¿Cual amor?



Se presentan aquí algunos puntos principales de la encíclica Deus caritas est del Papa Benedicto XVI.



¿Qué piensa las personas acerca del amor?

- Virgilio justamente afirma en Las Bucólicas: "El amor vence todo («omnia vincit amor»), y agrega: «Et nos cedamus amori » cedamos también nosotros al amor".

- Dante, en su "Divina Commedia", afirma es el "amor que mueve el sol y las demás estrellas" (Paraìso, XXXIII, v. 145). En Dante, luz y amor son una sola cosa: son la potencia creadora primordial que mueve el universo.

- El término amor se ha convertido hoy en una de las palabras más usadas y abusadas, a la que le atribuimos significados totalmente diferentes: se habla de amor de la patria, del amor por la profesión, del amor entre amigos, del amor por el trabajo, del amor entre padres e hijos, entre hermanos y familiares, del amor por el prójimo y del amor a Dios.

- Aún teniendo múltiples y diversos significados e interpretaciones:

· la palabra amor es "una palabra primordial, expresión de la realidad primordial; simplemente no se puede abandonarla, sino que debe retomarla, purificarla y llevarla a su esplendor originario, para que pueda iluminar la vida humana y llevarla por la recta vía".

· el amor entre el hombre y la mujer emerge como arquetipo del amor por excelencia, en relación al cual, a primera vista, todos los otros tipos de amor palidecen. Alma y cuerpo participan indisolublemente en la realización de este amor y se le abre al ser humano una promesa de felicidad que parece irresistible.



¿Cuáles son las objeciones que acerca del amor se le ponen a la iglesia?

- Hay quien objeta: La Iglesia

· no hace amarga con sus mandamientos y prohibiciones la cosa más bella de la vida, es decir, el amor?

· no condena el "eros" (el amor de atracción) y acepta únicamente el "agape" (el amor de entrega desinteresada)?;

· no es adversaria de la corporeidad, de la sexualidad humana?;

· no presenta un mensaje, el del amor, que resulta hoy desactualizado e ineficaz?

·- De hecho vivimos en una época en la que:

· la hostilidad y la avidez parecen superpotencias;

· se asiste a la apoteosis del odio y de la venganza, llegando a asociarles incluso el nombre mismo de Dios.

- A tales objeciones, el Papa responde a través de las páginas de la encíclica, desarrollando el tema del amor.



¿De dónde brota el amor?

En la concepción cristiana, el amor proviene de Dios, aún más Dios mismo es el Amor: "Dios es amor; quien está en el amor vive en Dios y Dios en él" (1Jn 4, 16). Decir que "Dios es amor" equivale a afirmar que Dios ama.



¿Cuáles son las dimensiones del amor?

"El amor tiene tres dimensiones, manifestaciones: eros, philia, ágape (caritas)..



¿Cuáles son las características del eros

- El eros tienen estas principales características:

· significa el amor "mundano" ;

· se encuentra como enraizado en la misma naturaleza del hombre

· en la Biblia, tiene su origen en la bondad del Creador ;

· quiere elevarse "en éxtasis" hacia Dios, llevarnos más allá de nosotros mismos ;

· puede ser degradado a puro "sexo", mercancía, una simple "cosa" que se puede comprar y vender. En tal caso:

* se da una degradación del cuerpo humano, el cual no está más integrado en la totalidad de la libertad de nuestra existencia, no es más expresión viva de la totalidad de nuestro ser, sino que viene como rechazado en el campo puramente biológico;

* el hombre mismo se convierte en mercancía, está privado de su dignidad, deshumanizado.

- El eros requiere un camino de ascenso, de renuncia, de purificación y de curación. Tiene necesidad de disciplina para donar al hombre, no el placer de un instante, sino un cierto saborear del vértice de la existencia, de aquella felicidad a la que tiende todo nuestro ser.

- Sólo así el eros se puede transformar en agape: de esta manera el amor por el otro no se busca más a sí mismo, sino que se traduce en preocupación por el otro, disposición al sacrificio por él y también apertura al don de una nueva vida humana.



¿Qué se entiende por philia?

Por philia se entiende el amor de amistad. Este viene retomado y profundizado en el Evangelio de Juan para expresar la relación entre Jesús y sus discípulos.



¿Qué características tiene el amor entendido como agape (caritas)?

