HOMILIA VI DOMINGO ORDINARIO – CICLO C

HOMILIA LAS BIENAVENTURANZAS

I.- INTRODUCCIÓN

Probablemente Jesús pronunció las bienaventuranzas en varias ocasiones de un modo distinto acomodándose a las circunstancias en que fueron pronunciadas.

Se nos ha transmitido dos versiones de las mismas la de San Mateo y San Lucas.

Hoy vamos a considerar la de San Lucas.

II.-MÉTODO

Para explicar éstas hay que comprender la primera porque ésta contiene virtualmente a las otras "BIENAVENTURADOS LOS POBRES"

¿Qué entiende aquí Lucas por pobres?

Se refiere a "los pobres de Yahvé" llamados en hebreo los Anawim.

Surgió este concepto después del exilio de Babilonia

III.-LA CONQUISTA DE JUDEA POR EL REY DE BABILONIA

La conquista de Judea trajo consigo que el 90% de los habitantes de la región se contaba entre los pobres; debido a la política fiscal persa tras el exilio.

  1. Esto, en unos provocaba la exasperación.

  2. En otros el aislamiento de la sociedad en el desierto.

  3. En otros el cansancio y el desaliento.

  4. Pero surgían muchos a quienes la prueba los elevaba a Dios, llevando una vida pobre, humilde pero justa y fiel al Señor. A estos se les llamaba, los "Anawin ", "los pobres de Yahvé".

IV.-SURGIERON DOS TRADICIONES FUNDAMENTALES

A) PRIMERA TRADICIÓN

La de los que ponían su confianza en el Señor por lo que se llamaban piadosos

Esta tradición se refleja en los Salmos y también en los rollos de Qumrám aparece la expresión "los pobres de espíritu" como autodefinición de "los piadosos ".

Se llaman también "los pobres de la Redención" en el sentido de la liberación de Israel.

San Mateo sigue la primera tradición, la de los piadosos.

B) SEGUNDA TRADICIÓN

Es la de aquellos que además de poner su confianza en el Señor, esperaban la venida del Mesías como Rey justo para establecer su Reino de Justicia.

San Lucas sigue esta segunda tradición; nos presenta en su evangelio a "los pobres de Yahvé "como un grupo sociológico en el que pudo comenzar el camino de Jesús y de su mensaje.

V.-EL PUEBLO MESIÁNICO, EL VERDADERO ISRAEL

Con el profeta Sofonías surge la tradición de un pueblo mesiánico. Como el pueblo de los pobres de Yahvé, integrado por todas aquellas gentes sencillas y humildes que en medio de sus tribulaciones confían en Yahvé y esperan la Redención en el sentido de la Liberación de Israel dice:

"Yo dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pequeño que confiará en el nombre de Yahvé". Sof 2, 3; 3,11; Isa 52, 13-53.

Este pueblo, es el "Resto de Israel", el verdadero Israel. A él pertenecen María y José, Simeón y Ana (la profetisa), Zacarías e Isabel, los apóstoles y los discípulos.

Esta tradición secular mantenía viva en el pueblo la idea de que los pobres, los hambrientos y los afligidos son hombres que nada tienen que esperar de esta nuestra historia humana y sólo les resta mirar humildemente hacia Dios y esperar en Dios, pues Dios es justo. Los judíos pobres no pueden hacer valer sus derechos.

Por tanto cuando Jesús dice dichosos los pobres, los hambrientos, los que lloran, el pueblo entiende lo que este significa, pero Jesús no repite cosas sabidas. Ese es el concepto de ser pobre que entonces se tenía.

No obstante existían ciertas corrientes revolucionarias incluso de carácter religioso empeñadas en ayudar al Dios de Israel con las armas:

- Estos eran los sicarios y los zelotas, esto tuvo lugar aproximadamente 30 años antes de Cristo (con Judas el Galileo) y 30 años después de Cristo que dio origen al levantamiento del pueblo judío contra Roma.

Pero es un hecho que Jesús de Nazaret no quiso optar por esa vía.

VI.- CUAL ES EL MENSAJE DE CRISTO EN LAS BIENAVENTURANZAS

Que en él como profeta escatológico se ha cumplido la profecía de Sofonías:

Ha llegado el Rey justo que esperaban. Contra la doctrina de los fariseos, de que la pobreza y el sufrimiento eran castigo de Dios por los pecados y por tanto los pobres eran unos pecadores que no podían alcanzar el Reino de Dios, Jesucristo es el pregonero de la Buena Noticia que también los pobres pueden obtener el Reino de Dios ya inminente con tal que pongan su confianza en el Señor y le pidan auxilio.

Porque hay una impotencia humana que ningún hombre puede eliminar y de la cual sólo es posible liberarse gracias a que Dios reina para la salvación de todos los hombres.

Los pobres poseen ya y se les da los bienes del Reino de Dios.

Las Bienaventuranzas proclaman la felicidad del amor.

Jesús proclama felices a los pobres especificados después como hambrientos y llorosos (o afligidos) porque se encuentran en las manos del amor de Dios como Padre que es, y ellos vendrán a recibir la herencia de la vida eterna.

En las Bienaventuranzas, Jesús no predica una revolución social, ni su tema es, como los cristianos deben procurar la liberación de la pobreza en el mundo.

