LIBRO DE LA ALIANZA
Exodo 19-24


Carlos Mesters oc




CAPITULO 6 
Paso 4· 
¡VOZ DE DIOS, LEY DEL PUEBLO! 
PAZ EN LA TIERRA, TIEMPO NUEVO
Ex 23,20-33


Si la voz de Dios fuera la ley del pueblo y si esta ley fuera 
observada fielmente, entonces la paz volvería a reinar, los problemas 
de la tierra serían resueltos, los conflictos agudos serían superados y 
el tiempo nuevo llegaría. Este es el futuro que Dios anuncia en este 
cuarto paso de la celebración de la alianza. La promesa describe la 
vida nueva que va a nacer de la fidelidad del pueblo al proyecto de 
Dios.

LA VIDA NUEVA DEL PUEBLO, GARANTIZADA POR LA PROMESA 
DE DIOS

La primera cosa que Dios promete, es la garantía de la tierra, la 
posesión del suelo "que preparé para ti" (23,20). Tierra buena, sin 
desiertos y sin piedra que amenacen (23,29). Tierra bien demarcada 
(23,31), recibida por derecho, como herencia (23,30). Y será una 
posesión tranquila, sin amenazas de invasión por parte de enemigos 
buscapleitos, pues éstos serán expulsados y derrotados 
(23,23.28.31).
El pueblo está seguro, porque Dios lucha a su lado. El es su aliado 
en las buenas y en las malas: "Seré enemigo de tus enemigos" 
(23,22). El ángel de Dios acompaña al pueblo, va al frente, lo cuida 
por el camino y lo conduce hasta la tierra que Dios le preparó 
(23,20.23).
Los enemigos quedarán con miedo y lo dejarán pasar sin 
molestarlo (23,27). Una vez introducido en la posesión de la tierra, el 
pueblo tendrá vida nueva, pues Dios lo bendecirá con agua, pan y 
salud (23,25): agua, esto es, lluvia en el tiempo preciso; pan, esto es, 
cosechas abundantes; salud, esto es, no tendrán enfermedades, la 
esterilidad desaparecerá, las mujeres serán fecundas, no tendrá más 
abortos y nadie va a morir antes de la hora (23,26)

En su bondad, Dios asumió las esperanzas de su pueblo, pues la 
vida nueva, garantizada por su promesa, expresa y refleja las 
aspiraciones de los agricultores de Palestina: familia, salud, muchos 
hijos, posesión de la tierra, lluvia en el tiempo preciso, cosecha, 
alegría. Hasta que la vida nueva 
no llegue a todos, la alianza con Dios no estará plenamente 
realizada, y el pueblo tendrá que continuar luchando para poder 
completar la justicia.

1. ¿Cuáles son las aspiraciones que hoy alimenta nuestra lucha 
para un futuro mejor?
2. ¿Qué semejanzas y diferencias hay entre las aspiraciones de 
ellos y las nuestras?
3. ¿Qué signos de futuro nuevo podemos ver? ¿Qué semillas 
brotan por ahí? ¿En dónde?

EL ANGEL DEL SEÑOR

La promesa incluye la presencia del ángel de Dios en medio del 
pueblo (Ex 23,20-23). ¿Quién es este ángel? Angel quiere decir 
mensajero. A veces, el ángel de Dios es el propio Dios en cuanto que 
El se comunica con su pueblo y le transmite su mensaje. Es Dios 
mismo en cuanto se vuelca sobre el pueblo, preocupado por él, 
decidido a ayudarlo y a guiarlo. A veces, el ángel es una creatura que 
nos transmite el mensaje de Dios; puede ser hasta la lluvia, las nubes, 
la propia naturaleza, la historia, los hechos en cuanto nos hablan de 
Dios. A veces, es Moisés y los que, después de él, guiaban al pueblo 
en nombre de Dios. En el Libro del Apocalipsis, el ángel es el 
coordinador de la comunidad (Ap. 2,1.8.12.18;3,1.17.14). De 
cualquier modo que sea, el ángel de Dios es siempre expresión de 
presencia amiga y exigente de Dios y de su mensaje para nosotros.

¿Quién es hoy el ángel de Dios que acompaña, protege y guía al 
pueblo?

