LA SABIDURIA DE ISRAEL

¿CONFORMISMO O LIBERACION?

 

Rafael de Sivatte sj

 

Introducción

 

Cuando se habla de “libros de la Sabiduría de Israel” o “libros sapienciales del Antiguo Testamento”, muchas personas se imaginan que se está hablando de libros alejados de la experiencia liberadora, la de los pueblos de AmÉrica Latina. Dicho de otro modo, se tiene la impresión de que estamos ante libros conservadores, elitistas, encaminados a enseñar una cierta Ética propia de la visión oficial o del mundo burguÉs, preocupados por ayudar a conseguir una felicidad individualista, serían libros, en consecuencia, que no tienen conexión alguna con un compromiso liberador.

Recuerdo las primeras veces en que tuve que explicar estos libros en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (I.S.E.T.) de Bolivia, o en la Universidad Centroamericana (U.C.A.) de El Salvador, o en el ámbito de la comunidades eclesiales de base. PensÉ que mis explicaciones no encontrarían ningún eco entre personas y colectivos cuya máxima preocupación consistía en ver cómo salir de situaciones de injusticia y de opresión. Sentí deseos de prescindir de los libros sapienciales y dedicarme exclusivamente a la explicación del ƒxodo o de los Profetas. Gracias a Dios, no caí en esta tentación.

Ahora, despuÉs de unos cuantos años de experiencia, he ido descubriendo que las primeras impresiones eran falsas y que mis temores eran infundados. Una vez más se me ha hecho patente que la palabra de Dios, nacida de las experiencias humanas, siempre y en toda circunstancia tiene actualidad; es decir, que los libros y 1a reflexiones sapienciales pueden ser y son tambiÉn liberadores. He llegado a la conclusión, dicho de otra manera, de que el mensaje de la justicia no es sólo un mensaje profÉtico sino que tambiÉn es un mensaje sabio, un mensaje que hace feliz, un mensaje que hace vivir, un mensaje que libera, un mensaje que humaniza.

Voy a intentar, pues, presentar la sabiduría de Israel desde este punto de vista insistiendo en algunos libros que me parecen más significativos. No puedo dejar de decir que este escrito es el fruto de varios cursos dados a lo largo de varios años, encargados por el Centre Critianisme i Justicia de Barcelona, y cuyo punto de enlace era el de que se trataba de una lectura de los libros sapienciales hecha desde mi pequeña experiencia en CentroamÉrica, y más en concreto en El Salvador. Esto hace que se den ciertas desigualdades en el tratamiento de los diferentes libros y que en algunos momentos el estilo utilizado sea más el propio de un charla que el de un perito. Desde ahora pido perdón por ello.

 

1.- ¿Cómo definir un libro sapiencial?

Es sapiencial aquel libro en que se contiene una reflexión que tiene como punto de partida la observación empírica de la naturaleza, de la vida humana o de la conducta social, y que va encaminada a enseñar a tomar postura y actuar en la vida y en medio de los problemas de la existencia, para conseguir la plena felicidad.

Esta definición nos puede hacer pensar en aspectos negativos ya insinuados respecto a la reflexión sapiencial. Pongámoslos en forma de preguntas. ¿Se trata de algo teórico que nada tiene que ver con la practica?, ¿algo que se refiere a la gente culta y que, por tanto, sólo es accesible a Ésta?, ¿algo que sólo pretende ayudar a subir y a progresar en la vida?, ¿algo que mueve a conformarse con lo que uno sufre, algo puramente humano, propio de la experiencia universal, y que por tanto no hace referencia alguna a la fe?, ¿algo que sólo pretende ayudar a vivir a las personas pero que no tiene pretensión de transformar la sociedad?, ¿algo que es muy apropiado para el primer mundo pero que esta alejado de lo que se llama el tercer mundo?, ¿algo por tanto nada profÉtico?

Ante todos estos interrogantes, la respuesta superficial sería la afirmativa. Pero cuando se profundiza, y sobre todo cuando se hace desde la experiencia más real y más universal, que es la experiencia de los pueblos oprimidos y explotados del llamado tercer mundo, la lectura de la sabiduría de Israel se hace muy actual y práctica.

 

2.- ¿Cómo nació la reflexión sapiencial?

La reflexión sapiencial de Israel nace, como en todos los otros pueblos del entorno, a partir de las experiencias de la vida cotidiana. Nace, en otras palabras, de la convicción de que todo lo que está presente en el mundo de la naturaleza, en el de la conducta de los seres vivos, en el de la conducta humana, en el de las relaciones interhumanas, nos está mostrando algo de la sabiduría de Dios; es decir, que todo nos puede ayudar a vivir con sabiduría, a vivir de una manera humana: todo puede ser una escuela de aprendizaje humano.

Posiblemente fueron los clanes, en sus encuentros nocturnos, quienes empezaron a poner en común sus observaciones diarias sobre el mundo que les rodeaba, empezando por el de la naturaleza. A partir de estas observaciones fueron viendo que algunas cosa se repiten con frecuencia; descubrieron, en consecuencia, los principios generales que guían las conductas de los astros, del mundo de la naturaleza, de los vegetales, de los animales y de los seres humanos.

Comenzaron a continuación a formular estos principios en forma de dichos, sentencias, adivinanza, chistes, etc., que se fueron convirtiendo en principios Éticos o sociológicos para situaciones nuevas que se pudieran ir presentando y, por lo tanto, en normas de conducta.

Más tarde, los sabios de la corte real se dedicaron a reunir aquellos proverbios, añadiendo otros, sacados de su propia experiencia: crearon así una especie de manual para prender a vivir sabia y dignamente.

 

.c.3. - ¿Cómo se desarrolla la reflexión sapiencial?

Tras haber visto lo que es la reflexión sapiencial y su origen, nos preguntamos ahora quÉ realidades la hicieron desarrollarse y evolucionar. Se pueden enumerar las siguientes:

1) El contacto con nuevos estilos de vida. Me refiero al paso que el pueblo de Israel dio del nomadismo a la sedentarización. A pesar de que se mantuvo la espiritualidad y la mística nomádica, se fue viendo como se puede vivir Ésta en la nueva situación sedentaria (dedicación a la agricultura, comercio, vida en las ciudades, organización monárquica, constitución de los tribunales de justicia).

2) Los problemas existenciales que cada vez más se le fueron planteando al pueblo de Dios. A modo de ejemplo podemos citar los siguientes: el triunfo de los injustos, el dolor de los inocentes, la muerte de quienes no han podido mostrar todavía la propia justicia y que para colmo han muerto víctimas de los injusto.

3) El descubrimiento de que mucha explicaciones tradicionales se revelan como superficiales y que no explican profundamente la realidad.

4) La profundización que se fue haciendo en lo que significa la sabiduría: si las cosas tienen sabiduría, si las conductas se pueden llamar sabia es porque el necio sabio de verdad ha querido compartir la propia sabiduría con las cosas, con los seres humanos y con la humanidad en sus relaciones; a travÉs. pues, de las realidades y de su sabiduría se puede llegar a la sabiduría de Dios.

5) El contacto con el profetismo o la interpelación de la fe llevó al descubrimiento de aspectos comunitarios (es sabio quien sabe crear comunidad) y de aspectos explícitamente creyentes (es sabio quien actúa según la fe en el Dios del Éxodo).

Todo lo anterior hizo que la reflexión sapiencial del pueblo de Dios fuese madurando y que incluso dejase aquella forma más primitiva, más enunciativa, más simple, para tomar formas más exhortativas, más imperativas, más discursivas, más filosóficas.

 

 

 

 

 

EL MENSAJE SAPIENCIAL EN LOS DIFERENTES LIBROS

 

 

1 - EL LIBRO DE LOS PROVERBIOS

 

 

Comienzo por Éste porque en su conjunto es el más antiguo de los libros sapienciales. En realidad contiene fragmentos más antiguos y fragmentos más modernos. No es, sin embargo, mi intención el presentar ahora esta problemática. Sólo quiero insistir en cuál es su mensaje global y señalar su actualidad desde la experiencia en AmÉrica Latina. Veamos diferentes aspectos de este mensaje.

 

Su mensaje religioso

El punto de partida es que Dios es poderoso y lo domina todo; el fundamento de esta afirmación es la creación:

¿QuiÉn subió a los cielos y volvió a bajar?

¿QuiÉn ha recogido viento en sus palmas?

¿QuiÉn retuvo las aguas en su manto?

¿QuiÉn estableció los linderos de la tierra?

¿Cuál es su nombre y el nombre de su hijo, si es que lo sabes? (Prov 30,4).

Lo que hace sabio al ser humano, lo que le lleva a la vida y a la felicidad es ser fiel a este Dios, escucharle, respetarle:

El temor de YavÉ es el principio de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción (Prov 1,7; cfr. 10,29; 14,27; 15,33, 19,23).

A este Dios no se le puede engañar, ya que conoce los seres humanos hasta el fondo:

En todo lugar, los ojos de YavÉ, observando a los malos y a los buenos (Prov 15,3).

Seol y Perdición están ante YavÉ;

ÁCuánto más los corazones de los hombres!

(Prov 15,11; cfr. 17,3; 21,2; 24,12)

Sólo es feliz aquel que confía en el Señor, el único que puede llevar a tÉrmino los planes y proyectos:

Muchos proyecto en el corazón del hombre,

pero sólo el plan de YavÉ se realiza

(Prov 19,21; cfr. 16,3.20; 18,10; 19,21; 21,30-31; 22,19; 29,25; 30,5).

No hace feliz, por tanto, ni da vida el sacrificio realizado por el impío; sólo alcanza la felicidad y vive aquÉl que lleva una vida justa:

YavÉ abomina el sacrificio de los malos;

la operación de los retos alcanza su favor.

YavÉ abomina el camino malo,

y ama al que va tras la justicia. (Prov 15,8-9; cfr. 21,3.27)

 

Su mensaje Éticosocial

Es casi imposible el sistematizar el mensaje de tipo Éticosocial que aparece en el libro de los Proverbios. Sí es posible enumerar algunas de sus insistencias en esta línea.

El primer aspecto mencionado como falta que estropea las relaciones interhumanas es la falsedad en las mismas:

El que odia, disimula con sus labios,

pero en su interior comete perfidia;

si da a su voz un tono amable, no te fíes,

porque hay siete abominaciones en su corazón.

Encubrirá su odio con engaño,

pero en la asamblea se descubrirá su malicia.

(Prov 26,24-28; cfr. 10,31, 26,28).

La segunda actitud denunciada es la de quien se aliena en el alcohol y comete así injusticia:

Arrogante es el vino, tumultuosa la bebida;

quien en ellas se pierde, no llegará a sabio (Prov 20,1; cfr. 23,29-34).

No es para los reyes, Lemuel,

no es para los reyes beber vino,

ni para los príncipes ser aficionado a la bebida.

No sea que, bebiendo, olviden sus decretos

y perviertan las causas de todos los desvalidos (Prov 31,4-5).

A continuación se denuncian los actos de injusticia de los jueces que se dejan sobornar por los poderosos en perjuicio de los más dÉbiles:

Quien se da al robo, perturba su casa;

quien odia los regalos, vivirá (Prov 15,27).

El malo acepta regalos en su seno,

para torcer la sendas del derecho (Prov 17,23; cfr. 17,15).

Se denuncia tambiÉn, en la misma línea, la acepción de personas:

Hacer acepción de personas en el juicio no está bien.

Al que dice al malo: “Eres justo”,

le maldicen los pueblos y le detestan las naciones (Prov 24,23-24; cfr. 28,21).

Un nuevo tema de denuncia es el de los fraudes en el comercio:

Dos pesos y dos medidas,

ambas cosa aborrece YavÉ.

(Prov 20,10; cfr. 11,1; 20,23

De YavÉ son la alianza y los platillos justos,

todas las pesas del saco son obra suya (Prov 16,11).

TambiÉn es importante el aviso que se hace con frecuencia contra los grandes peligros de las riquezas; Éstas son la fuente de grandes desmanes y perversiones:

El nombre de YavÉ es torre fuerte,

a ella corre el justo y no es alcanzado.

La fortuna del rico es su plaza fuerte;

como muralla inexpugnable, en su opinión.

(Prov 18,10-11, cfr. 10,15; 11,4.24.28)

Dos cosas te pido,

no me las rehuses antes de mi muerte:

Aleja de mí la mentira y la palabra engañosa;

no me des pobreza ni riqueza,

dÉjame gustar mi bocado de pan,

no sea que llegue a hartarme y reniegue,

y diga: ‘‘QuiÉn es YavÉ?'';

no sea que, siendo pobre, me de al robo,

e injurie el nombre de mi Dios (Prov 30,7-9).

En la misma línea de la problemática de la riqueza y de la pobreza, se pueden colocar las sentencias en que se exhorta a no explotar al humilde y al pobre, sino a defenderle con toda decisión; de hecho Dios opta preferencialmente por ellos, les es solidario:

Quien oprime al dÉbil, ultraja a su Hacedor,

mas el que se apiada del pobre le da gloria (Prov 14,31; cfr. 17,5).

No despojes al dÉbil, porque es dÉbil,

y no aplastes al desdichado en la puerta,

porque YavÉ defenderá su causa

y despojará de la vida a los despojadores.

(Prov 22,22-23; cfr. 24,11).

Se trata tambiÉn de solidarizarse plenamente con el pobre, de ayudarle lo más eficazmente posible:

Quien desprecia a su vecino comete pecado;

dichoso el que tiene piedad de los pobres (Prov 14,21).

El justo conoce la causa de los dÉbiles,

el malo no tiene inteligencia para conocerla (Prov 29,7).

Abre tu boca en favor del mudo, 

por la causa de todos los abandonados, abre tu boca,

juzga con justicia y defiende la causa del mísero y del pobre (Prov 31,8-9).

(La mujer perfecta) alarga su palma al desvalido,

y tiende sus manos al pobre (Prov 31,20).

Dentro de este mensaje Éticosocial que va apareciendo en el libro de los Proverbios, es significativa, para terminar, la interpelación que se hace al rey-gobernante:

Oráculo en los labios del rey:

en el juicio no comete falta su boca (Prov 16,10).

Un rey sentado en el tribunal

disipa con su ojos todo mal (Prov 20,8).

Un rey sabio aventa a los malos

y hace pasar su rueda sobre ellos (Prov 20,26).

Bondad y lealtad custodian al rey,

fundamentan su trono en la bondad. (Prov 20,28).

 

Su mensaje sobre la retribución

Una última temática a notar en Proverbios es la de la retribución. Lo que se afirma por medio de esta doctrina es que a la larga al justo, al que con frecuencia las cosas le van muy mal, todo se le convertirá en bien. El injusto, en cambio, a pesar de sus aparentes triunfos, acabara mal, recogiendo ahí el fruto de su injusticia; la consecuencia es que no se le debe tener envidia.

Muchos proverbios recogen esta problemática. No podemos aquí recogerlos todos. Basten alguno ejemplos:

No envidies al hombre violento,

ni elijas ninguno de sus caminos,

porque YavÉ abomina  los perversos,

pero su intimidad la tiene con los rectos (Prov 3,31-32).

La espera de los justos es alegría,

la esperanza de los malos fracasará (Prov 10,28).

De cierto que el malo no quedará impune,

pero la raza de los justos quedará a salvo (Prov 11,21).

No envidie tu corazón a los pecadores,

más bien en el temor de YavÉ permanezca todo el día,

porque hay un mañana, y tu esperanza no será aniquilada (Prov 23,17-18).

No te enfurezcas por causa da los malvados,

ni tengas envidia de los malos,

porque para el malvado no hay un mañana:

la lámpara de los malos se extinguirá (Prov 24,19).

Incluso en algunos textos se subraya que la retribución es más que la consecuencia natural de la acción humana. He aquí algunos ejemplos de ello:

El malo consigue un jornal falso;

el que siembra justicia, un salario verdadero (Prov 11,18).

Quien siembra injusticia cosecha miserias;

la vara de su cólera desaparecerá (Prov 22,8).

El que excava una fosa caerá en ella,

el que hace rodar una piedra se le vendrá encima (Prov 26,27).

El que extravía a los rectos por el mal camino,

en su propia fosa caerá (Prov 28,10).

Cfr. tambiÉn sobre este tema de la retribución Prov 10,6-7.21.24.30; 11,7.31; 12,7; 13,9; 24,1.12.16.

 

Conclusión

Hasta aquí hemos visto una serie de principios de fe y de acción. Lo que se debe aclarar ahora es el por quÉ se han recogido todas estas máximas o principios en el libro de los Proverbios. Vamos a intentar ver cuál es la doctrina más de fondo que está detrás de todo lo anterior.

Lo primero que se está queriendo decir es que quien vive haciendo caso de dichos principios Éticos vive humana y sabiamente. Pero, ¿quiÉn es el último garante de aquellos?, ¿quiÉn es en último tÉrmino el que ha colocado la sabiduría en las cosas, en las personas y en las relaciones?

La respuesta dada por los Proverbios, en consonancia con la repuesta que hoy dan los pueblos creyentes y oprimidos de AmÉrica Latina, es sin duda “Dios mismo''.

Esta respuesta se desarrolla sobre todo en los nueve primero capítulos de Proverbios, que son como un prólogo a toda la obra. Los pasos que se siguen son los siguientes:

- Sólo Dios tiene la plena sabiduría; pero la ofrece como don a la humanidad (cfr. Prov 8,1-31; 9,1-6).

- Los seres humanos, si quieren actuar con sabiduría y humanidad, deben aceptar la invitación que les hace la sabiduría y optar por decir sí a aquella oferta de Dios (cfr. Prov 1,10-19; 9,13-18).

- Si lo hacen así, están participando de la sabiduría divina y “viviendo” (Prov 2,1-22).

- YavÉ es, por tanto, en último tÉrmino, el fundamento de la sabiduría humana.

 

 

 

2 - EL CÁNTICO DE LOS CÁNTICOS

 

 

Tiene como temática un aspecto de la existencia humana que la puede transformar profundamente para bien o para mal, para hacerle feliz o desdichada: la del amor.

El libro data, al menos en lo que a su redacción última se refiere, de los tiempos del postexilio, entre los años 450-350 a.C.; algunos de lo poemas que lo componen pueden ser muy anteriores.

Está compuesto por cinco poemas o variaciones sobre el tema del amor, presentado Éste de una manera muy dramática, casi teatral. Nos presentan a una pareja que se encuentra y se piropea mutuamente, que se busca y se encuentra, que sufre alejamientos y nuevos reencuentros, que realiza juegos de enamoramiento, que vive los dolores y alegrías del amor.