El amor entendido como agape:

· es un amor oblativo: el amor se convierte en atención del otro y por el otro. No se busca más a sí mismo, la inmersión en la exaltación de la felicidad; busca en cambio el bien del amado: se hace renuncia, está listo para al sacrificio, aún más, lo busca. La felicidad del otro se vuelve más importante que la propia felicidad. No se quiere sólo recibir, sino dar, y es en esta liberación del yo que el hombre se encuentra a sí mismo y se llena de gozo;

· es "éxtasis", no en el sentido de un momento de exaltación, sino estasi como camino, como éxodo permanente del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en el don de sí, y de esta manera el reencuentro de sí, mejor dicho, el descubrimiento de Dios: "Quien busque salvar su propia vida la perderá, quien en cambio la pierda la salvará" (Lc 17, 33), dice Jesús;

· no es solamente un sentimiento. Los sentimientos van y vienen. Es también un sentimiento, pero no sólo eso: implica todas las dimensiones y las manifestaciones de la persona. El amor compromete también la voluntad y la inteligencia. Con su palabra, Dios se dirige a nuestra inteligencia, a nuestra voluntad y a nuestro sentimiento de manera que podamos aprender a amarlo "con todo el corazón y con toda el alma";

· busca lo definitivo, en el doble sentido: de la exclusividad ("sólo a esta única persona"), y en el sentido del "para siempre". El amor comprende la totalidad de la existencia en cada una de sus dimensiones, incluso la del tiempo. No podría se de otro modo, porque la promesa mira hacia lo definitivo: el amor mira a la eternidad;

· no es algo extraño, puesto a un lado o incluso contra el eros, sino que eros y agape están unidos entre ellos.

 



¿Cómo están unidos el eros y el agape entre sí?

- El "amor" es una única realidad, aunque con diferentes dimensiones. Una u otra dimensión puede emerger mayormente. En realidad eros y agape no permiten que se les separe completamente el uno del otro. Eros y ágape no se oponen, sino que se armonizan entre ellos. Quando encuentran su justo equilibrio, se realiza la verdadera naturaleza del amor.

- El eros inicialmente es ansioso, ascendente -fascinación por la gran promesa de felicidad- acercándose al otro, buscará cada vez más la felicidad del otro, se preocupará más por él, se donará y deseará "ser para" el otro. Así el momento del ágape se inserta en el eros; de otra manera el eros decae y pierde también su misma naturaleza. Por otra parte, el hombre no puede tampoco vivir exclusivamente en el amor oblativo, descendente. No puede solamente donar, debe también recibir. Quien quiere donar amor, debe él mismo recibirlo.

- Los Padres de la Iglesia han visto significada, en la narración de la escala de Jacob, esta inseparable conexión entre ascenso y descenso, entre el agape que busca a Dios y el ágape que transmite el don recibido (cfr. Gn 28, 12; Gv 1, 51).

- El amor por tanto, que inicialmente aparece sobretodo como eros entre hombre y mujer, debe transformarse interiormente en agape, en don de sí al otro, y esto precisamente para responder a la verdadera naturaleza del eros.

- En el matrimonio monogámico, que corresponde a la imagen del Dios monoteísta, resplandece el encuentro del eros con el ágape. El matrimonio basado sobre un amor exclusivo y definitivo se transforma en imagen de la relación de Dios con su pueblo y viceversa: el modo de amar de Dios se convierte en la medida del amor humano. Este estrecho nexo entre eros, ágape y matrimonio en la Biblia no encuentra casi paralelo fuera de ella.



¿Qué lugar ocupa el agape en el cristianismo?

Es el fundamento y el centro de la fe cristiana. De hecho:

- Dios crea todo por amor.

- El hombre es creado por Dios-Amor para amar y con la capacidad de amar. Decir que se ha sido creado a imagen de Dios, quiere decir que nos asemejamos a Dios en el amor.

- Dios ama gratuitamente al hombre, y lo ama de modo infinito. En Enfecto:

· es más íntimo a mí de cuanto yo lo sea mí, me conoce mejor de lo que puedo conocerme ;

· perdona el pecado del hombre ;

· se hace Él mismo hombre en Jesucristo, para que el hombre llegue a ser hijo de Dios.

- Jesucristo:

· en Él Dios ha asumido un rostro y un corazón humano ;

· es el Amor que se dona hasta la muerte: muere y resucita, para salvar al hombre ;

· incluso se hace nuestro alimento en la Eucaristía: lo que significaba estar de frente a Dios se convierte ahora, mediante la participación en la donación de Jesús, en participación en su cuerpo y en su sangre, llegando a ser unión íntima y profunda con Él ;

· mientras nos une a Él nos une entre nosotros, constituyéndonos en una sola grande familia: la Iglesia: "Porque hay un solo pan, nosotros, aún siendo muchos, somos un solo cuerpo: todos de hecho participamos del único pan", dice San Pablo (1Cor 10, 17). 

