¿QUÉ
ES LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA? |
"ES
UNA MANIFESTACIÓN ELOCUENTE DE LA VITALIDAD SIEMPRE JOVEN DE LA
IGLESIA, UNA EXPRESIÓN VIGOROSA DE LO QUE EL ESPÍRITU ESTÁ DICIENDO A
LAS IGLESIAS AL FINAL DEL SEGUNDO MILENO". (Juan Pablo II) |
|
Para
comprender la Renovación en el Espíritu, hay que asomarse a la
experiencia de los Apóstoles en Pentecostés. El Cenáculo es el lugar
donde los cristianos se dejan transformar por la oración, en torno a
María, para acoger al Espíritu. Y es también el lugar de donde salen
para llevar "hasta los confines de la tierra" el fuego de
Pentecostés. La misión de la
Renovación Carismática es hacer presente hoy en el mundo la
experiencia de Pentecostés. Confirma así su vocación de servicio a la
Iglesia, que fue enriquecida con los carismas del Espíritu desde su
nacimiento en el Cenáculo. |
|
DEJAR
A DIOS SER DIOS
Desde sus comienzos, la Renovación ha
aportado a la Iglesia una gran corriente de libertad.
"Dejábamos a Dios ser Dios". Fue esta una experiencia
fundamental. Más que hacer, se trataba de recibir el don de
Dios. Dejarle a Él la iniciativa, porque los cristianos
encerramos con frecuencia a Dios en la pequeñez de nuestros
intereses, de nuestros proyectos y normas ... A veces se tenía
la sensación de que Dios había suscitado la Renovación
Carismática un poco para ir a su aire. Hicimos un
descubrimiento: más que hacer obras PARA Dios había que hacer
las obras DE Dios. También descubrimos la cercanía
impresionante de un Dios que "se goza en estar con los
hombres". |
|
REAVIVAR
LA LLAMA
Agradecemos el don precioso de la Efusión del
Espíritu, que reaviva en nosotros las gracias que un día
recibimos en el Bautismo y la Confirmación que nos hace vivir,
como adultos responsables, la fe que entonces prometimos.
Los seminarios de Vida en el Espíritu son nuestro modo
específico de evangelizar. Si en los comienzos de la Iglesia los
convertidos se bautizaban, hoy hemos de convertir a los
bautizados. Son miles los cristianos que se declaran
"creyentes" y afirman, al mismo tiempo, que "no
practican". Como ha dicho el Papa, "Europa es hoy tierra
de misión".
Los "Seminarios de vida en el Espíritu" evangelizan con
la fuerza del primer anuncio. El Espíritu se derrama con poder y
nacen de ellos conversiones radicales, vocaciones al sacerdocio, a
la vida contemplativa. Compromisos con la sociedad, con los
pobres, los presos, los enfermos. |
|
RENOVACIÓN
EN EL ESPÍRITU
Juan Pablo II ha dicho a nuestros
hermanos de Italia: "Entre los caminos misteriosos con que la
Providencia vive hoy su plan de salvación, en este final del
segundo milenio, es convicción nuestra que, uno de ellos, pasa a
través de la Renovación en el Espíritu. Por medio del
Espíritu, el Resucitado vive y actúa entre nosotros haciéndonos
presente en el mundo en cada experiencia personal".
Son Palabras del Papa que definen con acierto nuestra vocación y
hasta la razón de nuestros testimonios. Veinte mil carismáticos
italianos le aplaudieron. |
|
LA
BUENA NOTICIA
Por eso es posible
anunciar hoy a los que tienen sed, a los que buscan, a los que
presienten algo más ... que hay un lugar ilusionante y vivo en la
Iglesia: LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA.
La forman grupos de todas las edades y condiciones -casados,
solteros, religiosos, jóvenes y mayores- que desean vivir la buena
noticia del Evangelio dando al mundo un testimonio de luz y
esperanza.