Puede ser bueno ver algunos ejemplos de ello:

Negra soy, pero graciosa, hijas de JerusalÉn,

como las tiendas de Quedar, como los pabellones de Salmá.

No se fijen en que estoy morena: es que el sol me ha quemado.

Los hijos de mi madre se airaron contra mí;

me pusieron a guardar las viñas,

Ámi propia viña no la había guardado!

Indícame, amor de mi alma, dónde apacientas el rebaño,

dónde lo llevas a sestear a mediodía,

para que no ande yo como errante tras los rebaños de tus compañeros.

Si no lo sabes, Áoh la más bella de las mujeres!,

sigue las huellas de las ovejas

y lleva a pacer tus cabritas junto al jacal de los pastores.

A mi yegua, entre los carros de Faraón,

yo te comparo, amada mía.

Graciosas son tus mejillas entre los zarcillos,

y tu cuello entre los collares.

Zarcillos de oro haremos para ti, con cuentas de plata.

Mientras el rey se halla en su diván,

mi nardo exhala su fragancia.

Bolsita de mirra es mi amado para mí,

que reposa entre mis pechos.

Racimo de alheña es mi amado para mí, en las viñas de Engadí.

ÁQuÉ bella eres, amada mía, que bella eres!

ÁPalomas son tus ojos!

ÁQuÉ hermoso eres, amado mío, que delicioso!

Puro verdor es nuestro lecho.

Las vigas de nuestra casa son de cedro,

nuestros artesonados, de ciprÉs

Yo soy el narciso de Sarón, el lirio de los valles.

Como el lirio entre los cardos, así mi amada entre las jóvenes.

Como el manzano entre los árboles silvestres,

así mi amado entre los jóvenes.

A su sombra apetecida estoy sentada,

y su fruto me es dulce al paladar.

Me ha llevado a la bodega,

y el pendón que enarbola sobre mi es Amor.

Confórtenme con pasteles de pasas, con manzanas reanímenme,

que enferma estoy de amor.

Su izquierda está bajo mi cabeza, y su diestra me abraza.

Yo les conjuro, hijas de JerusalÉn,

por las gacelas, por las ciervas del campo,

no despierten, no desvelen al amor,

hasta que le plazca (1,5 - 2,7

ÁQuÉ bella eres, amada mía, quÉ bella eres!

Palomas son tus ojos a travÉs de tu velo;

tu melena cual rebaño de cabras, que ondulan por el monte Galaad.

Tus dientes, un rebaño de ovejas de esquileo que salen de bañarse:

todas tienen mellizas, y entre ellas no hay estÉril.

Tus labios, una cinta de escarlata,

tu hablar, encantador.

Tus mejillas, como cortes de granada a travÉs de tu velo.

Tu cuello, la torre de David, erigida para trofeos:

mil escudos penden de ella, todos paveses de valientes.

Tus dos pechos, cual dos crías mellizas de gacela,

que pacen entre lirios.

Toda hermosa eres amada mía y no hay tacha en ti (4,1 - 5,7).

Mi amado es resplandeciente y rubio, distinguido entre diez mil.

Su cabeza e oro, oro puro;

su guedejas, racimos de palmera, negros como el cuervo.

Sus ojos como palomas junto a arroyos de agua,

bañándose en leche, posadas junto a un estanque.

Sus mejillas, eras de balsameras, macizos de perfumes.

Sus labios son lirios que destilan mirra fluida.

Sus manos, aros de oro, engastados de piedras de Tarsis.

Su vientre, de pulido marfil, recubierto de zafiros.

Sus pierna, columnas de alabastro, asentadas en basas de oro puro.

Su porte es como el Líbano, esbelto cual los cedros.

Su paladar, dulcísimo, y todo Él, un encanto.

Así es mi amado, así mi amigo, hijas de JerusalÉn (5,10-16).

Ponme cual sello sobre tu corazón,

como un sello en tu brazo.

Porque es fuerte el amor como la muerte,

implacable como el sheol la pasión.

Saetas de fuegos, sus saetas, una llama de YavÉ.

Grandes aguas no pueden apagar el amor,

ni los ríos anegarlo.

Si alguien ofreciera

todos los haberes de su casa por el amor,

se granjearía desprecio (8,6-7).

¿QuÉ sentido tienen estos poemas de amor y por quÉ han sido incluidos en la Biblia? A estas preguntas se han dado muchas respuestas. Se ha dicho, por ejemplo, que se escribieron como textos litúrgicos para un culto que celebra la unión matrimonial de YavÉ; pero de hecho en ningún lugar consta en la Biblia esta tal unión matrimonial. Se ha dicho tambiÉn que se escribieron por simbolizar las relaciones históricas existentes en el pasado entre Dios y su pueblo, y esto para iluminar la religión existente en el postexilio; pero este tipo de interpretación resulta demasiado forzada. Se ha dicho finalmente que se escribieron para expresar las relaciones espirituales existentes entre Dios y el pueblo, Dios y el alma, Dios y la sinagoga, Cristo y la Iglesia. Esta fue la interpretación común a partir del s. II p.C. Pero esta espiritualización tan fuerte del texto parece desmesurada y en todo caso no se puede hacer antes de haber visto cuál fue el sentido original de los poemas.

Como se ve, todas estas interpretaciones van contra el literalismo del libro; no acaban de saber quÉ hacer con Él. Olvidan un poco el sentido de lo que significa “sapiencial”.

Toda esta complejidad vista anteriormente explica en parte que costase tanto, entre los judíos -y entre lo cristianos despuÉs-, que este libro entrase a formar parte de las sagradas escrituras. En ultimo tÉrmino se le acepto, pero dándole ya un sentido claramente simbólico

Yo creo que el talante sapiencial del libro está precisamente en su interpretación literal, aunque eso no quite la legitimidad de una interpretación simbólica posterior.

En conclusión, yo diría lo siguiente. Originalmente se trata de poemas de amor escritos con un lenguaje claro y apasionado, en los que quedan recogidos los momentos de dolor y de felicidad propios de la experiencia del amor. Por medio de estos poemas se está valorando algo que es profundamente humano. Se está diciendo que el amor es una realidad creada por Dios, es participación e imagen del amor divino; como toda realidad profundamente humana, nos lleva a Dios, ya que refleja su imagen. El amor puede servir, por tanto, como imagen de lo que pasa entre YavÉ y su pueblo. Así se ve claro en el uso que los profetas (cfr. Oseas y Jeremías sobre todo) hacen de esta imagen. En el postexilio, por otra parte, (tiempo de las grandes dificultades del pueblo para volver a relacionarse profundamente con Dios), estos poemas ayudan y animan al pueblo a unirse cordialmente a Dios, a pesar de los obstáculos A partir de esto, se van haciendo diferentes interpretaciones simbólicas y alegóricas: el amor humano sirve como imagen, y muy válida, para expresar todo tipo de relación, individual y comunitaria, con Dios.

Resumiendo. El mensaje que se desprende de este libro es que lo que es profundamente humano es participación de algo divino; puede servir por tanto como expresión para hablar de Dios y de sus relaciones con la humanidad y con el mundo. Esto es lo que pasa con el amor.

¿QuÉ importancia le veo yo a este libro desde AmÉrica Latina? Acostumbrados a descubrir en las realidades de la historia y de la vida humana la mano de Dios, mediante la experiencia del amor humano se desvela aquello que de más profundo hay en Dios. Por otra parte, este libro sapiencial se convierte en interpelación hasta cierto punto profÉtica para que aquello que sirve de reflejo del amor de Dios, es decir, el amor humano, sea claro y diáfano.

 

 

 

3 - EL LIBRO DE JOB

 

 

Entro a continuación en el libro de Job. A Él quiero dedicarle una parte larga de esta presentación porque me parece especialmente iluminador para situaciones como las que se viven en nuestros países latinoamericanos. Tanto es así que el gran teólogo de la liberación, Gustavo GutiÉrrez, ha dedicado uno de sus últimos trabajos a dicho libro; me refiero a su estudio sobre el libro de Job titulado “¿Como hablar de Dios desde la muerte del inocente?” Voy a tenerlo muy presente en esta presentación mía.

 

Planteamiento del tema

El punto de partida es la experiencia universal de dolor. Hay un dolor producido por la naturaleza (las catástrofes naturales, las enfermedades, la muerte. Se da tambiÉn otro tipo de sufrimiento producido por la libertad humana (la injusticia, la explotación, la opresión, la insolidaridad, el desprecio de la vida del otro, la falta a los derechos humanos, la marginación, etc.); y esto en todos los campos de relaciones: internacionales, sociales, económicas, familiares, religiosas, interpersonales.

Pues bien, en todas las culturas se ha visto siempre una cierta relación del dolor con el mundo de lo dioses. Se han dado en consecuencia diferentes explicaciones. Enumeremos las más importantes:

1. Los dioses son malvados, ya que ningún dios bueno puede haber creado un mundo en el que hay dolor.

2. Los dioses son malvados, ya que crean ansias de felicidad que luego se dedican a frustrar.

3. Dos principios se encuentran en lucha, el del bien y el del mal; con frecuencia este ultimo triunfa sobre el primero.

4. Los dioses tienen sus favoritos entre los seres humanos; cuando los dioses luchan entre sí, esto provoca el dolor a una u otra parte de los seres humanos según venzan unos u otros.

5. Son los espíritu malignos y los magos, una especie de subdioses, quienes provocan el dolor.

6. Existe un “hado” sobre dioses y hombres que castiga a unos y otros hasta que se llegue a un orden final; les castigan incluso por faltas inconscientes pero que han producido desorden.

7. El dolor es castigo impuesto por Dios para purificar o castigar las faltas hasta que nos hayamos purificado del todo. Esta explicación va unida en algunas culturas a la teoría de las reencarnaciones.

Pero, ¿quÉ puede hacer el ser humano ante todo esto? Puede:

1. Aspirar a llegar cuanto antes al “hades”, morir.

2. Ahogar el dolor con placer: hedonismo.

3. Dominar las pasiones y deseos para no sufrir: estoicismo.

4. Ganarse a los dioses con actos mágico o religiosos.

Ahora bien, en Israel el problema aun es más serio y grave. ¿Por quÉ razones?

1. Porque dado el monoteísmo no vale la solución de que hay dioses malos que son los que provocan el dolor.

2. Porque se ha tenido experiencia de un Dios bueno, liberador, protector.

3. Porque se da una gran injusticia: son los justos, los más pobres, los inocentes, los que viven con mayor fuerza el dolor; y lo peor es que este dolor es provocado en la mayoría de los casos por los injustos, los desaprensivos, los aprovechados, que viven muy felizmente.

Está, pues, en juego el problema de la justicia de Dios. Ante este problema se han dado varia soluciones; unas soluciones que, como veremos, no convencen.

¿Cuáles son estas soluciones y por quÉ no convencen?

1. Siguiendo la visión corporativista del mundo, se dice que lo que importa no es si alguien sufre o no, sino si el pueblo sale adelante, si en su conjunto se puede decir que la historia del pueblo es una historia de salvación. Esta explicación entra en crisis cuando se va consolidando la línea sapiencial, la cual se preocupa cada vez más por el individuo.

2. Según la teoría de la retribución corporativista, se dice que Dios puede castigar en un individuo el pecado de un grupo o en un grupo el pecado de un miembro del mismo. Pero esto empieza a no convencer sobre todo a partir de Jeremías y Ezequiel, quienes ponen en crisis tal teología con su nueva doctrina de la responsabilidad personal, según la cual, cada uno es responsable de sus actos.

3. A medida que iba perdiendo validez la teoría anterior, iba tomando fuerza la de la retribución individual, es decir, la que afirma que el dolor y el sufrimiento son castigos que Dios envía al pecador; en consecuencia, Áno hay inocente que sufra! Pero, cómo seguir afirmando esto cuando uno se topa con la realidad de la persecución de personas que aparecen y son claramente buenas e inocentes, que llegan incluso a morir aun asesinadas, y muchas veces cuando son jóvenes. Según esta experiencia queda totalmente desmentida la doctrina de la retribución individual. ¿Por quÉ? Porque tales personas inocentes y justas viven y mueren como “malditos de Dios”.

4. Algunos opinan que el dolor es una prueba que Dios envía a veces para ver hasta quÉ punto la fe de alguien es firme o para ayudar a robustecerla. Esta explicación del sufrimiento tampoco es muy convincente, ya que parece ir en contra de la experiencia de un Dios que no actúa caprichosamente sino que siempre se mantiene en una misma línea, la salvífica.

5. Para acabar, hay quienes dicen que llegará un día en que Dios finalmente hará justicia: premiará a los justos y castigará de un modo definitivo a los pecadores. Ante esta última explicación, una última dificultad surge y es la de que, según la experiencia veterotestamentaria con la muerte acaba todo y con frecuencia sin dar tiempo a que la justicia prometida haya quedado establecida.

En este ambiente de problemas planteados y de intentos de solución dados, surgen las reflexiones sapienciales de Job.

 

¿Cuál es el planteamiento del libro de Job?

En primer lugar se debe decir que se plantea el tema como un tema universal. Esto se nota en varios detalles muy significativos. Menciono algunos a continuación a modo de ejemplo: habla más de Dios (manera universal de nombrar a la divinidad) que de YavÉ (modo propio de los judíos de nombrar a Dios}; el protagonista del libro es presentado como un patriarca oriental y no como un personaje judío; la acción tiene lugar en tierras no israelitas (en concreto, en Edón); los amigos que vienen a consolar y a dialogar con Job son presentados como sabios humanistas orientales de Arabia.

Se plantea, además, el tema con toda crudeza, intentando responder a unas preguntas bien acuciantes, como son:

1. ¿QuÉ significado tiene el dolor del inocente, un dolor que muchas veces le lleva hasta la muerte? ¿Significa que en realidad no es inocente? ¿Significa que Dios no es justo? ¿Significa que Dios no es poderoso?

2. ¿Dónde está Dios cuando el inocente sufre y muere, muchas veces a causa del injusto?

3. ¿Es mejor callarse y ser conformistas o bien la actitud creyente supone el rebelarse y preguntar a Dios hasta el final?

4. ¿Se puede seguir hablando de Dios desde el sufrimiento del inocente?

Son temas y preguntas que ponen en marcha las reflexiones de Gustavo GutiÉrrez sobre el libro de Job y que resultan muy actuales y universales porque: 1. el dolor toca hoy como siempre a las puerta de los más desprotegidos; 2. es un dolor provocado en la mayoría de los casos por la injusticia de algunos; 3. Éstos, así como la misma naturaleza que muchas veces provoca sufrimiento, son criaturas de Dios; 4. cada vez estamos ante sufrimientos mayores y más irracionales; 5. los llamados “tercer” y “cuarto” mundo no sólo no disminuyen sino que aumentan progresivamente.

Todo lo anterior, pues, nos obliga a seguir planteándonos las grandes preguntas existenciales:

1. ¿Es Dios el origen del dolor que cae a menudo sobre el inocente?

2. ¿Es el dolor una prueba de la fe?

3. ¿Es el dolor un castigo que Dios envía al pecador?

4. ¿Es correcta la doctrina de la retribución?

5. ¿QuÉ es más creyente, aceptar sin más el dolor o hacerse la pregunta sobre Él?

6. ¿Desde dónde se puede hablar mejor de Dios, desde el sufrimiento o desde el no sufrimiento?

7 ¿Es Dios dÉbil ante el dolor del inocente?

8. ¿Dónde está Dios cuando el inocente sufre hasta morir?

Son Éstas las preguntas que están en el fondo en el planteamiento del libro de Job. Pasemos, pues, al estudio de este librito, ayudados en parte por el gran teólogo de la liberación, Gustavo GutiÉrrez.

 

¿Varios libritos en el libro de Job?

Hay autores que opinan que en el libro de Job se encuentran reunidas varias unidades originales con respuestas diferentes, que harían del libro de Job un especie de rompecabezas sin ninguna unidad. Para colmo, algunos fragmentos claros incluidos en el libro de Job (Job 28; 32 - 37) podrían incrementar esta impresión de desunión.

No voy a entrar ahora en esta discusión. Pero mi opinión es que en el libro actual se da una gran cohesión al menos en el conjunto. Puede ser conveniente, sin embargo, distinguir en Él dos grandes unidades, actualmente cohesionadas, de dos tiempos diferentes:

l. Unidad en prosa (1,1 - 2,10 + 4,10-17): sería la más antigua y en ella no parece que el dolor se viva como un problema; se viene a decir que es una prueba de Dios.

2. Unidad en verso (3 - 7 + 29 - 31 + 38,1 - 42,6): sería del postexilio y en ella sí parece problematizarse el tema del dolor.

Mientras la obra en prosa (felicidad de Job, llegada del sufrimiento sin saber por quÉ, paciencia, bendición de Dios, parece defender una fe conformista y alienante, la obra en verso (rebelión de Job, intento de los amigos “consoladores” de que no llegue a dicha rebelión, petición de respuesta de Job a Dios, respuesta desconcertante de Dios, aceptación de Job), en cambio, parece ponerse a favor de una presentación de la fe como cuestionada y cuestionante.

Si bien es verdad que hoy muchos siguen leyendo la realidad del dolor desde la obra en prosa, es decir, que interpretan la obra en verso, la más cuestionante, desde el aparente conformismo de la obra en prosa, creo que tal lectura e interpretación son erróneas. En realidad, la obra en verso tiene mucho más peso en el conjunto y es clave de interpretación para todo Él, si bien es verdad que la obra en prosa sirve de marco estupendo para resaltar más la obra en verso y el difícil camino que Ésta plantea.

 

La obra en prosa

Pasemos ya a hablar de la obra en prosa. Esta, a su vez, tiene dos parte: un cuento primitivo y una dramatización posterior.

El argumento del cuento primitivo parte de la presentación del personaje Job como alguien feliz, rico y piadoso (1,1-5). De repente le comienzan a sobrevenir toda clase de desventuras (1,13-22). Vienen entonces los suyos para consolarle y, gracias a Dios, vuelve a ser rico y feliz (42,11-15).

La dramatización posterior comienza cuando el acusador interviene (1,6-12 + 2,1-8). Se complementa con la intervención insolidaria de la mujer de Job (2,9-10). Acaba con el final de la historia (42,16-17 y con el cambio de Dios por YavÉ (1,21-22 + 42,11-12). La mención, en cambio, de los tres amigos (2,11-13 + 42,7-10) es meramente redaccional: tiene la función de enlazar esta obra en prosa con la obra en verso.