- El agape en el cristianismo:

· es la realidad más grande: "Pero más grande de todas es la caridad" (1Cor13, 13);

· "se encuentra al inicio del ser cristiano. De hecho en la base del ser cristiano no hay una decisión ética o gran idea abstracta, sino más bien el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, con el Amor, que da a la vida un nuevo horizonte y la justa, definitiva dirección ;

· incide a nivel personal, social, cultural proponiendo un estilo de vida que rompe el círculo de lo efímero y del egoísmo ;

· lleva a considerar al hombre siempre como ser uni-dual, en el que espíritu y materia se compenetran el uno al otro ;

· no anula las legítimas diferencias, sino que las armoniza en una unidad superior, que no es impuesta desde el externo, sino que, desde el interno, da forma, por así decirlo, al conjunto ;

· funde juntos el Amor de Dios y el amor del prójimo: en los más pequeños encontramos a Jesús mismo y en Jesús encontramos a Dios. Yo amo, en Dios y con Dios, incluso la persona que no me cae bien o que no conozco. Él quiere que nosotros lleguemos a ser sus amigos. En el "culto" mismo, en la comunión eucarística está contenido el ser amados y el amar, a su vez, a los demás. Una Eucaristía que no se traduzca en amor concretamente practicado está en sí misma fragmentada".

- El hombre puede actuar el agape, en cuanto:

· es creado a imagen de Dios-Amor y es amado por Dios, y por lo tanto ama en la totalidad de sus potencialidades ;

· recibe como don junto con el Bautismo y la Confirmación, al Espíritu Santo.

- "El agape implica un camino de crecimiento que no está jamás concluido y completado; se transforma en el curso de la vida, madura y por eso resta fiel a sí mismo. El amor, de hecho, no se encuentra bello y listo, sino que crece; por así decirlo nosotros podemos aprenderlo lentamente de manera que, cada vez más, abrace todas nuestras fuerzas y nos abra el camino para una vida recta".

- A la pregunta de Dostoevskij: ¿Cuál belleza salvará al mundo? la respuesta es: la impresionante belleza del Amor de Dios.

 



¿El amor puede ser impuesto?

"Siendo que Dios nos amó primero (cfr. 1Gv 4, 10), el amor ya no es solamente un «mandato», sino que es una respuesta al don del amor con el que Dios viene a nuestro encuentro.El «mandamiento» del amor se hace posible sólo porque no es puramente exigencia: el amor puede ser «mandado», porque primero es donado.
El amor no se puede "exigir". Dios no nos ordena un sentimiento, sino que nos hace experimentar su amor. Y de aquí, como respuesta, puede brotar también en nosotros el amor. En el cristianismo el amor no es una imposición, sino una propuesta, un ejemplo. Un don se puede aceptar o rechazar. La grandeza de Cristo es: yo soy para quien me quiere.
El dar supone por tanto el adquirir: lo que nos permite amar es el hecho de que hemos sido amados. Nuestro amor es la respuesta al don del amor con el que Dios viene a nuestro encuentro. Así como un niño cuando sea adulto sabrá amar si de pequeño ha sido amado por su madre y su padre, así el ser humano sabe donar porque primero ha recibido, ha experimentado el amor de Dios".



¿Es verdaderamente posible amar a dios aún no viéndolo?

- "En efecto, ninguno jamás ha visto a Dios tal como El es en sí mismo. Y sin embargo Dios no es para nosotros totalmente invisible, no ha permanecido para nosotros simplemente inaccesible. Dios nos ha amado primero, dice la Primera Carta de Juan (cfr. 4, 10) ) y este amor de Dios ha aparecido en medio de nosotros, se ha hecho visible en cuanto Él «ha mandado a su Hijo unigénito en el mundo, para que tuviésemos la vida por él» (1 Jn 4, 9). Dios se ha hecho visible: en Jesús nosotros podemos ver al Padre (cfr. Jn 14, 9).

