Dios
"Dios es inefable, más fácil es decir lo que
no es El, que lo que el es. (S. Agust.,
salm. 78, sent. 135, Tric. T. 7, p. 467.)"
"El que desea con ansia a Dios, canta de
corazón sus alabanzas, aunque su lengua calle; pero el que no le desea, por más
que esté hiriendo con sus clamores los oídos de los hombres, es mudo en la
presencia de Dios. (S. Agust., Salm. 86, sent.
136, Tric. T. 7, p. 467.)"
"Dios ha querido hacerse nuestro deudor,
no recibiendo de nosotros cosa alguna, sino prometiéndonos muy grandes
bienes. (S. Agust., Salm. 109, sent.
152, Tric. T. 7, p. 468.)"
"Cuando os halláis
en donde trabaja un artesano, no os atrevéis a reprenderle sobre su Trabajo,
porque lo entiende mejor que vosotros; y ¿sois tan insolentes que os atrevéis
a replicar en este mundo contra lo que Dios hace en él? (S. Agust., Salm. 148, sent.
178, Tric. T. 7, p. 470.)"
"Decimos que Dios
puede algunas cosas que nosotros no podemos investigar: en eslas toda la razón
de lo que ha hecho, es el poder de lo que hace. (S. Agust., Ep. ad Volus.,
sent. 10, adic. Tric. T. 7, p. 487.)"
¿Por qué crió Dios a
los que sabía que habían de ser malos? Porque así como previo lo malo que
habían de hacer, así también previo el bien que El había de sacar de sus
malas acciones. (S. Agust., de 5 cuad., tit.
lib. 11, c. 9, sent. 12, adic. Tric., ibid., ibid.)"
"Dios obra y nosotros
cooperamos con El: porque no quita el libre albedrío de la buena voluntad,
sino que le ayuda. (S. Agust., lib. 5, Dcut. q. 15, sent. 13, adic. Tric.
T. 7, p. 484.)"
"¿Cómo te puedo comprender, oh Dios,
siendo tan grande, si no puedo comprenderme a mí, que soy tan pequeño? (S. Agust., Serm. cont. Jud., c. 6, sent. 18, adic.
Tric. T. 7, p. 485.)"
"Es preciso entender un Dios que tiene
misericordia sin lástima: que se enoja sin ira: que se olvida sin olvido: que
no conoce sin ignorancia, y que se arrepiente sin arrepentimiento. (S. Agust., lib. 16, sent. 24, adic. Tric. T. 7, p.
486.)"
"Quiso Dios que todos los hombres viniesen de un
mismo hombre para que se conservasen en sociedad, no solamente por la
semejanza
Cuando Jesucristo, pues, les dijo: Yo soy, cayeron
todos de espaldas en el suelo. ¿Una respuesta tan benigna y tan modesta como
la del Hijo de Dios, así derribó a los que la oyeron? Pues ¿cómo hubieran
podido sufrir sus amenazas? Este ejemplo hace ver que todas las criaturas no
podrán sufrir el peso majestuoso de sola una palabra de Dios, aun cuando la
acompañe de dulzura y de bondad. (S.
Cirilo Alejand., Serm. 5, in Joan, sent. 21, Tric. T. 8, p. 104.)"
"Este mandamiento: No tomarás en vano el nombre
del Señor: prohibe pronunciar el santo nombre de Dios sin razón alguna, como
no sea en la oración o cuando hay necesidad de enseñar a otros, o en otra
semejante ocasión, porque hay muchos que a cada instante lo pronuncian,
aunque sea jugando o riendo, lo cual creo yo que está prohibido por la ley de
Dios. (Teodoreto, Quaest. 41, in Exod., sent. 1, Tric. T. 8,
p. 262.)"
"De Dios depende la fertilidad de la tierra, y
hacer feliz la navegación: pero si este Señor dispone lo contrario, debemos
sujetarnos a sus órdenes, sin inquirir con excesiva curiosidad la razón de
su conducta para con nosotros, porque esta es incomprensible. (Teodoreto, lib.
5 de Haeres, sent.
4, Tric. T. 8, p. 262.)"
"¿Quién puede conocer la grande de vuestra
ira? El entendimiento humano es incapaz de comprender el poder de la ira
Divina, porque obrando su providencia sobre nosotros del modo más oculto, nos
recibe algunas veces favorablemente cuando nos parece que nos desampara, y tal
nos desampara cuando creemos que nos recibe. Muchas veces es un efecto de su
gracia, lo que llamamos efecto de su indignación, y lo que pensamos que es
electo de su gracia, lo es de su ira. (S. Grcg. el Grande, lib.