En cuanto a la teología de fondo que hay en esta dramatización posterior, se puede decir que se trata de investigar, por medio de pruebas, sobre la autenticidad de la relación con Dios. Ante la primera prueba, Job se lamenta pero no maldice (acepta la pobreza, la pequeñez del hombre y los designios de Dios). La pregunta es si es Ésta la autÉntica relación que Dios quiere. Ante la segunda prueba, Job acepta todo lo que viene de Dios (esta aceptación es más profunda ya que nace de la experiencia real de relación con Dios). La pregunta sigue siendo si es Ésta la autÉntica relación que Dios quiere. Se trataba de saber si era posible una piedad desinteresada (el acusador y la mujer creen que no, mientras Dios dice que sí) y se llega a la conclusión de que Dios tenía razón: es posible que se dÉ una relación desinteresada y no comercial con Dios.

 

Relación entre la obra en prosa y la obra en verso

Se ha llegado a la aceptación. Pero de un modo simplista y que no resulta humano (no acepta la rebelión y la búsqueda), ya que no ayuda a caminar por el camino de la aceptación crítica de lo que nos venga, no acompaña a descubrir y a dialogar con Dios en todas las situaciones y de un modo especial en las dolorosas. La obra en verso será la que subsanará este planteamiento, será como un autÉntico pedagogo.

Dicho de otro modo. En la obra en prosa se nos plantean las dos concepciones de la relación con Dios y de la posibilidad de lenguaje sobre Dios:

Una es demoníaca (tambiÉn de la mujer y de los amigos) y mercantilista. En ella se habla de una relación con Dios según nos vaya en la vida, según tengamos felicidad o desgracias. Pues bien, Ésta no es autÉntica relación, es idolátrica, es incluso demoníaca. Nos recuerda la escena de Gn 3 cuando la serpiente tienta a la humanidad diciendo: “tendrán poder”.

La otra es desinteresada. Se habla de una relación con Dios fundamentada en la gratuidad y el amor. Esta sí es una autÉntica relación; es probada ya que se tiene desde el sufrimiento del inocente, es divina, es fiducial ya que se tiene desde el temor sin esperar más.

Para llegar, pues, a la autÉntica relación parece esencial una situación existencial de confianza, de desinstalación, de sufrimiento. Pero para llegar a eta es necesario un camino, un itinerario; a Éste nos introduce pedagógicamente la obra en verso. Esta es, pues, un largo camino, a travÉs de la crisis que plantea el dolor, a travÉs de la pregunta inconformista, a travÉs de la rebeldía ante falsas explicaciones, a travÉs del planteamiento radical sobre “dónde está Dios cuando el inocente sufre”, para llegar a descubrir que la relación autentica y desinteresada con Dios sólo es posible cuando se ha experimentado el dolor, la rebeldía, el inconformismo y la búsqueda.

 

La obra en verso

En Ésta, en primer lugar se presentan los personajes de los tres amigos que ante el dolor de Job y el peligro de desesperación y, en consecuencia, de maldición, vienen a consolarle. Le ven de lejos y, dado lo mal que está, casi no le reconocen. Se lamentan y lloran antes de empezar a defender, con ideas seguras, teóricas y falsas, el gobierno de Dios en el mundo.

A continuación, viene el monólogo de Job en el capitulo 3. En Él Job, con gran fuerza e imaginación poÉtica, maldice el día y la noche que tuvieron algo que ver con su nacimiento (cfr. vv. 3-10). Manifiesta despuÉs su deseo de no haber nacido o, al menos, de haber muerto inmediatamente, ya que ve la muerte como el único lugar de paz (cfr. vv. 11-19). La subsiguiente pregunta está llena de dramatismo: ¿por quÉ Dios fuerza a vivir a quien sólo esta deseando la muerte, ya que siente su fuerte sufrimiento no sólo como abandono sino tambiÉn como persecución de Dios? (cfr. vv. 20-23). Acaba expresando de un modo reiterativo la grandeza de su dolor (cfr. vv. 24-26).

La pregunta que nos hacemos nosotros es si estamos ante un autÉntico rechazo y maldición de Dios y de un deseo de la muerte, que es lo más contrario al mayor don recibido de Dios que es la vida. Esto es lo que parece. Y si es así, quiere decir que Dios ha perdido la apuesta ante Satán que decía: “Te maldecirá a la cara”. En realidad, estamos en la línea de Jer 20,14-18 y de los salmos de súplica, de inspiración jeremiana, como el 88. Es la línea de la súplica-lamentación en la que el suplicante se queja ante Dios de la dura realidad, mostrando así no tanto un rechazo de Dios sino una queja confiada en Dios. Así suplicaban los pueblos del próximo oriente, uniendo la lamentación a la oración confiada, y así suplican las iglesias jóvenes actuales (las del llamado tercer mundo) que saben orar desde la profundidad del sufrimiento. En resumen: se grita un sufrimiento radical pero presentado con claridad ante Dios. Los amigos no lo entienden así sino que piensan que Job tiene una visión interesada de la relación con Dios; le recomiendan, por tanto, que se ponga en paz con Dios para poder así confiar en un futuro cambiado.

Comienza ahí el diálogo. Pero, ¿quÉ está en juego en este diálogo? Lo que está en juego es la justicia de Job o la de Dios. Si Éste es justo, quiere decir que el dolor de Job es un castigo justo de ese Dios. Pero esto es inadmisible para Job ya que Él se siente inocente o, al menos, no más culpable que la mayoría de la gente, incluidos los amigos con los que está dialogando. Y aunque se sabe juzgado culpable por los hombres, se pregunta si tambiÉn lo es por Dios. Va pidiendo, en consecuencia, que Dios responda.

El diálogo va a ser muy interesante, pues en Él, tanto Job como sus amigos, van a vivir un cierto desplazamiento, una cierta desinstalación. ¿En quÉ consistirá esta desinstalación? En el caso de Job, Éste irá descubriendo que su caso está unido al de tantos otros seres que sufren; que la medida para declarar justo a alguien es su postura justa y solidaria para con lo pobres; que la autÉntica relación con Dios pasa, siguiendo la línea profÉtica, por la justicia y la solidaridad; que la autÉntica relación con Dios tiene tambiÉn mucho de gratuidad, de contemplación, y que no puede ser por tanto una relación de tipo mercantilista.

En el caso de los tres amigos, tambiÉn ellos se van a ver forzados a dar un paso. Su punto de partida era que la injusticia abstracta de Job respecto a Dios justificaba el dolor de Job, que era por tanto un justo castigo propiciado por Dios. En el diálogo Job les obligará a pensar en el dolor de tantos inocentes, dolor para el que, al menos en muchos casos, no vale su explicación teórica. Les obligará tambiÉn a concretar en quÉ consiste la injusticia de la que le acusan a Él. No tendrán más remedio que acabar  acusándole de malas relaciones con los pobres como la causa de su sufrimiento. Pero eso es una trampa: si se demuestra que Job es justo en este sentido, los amigos ya no tendrán explicación para su dolor o lo tendrán que explicar como un capricho o una injusticia de Dios; además, aun en el caso de que Job fuese culpable en este sentido, seguro que hay muchos inocentes -o aunque sea uno solo- que sufren sin haber hecho nada malo contra su prójimo.

Por tanto, si los amigos no abandonan su doctrina de la retribución parece que el dolor de Job y el de los inocentes no tiene explicación. Job arrincona, pues, contra las cuerdas a sus amigos, de dos maneras: 1. presentando su postura justa e impecable en relación a los pobres; y 2. presentando el sufrimiento de tantas personas que, con toda seguridad, sí son inocentes.

A pesar de todo las tres tesis de los amigos serán inamovibles. Siguen diciendo que los impíos son castigados, que los justos son siempre felices (se trata, por tanto, de convertirse a Dios, de humillarse ante Él, de hacerse justo para ser premiado), y que todo hombre es pecador y por tanto indigno de relacionarse con Dios. Estas tres tesis, como se ve, se basan en la doctrina de la retribución y del mercantilismo o comercio religioso. Pero lo que queda claro es que, una vez han sido forzados a dar el paso hacia la posición que les plantea Job, dejan de tener valor alguno: los amigos ya no tienen nada convincente que decir.

 

Avance del diálogo

Veamos ahora algunos textos significativos del libro de Job para poder constatar así cómo avanza el diálogo. No se puede analizar aquí uno por uno. Pero sí voy a sintetizar su contenido. En primer lugar tengamos en cuenta fragmentos donde aparece la postura de los amigos:

Job 4,1 - 5,27: El primer amigo ve relación entre pecado y sufrimiento, una relación como de causa y efecto. Afirma en consecuencia un premio de riquezas y salud para quienes hacen buenas obras y un castigo de pobreza y enfermedad para las malas obras. Da por supuesto que Job ha hecho malas obras, tal como se desprende de lo que le está pasando y de lo que se ha investigado. Le invita en último tÉrmino a volverse a Dio y a dejarse corregir por Él (cfr. 5,8.17).

Como se ve, el texto muestra una doctrina mercantilista y tranquilizadora de los ricos, en que se defiende a Dios a costa de enfrentarlo al ser humano, quien es declarado culpable. La imagen que aparece es la del Dios de los ricos contra el hombre pobre.

Job 8,11-22: Uno de los amigos, afirmando que está argumentando a partir de la experiencia, dice que siempre el justo acaba bien y el malvado acaba mal. Concluye por tanto que si Job está acabando mal, es porque es malvado.

Job 11,5-20: Otro amigo llega a afirmar que incluso Dios está olvidando parte de la culpa de Job. A Job no le queda otra cosa que convertirse y entonces todo le irá bien, mientras al malvado todo le irá mal.

Job 15,14-16: Los amigos siguen argumentando y afirmando que ningún hombre puede ser puro ante Dios. Es más, llegan a presentar una imagen de un Dios que si no se fía ni de sus santos, cómo va a poder fiarse de ese ser abominable que es el ser humano.

Job 18,5-21: En la mima línea de argumentación, los amigos llegan a afirmar, en contra de lo que la experiencia da de sí, que a los malos todo les irá mal.

Hasta aquí, las argumentaciones de los amigos de Job. De ellas se concluye que, si Job sufre es porque es pecador: el dolor es fruto del castigo de Dios por el pecado del ser humano; a los buenos les va bien y a lo malos les va mal. Son una defensa de Dios, cargando las tintas en la maldad de Job, aunque Ésta estÉ por demostrar. Es por esto que Job les va a ir contestando: a Él no le parece que la defensa que están haciendo de Dios sea la mejor ni para Dios ni para el pobre ser humano. Veamos ahora algunos de los textos en los que queda reflejada su postura.

Job 7,16-21: Ante la relación que los amigos le presentan de Dios con el ser humano sufriente, Job pide que de una vez Dios se deje de ocupar de Él. Además, añade, aun en el caso de que Él haya pecado, ¿quÉ gana Dios castigando de esa manera?

Job 10,13-20: Y Job sigue insistiendo en que no entiende por quÉ Dios puede querer destruir a alguien tan dÉbil como Job mismo se siente y por quÉ Dios desperdicia de tal manera su poder; mejor sería, en su opinión, que se guardase tal poder para cosas más importantes.

Job 13,7-28: Ataca a continuación a su amigos de que están haciendo una mala defensa de Dios; en realidad están defendiendo a un Dios falso, ya que parece que es un Dios ridículo que se dedica a pedir cuentas a un ser pequeño y además por unas faltas que no se acaba de ver cuáles son.

Job 16,1-6: Acaba Job haciÉndoles ver a sus amigos que ellos están defendiendo a Dios desde la teoría y el bienestar; pero esto significa que están defendiendo a un Dios falso.

En resumen, se puede decir que la postura de Job se basa en que Él es pecador como lo son todos los seres humanos y que, en consecuencia, si el sufrimiento es un castigo que envía Dios, todos deberían caer bajo este castigo. Además a Job no le acaba de cuadrar la imagen de Dios, un Dios vengativo, que le están presentando sus amigos; es una imagen que no se desprende de lo que Job sabe por experiencia sobre Dios. Job recrimina, finalmente, a sus amigos porque no le han sabido dar lo que Él pedía: Él quería que le acompañasen y no que le explicasen su dolor con argumentos que no surgen de la experiencia y que lo único que pretenden es alienar para que el que sufre no se rebele contra Dios. Esta es, muchas veces, la postura que toman las teologías conservadoras respecto al dolor de los pueblos subdesarrollados y respecto a la teología de la liberación que intenta acompañar de cerca a dichos pueblos.

 

El desplazamiento de Job y de su amigos

Como he dicho antes, en el diálogo que acabo de presentar se va dando lo que Gustavo GutiÉrrez llama “un desplazamiento”, un paso. Este paso lo dará en primer lugar Job y obligará a que sus amigos , sin casi darse cuenta, tambiÉn lo den. ¿Cuál es este desplazamiento?

En el caso de Job, lo que le ocurre es que cae en la cuenta de que su dolor no es sólo un problema personal, sino que hay otros muchos inocentes que lo comparten con Él. Rompe así la dinámica de la retribución individual y entra en otra dinámica centrada en las necesidades del prójimo y en la solidaridad.

Para dar este paso, constata en primer lugar, como muy bien se ve en Job 21,7-34, que a los malvados comúnmente les va todo muy bien. En lo vv. 7-18 muestra cómo los injustos, a pesar de su maldad, siempre tienen buena suerte. En los vv. 19-26, cómo, a pesar de la petición de que Dios haga justicia, normalmente viene la muerte, y de un modo muy caprichoso, antes. Y en los vv. 27-33 que, además, la muerte incluso es más dulce para el malvado que para el justo. Constata en segundo lugar, en Job 24,2-12.13-17, que a los inocentes con los que Él está, siempre les va mal; Áy normalmente a causa de los malvados! En los vv. 2-12 presenta la experiencia general del triunfo de los malvados sobre los pobres. En los vv. 13-17 insiste en que el mundo de la noche y del mal siempre parecen triunfar. La pregunta en último tÉrmino que se va a hacer no es si Dios no le hace caso a Él sino si Dios no va a escuchar el clamor de los inocentes. Como se ve, se ha dado en Job un autÉntico desplazamiento.

Pero lo importante es que sus amigos, sin querer, tambiÉn se han ido desplazando por querer defender la doctrina de la retribución. ¿En quÉ ha consistido Éste su desplazamiento? En primer lugar, han tenido que afirmar que la felicidad de los injustos es breve y en consecuencia tambiÉn la infelicidad de los justos (Job 20,1-29). Han tenido que reconocer despuÉs que Dios juzga la justicia del ser humano a partir del criterio de la justicia y solidaridad que uno haya mostrado con los inocentes que sufren. Han acabado, en consecuencia, atacando a Job de no ser justo y solidario en este sentido (Job 22,5-30): le acusan, en los vv. 2-11 de injusticia para con los prójimos; le acusan, en los vv. 12-20, de ateísmo, es decir, de la postura de alguien que afirma que “Dios no ve nada de lo que ocurre en el mundo”; le exhortan, en los vv. 21-28, a que se convierta; concluyen, en los vv. 29-30, afirmando que Dios salva siempre a los justos.

Los amigos, pues, se han quedado ya sin argumento. Además han tenido que aceptar el criterio de Job. Este, entonces, profundiza y cae en la cuenta de que es justo precisamente por su atención y solidaridad con los pobres, una atención y una solidaridad desinteresadas y gratuitas, que le salen de lo más interno de su ser. Esta profundización la encontramos en los cc. 29 - 31, tras el intermedio del c. 28, cuya intención es la de salvar, en medio de toda la crisis planteada, la sabiduría de Dios.

 

La declaración de justicia en Job 29 - 31

La argumentación aquí es muy sencilla y va dirigida ya sobre todo a Dios. Job le hace ver que antes era feliz y todo el mundo le consideraba: Áy era justo y solidario! Ahora, en cambio, es infeliz y despreciado; nadie le tiene consideración. Su conducta, sin embargo, sigue siendo la misma, una conducta de justicia y de solidaridad. La retribución, por tanto, no explica nada de lo que le ocurre a Él. Job, entonces, se pone a la espera de que Dios le responda. Tal respuesta la encontramos en Job 38 y ss; pero hay en el libro un clara interrupción, posiblemente posterior, que conviene ahora analizar.

 

Un avance de la respuesta

Esta interrupción que encontramos en los cc. 32 - 37 nos muestran a un cuarto amigo que hasta este momento no había aparecido para nada. Su solución al problema de Job se basa en una pretendida matización y una insistencia que en realidad nos dejan como antes. Matiza diciendo que Dios es más grande que el hombre y que por tanto se puede manifestar de muchas maneras misteriosas, incluso por medio del dolor, aunque no dice cómo (Job 33,6-22). Insiste a continuación en que Dios está con el justo y con el pobre y en que si no está ahora con Job es porque Éste no está con el pobre; vuelve a caer, pues, el cuarto amigo en la tentación de aplicar la doctrina de la retribución, aunque ya con el desplazamiento que han tenido que hacer los otros tres amigos y que ya hemos señalado antes. Veamos un par de textos.

Job 34.7-37: Aquí el amigo afirma que Dios es justo y que retribuye, que escucha el clamor del pobre; y si espera tanto a castigar al injusto es para dar ocasión a que se convierta.

Job 36,5-21: Vuelve a afirmar con decisión que Dios retribuye: castiga al malvado y premia al justo. Le dice, entonces, a Job que lo mismo hará con Él y que si ahora le está castigando es por su maldad o por evitar que se vuelva orgulloso. Debe por tanto cambiar de una vez de actitud.

Hasta aquí esta larga interrupción, en la que si bien hay algunas explicaciones que parecen nuevas, en el fondo no lo son o al menos no se sacan todas las consecuencias posibles de ellas.

 

A la espera de la respuesta

Job ha llegado a conocer mejor en quÉ consiste la justicia. Ha descubierto que: 1. la justicia ante Dios pasa por la postura en favor de los inocentes; 2. no se puede interpretar el sufrimiento propio y el de los inocentes como castigo por el pecado; 3. debe seguir, a pesar del propio dolor, al lado de los inocentes; 4. la primera señal de relación desinteresada es seguir junto a los inocentes; y 5. todo esto es lo que le hace autÉnticamente justo.

Al mismo tiempo ha llegado a conocer mejor a Dios y su relación con Él; se ha ido acercando más a Él, ha ido aceptando confiadamente a Dios a partir de la experiencia del sufrimiento sin aceptarlo de un modo conformista y alienado. Ha realizado una autÉntica profundización relacional en medio de un gran combate espiritual.