LA CONDICION PARA QUE LA PROMESA DE DIOS SE REALICE

El futuro que Dios promete no sucede automáticamente, ni es 
premio que cae venido del cielo, sino que es fruto divino que nace de 
la fidelidad humana. La fidelidad a los Diez Mandamientos crea un 
nuevo orden cuyo resultado es la vida nueva, anunciada por la 
promesa de Dios. La vida nueva es fruto, al mismo tiempo, de la 
bondad de Dios y del esfuerzo del pueblo.
Esta fidelidad tiene dos aspectos, dos lados de la misma medalla:
1) servir a Yavé (23,25);
2) no servir a otros dioses (23,24.32).
Servir a Yavé es despertar la presencia del ángel de Dios, oir su 
voz, hacer lo que él indique y no ser rebelde contra él (23,21-22). No 
servir a otros dioses es no hacer alianza con los otros pueblos ni con 
sus dioses (23,32-33) es no hacer lo que ellos hacen, sino destruir 
sus dioses y sus estatuas (23,24).
En estas recomendaciones de fidelidad, lo negativo es más fuerte 
que lo positivo; y el lenguaje es rudo y agresivo. Esto puede 
engañarnos y llevar a la gente al fanatismo; creer que solamente 
nuestro grupo es bueno y que los demás que no nos siguen, son 
malos; que el resto es pecador e infiel; que nosotros podemos 
despreciarlos, ofenderlos y agredirlos. Sacar esta conclusión es lo 
mismo que sacar una fotografía de los campos de la Laguna en época 
de sequía y escribir abajo: "México es un grande y eterno desierto".
Servir a Yavé y solamente a El, es antes de todo un acto de amor 
(Deut 6,4-5). Yavé es un Dios apasionado (Ex 20,5-6). Su alianza con 
el pueblo es como un casamiento: "Yo te desposaré conmigo para 
siempre. Yo te desposaré conmigo en justicia y en derecho, en amor y 
en ternura. Yo te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a 
Yavé" (Os. 2,21-22).
La fidelidad que Dios pide no es como una obligación comercial, 
sino como la fidelidad que el marido pide a su esposa y viceversa. Es 
una respuesta de amor fiel a Dios, que nos amó primero. Este amor 
fiel hace romper con el sistema de los dioses falsos y con el modo de 
pensar de ellos y nos lleva a comprometernos solamente con Yavé y 
con el modo de vida fraterna que El pide a su pueblo. Esta fidelidad 
transforma nuestra vida en un servicio humilde a Dios y a los 
hermanos. El fanatismo nace, cuando en el grupo falta el amor, la 
humildad y el servicio; cuando Dios no pasa de ser una idea que nos 
fabricamos nosotros mismos para defender nuestros propios 
intereses, y no los de Dios y del pueblo.

LA MEMORIA DEL PUEBLO: EL TELON DE FONDO DE LA 
PROMESA DE DIOS

Los peregrinos que participan de la celebración de la alianza traen 
a la memoria la historia de su pueblo y cargan consigo el recuerdo de 
las experiencias pasadas. En el pasado, todas las veces que el 
pueblo abandona a Dios para seguir el modo de pensar de los reyes, 
el resultado era siempre el mismo: desintegración y destrucción. Y 
todas las veces que ellos se disponían a volver a Yavé y a la práctica 
fiel de la alianza, la vida volvía a ser vida nueva (Jue. 2,11-19). Esta 
experiencia del pasado es el telón de fondo de la promesa de Dios.
La promesa de Dios proyecta en la tela del futuro la experiencia 
vivida del pasado, la lección que sacaron de la historia. Ella dice: "Si 
sirves a Yavé, tu vida será bendecida (Ex 23,25). "Si sirves a los 
dioses, eso será para ti tu ruina" (Ex 23,32).

1. ¿Cuál es la experiencia que tenemos de nuestro pasado y que 
nos habla de una promesa de Dios para nuestro futuro?
2. Intenta leer así la historia de México, de tu comunidad, y tu 
historia personal. Vale la pena intentarlo.


