — no cuanto a las palabras, pero sí cuanto al contenido — una profundización. En la muerte en –> cruz, Jesús ha asumido en su muerte a la humanidad (2Cor 5,14s). La existencia cristiana es posible únicamente desde la cruz: He sido crucificado con Cristo, y vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gál 2,19s). En la –> fe dice el cristiano su pleno sí a la cruz de Cristo, que le ha trasladado de la esfera de la perdición a una nueva existencia redimida con Dios. Seguimiento de la cruz significa, pues, en primer término, considerarse a salvo en Dios por la entrega en cruz de Cristo. En modo alguno puede interpretarse erróneamente el seguimiento de la cruz en el sentido de una imitatio Christi que se redujera a soterramiento impregnado de tintes místicos o a mortificaciones y ejercicios ascéticos. El seguimiento de la cruz pide una respuesta total y unitaria: no se contenta con solemnes aseveraciones de amor a Cristo, sino que se realiza en el acto personal de amor a los hombres. En la entrega libre de la propia existencia, bañada por la gracia, a los demás hombres (--> Convivencia humana), se manifiesta el auténtico seguimiento de la cruz (1Jn 3,16). El –) amor de Dios, que se ha revelado en el amor de Cristo en la cruz, quiere expresarse una y otra vez en la entrega de amor de los creyentes (Jn 13,34; 15,12.17). En este sentido debe entenderse la expresión figurada de •tomar cada día su cruz• (Lc 9,23: realizar el amor a los demás hombres en el sencillo quehacer diario (1Jn 4,20). En este quehacer, y sólo en él, alcanzan la plenitud del cristianismo todos los cristianos, anónimos o no. Así es como se da seriamente y para todos el seguimiento de la cruz: en el cumplimiento del amor al --> prójimo. –> Seguimiento. wu

Segunda esposa. Mujer que en el matrimonio ocupa el mismo puesto que la esposa legítima, pero con rango inferior, lo que se advierte principalmente en el derecho a la herencia de los hijos. La costumbre — testimoniada también en el Antiguo Testamento — de tener una segunda esposa, se enraíza en el derecho babilónico y tenía especial aplicación sobre todo en el caso de esterilidad de la esposa legítima (Gén 16,2; 30,9). En Dt 21,15ss, se dan instrucciones respecto de los hijos de la segunda esposa.
El judaísmo rechazó, a una con la –> poligamia, el derecho a una segunda mujer. En el Nuevo Testamento no se conoce esta costumbre. he

Seleucia. Nombre de varias ciudades griegas, de entre las que en la Biblia sólo se cita la fundada por Seleuco 1 como puerto de Antioquía. La ciudad fue conquistada por Ptolomeo VI (1Mac 11,8). Pablo comenzó aquí su primer viaje misional (Act 13,4). we

Seléucidas. Dinastía macedonia (31264 a.C.), fundada por Seleuco I. Tras la desaparición del imperio de Alejandro, esta dinastía dominó y helenizó la región comprendida entre India y Siria, incluida el Asia menor. Después de largas luchas con los –> Ptolomeos, el año 200 a.C. Antíoco III el Grande (223-187) añadió también Palestina a sus dominios (cf. Dan 11,10-20; 1Mac 8,6ss). La tentativa de su hijo Antíoco IV Epífanes (175-164) de desarraigar la religión judía y helenizar el judaísmo, provocó el alzamiento de los -+ Macabeos, fieles a Yahveh (Dan 11, 21-45; 1Mac 1-6; 2Mac 3-9). Más tarde, el imperio seléucida fue destruido y convertido en provincia romana (64 a.C.). we

Sello. Así como la –> circuncisión fue para Abraham una señal de su justificación por la fe, que Pablo llama sello (Rom 4,11), así también los cristianos son provistos con el sello del --> Espíritu de Dios (2Cor 1,22; Ef 1,13). Aquí se ve claro que el concepto de sello se refiere al –> bautismo y describe su eficacia. En el bautismo queda sellado por Dios el sí de la –> fe. En Cristo reciben los creyentes, por el bautismo, el sello de la filiación divina, es decir, de su redención. En cuanto tales, esto es, en cuanto sustraídos al poder del mal e insertados en Cristo, participan de la herencia de Cristo en Dios.
Según Ap, los siervos de Dios son sellados por los ángeles con el sello de Cristo, escapando así al juicio de la cólera divina. Hay aquí también probablemente una referencia al bautismo. Esta señal de salvación corresponde al aspecto escatológico del sello en Pablo. Como el bautismo, el sello no es sólo una señal individual de salvación, sino que introduce en la comunidad de los creyentes y, como el bautismo, pide que los sellados se acrediten moralmente mediante una vida según la voluntad de Dios. tho

Sem. Hijo mayor de Noé (Gén 5,32). En la bendición de Noé de después del diluvio se le promete ya a Israel, en la persona de Sem, la tierra de Canaán (Gén 9,26). El árbol genealógico de Sem se prolonga hasta Abraham, padre de la estirpe israelita (11, 20-26). we

Semana de años. La unidad de un ciclo de siete años (año sabático) desempeña una cierta función en la literatura apocalíptica (cf. Ap 11,2-11). Se menciona este ciclo en Dan 9, 24-27. En este pasaje se interpretan. — según el estilo de los midrash como espacio temporal de 70 semanas de años (7 + 62 + 1 semanas de años = 490 años), los pasajes proféticos de Jer 25,11s; 29,10 sobre la devastación de siete años de Jerusalén (--> Exilio). -> Apocalíptico (género literario). pa

Sembrador. La -> parábola del sembrador se nos ha transmitido en Mc 4,3ss; Mt 13,3ss y Lc 8,5ss. La narración responde a las situaciones palestinas: después de la cosecha, en junio, brotan cardos y espinas en los campos, que cubren Incluso las piedras que asoman a ras de superficie. Inmediatamente después de la siembra se escarda el sembrado, limpiándolo de maleza. Con una minuciosidad sorprendente describe la parábola (Mc 4,4-7) la creciente pérdida de simiente. Pero, a continuación, se habla de una cosecha espléndida. En esta contraposición de fracaso y éxito se encuentra, evidentemente, la intención de la parábola.
Para comprender una parábola es preciso, ante todo, conocer la cosa, porque, en efecto, la imagen «equivale• a una cosa. Es decisivo, para ello, establecer el punto de comparación entre imagen y cosa significada. Si en la narración del sembrador, la intención de la «imagen• y, por lo mismo, el punto de comparación entre imagen y cosa, es la contraposición de éxito y fracaso, entonces, la parábola quiere decir: aun cuando al principio parece que sólo hay fracasos, Dios alcanza siempre su meta. ¿Es ésta una respuesta de Jesús a los adversarios, que se burlaban de su «éxito•? ma

Semejanza (semejante). El hombre ha sido hecho por su Creador «a -> imagen y semejanza• de Dios (cf. Rom 1,23), de modo que refleja su origen. Cada individuo particular refleja, además, la humanidad total. Cada uno vive «una transgresión semejante a la de Adán• (Rom 5,14). Todo hombre se ha alienado de sí mismo y de su origen.
Con su -> resurrección, Cristo ha abierto una nueva dimensión; el que ha sido bautizado en su --> nombre se ha hecho una cosa con él «por una muerte semejante a la suya• y tendrá también una resurrección semejante (Rom 6,5). El bautizado reproduce en su vida la muerte de Cristo; vive la existencia de Cristo, que fue una existencia por los demás. En su -> consumación reproducirá también la nueva vida de Cristo. Aquel que sigue a Cristo, es imagen de Cristo. Aquello que Cristo ha comenzado y posibilitado con su muerte, debe insertarlo el cristiano en su vida. «Dios envió a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado• (Rom 8,3); Jesús compartió enteramente la vida de los hombres, recorrió sus caminos hacia la --> alienación, para posibilitarles una --> patria en Dios. Se hizo objeto, cosa. Justamente así venció al mundo «cosa• y abrió brecha en él para el tú de Dios.
Esto mismo dice el himno a Cristo de la carta a los filipenses: «se hizo semejante a los hombres• (2,7). Fue totalmente hombre y aceptó obedientemente el destino humano: la muerte, el abandono y la impotencia. gr

Semilla. La semilla, que encierra en sí la plenitud de la vida futura, permite adivinar algo del poder creador de Dios (Gén 1,11s); el mismo Dios prometió a Abraham que su «semilla. (su descendencia) sería tan numerosa como las estrellas del cielo (Gén 15,5). Su -> bendición descansa en la semilla de los justos, mientras que la semilla de los malvados perecerá por entero (Sal 37,2628).
Dado que Israel se ha convertido en semilla de malhechores (Is 1,4), debe ser arrancado, hasta que no quede más que un tocón, que será «semilla santa• Os 6,13).
En el Deuteroisaías la semilla que brota es imagen de la creciente salvación (Is 45, 8; 55,10) que la palabra de Dios — como lluvia fertilizante—hace surgir.
Desde este fondo deben verse las parábolas del crecimiento de Jesús (-> Parábolas). La palabra (del reino Mt 13,19) es la semilla esparcida, que se manifiesta prodigiosamente fecunda (Mt 13,8.20), sin que intervenga ya más el sembrador (Mc 4,35ss): fiado en la fuerza divina de su mensaje, puede Jesús dejar confiadamente a otros la --> cosecha (Jn 4,35-38). Más aún, es necesario que él se vaya: él mismo es la semilla, que debe caer en tierra y morir, para producir mucho fruto (Jn 12,24).
En Pablo, la semilla que brota es imagen de la -> resurrección del cuerpo (1Cor 15,36ss). ur

Semitas. Grupo de pueblos del Asia anterior, pertenecientes a una misma familia lingüística, y a quienes se hace descender de -> Sem (Gén 10, 21ss).
Generalmente se distinguen tres grupos de lenguas semitas: 1) La semita oriental o akkadia, hablaba en diferentes dialectos en Asiria y Babilonia; 2) la semita nordoccidental, hablada en Siria y Palestina (a la que pertenece el --> hebreo); 3) la semita suroccidental de Arabia y Etiopía. we

Senaquerib. Rey asirio (704-681 a.C.), hijo de Sargón, que conquistó Palestina, pero no pudo apoderarse de Jerusalén (2Re 18s; Is 36s); deportó a muchos judíos e impuso a -> Ezequías pesados tributos. pa

Senir --> Hermón.

Seno. En el seno materno son llevados los niños (Gén 25,24), en él se alimentan hombres y animales (2Sam 12,3.8). Poner al recién nacido sobre el seno significa recibirlo dentro de la familia (Job 3,12). Con esta palabra se Indica el claustro materno, cuya fecundidad abre (Gén 29,31) o cierra (1Sam 1,5; Job 3,10) Yahveh. El seno es la sede de las sensaciones (Sal 89,51). go

Seno de Abraham. El fondo de este motivo se encuentra en las concepciones judías (Lc 16,22). El -> seno (o el
pecho, cf. Jn 13,25) es imagen de un puesto honorífico en las comidas hospitalarias. En los escritos de los padres de la Iglesia, el seno de Abraham indica el lugar asignado a los justos en el mundo subterráneo o sheol.ba

Sentencia de mensajero. Aquel que transmitía un mensaje debía atenerse, en la antigüedad, a una forma especial: debía hablar en primera persona, repitiendo las palabras de quien le enviaba como si este último hablara con quien recibía el mensaje. La sentencia del mensajero comenzaba con «así habla.. En el Antiguo Testamento, hallamos toda una serie de sentencias profanas de este género (Gén 32,4ss). Pero en la predicación profética este género ha recibido un significado especial. Ser --> profeta quiere decir, en esencia, ser enviado, --> mensajero de Dios. En consecuencia, los profetas citan no raras veces el mandamiento divino de ser mensajeros que les ha sido impuesto. Con frecuencia se encuentra, antepuesta a la sentencia que Dios quiere comunicar, una expresión de represión o de --> exhortación, que ilumina bien la situación. Como fórmula de transición pueden hallarse las palabras «por esos y la sentencia del mensajero: «así ha hablado Yahveh.» Como conclusión, se encuentra a veces la fórmula «así habla Yahveh» o «sentencia de Yahveh». pa

Sentencia demostrativa. La designación «palabra profética de la demostración que Dios hace de sí mismos,llamada abreviadamente sentencia demostrativa, es una de las formas de hablar de los profetas. Aparece por primera vez en. 1Re 20 y es muy frecuente en el libro de Ezequiel. La sentencia demostrativa consta de tres partes: A un discurso introductorio de fundamentación, sigue una --> profecía, que concluye con la sentencia a que tiende el discurso: «conocerás que yo soy Yahveh». Este tercer elemento, es decir, la fórmula de conocimiento, es un elemento característico de las sentencias demostrativas. En efecto, la intención del profeta no es anunciar de antemano un evento, sino poner de relieve un acontecimiento histórico, como demostración que Yahveh hace de sí mismo. Lo que Yahveh revela a través de su intervención en la historia es su reclamación de poder absoluto. Se revela en el hecho como aquel que en el culto es venerado como Dios único y se presenta a sí mismo con el «Yo soy Yahveh», es decir, el poderoso. Desde —> Ezequiel y el --> Deuteroisaías, se espera cada vez más insistentemente un acontecimiento del tiempo final como demostración definitiva de esta reclamación de poder absoluto por parte de Dios: el resplandor de la —> gloria de Yahveh a los ojos de todos los pueblos. pa

Sentencia numérica. Forma estilística muy estimada en el antiguo oriente y que se encuentra también en la literatura israelita. Una serie numérica (uno, dós, tres, cuatro, etc.) forma el esquema para la enumeración expresiva: obras de Dios (Sal 62,12s; Job 13,20-22), cosas admirables (Prov 30, 18s), grandiosas (Prov 30,24-31), odiosas (Am 1,3-2,6), temibles (Job 5,1922; Prov 30,15s.21-23). he

Sentencias de los padres (hebr. pirqe abot). Tratado haggádico de la mishna que contiene sentencias de los padres a partir de Moisés e intenta legitimar la teología farisea y rabínica a través de una línea ininterrumpida de tradición. Las sentencias de los padres mantienen un elevado nivel religioso y ético y siguen las huellas de Prov y Ecl. Fueron leídas en el servicio cultual judío y ,son un testimonio expresivo de la seriedad y profundidad de la piedad judía en la época neotestamentaria. he

Sentencias proverbiales (colección de). Las sentencias proverbiales son, en el Antiguo Testamento, sentencias a modo de proverbios compuestas según las reglas de la poética. Estas colecciones abarcan los distintos ámbitos de la vida, ya de un individuo concreto ya de la colectividad. No es tarea fácil marcar los límites exactos de cada uno de los géneros de sentencias proverbiales. De acuerdo con O. Eissfeldt, se distinguen: sentencias jurídicas, cultuales, proféticas y sapienciales; pero esta agrupación no es siempre absolutamente correcta. Otras formas son las sentencias de jactancia (p. ej., 1Sam 17,44, Goliat a David), las satíricas (Os 9,7), las bélicas, destinadas a animar en la batalla (2Sam 10,12) o que guiaban a ella (Ex 17,16).
Las colecciones de sentencias proverbiales son sentencias, bien meramente yuxtapuestas, bien reunidas en torno a un tema determinado. Forman una buena parte de la literatura sapiencial bíblica. —> Proverbios (libro de los). ba