Esta profundización en medio del combate espiritual ha tenido como tres momentos críticos, cuando ha dado tres ultimatums a Dios exigiÉndole que nombrase un árbitro, un testigo y un defensor, y en último tÉrmino ha descubierto que el mismo Dio se ha constituido en su árbitro, en su testigo favorable y en su defensor.

Job 9,2 - 10,12: Job pide un árbitro para la contienda, aunque sabe que ante Dios tiene la partida perdida, pues nadie puede nada ante Dios; en el fondo llega a la convicción de que Dios le considera inocente y, por eso, le tiene confianza y quiere recibir su respuesta.

Job 16,7-21: A pesar de que los amigos le han estado amenazando diciendo que si Dios le habla le va a destruir y a pesar de que en consecuencia tiene cierto miedo a que esto se realice, Job ve que no tiene más remedio, pues necesita de alguien que testifique a su favor. Pide, entones, que aparezca alguien que testifique que es un inocente el que clama y que le haga llegar dicho clamor a Dios para que actúe en consecuencia. Job llega a descubrir que es Dios mismo quien se constituye en su testigo.

Job 19,6-27: Ante la experiencia vivida de que Dios mismo es quien le ha destrozado, Job pide contra Él un go'el, es decir, un defensor, un pariente que responda ante la dificultad y que le vengue. La petición está movida por la certeza de que realmente tiene un familiar que le vengará y le liberará tal como aparece en el siguiente texto:

Yo sÉ que vive mi vengador

y que al final se alzará sobre el polvo:

despuÉs que mi piel me sea arrancada,

ya sin carne verÉ a Dios;

yo mismo le verÉ, mis ojos le verán.

Expresa así la seguridad y la confianza de ver triunfar en Él la justicia, de ser declarado justo, de ser defendido por un gran go'el que, en último tÉrmino, comprende que no es otro que Dios.

Estas tres peticione (de árbitro, de testigo, de defensor) son un grito de dolor pero de esperanza, de miedo pero de confianza, de justicia pero tambiÉn de amor de Dios. Tras estas peticiones, Job se encuentra solo ante Dios: si Éste no responde, Job estaba equivocado; si responde, quiere decir que la relación esta abierta, que no se ha roto.

 

La respuesta de Dios

Y Dios le responde. Y no sólo esto, sino que además le responde de algún modo a sus preguntas. Le responde desde la tormenta desde la que sus amigos le decían que le destruiría. Y le responde no para condenarle sino para comunicarse con Él y para comunicarle cosas importantes.

¿QuÉ le responde en el fondo? ¿QuÉ le comunica? Que la grandeza de Dios no está tanto en el poder para destruir el mal y para hacer la justicia sino en la libertad y gratuidad del amor. Sus amigos así van a quedar totalmente descalificados.

Pero veamos la repuesta más en detalle. Es doble. Hay una primera respuesta ante la duda de Job de que la obra creadora tenga sentido y una segunda respuesta ante el cuestionamiento de Job sobre el gobierno justo de Dios en la historia.

 

Primera respuesta de Dios (Job 38 -39)

Ante el cuestionamiento que hace Job de los proyectos de Dios en la historia y en la vida, Dios le va a responder que sus proyectos nacen de la gratuidad del amor creador. Pero, ¿cómo lo hace? Veámoslo.

Dios se remonta a los orígenes de todo y le dice a Job que es un error pensar que todo ha sido credo para utilidad inmediata del hombre y para servicio a la teoría de la retribución. Además, añade, es falso que la acción de Dios es previsible y delimitable; esto iría contra el mismo manifestarse Dios como YHVH (cfr. Ex 3) a MoisÉs, es decir, como el que estará en la historia e irá siendo descubierto a medida que se vaya viviendo. Menos todavía la pueden prever los seres humanos que han llegado a formar parte del universo cuando Dios ya había ordenado las cosas (aquí se nota algo de la típica ironía de Dios tan presente en este libro y en otros del Antiguo Testamento).

Dios, con todo, se muestra dispuesto a explicar a Job, como a un amigo, los misterios e intimidades de la creación. Job, por su parte, debe estar dispuesto a que lo sorprenda y reconocer que no lo sabe todo. Y lo primero que le explica es que la retribución, que supone una relación interesada, no sirve para entender la acción de Dios. La clave para entender la realidad es la iniciativa libre y gratuita de Dios y de su amor. Dios le pregunta, entonces, a Job varias cosas que Él no tiene capacidad de responder si sigue con su manera utilitarista de pensar. Y no las puede responder porque se mueven en un contexto de gratuidad.

¿Cuál es ese contexto de gratuidad? Que Dios se complace en la gratuidad de la propia acción, que hace seres y cosas que aparentemente son inútiles (por ejemplo, la lluvia en el desierto), que no está encadenado ni forzado, en una palabra, por la retribución o por la necesidad. Dios tiene planes; pero el hombre no puede conocerlos ni calcularlos. Además, todo, y no sólo el ser humano, es obra de Dios; el ser humano, por tanto, no es el centro alrededor del cual debería girar todo.

El contexto además es de libertad. Dios crea seres libres y se complace en su libertad. Estos no hace falta que estÉn al servicio de los hombres: son libres, son fuertes y son independientes. Dios por tanto se complace en ellos no porque sean útiles o inteligentes sino porque son libres; a fortiori, se complace tambiÉn en Job.

Así pues, el resumen de esta primera respuesta es que la creación no debe entrar en las categorías racionales y utilitaristas del ser humano, ya que el motor de los planes de Dios es su amor libre y gratuito (esto, en el mundo de la creación y en el de la historia, en lo que es y en lo que pasa). Dios corrige de este modo a quienes quieren forzar a Dios, a quienes no quieren abandonarse confiadamente a Él, a quienes no quieren aceptar lo incomprensible de su libertad y de su gratuidad.

 

Primera respuesta de Job (Job 40,3-5)

Parece que Job ante lo anterior sólo puede responder lo siguiente: “soy poca cosa ante Dios y por esto me voy a callar”. Pero esto no es lo que Dios quiere que Job responda; no deja tranquilo a Dios pues no es un paso para reconocer la libertad y gratuidad de Dios y Dios quiere que Job dÉ este paso. Dicho de otro modo, Dios no quería hacer callar a Job sino iniciarle en los misterios de sus planes. Es por esta razón que Dios vuelve a dirigirse a Job.

 

Segunda respuesta de Dios (Job 40,6 - 41.26 + 38,12-15)

En esta respuesta, Dios se centra no ya en la gratuidad de la creación sino en el gobierno justo; con ello quiere ayudar a Job a salir de su cerrazón, de sus explicaciones fáciles, de su coacción del amor libre y gratuito de Dios, de su juzgar todo con categorías humanas.

Para ello: 1. Dios confiesa que quiere que la justicia reine en el mundo; Ésta es su voluntad última. De ahí que a cada noche, tiempo de la injusticia y del mal, Él hace que siga la mañana, tiempo de la justicia y del bien (Job 38,12-15; 40,8-14). 2. Dios confiesa tambiÉn que ni quiere ni puede destruir con una mirada a los malvados. 3. Dios, por respeto a lo creado y a la libertad humana, capaz siempre de conversión, se ha autolimitado: no quiere usar su poder para destruir (el ser humano no puede eliminar el mal por su propia naturaleza; Dios no puede por su autolimitación).

Esta es la gran maravilla que Dios quiere que Job comprenda: que Dios es poderoso en su obra creadora, que Dios muestra su poder en su respeto a la libertad humana y al ritmo del mundo y de la historia. Esto es lo que le hace aparecer como dÉbil.

Pero, ¿cómo expresa todo esto? Con la presentación que hace de Behemot y de Leviatán (Job 40,15 - 41,26). Sobre ellos se dice que son símbolos de las fuerzas del caos y del desorden, que por creación están bajo el dominio de Dios, cuya decisión y voluntad es que el ser humano tome como tarea el llegarlos a dominar. Es verdad que en el mundo hay caos, hay desorden y hay mal; pero tambiÉn es verdad que Dios está llamando al mundo a que no sea caótico, desordenado o malo. Es el hombre quien tiene que ir realizando esto.

En resumen, en esta segunda respuesta de Dios se dice que todo está bajo el poder creador de Dios, que todo está bajo la libertad del ser humano, que este mismo hecho hace aparecer a Dios como dÉbil cuando es Ésta en realidad su máxima grandeza, y que es tambiÉn la tarea encargada a los seres humanos la máxima grandeza de la humanidad, su máximo poder y donde se demuestra el don del amor gratuito de Dios.

 

Segunda respuesta de Job (Job 42,1-6)

Job había aceptado su pequeñez dentro del cosmos y del misterio de la gratuidad de Dios. Ahora acepta a Dios tal como es, acepta una relación con Dios libre de todo interÉs. Pero, ¿cuáles son los pasos de esta aceptación?

1) Reconoce que Dios tienen planes y que se realizan, que estos planes no tienen que ver con la retribución, que hacen que el mundo no sea un caos y un desorden, que aparecen a menudo como ininteligibles ya que son fruto de la libertad de Dios y que señalan al autentico Dios, “el que estará siempre con el ser humano en la historia y en la vida” y en quien se puede y debe confiar plenamente.

2) Descubre las maravillas insospechadas de la realidad, a saber, que la base de todo es el amor gratuito de Dios y que el designio de Dios es su voluntad de justicia en el gobierno del mundo y al mismo tiempo su respeto a las leyes del mundo y a la libertad.

3) Tiene un encuentro alegre y gozoso con Dios, ya que sabe que Dios está con Él, ha tenido una experiencia autÉntica -no interesada- de Dios, se siente introducido en la intimidad de Dios.

4) Ve el sinsentido de la actitud de queja y de tristeza, del actuar con penitencias como si fuese culpable. Desaprueba y abandona en consecuencia el polvo y la ceniza, la lamentación y la tristeza. Acaba aceptando que Dios le ha seducido y que se siente muy cerca de Él:

SÉ que eres todopoderoso:

ningún proyecto te es irrealizable.

Era yo el que empañaba el Consejo

con razones sin sentido.

Sí, he hablado de grandezas que no entiendo,

maravillas que me superan y que ignoro.

Yo te conocía sólo de oídas,

pero ahora te han visto mis ojos.

Por eso me retracto y me arrepiento del polvo y la ceniza.

 

Conclusión

¿QuÉ ha encontrado Job?

1. El Dios autentico, el de la religión desinteresada.

2. El Dios que no quiere el caos y la injusticia que suponen el sufrimiento y muerte de los inocentes.

3. El Dios que no usa su poder destruyendo aquello o aquellos que provocan el dolor.

4. El Dios que cuenta con los seres humanos y su libertad para acaba con la injusticia y el dolor provocado por ella.

5. El Dios “dÉbil”, pues quiere que se realice la justicia, pero no quiere ni puede eliminar la libertad, aunque Ésta a veces vaya contra su planes.

6. El Dios que sólo pretende “seducir” al hombre para que Éste luche libremente contra la injusticia.

7. El Dios que para “seducir” sólo lo hace mostrando su preferencia y su estar por los pobres, no porque valgan más sino porque han sido empobrecidos y están desprotegidos.

¿QuÉ le supone en último tÉrmino este encuentro?

1. No caer en una resignación impotente ante el sufrimiento del inocente, en una religión interesada y calculadora, en una actitud que olvide el dolor de los demás, en una desesperación.

2. Salir del propio mundo e ir al mundo de quienes sufren alrededor, pues Dios les quiere preferencialmente.

3. Cantar y alabar al Dios que quiere liberar al sufriente, trabajando para que dicho canto y alabanza sean posibles y tengan autenticidad.

4. Tener el coraje de lamentarse ante Dios, por el sufrimiento propio y por el ajeno, confiándose a Él (cfr. Sal 22).

5. Hacer con la propia actitud y acción que los demás descubran y encuentren al Dios que no quiere el sufrimiento del inocente sino que le acompaña en todo su camino hasta el final.

¿Que actualidad puede tener este librito hoy en LatinoamÉrica?

No hace falta profundizar demasiado para comprender que el libro de Job tiene algo muy importante que decir en todas las partes del mundo, pero de un modo especial en lugares como LatinoamÉrica donde el dolor de los inocentes es la realidad experimentada cada día.

Y lo que está diciendo es: 1. que desde la realidad del sufrimiento es desde la que se “conoce” autÉnticamente a Dios, ya que no se trata de un Dios con el que se comercia, un Dios mágico, un Dios tapagujeros, sino del Dios metido en nuestra historia, encarnado en la misma, interpelador, suscitador de personas y grupos que la transformen; y 2. que Dios está presente y es solidario en las situaciones de sufrimiento y de dolor de los seres humanos, y de un modo especial de los inocentes, animándoles a luchar contra el sufrimiento de los demás y contra el sufrimiento propio.

 

 

 

4 - QOHELET (EclesiastÉs)

 

 

Si Job planteaba el tema del dolor del inocente, de cómo hablar de Dios desde dicha realidad de dolor y de dónde esta Dios cuando el inocente sufre hasta morir, el QohÉlet plantea el sentido global de la vida. Las preguntas que se hacen son si existe una única explicación a los misterios de la existencia y si no se ha de buscar en cada momento de la existencia la propia explicación.

Recogiendo tambiÉn fragmentos sapienciales anteriores, en tiempo de las grandes corrientes culturales humanistas y existenciales propiciadas por el mundo griego que se enfrentan al sentido de la vida y a sus misterios (injusticia-justicia, muerte-vida, sufrimiento-felicidad, mal-bien), el QohÉlet toma una postura de inconformismo, de búsqueda sin miedo, de realismo, de cierta humildad y de cierta confianza. Responde así a otras posturas posibles en el momento de las grandes presiones del helenismo, alrededor de los años 275 a.C.

Ante la presión helenista, se dan en el pueblo de Dios algunas posturas que intentan reaccionar contra dichas presiones; otras, en cambio, son más acomodaticias. Asistimos, en consecuencia, en el QohÉlet, a un diálogo con las posturas explícitamente creyentes del pueblo judío, con las más sapienciales y humanistas y finalmente con la variada gama de posturas surgidas en el horizonte griego.

Veamos algunas de estas posturas, algo caricaturizadas, y las preguntas que les hace el libro del QohÉlet.

 

Posturas

1.- Religioso-profÉtica: apoyándose en la historia de salvación, se enfrenta al futuro con esperanza, pero, la experiencia de la historia de salvación, ¿nos debe hacer olvidar la realidad de cada día, una realidad que muy a menudo no es nada propicia a crear esperanza?, ¿no seria esto una alienación?

2.- Sapiencial-clásica: Dios premiará al justo con la felicidad y reservará para el impío la infelicidad; pero, ¿se trata de tapar los ojos a las injusticias que sufren los justos, a manos de los impíos, con el fin de salvar la doctrina de la retribución y de la justicia de Dios?

3.- Fatalista: el fatum decide caprichosamente el destino de los dioses y de los seres humanos, los cuales no pueden conocer en modo alguno los misterios de la vida y por tanto se deben dejar llevar sin resistencia; pero, ¿es Ésta la postura propia de seres humanos, la de dejarse llevar arbitraria y caprichosamente por Dios sin plantearse o plantearle preguntas?

4.- Estoica: ya que los deseos y presiones son los que nos hacen sufrir, se trata de llegar a dominar ascÉticamente los deseos, a no tener deseos, a soportar lo que venga sin sufrirlo; pero, ¿es Éste el ideal del ser humano, el que no se apasione por nada?

5.- Epicúrea: ya que los seres humanos desconocen en profundidad el sentido de la vida y Ésta a menudo aparece como sin sentido, de lo que se trata es de vivir, de gozar de la vida sin limites, de ocultar la realidad del dolor; pero, ¿no suena esta postura a una solución algo alienante?

6.- MistÉrica: ante la irracionalidad de todo, la solución está en entrar en contacto con las divinidades, por medio de las religiones mistÉricas y aceptar aquella irracionalidad; pero, ¿no resulta inhumana e irracional una postura que se escuda, prescindiendo de la razón humana, en las religiones mistÉricas?

7.- Helenista-racionalista: el hombre, y sobre todo su razón, son el centro del mundo, lo pueden explicar todo; pero, ¿son el hombre y la razón el absoluto?, ¿puede el ser humano conocer siempre la oportunidad y el sentido de todo?, ¿cómo explicar tantos misterios de la vida que parecen negar la racionalidad del mundo e incluso la autenticidad y la justicia de Dios?

Estas son las grandes posturas con las que se encuentra el QohÉlet y las preguntas que Éste les hace. A travÉs de las preguntas va apareciendo el mensaje de dicho libro. Pero, ¿que metodología usa?

 

Metodología

Se puede decir que en el conjunto del libro se da una cierta inclusión. Comienza con la expresión, que despuÉs irá repitiendo a lo largo del conjunto del libro, de que “todo es sinrazón, vano, vacío”. Ejemplifica lo anterior pasando por todos los ámbitos y realidades de la existencia: sabiduría, riqueza, vida, amor, muerte, trabajo, etc. Acaba diciendo que todas estas realidades no tienen razón, son vanas, vacías, etc., si no se las relaciona con el único absoluto que es Dios.

A travÉs de esta metodología, ¿cuáles serían las afirmaciones clave que dominan en el libro?

 

Afirmaciones del QohÉlet

1.- Dios sí domina cada momento y el sentido de todo; pero respeta las realidades humanas y no las violenta.

2.- El ser humano es insignificante en el conjunto del tiempo, es ademas incapaz de conocer todo, especialmente el sentido de las experiencias de dolor, las situaciones limite de la existencia y los proyectos totales de Dios.

3.- Por tanto se trata de asumir la vida como don magnífico de Dios y vivir cada momento con toda la intensidad, pero poniÉndolo en relación al único absoluto.

4.- La relación del hombre con la realidad, por tanto, es la de ir transformándola con su acción y contemplarla así como algo siempre nuevo y gozarla plenamente, porque la realidad relaciona con el absoluto.

Todo lo anterior se puede constatar en algunos textos selectos del QohÉlet:

Qo 1,2-14: todo es sinrazón.

Qo 3,1-22: la muerte.

Qo 5,9-19: la riqueza.

Qo 8,5-17: aparente castigo de los justos; retribución.

Qo 11,7 - 12,8: el joven y el anciano.

Qo 12,9-14: todo es sinrazón.