5, c. 10, p. 145,
sent. 9, Tric. T.
9, p. 232 y 233.)"
"En todas nuestras acciones no tenemos que hacer
otra cosa sino investigar con cuidado cuál es la voluntad de Dios, para que,
conocida esta, sujetemos a ella todas nuestras obras y la sigamos ciegamente
como a guía de nuestro camino en esta vida, y confesar que no dejaríamos de
seguirle, aun sin querer, cuando nos extraviara la soberbia: porque es
imposible evitar el poder de las tentaciones de Dios, pero el que las suaviza
mucho es el que se conforme con sus disposiciones, y cuando el corazón se
sujeta y sufre voluntariamente, hace el peso mucho más ligero y más fácil
de llevar. (S. Greg. el Grande, lib. 5, c. 18, p.
196, sent. 21, Tric. T. 9, p. 236.)"
"Jamás expresamos mejor la grandeza de
las obras de la omnipotencia de Dios, que cuando nos reconocemos incapaces de
expresarle: y nunca hablamos de esta con mayor elocuencia, que cuando nos
contentamos con admirarla con un profundo silencio, porque en esta ocasión la
misma falta de poder tiene una voz poderosa para publicar estas inefables obras
y solamente una lengua muda puede explicar lo que somos incapaces de comprender.
(S. Greg. el Grande, lib. 9, c. ¡ 12, p. 297,
sent. 41, Tric.
T. 9, p. 246.)"
;
"Si halláis lugar en
donde os parezca que no está Dios, allí podéis pecar con toda libertad. El
que profundizó los abismos ve todo lo que pasa en los rincones más ocultos; en
las cuevas más profundas y en la más negra oscuridad. Si os parece que la pública
fama os absuelve, no dejéis de condenaros en el tribunal de vuestra propia
conciencia. (S.
Anselmo, Exhort., ad contcmptum temporalium, sent. 24, Tric. T. 9, p.
345.)"
"Siempre está Dios
presente a si mismo: sin poderse olvidar se está contemplando y amándose. Si
estáis, pues, según vuestra capacidad, infatigablemente ocupados en la memoria
de Dios: si le estáis mirando sin cesar con los ojos del espíritu, y vuestro
corazón se abrasa en su amor, seréis una perfecta imagen suya, porque procuraréis
hacer lo que Dios hace siempre. El hombre debe referir toda su vida a la
memoria, al conocimiento, y al amor del Supremo Bien: debéis, pues, aplicar
todos los pensamientos, y excitar y conformar de tal suerte los movimientos de
vuestro corazón, que jamás se canse el alma de suspirar por Dios, y de
respetar la memoria de Dios, y adelantarse en el conocimiento de Dios: de hacer
nuevos progresos en el amor de Dios, y de remontarse a la nobleza de su origen,
y en fin, acordándonos de que fuimos criados a la semejanza de Dios: porque
como dijo el Apóstol: "No debe el hombre cubrir su cabeza cuando ora, por
ser la imagen de Dios, y la expresión de su gloria." (S.
Anselmo, I.'' Meditat., sent. 37, Tric. T. 9, p. 34S.)"
"Según la doctrina
del Apóstol San Pablo, vivimos en Dios y en El tenemos el movimiento y el ser.
¡Oh dulce vida, amable movimiento y deseable ser! Pues ¿qué puede haber que
sea más dulce, que tener la vida bienaventurada? ¿Qué puede haber más amable
que referir a Dios todos los movimientos de nuestras voluntades y nuestras
acciones, arreglándolas según Aquel que es el único que nos puede dar el
descanso eterno y una firmeza inexplicable? ¿Qué puede haber que merezca
nuestros deseos, como estar con la unión de nuestros afectos
"Así como el cuerpo no se satisface con
el aire, así tampoco el corazón se sacia con el oro. (s. Bern., de convers. ad Cler., sent. 65, Tric. T. 10,
p. 326.)"
"Aquellos ojos que
todo lo ven sin que nadie pueda verlos están siempre sobre nosotros. (S. Bern., Serm. 55, in Cant.,
sent. 67, Tric. T. 10, p. 326.)"
"Cuando Dios nos
descarga, también nos carga; porque nos carga con su beneficio, cuando nos
descarga de nuestro pecado. (S. Bern., Serm. 15, in Psalm. qui hábil., sent. SO,
Tric. T. 10, p. 327.)"
"Procuremos agradar a todo a todos, y principalmente al que es mayor que todos. (S. Bern., ibid., sent. 91, Tric. ibid., ibid.)" !