CAPITULO 7
Paso 5·
RENOVAR LA ALIANZA CON DIOS


El primer paso fue una larga procesión hasta el santuario y dos días 
de purificación. El segundo paso fue la proclamación de los Diez 
Mandamientos que revelan la voluntad de Dios para el pueblo. El 
tercero, fue el Código de la Alianza que aplica los Diez Mandamientos 
en la vida del pueblo. El cuarto paso fue la promesa de Dios 
anunciando el futuro que va a brotar de la observancia fiel de la 
Alianza. Y todo eso, bien participado, intercalado con salmos y 
cánticos. Ahora, el quinto paso, la celebración llega a su punto 
culminante, esperado y preparado desde el comienzo: el momento de 
la renovación de la alianza con Dios.

LA SOLEMNIDAD Y LA SERIEDAD DEL AMBIENTE DE LA 
CELEBRACION

La guía pide que Moisés y los representantes de las comunidades, 
los "ancianos", suban a la montaña (Ex 24,1) y añade: "Solamente 
Moisés se aproximará a Yavé; los otros no se aproximarán, ni el 
pueblo subirá con ellos" (Ex 24,2). Se sugiere aquí, nuevamente, que 
hay cierto peligro de vida en aproximarse a Dios sin la debida licencia 
(Ex 19,12.13.21-24; 20,18-21; 24,11) ¿Cuál es el motivo de este 
peligro?
La alianza del pueblo con Dios es cosa muy seria. Muchas veces, a 
lo largo de nuestra historia, nosotros, cristianos, nos aproximamos a 
Dios sin tomar en serio ni la alianza, ni los Diez Mandamientos. 
Reducimos a Dios al tamaño de nuestros intereses y por eso, muchas 
veces, perjudicamos la vida. Provocamos la muerte de millones de 
personas: indígenas, campesinos, esclavos; el pueblo pobre que 
muere de hambre; niños que mueren desnutridos; guerras absurdas 
hechas en el nombre de Dios; inquisiciones y hogueras en nombre de 
la pureza de la fe. No tomamos en serio ni a Dios, ni a la vida. 
Jugamos con la ley de Dios y con la alianza. Somos ligeros y en 
nombre de Dios, matamos; ponemos la vida en peligro. Pero con Dios 
no se juega (Gál. 6,7). Es lo mismo que jugar con fuego. Este es el 
peligro.
Ahora bien, el ambiente serio y solemne de la celebración de la 
alianza hace que los peregrinos, y nosotros también con ellos, 
sintamos la tremenda importancia de Dios y de su ley, para la vida 
humana. Sin esta conciencia del "temor de Dios", todo se desvía y el 
pecado se instala en la convivencia humana.

Temor de Dios es tomar a Dios en serio

Temor de Dios no es lo mismo que miedo a Dios o miedo de Dios. 
Moisés dijo: "No tengan miedo, Dios vino para probarnos y para que 
su temor esté delante de ustedes, y no pequen" (Ex 20,20). Temor de 
Dios es tomar a Dios en serio y no reducirlo al tamaño de nuestros 
intereses.

LA CEREMONIA DE LA RENOVACION DE LA ALIANZA

La ceremonia tiene siete partes, ligadas entre sí. La guía es breve; 
apenas si indica lo que debe ser hecho. La celebración era mucho 
más rica y participada.

1. El último preparativo (24,3)

Moisés vuelve de la montaña y comunica todo al pueblo, todas las 
leyes. El pueblo manifiesta su disposición delante de todo lo que vivió 
y oyó durante la celebración y dice: "Nosotros observaremos todas las 
palabras dichas por Yavé" (24,3). Es la misma frase del inicio de la 
celebración (19,8). Ahora el pueblo está preparado. Todo está listo. 
La alianza puede ser concluida.

2. Moisés escribe todas las palabras de Yavé (24,4)

Las cosas se escriben para que puedan ser recordadas y exigidas 
después. En otro lugar, se dice que todo fue escrito en dos tablas de 
piedra (24,12;34,1.28). Se trata de un contrato: una copia es para 
Dios; la otra queda con el pueblo. De esta preocupación de escribir, 
de recordar y de exigir, nace, poco a poco, la Biblia. La Alianza es la 
semilla de la Biblia.