De esto se trata en varios evangelios referentes a las riquezas y a la pobreza y en otros donde Jesús impone a sus seguidores un comportamiento exigente de caridad ordenado a liberar de la pobreza.

En este mensaje escatológico de las Bienaventuranzas, en lo referente a este tema,

1) Tan solo encontramos un "NO" rotundo contra todas las formas del mal, de la pobreza y del hambre que nos llevan a la aflicción.

2) También aparecen los pobres y oprimidos como los preferidos.

VII.- ¿QUE ES LA DICHA?

Ser dichoso aquí no significa ser feliz en el sentido que los hombres dan a esa palabra: Poseer todo lo que se desea o contentarse con lo que se tiene.

La dicha de que hablan las bienaventuranzas no excluye las contrariedades y el sufrimiento.

En la verdadera felicidad hay tres niveles: Alegría, Gozo y Dicha.

  1. La alegría es la respuesta al valor de unos hechos reales que se nos han presentado. "Es alegrarse de".

     

  2. Si los hechos valiosos (no son todavía reales) y pueden ser realizados por mí, la respuesta exigida es la voluntad de realizarlos. Cuando realizamos una buena acción con alegría, "nos alegramos por" haberla realizado y nuestra alegría se convierte en gozo en la realización.

  3. La dicha se manifiesta especialmente en aquellos casos en que un bien valioso nos conmueve profundamente, de modo sobreabundante, nos produce fruición, en virtud de la actitud contemplativa de abrirse al valor.

    Puede tratarse:

    1. De una obra de arte o de la belleza de un paisaje

    2. De la grandeza moral de una acción (un heroísmo).

    3. De la bondad y nobleza de un hombre.

    4. Del amor de amistad o de los esposos

      En este caso del amor, la persona amada se convierte en bien objetivo para mí, fuente de mi felicidad. Ello supone una nueva dimensión de entrega, una entrega de la propia vida.

    5. El amor a Dios es la dicha más perfecta:

El amor a Dios es la respuesta por excelencia al valor, el acto más transcendente (y más objetivo) del hombre.

El que Dios no sea sólo el bien absoluto en sí mismo por su belleza y santidad infinita, sino también el bien absoluto para mí, vivencialmente significa una nueva dimensión de entrega, entrega incondicional y la dicha más perfecta pues así participamos del amor trinitario en que consiste la vida eterna.

VIII.- ¿CÓMO OBTENDREMOS ESTA DICHA?

La dicha de que hablan las Bienaventuranzas implica tres cosas:

  1. Está vinculada a una promesa,

    Es el resultado de una maravillosa esperanza que anticipa lo que queda por venir: "Gozoso en la esperanza" (Rom.12, 12)

  2. Está apoyada en la vida de Cristo

El porvenir dichoso que promete las Bienaventuranzas se ha hecho realidad presente en la persona de Cristo.

Las Bienaventuranzas reflejan la experiencia vivida por Jesús en su existencia humana.

c) Para conseguir esa dicha hay que compartir la experiencia de Jesús

Esta experiencia transfigurará nuestra existencia

IX.- EXIGENCIA DE UNA PRAXIS

Jesús, anuncia la soberanía de Dios a favor de la humanidad con la exigencia de una praxis concreta que él mismo anticipa en su propia vida y expresa en parábolas e instrucciones. La fuente de la praxis de Cristo era la vivencia de Dios como Padre.

La experiencia del Padre fue el centro del mensaje, de la vida y la muerte de Cristo y revelación de su misterio.

Jesús, el Crucificado-Resucitado, es el Hijo de Dios en forma de hombre real:
Que nos trajo - por medio de su persona, su predicación, su vida y su muerte -el anuncio vivo de la ilimitada donación que Dios es en sí y quiere ser para los hombres (haciéndolos hijos de Dios en su Hijo único, uniéndonos a él por su Espíritu de amor)

 

 

 

X.- APLIQUEMOS ESTE EVANGELIO A NUESTRA VIDA

A imitación de los pobres de Yahvé nosotros debemos mostrar una humilde sumisión a la voluntad de Dios nuestro Padre, aceptándola gozosamente en medio de las contradicciones de este mundo y "no revelándose contra el Señor ante las dificultades de la vida y ante el éxito de los malvados y de los impíos".

- Tener una confianza absoluta en el Señor, diciendo:"DIOS PROVEERÁ".

- Tener una apertura a Dios y su Palabra.

- Tener una disponibilidad para los demás dando incluso de lo poco que tenemos y ayudando siempre a quién nos necesite.

- Una conciencia de nuestra impotencia en nuestra vida espiritual.

Por eso lejos de manifestar la autosuficiencia del fariseo de la parábola, confiando en nuestra propia justicia, no confiaremos en nuestros propios méritos sino, reconociéndonos pecadores con la humildad del publicano.

  • Tener un sentimiento de indigencia y debilidad espiritual y asemejándonos a los niños que se ponen confiadamente en brazos de su Padre.

 

Terminemos con la siguiente oración:

Señor danos la dicha de tu salvación.

Renuévame por dentro con Espíritu firme

No se aleje de mí tu Santo Espíritu de amor que me enseña a llamarte Padre y a vivir como verdadero hijo de Dios y así obtener la herencia de tu gloria eterna.