Sentencias «yo soy». En el Evangelio de Juan se halla una serie de sentencias de Jesús que se introducen con la —> fórmula «yo soy• y desembocan en una imagen: yo soy la --> luz del —> mundo, el --> pan de —> vida, la —> vid verdadera, etc., y muestran un parentesco con ciertas frases veterotestamentarias en que Yahveh habla en primera persona. Probablemente, la primitiva Iglesia ha expresado el singular requerimiento de Jesús con fórmulas veterotestamentarias referidas a Dios. Las imágenes que forman parte de estas sentencias «yo soy»: luz, pan, vid, vida, etc., no son veterotestamentarias. Acaso se hallen tras ellas algunos conceptos gnósticos (--> Gnosis). Lo importante es que con estas imágenes, que están revalorizadas mediante la adición del artículo o de un adjetivo (la vid verdadera, el pan vivo), Jesús plantea la insuperable pretensión de ser el revelador absoluto y el único dispensador verdadero de la vida. —> Revelación. ba

Sentido de la Escritura. Como documento histórico, la —> Biblia ha de ser concebida e interpretada, en primer término, de una manera objetiva, con la ayuda de los muy difíciles métodos de la moderna ciencia histórica. Sólo desde la concreta situación histórica de un escrito, esto es, sólo desde las circunstancias concretas del autor y de sus destinatarios, se puede hacer luz sobre el sentido histórico de la Escritura. En los principios de la moderna —> ciencia bíblica, seguida inicialmente con escepticismo por los dirigentes eclesiásticos, la —> investigación criticohistórica, única adecuada a la moderna concepsión de la historia, ha obtenido la posibilidad adecuada de consagrarse al estudio científico de la Biblia. Los contrastes de las diversas afirmaciones bíblicas que esta investigación descubre y la moderna teoría científica del conocimiento, que sólo puede establecer la objetividad de las afirmaciones propiamente teológicas, se encuentran en clara tensión con el hecho de que los escritos coleccionados en el —> canon constituyen la única —> Sagrada Escritura. De aquí se deduce que es preciso reconocer a las historias narradas un sentido que, de alguna manera, va más allá de la concreta situación histórica de los textos. Este sentido intentan investigar los estudios teológicos de la Escritura como sentido propio. Los nombres dados a este sentido son diferentes según las diversas escuelas teológicas y sus métodos, e incluso dentro de un mismo sistema pueden establecerse distinciones (sentido tipológico, sensus plenior, etc.). Todos ellos tienen el intento común de conservar los requerimientos de la Escritura más allá de su tiempo concreto, de suerte que en ocasiones se llegó a descuidar el sentido histórico (--> Exégesis alegórica). Aun cuando este camino esté hoy día cerrado, también es cierto que la interpretación teológica de la Escritura sólo puede perseguir aquel sentido histórico que puede ser llevado hasta su significado actual y propio (—> Interpretación existenciaria). Ante el hecho de una historia y un mundo presentados unitariamente, resulta cada vez más difícil definir este sentido propio y único de la Escritura en la época actual. Sin embargo, la predicación bíblica no puede dispensarse del problema de cómo pueda entenderse el acontecimiento de Jesús de Nazaret como hecho decisivo para todos los hombres y para todos los tiempos. El conocimiento de este sentido de la Escritura del mismo Cristo. tr

Sentido literal. Llamado también muchas veces sentido de las palabras, es el sentido que el escritor bíblico intenta y quiere expresar con las palabras que emplea. Pablo y los padres de la Iglesia lo llaman «letra» y vale poco, comparado con el «espíritu» o sentido espiritual. Con todo, el sentido literal es el sentido intentado por Dios, ya que el autor humano dice lo que Dios quiere decir. La misión primera de los exegetas es establecer bien este sentido, con ayuda de los medios y métodos científicos disponibles. El sentido literal es el que se desprende inmediatamente de las palabras; en el sentido literal impropio, las palabras tienen un significado figurado o trasladado. —> Exégesis. ba

Sentido típico. La primitiva Iglesia aceptó el Antiguo Testamento como su propia --> Sagrada Escritura, cuyo significado le fue abierto en pentecostés. Desde la perspectiva de la resurrección se descubre toda la Escritura como introducción al acontecimiento de Cristo; además, se encuentran semejanzas concretas en personas, acontecimientos o instituciones que pueden ser entendidos como tipos (--> Tipología), es decir, como formas anticipadas de la nueva época salvífica, bien que la realidad neotestamentaria sobrepuja ampliamente la precedente imagen veterotestamentaria (p. ej., la comparación entre Adán y Cristo). Esta visión unitaria de la historia de la salvación, que permite descubrir el sentido más hondo del Antiguo Testamento en su orientación a Cristo, hace que los escritos veterotestamentarios mantengan su validez como libro de la Iglesia, frente a la apasionada negación del mismo por Marción en el siglo II (—> Canon). En oposición al alegorismo característico de la —> escuela alejandrina, en el sentido típico no se atribuye un valor relativo a la historicidad de las cosas narradas en el Antiguo Testamento; al contrario, así es como la historia alcanza su sentido pleno por el --> cumplimiento del Antiguo Testamento en Cristo. --> Sentido de la Escritura. tr

Sentimiento nacional. El sentimiento nacional de --> Israel hunde sus raíces en la conciencia de ser el pueblo escogido y en la alianza divina. Mediante la —> alianza surge, de una nueva vinculación tribal, una unidad nacional; y, en virtud de la conciencia de ser pueblo de Dios, toda experiencia nacional alcanza un significado religioso. Israel no siempre supo evitar los peligros de un falso nacionalismo, que se creía con especiales derechos a intervenciones salvadoras de Dios.
ba

Señal. En el uso lingüístico griego la señal, como indicación o signo cognoscitivo, insinúa una realidad cuyo conocimiento facilita. Un concepto formal similar se encuentra en el Antiguo Testamento. Así, p. ej., el «arco en las nubes. es una indicación, y hasta una prenda, de la fidelidad de Dios a la alianza hecha con Noé y sus descendientes (Gén 9,12ss). En las •acciones simbólicas• de los —> profetas veterotestamentarios, se presupone una relación aún más estrecha entre la señal y lo señalado, a saber, la percepción intuitiva del poder eficaz de la misma señal, que surge del ámbito del rito sacro. El hecho, p. ej., de que Ezequiel no entone cantos fúnebres por su mujer es una anticipación del destino futuro de Israel, cuya realización se inicia ya con la señal misma.
Además de esto, la señal es también predicación dirigida a los contemporáneos, lo cual constituye una de las características de la profecía clásica. La señal de Ezequiel no expresa tan sólo lo que sucederá en el futuro; es ya, para el vidente, formación presente de lo que ha de venir.
En los sinópticos, predomina la concepción formal de la señal como indicador o signo cognoscitivo. La apocalíptica conocía algunos acontecimientos determinados como señal del final de este eón.; en Mc 13, Mt 24 y Lc 21 se presupone este modo de ver las cosas. En Mt 12,38ss, el concepto aparece con el significado de signo cognoscitivo o prueba: —> Jesús debe legitimarse a sí mismo ante los judíos con una señal. Pero él responde con «la señal del profeta Jonás•, es decir, con la señal que es la figura misma de Jonás, a saber, como indicación de que Dios está presente en su predicación penitencial (—> Jonás [señal del).
En Jn se encuentra la palabra señal con un determinado sentido, como —> milagro que hace Jesús en su —> gloria. Cierto que estas señales no prueban inequívocamente que él sea Hijo de Dios. Sólo para quien conoce la «hora» de la pasión de Jesús, es decir, para el creyente, son comprensibles estas señales, en cuanto revelación del amor de Dios al mundo pecador (Jn 2,1ss). win

Señor. La palabra griega kyrios designa originariamente al que poseía esclavos, al señor de pueblos sometidos, al tutor legal. Más tarde, en el helenismo, se aplicó también la palabra para designar a los dioses, indicando así que les competía el poder y el derecho. Este soberano señorío desborda ya el mundo espiritual griego y alude al antiguo oriente. En los LXX «Señor» es casi siempre la traducción del nombre divino de --> Yahveh y expresa la conciencia de pertenecer al grupo de aquellos que veneran y confiesan a Yahveh como su Dios. Señor es, en el Antiguo Testamento, un concepto personal que indica la relación de los creyentes con --> Dios, no es, pues, una expresión ontológica que refleje la esencia de Dios como soberano.
En el Nuevo Testamento se emplea la palabra con diversos significados: en la esfera social, para designar a una persona como dueño o soberano; en la esfera sacra, como designación de Dios o de los dioses; en la política, como atributo del césar y como título de --> Cristo. Sólo esta última acepción tiene importancia en la predicación neotestamentarla.
1. De entre todos los escritos neo-testamentarios, donde con mayor consecuencia se emplea el título de Señor referido a Cristo es en las epístolas paulinas, que quieren expresar de este modo la fe en la significación de --> Jesús. Pablo llama Señor a Jesús cuando quiere referirse a él en cuanto ascendido a los cielos: «Por eso le ensalzó Dios y le dio un nombre que es superior a todo nombre... para que toda lengua confiese, para gloria de Dios Padre: Jesucristo es Señor» (Flp 2,9.11). En cuanto exaltado, tiene el Señor autoridad (1Cor 14,37), es --> juez (1Tes 4,6), es, sobre todo, Señor de sus —> siervos (2Cor 10,8) pero, en el fondo, también de los demás hombres (Rom 10,12). Esto se manifestará con toda claridad cuando venga definitivamente (1Tes 4,15ss).
El título de Señor es en Pablo un concepto de relación: el hombre depende del Señor; al mismo tiempo, el Señor es aquel por cuyo medio Dios ha intervenido y sigue interviniendo en el mundo con su acción salvadora. En este punto, Pablo no establece distinciones entre Dios y Señor. Jesucristo ejerce frente al mundo la omnipotencia de Dios, con el fin de someter a Dios el mundo reconciliado y juzgado (1Cor 8,5-6).
2. El nombre de Señor le fue aplicado a Jesús a través de un lento proceso. La —> comunidad primitiva, que conocía y confesaba a Jesús como el resucitado (--> Resurrección), le consideraba «a la --> diestra de Dios» y adquirió por este camino, más allá de la relación de maestro y discípulo, una intelección religiosa fundamentada en la --> fe. Cuando los discípulos se identificaron a sí mismos como los --> siervos de las —> parábolas, se estaba ya cerca de aplicar al mismo Jesús sus sentencias sobre el Señor (p. ej., Mt 13,27). Esta Idea venía impulsada, además, por la experiencia del requerimiento de Jesús de ser seguido incondicionalmente (--> Seguimiento). Cuando en la vida de fe de la primitiva Iglesia, en la predicación del —> Evangelio, en la —> oración, en el --> banquete del Señor, en la actitud de amor hacia los --> hermanos y hacia los --> enemigos, en la comprensión conjunta de sí misma, del mundo y de Dios, Jesús fue apareciendo como el punto céntrico absoluto de las comunidades, superior en todo a todos los vínculos precedentes, se estaba cerca de aceptar, referido a Jesús, el título de Señor de tradición religiosa. Este título fue tomado en el ámbito cristiano en su sentido absoluto y expresaba la soberanía ilimitada, universal y divina de Jesús (Mt 28,18).
3. En los escritos más recientes del Nuevo Testamento, el título de Señor aparece como algo ya evidente: todos los pasajes de los LXX que hablan de Yahveh como Señor son aplicados, sin vacilación alguna, a Jesús. Esto quiere decir que se reconoce que en Jesús Dios obra del mismo modo que el Antiguo Testamento proclama de Yahveh. Dios envía al Señor (cf. Sal 110,1) definitivamente para hacer surgir la --> plenitud del tiempo hasta entonces cerrada, y para recapitular en Cristo, como cabeza, cuanto hay en el cielo y en la tierra (Ef 1,10). Al mismo tiempo, el •Hijo» envía al --> Espíritu (Act 2,33) y guía de tal modo a la comunidad cristiana que ésta puede decir: •El Señor es el Espíritu» (2Cor 3,17). En la teología historicosalvífica del mundo y cristológica eclesial de las cartas a los efesios y a los colosenses, esta idea alcanza su punto culminante (Col 1,18-20). En la oración al Señor (2Tim 2,22) consigue esta perspectiva una expresión religiosa personal.
4. Cuando el Nuevo Testamento llama Señor a Jesucristo, expresa al mismo tiempo la situación de los hombres ante Dios; en la fe en el Señor Jesucristo se reconoce el hombre a sí mismo como siervo de Dios, siervo de por sí incapaz de alcanzar la salvación, de modo que ve la razón de su existencia no en sí o en el mundo, sino en Cristo (--> Justificación). Dado que ya el concepto precristiano de Señor incluía el significado de algo absoluto, en el uso cristiano le advino
1475 al Señor Jesucristo, redentor y soberano, un significado total y exclusivo. Quien sirve al Señor, no puede al mismo tiempo servir a otros •señores» (cf. Mt 6,24). Esto dio al naciente cristianismo un rasgo singular, sobre todo por su oposición a las absolutas pretensiones del —> culto al césar de Roma y, ya antes, frente a los fanáticos partidarios de la ley en el judaísmo (—> Judaizante).
El concepto de Señor procede de un uso lingüístico religioso ya acuñado anteriormente (parte en el helenismo pagano y parte en los LXX). La Iglesia primitiva lo hizo suyo y lo aplicó a Jesús, para expresar su fe en la realidad nueva, de exigencias absolutas, acontecida en Jesús. Dado que con la evolución y transformación de las estructuras sociales e históricas todo •señorío» es hoy relativo y se ha hecho problemático, ya no puede emplearse este término de Señor como en épocas de sometimiento indiscutido bajo una soberanía absoluta. Este cambio debe reflejarse también en la intelección y uso del título cristológico de •Señor», si no se quiere que la confesión de Jesucristo como Señor aparezca como cosa anticuada.
Quien confiesa a Jesús como su Señor quiere decir con ello que acepta la concepción de Jesús sobre Dios, sobre el mundo y sobre sí mismo (--> En Cristo). Y quien se considera así referido a Cristo y se mantiene abierto a lo por venir y definitivo (--> Existencia escatológica), se siente y experimenta a sí mismo como persona que sirve en --> libertad. En este libre servicio se reconoce referido a los demás hombres, con los que se encuentra vinculado precisamente a través del Señor. Consciente de la —> filiación divina, el cristiano se siente responsable frente al mundo y frente a toda realidad terrena. hi

