Verdad
"La verdad puede estar detenida y encarcelada,
pero no puede ser vencida: ésta se contenta con el corto número de los que la
siguen, y no se asusta con la multitud de contrarios que la combaten. (S. Jerónimo, lib. 5, in
Prooe, sent. 66, Tric. T. 5, p. 249.)"
"Los autores paganos dijeron cosas
elocuentes; pero el Señor solamente dijo cosas verdaderas. (S. Agustín, Psalm.
139, sent. 165, Tric. T. 7, p.
469.)"
"Cuando Dios no prometiera
premio alguno a los que pelean en la verdad, ella sola es tan hermosa que puede
obligar a los que la aman, a padecer toda suerte de trabajos por su amor. (Teodoreto, Cart. 21 a Euseb., sent. 3, Tric. T. 8, p.
262.)"
"No busco yo la verdad por medio de las
razones humanas, sino en los escritos de los Profetas, de los Apóstoles y de
los Padres que fueron siguiendo sus pisadas. (Teodoreto, Diál., sent. 11, Tric. ¡bid., p. 264.)"
"La infidelidad, que es el manantial de
todos los errores, se divide en muchas opiniones diferentes a las que dan los
colores que la presta la elocuencia: pero la verdad siempre brilla con sus
propias luces. Si unos se ven heridos más vivamente de sus rayos, y otros
menos, no se ha de atribuir a las diferentes calidades de la misma luz, sino a
las malas disposiciones y a la flaqueza de los que la contemplan. (S. León Papa, Serm. 67, sent. 53, Tric. T. 8, p.
395.)"
"Rendíos prontamente a la verdad:
tratando las materias de controversia, separad vuestro espíritu de toda porfía;
exponed vuestras razones sin demasiado apego a vuestro modo de sentir. Estad más
dispuestos para oír que para hablar. Sed el primero en escuchar a los otros, y
el último en decir vuestro parecer, sed los primeros en callar y los últimos
en hablar. (S. Anselmo, Exhort. ad
contemptum temporalium, sent. 29, Tric. T. 9, p. 346.)"
"Menor mal es el que se origine escándalo
que el que se desampare la verdad. (S. Bem., Ep. 78, sent. 73, Tric. T. 10, p. 326.)"
"Alguna vez usa la verdadera amistad de
la reprensión; mas nunca de la adulación. (S. Bern., Ep. 142, ad Rom., sent. 30, adic., Tric. T.
10, p. 357.)"
"La verdad, dice Jesucristo, os librará:
Veritas liberavit vos (Joann, 8-32). Y ¿de qué os librará la verdad? Del
demonio, del pecado, de la esclavitud, de las tinieblas, etc. El amor de la
verdad nos pone en comunicación con el Espíritu Santo, porque es el Espíritu
de verdad: Spiritum veritatis. (Joann, 14-17). He elegido la vía de la verdad y
he guardado vuestros mandamientos, dice el Salmista: Viam veritatis elegi,
juditia tua non sum oblitus. (118-30, Barbier, T. 4, p. 597.)"
"Nada podemos contra la verdad, pero
algo podemos por la verdad, dice el gran Apóstol: Non possumus aliquid
adversum veritatem, sed pro veritate. (11 Con, 13-8). La verdad está en
Jesucristo, dice San Pablo: Est veritas in Jesu. (Ephes, 4-21) La verdad del Señor
es eterna, dice el Salmista: Veritas Domini manet in aeternum (116-2). La ley
de Dios es verdad, añade el Salmista: Lex tua veritas. (118‑142, Barbier, ¡bid., ¡bid.)"
"La eternidad y la verdad son de lo
alto, dice San Agustín. Por la fe se llega a la verdad, según aquellas
palabras de la Escritura: Si no creéis, no comprenderéis. (Lib. de Consensu
Evang., c. 35, Barbíer, ¡bid., ¡bid.)"
"Así es que, 1º. Se necesita la fe para tener y practicar la verdad. 2º. Se necesita la oración. Señor, decía el Salmista, iluminad mi vista para que no me duerma con el sueño de la muerte (12-4). Enviad, Señor, vuestra luz y vuestra verdad: me guiarán, me introducirán en vuestra montaña santa y en vuestros tabernáculos (12-3). 3º. Se necesita una entera sumisión a la infalible autoridad de la Iglesia... (Barbier, ¡bid., ¡bid.)"