REDEMPTORIS MISSIO
CARTA ENCÍCLICA
DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II
SOBRE LA MISIÓN DEL REDENTOR

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I
JESUCRISTO ÚNICO SALVADOR
«Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6)
La fe en Cristo es una propuesta a la libertad del hombre
La Iglesia, signo e instrumento de salvación
La salvación es ofrecida a todos los hombres
«Nosotros no podemos menos de hablar» (Act 4, 20)

CAPÍTULO II
EL REINO DE DIOS
Cristo hace presente el Reino
Características y exigencias del Reino
En el Resucitado, llega a su cumplimiento
y es proclamado el Reino de Dios
El Reino con relación a Cristo y a la Iglesia
La Iglesia al servicio del Reino

CAPÍTULO III
EL ESPÍRITU SANTO PROTAGONISTA DE LA MISIÓN
Un marco religioso, complejo y en movimiento
La misión «ad gentes» conserva su valor
A todos los pueblos, no obstante las dificultades
Ámbitos de la misión «ad gentes»
Fidelidad a Cristo y promoción de la libertad del hombre
Dirigir la atención hacia el Sur y hacia el Oriente

CAPÍTULO IV
LOS INMENSOS HORIZONTES DE LA MISIÓN AD GENTES
Un marco religioso, complejo y en movimiento
La misión «ad gentes» conserva su valor
A todos los pueblos, no obstante las dificultades
Ámbitos de la misión «ad gentes»
Fidelidad a Cristo y promoción de la libertad del hombre
Dirigir la atención hacia el Sur y hacia el Oriente

CAPÍTULO V
LOS CAMINOS DE LA MISIÓN
La primera forma de evangelización es el testimonio
El primer anuncio de Cristo Salvador
Conversión y bautismo
Formación de Iglesias locales
Las «comunidades eclesiales de base» fuerza evangelizadora
Encarnar el Evangelio en las culturas de los pueblos
El diálogo con los hermanos de otras religiones
Promover el desarrollo, educando las conciencias
La Caridad, fuente y criterio de la misión

CAPÍTULO VI
RESPONSABLES Y AGENTES DE LA PASTORAL MISIONERA
Los primeros responsables de la actividad misionera
Misioneros e Institutos «ad gentes»
Sacerdotes diocesanos para la misión universal
Todos los laicos son misioneros en virtud del bautismo
La obra de los catequistas y la variedad de los ministerios
Congregación para la Evangelización de los Pueblos
y otras estructuras para la actividad misionera

CAPÍTULO VII
LA COOPERACIÓN EN LA ACTIVIDAD MISIONERA
Oración y sacrificios por los misioneros
«Heme aquí, Señor, estoy dispuesto, envíame» (cf. Is 6, 8)
«Mayor felicidad hay en dar que en recibir» (Act 20, 35)
Nuevas formas de cooperación misionera
Animación y formación del Pueblo de Dios
La responsabilidad primaria de las Obras Misionales Pontificias
No sólo dar a la misión, sino también recibir
Dios prepara una nueva primavera del Evangelio

CAPÍTULO VIII
ESPIRITUALIDAD MISIONERA
Dejarse guiar por el Espíritu
Vivir el misterio de Cristo «enviado»
Amar a la Iglesia y a los hombres como Jesús los ha amado
El verdadero misionero es el santo

CONCLUSIÓN