Señor de los ejércitos —> Sebaot,

Septuaginta (LXX o los Setenta). Colección de los libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento y de los canónicos traducidos al griego.
Dado que los judíos de la diáspora helenística de lengua griega no podían entender ya el texto hebreo del Antiguo Testamento, se emprendió en el siglo III, en Alejandría, la tarea de traducirlo al griego, comenzando por la --> tora (-4 Aristeas) y luego, progresivamente, los restantes libros canónicos. En el judaísmo se tuvo en alta estima y se difundió ampliamente esta traducción; pero en el siglo II d.C. fue rechazada y sustituida por otras (Águila, Teodoción, Símmaco), debido a que la Iglesia aceptaba los LXX y fundamentaba en esta traducción sus propios dogmas. Para hacer frente a la polémica judía, reelaboró Orígenes, en sus grandes obras de crítica textual, las numerosas variantes de los LXX y las acomodó al texto hebreo. Pero no alcanzó su meta de unificar el texto, de modo que pronto se necesitaron nuevas reelaboraciones críticas (Hesiquio, Luciano).
La importancia de la traducción de los LXX radica en que hizo accesible el Antiguo Testamento al mundo cultural griego de la época helenística y preparó el camino a la misión cristiana. we

Sepulcro. Pertenecientes a todas épocas, pueden encontrarse grutas sepulcrales en numerosas cuevas de Palestina (cf. Gén 23,19; 49,29-32); sus formas van desde las simples sepulturas, cuya boca era obstruida de nuevo, hasta los sepulcros artificiosamente construidos, con un vestíbulo al que se ascendía por escaleras y la cámara sepulcral propiamente dicha, en la que los muertos eran colocados sobre bancos a lo largo de los muros o depositados en nichos que se tapaban con una losa.
Junto a estos sepulcros existió también, sobre todo en la época primitiva, el sepulcro sencillo de tierra, recubierto
1477 de arena (y piedras) y circuido de una hilera de piedras. A los niños pequeños se les sepultaba también en cántaros (llamados •sepulcrales•), que se depositaban en las paredes de la casa, en las cavernas funerarias o en los cementerios.
Los sepulcros más costosos excavados en la roca sólo podían costearlos las familias ricas, que los utilizaban durante siglos. Los huesos se reunían en un lugar común y más tarde en una caja individual (osario). El ataúd no se hizo común hasta la época rabínica.
Los monumentos funerarios fueron poco usados entre los israelitas (Gén 35,20); en la época grecorromana se hicieron más frecuentes (1Mac 13,27; Mt 23,29). Los sepulcros familiares se construían muchas veces en el terreno de su propiedad (Gén 50,5; 1Sam 25,1; 2Re 21,18), y más frecuentemente dentro del poblado. Pero la costumbre más difundida, y después del exilio obligatorio, era enterrar a los muertos fuera de los muros de la ciudad.he

Sepulcro vacío. Los Evangelios hablan del sepulcro vacío de Jesús para confesar su —› resurrección. Ahora bien, el sepulcro no se aduce como prueba de la resurrección de Jesús, sino como insinuación y signo de la misma (Schlier). La fe en la resurrección de Jesús no nace del sepulcro vacío, pero es el medio por que el resucitado da testimonio de sí (Nauck). De aquí que el relato del sepulcro sea sólo un dato adicional del kerygma de la resurrección de Jesús y constituye un temprano elemento interpretativo del acontecimiento de la resurrección, material lingüístico para la confesión del resucitado. El interrogante sobre la verdad histórica del sepulcro vacío no puede resolverse ni en sentido positivo ni en negativo. En el sentido bíblico lo único que hay que preguntarse es qué es lo que quiso decir el nuevo Testamento con sus relatos sobre el sepulcro vacío, que es lo que confesaba y creía: que la muerte de Jesús en la -> cruz no era el fin. Su muerte por los otros demostró ser una vida nueva y permanente. -> Apariciones del Resucitado. gr

Sepulcros de los jueces. Conjunto de 59 sepulcros situados en las rocas, al norte de Jerusalén; proceden de la época helenística y desde la Edad Media se les consideraba cementerios de los miembros del sanedrín. we

Sepulcros del apetito (quibrot-aht-taava). Campamento de los israelitas de la época de la marcha por el desierto, en el que obtuvieron codornices para alimentarse (Núm 11,34s; Dt 9,22). he

Serafín (hebr. «abrasador»).
1. Seres celestes, representados con rostro humano, manos y seis alas, que rodean el trono de Yahveh entonando alabanzas; son intermediarios entre Dios y los hombres (Is 6,2-7).
2. Serpiente abrasadora y venenosa (Núm 21,6-9; Dt 8,15).
3. Un dragón volador (Is 14,29; 30,6). he

Serenidad. El cristiano es un hombre que sabe que viene de -> Dios y va a Dios. Cree y confiesa que su Creador le guía y dirige (--> Gobierno divino de la historia). Ya el pueblo de Dios vivía en esta serenidad y seguridad de que Dios está con él, que conoce sus --> caminos y que estos caminos son los acertados. Esta calma y serenidad da al hombre veterotestamentario una gran confianza en su existencia. La serenidad sólo es posible por la --> confesión de que -> Cristo --> Jesús ha muerto por el mundo, de que en él se ha prometido Dios definitivamente a su creación, en él está Dios presente para ayudar a todos los hombres. Esta serenidad quiere también Jesús de sus -> discípulos (Mt 6,25). El Creador cuida de sus criaturas; cuida de las flores del campo y de las aves del cielo (Mt 6,26.28). ¿Cuánto más se cuidará de los hombres! Esta sentencia de Jesús no habla en modo alguno el lenguaje de la pasividad o del fatalismo; reconoce, por el contrario, que Dios se preocupa y cuida de todos y cada uno de los hombres. Sólo desde esta serena confianza puede surgir la acción y el obrar humano independiente. Nunca esta calma serena puede degenerar en fatalismo; dejaría de ser cristiana.
Pablo expresa esta serena confianza con otro lenguaje: •Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?» (nom 8,31). •¿Quién nos puede separar del --> amor de Cristo?» (8,35). El cristiano sabe en todas sus -> decisiones y acciones que Dios quiere estar a su lado para ayudarle, siempre que él quiera hacer otro tanto por sus ---> hermanos. gr

Seres mixtos. Seres mitológicos mitad hombre y mitad animal, que representan así las fuerzas que desbordan el ámbito de las esencias naturales. Estas representaciones tuvieron amplia difusión en Egipto y Asiria. La Biblia conoce el —> querubín (cf. Gén 3,24; Ex 25,18; 1Re 8,6ss, etc.) y el -> serafín (Is 6,2) como seres alados. go

Sermón de la montaña. La expresión sermón de la montaña designa una colección de discursos que resume las enseñanzas morales de los —> discípulos de Jesús. En el complejo de discursos ampliamente explanados de Mt 5-7 habla el mismo espíritu que en las sentencias concisas de Lc 6,20-47. Esta «—> moral bíblica» no debe considerarse en modo alguno como una •moral de excepción» que quiera poner ante los ojos de una manera idealista la plenitud de la moralidad. No es válida tan sólo para hombres especialmente dotados por la gracia, para los genios religiosos o para un corto «tiempo intermedio» hasta la parusía definitiva del Señor (--> Nueva venida). Por el contrario, las exigencias del sermón de la montaña se dirigen a todos los hombres y son como condiciones previas para admitir en el -> reino de Dios a los •hijos y las hijas de Dios».
Mateo sintetiza en el sermón de la montaña el siguiente contenido de la predicación.
1. La —> existencia escatológica: el tema es colocado de forma programática al principio por medio de las —> bienaventuranzas (5,3-12) y se le encuentra a lo largo de todas las sentencias del sermón, que anuncia de este modo la moral del -> reino de Dios hecho ya realidad presente y al que debe enderezarse la vida humana en el mundo.
2. El ser para los otros (—> Prójimo): todas las sentencias morales se agrupan en torno al mandamiento del -> amor, que radicaliza la apertura del —> «yo» al —> •tú» de los demás (--> Amor a los enemigos) e incita a la realización plena de la auténtica personalidad.
3. Obediencia radical: esta apertura debe conservarse también frente a Dios, en la --> audición de su -> palabra. Aquí se •cumple» la —> ley veterotestamentaria, que en el ámbito judío había pasado a convertirse en un poder sacro.
4. La ética de sentimientos: las exigencias del sermón de la montaña no se orientan en primer término al cumplimiento de detalles particulares; tampoco constituyen una especie de sistema moral que abarque casuísticamente todos los ámbitos de la vida humana. Lo decisivo son los sentimientos de —> fe personal, la orientación de la misma, que pone su sello en toda la vida.
5. —. Decisiones definitivas: las decisiones necesarias, que pueden plantear sus exigencias en cualquier instante, tienen carácter de validez definitiva, influyen en el destino definitivo del hombre que, como •discípulo» ha sido llamado a la -> filiación divina y, por consiguiente, a la colaboración y a la -> responsabilidad.
Los ejemplos aducidos por Mateo han sido seleccionados a título indicativo y están destinados a servir de ayuda a la comunidad cristiana para comprender el —> Evangelio de Jesucristo y llevarlo a la práctica de la vida cotidiana.
Además de los temas de predicación aducidos, que tienen significación actual para todos los tiempos, tenemos hoy acceso bajo una nueva forma al sermón de la montaña, si acertamos a comprender el movimiento de renovación de la Iglesia de nuestros días. Nos hallamos, en efecto, en una situación similar a la de las comunidades judeocristianas de Mateo, que evolucionaron desde la legalidad y religiosidad inmovilista del judaísmo hacia el cristianismo abierto del Evangelio, orientado a la fe personal. Es posible que los ejemplos del sermón de la montaña no respondan del todo a nuestro momento; otros problemas reclaman nuestra atención primaria y de ellos debemos salir airosos. Pero la orientación es siempre la misma y debe adquirir forma clara y definida en la Iglesia renovada. -> Sermón del llano. hi

Sermón del llano. El sermón del llano en Lucas responde al —> sermón de la montaña en Mateo. El nombre deriva del lugar donde el evangelista sitúa el discurso: mientras que en Mateo Jesús enseña •en un monte» en Lucas habla •en un llano» (Lc 6,17). Comparado con el sermón de la montaña (Mt 5-7), el sermón del llano (Lc 6, 20-49) es notablemente más corto. En lugar de las ocho bienaventuranzas de Mateo, Lucas trae solamente cuatro (los pobres, los hambrientos, los que lloran, los perseguidos), a las que se contraponen cuatro ayes» sobre los ricos, los hartos los que ríen y son respetados (6,20-26). La segunda parte reúne una serie de sentencias sobre el mandamiento del amor (6,27-36: amor a los enemigos, generosidad) y sobre los juicios (6,37-42: adventencia sobre los juicios precipitados por razón de la propia insuficiencia). Sigue la comparación del hombre con al árbol que produce frutos buenos y malos (6,43-46). Con la comparación del hombre que quiere construir una casa, finaliza el discurso (6, 47-49).
El modelo común del sermón de la montaña y del sermón del llano se remonta a una sola fuente 0, pero Mateo y Lucas han reelaborado con independencia, y de acuerdo con su propia intención teológica, el conjunto de sentencias transmitidas por la tradición. Así, el –> sermón de la montaña es ante todo una instrucción a los discípulos, mientras que el sermón del llano es una enseñanza moral dirigida a la muchedumbre. Además, en Lucas, que escribe para los helenocristianos, la polémica con los fariseos, central en el sermón de la montaña ha sido puesta por Lucas en otro contexto (p. ej., la sección relativa a la oración y como Dios la escucha en Lc 11,1-13; la advertencia frente a los excesivos cuidados terrenos en Lc 12, 22-34). gl

Serpiente. La serpiente pasa por ser un animal astuto (Gén 3,1) y, debido a su veneno (Sal 140,4), se la teme; por otro lado, se pone de relieve su prudencia (Gén 3,4ss; Mt 10,16). En Gén se presenta a la serpiente como animal maléfico, que acarrea la muerte. Gén 3,14s es una narración etiológica (— Etiología), que explica el peculiar modo de vida de la serpiente y su hostilidad hacia los hombres.
La serpiente tuvo significado cultual después que Moisés, por encargo de Yahveh, construyó una –> serpiente de bronce (Núm 21,4,91; 2Re 18,4). Acaso, en este pasaje, contemplar la serpiente refleje el símbolo de una divinidad con poderes curativos. go

Serpiente de bronce. Imagen de una serpiente, hecha de metal, representada frecuentemente bajo la forma de una serpiente que se enrosca en torno a una vara o mástil. La –> serpiente y su representación eran en el antiguo oriente símbolo salutífero de los dioses de la vida y de la salud. Núm 21,4b-9 quiere justificar etiológicamente el culto de la serpiente de bronce en Israel y, al mismo tiempo, privar a la serpiente de su carácter divino, ya que funda sus poderes en una palabra de Dios a Moisés. Bajo el influjo profético, este culto acabó por desaparecer en Israel (cf. 2Re 18,4). Jn 3,14 interpreta Núm 21,8 tipológicamente, aplicándolo al --> Hijo del hombre levantado en la cruz, por quien, aquel que le mira con fe, recibe la salvación. he

Servicio sacerdotal. Para «preguntar a Yahveh. (Dt 33) se recurría al –> sacerdote como intermediario ante Dios (y de Dios). El servicio sacerdotal consiste, pues, en primer término, en impartir oráculos, después también en enseñar la tora (más tarde función de los levitas y de las sinagogas) y, finalmente, en el servicio del altar (que fue cada vez más esencial). pa

Servicios --> Servir, --> Servidor.

Servidor. La palabra hebrea ebed (servidor, siervo, esclavo) puede significar en el Antiguo Testamento la esclavitud de Israel en Egipto (Éx 20,2), la sumisión a los dioses extranjeros (Éx 23,33) y la dependencia respecto del verdadero Dios (Jue 10,16). En todas estas situaciones se hallan el hombre sometido a alguien más fuerte. Su dignidad humana no consiste en que sea su propio señor, sino en reconocer sobre sí al verdadero Señor. Parecidamente se expresa Pablo: como servidor del --> pecado (Rom 6,17), el hombre queda privado de su dignidad y amenazado por la muerte. Como servidor de Cristo (1Cor 7,22), es hombre libre (Gál 5,1). Servidor de Dios puede convertirse en el título de gloria de los elegidos de Dios (Dt 1,5: los levitas; Sal 89,4: David; Jer 7,25: el profeta; Is 40ss: el siervo de Yahveh por autonomasia. Y otros muchos lugares). Siervos de Dios, Señor del mundo, son en último término todos los seres, también los poderes de la tierra que no le reconocen (Jer 25,9).
La palabra servidor recibe un importante contenido cristiano en 2Cor 3,6, donde Pablo se llama a sí mismo y a sus colaboradores «servidores de la --> nueva alianza•, poniendo así en claro que actúa por encargo de Dios, de quien deriva la aptitud y la justificación de su --> servicio. Pablo se califica a sí mismo y a Timoteo como diakonoi, literalmente «auxiliares•. En este mismo sentido utiliza la palabra griega doulos (siervo, esclavo; Gál 1, 10), en la que se acentúa con mayor fuerza aún la total dependencia respecto del Señor Jesucristo: «... ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gál 2,20). Aquel que tiene una misión, un --> ministerio en la comunidad, es sólo servidor (Mt 20,26). –> Señor es sólo –> Cristo. oh/hi

Servidores del templo. La institución de servicios inferiores en el culto, en la purificación del templo y en la vigilancia del mismo (–> Vigilantes del templo), se apoyaba en los antiguos esclavos del culto de los santuarios no israelitas (Jos 9,3ss). También en Jerusalén existieron estos «donados• (al santuario) como servidores de los levitas. pa

Servidumbre –› Esclavitud, --> Prestación personal.

