HOMILIA III Domingo de Cuaresma- CICLO C

             

LA SAMARITANA

 

I.- JESUS REVELA A LA SAMARITANA EL DON DEL ESPÍRITU

    Jesús, revela a la Samaritana el don del Espíritu con simbolismos, y cuyo significado es el siguiente:

I.1  Si conocieras “el Don de Dios” que es la revelación que yo hago de mi mismo, y, por tanto, si supieras que yo, que te pido de beber, soy el Mesías.

I.2  Tú me hubieras pedido que te diera de beber, y yo te hubiera dado “el Agua Viva, que simboliza el conocimiento profundo de lo que yo soy, que es la FE

I.3  Este “agua viva” que es (la Fe) se convertirá en ti:

      a)   en una fuente

      b)  cuya agua brota hasta la vida eterna

      Esta fuente es el “ESPÍRITU que han de recibir en su fe  los creyentes (Jn 7,39).

      Y su agua brota hasta la vida eterna  porque el Padre por el Espíritu nos comunica la gracia de la filiación que es incoación de la vida eterna y a ella nos conduce.

El prefacio de este día sintetiza muy bien el objetivo de esta primera conversación de Jesús.

“Si Cristo nuestro Señor quiso estar sediento de la fe de aquella mujer, fue para encender en ella el fuego del amor divino, el Espíritu Santo”.

 

II.- JESUS REVELÓ EL MISTERIO DEL PADRE

 

     El misterio de la Encarnación requería que Jesús revelase la persona del Padre y a si mismo como a su Hijo único. Este es el mensaje central del Nuevo Testamento.

Toda la vida de Jesús quiso ser una revelación de la persona y de la acción del Padre y de su conciencia de Hijo, que culminó en el Misterio Pascual.

Lo reveló de varias maneras:

    1º.- Cuando pronunció ante los discípulos en su oración la invocaciónABBA” = Papá, palabra aramea que revela a la vez la persona del Padre y su propia identidad de Hijo en la familiaridad e intimidad más completa con él que revisten un carácter único. La palabra “Abba” sale una sola vez en los evangelios; y esta se encuentra en San Marcos en el episodio de su oración en Getsemaní.

           La Palabra Padre sale en los evangelios 170 veces.

           Elaborados estudios han demostrado que detrás de la palabra Padre (Pater griego) de los textos evangélicos, estaba el ABBA arameo.

           El que Jesús se haya atrevido a llamar a Dios como un niño habla a su Padre con sencillez, delicadeza y confianza resulta novedoso e inesperado porque el judío no se atrevía ni siquiera a pronunciar el nombre de Dios y solo resulta posible en la esencia de la nueva relación con Dios aportada por Jesús.

           La palabra “ABBA” abre perspectivas revolucionarias en la Historia de la Humanidad, aporta el verdadero concepto de Dios y una nueva adoración.

           Y al aparecer a comienzo del relato de la Pasión en Getsemaní arroja sobre ella una luz que le da su pleno significado.

2º    Distinguiendo mi padre y vuestro padre

 

III.- LA CONVERSACIÓN CON LA SAMARITANA FUE UNO DE LOS MOMENTOS        MÁS IMPORTANTES DE ESTA REVELACIÓN DEL PADRE Y DE SI MISMO COMO HIJO ÚNICO.

 

Cuando la Samaritana le dijo:

Nuestros Padres adoraron a Dios en este monte y vosotros decís que el sitio donde hay que adorar es en Jerusalén

Jesús le contestó:

Está llegando la hora en que ni este monte, ni en Jerusalén, adoraréis al Padre.

1)     Jesús le dice: Adorareis al Padre

      No dice adoraremos. De esta manera él se distingue del número de esos     adoradores, e implícitamente se declara Hijo especial de Dios, distinto de los demás.

       2) Ni dice adoraréis a Dios, sino al Padre.

           Aquí Cristo anuncia la gran revelación del Padre como persona divina que se distingue por esta paternidad.

           Revelación inaudita, no conocida antes de Cristo en ninguna de las religiones porque éstas solo hablaban de Dios como Padre en sentido moral.