3. Moisés construye un altar y levanta doce piedras (Ex 24,4)

El altar es el lugar del encuentro del pueblo con Dios. Es allí donde 
Dios desciende y es allí donde el pueblo sube y ofrece. Es el lugar 
más sagrado, construido al pie del monte sagrado de la Revelación de 
Dios. Las doce piedras son signos, recuerdos permanentes a la vista 
de todos, a la orilla del camino (Jos 4,1-9.20-24). Son testigos 
públicos del contrato hecho con Dios (Jos 24,25-28).

4. Los jóvenes comienzan a sacrificar los animales (Ex 24,5)

La alianza es concluida en la sangre. Derramando la otra mitad de 
sangre sobre el pueblo, Moisés dice: "Esta es la sangre de la alianza 
que Yavé hizo con ustedes a través de todas estas palabras". Es 
como si el pueblo firmara el Libro de la Alianza con su propia sangre. 
Firmar un contrato con la propia sangre, es lo mismo que firmarlo con 
toda la vida. Ya no hay fuerza que pueda hacerlo desistir del 
compromiso asumido.
Terminada la ceremonia, Moisés y los representantes de las 
comunidades, los "ancianos", suben nuevamente hacia Dios y se 
quedan con El en su presencia (Ex 24,100. En seguida, hacen la 
fiesta: "Comieron y bebieron" (Ex 24,11). La fiesta forma parte de la 
celebración de la alianza. Es la comunión; distribuyen y comen la 
parte del sacrificio que quedó reservada al pueblo.

1. Platica sobre esta ceremonia de la conclusión de la alianza. 
¿Cuál fue la parte que más te llamó la atención? ¿Por qué?
2. Ellos supieron encontrar una manera de celebrar la Alianza con 
Dios de acuerdo con su cultura. Si ustedes fueran a renovar la Alianza 
en su comunidad, ¿cómo lo harían?

NACE LA ESPERANZA DE UNA NUEVA ALIANZA

La alianza es el corazón del pueblo, la semilla de la Biblia. Es 
también la raíz de la acción de los profetas. Muchas veces, a lo largo 
de la historia, la alianza fue rota y deshecha. El modo de pensar del 
faraón y de los reyes volvía, pero volvía pintado con los colores de la 
alianza con Yavé. Ellos no tomaban a Yavé en serio y reducían la 
alianza al tamaño de sus propios intereses. El resultado fue siempre el 
mismo: destrucción, empobrecimiento, enfermedad, muerte.
Alertados los profetas por la aparición de tanta pobreza en medio 
del pueblo, anunciaban la ruptura de la alianza; animados por la 
certeza de que el amor fiel de Yavé es más fuerte que nuestra 
infidelidad, ellos anunciaban para el futuro una nueva alianza: 
"Vendrán días, así habla el Señor, en que voy a realizar con la casa 
de Israel una Nueva Alianza. Pondré mi ley en su interior, la escribiré 
en sus corazones. Y Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" (Jer 
31,31-32). La esperanza de la nueva alianza crecía de la misma 
manera que la antigua moría.


CONCLUSION

JESUS

EL LIBRO DE LA NUEVA ALIANZA


LA ANTIGUA ALIANZA ESTABA ROTA

En el tiempo de Jesús la antigua alianza estaba rota. El signo de 
ello era la numerosa presencia de marginados en medio del pueblo: 
leprosos, pecadores, publicanos, prostitutas, extranjeros, enfermos, 
ciegos, sordos, mudos, cojos, posesos, samaritanos, niños, mujeres, 
pueblo pobre del campo y de la ciudad...
El antiguo sistema del faraón y de los reyes había vuelto con otra 
cara, y ahora dominaba disfrazado, pintado con colores de fidelidad a 
la ley, al sábado, a las tradiciones, al templo, a la alianza. ¡Trágica 
ilusión! Los que en nombre de la alianza deberían ser acogidos, 
estaban siendo marginados en nombre de la fidelidad a la alianza. En 
vez de unir a los hombres en la unidad de la alianza, los falsos líderes, 
en nombre de esta misma alianza provocaban divisiones y más 
divisiones entre prójimo y no prójimo, entre puro e impuro, entre judío 
y no judío, entre obra santa (oración, ayuno, limosna) y obra profana, 
entre tiempo santo (sábado) y tiempo profano, entre el lugar santo 
(templo) y lugar profano. De la alianza nada quedó.