Servir. Servir al Señor con temor (Sal 2,11) y alegría (Sal 99,2) es un precepto expreso del Antiguo Testamento (Dt 6,13). Este servicio es un conocimiento de su dominio (1Sam 7,3) y expresión de la total dependencia (Dan 7,10) del hombre frente a su Señor. Aquel que pone en duda el sentido de este servicio (Mal 3,14), se hunde en la demencia de su propia autonomía (Flp 3,19), de las normas y autoridades humanas (Rom 1,25) o de las «fuerzas naturales• (Gál 4,1-10) y es arrastrado a la servidumbre del --> pecado (Rom 6,16-20). De esta servidumbre sólo el Señor puede «rescatar•. Los servidores así adquiridos por Cristo viven desde este momento en el estado de «libertos• (1Cor 7,22s). Pero esta –> libertad nuevamente conseguida no significa en modo alguno de todas las normas obligatorias ya que, en última instancia, el hombre es siempre un ser dependiente. Un desarraigo de esta índole vendría a equivaler a muerte y corrupción (2Pe 2,19). Ser libre por Cristo significa exactamente: poder servir en libertad (Rom 7,5s). Sólo que este servir no es ya un deber; no es esclavitud, sino amistad (Jn 15,14) y colaboración (1Cor 3,9) con el Señor Jesucristo. Desde ahora, el acto fundamental y más perfecto de los redimidos será no sólo la disposición a servir a Dios o a Jesucristo, sino también el amor servicial de los cristianos entre sí (Gál 5,13). En 1Cor 9,19, Pablo propone su propia conducta como ejemplo: renuncia a todo tipo de dependencia financiera, para poder ponerse entera y totalmente al servicio de la proclamación del –> Evangelio. Sigue así el ejemplo de Cristo «que no vino a ser servido, sino a servir• (Mt 20,28). Con su conducta, el Señor estableció una nueva norma: «Aquel de entre vosotros que quiera llegar a ser grande, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo vuestro• (Mt 20,26s). Y esto marcó una huella profunda en la comprensión de sí mismos de los primeros cristianos (cf. 1Tim 1,12).
El término bíblico «servir• es una expresión figurada, que pretende plasmar y sensibilizar las relaciones personales. Servir significa comprometerse con toda su existencia en favor de otros y estar determinado por este compromiso. Esto es reconocido en la Biblia como cosa esencial para el hombre. Dado que el hombre es persona libre, en su responsabilidad va incluido el cómo de su servicio. En cuanto criatura, depende enteramente de Dios y debe afirmar este hecho en su libertad y realizarlo en su vida. Cuando quiere rehuir esta dependencia, fracasa (Mt 6,24). Cuando advierte su fracaso y busca la salvación, le sale al encuentro la llamada a la conversión de Cristo. Si cree al Evangelio y le sirve, se inserta de nuevo en el orden primigenio. Pero ya no siente este servicio como obligación, pues, por el ejemplo de Cristo, experimenta que la suprema forma de autorrealización humana es el amor servicial del hombre libre. Si se mantiene dentro del orden de Dios, está capacitado para encontrarlo todo en el amor: y quien todo y a todos encuentra en el amor, permanece en el orden de Dios. El cristiano no puede salir de este campo de tensiones. hl

Set (hebr. «sustitución»). Hijo de —> Adán, a quien le nació para llenar el lugar del asesinado --> Abel (Gén 4, 25s). La llamada lista de los setitas (Gén 5) enumera, desde Adán a Noé, diez generaciones con un elevado número de años de vida. Lc 3,38 menciona a Set entre los antepasados de Jesús. --> Listas de nombres. we

Setenta. Como resultado de multiplicar diez por siete, es el número ideal de la plenitud y perfección. Gén 11 enumera setenta pueblos sobre la tierra. Jacob tiene setenta descendientes (Gén 46,27; Éx 1,5). Setenta ancianos representan al pueblo ante Yahveh (Éx 24,1.9-11); setenta israelitas soportaron, con Moisés, la carga del pueblo (Núm 11,16s). Setenta años duró la cautividad de Babilonia (Jer 25,11s; 29,10) y otro tanto el juicio sobre Tiro (23,12ss). Dan 9,24-27 significa con este número un período temporal redondo y acabado.
También se encuentra, como número perfecto, el setenta y dos (doce por seis): setenta y dos eran los miembros del sanedrín. Jesús envió setenta y dos discípulos (Lc 10,1).
Setenta veces siete (según otras versiones, setenta y siete) indica la disposición perfecta del hombre al perdón que Jesús exige de sus discípulos (Mt 18,22) --> Septuaginta. he

Seto de la ley. La imagen del seto como protección se encuentra en la antigua literatura judía. La —> tora es para Israel el seto contra el —> pecado. Seto de la ley, o «seto en torno a la tora» son las disposiciones legislativas adicionales, establecidas por los rabinos, para proteger a la tora de toda trasgresión. Estas disposiciones forman parte de las «tradiciones de los antiguos» (cf. Mt 15,2) que, a partir del exilio, se añadieron a la tora escrita, para reinterpretarla de acuerdo con las nuevas situaciones que se iban produciendo. Según la tradición, los hombres de la «gran sinagoga» (cuya misión en la época postexílica consistía en la explanación de la ley) recibieron la tora y recomendaron: «Haced un seto para la tora.» En esto se apoyaban los —> fariseos. ba

Sexualidad. a) En el mundo del antiguo oriente era impensable una separación entre lo sagrado y lo profano. En la «pansacralidad» de las religiones primitivas (—> Hecho natural) el hombre entraba en el %mbito íntimo de la divinidad doquiera se daban manifestaciones de vida. La generación, el nacimiento y la muerte le ponían en contacto con fuerzás divinas de las que sólo podía sustraerse por el cumplimiento de ritos sagrados (--> Purificación). La divinidad, que de acuerdo con la concepción primitiva mantiene con la tierra una relación de «matrimonio sacro», es entendida como una potencia generadora, que fecunda la tierra con la simiente de la lluvia. El hombre consigue participar del poder divino de la fecundidad cuando imita el matrimonio de Dios con la tierra. Así, el mundo circundante de Israel, y especialmente el culto al —> Baal cananeo, está ampliamente dominado por una identificación de la sexualidad con la religión, tal como lo evidencian los objetos cultuales sexuales y la prostitución sagrada (--> Prostitución, —> Incontinencia). La fe de Israel mantiene una constante polémica contra todas las concepciones mágicas de la sexualidad y lleva a cabo en este terreno una radical —> desmitización y —> desacralización. A su concepción de la divinidad le es tan ajeno toda sexualidad, en el sentido de función sexual, que ni siquiera la imagen profética de Yahveh como esposo de Israel (p. ej., Os 2,2ss) puede ser interpretada en este sentido. Cierto que nunca estuvo Israel totalmente liberado de la fascinación de Baal, pero, frente a todas las tendencias míticas, concibió siempre la sexualidad como una realidad creada, no divina. Por eso, tampoco pudo ser nunca la sexualidad en Israel un medio para ir al encuentro de Dios; por el contrario, algunas veces era preciso abstenerse de todo acto sexual si se quería entablar una relación inmediata con Yahveh, p. ej., en el servicio del templo o en el santuario. -+ Guerra.
b) El relato yahvista de la —> creación y el pecado (Gén 2,4b-3,24) contiene la más profunda reflexión del Antiguo Testamento sobre la sexualidad. Dios no ve como buena la soledad del varón. Una vez puesto en claro que no le bastaba la compañía de los animales, le da la mujer como complemento y compañía que le conviene. El hombre la saluda, mediante un juego de palabras hebreo (varón-varona) como igual a sí y del mismo origen; no necesitan en su trato mutuo la protección y el decoro de los vestidos, no temen nada malo el uno del otro. Pero por el --> pecado se arruina esta comunión. El hombre intenta descargar su culpa sobre la mu
1489 jer y, en última instancia, sobre el mismo Dios (cf. Gén 3,12: «La mujer que me has dado por compañera...«); el —> matrimonio se convierte en relación de esclavitud y explotación. En contraposición a los cultos de la fecundidad y también a la bendición del escrito sacerdotal sobre la dualidad sexual (Gén 1,28), la sexualidad no se fundamenta aquí en la fecundidad, aun cuando la abundancia de hijos sigue en vigor como una especial bendición divina, incluso económicamente deseable.
c) Dado que el Antiguo Testamento no entiende la sexualidad como atributo personal para uso individual, sino como un don hecho a todos en orden a la -+ comunidad, la valoración de la sexualidad, particularmente visible en el derecho penal veterotestamentario, debe explicarse desde esta perspectiva. El pecado de —> Onán (Gén 38,8s) no es pecado contra naturaleza, sino un delito de propiedad contra la mujer, cuyo sentido existencial lesiona, y un robo contra el derecho, establecido por Yahveh, a la descendencia del pueblo de su propiedad. La pena capital contra el --> adulterio y la violación de una prometida, los castigos pecuniarios y la obligación de aceptar el matrimonio en los casos de difamación de la esposa y de violación de una joven no prometida (Dt 22,13-29), no pretenden tanto proteger la pureza del matrimonio, cuanto la posición jurídica de la mujer, sumamente amenazada. Las amonestaciones contra el --> incesto (Lev 18,6-18) son una valla protectora en el seno de una gran familia que habita en una misma tienda.
La prostitución cultual masculina o femenina (Dt 23,17s) y la sodomía(Dt 27,21) son crímenes castigados con la muerte. El hombre sexualmente mutilado •no puede entrar en la asambleade Yahveh (Dt 23,2). La sexualidad crea responsabilidad frente a la comunidad, de la que es fuente y origen.schü
d) La Biblia entiende la sexualidad como un don de Dios a los hombres, que procura a éstos la posibilidad del encuentro personal. La sexualidad no sólo marca al hombre externamente, sino que le penetra hasta sus capas más íntimas (—> Cuerpo) y orienta, por consiguiente, a la perscina total al •tú». Desde aquí, queda proscrito tanto el uso individual y monologante de este don comunitario, como el trato anónimo con prostitutas (1Cor 6,12ss) o la revocación de aquella promesa definitiva que se hace posible en el --> matrimonio por la sexualidad.
Allí donde se esquiva el tenor de las afirmaciones bíblicas mediante prácticas de otra especie, como, p. ej., en el caso de la poligamia, concedida sólo •transitoriamente. (Mt 5,32), o en la idea de una pureza cultual (Mt 15,17ss), hay que considerar los pasajes del Nuevo Testamento como una corrección. tr

Shadday. Designación veterotestamentaria de la divtnidad; se encuentra particularmente en los textos antiguos o arcaizantes y significa •excelso». Los LXX traducen la palabra por kyHos (Señor) o pantokrator (dominador absoluto). Shadday es muchas veces un distintivo característico de Dios Padre, añadido como sobrenombre a —. El (Gén 17,1; 28,3; Éx 6,3). Pero se le encuentra también como nombre independiente de la divinidad, sobre todo en Job. he
Shammay. Contemporáneo y adversario doctrinal de --> Hillel; fundó y dirigió una importante escuela de rabinos (los shammaítas). Su interpretación de la tora era extremadamente rígida. he

Shekina. Con esta palabra se describe (cf. Dt 12,11 y muchos otros pasajes veterotestamentarios y rabínicos) la morada del nombre de Dios en el —> templo. Se quería evitar así hablar del —> nombre de —> Elohím y -+ Yahveh. pa
1491 Shema (hebr. «¡oye!»). Confesión y principal de las oraciones judías, que empieza con las palabras: «¡Oye, Israel! El Señor es nuestro Dios, el Señor es único.» Esta oración, nacida en época precristiana (Dt 6,4-9; 11, 13-21; Núm 15,37-41), es la sección principal de la oración de la mañana y de la tarde. Los mártires judíos de todos los tiempos marcharon a la muerte con esta confesión en los labios. ba

Sheol. Se llama así el mundo de los muertos (--> Mundo [imagen del]), que tanto el Antiguo Testamento como el viejo oriente imaginaban situado en lo profundo, bajo la superficie terrestre. Se le describe como una ciudad con puertas (Sal 9,14; Is 38,10) y cerrojos (Jon 2,7) o bien, dado que absorbe toda vida, como las fauces de una fiera insaciable (Núm 16,30ss). --> Reino de los muertos. he

Sibila (oráculos sibilinos). Profetisa de la antigüedad, célebre por sus oráculos. Son varias las ciudades que pretenden haber sido su lugar de residencia. Los oráculos sibilinos son profecías históricas atribuidas a aquella legendaria Sibila. Estas colecciones de oráculos, sin conexión entre sí, fueron reelaboradas por los judíos en una época precristiana (200 a.C.) y más tarde también por los cristianos. Los temas reelaborados fueron el monoteísmo, la polémica contra el paganismo y la idolatría y el anuncio del juicio universal. do

Sicarios. Grupo religioso fanático y radical perteneciente al movimiento zeIota de resistencia contra Roma (Act 21,38). Su nombre deriva de la palabra puñal (latín: sica), arma con la que degollaban a sus enemigos por la espalda. --> Zelota. we

Siclo. Los treinta siclos de plata queJudas recibió en pago de su traición (Mt 26,15) corresponden a la soldada que el infiel Israel dio al profeta justo (Zac 11,12) para despedirle. Teniendo en cuenta que en la época del Nuevo Testamento el siclo servía solamente para pagar el tributo del templo, es seguro que la palabra se refiera aquí al tetradracma que tenía, como en el Antiguo Testamento, el peso en plata de un siclo, con un poder adquisitivo de aproximadamente dos mil pesetas (—> Dinero, --> Monedas). do

Sicómoro. Árbol cuyos frutos se parecen exteriormente a los de la higuera, aunque no tienen tan buen sabor. Alcanza hasta 16 m de altura y sus frondosas ramas pueden ocultar un hombre, como en el caso de Zaqueo, jefe de publicanos (Lc 19,4). do

Sidón. Ciudad portuaria fenicia de gran importancia, hasta el punto de que a los fenicios (--> Fenicia) se les llamara
también sidonios (1Re 5,20; 16,31; cf. Gén 10,15). Más tarde perdió su posición predominante en favor de Tiro, para volver a recuperarla durante breve tiempo bajo los persas. En el Nuevo Testamento se mencionan juntas las ciudades de Tiro y Sidón (Mt 15, 21; Lc 6,17). En su viaje a Roma, Pablo hizo escala en Sidón (Act 27,3).we

Sierva. Se da este nombre, especialmente en él Antiguo Testamento, a la esclava personal que la mujer se llevaba consigo al casarse (Gén 24,61; 29,24.29); incluso después de contraído el matrimonio, esta sierva estaba a disposición de la señora, cuyo puesto de esposa desempeñaba, en el caso de esterilidad de ésta (Gén 16,1-4; 30, 1-2). Su posición como --> concubina estaba regulada en el marco del derecho de esclavos (Éx 21,3ss; Dt 21, 10ss). A su cargo corría la dura tarea de la molienda de la harina (Is 47,2).
Con frecuencia, la palabra sierva es expresión de —> humildad ante Dios (Sal 86,16; Lc 1,38.48) y ante los hombres (1Re 1,13.17). he

Siervo -> Servidor, —> Esclavo.