           Por lo tanto hay que ver en esta apelación una gran novedad.

           Aquí al revelar al Padre lo hace de manera que se declara Hijo especial de Dios, distinto de los otros: El Padre es el Padre de Jesús.

           La gran novedad es, que en Dios hay un Padre y un Hijo.

       3) Revelación del culto verdadero   

           Continúa Jesús diciendo: MUJER CREÉME

           “ESTA LLEGANDO LA HORA, YA ESTÁ AQUÍ”

           Es decir, en él, en su persona estaba fundamentalmente presente, esa hora porque él es (aquel) por el que se hace posible el verdadero culto al Padre en cuanto tal, porqué dice Jesús:

 

               “LOS QUE QUIERAN DAR CULTO “VERDADERO” ADORARÁN AL PADRE EN   ESPÍRITU Y EN VERDAD”.

               El verdadero sentido de esta frase es:

               EN ESPÍRITU:        

               Con el Espíritu de hijos que nos da el Espíritu Santo enviado por Cristo que es quien nos hace sentirnos hijos de Dios en su Hijo, y así hace posible que podamos dar culto al Padre en cuanto tal.

               Esta adoración se diferencia de la anteriormente practicada, que era un acatamiento de la superioridad de Dios con la consiguiente sumisión por el temor, se diferencia de ella porque

              

               “No hemos recibido un espíritu de esclavitud para servir a Dios por el temor sino el Espíritu de filiación que nos hace clamar ¡PADRE!” (San Pablo)

 

               EN VERDAD:

               Sólo puede haber culto al Padre en cuanto tal si procede de los que en verdad  son Hijos de Dios por el Espíritu Santo enviado por el Padre en Cristo y por Cristo.

               Solo puede llamar a Dios en verdad Padre y adorarle en cuanto tal, quién es en    verdad hijo por el Espíritu de su Hijo.

               Por lo dicho vemos que esta doble expresión dice lo mismo:EN CRISTO Y CON   CRISTOpor su Espíritu adorarán al Padre en espíritu y en verdad.

 

           Cristo profetizó a la Samaritana el final del culto que rendían los judíos en el Templo, y le anuncia el establecimiento del nuevo culto, que consiste en una nueva adoración.

           Ni la Samaritana ni los apóstoles podían entonces conocer el significado profundo de esta revelación.

           Pero nosotros si lo podemos comprender por la fe de la Iglesia proclamada en lo primeros concilios.

 

IV.- ¿EN QUÉ CONSISTE EL MISTERIO DEL PADRE?

 

     A).- EL MISTERIO DEL PADRE

            Consiste en que el Padre es el origen de todo

             1º)  El Padre es el origen de toda la Trinidad

                   Eternamente Dios es Padre, en cuanto engendra al Hijo en el Espíritu Santo.

                   El Hijo es Dios, el mismo Dios que el Padre.

                   Este engendramiento es eterno y único, (esto es, no hay más que un engendramiento).

     

      Pero este engendramiento se actualiza en el mundo en la Encarnación del Hijo (cuyo culmen es el Misterio Pascual en el que Cristo es constituido Hijo de Dios en plenitud de poder y gloria).

 

      Este engendramiento se realiza también en los hombres por el Espíritu Santo que nos es dado por el Padre en Cristo y por Cristo, en el Bautismo y en su plenitud la Eucaristía y en el acogimiento de su palabra por la fe.

      Así somos engendrados por el Padre hijos de Dios y la Trinidad mora en nosotros; lo cual hay que pensarlo más que como un descenso de Dios a nosotros, es una asunción del más profundo centro de nuestro ser y de nuestra memoria, entendimiento y voluntad en vida de Dios; es nuestra presencia existencial en Dios.

2º)  El Padre es también el origen de todas las cosas

                   Todas las cosas vienen de él y deben volver a Él, en Cristo y por Cristo.

      La Creación y todas las obras fuera de la Trinidad son obra de las tres divinas personas, pero la iniciativa (siempre) procede del Pare que siempre actúa en el hijo y por el Hijo en el Espíritu Santo y por medio de nosotros unidos a Cristo por su Espíritu quiere establecer el reino de Dios en el mundo y cuando llegue el fin, Cristo lo ofrecerá al Padre.

