Sacrilegio

 

"Es impiedad hacer pedazos un cáliz consagrado: pero todavía lo es mucho más hacer injuria a la sangre de Jesucristo que se contiene en el cáliz. (S. Atanasio, sent. 24, Tric. T. 2, p. 177.)"

"Los Angeles, que son tan puros, sirven a Dios con temblor: y cubriéndose el rostro, no se atreven a mirarle: y ¡vosotros, siendo impuros e impenitentes, no tembláis, y os acercáis con desvergüenza a los santos misterios! Aunque a los ojos de los hombres parezca que recibís bien la Eucaristía. ¿ cómo responderéis a Dios, que penetre el fondo de los corazones? Dejad, pues. de veras el pecado, hermanos míos: lloradle: limpiad con cuidado el vaso de vuestra conciencia. sucio con la iniquidad: haced una firme resolución de no pecar más, y esperad que Dios os ha de sanar, porque es el Dios de los penitentes. (S. Efrén. Dignit. div. myst.. sent. 2. Tric. T. 3. págs. 77 y 78.)"

"No solamente aquel que estando impuro de cuerpo y de espíritu se acerca indignamente a los santos misterios, se merece la horrible condenación, sino también el que los recibe inútilmente y con negligencia. (S. Basilio, c. 3. sent. 24. Tric. ibid.. p. 194.)"

"No puedo oír con paciencia, un sacrilegio. He leído el celo de Finés, el rigor de Elias, la severidad de San Pablo que cegó al mago Elimas. Lo que es piedad para con Dios, no es crueldad. (S. Jerón. ad Ripar.. Ep. 109, sent. 6, adic.. Tric. t. 5, p. 353.)"

"Cualquiera que bebiere el cáliz del Señor indignamente será reo de la sangre de Señor. Y ¿por qué esto? Porque ha derramado esta misma sangre, y porque lo que ha hecho comulgando, más bien ha sido un deicidio que un sacrificio: pues el que se acerca indianamente a la comunión, y por consiguiente, no recibe futuro alguno, es semejante a los que penetraron el sagrado cuerpo del Señor, no para beber su sangre, sino para derramarla. (S. Juan Crisóst.. Homil. 27. c. 11. sent. 312. Tric. T. 6. p. 367.)"

"El es la sabiduría de Dios, que dice: El que me come. todavía tendrá hambre, y el que me bebe. aún tendrá sed. Mas ¿cómo podrá tener hambre y sed de Jesucristo el que cada día se llena de las bellotas de los cerdos? No puede alguno beber al mismo tiempo el cáliz de Jesucristo y el cáliz del demonio. El cáliz de los demonios, es la soberbia: el cáliz de los demonios, es la murmuración y la envidia: el cáliz de los demonios, es la crápula y la embriaguez: vicios que si llenan tu alma o tu vientre, no dejan en ti lugar a Jesucristo. (S. Bern. Ep. 2. ad Fule. puer., sent. 3, adié.. Tric. T. fo. p. 345.)"

"Los judíos no pusieron más que una vez la mano sobre Jesucristo. dice Tertuliano, y el profanador la coje y la ata cada vez que comulga indignamente. (De Joel.. c. 7, Barbier, T. 4, p. 494.)"

"¿Quién será bastante impío, dice San Agustín, para tener la audacia de acercarse al sagrado altar con las manos manchadas? (Serm.. 244. de Temp., Barbier, ibid.. ibid.)"

"Los que profanan el cuerpo de Jesucristo que reina en el cielo. dice el mismo Santo Padre, pecan más gravemente que los que le crucificaron mientras estaba en la tierra. (In Psalm. 67-22. Barbier. ibid.. ¡bid.)"

"Los profanadores del cuerpo y de la sangre de Jesucristo, son peores que Judas, dice San Bernardo. Judas entregó al Salvador a los judíos. Ellos le entregan al demonio colocando su adorable cuerpo en un lugar sometido a su poder, es decir, en su cuerpo y en su corazón. (Serm. 45, c. 3., Barbier, ibid.. ,ibid.)"

"Cuando queráis pecar, dice el mismo melifluo doctor, buscad otra lengua distinta de la que está enrojecida con la sangre de Jesucristo. (Serm. in die Passionis, Barbier. ibid., ibid.)"

"El que comulga indignamente, comete un crimen mayor que si arrojase al santo Sacramento en una cloaca, dice San Vicente Ferrer. (Conc. de Copror Christi. Barbier. ¡bid. ibid.)

"Judas, dice el Evangelio, se fue a encontrar a los príncipes de los Sacerdotes, y les dijo: ¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré? Le prometieron treinta monedas de plata, y desde aquel momento buscó la ocasión de entregárselo. (Matth., c. 26-13. 15. 16, Barbier. ibid., p. 495.)"

"El mismo pacto hace con Satanás el profanador sacrilego, diciéndole: Dame un placer impuro, estas riquezas, o esta venganza, y te entregaré a mi Dios. La traición de Judas se convirtió en bien para la salvación del mundo: pero la comunión sacrilega e indigna no sirve más que para regocijar al infierno. (Ibid.. ibid.. ibid.)"

"Hay uno de vosotros que es un demonio, dijo Jesucristo a sus discípulos hablando de Judas. Ex vobis unus diabolus est. (Joann. 6-71. Barbier. T. 4. p. 495.)"

"El que comulga teniendo el pecado mortal en el corazón, es peor que un demonio, dice San Crisóstomo. (Homil. ad pop. Barbier. ibid.. ibid.)"

"El demonio entre enteramente en el traidor sacrilego, dice San Isidro. (Epist. ibid., ibid.. ibid.)"

"¡Desgraciado de aquel que venderá al Hijo del hombre! Mejor fuera para él mismo que tal hombre no hubiese nacido. El que come y bebe indignamente, come y bebe su condenación, dice San Pablo (Barbier. T. 4. p. 496.)"