Siervo de Yahveh (cantos del). En el Deuteroisaías pueden distinguirse cuatro cantos del siervo de Yahveh (42, 1-4; 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53,12). Es posible que la forma de estos cantos haya sido afectada por su utilización litúrgica.
Ninguno de estos cantos nos ofrece información sobre quién sea este siervo (ebed); de aquí que el problema de su interpretación sea uno de los más discutidos del Antiguo Testamento. ¿Se refieren a un individuo, o bien a una colectividad, acaso la del pueblo de Israel (y uno representaría a todos)? ¿Habla el —> profeta de sí mismo o de un profeta ideal, según el modelo de —> Jeremías? ¿Se refiere a un rey (Ciro, tosías, Sedecías) o al --> Mesías (aunque nunca se dice del siervo que proceda de la casa de David)?
En favor de todas estas opiniones pueden aducirse argumentos. Pero lo cierto es que se ha elegido de propósito una exposición oscura, por lo que todas nuestras preguntas están limitadas por la peculiaridad del texto. No podemos comenzar por plantear la pregunta: ¿De quién se habla aquí? Nuestra pregunta al texto sólo puede ser ésta: ¿Qué dice Dios aquí?, ¿qué es lo que se dice en las sentencias proféticas del —> siervo, de su misión y de su modo de cumplirla?
a) Is 42,0-4: Dios señala a un hombre determinado, y le designa como siervo. Al mismo tiempo, le encomienda una misión. Su designación es similar a la elección de --> Seúl (1Sam 9,15-17). Su misión se describe tres veces: él trae la verdad.
b) Is 49,1-6: La segunda canción, en el estilo del relato en primera persona de los profetas, hace referencia a los pueblos. Dios ha llamado al siervo, porque por su medio quiere hacer una obra entre los pueblos. El siervo se desalienta, pero Dios hace aún más grande su misión, para que su salvación alcance hasta los extremos de la tierra.
c) Is 50,4-9: El tercer canto debe ser entendido desde el telón de fondo de las lamentaciones de Jeremías. La misión divina comporta soledad y —> padecimientos para el siervo, pero su confianza es aún mayor. El canto es confesión de la confianza de un hombre, que proclama la palabra por encargo de Dios.
d) Is 52,13-53,12: Canto de la misión del siervo y sobre su modo de llevarla a cumplimiento; sus comienzos fueron insignificantes, padeció, fue muerto y enterrado y exaltado por Dios. Esta línea responde a la confesión de fe (—> Fórmulas de confesión) de la primitiva comunidad: padeció... fue crucificado, muerto y sepultado... y resucitó. Desde aquí sólo hay un paso para la interpretación cristológica aplicada a la muerte y —> resurrección de --> Jesús. Se discute hasta dónde se extiende esta interpretación. Lo cierto es que estaba en pleno vigor en la época judeocristiana. --> Cruz. be

Siete. En el Antiguo Testamento, como en todo el antiguo oriente, expresión simbólica de un todo perfecto y cerrado en sí, especialmente cuando se refiere a la estructura divina de las cosas y procesos terrenos. En siete días se llevó a cabo la obra de la creación (Gén 1,1-2,4). El día séptimo (sábado, Éx 20,10; 23,12) y el año séptimo (año sabático, Éx 23,11) regulan el tiempo, el trabajo y el culto. El número siete domina el calendario festivo (Éx 12,15; Lev 25,4ss; Dt 15,1; 1Re 8,65), el ritual (Lev 4,6-17; 2Re 5,10; Job 42,8) y los utensilios cultuales (Éx 25,31ss; Núm 23,1ss). Según múltiplos de siete se producen la venganza (Gén 4,15.24; Sal 79,12; Prov 6,31) y el perdón (Mt 18,21; Lc 17,4). Siete veces al día se invoca a Yahveh (Sal 119,164). El Evangelio de Juan narra siete milagros de Jesús y siete veces introduce con un •yo
1495 soy» los testimonios que el Señor da de sí. Especial importancia tiene el número siete en el Apocalipsis (1,4. 20; 5,1.6; 8,2; 10,3s; 12,3). he

Siete palabras --) Palabras de Jesús en la cruz.

Siglo. Traducción corriente en las Biblias castellanas del concepto de —> eón, —> eternidad, —> mundo.

Signo. Signo o —> sello grabado, que pone a los que lo llevan bajo la disposición y protección de Dios o de otros poderes (Gén 4,15; Éx 13,9; Ez 9,4.6; Ap 13,16-20,4). Muchas veces en la Biblia se alude a una señal invisible a los hombres (Ap 7,2); con todo, el signo del --> anticristo es visible (13,16).
Los signos pertenecen al contexto de la antigua costumbre de señalar a los hombres o de sellar los documentos. he

Signos de los tiempos. Son signos esperados por la apocalíptica (—> Apocalíptico [género literario]), que permitirán conocer de manera inequívoca cuándo se producirá el --> fin del mundo (Dan 7). También con estas esperanzas se enfrenta Jesús. En el discurso sobre los tiempos posteriores a la pascua (Mc 13), enumera las --> señales a partir de las cuales creía el judaísmo tardío poder calcular el fin del mundo. Las guerras, terremotos y hambres son considerados como los gemidos que, como en un parto, introducen el fin. La aparición de la --> abominación de la desolación trae ya inmediatamente la destrucción final. Pero Jesús advierte frente a estos cálculos: sólo Dios conoce el tiempo y la hora del fin del mundo. Las señales sólo indican que el mundo va de mal en peor y que un día será destruido.
Como para el fin del mundo, también del —> Mesías se esperaba una señal infalible del cielo que lo confirmara inequívocamente como enviado de Dios. Jesús rechaza las peticiones de los fariseos que reclaman esta señal de credibilidad (Mc 8,12). Su signo de los tiempos es el establecimiento del --> reino de Dios, cuya presencia será anunciada a su vez por señales hechas por Jesús. Quien cierra de antemano su —> fe a una reforma, está igualmente ciego para estas señales. Para entenderlas se exige una fe abierta, que espera un Mesías tal como Dios lo enviará y no tal como el orgullo humano lo espera, es decir, como libertador político. Una señal que hiciera superflua la fe en la predicación de Jesús no se les da, por tanto, a los contemporáneos. Los —> hechos poderosos y la predicación de Jesús son las señales que, unidas, muestran la presencia del reino de Dios (Mt 11,5). Hechos poderosos y predicación se complementan mutuamente en su carácter de signo: los hechos poderosos hacen que se preste oído a la predicación; la predicación da sentido a los hechos poderosos. do

Silencio. El núcleo de numerosas narraciones bíblicas es el hablar de Dios al hombre. Hoy, por el contrario, puede describirse la experiencia divina de la mayoría de los creyentes diciendo que Dios calla (--> Silencio de Dios). La experiencia de que apenas si es posible hallar a —> Dios en las angustias y necesidades era, para los suplicantes de los salmos, sólo un argumento más para buscar con mayor ahínco el diálogo con Dios. •¡No calles!», suplican numerosos salmos, pues quien está separado de la —> palabra de Dios está ya como muerto (Sal 28,1). Pero quien interpreta el silencio de Dios como signo de debilidad y no fundamenta su vida en la palabra de Dios, experimentará que un soplo de aire puede derribar todos sus puntos de apoyo (Is 57,11). En el silencio de Dios no se descubre la debilidad divina, sino justamente su poder punitivo. Dios aparta su palabra de los obstinados (Ez 3,26; Am 9,11).
En el exilio, mantiene el --> Deuteroisaías despierta la esperanza de que Dios pondrá fin a su prolongado silencio, cuando se apresure a socorrer poderosamente a su pueblo as 42,14). Dios ha roto definitivamente su silencio en --> Cristo. Ahora toda la cuestión estriba en que la —› fe haga a todos los hombres capaces de escuchar esta palabra de Dios (Rom 16,25s).
El hecho de que numerosos hombres tropiecen hoy día en su búsqueda de Dios con el silencio divino, lleva, a la inversa, a que muchos de ellos caigan también en el silencio ante Dios. Los justos del Antiguo Testamento llegan, por el contrario, a quejarse y querellarse ante Dios porque ya no le encuentran. Mejor que un obstinado silencio es presentar ante Dios la propia impotencia (Sal 32,3-5). Ante Dios sólo hay un silencio convincente, el del temor reverencial (Hab 2,20); cuando él habla, enmudecen incluso los ardientes reproches de Job (Job 40,2). En el Deuteroisaías el silencio del --> siervo de Yahveh en todos los malos tratos recibidos es señal de debilidad externa, que él soporta en nombre y representación de muchos pecadores (Is 57,11) y que Dios transforma en nueva gloria. oh

Silencio de Dios. Una afirmación fundamental de la Biblia es que Dios tiene y pronuncia una —> palabra. Habla a los hombres y ha hablado por última vez y definitivamente en su Hijo --> Cristo —> Jesús. Dios es palabra (Jn 1,1).
Ahora bien, la Biblia también sabe hablarnos del silencio de Dios. Cuando el hombre niega la —> respuesta a su Creador, cuando se encierra en sí mismo, entonces Dios puede callar, se aparta del hombre y se manifiesta como lejano. En cambio, de la muerte de Yahveh no sabe nada el Antiguo Testamento: •Mira, no duerme ni dormita el guardián de Israel» (Sal 121,4), se dice en contra de los --> baales, que en la época de la sequía están muertos. --> Yahveh se encoleriza con su pueblo, cuando éste se aparta de él, calla y abandona a los hombres (Sal 22,2). Pero Yahveh no calla por siempre, rompe su silencio y llama de nuevo a los hombres por su –> nombre.
Dios ha hablado definitivamente por su Hijo Jesucristo (Heb 1,2). Jesucristo es la palabra permanente de Dios a los hombres. Desde la muerte de Jesús, Dios no habla ya de otra suerte sino por el crucificado y exaltado. Jesús mismo experimentó en la –> cruz, totalmente y hasta lo profundo, el silencio y la lejanía de Dios. Muere con el grito de desesperanza: «¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mc 15,34.37). En representación de todos ha soportado Jesús esta lejanía de Dios. Muere en el silencio de Dios. Precisamente con este acontecimiento ha hablado Dios permanentemente. La muerte y resurrección de Jesús es la palabra definitiva de Dios, palabra duradera y vivificante.
Dios calla hoy , para muchos hombres, está distanciado y alejado; ha muerto. Estos tales no saben que Dios habla el lenguaje vivificante de la cruz, que habla en el --> hermano, o en las tareas y posibilidades del mundo que es su creación, que habla ahora un lenguaje más humano. Habla allí donde los hombres, en –> seguimiento de Jesús, quieren ser --> por los otros, allí donde a través del –> fracaso se halla la vida verdadera. La experiencia del silencio de Dios puede transformarse en experiencia de la cruz salvífica de Cristo. En su silencio se revela Dios como superior a todos, como inalcanzable por el pensamiento humano, como el Incomprensible, el que siempre está ante nosotros. Para aquel que nunca se pregunta por la palabra de Dios, para éste Dios calla ya desde ahora. gr

Siló. Ciudad de Efraím (Jue 21,19). Como lugar de residencia del –> arca de la alianza, Siló fue durante algún tiempo santuario central de las tribus israelitas. En él desempeñó Elí el ministerio sacerdotal y allí transcurrió la infancia de --> Samuel (1Sam 1-3). we

Siloé. Nombre dado a los canales que llevaban el agua desde la fuente de Guijón, extramuros de Jerusalén, hasta el interior de la ciudad. El canal antiguo discurría a cielo abierto por la colina sudoriental (cf. Is 8,6). Bajo Ezequías se construyó otro canal subterráneo, excavado desde los dos extremos (2Re 20,20, y la inscripción en la salida del túnel, hallada en 1880), que terminaba en la alberca de Siloé (Jn 9,7). we

Silla del tribunal. Silla o sitial, generalmente situado en lugar elevado, desde el que el juez desempeñaba su cargo. Se le menciona hablando de Salomón (1Re 7,7), de Pilato (Mt 27,19) y en algunos otros casos. En conexión con la idea del juicio final, se habla también del sitial de Dios, de Cristo y de los apóstoles (Mt 19, 28; Rom 14,10; 2Cor 5,10). ba

Símbolo --> Imagen.

