Veritatis Splendor
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El 6 de agosto de 1993 el Papa Juan Pablo II publica una encíclica sobre algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia. Está dividida en tres partes. Así, la primera parte, tomando como hilo conductor el pasaje de Mt 19, en el encuentro de Jesús con el joven, refiere el versículo tengo que hacer?". La respuesta de Jesús es clara: guarda los mandamientos, ven y sígueme. Aunque parezca una empresa difícil, para Dios todo es posible porque El estará con nosotros hasta el final de los tiempos. Se puede afirmar que esta parte asienta los fundamentos de toda moral cristiana: el seguimiento y configuración con Jesucristo.

En la segunda parte, el pasaje evangélico es Rom 12,2: "No os conforméis a la mentalidad de este mundo". Se hace un discernimiento de algunas tendencias de teología moral actual. En concreto sale al paso, para equilibrar, libertad y la ley, conciencia y verdad, opción fundamental y comportamientos concretos.

Finalmente, en el tercer capítulo, el pasaje es 1 Cor 1,17: "Para no desvirtuar la cruz de Cristo". Es un aliento para reforzar el bien moral como parte importante de la vida de la Iglesia y del mundo. Desde la moral cristiana se debe renovar la vida personal y social aunque suponga incluso el martirio. El Papa hace una llamada a los obispos como responsables de que la enseñanza sea correcta.

BIBL. —JuAN PABLO II, Encíclicas, Edibesa, Madrid 1995.

Raúl Berzosa Martínez