 

 

 

5 - JESUS, HIJO DE SIRÁ (Eclesiástico)

 

 

Se trata de una recopilación, algo ordenada y sistematizada, de sentencias -antiguas y modernas-, introducidas por prólogos que dan sentido a las sentencias y nos hacen descubrir su importancia. Esta recopilación está hecha hacia el año 190 y traducida al griego, en Egipto, el año 132 a.C.

¿En quÉ circunstancia se hace tal recopilación? De nuevo en el momento del helenismo, pero un helenismo que se presenta como tolerante, aunque atractivo.

Los peligros que se viven en dicho momento son los de cerrazón total a la cultura helenista y todo lo que de positivo Ésta pueda tener, o bien la caída en la ilusión de que el helenismo es la única doctrina Ética buena y que la Ética judía ya no tiene nada que decir para el futuro (este último peligro lo viven de un modo especial los jóvenes que valoran la novedad de la cultura helenista).

¿QuÉ pretende entonces el libro en tales circunstancias?

Que el judío valore lo que haya de bueno en la cultura griega.

Que siga, sin embargo, la línea que presenta la sabiduría judía.

Que viva en consecuencia como un autÉntico creyente judío en medio de una sociedad, cuyos principios Éticos son en parte asimilables por el mundo judío pero que en muchos casos son claramente opuestos a la visión global del judaísmo.

Que descubra que los principios de la sabiduría no se oponen a los principios de la ley, sino que se identifican o al menos se complementan.

Que, finalmente, comprenda que vivir según todo lo anterior hace más humano.

¿Cómo lo hace?

Recopilando sentencias de sabiduría judía y añadiendo otras propias de la cultura griega.

Presentando la necesidad de que el joven opte en cada momento con libertad; es cuestión de que discierna.

Motivando la elección en favor de la sabiduría de las sentencias en dos cosas: en que son participación de la sabiduría de Dios que la ha querido comunicar a los hombres y mujeres y la ha querido compartir; y en que se fundamentan en la creación y en la historia, las cuales son ejemplo de la sabiduría de Dios (se debe saber, por tanto, descubrir la sabiduría escondida en la creación y seguir así la línea de los grandes sabios del pasado).

Algunos textos pueden ayudar a descubrir mejor esta metodología:

En primer lugar nos encontramos las sentencias reunidas por temas: amor a los pobres y desamparados (Sir 4,1-10; 7,32-36; 29,8-13); falsedad y verdad en la palabra (5,9 - 6,1); amistades imposibles entre pobre y rico (13,1-26), negocios (26,9 - 27,3); sinceridad y amistad (27,11-21); hipocresía (27,22-24); maquinaciones contra el prójimo (27,25-29), calumnia (28,17-21); culto (34,18 - 35,24, falsos amigos (37,1-6); el mÉdico y la enfermedad (38,1-15).

Se dice, despuÉs, que se debe elegir y no culpar a Dios por las cosas que nos pasan a nosotros; los seres humanos somos libre (Sir 15,11-20).

Se acaba presentando los motivos que ayudan a hacer una buena elección: una opción por vivir según las sentencias sapienciales es en realidad una opción por aceptar la participación en la sabiduría divina y por tanto en la vida divina. En esta línea de motivación irían los textos de Sir 1,10-20; 4,11-19; 24,3-34.

La segunda gran motivación se hace a partir de un recorrido por la creación y por la historia de salvación. En ellas está presente la sabiduría de Dios. Se trata, por consiguiente, de ir descubriendo dicha sabiduría en las realidades de la naturaleza creada y en la historia de los antepasados para así vivir uno con sabiduría y ser feliz; dicha sabiduría es la que está recogida en las sentencias y es la que vivieron los antepasados (Sir 42,15 - 50,29).

Uno se pregunta cuando acaba de leer este libro de Jesús hijo de Sira quÉ importancia puede tener para nuestros pueblos de AmÉrica Latina. Creo que a lo largo de esta breve presentación ya se habrá ido viendo. En todo caso creo que es iluminador, al menos en dos aspectos. En primer lugar porque en nuestros países se viven intentos muy serios de que todos vivamos según unos patrones y modelos extranjeros impuestos. Parece que la única cultura válida hoy en día es la del dólar y todo lo que lleva consigo Éste. Frente a esto, el Jesús hijo de Sira nos pone como modelo la fidelidad a los propios valores y cultura, a la propia sabiduría, sin cerrarse a aceptar lo que de bueno y asimilable pueda haber en otras culturas o sabidurías. Todo es cuestión de diálogo profundo.

En segundo lugar, porque las sentencias presentadas animan a vivir según unos valores que son completamente necesarios en nuestros días en todos los países, pero de un modo muy especial en nuestros países de AmÉrica Latina, como son la verdad, la autenticidad, la amistad profunda, la justicia, el compromiso de compartir, la solidaridad, el respeto a la fama del prójimo, el verdadero culto a Dios consistente en el compromiso existencial, etc.

 

 

 

6 - EL LIBRO DE LA SABIDURêA

 

 

Es el último libro sapiencial y del Antiguo Testamento, que se escribió bajo la dominación romana, hacia los anos 50 a.C.

Dos problema principalmente se plantean en este libro: 1. el desencanto ante la sabiduría judía, dado que los judíos están viviendo en un ambiente greco-romano y se acaban preguntando si la sabiduría propia de Israel es una cosa del pasado, y 2. la constatación de que muchos problemas de la existencia de Israel y de la vida humana quedan sin explicar, como por ejemplo el gran tema del aparente triunfo de los injustos y de la injusticia sobre los justos e inocentes y la vida según Dios.

La intención, en consecuencia, del libro va a ser la de ayudar a vivir en tal situación y la de responder a tales problemas. Para ello va a seguir un discurso reflexivo sobre temas judíos, pero usando cuando lo crea conveniente un lenguaje helÉnico, basado en la abstracción y en el razonamiento. Por otra parte, procura utilizar un lenguaje que pueda ser aceptado no sólo por los judíos sino tambiÉn por aquellas personas de buena voluntad dentro del mundo grecorromano; un ejemplo claro de esto último, es el uso de las palabras “incorruptibilidad e inmortalidad” (más comprensible en la cultura y la filosofía griega y no la palabra “resurrección” muy común ya en dicho tiempo en la mentalidad judía pero totalmente inaceptable dentro de una mentalidad griega).

En cuanto al contenido del libro, se divide en tres parte muy bien diferenciadas.

La primera, que va desde el capítulo 6 hasta el capítulo 9, invita a seguir el ejemplo del autor, el cual ha buscado y pedido con todas las fuerza la sabiduría (Sab 6,12-21; 8,17 - 9,18). La motivación que se da es que realmente la sabiduría es maravillosa y además es totalmente necesaria para vivir (Sab 7,22 - 8,1; 8,3-16).

La segunda parte la encontramos en los capítulos 10 - 19. Nos presenta la continuidad de la historia de la sabiduría y en concreto de la historia de la salvación. En dicha historia y en sus protagonistas siempre ha estado presente, en medio y a pesar de las tentaciones, la sabiduría (Sab 10 - 12; 13 - 15; 16 - 19). A pesar de que en algunos momentos parezca que Dios no ha actuado con sabiduría y no ha acabado con los enemigos, la realidad es que esto es solo apariencia. En realidad, si Dios “ha enviado” las plagas con moderación y sin hacerlas llegar hasta el extremo es porque quiere dar la oportunidad a los perversos e injustos a convertirse (Sab 11,15 - 12,28).

La tercera parte es la que nos habla de la sabiduría de Dios con más dramatismo, pues se plantea el tema del dolor y muerte del justo, e incluso el tema de la persecución y el asesinato realizados por los injustos contra el justo. El libro acaba diciendo que la autosuficiencia y el orgullo de los injustos y de los ricos es totalmente vacía y sus pensamientos sobre la inutilidad de la justicia son erróneos. En realidad, finalmente, el justo vivirá, aunque ahora le veamos ser arrastrado hacia la muerte, y el injusto, en cambio, acabará mal. Se hace en consecuencia, en el contexto de que la relación de Dios con el justo nunca se acabara, la gran afirmación sobre la inmortalidad del justo; Éste pervivirá aunque el injusto crea que está aniquilándolo para siempre (Sab 2,1-24; 3,1ss; 4,7ss; 5,4-16).

 

 

 

.c.7 - LOS LIBROS DE LOS SALMOS

 

 

 

Introducción

En primer lugar, quiero justificar el que trate los Salmos al final de todo este recorrido a travÉs de los libros sapienciales. Lo hago así principalmente por dos razones: en primer lugar, porque en los libros de los Salmos se recogen experiencias de fe y respuestas creyentes del pueblo de Dios a lo largo de toda su historia y porque posiblemente la formulación actual de los Salmos data de los últimos siglos de la historia del pueblo del Antiguo Testamento; en segundo lugar, porque en los Salmos encontramos como un resumen, una síntesis, de toda la existencia de fe y de los principales problemas que se les fueron planteando a los creyentes de Israel, y al mismo tiempo las respuestas que fueron dando. Por estas dos razones me parece bueno haber dejado para el final esta lectura de los Salmos como espiritualidad de la liberación.

El punto de partida para comprender mejor los Salmos es la existencia de Israel. Israel surgió a partir de una experiencia de liberación de un dominio opresor (el egipcio), hecha por diversos grupos, en la que fueron descubriendo a un Dios que está con quienes se liberan. Nació así una conciencia de pueblo y de la necesidad de vivir coherentemente respecto a lo que han vivido, y nació tambiÉn la conciencia de una misión testimonial respecto a las naciones: descubrieron que debían dar testimonio de cómo era Dios y de quÉ estilo de vida exigía la fe en Él.

La historia de Israel se movió siempre entre la llamada a vivir en la libertad y las tentaciones propias, o provocadas por otros, a volver a caer en la esclavitud. El Antiguo Testamento es un testimonio de dicha tensión y de cómo los creyentes fueron ayudando a seguir en medio de ella.

Esta tensión se dio en los diferentes ámbitos de la vida de Israel: el religioso (los dioses de otros pueblos, dioses que resultan esclavizadores), el internacional (la dependencia idolátrica respecto a las naciones), el nacional (la injusticia y la explotación) y el individual (la persecución y el dolor del inocente, y la sensación de ser abandonado de Dios).

Toda esta vida (amenazas, tensiones, confianzas) es la que quedó reflejada en las oraciones sálmicas, en las que se pone ante Dios dicha vida, llena de acción. En consecuencia, los Salmos:

1) son un resumen de la experiencia bíblica, 2) responden a situaciones existenciales concretas (aunque Éstas son difíciles de delimitar, dado que en cada Salmo se da una continua actualización); 3) son un resumen tambiÉn de la Biblia, pues están en relación con la “ley”, los “profetas” y los “sapienciales”; y 4) son como la respuesta del pueblo de Dios en relación a todos los Momentos de su vida y de su historia, respuesta que se convierte en palabra de Dios.

En su origen, posiblemente los Salmos naciesen de circunstancias concretas de un individuo o de un grupo y más tarde habrían sido vistos como expresión de las nuevas vivencias de la comunidad. Esto explica el que en cada Salmo se puedan dar diversos niveles y es lo que hace que sean muy actuales y que al mismo tiempo sea difícil detectar el momento concreto de cada Salmo. En todo caso, son el reflejo de la vida entera de quien los creó y los utilizó; son utilizables, por tanto, a condición de que quien los utilice viva autÉnticamente su fe. Son, pues, un buen termómetro de la vida de fe.

 

Plan

Vamos a agarrar los cuatro ámbitos antes notados. Vamos a ver cómo en los Salmos la vida se hace oración (recuerdo y compromiso) y a descubrir la espiritualidad de liberación que se contiene en ellos. Vamos finalmente a intentar leerlos desde hoy, dejándonos ayudar por la lectura que de ellos hacen las comunidades vivas.

 

Dificultad

Pero antes de comenzar debemos salvar una dificultad que muchas veces se nos presenta. Muchos opinan que los Salmos ya están superados, que la espiritualidad del Nuevo Testamento los hace innecesarios. A este respecto, me parece muy iluminador el siguiente texto de Bonhšffer:

A menudo constato hasta quÉ punto pienso y siento según el Antiguo Testamento; durante los últimos meses lo he leído con mucha más frecuencia que el Nuevo Testamento. Sólo cuando se conoce la inefabilidad del nombre de Dios se puede pronunciar de una vez el nombre de Jesucristo; sólo cuando se ama tanto la vida y la tierra que todo parece acabarse y perderse con ellas, nos está permitido creer en la Resurrección de los muertos y en un mundo nuevo; sólo cuando nos sometemos a la ley de Dios, podemos hablar alguna vez de gracia; y sólo cuando la cólera y la venganza de Dios contra sus enemigos son aceptadas como realidades válidas, puede sentir nuestro corazón algo de perdón y de amor hacia los enemigos. Quien quiere ser y sentir demasiado rápidamente y directamente según el Nuevo Testamento, no es en mi opinión un cristiano. No podemos ni debemos pronunciar la última palabra antes de la penúltima. Vivimos en los tiempos penúltimos mientras creemos y esperamos en los últimos (Resistencia y sumisión, carta del 5.12.1943).

Este texto nos pone en guardia contra el querer quemar etapas, el creer ya superada la etapa del Antiguo Testamento, el despreciar en nombre de la “sensibilidad cristiana” el realismo y la sinceridad de los sentimiento del pueblo que quedan expresados en los Salmos y que chocan contra “aquÉlla”. Este texto, por otra parte, nos anima a descubrir en los Salmos nuestro caminar, nuestra espiritualidad (hechos tambiÉn de luchas, de esperanzas, de derrota, de victorias) hasta que llegue la total comunión con Jesucristo en su Reino.

Comencemos, pues.

 

7.1. Ámbito religioso o de las relaciones más explícitas con Dios

En contacto con otros pueblos, Israel corre el peligro de caer en la esclavitud de unas divinidades despóticas, mercantilistas y deshumanizadoras. Son las divinidades que exigen para sí mismas el sacrificio de lo mejor, incluso de los primogÉnitos, las divinidades que fundamentan el despotismo de la monarquía y la opresión de los pobres.

Ante dicho peligro, los creyentes ayudan a profundizar en la experiencia del Dios liberador y en la relación religiosa que dicha experiencia supone. Una gran ayuda suponen tambiÉn las oraciones personales-comunitarias que recogen dicha experiencia y la respuesta esperada.

En este ámbito, pues, los Salmos son una plegaria que intenta liberar de los dioses falsos; que recuerda y pone en relación con el Dios liberador, acompañante, presente en medio de ellos, rey de un reino de libertad, creador de un mundo hecho para la realización de todos; que compromete a vivir libremente en coherencia con el Dios que se recuerda.

Cinco son los grandes temas explícitamente religiosos que son objeto de recuerdo y de compromiso en los Salmos.

1.- ƒxodo y alianza

Coloco estos Salmos en primer lugar porque el Éxodo-alianza es el punto nuclear de la existencia y de la fe de Israel y porque es lo que distingue a Israel de cualquier otro pueblo.

Sal 77,12-21: En un contexto de súplica en la crisis provocada por el exilio, una crisis que queda perfectamente expresada en la pregunta “¿nos ha abandonado Dios?”, en este Salmo se responde que no, porque lo propio de Dios es liberar y hacerlo realmente y porque la relación entre Dios y el pueblo se basa en la liberación que entre Dios y su pueblo se ha alcanzado.

Sal 78: En un contexto de renovación de la alianza rota, se insiste en la conversión y se hace una fuerte exhortación a ella. El motivo que se da es la acción repetida de Dios a lo largo de la historia, una acción liberadora que llama a conversión (cfr. vv. 5a.12-16.23-29.42b-55.65-72).

Sal 81: En un contexto parecido al del Salmo anterior, es decir, de una fiesta de la renovación de la alianza, este Salmo se divide así: vv. 2-4: se invita a alabar a Dios en esta fiesta; 5-6: se muestra el nexo existente entre fiesta, vida y liberación; 7-8: se recuerda la experiencia de liberación; 9-10: se exhorta a la fidelidad; 11: se recuerda de nuevo la experiencia de la liberación; 12-13: se constata la realidad de la infidelidad y de sus consecuencias graves para el pueblo; 14: se exhorta de nuevo a la fidelidad y se muestra en último tÉrmino la conexión existente entre fidelidad al Dios liberador y vida feliz-festiva.

El punto central que se quiere subrayar en este Salmo es que vivir según la experiencia de liberación lleva a vivir plenamente feliz.

Sal 105: En el postexilio y en relación a la alianza, se recuerda de nuevo a Dios siempre fiel a su compromiso y que ha ido haciendo actos liberadores en la historia.

Sal 114: En relación a la alianza, se celebra el que Dios ponga siempre todo al servicio de la liberación.

Sal 136: En el postexilio y en relación a la alianza, se recuerdan las actuaciones liberadoras de Dios, las cuales son muestra de su amor y de su estilo liberador.

 

 

2..- Presencia de Dios en Sión

Otra experiencia fundamental sobre Dios y que queda recogida en los Salmos es la de que Dios está presente en JerusalÉn y sobre todo en medio de su pueblo. Nos ayuda a descubrir además cómo es y cuál es el estilo de Dios. Este hecho, esta experiencia es causa de alegría y de compromiso de vida para que de verdad Dios pueda estar siempre presente en medio de su pueblo.

Sal 48: Posiblemente en el contexto de la reconstrucción de Sión tras el exilio, cuando Nehemías, se recoge la experiencia vivida hacia el año 700 a.C. cuando los asirios quisieron conquistar JerusalÉn pero no pudieron.

El análisis de este Salmo nos puede ayudar a descubrir mejor su contenido: vv. 2-4: grande es YavÉ y grande es Sión; 5-8: los enemigos fracasan en su intento de entrar en Sión (¿se alude aquí a la coalición y guerra siro-efraimita contra JerusalÉn del año 735 a.C. o a la invasión siria y el asedio de JerusalÉn en tiempo de Ezequías en los años 704-702 a.C.?); 9-12: Dios está presente sobre todo en forma de amor y justicia; 13-14: se manifieste un gran gozo (¿por la reconstrucción de Nehemías?); 14b-15: se concluye que “así es Dios y así actúa Dios en la historia”.

Así pues, en este Salmo Israel vuelve a descubrir al Dios que continúa siendo liberador, que es fiel, que se convierte en un castillo para su pueblo, que hace inútiles todos lo esfuerzos de sus enemigos. Este Salmo libera de todo miedo, basándose en el hecho de un Dios que hace alianza con su pueblo, que está presente en Sión y que no abandona nunca a su pueblo.