Simbolismo animal. El simbolismo animal puede expresar vivamente las peculiaridades de tribus y personas y la esencia de Dios. (sacar es un asno robusto, José es un novillo (Gén 49,14ss). El león, el águila, el cocodrilo representan a los reyes; el –> león sensibiliza la fuerza de Dios. El simbolismo sirve además para exponer la actuación de Dios o de los demonios en el mundo. Los animales de naturaleza mixta (el cordero con cuernos) están referidos al trono de Dios y actúan con poder divino (Ap 5,6). A ellos se opone el simbolismo animal de los poderes demoníacos: la serpiente es seductora de los hombres y es el –> leviatán gigantesco del caos; el --> dragón y la pantera se enfrentan a la Iglesia. En la lucha entre los animales simbólicos vence finalmente el cordero de Dios, Cristo (Ap 19,7ss). do

Simbolismo de los números. La Biblia emplea con frecuencia los --> números no según su valor numérico, sino en su significación simbólica (cf. los artículos sobre algunos números concretos). La cronología simbólica, por ejemplo, Gén 5 y 11,10-26 quiere decir que con el número diez se cierra la línea de los testimonios de los primeros antepasados. El simbolismo de los números se encuentra también y sobre todo como principio ordenador de los textos bíblicos: Gén 1,1-2,4 menciona siete veces el «crear» divino. Siete veces resuena en el Sal 29 la voz de Yahveh en el trueno. El Sal 150 exhorta diez veces a la alabanza de Dios. Sab 7,22s menciona veintiuna (= 7 x 3) cualidades de la sabiduría divina. El padrenuestro encierra siete peticiones (Mt 6,9-13). El simbolismo de los –> números juega un papel importante en el Ap. he

Simeón (hebr. •[Dios] ha escuchado»).
1. –> Patriarca y origen de la tribu de su nombre; hijo de Jacob y Lía. Se vengó de los siquemitas que habían violado a su hermana. La tribu israelita de Simeón se disolvió más tarde en la tribu de Judá. Ya no se la menciona en la –> bendición de Moisés (Dt 33), ni en el cántico de --> Débora (Jue 5).
2. El anciano Simeón fue, según Lc 2,25-35, testigo de la presentación de Jesús en el templo; en tal ocasión entonó un himno de alabanza en honor del niño. zi

Simón. 1. Simón de Cirene; fue obligado a llevar la cruz de Jesús hasta el Gólgota (Mc 15,21 par.). Las especulaciones gnósticas del siglo II, que querían evitar a toda costa el escándalo de la muerte en cruz de Jesús, afirmaban que fue Simón quien murió crucificado, en lugar del Señor.
2. Simón Mago, según Act 8, un encantador a quien se creía dotado de un especial poder de Dios. Pero la actuación del diácono Felipe mostró dónde estaba el verdadero poder de Dios: el supremo bien de la Iglesia no son las curaciones milagrosas y la expulsión de demonios, sino la participación y comunicación del Espíritu de Dios (cf. Act 8,17).
3. Simón --> Pedro.
4. Simón Zelotes (–> Zelota), uno de los miembros del círculo de los doce (Act 1,13). zi

Simplicidad. Esta palabra tiene, también en el ámbito bíblico, una doble significación. Se menciona la simplicidad, en sentido desfavorable, principalmente en el libro de los –> Proverbios, donde se la contrapone a la –> sabiduría — que sabe llevar una vida grata a Dios — (Prov 1,22) o es equiparada a la ignorancia (Prov 14, 15).
Se entiende la simplicidad (o sencillez) en sentido positivo cuando en el salmo 19,8, p. ej., se dice: •El dictamen de Yahveh es veraz, sabiduría del sencillo.» De aquí que la entrega sin reservas a Dios sea calificada de •simplicidad de corazón» (Act 2,46) y considerada como agradable al Señor (Sal 116,6). Esta candidez (–> Niño), que es preciso distinguir de la ingenuidad, es alabada por Jesús como fundamento de la disposición a creer en el –> reino de Dios (Mt 18,3s). Mateo exige esta simplicidad como una de las cualidades básicas de todos los discípulos de Jesús, cuando en el --> sermón de la montaña habla de la «pureza del corazón» (Mt 5,8) y de los •ojos limpios» (6,22), de la «pequeñez» (11,25) y de la vida •sin falsedad» (10,16). También Pablo exige esta misma simplicidad ante Cristo como una actitud fundamental (2Cor 1,12), la •generosidad» (2Cor 8,2) y la «sencillez. (Rom 12,8). Esta actitud simple y sencilla sitúa al cristiano cerca de la —> humildad y le preserva de la altanería y de la doble medida, una frente a los hombres y otra frente a Dios (—> Hermano).
Dado que el vocablo simplicidad ha llegado a tener, en el uso lingüístico, un matiz peyorativo, será preferible muchas veces traducir el concepto por«sencillez» y aun mejor, tratar de encontrar en cada caso la palabra que mejor responde a la intención del texto, como p. ej., «honradez», «diafanidad•, «limpieza• o «cordialidad•.hl

Sinagoga (culto litúrgico en la sinagoga). Atendida la gran difusión alcanzada por el estudio de la ley (escuelas de sabiduría) y que la destrucción del --> templo y la consiguiente desaparición del sacrificio cultual normal exigía una nueva forma del servicio litúrgico, debe buscarse el origen del culto litúrgico de la sinagoga ya 3n la época del —> exilio. En estas asambleas cultuales sin sacrificio, el sábado y los días festivos se recitaban oraciones (¡Escucha, Israel! y las --> dieciocho oraciones) y se escuchaban lecturas de la ley (Pentateuco) y de los profetas, así como su interpretación. Esta instrucción corría a cargo de cualquier hombre entendido en la Escritura (más tarde sólo de los rabinos).
Jesús (Lc 4,14ss) y los misioneros cristianos (Act 13) utilizaron muchas veces esta ocasión para predicar. A las casas en que se tenían tales reuniones, bajo la vigilancia de un --> presidente (debían reunirse al menos diez varones), se les daba el nombre de sinagogas. Pero se utiliza también la palabra para designar a la comunidad o a sus asambleas. Además del templo reconstruido, había muchas sinagogas en Palestina y en la diáspora (en Egipto consta su existencia ya desde el s. III). La mayoría de ellas eran rectangulares, basílicas de tres naves con el eje longitudinal orientado hacia Jerusalén. En el atrio exterior había una fuente destinada a las abluciones; en el espacio interior estaba, en la parte anterior el «santo con el armario para los rollos de la Escritura y, ante él, el púlpito para el lector; para las personas distinguidas había reservadas algunas sillas («cátedra de Moisés.). Se conocía la «expulsión de la sinagoga» y el —> anatema. pa
Sinaí. Península entre el golfo de Suez y el de Aqaba. Se llama también Sinaí al macizo montañoso situado en
la península. --> Sinaí (revelación del).we

Sinaí (revelación del). La Biblia no designa de manera inequívoca el nombre del monte en que —> Yahveh concluyó su --> alianza con —> Israel. En el yahvista y en el escrito sacerdotal se llama Sinaí, mientras que el elohísta y el Dt le dan el nombre de Horeb (a veces también simplemente «el monte» y, menos veces, «el monte de Dios•). Las indicaciones bíblicas hacen pensar en un —> monte en las proximidades de las tierras cultivadas de Palestina; por lo que se refiere a península del Sinaí, el nombre es secundario, ya que le fue aplicado por los monjes cristianos. Por otra parte, es probable que ya en el segundo milenio a.C. se encuentren indicios de una tradición de peregrinaciones al macizo sinaítico. Con todo, esto no basta para localizar el monte bíblico de Dios, como tampoco para fundamentar la hipótesis de que deba buscársele al oriente del golfo de Aqaba, basándose en los fenómenos volcánicos que allí pueden observarse (cf. Ex 19). Atendidas las imprecisiones de la tradición, no nos resulta posible identificar esta montaña. Podría incluso afirmarse que no sabemos cuándo y dónde concluyó Yahveh su alianza con Israel.
Los acontecimientos no pueden compaginarse entre sí, tal como los narra la proclamación del —> decálogo en la Biblia. Tras la narración de la revelación en el Sinaí se halla indudablemente el curso litúrgico de una antigua —> fiesta. La Biblia nos habla de fiestas de renovación de la alianza en todos los acontecimientos importantes del pueblo. En tales fiestas, el pueblo se obligaba una y otra vez a las --> instrucciones de Yahveh. Se volvían a leer los mandamientos y se renovaba así la alianza entre Dios y su pueblo. De este modo, las —> leyes se fueron configurando dentro de una larga tradición. Nació así, en una perspectiva sagrada, la imagen, sellada por el culto, de una primera conclusión de la alianza en el monte santo en la época del gran caudillo del pueblo, que había congregado las tribus, cuando atravesaron el desierto para tomar posesión de la tierra. mi

Sinaí (tradición del). Aunque no resulte posible localizar geográficamente el lugar donde se encuentra el --> monte, con todo, sí es muy importante la tradición vinculada a este lugar, que desempeña en el —> Pentateuco una función relativamente independiente. Esta tradición interrumpe, entre Éx 18 y Núm 11, las escenas de la marcha por el desierto que se desarrollan en el oasis de Cades. Razones tanto literarias como de contenido demuestran indiscutiblemente la construcción secundaria de la tradición del Sinaí. Lo probable es que, por un lado, haya en el fondo una tradición del Sinaí más antigua, es decir, una peregrinación al Sinaí, un relato de la revelación de Dios y, por otro, la tradición de las tribus que salieron de Egipto y más tarde penetraron en Palestina. La tradición del Sinaí pudo muy bien tener su origen en las tribus israelitas del norte, lo que explicaría el silencio de los profetas de Judá sobre el acontecimiento sinaítico durante la época preexílica. Sólo más tarde llegó a tener la tradición del Sinaí carácter normativo también para Judá. Al complicado proceso de la tradición deben atribuirse los diferentes datos sobre el nombre y la localización del monte de Dios. --> Sinaí. mi

Sincretismo religioso. Se trata de un fenómeno historicorreligloso general. Especialmente en los tiempos del origen del Nuevo Testamento, en la época del —> helenismo, se mezclaron diversas religiones y cultos (—+ Gnosis, --> Misterios). En general, la --> fe bíblica se pronunció siempre en contra de la infiltración de cultos extraños; así, p. ej., los profetas veterotestamentarios se oponen a los cultos cananeos de Baal. Cierto que no siempre con éxito. Las religiones del entorno han influido directamente en varios aspectos de la confesión de fe bíblica (relato de la creación) y del culto bíblico.
También el Nuevo Testamento se ha servido con la mayor naturalidad de los más diversos elementos del lenguaje religioso de su mundo ambiente para confesar y anunciar de manera inteligible el acontecimiento de la muerte y resurrección de —> Cristo Jesús. Pero dado que en estos casos se conserva esencialmente integra la tradición veterotestamentaria judía, no puede hablarse aquí propiamente de sincretismo. El Nuevo Testamento debe su ropaje lingüístico, por un lado, al pensamiento y al mundo de representaciones del helenismo, y por otro, al pensamiento y al mundo veterotestamentario y judío. gr

Sinergismo. Esta expresión teológica procede del griego synergein (= actuar con) e indica la cooperación del hombre en la consecución de la salvación. La posterior significación teológica se halla sólo insinuada en Sant 2,2: «... la fe cooperaba con sus obras.» El sinergismo no desempeñó un papel especial hasta la controversia entre Melanchthon y Lutero y significaba aquí la cooperación del hombre caído en su --> conversión a Dios y en su —> justificación, en oposición a la doctrina de la acción exclusiva de Dios (Lutero). Según la imagen de hombre que ofrece el Nuevo Testamento, debe mantenerse un sinergismo en cuanto, en la justificación por Dios, el hombre no es «transformado por encanto», de un modo mágico, sino que alcanza agradecidamente por una --> fe personal la --> salvación ofrecida, y de ésta debe mostrarse digno. —> Colaborador. hi

Singularidad de Dios. Expresión lentamente formulada en el Antiguo Testamento y aceptada en el Nuevo, para indicar el convencimiento de fe de que Dios es 1) incomparable, 2) único, 3) uno.
1. Cuando Israel confiesa que su Dios es incomparable, esta fórmula no forma parte del sobreabundante formulario de homenaje a las divinidades tan frecuente en su medio ambiente; lo que quiere decir realmente es que ningún dios puede compararse con --> Yahveh. Yahveh es incomparablemente grande (Sal 77,14), santo (1Sam 2,2), poderoso en su ayuda (2Cró 14,10) y en su poder de maravillas (Éx 15,11). El antiguo Israel afirmaba la singularidad de su Dios sin menoscabo de conceder al mismo tiempo para los otros pueblos la existencia de sus propios dioses (Dt 32, 8; Jue 11,23s; 2Re 3,27).
2. Aunque tuvo que transcurrir un largo período antes de que el —> Deuteroisaías afirmara claramente una fórmula de confesión monoteísta, la convicción no refleja de que Yahveh es el Dios único constituía un elemento básico de la antigua religión yahvista. El grupo mosaico había vivido una tan poderosa experiencia de Yahveh como su salvador que, en la dimensión de esta ayuda total, no podía ni siquiera plantearse el problema de otros dioses. Aquel Yahveh alabado por Moisés como su salvador único es, a partir de entonces, su Dios, sin más, aquel Dios que convierte inmediatamente al heterogéneo grupo en «pueblo de Yahveh». «No habrá para ti otros dioses delante de mí» (Éx 20,3) es una consecuencia que brotaba por sí mismo para cada uno de los miembros de Israel (Éx 22,20). Mantenerse fiel a este precepto fundamental fue un elemento decisivo en la contraposición con los cananeos, en orden al destino nacional y religioso de Israel. Así lo vieron las escuelas teológicas de Israel y así lo afirmaron de manera cada vez más explícita. Ya en el siglo X a.C., para el narrador —> yahvista es Yahveh, prácticamente, el Dios único, que creó a los hombres y cuya palabra tiene poder también fuera de Israel (llama a Abraham, p. ej., en Mesopotamia y. le salva en Egipto). En su lucha con los cultos sirios a Baal, se plantea Elías por primera vez, en el siglo IX a.C., el problema de la posibilidad de la existencia de otros dioses junto a Yahveh (--> Baal): «Si Yahveh es el (!) Dios, seguidle; si lo es Baal, seguidle a él» (1Re 18,21). Y así, en el siglo VIII, y también en el reino del norte, el —> elohísta pudo llegar a equiparar el nombre genérico Elohím con el nombre personal de Yahveh: el contenido del concepto —> elohim es algo que compete sólo a Yahveh. Por este mismo tiempo, proclama Amós el poder ilimitado del Dios de Israel, que se extiende también sobre todos los demás pueblos, mientras que en el reino del sur Isaías llama a los dioses del imperio asirio, con osada convicción de fe, «diosecillos» y «nada» (Is 10,10). Con las expresiones «viento» (= nada; Jer 2,5), «viento de mentira» (Sal 31,7), «no-Dios» (Jer 5,7) se les niega, en definitiva, toda existencia. En la época deuteronómica y de Ezequiel se les aplican las frases despectivas de que sus imágenes son obra de manos humanas, horrores y dioses de estercolero. Está llena de ironía la descripción de la «fábrica de dioses» del Deuteroisaías (Is 40,18ss), que formula por fin claramente: «Yo soy Yahveh y ningún otro; fuera de mí no hay ningún Dios» (Is 45,5). Desde este momento, la confesión refleja de Yahveh como Dios único está ya tan fuertemente anclada que en el libro de la Sabiduría se plantea el problema de cómo es posible poder creer en otros dioses (Sab 13,15).
3. En cuanto el único, Yahveh es también el uno. Contrariamente a cuanto ocurre en el medio• ambiente de Israel, Yahveh no reparte ni su esencia ni su poder con una —> diosa, ni con la corte celestial de los «hijos de Dios», o con el cosmos. Porque es el uno de esencia y naturaleza individida, pide el servicio y el amor del hombre entero (Dt 6,4-7). Esta fe veterotestamentaria en el poder y en la plenitud de amor incompartida del Dios uno recibe una nueva dimensión en el mensaje neotestamentario desde el Dios indiviso uno y trino (—> Triplicidas, --> Trinidad). --> Dios. ze

Sinopsis (gr. «visión de conjunto»). Una sinopsis es una edición que ofrece en tres columnas paralelas los tres primeros —> Evangelios (a veces se añade el cuarto Evangelio), de modo que salten inmediatamente a la vista las coincidencias y las divergencias. --> Cuestión sinóptica. th

Sinópticos. Designación de Mt, Mc y Lc, que tienen una similar perspectiva (óptica) de la historia de Jesús. th