LA NUEVA ALIANZA EN MARCHA

Jesús crece en medio de aquella situación. Ahora bien, unido al 
Padre, se torna alumno de los acontecimientos, descubre dentro de 
ellos la llegada de la hora de Dios y anuncia al pueblo: "El plazo se ha 
cumplido. El reino de Dios ha llegado. Cambien de vida. Crean en 
esta Buena Nueva" (Mc. 1,15).

La llegada del reino es la llegada de la nueva alianza, anunciada 
por los profetas y esperada por el pueblo. San Marcos la describe en 
marcha en la actividad de Jesús y dice cuál es su objetivo. Son siete 
puntos muy importantes y muy actuales (Mc. 1,16-45):
1. crear comunidad: congregar a las personas en torno de Jesús y 
entre sí (1,16-20);
2. hacer surgir la conciencia crítica en el pueblo frente a sus líderes 
(1,21-22);
3. combatir el poder del mal, expulsarlo y así, liberar al hombre 
(1,23-28);
4. salvar la vida del pueblo y restaurarla para el servicio (1,29- 34);
5. permanecer unidos a la raíz que es el Padre, a través de la 
oración (1,35);
6. mantener la conciencia de la misión y no cerrarse al resultado ya 
obtenido (1,36-39);
7. liberar y reintegrar a los marginados a la convivencia humana 
(1,40-45).

Estos siete puntos ponen ante nosotros preguntas muy serias:
1. ¿Cómo estás tú y tu comunidad anunciando el Evangelio? ¿Estás 
en el rumbo de Jesús?
2. ¿Están rehaciendo la alianza o están reforzando el sistema del 
faraón y de los reyes?
3. Pueden hacerse una prueba: tomen cada uno de estos siete 
puntos y verifiquen el grado de fidelidad en su práctica.

"ESTE CALIZ ES LA NUEVA ALIANZA EN MI SEÑOR" (Lc. 22,20)

Donde la Buena Nueva del Reino entra en la historia y comienza a 
atraer a las personas, ella provoca conflictos y tensiones (Mc. 2,1- 3; 
Lc. 12,51-53). Por eso, Jesús fue combatido y continuamente 
molestado. De El dijeron de todo: ateo, sin Dios (Jn. 9,16), tiene el 
diablo, está loco (Mc. 3,22), es blasfemo, malhechor, subversivo (Lc. 
23,2), va contra el César (Jn. 19,12), contra el templo (Mt. 26,61- 65), 
va contra el impuesto, etc.
Quisieron callarlo, pero no lo consiguieron. Jesús no se hizo para 
atrás. Continuó firme a pesar de las amenazas. Finalmente 
recurrieron al argumento de los débiles y le mataron. Jesús vino para 
que todos tuvieran vida y vida en abundancia. Por amor a la vida, 
entregó su vida y murió. Fue la extrema prueba de su amor (Jn. 
10,10-15.18; 15,13).
"Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que llegaba su 
hora de pasar de este mundo al Padre, después de haber amado a 
los suyos, les dio la prueba última de su amor" (Jn. 13,1). Fue en la 
noche de Pascua, la noche en que se celebraba la liberación de 
Egipto, Jesús realizó la promesa y cerró la nueva alianza. El momento 
solemne de la nueva alianza fue descrito así: "Estando para ser 
entregado y abrazando libremente la Pasión, Jesús tomó el pan, dio 
gracias y lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: 'Tomen y coman 
todos, esto es mi Cuerpo, que es dado por ustedes'. Del mismo modo, 
al final de la cena, El tomó el cáliz en sus manos, dio gracias 
nuevamente y lo dio a sus discípulos diciendo: 'Tomen y beban todos 
ustedes, este es el cáliz de mi Sangre, la Sangre de la eterna y nueva 
alianza, que es derramada por ustedes y por todos los hombres para 
el perdón de los pecados. Hagan esto para celebrar mi memoria" (del 
Canon de la Misa).
Jesús, El mismo, con su práctica, su palabra, su pasión, muerte y 
resurrección, El es el Libro de la Nueva Alianza. Es la luz que nos 
esclarece el sentido pleno del Libro de la Alianza. Es la llave de oro de 
la lectura de la Biblia.