 

V.- ¿DONDE SE REALIZA LA ADORACIÓN?

 

        “Cristo ya había anunciado un nuevo templo cuando dijo:

       DESTRUID ESTE TEMPLO Y EN TRES DÍAS LO LEVANTARÉ DE NUEVO” (Jn 2,19)

       Frase misteriosa que el evangelista explica diciendo:

       Él se refería al templo de su cuerpo (después de la Resurrección).

       El Cuerpo glorioso de Cristo es el nuevo templo

       ¿Pero donde encontramos el cuerpo de Cristo?

      V.1 En la Misa,  Cristo dijo en la última Cena:

            “ESTO ES MI CUERPO ENTREGADO, ESTA ES MI SANGRE DERRAMADA

            Son expresiones hebraicas que significan:

            “Esto soy Yo mismo corporalmente presente como entregado en mi muerte por amor

            En la Misa Cristo actualiza este sacrificio asumiendo el sacrificio de nuestra vida realizada en el Espíritu de amor de Cristo, lo une a su sacrificio y lo ofrece al Padre haciendo suya nuestra alabanza y acción de gracias y nuestra adoración.

La misa es nuestro más perfecto e integral ejercicio de adoración.

 

       V.2 También cada creyente  ha sido hecho un templo vivo por la comunión en el cuerpo glorioso de Cristo, y nuestro más profundo centro del alma es el altar en que Dios es adorado en alabanza, acción de gracias y amor; solo Dios en él habita (S. J. de la Cruz IS 5,7).

      Por eso San Pablo dice:

      “El templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros” (1 Cor 3, 17)

 

      La adoración del Padre en el fondo del alma consiste en:

1)     En el acatamiento sagrado del misterio de la presencia del amor del Padre y por Él, del Espíritu de Cristo en el centro de nuestro ser.

2)     Con el consiguiente abandono totalmente confiado y filial:

3)     Con la entrega total de amor a Él.

 

 

 

  

VI.- LA PRESENCIA DEL AMOR DEL PADRE EN NOSOTROS

 

Tiene diversos grados y según los grados de purificación y de desasimiento total.

Sin la purificación y el desasimiento total no puede el hombre adorar a Dios con la     entrega de todo su ser, ni con el abandono total a Él.

 

      Según Sor Isabel de la Santísima Trinidad, podemos distinguir tres grados:

           1) El primer grado consiste en una entrega total en su vida de amor, a la acción santificadora del amor de Dios

               Al estar siempre “ante la presencia” del amor de Dios todas las decisiones están impregnadas de amor a Dios.

 

               La Oración de Sor Isabel de la Santísima Trinidad para este grado es:

 

               ¡OH Dios mío! Trinidad a quién adoro ayúdame (a olvidarme de mi mismo) a establecerme en ti, como centro de mi vida.

               ¡OH Verbo eterno! Palabra de mi Dios, yo quiero prestar oídos dóciles a vuestras enseñanzas para que vos seáis mi único maestro.

 

2)     El segundo grado es el alma transformada en víctima de amor por los padecimientos en el servicio al prójimo, soportados con amor a Cristo conformándose con Cristo en su muerte.

La fuerza transformadora de este amor servicial imprimirá con más intensidad a Cristo en el alma. Así el alma viene a ser como otro Cristo.

Y el Padre eterno no ve en ella otra cosa que a su Hijo muy amado.

 

                La Oración de Sor Isabel de la Santísima Trinidad para este grado es:

 

               ¡OH Espíritu Santo! Fuego abrasador descended sobre mí para que se imprima con más intensidad en mí la imagen de Cristo.

 

3)     El tercer grado consiste en una vida entera convertida en alabanza de gloria.

El alma toda entera hecha adoración porque gozando en la adoración al Padre vive de continuo en una perenne acción de gracias.

