HOMILIA DEL II DOMINGO DE PASCUA.- CICLO B

 

APARICIÓN A LOS ONCE

 

1.- INTRODUCCIÓN

 

Todos los años después de la Resurrección del Señor comenzamos a leer en las Misas las apariciones de Jesús.

Estas fueron necesarias para demostrar a los apóstoles que él estaba vivo y así pudieran ellos ser testigos de su Resurrección.

Lo primero que tenemos que considerar es que las apariciones de Cristo fueron objetivas.

 

2.- LAS APARICIONES DE CRISTO FUERON OBJETIVAS

      

2.1       Por un lado el Señor aparece como un hombre como los otros hombres:

-          Camina con los discípulos de Emaús.

-          Muestra a Tomás sus heridas.

-          Acepta incluso un pez asado para comer, para demostrar su verdadera corporeidad.

 

2.2       Y sin embargo no es un hombre que simplemente ha vuelto a ser como era antes de su muerte. (Ratzinger, Jesús de Nazaret; Pág.308).

El es plenamente corpóreo y sin embargo no está sujeto a las leyes del espacio y del tiempo.

 

2.3   A Cristo glorificado, Dios le otorgó el poder de mostrarse vivo.

                 Jesús “se hizo ver”  Se hizo visible tangiblemente cuando quiso, donde quiso y como quiso.

                 No se trata de una visión subjetiva: fue Él quien se hizo ver, por consiguiente tiene un carácter objetivo real

                 Cristo se hace ver adaptándose a la psicología de las personas y a las circunstancias de cada una de ellas:

a)      Por medio de una palabra a María.

b)      Por un gesto de partir el pan a los de Emaús.

c)       Mostrando las cicatrices al incrédulo Tomás.

                

        2.4    Las apariciones no son simples visiones o visualizaciones

       Contemplar esa realidad era mucho más y diferente que ver un árbol al     borde del camino, contemplar a Jesús resucitado suponía una conmoción profunda, una explosión que hacía saltar todas las vivencias cotidianas.(Guardini 509-510).

 

2.5  Tampoco es como el reconocimiento de una persona que me encuentro por la calle y digo ¡es fulano!

       No le ven la cara, es un conocimiento progresivo, le ven desde dentro, esto es, desde el interior del corazón.

 

         2.6   Las apariciones son actos “reveladores” de Dios

       Por eso no lo reconocieron inmediatamente, fue necesaria la Fe que es la  respuesta a toda revelación.

Para ello se requiere una transformación personal, obra del Espíritu de Cristo que es el que nos da Los Ojos de la Fe”.

                 Las apariciones son actos reveladores de Dios en los que Dios por medio del Espíritu reveló a Jesús como “Señor” y como Aquel en quién está la Salvación.

 

3.-     ESTA APARICION A LOS ONCE ES LA MÁS IMPORTANTE

           Incluye las siguientes enseñanzas:

 

         3.1 Cristo entró en el Cenáculo con las puertas cerradas:

          a) Porque quiso enseñar a los apóstoles que en adelante no debían pensar que  su cuerpo era mortal, sino glorioso.

          b) Para demostrar su divinidad.

               c)  Para demostrar que él pudo salir del sepulcro, de la misma manera que había  entrado en el Cenáculo.

 

3.2  Los motivos por los cuales eran necesarias las apariciones son:

            a)  Demostrar a sus apóstoles que Él estaba vivo para que pudieran ser    testigos de su Resurrección. Por eso se apareció también a Tomás en unión con los demás apóstoles

            b)  Mostrarles su cinco llagas símbolos de su pasión y muerte por amor,   para enseñarles:

I.- Que el sacrificio de su muerte en cuanto acto de donación de si    mismo permanece eternamente en él.

           II.- Que por tanto es el Cordero inmolado que está permanentemente intercediendo por nosotros como sacerdote eterno de su misma inmolación.

c)   Las apariciones fueron también necesarias para que Cristo fundase su Iglesia

       1º) Enviando a sus apóstoles al mundo entero como Él había sido enviado    por el Padre

                         I-  Con la misma misión

                        II-  Con los mismos poderes

            III.- Por medio de su Espíritu

 

                        2º) Cristo fundó a los apóstoles a modo de Colegio esto es, de grupo estable, al frente del cual puso a San Pedro.

             No son testigos aislados de la Resurrección sino garantes de una  misma experiencia en una unidad que fue confirmada en Pentecostés; en esta unidad se funda la Iglesia.

 

3º) El apóstol, no es solo el encargado de anunciar el Evangelio sino que es un (elegido) un ungido por el Espíritu Santo para hacer posible la participación de los hombres en la acción salvadora que, realiza el Padre en su Hijo resucitado, por los sacramentos que culminan en la Eucaristía, La unción faculta al apóstol para actuar en nombre de la persona de Cristo. Es un don que supera el poder de la asamblea cristiana.