Sión. Originariamente era el nombre de la colina situada al sudeste de Jerusalén, sobre la que se había construido la fortaleza jebusea conquistada por David; de ahí también su nombre de ciudad de David (2Sam 5,7). Cuando con la construcción del templo y del palacio de Salomón, la ciudad se extendió hacia la colina del noreste, la colina del templo y finalmente la ciudad entera recibieron el nombre de Sión (2Re 19,31; Sal 51,20).
Sión es el monte santo (Sal 2,6; 48,3; Is 31,4), que Yahveh se ha elegido (Sal 78,68) y en el que mora (Sal 74,2). En la predicación profética, Sión es la capital de la época mesiánica de la salvación Os 2,2-4; 4,5; 10,12; JI 4,16s.21) y en el Nuevo Testamento se convierte en la imagen de la Jerusalén celeste (Ap 14,1; Heb 12,22). we

Siquem (hebr.: espalda, cogote). Ciudad de la montaña de Efraím, entre los montes Ebal y Garizim. La ciudad, habitada desde el 4000 a.C., tuvo su máximo esplendor en la época de los hicsos. Junto al santuario cananeo de Siquem alzaron un altar Abraham (Gén 12,6s) y Jacob (Gén 33,19s). Después de la conquista de Canaán, Siquem fue durante cierto tiempo el santuario central de las tribus israelitas. Aquí renovó Josué (Jos 24) la alianza del pueblo con Yahveh. Después de la división del reino, Siquem fue durante algunos años capital del reino del norte, bajo Jeroboam (1Re 12,25). Después del exilio volvió a cobrar importancia como centro de los --> samaritanos. we

Siria. La palabra Siria, derivada indudablemente de Asiria, designa la pequeña región situada entre el Mediterráneo y los desiertos siroarábigos y, más tarde, en la época persa, toda la región del antiguo imperio nuevo asirio, para significar, finalmente la parte noroccidental del imperio. Los LXX traducen Aram por Siria. Como típico país de tránsito, la región estuvo casi siempre bajo control extranjero. David pudo conquistarla durante algún tiempo (2Sam 8), pero ya bajo Salomón recobró la independencia (1Re 11,23-35) y fue un constante adversario de Israel (1Re 15,20). Desde el 64 a.C. fue provincia romana (así Lc 2,2; Act 15,23; Gál 1,21). we

Sirosinaítico. Manuscrito --> palimpsesto del siglo V; pertenece al grupo de la antigua tradición siria de los Evangelios. be

Situación vital. Concepto de la –> historia de las formas. La investigación de los --> géneros literarios ha permitido conocer que todo modo de escribir tiene su origen, cuanto a forma y contenido, en una determinada situación humana y está marcado por el medio ambiente histórico y social en que ha surgido. La multiplicidad de valores sociales y de circunstancias psicológicas e históricas produce la diversidad de géneros que, por su parte, permiten llegar a conclusiones sobre el ámbito vital en el que han crecido. Para este enraizamiento de los géneros en la vida del pueblo, el exegeta luterano H. Gunkel introdujo en la investigación bíblica la designación de Sitz Im Leben, es decir, situación de vida o situación vital. El concepto ha obtenido un significado tal que muchas veces se le emplea en la literatura en torno a la Biblia sin traducir, como término técnico.
Por la forma textual se puede concluir que las magnitudes sociales, como tribu, pueblo, ciudad, o las instituciones, como el culto, han produducido determinadas formas preliterarias y literarias. Así, no sólo algunos salmos, sino también secciones de textos narrativos tienen su «situación• en la vida cultual. Tribu y clan se interesan por su propio pasado, crean las -, sagas; la cultura ciudadana produce narraciones, listas, documentos. El derecho y las leyes tienen su origen en los círculos sacerdotales.
La literatura neotestamentaria tiene su Sitz im Leben en la primitiva Iglesia. La proclamación de la buena nueva, la liturgia y la instrucción en la fe cristiana han producido los distintos géneros neotestamentarios. Para las pequeñas unidades literarias puede establecerse un múltiple Sitz Im Leben. Así, p. ej., el relato de la institución fue durante largo tiempo elemento constitutivo de la celebración de la eucaristía, de la que recibió su forma antes de convertirse, en el Evangelio de Marcos, en el relato de la última cena. Por lo que respecta a las palabras y los hechos de Jesús, hay que preguntarse, yendo más allá del Sitz 1m Leben de la primitiva Iglesia, por el Sitz im Leben de Jesús. Dado que el contenido, la forma y la situación vital de un texto se condicionan mutuamente, es preciso procurar entender esta última con el mayor rigor posible, si se quiere lograr la debida intelección del texto. ba

Sitz im Leben --> Situación vital.

Soberbia. Tanto la Biblia como la religión griega entienden por soberbia el encubrimiento desmedido del hombre frente a Dios. María celebra en su magníficat a Dios que ha abatido a los soberbios (Lc 1,51). En el Antiguo Testamento, se califica de soberbia el comportamiento hostil frente a Israel, porque de este modo se menospreciaba la elección del pueblo de Israel para propiedad personal de Dios (Sal 2,1ss). do

Sobreabundancia. En la Biblia esta expresión equivale a --> plenitud. Así, el –> amor debe sobreabundar entre los cristianos y debe derramarse sobre los demás (1Tes 3,12; Flp 1,9). También la –> misericordia de Dios se ha derramado, ha fluido sobreabundantemente sobre todos los hombres (Rom 5,15). Los cristianos pueden y deben tener una –> esperanza sobreabundante (Rom 5,13) o bien sobreabundar «en la obra del Señor• (1Cor 15,58). Con esto se dice figuradamente que Dios concede la plenitud a los hombres y que los hombres deben vivir en esta plenitud. gr

Sobriedad. El vocablo tiene significación teológica en la Biblia cuando se le emplea en sentido trasladado; significa entonces el comportamiento propio del cristiano. Se exhorta a la sobriedad, particularmente en las cartas pastorales, a obispos, diaconisas, ancianos, jóvenes, a Timoteo. Se les exige sobre todo a los que desempeñan los diversos servicios en la –> comunidad. Entre los deberes que se describen con la palabra sobriedad y a cuyo cumplimiento ayuda esta misma sobriedad, se encuentran los siguientes: esperanza en la gracia traída por Cristo (1Pe 1,13), pronta disposición para aceptar el mensaje de la fe (1 Tes 5,8). A una con la vigilancia y la oración, la sobriedad da fuerzas para resistir al mal (1Pe 5,8). Invita particularmente a la sobriedad la proximidad del fin. La --> oración y el –> amor (1Pe 4,7ss) son los modos especiales ,:on que se prepara para la venida del Señor el cristiano, que no debe perderse en el pecado y en una satisfacción meramente terrena, sino que debe vivir en abierta disposición para el Señor, que ha de encontrarle vigilante en todo momento. tho

Socialización. Para llegar a ser miembro de una sociedad, el hombre debe aprender a comportarse socialmente, en un proceso de socialización. En este proceso, que corre a lo largo de la infancia y la juventud hasta la consecución de la madurez, aprende en primer término a responder adecuadamente a unas determinadas esperanzas de comportamiento y participar así en la vida social. Para socializar a sus miembros se sirve la sociedad de medios sociales — personas concretas, pequeños grupos e incluso medios impersonales (p. ej., los medios de comunicación de masas — que funcionan como agentes de la sociedad.
La primera fase de la socialización discurre en el seno de la familia. En la larga etapa de la dependencia desvalida, el niño aprende de sus padres, especialmente en la íntima relación materna, y más tarde en la
1513 identificación con el padre (el niño) o la madre (la niña), un buen número de las --> normas vigentes en su sociedad, aprende el lenguaje y desarrolla, al interiorizar la autoridad punitiva, el sentimiento de culpabilidad ante la conducta desviada.
El primer paso en el camino de la independización de los muchachos respecto de su familia es, con mucha frecuencia, la compañía de grupos formales o informales de muchachos de su misma edad, en los que, en lugar de las relaciones de autoridad, se cultivan relaciones recíprocas del mismo nivel. Esta fase de socialización manifiesta una especial problemática, debido al estado de inseguridad de los que se encuentran en ella. Por un lado, los muchachos forman un frente común contra su familia y contra el mundo de los mayores en general, mientras que por otro se ven constreñidos a imitar a los mayores, con cuyas normas, sin embargo, no se pueden identificar plenamente («sub-cultura» de los muchachos y adolescentes). Con cierta frecuencia se producen difusiones críticas de identidad (falta de integración de la personalidad total), o identificaciones negativas (delincuencia juvenil). En este punto le compete a la escuela y el colegio — otra •agencia• de la sociedad — una tarea extremadamente Importante, pues no pueden limitarse a proporcionar los conocimientos necesarios para el ejercicio de una profesión, sino que deben procurar también una articulación crítica de los intereses de la niñez y la juventud.
El proceso de socialización no concluye, sin embargo, con el fin de la etapa de la formación y la consecución de puesto de trabajo profesionales. Las asociaciones, los medios de comunicación de masas, la propaganda, etc., introducen en la dinámica de la marcha de la sociedad nuevas formas de comportamiento social en el adulto e irrumpen hasta en la esfera
íntima de su vida. De aquí que se plantee el problema de las relaciones entre autonomía individual y presión social. Con este problema choca una ciencia social que proporciona únicamente un análisis formal del proceso de socialización y se niega a traspasar las fronteras hacia el contenido de la presión social. Si esta ciencia social no quiere convertirse en estabilizador de un sistema social irracional, dominado por intereses particulares, debe intentar determinar una y otra vez el contenido de lo que se transmite en el proceso de socialización. Es preciso interrogar las normas y estructuras mentales transmitidas, para saber si suministran al hombre una sumisión condicionada por el interés o si contribuyen a su desarrollo, si — dicho en términos teológicos — fomentan una conducta sin perspectivas salvadoras o bien acuñan una conciencia que garantiza la esperanza escatológica en un mundo finalmente sano y salvo.
Por eso, la teología no puede permanecer indiferente frente a un proceso que configura al hombre entero. Ahora bien, si quiere investigar críticamente el contenido del proceso de socialización, no puede limitarse a oponerle una vez más, como norma, sus conceptos sumamente estabilizados; la plenitud de sus conceptos sólo se descubre cuando se inserta dentro de la sociedad y sus mecanismos, cuando se someten a discusión los presupuestos y especialmente las implicaciones antropológicas de aquellos conceptos (p. ej., la culpa), mediante una ciencia del comportamiento. El bien posible que la teología, en cuanto ciencia llamada a ejercer la –> crítica social, sólo llegue a recuperarse a sí misma en la medida en que desborde su propio horizonte. ar

Sodoma. Ciudad de la --> Pentápolis, al sur de –> Canaán. Después de separarse de Abraham, Lot se estableció en Sodoma (Gén 13; 19). Las injusticias sociales de Sodoma son proverbiales en el Antiguo Testamento (Gén 13,13; Jer 23,14; Ez 16,48-50); la catastrófica destrucción de la ciudad es modelo de juicio punitivo de Dios (Dt 29,22; Is 13,19; Jer 49,18; Am 4,11; Mt 11,23s). he

Sofonías (hebr. «Yahveh protege•).
1. Profeta contemporáneo de Nahúm y Jeremías que, antes del 621 a.C., bajo el reinado de Josías de Judá, predicó contra los múltiples abusos políticos, sociales y religiosos, preparando así el camino a la reforma deuteronómica. Sobre su actividad nos informa el libro de Sofonías (–> Sofonías [libro de]).
2. Sacerdote de Judá, de la época de Sedecías, último rey de Judá (Jer 21,1; 29,25-29; 37,3).
3. Levita (1Cró 6,21).
4. Padre de un conocido exiliado (Zac 6,10.14). he

Sofonías (apocalipsis de). Descripción apocalíptica de un viaje a la morada de los condenados y a la de los justos. Se ha conservado únicamente en una cita de Clemente de Alejandría y en un fragmento copto del siglo V d.C. he

Sofonías (libro de). Noveno de los escritos del libro de los doce profetas menores (–> Profetas menores [libro de los]). Aparte algunas ampliaciones, contiene sentencias de –> Sofonías del siglo VII a.C.
Al encabezamiento, con datos del tiempo y la genealogía de Sofonías (1,1), siguen:
1. Cinco oráculos contra Jerusalén, con el anuncio del día de Yahveh como día de castigo por la idolatría, las costumbres extranjeras, la injusticia y la codicia y la exhortación a los justos a buscar al Dios de Israel para salvarse así acaso del día de Yahveh (1,2-2,3).
2. Un discurso de amenaza a los pueblos extranjeros: Filistea, Moab, Ammón, Kush y Asiria (2,4-15).
3. Palabras de amenaza contra los dirigentes de Jerusalén (3,1-8).
4. Una promesa a los pueblos (3,9s) y a Jerusalén (3,11-13).
5. Finalmente, una invocación a la paz (3,14s) y una sentencia de consolación (3,16-20).
Como sus predecesores Amós, Isaías y Miqueas, Sofonías exhorta especialmente a las capas rectoras a una conducta responsable, en una época en que el apartamiento de Yahveh se manifestaba en una consciente dependencia política, religiosa y espiritual respecto de las potencias extranjeras. Combatió toda altanería y exhortó a los pobres del país a buscar la humildad y la justicia (2,3). De este modo preparó el camino a la reforma deuteronómica que inició el rey Josías el 621 a.C.
La teología de Sofonías está enteramente dominada por la idea de la soberanía de Dios, que puede salir, con su juicio punitivo, al encuentro no sólo del pequeño Judá, sino del mundo entero y de la naturaleza y no precisamente para aniquilarlos, sino para purificarlos (3,2). he

Soldado. Las primitivas –> guerras santas no son decididas por los soldados, sino que es Dios mismo quien combate en favor de su pueblo. Hasta la época de la monarquía no se acomodó Israel a la costumbre de su mundo ambiente de concebir y combatir sus guerras con sus propios soldados profesionales, cuyo poder, en tiempos de –> Ezequías, quedó gravemente quebrantado. A consecuencia de este fracaso exterior, vuelven a integrarse los soldados en la idea de la guerra santa (--> Deuteronomio); al propio tiempo, toda la terminología relacionada con el tema (–> Armas, --> Prisioneros de guerra, etc.) se va liberando lentamente y se adapta a ser expresión trasladada de un supremo compromiso en sentido religioso. tr

