María, peregrina en la fe

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Autor: Ignacio Sarre

Peregrinar es avanzar a través de un camino, hacia una meta.

Nuestra vida en este mundo es sólo un paso hacia la eternidad. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “caminamos como peregrinos hacia la Jerusalén Celestial” (CIC, 1198) y señala que “las peregrinaciones evocan nuestro caminar por la tierra hacia el cielo” (CIC, 2691)

Para vivir así, en marcha hacia la unión definitiva con Dios, conviene que recordemos tres aspectos. Puede ayudarnos a ilustrarlo mejor la imagen de las peregrinaciones a santuarios, arraigada tradición en la Iglesia.