Es como una hostia viva porque todos y cada uno de sus actos, de sus movimientos y sus pensamientos al propio tiempo que la arraigan más en el amor vienen a ser una alabanza de gloria, como un eco del santus eterno

 

    La Oración de Sor Isabel de la Santísima Trinidad para este grado es

       

               ¡OH JESÚS mi bien!, une el sacrificio de mi vida al tuyo para que sea “Alabanza de Gloria”.

               Con esta explicación de los tres grados de la Adoración vemos que la Adoración se convierte en un programa de la vida espiritual.

               Es necesaria para el desarrollo de la vida espiritual

 

VII.-  LA ADORACIÓN EXIGE TAMBIÉN SENTIMIENTOS DE ALABANZA Y DE ACCIÓN    DE GRACIAS

 

        1º)  Cuando el hombre llega a gozarse en la grandeza de Dios-Padre se convierte la adoración en alabanza.

               La alabanza toma una forma distinta de la anterior alabanza en otras religiones, precisamente porque va dirigida al Padre en cuanto tal.

               Se alaba al padre porque nos ha predestinado a ser sus hijos por su Espíritu y para esto nos ha brindado la redención de su Hijo en virtud de la cual nos envía su Espíritu.

 

        2º)   La alabanza va acompañada de acción de gracias

                Y puesto que estamos unidos a Cristo por medio de su Espíritu, él hace suyas nuestra alabanza y nuestra acción de gracias, y las ofrece al Padre.

 

Jesús le dijo a la Samaritana:

 

      “EL PADRE BUSCA TALES ADORADORES”

      Lo que implica que el Padre te busca a ti, como verdadero adorador en Espíritu y en verdad. No hay que traducir el Padrequiere”, sino el PadreBusca”, como enseña la devoción al Corazón de Jesús.

En orden a la salud espiritual, la iniciativa viene siempre del Padre pues nadie puede ir a Cristo si el Padre no le atrae. (Jn6, 44)

Pero el Padre siempre actúa por medio de Cristo, fue Cristo quién buscó a la Samaritana y lo mismo ha hecho con cada uno de nosotros.

Nos dice:

TU NO ME HUBIERAS BUSCADO SI ANTES YO NO HUBIERA SALIDO A TU ENCUENTRO”.

Debemos pensar si nosotros seguimos a Cristo es porque EL ha salido a nuestro encuentro.

       Hoy por medio de Cristo, Dios nos dice: Te busco a ti como adorador en espíritu y     verdad.

      Y cada uno de nosotros debe responder:

       “Yo quiero ser y me esforzaré por ser un verdadero adorador”. Y recogiéndote un    momento debes recordar en qué consiste esto y qué debes hacer para conseguirlo”.

 

IX.-  LA ADORACIÓN ES MUY IMPORTANTE PARA LA EXISTENCIA HUMANA

 

 1º)   La adoración es la garantía de nuestra salud espiritual garantía de que no enferme nuestro espíritu. La del espíritu es distinta de la enfermedad espiritual en sentido psicopatológico.

         El espíritu enferma cuando el hombre se encuentra desorientado espiritualmente y la verdad no ocupa la posición primera y principalísima que le corresponde, cuando esto ocurre aunque el espíritu puede trabajar bien y obtener éxitos, el orden de su existencia está roto.

         Los criterios con que mide la importancia de las cosas se han vuelto falsos, ya no ve lo que es fin y lo que es medio, no distingue la meta del camino.

               Ha dejado de tener la seguridad de la dirección interior, le falta la respuesta para contestar a las preguntas últimas del porqué y para qué.

               Todo esto repercute en su existencia entera.

 

      2º)     El que adora a Dios, en sus sentimientos mas hondos y en sus actos vivos se encuentra cobijado en la verdad de la adoración puede equivocarse en muchas cosas pero, en último término las direcciones y las órdenes de su existencia están seguras:

a.1) Con la ordenación nos situamos en la verdad de la vida.

a.2) Por ella se ordenarán las relaciones de la existencia humana.

a.3) Se establecerán sus criterios adecuados.

b)    Esta verdad pondrá en su debido lugar todo aquello que la confusión y el    engaño de la vida ha desordenado.

c)    El centro de la vida encuentra firme apoyo en la verdad de Dios y con ello   adquiere energía suficiente para soportar las pruebas.