Solidaridad. --> Yahveh se muestra solidario con la historia de su pueblo de la alianza, --> Israel, siempre que éste oiga su voz y guarde sus caminos. Yahveh se mantiene junto a su pueblo, lo saca de la servidumbre y de la cautividad, no le deja en la estacada en el –> desierto. Pero Israel rompe constantemente la solidaridad con su salvador y Dios de la alianza. Sólo en –> Cristo --> Jesús se restaura la solidaridad de Dios con los hombres; y ahora ya no tan sólo en favor de un pueblo determinado, sino básicamente en favor de todos los hombres y todos los pueblos. En Jesucristo se ha prometido Dios perennemente a su creación, está pronto y a favor de !os hombres y es solidario con ellos. Jesús, el hombre que es para los demás, que murió en –> representación de todos, es, por definición, el hombre solidario; y pide lo mismo de los suyos. La –> encarnación de Dios ha introducido la humanización del hombre; la vida, muerte y resurrección de Jesús ha abierto a los hombres la posibilidad de ser los unos para los otros. La solidaridad de Jesús obliga a los hombres a ser solidarios entre sí y también con él.
Ahora bien: ¿quién es solidario con Cristo?. El que escucha su mensaje y lo pone por obra; el que lucha por la paz, la justicia y la libertad; el que es misericordioso y capaz de perdonar. Aquel que vive creadoramente, se muestra solidario con Jesús. Lo que Jesús ha comenzado, debe ser continuado en la –> historia humana, pues lo que aquí se pone en juego es la venida del --> reino de Dios, el devenir de una nueva creación, la colaboración en la realidad de la resurrección (cf. 1Cor 15,58).
La solidaridad con Jesús se pone por obra en la vida de cada día, en la –> práctica cristiana, en el –> culto a Dios por la existencia mundana. La solidaridad de Jesús con los hombres exige la solidaridad de los hombres entre sí; aquel que fue para los demás, quiere que los hombres vivan los unos por los otros. Y así es como el cristiano vive en solidaridad básica con el mundo; vive en auténtica colaboración con su mundo, intenta el diálogo comprensivo con todos, capaz de alumbrar nuevos caminos.
La solidaridad tiene, con todo, ciertos límites, cuando se trata de cosas injustas, o cuando se habría de actuar contra las propias convicciones. La solidaridad cristiana es siempre crítica y responsable. gr

Sombra. 1. La sombra, particularmente apreciada en el rigor del sol oriental, es imagen de la protección (Is 25,4; Sal 121,5). Dado que persona y sombra son concebidas como íntimamente unidos, la sombra de Dios significa la inmediata proximidad de Dios (Is 49,2; Sal 17,8). La sombra de Pedro tenía poder curativo (Act 5,15).
2. La sombra, fugitiva, es imagen de lo transitorio y caduco (Sal 109,23; Job 8,9; Ecl 6,12) y de la existencia en el --> reino de los muertos (Is 14,9).
3. La sombra es como un reflejo de la realidad, que se oculta en el fondo (Col 2,17). he

Sombras de la muerte. Concepto veterotestamentario que indica una profunda y oscura tiniebla (Is 9,1) que se enseñorea principalmente del reino de los muertos (Job 10,21s; 38,17); desde aquí, la expresión pasa a indicar en el Nuevo Testamento la situación desesperada de la humanidad antes de la venida de Jesús (Mt 4,16; Lc 1,79). he

Sordo --> Sordomudo.

Sordomudo. El lenguaje bíblico dispone de una sola palabra para los dos defectos que, con frecuencia, se presentan juntos. El hombre se distingue de todas las demás criaturas por su capacidad de hablar; la falta de esta capacidad se atribuye a la intervención de poderes numénicos (—> Demonio). En sentido figurado se dice de Israel que es sordo y mudo cuando no escucha a Yahveh y a sus mensajeros (p. ej., Is 35,5). En último término es Yahveh quien hace sordo
mudo. Del --> Mesías se espera que, a su llegada, abrirá los sentidos; de ahí que las dos narraciones de curaciones de sordomudos de los Evangelios (Mc 7,31-37; 9,14-27 par.) sean consideradas como prueba de la misión mesiánica de Jesús. --> Curación.be

Soteriología. Palabra derivada del griego soteria --> Salvación, --> Redención). Es, pues, la doctrina sobre la redención y, concretamente, sobre la acción redentora de Cristo, en conexión con la cristología. --> Cristo.mo

Sucesión al trono. En la monarquía de Judá, prevalecía el principio de sucesión al trono o monarquía hereditaria. Pero esta monarquía hereditaria presuponía siempre la --> elección divina, de modo que no era necesariamente el --> primogénito quien heredaba el trono (—> Salomón). ba

Sudario. Paño con el que se limpiaba el sudor del rostro y se cubría la cara de los difuntos (Jn 11,44; 20,7). El sudario o pañuelo se empleaba también para guardar el dinero (Lc 11,20). En Éfeso se curaron algunos enfermos tocando los pañuelos de Pablo (Act 19,12). we

Sueño. 1. Descanso natural del cuerpo. Los justos tienen sueño tranquilo y, sin embargo, son ricos (Sal 3,6; 127,2; Prov 3,24). Los malvados, por el contrario, no disfrutan del sueño (Prov 4,16). Los diligentes acortan el sueño (Gén 31,40; Prov 6,4); los perezosos se abandonan a él y se empobrecen (Prov 6,9-11; 20,13).
2. Ante las grandes acciones, Dios envía un sueño profundo (Gén 2,21; 15,12); pero lo envía también para impedir una desgracia (1Sam 26,12) y para obstinar (Is 29,10). Quien pretende escapar de Dios y de su misión, se refugia en el sueño (1Re 19,5; Jon 1,1).
3. El Dios de Israel no duerme (Sal 121,4); pero, en sentido imaginado, se habla del sueño de Yahveh cuando no interviene, no socorre en la necesidad, no aporta el anhelado tiempo de salvación (Sal 44,24; 78, 65; cf. el sueño de Jesús, Mc 4,38); a este sueño responde la frecuente invocación «¡despierta!• (Sal 7,7; 35,23; 59,5s; Is 51,9).
4. La muerte es como un sueño permanente (Job 14,12), del que se despierta por la resurrección (Dan 12,2; Mc 5,39; 1Tes 4,14).
5. El cristiano ha despertado del sueño y debe vivir de ácuerdo con este hecho (1Tes 5,6; Rom 13,11). he

Sueños. Los sueños han sido desde siempre una experiencia profundamente inquietante para el hombre. Tienen demasiadas conexiones con la realidad vivida durante la vigilia como para considerarlos meros productos de la imaginación, sin razón de ser; pero, por otra parte, son demasiado extraños como para considerarlos una parte de la realidad conscientemente vivida. Los sueños han sido entendidos como participación en otro mundo, ya sea que el alma, durante el sueño, se traslada a él, o experimenta una revelación (—> Revelación en sueños) o que un espíritu extraño se apodera del durmiente.
Los sueños no desempeñan un papel importante en los escritos bíblicos. Yahveh o su —> ángel comunican en sueños una orden o un mensaje, sobre todo en el --> elohístá (Gén 20; 31,11), que no presenta a Dios como hablando inmediatamente, sino distanciado.
En la historia de la infancia del Evangelio de Mt, los sueños son un motivo estereotípico. schü

Sueños (interpretación de). Dado que debe atribuirse a los --> sueños una importante significación, pero que por otra parte son muchas veces oscuros, se desea una interpretación de los mismos. Esta ciencia estaba muy extendida en todo el antiguo oriente y fue ejercida por adivinos, --> hechiceros, etc., con ayuda de libros de sueños (cf. Dan 2). Aun cuando el Antiguo Testamento rechaza a los adivinos y hechiceros (Dt 18,10), conoce intérpretes de sueños, capaces de explicarlos adecuadamente con la ayuda de Dios (José: Gén 40,8; Daniel). Así, pone el Antiguo Testamento a los intérpretes de sueños al servicio de Yahveh y no les da significado independiente. --> Adivinación. schü

Suertes (echar). Costumbre enraizada en antiquísimos usos religiosos, para conocer Ea decisión divina. En el Antiguo Testamento echar suertes competía a los sacerdotes. Llevaban las suertes, los -> urim y tummim, en una bolsa de su --> efod. Por medio de las suertes se decidían los pleitos jurídicos (Prov 18,18), se averiguaba quiénes eran los culpables (Jos 7,13ss), se repartían los cargos litúrgicos (1Cró 24-23), se establecían los cargos (de Saúl, para rey 1Sam 10,20ss; de Matías, para apóstol Act 1,26), se repartían los bienes de los difuntos (Eclo 14,15; cf. Mc 15,24), y se legitimaba teológicamente la distribución de Canaán (Núm 26,52ss). En sentido trasladado, se llama también suerte la participación y el lugar que corresponde a cada uno (Antiguo Testamento: Is 34,17; Nuevo Testamento: Col 1,12). mc

Suicidio. Se daba muy pocas veces entre los israelitas y los judíos; los casos que cita la Biblia se deben, casi exclusivamente, a una desesperada situación política y militar (Jue 9,54; 1Sam 31,4s; Mt 27,5), aunque a veces también a falta de salud o a excesivas y opresoras angustias. he

Sukkot (•cabañas», Gén 33,17).
1. Primer lugar en que los israelitas hicieron alto en el desierto a su salida de Egipto (Éx 12,37; 13,20; Núm 35,5s).
2. Lugar al este del Jordán, en las cercanías del Yabbok, en la región de la tribu de Dan (Jos 13,27; Jue 8,5-16; 1Re 7,46). we

Sumarios. Anotaciones sintetizadoras de los evangelistas, como conclusión de una gran unidad de hechos o palabras de Jesús. Los Evangelios y los Hechos han recogido su material de la predicación viva. Cuanto a la forma (-> Historia de la forma), este material había sido transmitido en pequeñas unidades de sentencias, relatos y escenas. Ya en Marcos estas unidades se completan mediante sumarios que unen las escenas aisladas y tienden a dar una impresión más global de los hechos de Jesús, de los apóstoles y de la comunidad (cf. Mc 3,7-12; Act 2,42-47).
Lo que Jesús hizo en casos particulares (curaciones, expulsión de demonios) se aplica en los sumarios a •muchos» o •a todos (p. ej., Mc 1, 32-34 par.; 6,54-56 par.). De este modo se pretende mostrar que la actuación de Jesús no se restringe a casos particulares, sino que abarca a todos los hombres.
Los sumarios desempeñan dentro del Evangelio una función copulativa y han sido formulados por los evangelistas de acuerdo con su orientación teológica. gl/sm
Sumerios. Pueblo de origen desconocido, que en el IV milenio a.C. penetró en el sur de Mesopotamia. Los sumerios estaban organizados en ciudades-estado aisladas y rivales entre sí, a cuya cabeza, como representante de la divinidad, había un rey o un príncipe. Su alta cultura está demostrada por la invención de una -> escritura pictográfica, de la que nació, por evolución, la -> escritura cuneiforme, así como por una extensa literatura que, en su mayor parte, se ha conservado en copias tardías. Junto a las listas y leyes, se han conservado, sobre todo, himnos, mitos y epos, en los que aparece por vez primera la figura de Gilgamesh. we

Sumo sacerdote. En la época de la monarquía había, a la cabeza del sacerdocio, un supremo sacerdote de la familia de Sadoq —que se hace remontar hasta -> Aarón — en calidad de funcionario real. El cargo y el título de sumo sacerdote no se encuentran hasta después del --> exilio.
El primer sumo sacerdote de que se hace mención es -> Josué que, en cuanto suprenio jefe religioso, se encuentra a la cabeza del pueblo, junto al gobernador davídida Zorababel. Más adelante, pasa también al sumo sacerdote la jefatura política. Como antes el -> rey, el sumo sacerdote representa ahora al pueblo ante Dios. Sus poderes están consignados en el --> escrito sacerdotal. Sólo él puede entrar, una vez al año, en el --> santísimo o sancta sanctorum. Se le prescriben especiales normas de purificación. Sus ornamentos se componen de insignias sacerdotales y regias.
En la confusión religiosa y política de la época de los -+ Macabeos el cargo entró en declive, cayó bajo los romanos en una dependencia política y desapareció con la destrucción del -> templo.
La comunidad de -> Oumrán esperaba para el --> fin de los tiempos un -+ Mesías como sumo sacerdote.
En la carta a los hebreos, --> Cristo asume este ministerio veterotestamentario. En el Nuevo Testamento, recibe este título la mayoría de los miembros de las familias de los sumos sacerdotes. ba

Sunamita. Palabra hebrea que significa muchacha de Shulem (Shunem). De aquí procedía Abishag sierva de David, célebre por su belleza (1Re 1,3). La sunamita es el prototipo de la figura femenina de las amantes en el --> Cantar de los cantares. Se la llama «la más hermosa de las mujeres,» (Cant 7,1; 1,8; 5,9,6,1). Algunos investigadores piensan que en este nombre se encierra una alusión a la diosa babilónica Shulmanita. gr

Superstición. Consiste en atribuir a las cosas y a las acciones poderes sobrenaturales que en sí no tienen (-> Magia).
En Israel la superstición entrañó siempre un grave peligro, debido al Influjo de los pueblos circundantes. Formas usuales: sacrificar a los niños por el fuego, --> adivinación, prácticas ocultas, --> hechicería y encantamientos, así como invocaciones a los espíritus (Dt 18,10s). Eran apreciados también los -> amuletos (Jos 3,20), determinados cortes de cabello o incisiones en el cuerpo (Lev 19, 27s).
La ley y los profetas combatieron la superstición. Contra la adivinación y la hechicería existía pena capital (Éx 22,17), pero, en el fondo, el combate fue inútil, porque una y otra vez incluso las auténticas prácticas religiosas se deslizaron, a causa de la errónea intelección, hacia la superstición. Y así, se encuentran también en el Nuevo Testamento frecuentes amonestaciones contra la hechicería y la superstición (p. ej., Act 8,9), aunque, en principio, han quedado ya superadas: en el Antiguo Testamento Yahveh demostró ser más poderoso que toda superstición (Dan 2,27s), y ahora Cristo ha arrebatado a los -> demonios todo poder y ha vencido así la superstición. st

Sur. 1. Punto cardinal, región de la felicidad.
2. El Négueb (= país del sur), situado al sur de la montaña de Judá, en parte tierra habitable y de pastos (Jos 15,21ss; Gén 12,9) y en parte región desértica de animales feroces y tormentas temibles (Is 30,6; 21,1).
3. Saba.
4. En Dan 11,5-40, el país de los Ptolomeos. he

Suscitar. Suscitar es un fenómeno que puede partir de Dios, pero que puede también ser llevado a cabo por la palabra del hombre. Dios «pone• a un hombre, le •suscita•, •le hace estar de pie,» para estar así, por su medio, cerca de su pueblo para salvarlo (Dt 18,15.18). En los primeros tiempos de Israel suscitó Dios a los -> jueces, que sacaron al pueblo de la calamitosa situación que este mismo había provocado a causa de su apartamiento de Dios, y del que ahora se arrepentía. Más tarde, los -> profetas, especialmente Oseas y Ezequiel, se tienen por --> vigías de Israel. Sus palabras poseían una fuerza suscitadora. Si estos vigías no lanzaban el grito de alarma para que el pueblo se guardara de quebrantar la alianza, o para invitarlo a la --> conversión si ya la había quebrantado, se hacían responsables de la muerte de los pecadores. En Is 56,10, ha llegado hasta nosotros una sentencia condenatoria contra estos vigilantes, en los que deben verse a los dirigentes del pueblo, los profetas y sacerdotes; se les llama -> ciegos, porque de ellos no brota fuerza ninguna capaz de provocar la renovación interna y el enderezamiento del pueblo de Dios.Pa