Sal 84: En cuanto al gÉnero literario de este Salmo, es una mezcla de himno, salmo de peregrinación y salmo de la presencia de Dios en Sión.

Su contenido se desarrolla de la siguiente manera: vv. 2: comienza con una alabanza de Sión; 3-4: se muestra un gran deseo de entrar en Sión y en el templo; 5.11: se declara la felicidad de quienes sirven en Sión; 6-8: se declara la felicidad de los peregrinos que suben hacia Sión; 9-10: se suplica a YavÉ para que escuche la oración de su pueblo y de su ungido; 12-13: se afirma que la fuente de toda confianza es la presencia del Señor en Sión, y no las murallas de la ciudad.

Este Salmo, pues, nos propone la gran alegría por encontrarse dentro del templo, en la presencia del Señor y por haber experimentado el acompañamiento de Dios a lo largo de todo el camino.

Sal 122: TambiÉn en este caso el gÉnero literario es una mezcla de himno, de Salmo para el camino-peregrinación y de alabanza por la presencia de Dios en Sión.

En Él se muestra la gran alegría por ir a JerusalÉn y al templo de Dios. Pero, ¿quÉ es lo que produce tan gran alegría? El que en JerusalÉn se hace la justicia, se trabaja por la paz y se vive la felicidad; todo esto hace de JerusalÉn una ciudad liberadora.

El contenido anterior se desarrolla así: vv. 1-2: alegría por la cercanía de Sión; 3: alusión a la reconstrucción de JerusalÉn; 4: JerusalÉn, centro de Israel, es objeto de agradecimiento; 5: y la razón es que en dicha ciudad se hace justicia; 6-9: se acaba, en consecuencia, deseando la paz para JerusalÉn.

Sal 125: En el contexto de un Salmo gradual, para los momentos en que los peregrinos encontraban fuertes dificultades para seguir el camino hacia JerusalÉn, se hace una cierta extrapolación y se aplica el contenido de este Salmo a quienes desconfían y no avanzan, quienes caen esclavos de sus miedos.

3.- Dios es rey

Estos Salmos, que suelen tener algo de himnos o alabanzas, suelen servirse, como escenificación dramática, de algunos de los pasos que se seguían en la coronación de los reyes. En ellos se habla de YavÉ, modelo para los gobernante, y del reino de YavÉ, imagen de la utopía.

Sal 97: Es posible que el contexto existencial de este Salmo sea el del retorno del exilio en Babilonia. En este posible contexto, el Salmo se desarrolla así: vv. 1: invitación a la alegría porque Dios viene como rey; 2-6: se afirma que los pilares de su trono son la creación y los actos salvíficos y liberadores; 7-8: se dice cuál es la reacción de los idólatras y la de Sión; 9-11: se dan los motivos de alabanza, es decir, que viene con poder y viene para salvar; 12 se acaba con una nueva invitación a alegrarse.

Este Salmo, pues, niega en primer lugar la posibilidad de cualquier otra divinidad, afirma despuÉs la soberanía única de Dios, para acabar concluyendo que las divinidades esclavizan y oprimen y que, en cambio, sólo Dios libera y salva.

Sal 98: en la misma línea que el anterior, este Salmo se desarrolla así: vv. 1: se invita a la alabanza y se da una motivación general para ella; 2-3: se dan como motivaciones concretas la salvación, la justicia, el amor y la fidelidad; 4-6: se invita de nuevo a la alabanza; 7-9: se acaba constatando que toda la naturaleza le alaba porque viene a hacer justicia y liberación (cfr. tambiÉn Sal 99).

4.- Dios, señor de la creación

En realidad, Israel tuvo mucho cuidado en no aceptar a la primera la afirmación de que YavÉ es creador de todo. Quizás porque dicha afirmación la veían muy unida a la religión cananea, ya que los cananeos tenían como uno de sus dogmas fundamentales el de la divinidad o divinidades creadoras. Israel llegó a aceptar esto, cuando vio que ya no había peligro de interpretar esta afirmación como un mito fuera de la historia, es decir, cuando ya la experiencia de liberación fue tan central en su vida que el hecho de un Dios creador pudo ser entendido como el que Dios inició la historia de salvación de la humanidad con la creación; la creación por tanto no era un acto ocurrido en el mundo mítico de los dioses sino que había ocurrido aquí en la historia.

Los Salmos, pues, que tienen como centro a Dios, señor de la creación, se convierten en una especie de defensa de un Dios histórico, contra toda mitificación de la naturaleza y de la fecundidad de la tierra tan propia de los pueblos cananeos.

Sal 8: En un contexto hímnico, en los versos 2 y 10 se encuentra el lema del Salmo, que es sencillamente la alabanza del nombre de Dios. Se dan a continuación los motivos de tal alabanza, que no son otros que la creación misma (vv. 2b-5) y la creación del ser humano y la tarea a Él encomendada en la misma creación (vv. 6-9).

Sal 19: En Él se conectan con fuerza creación y ley; mediante ambas realidades Dios muestra su voluntad salvadora y amorosa en relación a la humanidad.

Sal 33: Es Éste un Salmo que alaba la fidelidad del Señor en favor de los fieles; se afirma que Dios ha creado y crea amorosamente para poder liberar.

Sal 104: Nos encontramos ante un Salmo que tiene relación con el himno a Athon del faraón Akenathon. En Él se desmitifican todas las realidades en cuanto que son creaturas de Dios que hablan de Él y le señalan, pero no son Él.

Sal 113: De nuevo nos encontramos con un himno, en el que en primer lugar se hace una invitación a la alabanza (vv. 1-3), para pasar luego a dar los motivos de la tal alabanza, que no son otros que el poder creador y soberano de Dios (vv. 4-6) y su poder liberador de los desvalidos (vv. 7-9; cfr. Sal 146).

Sal 135: En los vv. 1-4 de este himno encontramos la invitación a la alabanza y el motivo principal: Dios es bueno y ha amado preferencialmente. Se pasa a continuación a otros motivos más concretos: está por encima de todos los dioses (v. 5), ha creado (vv. 6-7), ha sacado de Egipto (vv. 8-9), ha conducido a la tierra vv. 10-12), es salvador (vv. 13-14), su acción deja en ridículo a los ídolos que nada pueden (vv. 15-18). Se acaba con una nueva invitación final a la alabanza (vv. 19-20) y con una alabanza final.

Lo que se concluye en este himno es que el Señor es grande mientras que los ídolos nada valen y quedan por tanto desautorizados.

Sal 136: Es un Salmo que habla de la creación y de la salvación como de dos realidades íntimamente conexionadas y que son muestras del amor de Dios.

Sal 146: Es un himno con dos adaptaciones: la primera es una llamada a la confianza (vv. 3-5) y la segunda una constatación de que es YavÉ rey quien hace todo aquello que se alaba en el Salmo (v. 10).

El contenido del Salmo es el siguiente: se parte de una invitación a alabar a Dios a la que sigue un compromiso de hacerlo (vv. 1-2), se da el primer motivo que es el de la creación (v. 6a), y se añade el segundo motivo que es el de la salvación de los pobres (vv. 6b-9).

5.- Señor que se relaciona amorosamente

Tras los Salmos de los cuatro apartados anteriores, en que el punto común era el de la alabanza a Dios por sus acciones, por su creación, por su liberación, por su realeza, por su ley, por su presencia en medio de su pueblo, recogemos aquí un Salmo que puede hacer de síntesis conclusiva de los mismos. Se trata del Salmo 103.

Se trata de una mezcla de himno y de acción de gracias, cuyo contenido se desarrolla de la siguiente manera: tenemos en primer lugar la invitación a la alabanza en los vv. 1-2, que tiene su inclusión en los vv. 20-22, en los que se vuelve a hacer una invitación conclusiva a toda la creación para que alabe al Señor. El punto central está constituido por los diferente motivos que se dan a tal alabanza: motivos personales de agradecimiento (vv. 3-5); motivos generales de alabanza como son: la justicia de Dios, su solidaridad, su perdón, su amor, su ternura, su comprensión con la debilidad humana (vv. 6-14); ha hecho alianza y se mantiene fiel con un ser que Él sabe que es dÉbil pero del que espera que responda con fidelidad (vv. 15-18); es rey (v.19). En este Salmo, pues, aparece la síntesis de lo que Israel ha descubierto sobre su Dios y cuya afirmación es desmitificadora y desenmascaradora de cualquier otro dios o imagen de dios que no responda a la experiencia creyente. Y esta síntesis no se centra en otra cosa que en el amor de Dios: Éste es amor y misericordia; y Éste es el gran motivo de alabar a Dios.

 

7.2 Ámbito internacional

Como se sabe, el origen de la existencia de Israel está en la liberación de diversos grupos dominados por el imperio egipcio hacia los años 1300-1250 a.C. En este hecho histórico algunos descubren la presencia de Dios y le cantan “dando gracias”. En esta línea estaría el texto de Ex 15, el canto tras el paso del mar Rojo, en que se dice que Dios trastoca los planes de los opresores y se pone de parte de los oprimidos que se liberan. TambiÉn se pueden colocar aquí los himnos del apartado anterior que afirmaban que Dios es “así”, es decir, liberador.

Pero con la llegada a la tierra no se acaban las esclavitudes. Israel vive en continuas situaciones de servidumbre respecto a las otras naciones que le rodean; esto se debe en parte a su situación geográfica. Esta servidumbre toma diferentes formas: la de un vasallaje humillante y empobrecedor respecto a las superpotencias; la de un vasallaje a menudo buscado por los propios reyes de Israel para poder conquistar el poder, para mantenerse en Él y para defenderse de los enemigos; la de una invasión y colonización del país, convirtiÉndose Éste en una provincia más de la superpotencia dominadora; la de una deportación y el exilio consiguiente.

Y ¿quÉ consecuencias lleva consigo dicha esclavitud? Lleva consigo una imposición de dioses extranjeros, una aceptación de alianzas como si Éstas fuesen con dioses que salvan, una concepción guerrera de la existencia y de la historia, un estilo de vida cada vez menos inspirado en la experiencia liberadora. Tal esclavitud pone en juego y en peligro la propia existencia de Israel, el propio estilo de vida, la propia fe peculiar, el propio papel testimonial respecto a las naciones.

Es, por tanto, natural que, si los Salmos son la expresión de la vida, este aspecto tan importante y comprometido de la vida de Israel quede reflejado en ellos. Esto ocurre sobre todo en las “súplicas del pueblo o colectivas”, en las “acciones de gracias comunitarias” y en algunos fragmentos de los Salmos del “Mesías salvador del pueblo desvalido”. Veamos algunos ejemplos de cada.

 

1.- Súplicas colectivas

Todas suelen tener una estructura semejante, que suele ser la siguiente: invocación, queja, petición, (motivos de confianza) y anticipación de la acción de gracias que seguirá. Pero de entre estas súplicas podemos distinguir varias clases.

a) Suplicas del pueblo inocente

Sal 44: Recoge una de tantas situaciones en que la opresión internacional parece indicar que Dios ha abandonado al pueblo “inocente”.

El punto de arranque lo encontramos en el v. 2 y es el recuerdo de la voluntad salvadora de Dios y de su realización en el pasado; la tradición ha transmitido las antiguas gestas de Dios, cuando el pueblo llegó hasta la tierra y se fue situando. En los vv. 3-5 se profundiza en cuál es la intención de Dios: es conseguir que “vivan libres”, es ponerse todo Él al servicio del amor al pueblo, es demostrar de una vez por todas que el tener tierra no dependió de la espada o del poder sino de la voluntad de Dios. El v. 6 subraya la identificación entre Dios y el pueblo, la causa de Dios y la causa del pueblo, y presenta la acción conjunta Dios-pueblo contra los enemigos comunes. En el v. 7 encontramos un pequeño parÉntesis en el que se aplica al “yo individual” lo de que no se debe poner la confianza en las armas. Se insiste a continuación, en el v. 8, en que la fuerza sólo viene de Dios y sólo Él realiza la salvación. Todo lo anterior producía una realidad y un compromiso de alabanza.

Pero viene a continuación el contrapunto. Se habla del presente. En este, aparentemente, ocurre todo lo contrario. Y esto en perjuicio no sólo del pueblo inocente sino tambiÉn del mismo Dios: la causa de ambos queda perjudicada. Esta experiencia es desarrollada del modo siguiente. En los vv. 10-11 se constata que Dios parece haber abandonado al pueblo; Éste está como muerto, ya que Dios lo ha dispersado (v. 12). ¿QuÉ ha ganado Dios con esta venta de su pueblo? Nada en absoluto (v. 13). Lo único que ha conseguido es que todos los vecinos se rían de Él (vv. 14-15). Volvemos a encontrar aquí un nuevo parÉntesis en el que se aplica al “yo individual” las burlas anteriores (vv. 16-17). La pregunta que surge entonces es por que. ¿Es porque se han olvidado o traicionado a Dios y a su alianza? No, es la respuesta; no se han alejado, no se han olvidado, no han dado culto a otros dioses. Sufren, por tanto, ellos que son inocentes y mueren precisamente por ser fieles a Dios (vv. 18-23).

Se levanta entonces una interpelación a Dios, fundamentada en la confianza de que no puede ser verdad, no puede ser posible que Dios abandone a los inocentes. Está en forma de grito al Señor para que despierte, ya que no es posible que Dios abandone a quienes sufren y que se ponen en situación de duelo y súplica; se le grita con toda confianza para que venga a defender y liberar por el amor que tiene al pueblo (vv. 24-27).

¿A quÉ situación responde este Salmo? A una situación de dispersión que parece negar la fidelidad de un Dios que había comprometido su nombre en la liberación de unos grupos para que formasen una nación, testimonio vivo de un Dios que no soporta la opresión de los dÉbiles por parte de los poderosos. “Yo estarÉ presente en la historia de ustedes y así serÉ”, había dicho Dios en el momento en que se les había manifestado cuando la liberación de Egipto. Pero, ¿estaba ahora? Es posible que se estÉ haciendo referencia al tiempo del exilio babilónico o quizás al de la revuelta macabea contra los opresores, momento en que la crisis estuvo a punto de acabar con el pueblo de Dios y de diluirlo en la cultura y en la concepción global griega.

¿Cuál es la oración del pueblo en tal situación? Sigue los siguientes pasos: 1. recuerda las actuaciones pasadas y los proyectos de Dios; 2. recuerda la unión de proyectos e intereses entre Dios y el pueblo; 3. relativiza todos los medios de poder que se suelen utilizar en cualquier empresa, exhortando a no confiar en las armas y en el poder porque Éstos no producen salvación integral; 4. pregunta por el significado y la razón del sufrimiento del pueblo pobre e inocente que llega a morir siendo fiel a Dios y sin haberle abandonado o traicionado su alianza; 5. interpela a Dios que parece haber abandonado al pueblo sin razón, que no gana nada con lo que le está ocurriendo al pueblo y cuyo nombre queda en entredicho ya que se burlan del pueblo y por tanto se burlan de Dios mismo; 6. grita al amor de Dios, a lo que hace que Dios sea Dios; y 7. confía en que todo será para mayor gloria de Dios, en que en último tÉrmino se mostrará una vez más cuál es el proyecto y la intención de Dios, la vida y no la muerte del dÉbil que está indefenso.

Sal 60: Parece que este Salmo está en relación con la derrota ante los filisteos y edomitas. En este contexto histórico, en los vv. 3-7 alterna el sentimiento de abandono que produce la dispersión con la suplica: “vuelve a reunirnos”, “repara las brechas del país”, “sálvanos de nuestros enemigos”, “respóndenos liberándonos”. La respuesta que da Dios es que “todas las naciones son mías, son mis instrumentos” (vv. 8-10). Ante esto, el pueblo muestra su confianza en que Dios puede y quiere salvar y en que por tanto salvará; y el motivo principal de esta nueva actuación de Dios está en que ellos no son poderosos sino dÉbiles y maltratados.

Este Salmo, por tanto, refleja muy bien la espiritualidad de los pueblos pobres y oprimidos que están en manos de los fuertes que se aprovechan de ellos: “Dios está con los dÉbiles a quienes quiere salvar de los fuertes”.

Sal 74: Este Salmo puede estar en relación con la destrucción de JerusalÉn hecha por los babilonios o con la opresión helenista. Empieza en el v. 1 preguntando por el abandono y aparente rigor de Dios. Le recuerda a Dios en el v. 2 su alianza y su compromiso de estar en Sión. Constata luego, en los vv. 3-9, la realidad, es decir, que quienes están presentes en Sión son los enemigos. Pregunta en los vv. 10-11 el por quÉ de este insulto del enemigo contra el pueblo y contra Dios mismo, el por quÉ Dios deja que ocurra, siendo así que lo que está en juego es el mismo nombre de Dios. Se le recuerda a Dios sus acciones y su poder (vv. 12-17), para recordarle despuÉs que su nombre es insultado cuando los indefensos son oprimidos por los poderosos (“el enemigo te insulta”, “desprecia tu nombre”, “todo el día el injusto te insulta”) y para llamarle finalmente a la acción (“no olvides tus favores”, “piensa en la alianza que tú hiciste”, “defiende tu causa”).

Uno de los puntos más importantes de este Salmo es que en Él se identifican la causa de Dios y la de los pobres e inocentes. Estaría en la línea de lo que dice Ezequiel cuando habla de que la gloria de Dios es despreciada por dos motivos: porque se identifica con el honor del pueblo pobre y porque Dios compromete históricamente su nombre con la gloria del pueblo. Ahora, pues, los pueblos opresores y todas las naciones creen que Dios ha faltado gravemente a su compromiso.

Estos Salmos o súplicas del pueblo inocente se pueden actualizar. Pero esto sólo es posible si se hace desde la conciencia de crisis y no desde la autosuficiencia de la abundancia, la riqueza y el poder alienantes; desde la convicción de lo mucho que nos falta para que nuestros proyectos sean los de Dios; desde los pueblos inocentes que sufren la opresión de los poderosos y no desde estos últimos que ponen su fuerza y su seguridad en el tener y en el ejercer el poder y se creen dioses con derecho sobre la vida y la dignidad de los pobres; desde nuestra solidaridad real con los pobres e inocentes que sufren y nuestro compartir su causa como la propia causa, como la causa de Dios por la que vale la pena dar la vida; desde nuestra identificación real con los países pobres que sí pueden orar a Dios así; desde nuestro abajamiento solidario, semejante al de Jesús (cfr. Filipenses 2).

