Mater et Magistra
DPE
 

Esta encíclica de Juan XXIII aparece el 15-5-1961 con motivo de los setenta años de R.N. En la década de los sesenta se empiezan a producir una serie de cambios sociales, políticos, económicos y religiosos que crean un ambiente de mayor optimismo y confianza entre las naciones y ante el futuro. En esta encíclica aparecen las intuiciones y la sensibilidad del Papa que convocó el Concilio Vaticano II y que tanto influyó en el nuevo rostro de la Iglesia.

Partes de M.M. Consta de una introducción y cuatro partes. 1 a parte: recorrido desde R.N. hasta los motivos que llevan al Papa a escribir esta encíclica. 2a parte: principales enseñanzas del magisterio anterior. 3a parte: aspectos actuales e importantes de la cuestión social. 4a parte: la aportación de la Iglesia a la recomposición de las relaciones sociales.

Contenidos de M.M.

- La economía parte de la iniciativa privada, pero los poderes públicos deben intervenir según el principio de subsidiariedad. Esta intervención del Estado es más necesaria en la situación actual.

- El Papa explica qué debe entenderse por socialización, cómo valorar la socialización de los bienes de producción y las condiciones para llevarla a la práctica.

- La situación deplorable de muchos asalariados y la regulación del salario para que sea justo. El progreso económico y el social deben ir juntos. El medio más importante para conseguirlo está en la participación de los trabajadores en la propiedad de la empresa. Las estructuras económicas deben respetar la dignidad humana; en consecuencia, el cooperativismo y la participación de los trabajadores en la empresa son positivos y necesarios. El asociacionismo obrero es el medio adecuado para lograr avances sociales.

- Se reafirma el carácter natural del derecho de propiedad, pero también se subraya la prioridad del trabajo sobre la propiedad, y la legitimidad de la propiedad de titularidad pública. Tanto en las empresas privadas como en las públicas debe asegurarse la función social de la propiedad.

- La propiedad debe ser replanteada, pues hay otros valores económicos que son más importantes que la propiedad.

- Se está empezando a dar la remundialización de la economía. Ante este fenómeno el Papa subraya algunos temas que requieren atención especial: la agricultura como el sector más descuidado, la relación entre zonas con distinto nivel de desarrollo, y la intervención equilibradora del Estado, la relación de ayuda entre países pobres y ricos, el respeto a las culturas de los pueblos, el problema del incremento demográfico y el respeto a la dignidad humana, y el esfuerzo a nivel mundial para frenar la carrera de armamento.

- ¿Qué puede aportar la Iglesia a la convivencia humana? Juan XXIII propone lo siguiente: la valoración de la persona completa y sin separarla de Dios, la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia, y la formación de los católicos para poder comprometerse de forma eficaz y significativa. El Papa afirma claramente que la perfección cristiana y el compromiso temporal no se oponen.

Principales aportaciones de M.M. Juan XXIII asume y parte de las enseñanzas del Magisterio Pontificio anterior y aporta sus intuiciones con un estilo sencillo. Tiene en cuenta también a los no creyentes, e insiste en la aportación fundamental de la Iglesia a las cuestiones sociales: la imagen del hombre que da la revelación cristiana como el fundamento del ser y el hacer. MM aporta el concepto de Bien Común y lo define como la creación de igualdad de posibilidades para que cada persona pueda desarrollar al máximo sus capacidades. No es el bien de la mayoría ni la igualdad de todos, pues socialmente hay que respetar las peculiaridades de cada persona. El Bien Común consiste en que las personas, que somos distintas, podamos buscar la mayor realización porque contamos con las mismas oportunidades. La vida económica es una realidad compleja y el Estado interviene en la economía; esta nueva situación pide una mayor participación en las diferentes estructuras de la vida social.

Jesús Sastre