Juan Pablo II definió así la Renovación Carismática: "es
una manifestación elocuente de la vitalidad siempre joven de la
Iglesia, una expresión vigorosa de lo que el Espíritu está
diciendo a las Iglesias al final del segundo milenio." |
|
|
|
|
|
SE ENCUENTRA A DIOS
A lo largo de siete
semanas, la trayectoria va del encuentro personal con Jesús, al
descubrimiento de la Comunidad, para terminar con el compromiso
ante la sociedad. Al final es imposible dejar de proclamar que
Cristo vive hoy; que está a nuestro lado, que es nuestra vida.
Todo esto es verdad. Lo ha dicho Carmen Conde en un gran poema:
"Y si se apoyan las manos en el pecho y se respira hondo,
se encuentra a Dios". |
JESÚS ES EL SEÑOR
El fundamento teológico
de la Renovación Carismática es el Misterio de la Trinidad y,
especialmente, el conocimiento progresivo de la persona del
Espíritu que es quien nos revela a Jesús. Por Él vamos al
Padre y entramos, como grandes enchufados, en el coloquio
amoroso de la vida trinitaria.
Si el Espíritu nos revela a Jesús, hay que proclamar con
alegría, con asombro y respeto infinitos, que Jesús es el
Señor. Este es el fin y el fruto primero de la Renovación
Carismática. Esta es su fuerza: proclamar el Señorío de
Cristo. Anunciar que Jesús es el Señor. |
PERO LO NUESTRO ES JESÚS
Es descubrir su
rostro en los hermanos. Sentir que somos, juntos, una comunidad:
que somos Iglesia suya. Lo nuestro, es acoger la buena noticia
de la salvación. Comprobar, con asombro infinito, que estamos
liberados de nosotros mismos, sanados de nuestras heridas.
Proclamar la gratuidad del amor de Dios y la respuesta generosa
del amor nuestro. Un amor que nos hace libres para anunciar al
mundo lo que nuestros ojos han visto y nuestras manos han
tocado. |
MUY CERCA DE MARÍA
Juan Pablo II hizo una
hermosa síntesis de nuestra misión al recordarnos, cuando la
Renovación cumplía veinte años, el texto de Isaías: "El
Espíritu de Dios está sobre mí, Él me ha enviado para ser
luz de los ciegos, consuelo de los tristes, para vendar los
corazones heridos...". "Os recomiendo, nos dijo, que
meditéis frecuentemente las palabras de Isaías ponderando el
gran misterio de cómo el Espíritu de Dios os cubre a vosotros
con su sombra, de forma no muy distinta a la que experimentó
María". Palabras que son un inmenso regalo para la
Renovación y para la Iglesia. Palabras que no son posibles
considerar sin estremecerse. |
|
|
NUEVO
PENTECOSTÉS
La
historia de la Renovación Carismática Católica está unida al
concilio Vaticano II y al papel que en él se asigna a los
laicos dentro de la Iglesia. En 1.961, Juan XXIII lo convocaba
orando así al Espíritu Santo: "Renovad en nuestra época,
como en un nuevo Pentecostés, vuestras maravillas ..."
El 18 de febrero de 1.967, treinta estudiantes y profesores de
la universidad de Duquesne en Pensylvania, hacían un retiro
espiritual para profundizar en la fuerza del Espíritu, dentro
de la Iglesia primitiva, ausente en el cristianismo que ellos
veían languidecer. La llamada tuvo una respuesta sorprendente:
"Lo que empezó allí, gracias a Él - explicó David
Mangan- fue una capacidad nueva para estar a su escucha...
"Dios tomó de su mano el formarme para lo que Él quería
de mi". La experiencia de la efusión del Espíritu se
repitió en las universidades de Notre-Dame, en South Bend,
Indiana, y en Michigan.
Grupos que nadie planeaba, ni convocaba, se multiplicaron como
pequeñas luces en un estadio. Era la libertad del Espíritu que
estallaba por todas partes: "la libertad de los hijos de
Dios".
Con vitalidad sorprendente, la Renovación Carismática se ha
difundido por todo el mundo y en todas las confesiones
cristianas, alcanzando en la Iglesia Católica la cifre de 72
millones. |
|
|