Desde estas situaciones se le puede recordar a Dios sus proyectos y sus compromisos de acompañar a quienes luchan por la libertad, se puede discernir si nuestros proyectos y compromiso van en la línea de los de Dios, se puede interpelar a Dios para que actúe en favor de su gloria, la vida del pobre; se puede dar testimonio de cómo es Dios y cuál es su voluntad, se puede trabajar con esperanza para que los pueblo y los grupos inocentes recobren la dignidad y la vida, ya que esto es lo que sin duda quiere Dios.

 

b) Súplicas del pueblo que se sabe culpable

Seguimos profundizando en el estilo de Dios. Incluso cuando parece que el dolor proviene del pecado del pueblo que es castigado, los salmistas llegan a descubrir que Dios no es así, no es un Dios “castigador”, sino todo lo contrario.

Sal 79: En relación posiblemente con la caída de JerusalÉn, empieza en los vv. 1-4 con la situación de ruina y desolación. Ante ello el salmista se hace la pregunta, en el v. 5, sobre si Dios es un Dios severo y riguroso. Parece que a esta pregunta se debe responder afirmativamente porque, como se dice en los vv. 6-lOa, no parece estar actuando de acuerdo a lo que esperaríamos de su bondad; parece un Dios riguroso que castiga por el pecado, un Dios que no se compadece de los dÉbiles; su nombre, en consecuencia, no es honrado, su amor y su manera de ser no pueden ser reconocidos por los pueblos. A pesar de todo, en los vv. lOb-12, se muestra la confianza en que Dios volverá a actuar pidiendo cuentas por la sangre derramada, escuchando los lloros de los cautivos, liberando a los presos condenados a muerte, defendiendo al pueblo a pesar de sus pecados; la confianza lleva a la petición de que en efecto actúe de esta manera. Se acaba, en el v. 13, con un compromiso de alabar y de dar gracias.

Sal 85: El contexto parece ser el de las dificultades de retornar del exilio. Se comienza recordando el pasado y como siempre Dios ha honrado a su pueblo (vv. 2-4). Se pide a continuación que ahora haga lo mismo, a pesar de la poca vida del pueblo y de su pecado, motivando esta petición en que el rigor y la muerte no son lo propio de Dios y en que lo propio de Dios, en cambio, es el amor y la salvación (vv. 5-8). A esta petición, Dios responde en el v. 9 que su palabra es de conversión y de paz. Esto provoca que se comience a hablar del futuro de Dios con su pueblo. Se dice que Dios está cerca para salvar, que su gloria habitará en el país y que cohabitarán la fidelidad y el amor, la bondad y la paz.

¿Cómo actualizar este Salmo? La lección que nos da es que no se trata de manipular los sentimientos de culpabilidad e intentar justificar el dolor como castigo justo de Dios por nuestro pecado (en esta línea irían muchas interpretaciones de las catástrofes naturales, de las epidemias y de las guerras); se trata en cambio de descubrir que en la actuación histórica de Dios (una actuación liberadora y misericordiosa) está la clave de interpretación de cómo es Dios cuál es su estilo de obrar, quÉ línea de acción futura de Dios podemos prever y cuál es su voluntad respecto a nosotros personal y estructuralmente (conversión, reconciliación y utopía).

 

c) Suplicas para conseguir el apasionamiento de Dios

En el fondo aquí encontramos Salmos que lo único que piden es que Dios “se muestre tal como es”; con esto sería suficiente.

Sal 77: Parece que tiene relación con la crisis postexílica. Empieza con una presentación de la desolación a pesar de la oración (vv. 2-3). Se pasa a continuación a mostrar las razones de tal crisis: Dios ya no actúa como antes, ya nos ha abandonado para siempre, ya no nos ama y ha roto las promesas, ya no es comprensivo ni tiene corazón tierno (vv. 4-11). Pero viene luego la reacción: todo esto no es verdad y no tiene sentido la crisis y la desolación ya que el pasado es garantía de futuro liberador.

Sal 83: En relación con la crisis postexílica y/o helenista, se pide a Dios que se muestre apasionado como es (v. 2), se le hace ver el complot de todos los pueblos contra su pueblo, contra su tesoro, contra Dios mismo; por tanto (vv. 3-9), se le pide que actúe con fuerza contra sus propios enemigos (vv. 10-16) pero para que lleguen a reconocerle, a buscarle.

¿Como es Dios? Dios siempre es apasionado y tiene amor por su pueblo, no soporta que le hagan daño, pone su poder al servicio de la liberación del oprimido, busca que se le reconozca y se le busque, quiere que se descubra su amor a todos.

 

2.- Acciones de gracias colectivas

En estos Salmos lo que se afirma en el fondo es que Dios, a lo largo de toda la historia, ha tomado partido en favor de las personas tratadas injustamente, en favor de su vida y no de su muerte. Esto es por lo que se da gracias en las acciones de gracias colectivas.

Sal 9: En los vv. 5-7 se empieza reconociendo que Dios siempre ha sido un juez justísimo y ha tenido en cuenta cómo los pueblos han destruido injustamente a su pueblo. Se afirma a continuación, en los vv. 8-14 que lo será tambiÉn ahora y en el futuro con el pueblo maltratado, con el pueblo que le busca, con el pueblo indefenso que clama, con el pueblo que es llevado a la muerte por sus enemigos. Estos, los opresores, caerán en las trampas que han puesto al desvalido, mientras Éste nunca será defraudado (vv. 15-19). La petición final (vv. 20-21) hace referencia a que los seres humanos no triunfen en el mal y a que aprendan de una vez por siempre que no son Dios sino sólo eres humanos.

Sal 66: Se trata de una acción de gracias a Dios por lo que ha hecho en favor de los que iban hacia la muerte, en favor de los pobre, y porque finalmente les deja respirar. Tal actuación de Dios afirmada por el salmista y hecha objeto de su agradecimiento hará posible que todos los pueblos le reconozcan.

Sal 118: Comienza este Salmo con una invitación a dar gracias (vv. 1-4). Da el motivo, que se puede resumir en “gritÉ en mi angustia y Él me respondió” (v. 5). Surge así un profundo sentimiento de confianza en Dios (vv. 6-7). Se saca luego una lección sapiencial: “mejor es refugiarse en Dios...” (vv. 8-9). Sigue en los vv. 10-14 el motivo de dar gracias (“yo”). La respuesta es los aplausos (v. 15). El salmista se compromete, entonces, a seguir dando gracias (“yo”). Los sacerdotes invitan a entrar en el santuario para dar gracias (v. 20), a la que sigue (en el v. 21) el agradecimiento (“yo”). Se da entonces una acción de gracias colectiva por la reconstrucción del templo (vv. 22-24), las aclamaciones (v. 25), la bendición del que viene por parte de los sacerdotes (v. 26), una nueva aclamación (v. 27) y una nueva invitación personal  (“yo”) hecha a todos para que se unan a la acción de gracias (vv. 28-29).

 

3.- Dios estará con el Mesías

Encontramos en algunos Salmos algunos fragmentos en que se habla de la acción del ungido de Dios en favor del pueblo desvalido. La afirmación es que Dios le hará triunfar a Él y a su misión.

Sal 20,6-10: Es un Salmo en el que se pide que se pueda celebrar la victoria del ungido y alzar sus estandartes en honor de Dios, que el Señor realice todos sus deseos. Se muestra luego la convicción de que el Señor da a su ungido la victoria y le responde con prodigios de su brazo victorioso desde el cielo en donde tiene su palacio, porque la confianza está no en los carros de combate o en los caballos sino en el nombre del Señor. Se afirma en último tÉrmino que si el ungido confía en Dios, se mantiene firme; el que confía en los armamento, en cambio, Ése no se aguantará, sino que caerá. Se acaba, por tanto, pidiendo la victoria del ungido, basada en que se ha puesto la confianza en Dios y se le ha invocado.

Sal 21,9-13: En este Salmo se vuelve a afirmar que el ungido se apoderará de los enemigos y que aunque Éstos intenten hacerle daño nada podrán contra Él porque se está convencido de que el Señor se levanta en su favor. Se acaba tomando el compromiso de cantar las gestas del Señor en defensa de su ungido.

Sal 72: Se trata o bien de una oración por el Mesías o bien de un retrato-robot del mismo. En todo caso, el papel que se le asigna al Mesías es el mismo.

Se pide que haga justicia a todos los humildes (vv. 1-2), que favorezca la paz y la justicia en favor de los pobres, y esto de una manera duradera y efectiva (vv. 3-7); que extienda su reino (vv. 8-11), que cumpla su papel social liberando al pobre, apiadándose del dÉbil, rescatando su alma de la opresión, enriqueciendo al pobre, bendiciÉndole y orando por Él (vv. 12-15); que consiga crear un reino paradisíaco (v. 16), que sea bendito por Dios y que así en Él sean benditas toda las naciones (v. 17). En los vv. 18-19 se hace una doxología final.

Puede ser que alguna. de estas peticiones no lo sean; se trataría entonces de afirmaciones de lo que Dios quiere para su ungido y de lo que por tanto será.

Sal 89,23-26: En este Salmo se expresa el compromiso de Dios para con su ungido. Dios se compromete a que el enemigo no le agarre por sorpresa, a que venza sobre todos aquellos que le odian, a que experimente que el amor de Dios está con Él siempre fielmente y a que, en consecuencia, pueda extender hasta el mar su poder.

Sal 110,5-6: Se insiste en que Dios está al lado de su ungido, abate a los reyes el día en que se indigna, juzga a los pueblos y los hace prisioneros, abaja a los gobernantes por todo el mundo.

Sal 132,18: Dios se compromete una vez más a confundir a los enemigos del Mesías y a hacer brillar, en cambio, en su frente la corona divina.

Como conclusión, de todos estos Salmos que hacen referencia al ámbito internacional, se llega a afirmar que el pueblo se mantiene firme en su fe y en su estilo de vida. El Salmo 137 es muy iluminador en este sentido.

Sal 137: Tiene relación con la destrucción de JerusalÉn y con el exilio. En este contexto se expresa fidelidad a Sión y a Dios en medio de una opresión fortísima, expresada en forma de una liturgia de duelo y lamentación.

Se parte de una situación desoladora, en que se añora a Sión, estando en el exilio. Se dramatiza esta situación usando unas imágenes muy significativas: se han dejado los instrumentos musicales colgados, sin uso, de las ramas de unos sauces “llorones”. Tal situación se agudiza al máximo cuando los enemigos que les han deportado les piden que canten (vv. 1-3).

Se expresa luego la gran fidelidad a JerusalÉn manteniendo el silencio como gesto político. Efectivamente, cantar en tal situación sería folklórico, pero contrario a la vida, pues se trata de seguir recordando a Sión como estilo de vida. Cantar sería banalizar a Sión que sigue siendo proyecto de vida y vale más que Babilonia con todas sus riquezas (vv. 4-6).

Se acaba interpelando a YavÉ, ya que es su mismo nombre el que está cuestionado, con la confianza de que en último tÉrmino no triunfará la opresión y todo aquello que quieren imponer al pueblo de Dios.

 

7.3. Ámbito intranacional o social

Hay Salmos que recogen otra situación importante de la vida del pueblo: situación en que el pueblo, con su vida y relaciones interhumanas, puede transparentar el estilo de ser y de actuar de Dios; o bien situación en que el pueblo puede ofuscarlos u opacarlos.

El pueblo que había surgido de la experiencia de liberación, lo había hecho con una fuerte conciencia de pueblo fraternal y solidario. Pasó momentos de todo en la historia. Momentos en que hubo una gran falta de fraternidad y solidaridad. Otros en que parecieron acentuarse los caminos a seguir para dar testimonio del estilo de Dios y la respuesta que Él espera de nosotros.

Los libros bíblicos son la prueba y el testimonio de lo anterior. Los Salmos tambiÉn recogen estas situaciones y estos caminos a seguir. Lo podemos ver en tres puntos: 1. Constatación de la situación y de la esperanza en que Dios actúe como es (a veces se insiste en la situación, a veces en la acción de Dios); 2. Papel del rey-mesías en la tarea transformadora; y 3. Declaración de felicidad y vida para los que trabajan en favor de la justicia.

 

1.- Constatación de la situación y esperanza de actuación de Dios

El pueblo de Israel vivió muchos problemas de injusticia y de insolidaridad. A menudo los provocaron la monarquía y todo lo que ella supone (el pueblo a su servicio, los impuestos, el reclutamiento del personal militar y cortesano, la opresión y violencia contra quienes no estaban de acuerdo), la clase aristocrática (sacerdotes, militares y consejeros del rey se van enriqueciendo a costa del pueblo y gracias a su postura siempre en favor del poder del rey), los jueces (se dejan comprar y dan la razón a quien no la tiene), los poderes económicos (convierten a los campesinos insolventes en sus esclavos), la religión (se centra en actos de culto y en sacrificios y sirve de tapadera de los problemas; incluso despuÉs del exilio se hacen ayunos y penitencias, pero cada uno sigue caminando a su gusto). La conclusión es que cada vez los pobres se fueron haciendo más pobres y los ricos más ricos.

Esta situación, denunciada continuamente por los profetas, es constatada en muchos Salmos como punto de partida para pasar, despuÉs, a la súplica de que Dios actúe como es y tome así postura. Postura que es de opción en favor de los que sufren, de consideración de los pobres como su “pan sagrado”, de humillación de los poderosos y ensalzamiento de los humildes. En estos Salmos a veces se insiste en la constatación de la situación, a veces en la esperanza de que Dios actúe como es, a veces en la descripción de cómo es el estilo de Dios, a veces en todo ello en conjunto. Hagamos un breve análisis de algunos de estos Salmos.

Sal 10: Este Salmo es mezcla de súplica, de Salmo de alianza y profÉtico. Comienza con una invocación y suplica general (v. 1), a la que sigue un análisis de la conducta de los injustos: su ambición y avidez de riquezas son el motor de la acción del explotador del pobre y del desvalido; sus tÉcnicas son el engaño, las especulaciones, la violencia y la coacción; el fruto de su acción es la opresión del pobre, atreviÉndose, además, a afirmar que “a Dios nada de lo anterior le importa en absoluto” (vv. 2-11). Se le pide, en consecuencia, a Dios que actúe según su estilo de siempre (vv. 12-13). Se acaban alternando súplicas para que Dios actúe y motivos de dichas suplicas; se le pide y se le recuerda su manera de ser: mira las penas y sufrimientos, las toma entre sus manos, recoge al indefenso y al huÉrfano que se abandonan, puede desarmar al malvado y hacerle responder, puede escuchar el deseo del indefenso, fortalecer su corazón, hacerle justicia, darle valor ante cualquiera que pretenda hacerle mal (vv. 14-18).

Sal 11: Se constata en los vv. 1-3 la acción de los injustos para contraponerle luego, en los vv. 4-7, la acción de Dios: Él habita en su templo y tiene el trono en el cielo, observa todo el mundo y a los seres humanos, tanto los justos como los culpables, odia a los violentos y culpables, es justo y estima la bondad y se hace presente a los inocentes.

Sal 12: Ante las acciones de los malvados (ya no se encuentra bondad, fidelidad y autenticidad, sino todo lo contrario, es decir, hipocresía y adulación), se suplica a Dios para que actúe tal como Él acostumbra a actuar, es decir, levantándose para salvar del peligro a desvalidos y pobres, haciendo vanos todos los esfuerzos y maquinaciones de los injustos y enalteciendo a los humillados y despreciados (vv. 6-9).

Sal 14:  En el v. 1 se parte de la acción de los injustos (corrupción, obrar detestable, aumento del mal por doquier, reacción de la acción de Dios). Luego, se suplica de nuevo para que Dios actúe como siempre, ya que Él examina a los seres humanos, hace ver que los pobres son su pan sagrado y que si los devoran, por tanto, están devorando al mismo Dios; hace justicia y esto produce espanto a quienes creían que Dios no era nada y se reían de la causa del pobre (vv. 2-7a).

Sal 34: Tras una larga introducción en los vv. 1-6, presenta, en los vv. 7-9, cuál es la acción de Dios, es decir, que Él escucha y salva del peligro a los pobres que le invocan, protege a sus fieles, es sencillamente bueno. Invita, luego, a venerarlo (v. 10), y recuerda en el v. 11 que la acción de Dios consiste en empobrecer a los ricos y enriquecer a los pobres que le buscan. En el v. 12 enseña cómo se puede venerar al Señor, mientras que en los vv. 13-15 enseña quÉ deben hacer para ser justos y felices. Acaba recordando de nuevo cuáles son las acciones de Dios: se vuelve contra los malhechores, vigila en favor de los justos, escucha a quienes piden auxilio, está cerca de los corazones que sufren, salva a quienes se sienten deshechos, los libera, vigila por sus huesos, hace pagar a los injustos y rescata de la muerte a sus siervos (w. 16-23).

Sal 50: Ante quienes hablan de la alianza y no la practican, pues son ladrones, adúlteros, calumniadores, difamadores (vv. 1620), se afirma que Dios no puede dejar de actuar (vv. 21-22).

Sal 52: Es un Salmo que está en relación con el profetismo y con la reconciliación. En Él se parte, en los vv. 3-6, de las acciones y actitudes del injusto: vanagloria, confianza en el poder, maquinación de malas jugadas, disección de los prójimos con la lengua, como si Ésta fuera un bisturí, impostura. Se hace publica la amenaza de una acción de Dios para destruir al injusto (v. 7), ya que Éste provoca con su acción la infelicidad del justo y confía en su propia riqueza y no en la fuerza de la fe (vv. 8-9). Se acaba proclamando tambiÉn, pero en sentido contrario, la felicidad de quien es ayudado por el Señor (vv. 10-11).

Sal 58: TambiÉn en relación con el profetismo, se comienza, en los vv. 2-6, presentando cuáles son las acciones de los injustos; conscientemente son injustos los jueces, y los jefes son violentos, se desvían, llevan veneno. Se pide entonces a Dios que actúe (vv. 7-10) y se acaba celebrando y comprometiÉndose el justo a no cambiar de conducta vv. 11-12).

Sal 62: Con una cierta relación con el profetismo, se comienza declarando la felicidad cerca de Dios (vv. 2-3) para presentar luego cuáles son las acciones del injusto y de quien no está cerca de Dios: intentos de hacer caer al otro, engaños, hipocresía y falsedad (vv. 4-5). Se vuelve a proclamar la felicidad de quien está cerca de Dios (vv. 6-9) para acabar presentando por una parte las acciones de los injustos: apariencia, adquisición de riquezas robando, colocación del corazón en las riquezas (w. 10-11); y por la otra, la acción de Dios en contra de ellos (vv. 12-13).