- Podemos amar a Dios, visto que Él no ha permanecido a una distancia inaccesible, sino que ha entrado y entra en nuestra vida. Viene hacia nosotros, hacia cada uno de nosotros:

· con su Palabra, contenida en la Sagrada Escritura;

· en los Sacramentos, mediante los cuales obra en nuestra existencia, especialmente en la Eucaristía;

· en la liturgia de la Iglesia, en su oración;

· en la comunidad viva de los creyentes: en ella nosotros experimentamos el amor de Dios, percibimos su presencia y aprendemos así también a reconocerla en las cosas de cada día;

· en el encuentro con nuestro prójimo, en particular con personas tocadas por Él y transmiten su luz;

· en los acontecimientos mediante los cuales Él interviene en nuestra vida;

· en los signos de la creación que nos ha donado.

- Dios no sólo nos ha ofrecido el amor, sino que lo ha vivido primero y plenamente, y toca de tantas maneras a nuestro corazón para suscitar nuestro amor como respuesta".

 



¿Acaso la Fe disminuye la capacidad de amar del ser humano?

En ningún caso. Antes más bien: la fe nos educa para amar más allá de los límites que la historia, la cultura, la política, el carácter. Gracias a la fe se aprende a mirar a las otras personas, no sólo con los ojos y los sentimientos propios y con los propios sentimientos, sino según la perspectiva de Jesucristo. Todo creyente en Cristo puede amar más y mejor. Quien va hacia Dios no se aleja de los hombres, sino que, en cambio, se acerca más a ellos.



¿Qué modelo tenemos de agape?

- Jesucristo es el modelo por excelencia.
"El de hecho es el Amor encarnado de Dios. En El el eros-ágape alcanza su forma más radical. En su muerte en cruz, Jesús, donándose para elevar y salvar al hombre, expresa el amor en la forma más sublime. Él se dona para levantar al hombre y salvarlo.

- Con este acto de ofrecimiento Jesús ha asegurado una presencia duradera a través de la institución de la Eucaristía, en la que bajo las especies del pan y del vino, se dona como nuevo maná que nos une a Él. Participando en la eucaristía, también nosotros somos implicados en la dinámica de su donación. Nos unimos a Él y al mismo tiempo nos unimos a todos a los que Él se dona; llegamos a ser de este modo todos "un solo cuerpo". De este modo amor por Dios y amor por el prójimo se funden verdaderamente".



¿Por qué la iglesia realiza el servicio de la caridad?

"El servicio de caridad pertenece a la esencia de la Iglesia, como la administracion de los sacramentos y el servicio del anuncio del Evangelio. Estos tres servicios se presuponen recíprocamente y no pueden ser separados.

- La Iglesia nunca puede sentirse dispensada del ejercicio de la caridad como actividad organizada de los creyentes y, por otro lado, nunca habrá situaciones en las que no haga falta la caridad de cada cristiano individualmente, porque el hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad de amor.

- La organización eclesial de la caridad no es una forma de asistencia social que se agrega casualmente a la realidad de la Iglesia, una iniciativa que se podría dejar también a otros. Esa forma parte de la naturaleza de la Iglesia. Como el Logos divino corresponde al anuncio humano, la palabra de la fe, así al Agape, que es Dios, debe corresponder el agape de la Iglesia, su actividad caritativa.

- El amor al prójimo es tarea de cada fiel, como también de toda la comunidad eclesial a todos los niveles: comunidad local (parroquia), Iglesia particular (diócesis), Iglesia universal. El acto totalmente personal del agape no puede jamás quedarse en una cosa meramente individual, sino que debe en cambio llegar a ser un acto esencial de la Iglesia como comunidad: necesita por tanto de la forma institucional que se expresa en el actuar comunitario de la Iglesia.

- La conciencia de tal tarea caritativa ha tenido relevancia constitutiva en la Iglesia desde sus inicios (cfr. Hch 2, 44-45) ) y muy pronto se manifestó la necesidad de una cierta organización como presupuesto para su mejor puesta en práctica. Así, en la estructura fundamental de la Iglesia surgió la "diaconía" como servicio del amor al prójimo, ejercitado comunitariamente y en modo ordenado, un servicio concreto, mas al mismo tiempo también espiritual (cfr. Hch 6, 1-6). CCon la progresiva difusión de la Iglesia, este ejercicio de la caridad se confirmó como uno de sus ámbitos esenciales".



La actividad caritativa de la iglesia ¿es contraria a la justicia?

- "Desde el siglo XIX se ha planteado una objeción contra la actividad caritativa de la Iglesia: ésa estaría en contraposición con la justicia e terminaría por actuar como sistema de conservación del status quo. Con el cumplimiento de obras de caridad individuales la Iglesia favorecería el mantenimiento de un sistema injusto, rindiéndolo en algo soportable y frenando así la rebelión y el potencial cambio hacia un mundo mejor".