 

4º)  Por lo dicho la Iglesia no puede ser considerada como una sociedad cualquiera

                              “Cristo estableció su Iglesia como comunidad de fe, esperanza y   caridad, jerárquicamente estructurada con una cabeza visible, Pedro.

 

4.- CONSIDEREMOS AHORA LAS PALABRAS DEL APÓSTOL     SANTO TOMÁS

 

               Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo(Jn 20,25)

 

           4.1 ESTAS PALABRAS NO SON MODELO DE INCREDULIDAD

Se suele considerar equivocadamente las primeras palabras de Santo Tomas como paradigma de la incredulidad, de la duda, de la crisis racional de fe, pero como dice San Agustín estas palabras son propias de quien busca, no de quién niega, porque el admitía que Cristo, que resucitaba a los muertos, podía resucitarse así mismo.

 

4.2 SON UN SÍMBOLO DE LA NOCHE DE LA FE

Cuando dice esas palabras, éstas significan que quiere ser informado en esa verdad que parecía oscurecida por el hecho de la muerte de Cristo en una especie de:

                                                     “NOCHE DE FE”

 

           4.3 SIRVEN PARA CONFIRMARNOS EN LA FE

Esto sucedió por divina dispensación en provecho de los que tenemos que creer sin haber visto, PARA CONFIRMARNOS EN LA FE.

 

4.4  SON MODELO DE FE

                 Jesús le toma la mano y dice a Tomás

”METE AQUÍ TU DEDO., ETC......” Tomás se convirtió en modelo de fe absoluta.

                 Respondió Tomás y díjole “SEÑOR MIO Y DIOS MIO”.

                 No responde Tomás lo que parece que debía haber dicho:

                  “CREO, SEÑOR, QUE ERES TU, CREO QUE HAS RESUCITADO”.

                  La fe afirma mucho más de lo que está viendo porque sus palabras no son fruto de la razón ni de la evidencia, sino “de un corazón rendido al amor” y que en su actitud previa a la Resurrección de Lázaro, estaba dispuesto a morir con Jesús.

 

Tomás le llama verdaderamente “Señor, esto es Hijo de Dios, que tiene          imperio sobre todos los hombres y después le aclama como verdadero Dios también, lo que nunca había hecho hasta entonces.

 

5.-   APLICACIÓN A NUESTRA VIDA

 

           5.1 Esta jaculatoria “SEÑOR MIO Y DIOS MIO” debemos decirla cuando el sacerdote eleva la Sagrada Forma y el Cáliz.

La frase: Bienaventurados los que no vieron y creyeron, está dicho para nosotros que no lo hemos visto y lo amamos, que no lo hemos conocido personalmente a Cristo y creemos en Él, como fundamento de nuestra esperanza. (2ª Lec. S.Pedro).

 

5.2  LAS PALABRAS DE SANTO TOMÁS TAMBIÉN NOS INDICAN COMO SALIR DE LA NOCHE DE LA FE

 

                 Todo cristiano pasa por la noche de la Fe, cada uno a su modo, sobre todo en estos tiempos en que la humanidad está pasando por una noche colectiva de fe, con la pérdida de fe en el amor.

 

                 ¿Cómo salir de la noche de la Fe?

No buscando explicaciones racionales de los diversos misterios sino volviendo al Amor, a nuestro amor primero.

 

En este primer domingo después de Resurrección el Papa Juan Pablo II instituyó la fiesta de la Divina Misericordia. Esta fiesta nos enseña, que por grande que sean mis pecados mayor es tu amor y tu misericordia. Tu amor es infinito y tu misericordia es eterna.

Señor mío y Dios mío, ten misericordia de mi que soy pecador y envíame tu Espíritu que aumente mi amor y me haga comprender en profundidad la verdad del misterio de tu amor.

Señor mío y Dios mío, yo creo, pero aumenta mi fe en tu amor y misericordia para ser testigo de tu verdad.

Es una fiesta importante para infundir confianza en todo pecador pero sobre todo en los grandes pecadores. Porque el demonio antes de pecar tienta diciendo, no tiene importancia, todos lo hacen pero después de pecar dice lo contrario, eres un gran pecador, no tienes remedio. Hay una obra de un gran literato que se titula. “El condenado por desconfiado” . Incluso con la Sagrada Escritura te dice: “Hay del que escandalizare a uno de estos pequeños, más le valiera no haber nacido. Hay que contestarle ”Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva”.

 

Pero Señor mío y Dios mío, ten misericordia de mí que soy pecador y envíame   tú Espíritu que aumente mi amor y me haga comprender en profundidad la verdad del misterio de tu amor.

 

Señor mío y Dios mío, yo creo, pero aumenta mi fe para seguirte y ser testigo de tu verdad.