Sal 73: En los vv. 6-9 se analiza de nuevo cuáles son las acciones de los injustos: orgullo, violencia, ambición, escarnio, extorsiones, amenazas, desafío al cielo y a la tierra.

Sal 75: Se presenta en Él la postura y la decisión de Dios: la de abajar la altivez de quienes actúan como descreídos.

Sal 82: Se comienza afirmando que la postura de Dios es hacer justicia (v. 1), e interpelar a quienes son injustos: dan sentencias injustas; favorecen a los culpables; abandonan a los dÉbiles, huÉrfanos, pobres, desvalidos e indigentes (vv. 2-4). ƒstos se creen dioses, pero Dios los hará caer y morir: Ésta es la confianza que tienen los inocentes (vv. 5-7). En el v. 8 se acaba suplicando para que Dios actúe así.

Sal 94: Mezcla de Salmo profÉtico, suplica y acción de gracias, comienza con una invocación y una petición en tono general (vv. 1-4), ante la acción de los injustos que pisotean, oprimen, matan a los marginados, desprecian a Dios (vv. 5-7). Se proclama luego como contraposición en quÉ consiste la postura de Dios: lo ve y lo escucha todo, toma partido en favor del humilde, se compromete a reinstaurar la justicia, acompaña a quien está a punto de caer, no acepta los tribunales corruptos, hace caer en su propia trampa a injustos y maquinadores (vv. 8-23).

Sal 113: Posiblemente está en relación con el regreso del exilio. En este contexto, se invita a alabar a Dios (vv. 1-4), porque es grande (vv. 4-6) y sobre todo porque es grande cuando enaltece al pobre (vv. 7-9).

Sal 146: Es un himno en el que el salmista empieza autoinvitándose y llamándose al compromiso de alabar a Dios (vv. 1-2). Los vv. 3-5 son una pequeña adición que sirve para llamar a la confianza en Dios. Tras la pequeña interrupción anterior se sigue con los motivos de la alabanza. Estos son: porque ha creado (v. 6a) y porque hace justicia a los oprimidos, da pan a quienes tienen hambre, libera a los presos, da la vista a los ciegos, endereza a los vencidos, ama a los justos, guarda a los forasteros, mantiene a las viudas y huÉrfanos, tuerce los caminos de los injustos (vv. 6b-9). Se acaba afirmando que de este modo es rey y Éste es el último motivo de alabanza (v. 10).

 

2.- Papel del Mesías

Una mediación importante en esta transformación social que Dios quiere realizar es el “Mesías”. Ya los textos profÉticos llamados “mesiánicos” hablan de que Él vendrá a realizar la paz justa dentro del pueblo y la paz más amplia entre las naciones. Era Éste uno de los papeles fundamentales de los reyes, pero que a menudo no lo cumplieron.

Varios Salmos recogen esta temática:

Sal 46: En medio de un bello poema-cántico de alabanza del rey en su banquete de boda, se habla de su función y se dice que está para defender la verdad y la justicia de los indigentes.

Sal 72: Ya se ha visto este Salmo en el apartado 2.3. Se mezcla en Él la oración por la felicidad y la bendición del rey Mesías y la esperanza de que cumpla su tarea de defender la paz y la justicia social.

Sal 101: Encontramos en Él un compromiso del rey en favor de todo lo que sea bondad, paz, justicia, honradez y amor.

 

3.- Declaración de felicidad y vida para quienes trabajan por la justicia

Con estos Salmos se está llamando a todos a cambiar las cosas y a actuar en la misma dirección de Dios; se proclama que con ello se es autÉnticamente feliz.

Sal 1: En este Salmo, que tiene relación con las bendiciones y maldiciones propias de la realización de una alianza, se comienza en los vv. 1-3 con la declaración de felicidad y de Éxito del justo para declarar despuÉs la infelicidad y fracaso del injusto (vv. 45). El motivo que se da es que Dios toma partido por el justo (v. 6).

Sal 14,7: Se dice aquí que cuando YavÉ transforme toda la situación habrá alegría y felicidad en Israel.

Sal 15: En este Salmo de peregrinación, se pregunta en el v. 1 quiÉn está con Dios. La respuesta la encontramos en los vv. 2-5a, donde se pone un catálogo de acciones justas que unen a Dios y producen alegría y felicidad. Se concluye que quien así actúa se mantendrá siempre firme.

Sal 34,13-15: Se comienza con la pregunta sobre quiÉn ama la vida y el bienestar (v. 13), para dar la respuesta, en los vv. 14-15, de que el de lengua autÉntica, el que busca el bien, el que lucha por la paz y procura conseguirla.

Sal 52,10-11: Se declara la felicidad de quien confía plenamente en la acción de Dios.

Sal 62,2-3.6-9: TambiÉn aquí se declara la felicidad de quien reposa en la acción de Dios.

Sal 72: Se afirma que produce gran felicidad el trabajo por la paz y la justicia.

Sal 146,5ss: Se sigue declarando feliz aquel que obra apoyado en Dios y su estilo.

 

7.4. Ámbito personal

Hemos visto que la oración sálmica es liberadora de la religión idolátrica que esclaviza, de las opresiones internacionales, de las rupturas de la fraternidad.

Ahora nos queda ver cómo tambiÉn expresa la liberación de las esclavitudes personales (que tienen muchas formas y raíces) y cómo expresa la felicidad de quienes viven liberados con el Señor. Veámoslo en siete apartados.

 

1.- Salmos de reconocimiento del propio pecado,

de las propias limitaciones,

y del perdón gratuito v amoroso de Dios

El punto de partida es la realidad del propio pecado y/o debilidad. Esta realidad nos suele bloquear y paralizar, no nos deja caminar libremente, nos llena de miedos, nos conduce a la propia muerte.

¿QuÉ podemos hacer frente a ello? ¿Hacer caso de quienes piensan que no sirve de nada rehacer nuestra relación con Dios? ¿Reconocer lo que tenemos de negativo, aceptarlo y ponerlo ante la presencia de un Dios que sabemos que perdona? Quien hace esto último queda libre del pecado y de sus limitaciones y vive a Dios en Él y en su actuación.

Sal 6: Se deberían subrayar en este Salmo los motivos dados, que son: la propia debilidad, la bondad de Dios, la imposibilidad de servir a Dios una vez muertos, el peligro de que Dios no se muestre como es.

Sal 32: El subrayado de este Salmo es la declaración de felicidad de quien reconoce la culpa y se sabe perdonado, la infelicidad de quien no reconoce la culpa, la seguridad del acompañamiento de Dios para con el perdonado, la confianza y la alegría.

Sal 51: Se subraya el reconocimiento del pecado propio y de la justicia de Dios si se decidiese a castigar, la petición de misericordia y de cambio total en Él, que equivale a salvar, el compromiso de anunciar la liberación del pecado y de celebrarla.

Sal 130: Se subraya que nadie aguantaría si Dios quisiera castigar las culpas, que lo propio de Dios es perdonar y que Éste es el motivo mayor de confianza que tenemos (estamos ante un Dios de perdón).

 

2.- Salmos de súplica del justo perseguido por los injustos

Son muy numerosos. Se suele partir en ellos de la persecución violenta del justo, se constata la dureza de la persecución que es capaz de llevar a la muerte, se siente con frecuencia el abandono de Dios, se suplica finalmente a Dios para que acabe con la situación y con los injustos que la provocan (cfr. las imprecaciones). La suplica es fundamentada en la propia debilidad, en la manera de ser de Dios que se saca de sus acciones en el pasado, en las burlas contra el inocente y, por tanto, contra Dios mismo. Se suele tomar, a continuación, un compromiso de acabar con el mal, afirmando en último tÉrmino que uno se siente bien confiado en el Señor.

Sal 3: En los vv. 2-3 se presenta la situación, en los vv. 4-7 se da un grito de confianza; en los vv. 8-9 se hace una suplica seguida de una profesión de fe.

Sal 22: Es el famoso Salmo de Jesús en la cruz. El punto de partida es la suplica ante el abandono de Dios (vv. 2-4), abandono que se vive como más grave teniendo en cuenta sus acciones en el pasado (vv. 5-6). Se llega a presentar la situación como desesperada (vv. 7-9) y se suplica con fuerza con el motivo de que Dios conoce profundamente al salmista (vv. 10-11). En los vv. 12-19 se hace una nueva presentación de la situación desesperada, a la que sigue, en los vv. 20-22, una nueva súplica. El Salmo acaba con una promesa de acción de gracias (vv. 23.26-27), una alabanza a Dios (w. 24-2), una constatación del papel testimonial ante las naciones (w. 28-30a) y un compromiso de seguir dando gracias (vv. 30b-32).

Sal 140: Se trata de una súplica contra los injustos que quieren hacer caer en la trampa, una súplica confiada en que Dios no satisfará los planes de los malvados y que, por tanto, en último tÉrmino caerán los injustos y se levantarán los justos.

Esta misma temática es la que aparece tambiÉn en Sal 5; 17; 27 35, 54; 59; 71, 109.

 

3.- Salmos de súplica del justo perseguido por sus mismos compañeros

ƒste es el caso más doloroso, pues se trata de la persecución producida por amigos y compañeros. Tiene cierta relación con la experiencia del profeta Jeremías, perseguido por sacerdotes, parientes y profetas. Jesús mismo, cuando habla de las persecuciones, tambiÉn alude a Éstas.

Es por otra parte algo actualísimo: tantas incomprensiones de quienes dentro de la misma comunidad eclesial no piensan lo mismo y persiguen a quienes intentan dar respuesta a los problemas de los más pobres.

Quizás el Salmo 55 es el más significativo y el mejor ejemplo de ello. En Él se subraya el terror del justo ante las maldiciones que se le lanzan y de las que no puede huir; se siente rodeado por los injustos, que son a veces sus mismos compañeros. El problema está en que casi no cae en la cuenta pues lo hacen a escondidas y Áestán tan cercanos a el! Pide entonces que Dios acabe con sus planes y persecuciones y que tome partido a favor de los justos que confían en Él. Acaba con un fuerte acto de confianza.

 

4.- Salmos en que se expresan las tentaciones del justo perseguido

El punto de partida es el desconcierto del justo perseguido. Ve cómo los injustos triunfan en todo y cómo los justos fracasan tambiÉn en todo. Esto provoca la tentación del justo, que piensa que quizás sería más feliz si se dejase llevar por la ambición, la violencia, la agresividad, la falta de escrúpulos, la doblez. Es una tentación actualísima de los inocentes y justo en la que continuamente caemos. Pero al fin se acaba con una acto de confianza y con la afirmación de que Dios está con los justos.

Sal 36: Se subraya en este Salmo la tentación porque la actitud del malvado pone en duda el amor de Dios a la justicia y al que la practica. Se vence en último tÉrmino tal tentación afirmando que el amor que Dios tiene hacia sus fieles lo demuestra haciÉndoles vencer contra los injustos.

Sal 37: Se parte de la tentación y escándalo ante la felicidad de los injustos. Se exhorta entonces a la justicia y a ponerse en manos de Dios, a pesar de todo. Se constata en último tÉrmino la suerte y el destino final de justos o injustos, a pesar de las apariencias.

Sal 73: Se parte de la victoria sobre la tentación que ha consistido en que se ha estado a punto de caer por el Éxito de los injustos en la opinión de que Dios parece que no se da cuenta de nada. El salmista ha pensado que quizás sería mejor ser como ellos, aunque finalmente cae en la cuenta de que la prosperidad de los injustos es sólo aparente. Acaba optando final y radicalmente por Dios y por su liberación.

 

5 - Salmos de súplica de ayuda de Dios en el compromiso de vivir según Él

Encontramos unos pocos Salmos en que se expresa la confianza en que Dios contará al salmista entre los justos, la definición de la justicia y el deseo de seguir viviendo según lo que Dios quiere.

Sal 26: Se suplica, en medio de una actitud de confianza y declarando la propia inocencia. Es una petición de liberación y de misericordia. A aquÉlla sigue un compromiso de vida con la seguridad de recibir la bendición de Dios.

Sal 139: Tras una larga introducción en que se subraya que Dios conoce por dentro la realidad de las personas humanas (vv. 1-18), se suplica en contra de los malvados, convirtiendo tal súplica en un compromiso de lucha (vv. 19-22). En el fondo es una súplica a Dios para que continúe ayudando a vivir según Él (vv. 23-24).

 

6.- Confianza liberadora y alegre

Estos Salmos parten de una situación desesperada y casi de muerte. El que se encuentra en tal situación comienza a continuación a hacer autÉnticos actos y declaraciones de confianza. Acaba afirmando que la victoria y el triunfo es del que confía profundamente en Dios.

Sal 23: Comienza con un acto de confianza inicial (vv. 1-2). Confiesa, en medio de situaciones de peligro y de enemigos, que su experiencia es la de un Dios que aguanta y sostiene (vv. 4-5). Acaba afirmando que la compañía de la bondad y del amor de Dios es la que produce autÉntica vida (v. 6).

Sal 31: Es una súplica confiada en la que se parte de una declaración de confianza que se basa en las actuaciones de Dios en el pasado. El problema que se presenta despuÉs es el de que con frecuencia la desgracia llena la vida de los justos. Surge entonces una súplica confiada a la que sigue la seguridad de que Dios ha escuchado la plegaria. Se exhorta en último tÉrmino a que todos confíen en el.

Sal 91: Se parte de una invitación a confiar en el Señor (vv. 1-2.9). Se afirma que si el Señor está a favor de alguien nada le puede pasar (vv. 3-8.10). ¿Por quÉ? Porque el Señor se ha comprometido (vv. 11-16).

Sal 116: El punto de partida es que el Señor ya ha escuchado la suplica: estaba el orante a punto de caer, suplicó con confianza porque sabía que Dios escucha el clamor y Éste efectivamente le escuchó. Ahora el orante se siente lleno de fe, se compromete, en consecuencia, de cara al futuro y se pregunta quÉ debe hacer en adelante. Da gracias para terminar lleno de alegría porque ha sido liberado.

(Ver Sal 4; 13; 30; 40,2-11; 88; 91; 142; 143).

 

7.- Salmos en que se expresa la felicidad del justo

La confianza que libera de las penas, de la muerte, produce en último tÉrmino la felicidad plena del justo. Es por tanto declarado feliz quien vive honradamente en la presencia de Dios. Estamos, pues, ante una vida plenamente liberada.

Sal 84: Se afirma que la vida en la casa del Señor hace feliz: libera de miedos y de conformismo, y compromete a vivir con toda honradez.

Sal 112: A la pregunta de quiÉn es feliz y quiÉn no lo es, se responde que es feliz quien vive de acuerdo con Dios, quien es, por tanto, justo y solidario. Vivir así produce la mayor libertad y alegría .

(Ver Sal 127 y128).

 

Conclusión

Todo este recorrido por los diferentes Salmos y por su poder liberador de todas las esclavitudes que dominan a la humanidad puede tener su conclusión en un Salmo, el 103, en el que se alaba a Dios absolutamente por todo, porque todo es don del amor de Dios, un amor liberador.

Dicho amor se manifiesta en la liberación personal, en la liberación social, en la manifestación del estilo de Dios, en su perdón, en su amor inmenso, en sus entrañas de misericordia, en su amor por siempre, en su poder. Es este amor, en último tÉrmino, el que hace feliz y el que da la libertad de hijos de Dios.

 

 

 

CONCLUSIîN FINAL

 

 

Al empezar esta presentación de los libros sapienciales del Antiguo Testamento, me planteaba si Éstos forman parte, dentro de la experiencia veterotestamentaria, de una corriente conformista e individualista sin interÉs alguno por tratar y solucionar los problemas estructurales del pueblo de Israel, o bien si se les puede incluir entre los libros testimoniales que intentan llegar al fondo de las cuestione de la existencia para intentar darles una respuesta y transformarla.

Creo que tras el desarrollo de este escrito habrá quedado suficientemente claro que la sabiduría de Israel es una sabiduría que, a pesar de las apariencias, se inscribe en el movimiento liberador del Antiguo Testamento. Dicho de otro modo, la sabiduría de Israel tiene como objeto de su reflexión la existencia de cada día, no sólo para analizarla cuidadosamente sino tambiÉn para enseñar a los seres humanos a vivirla y para darles instrumentos para transformarla.

No quiero acabar esta introducción a la lectura de los libros sapienciales del Antiguo Testamento hecha desde la experiencia centroamericana, sin justificar los altibajos que posiblemente en ella se detectaran. Son fruto del origen de este escrito. Como he dicho al principio en la introducción, Éste nació de unos cursos dados durante varios años a mi regreso de mis tres meses de estancia anual en El Salvador. El objeto de cada curso fue parcial y esto hace que no sea fácil aquí darle unidad a todo el conjunto. Por otra parte, posiblemente se note en demasía el estilo oral de las charlas que están a la base del escrito y las ciertas desigualdades en el tratamiento de las diferentes partes de la literatura sapiencial del Antiguo Testamento, desigualdades que tienen tambiÉn su causa en el origen “hablado” y “coloquial” de este escrito.

Estoy convencido, sin embargo, de que estoy ofreciendo una ayuda para quien quiera introducirse en una lectura existencial de estos libros sapienciales, que forman una cuarta parte del Antiguo Testamento, y para quien quiera descubrir que dichos libros, así como fueron enseñando a las gentes de las diferentes generaciones del pueblo de Dios, tambiÉn nos pueden enseñar a nosotros a descubrir el sentido de muchos misterios de nuestra existencia, a movernos humanamente por la vida, a discernir el modo de vivir plenamente humano y contribuir así a la dignificación de la vida humana y a la liberación de nuestras sociedades llenas de tantas esclavitudes.

Espero que con la presente introducción a los libros sapienciales del Antiguo Testamento leídos desde CentroamÉrica haya podido llegar a transmitir lo que me parece más nuclear de la experiencia de la sabiduría de Israel, aquello que la hace ademas más actual. Me refiero al descubrimiento que fueron haciendo los sabios de Israel de que Dios está presente en todas la realidades de la vida humana, desde la más cotidianas a las más limite. Está en nuestra actuación Ética; está en nuestras actitudes autÉnticas, justas, pacificadoras, amicales, solidarias, participativas, comunicativas; está en nuestros momentos límites de la existencia, como son los momentos en que sufrimos la injusticia, el dolor y la muerte. Dios está presente en todas estas realidades, dicen los libros sapienciales, pero lo está para ayudar a seguir adelante, a encontrar los caminos autÉnticos de avance y a tener la fuerza necesaria para transformar dichas realidades en la línea de los proyectos de salvación que tiene Dios para la humanidad.