APENDICE:
SIETE CONSEJOS DE CÓMO LEER LA BIBLIA

BI/COMO-LEERLA: Dentro de la Biblia, el Libro de la Alianza es 
como una montaña bien alta en medio de una planicie. Quien llega 
allá arriba, obtiene una visión de conjunto. Subimos la montaña y 
podemos ver la planicie. Enumeramos ahora siete asuntos de la Biblia 
que vimos y que se esclarecieron por el estudio del Libro de la 
Alianza.

1. Sucedió en una época y se escribió en otra
La historia de la alianza aconteció alrededor de 1225 años antes de 
Cristo. El texto definitivo del Libro de la Alianza sólo quedó listo siete 
siglos después, alrededor de 500 años antes de Cristo. Hoy en día es 
diferente: una historia acontece en un día, y al otro día ya aparece 
escrita en los periódicos. Por eso, la Biblia no puede ser leída como 
un periódico. Su objetivo es otro.

2. Escrito y narrado para ser vivido y testimoniado
La demora entre el acontecimiento y el escrito no era por olvido. 
Para ellos, lo más importante no era escribir la historia, sino vivir y 
testimoniar la alianza. La historia de la alianza, antes de ser escrita, 
fue narrada; antes de ser narrada, fue testimoniada; antes de ser 
testimoniada, fue vivida y celebrada. El escrito estaba al servicio de la 
vida y de la fe del pueblo. Por eso la Biblia debe ser leída e 
interpretada no para aumentar nuestra erudición con relación al 
pasado, sino para animar la vida y la fe de nuestro pueblo hoy.

3. Cuenta los hechos de ayer para revelarnos a Dios en los hechos 
de hoy
El Libro de la Alianza cuenta los hechos del pasado no para darnos 
una clase de historia o sólo para informar, sino para formar, esto es, 
para ayudar al pueblo a leer los hechos de su propia historia a la luz 
de la fe y descubrir en ellos el llamado de Dios. Es más una placa de 
rayos X, que una fotografía. Por eso, para poder entender todo el 
sentido de la Biblia para nosotros, la gente debe prestar mucha 
atención a los hechos que acontecen hoy en nuestra historia.

4. No es neutral, sino toma partido en los conflictos
El Libro de la Alianza no cayó venido del cielo, sino que surgió 
lentamente a través de un largo peregrinar. Es fruto de muchas 
luchas, tensiones y conflictos. Su lectura mostró que Dios no quedó 
encima del muro como espectador, sino que tomó partido del lado de 
los pobres y oprimidos. Por eso, para poder entender todo el sentido 
de la Biblia, es necesario tener en los ojos, en la mente, en el 
corazón, en las manos y en los pies, los problemas de los pobres de 
hoy.

5. Libro de la comunidad, guía de la celebración
El Libro de la Alianza no es de un escritor aislado, sino más bien de 
una comunidad. Es el libro de un pueblo. Es, además de eso, la guía 
de una gran celebración. Por eso, para poder entender la Biblia y 
captar todo su sentido, ella debe ser leída en grupo o en comunidad, 
en un clima de fe y de celebración, donde se invoca la luz del Espíritu 
Santo y se cantan las maravillas del reino de Dios que están 
aconteciendo hoy en medio del pueblo.

6. Ley e historia: cada una tiene su propia manera
Una gran parte del Libro de la Alianza trata de leyes; una pequeña 
parte cuenta historias. Una cosa es leer y escuchar una historia; otra, 
es estudiar una ley. Una ley tiene sentido cierto y preciso; una historia 
tiene un modo más suelto para contar las cosas que quiere.

7. La cultura pasa, el mensaje permanece
El Libro de la Alianza es de una cultura bien diferente de la nuestra. 
Muchas de aquellas leyes ya no tienen más sentido para nosotros, ni 
pueden ser observadas al pie de la letra. Pero sin embargo, como 
pudimos verlo, a pesar de la cultura tan diferente, su mensaje 
continúa teniendo mucha actualidad para nosotros. El gran mensaje 
que nunca envejece y que es actual en todas las culturas es éste:

"YO SOY YAVÉ. YO ESTOY CONTIGO PARA LIBERARTE" (Jer 1,19).