Agres es un pueblo antiguo y rico, asentado en una de las
estribaciones de la famosa sierra de Mariola. Se trata de un
pueblo rnuy antiguo y que en el pasado hubo de gozar de bastante
poderío, como lo demuestran los restos de aquellas históricas
piedras del que fue célebre convento de los padres franciscanos.
Allí es donde se venera a la Virgen del Castillo, tan milagrosa
como estimada por los hijos del pueblo y por todos los pueblos
colindantes, con gran afecto.
El
culto a esta venerada imagen se remontan a la segunda mitad del
siglo XV, exactamente al 31 de agosto de 1481. Sin saber cómo, un
voraz incendio se declaró en el interior de la parroquia de Santa
María de Alicante. Acudieron cuantas personas pudieron para
sofocar el incendio. Al desplomarse la capilla de la Virgen,
apareció en una hornacina una bella imagen de María que se
ignoraba su existencia. Un devoto alicantino, con peligro de su
vida, la salvó del incendio y la llevó a su casa.
Mientras
esto sucedía en Alicante, en la villa de Agres, al día siguiente
acaecía otro hecho prodigioso como continuación del primero. Un
pastor, sencillo y de humilde corazón, llevaba su ganado al campo
como tenía por costumbre y mientras rezaba el rosario como hacía
todos los días y a la misma hora, oyó una misteriosa y dulce voz
que le anunciaba que había elegido aquel lugar para trono de su
reinado y al mismo tiempo vio
que un almezo cercano a él se cubría de un raro resplandor y
para mayor asombro todavía vio que él recobraba el brazo que le
faltaba -pues ya hacía mucho tiempo que era manco-. Fuera de sí
por tanta maravilla a la vez, corrió al pueblo de Agres para dar
la feliz noticia.
Un
tropel de gente le acompañó hasta aquel lugar para ver el
prodigio y este se aumentó al contemplar que sobre el almezo se
encontraba la misma imagen que se había venerado en Santa María
de Alicante y que providencialmente se había salvado del
incendio del día anterior. Allí construyeron una ermita y en
ella se dio fervoroso culto a esta imagen gótica, que
desapareció en la persecución religiosa de 1936.
Le
cantan en su preciosa Salve:
Salve
a la Virgen de Agres, Salve a nuestra Patrona;
De enfermedades nos libre por ser gran consoladora... Al romper
el claro día,
un pastor se encaminó
al alto con sus ovejas,
y la Virgen le llamó...
ARCHIVO
MARIANO
DE D. JESÚS GIL LÓPEZ |