- Queriendo responder a tal objeción, es necesario afirmar que:

· se necesita obrar constantemente para que cada uno tenga lo necesario y ninguna sufra miseria ;

· el egoísmo de personas individuales, de grupos y de estados está siempre al acecho, y por tanto es necesario luchar contra ello ;

· más allá de la justicia, el hombre tendrá siempre del amor, que es lo único que da alma a la justicia.

 



¿No puede la iglesia dejar este servicio a la otras organizaciones filantrópicas?

La respuesta es: no, la Iglesia no lo puede hacer. "Esa debe practicar el amor por el prójimo también como comunidad, de otro modo anunciaría al Dios del amor en modo incompleto e insuficiente. El empeño caritativo tiene un sentido que va más mucho más allá de la simple filantropía. Así, en definitiva, es El mismo a quien nosotros llevamos en el mundo que sufre. Cuanto más consciente y claramente lo llevamos como don, tanto más eficazmente nuestro amor cambiará al mundo y despertará la esperanza que va más allá de la muerte". (Benedicto XVI, Carta a los lectores de Familia cristiana , febrero 2006).



¿Cuáles características tiene la actividad caritativa de la iglesia?

La actividad característica de la Iglesia, para ser auténtica y eficaz:

· salvaguarda su propia identidad: esa, de hecho, "además del primer significado concreto de ayudar al prójimo, posee esencialmente también aquel de comunicar a los otros el amor de Dios, que nosotros mismos hemos recibido. Esa debe hacer en algún modo visible al Dios viviente. (...) Dios y Cristo en la organización caritativa no deben ser palabras extrañas; esas en realidad indican la fuente originaria de la caridad eclesial. La fuerza de la Caritas depende de la fuerza de la fe de todos los miembros y colaboradores" ;

· se basa, más que sobre la competencia profesional, "sobre la experiencia de un encuentro personal con Cristo, cuyo amor ha tocado el corazón del creyente suscitando en él el amor por el prójimo. El programa del cristiano es el programa de Jesús: un corazón que ve. Este corazón ve dónde hay necesidad de amor y actúa en manera consecuente";

· tiene como Magna Carta el himno a la caridad de San Pablo (cfr. 1Cor 13s), que hace evitar el riesgo de degradar en puro activismo;

· se acompaña necesariamente de la oración. "El contacto vivo con Cristo evita que la experiencia de la desproporción de la necesidad y de los límites del propio obrar puedan, por un lado, empujar al agente de la caridad a la ideología que pretende hacer ahora aquello que Dios, según parece, no logra o, del otro lado, convertirse en una tentación a la inercia ante la impresión de que, en cualquier caso, no se puede hacer nada. Quien ora no desperdicia su tiempo, incluso si la situación parece empujar solamente a la acción, ni pretende corregir los planes de Dios, sino que busca -siguiendo el ejemplo de María y de los Santos- sacar la fuerza del amor que vence toda oscuridad y egoísmo presente en el mundo".

· se realiza en comunión con los Obispos: sin este vínculo, las grandes acciones eclesiales de caridad podrían estar amenazadas, en práctica, de disociarse de la Iglesia e identificarse como organismos no gubernativos, como una común organización asistencial: en tales casos, su filosofía no se distinguiría de la Cruz Roja o de las agencias de la ONU ;

· es independiente de partidos e ideologías. La actividad caritativa de la Iglesia "no es un medio para cambiar el mundo en modo ideológico y no está al servicio de estrategias mundanas, sino que es actualización aquí y ahora del amor, del cual el ser humano tiene siempre necesidad".

· cultiva una colaboración fecunda con la múltiples organizaciones caritativas y filantrópicas, con las estructuras del Estado e las asociaciones humanitarias que secundan de varios modos la solidaridad expresa de la sociedad civil ;

· evita hacer proselitismo. "El amor es gratuito; no se ejerce para alcanzar otros fines. Sin embargo no significa que la acción caritativa deba, por decirlo así, dejar a Dios y a Cristo aparte. El cristiano sabe cuándo es tiempo de hablar de Dios y cuándo es justo callar de El y dejar hablar solamente al amor. El sabe que Dios es Amor y se hace presente precisamente en los momentos en que ninguna otra cosa se hace sino amar".

 

El Primicerio
De la Basílica de los Santos Ambrosio y Carlos en Roma
Monsignor Raffaello Martinelli

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NB: Para profundizar el argumento, se puede leer Benedicto XVI, Deus Caritas est, LEV, 2006.